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“LOS HUMEDALES DEL PARANÁ”

El término humedal se utiliza para denominar áreas que permanecen en condiciones


de inundación o, por lo menos, con su suelo saturado con agua durante largos
períodos de tiempo. Si bien en este término se incluyen una amplia variedad de
ecosistemas, todos los humedales comparten una propiedad primordial: el agua juega
un rol fundamental en la determinación de su estructura y funciones ecológicas.

El agua de los humedales puede provenir del mar, de los ríos, las lluvias o de napas
subterráneas. El régimen hidrológico puede ser muy variable en cuanto a la frecuencia
e intensidad de la inundación y la permanencia del agua. Los humedales se distinguen
también por las características particulares de sus suelos, y por la presencia de
plantas y animales adaptados a las condiciones de inundación o de alternancia de
períodos de anegamiento y sequía.

Humedales del
Paraná.

Lo que vemos
es una parte de
la cuenca del
Plata.

“El humedal del Delta del Paraná es uno de los más grandes del mundo”.
El río Paraná es uno de los ríos que componen la cuenca del Plata, que nace en Brasil
y que termina en el Río de la Plata. En Argentina casi la cuarta parte de su territorio es
un humedal.
El humedal es clave en el aporte que hace. Nos aporta una cantidad de biodiversidad
increíble en aves, anfibios, reptiles, peces y esto tiene usos productivos, recreativos y
turísticos. Los humedales también nos aportan oxígeno, agua y alimentos. También
sabemos que son grandes aliados para luchar contra el cambio climático porque lo
que hacen, como estamos acostumbrados a escuchar que hacen los bosques o las
selvas, es capturar carbono y liberar oxígeno. Por eso, el contexto de quemas que
estamos atravesando actualmente es el doble o el triple de grave porque además en lo
inmediato genera efectos negativos a mediano y a largo plazo.
Las quemas se utilizan desde hace mucho tiempo en el ecosistema y están
relacionadas sobre todo a los usos productivos del territorio, es una práctica muy
antigua que tiene muchos impactos, de diferentes tipos. El de la salud es el que más
se registra o se denuncia desde la ciudad. Ya hay estudios hechos desde la
Universidad Nacional de Rosario que han medido la calidad del aire en días con
diferentes intensidades de quemas, el aire estaba hasta cinco veces peor de lo que
debería estar para ser un aire de buena calidad. 
La periodista ambiental, Jorgelina Hiba aseguró, “la problemática ambiental es un
tema que llegó en la agenda para quedarse”.

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