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La Conciliación en la Jurisdicción Contenciosa Administrativa

La conciliación, en términos generales, es un mecanismo alternativo y voluntario de


solución de conflictos mediante el cual “un número determinado de individuos, trabados
entre sí por causa de una controversia jurídica, acuerdan componerla con la intervención
de un tercero neutral -conciliador- quién, además de proponer fórmulas de acuerdo, da
fe de la decisión a la que se llegue e imparte su aprobación, siendo el acuerdo final
obligatorio y definitivo para las partes que concilian”. Sin embargo, es preciso aclarar
que en materia contencioso administrativa el funcionario que funge como conciliador,
esto es, el respectivo procurador judicial administrativo, no es quien imparte la
aprobación del acuerdo conciliatorio, ya que dicha facultad está reservada a un juez
administrativo, toda vez que están de por medio recursos del erario. En suma, la
conciliación busca que los particulares resuelvan sus conflictos de manera pacífica por
fuera de los estrados judiciales, involucrando a la comunidad en la solución de sus
controversias a través de un instrumento ágil, efectivo y económico.
En materia contencioso administrativa, la Ley 1285 de 20095 estableció la conciliación
extrajudicial como requisito de procedibilidad para acudir a dicha jurisdicción cuando
se interpongan las acciones de nulidad y restableciendo del derecho, reparación directa
y controversias contractuales6. Así mismo, el Decreto 1716 de 20097 precisó en su
artículo 2º que pueden acudir a la conciliación las entidades públicas y las personas
privadas que desempeñan funciones propias de los distintos órganos del Estado, por
conducto de apoderado, para llegar a un acuerdo en torno a conflictos de carácter
particular y contenido económico de los cuales pueda conocer la jurisdicción de lo
contencioso administrativo a través de las citadas acciones.
De esta forma entonces, luego de una breve introducción al asunto objeto de estudio de
este archivo, se entrará a analizar los derroteros fijados por la jurisprudencia en torno a
puntos en general de la conciliación en lo contencioso administrativo, las materias que
son sensibles de conciliación y esas que permanecen excluidas de este mecanismo, la
conciliación extrajudicial como requisito de procedibilidad, la norma general por el
Consejo de Estado para decidir desde qué instante es exigible la conciliación como
requisito de procedibilidad para presentarse a la jurisprudencia contencioso
administrativa, las particularidades de los comités de conciliación, las facultades y
actuaciones del Ministerio Público en el trámite de conciliaciones en asuntos
contencioso administrativos, la incidencia de la conciliación en la acción de repetición,
las implicaciones que poseen los trámites conciliatorios en la Caducidad del término
para interponer las ocupaciones, los efectos que poseen las Conciliaciones
extrajudiciales llevadas a cabo luego de presentada la respectiva demanda Contencioso
administrativa, los diferentes puntos que implica la aceptación Judicial de la
conciliación, la expansión de los efectos de cosa juzgada de la Conciliación al proceso
judicial, la inviabilidad de aprobar judicialmente Conciliaciones lesivas para el
patrimonio del Estado o para los derechos de los Particulares, y las propiedades de las
actas de conciliación.
En proceso de abolición y reconstrucción de los derechos laborales Sometido a una
jurisdicción administrativa en disputa, generando controversia De los derechos laborales
y beneficios económicos derivados de la relación entre los funcionarios públicos y el
Estado. Bajo este método de control, Para ser considerado un requisito de procedimiento
para entrar en gestión Mediación judicial, preliminar en la Abogacía General del Estado
Delegar asuntos administrativos como ejercicio derecho de acción.
Contrariamente a lo que ocurre en las jurisdicciones laborales ordinarias, la mediación
Poder acudir a un juez en la profesión no es obligatorio, no independientemente de que
el trabajador esté al servicio del Estado, privado u oficial, siempre que En el proceso
ordinario existe una etapa procesal denominada audiencia La mediación, que constituye
una situación a favor de las partes Exponer sus diferencias y consensos ante las
autoridades con mediación de razón.
Primero, es necesario indicar en el orden en que se instala el trabajo. El derecho
colombiano como valor, principio y derecho; el triedro; que es eso llevar a ocupar el
más alto rango dentro del sistema normativo del tratamiento de las letras básicas, tanto
en su preámbulo como en los artículos 25 y 53 (Gómez, 2005), y con Innumerables
instrumentos internacionales ratificados por Colombia, tales como Artículo 23 de la
Declaración Universal de Derechos Humanos (Organización Naciones Unidas, 1948),
Pacto Económico y Social Internacional Artículos 6 y 7 (Organización de las Naciones
Unidas, 1966) y Artículos 6 y 7 del Protocolo Adicional a la Convención sobre
Derechos Humanos Temas de derechos económicos, sociales y culturales Protocolo de
San Salvador (OEA, 1988); donde el trabajo emerge como fuente De interpretación
primaria y aplicación instantánea, en el momento de solucionar las Controversias
suscitadas en las razones laborales. Al respecto, en la sentencia SU 484 de 2008, al
hacer alusión a la sentencia C- 100 de 2005, en Relación con la concepción del trabajo
en el ordenamiento jurídico De Colombia, la corte constitucional precisó que el trabajo
cuenta con una triple Naturaleza constitucional: Por una sección, (1) es costo fundante
del sistema democrático y del Estado Social de Derecho, por otra (2) es un derecho
importante de desarrollo legal, y al final, (3) es una obligación social. Por esta causa el
Trabajo es un objeto de particular Protegido por parte del Estado, debido a que
posibilita realzar la primacía de otros Principios por igual salvaguardados, como el en
relación a la dignidad humana y a los Derechos primordiales de los individuos que
como trabajadores adelantan una Actividad tendiente a desarrollar su potencial físico o
de la mente, en aras de la provisión De los medios necesarios para su permanencia y
sostenimiento familiar.(Corte Constitucional de Colombia, 2008).
Téngase presente que, la constitución política de Colombia en el preámbulo y los
Artículos 1, 25 y 53, sin condicionamiento alguno, disponen la particular defensa Del
trabajo en cada una de sus posibilidades, y en especial una vez que en él concurren los
Recursos de la interacción gremial, la cual fue determinada por el Código Sustantivo
Del Trabajo, regla particular para los asuntos laborales, como aquella en la que una
Persona natural presta un servicio personal a otra persona natural o jurídica, bajo La
continuada Dependencia o subordinación de la segunda y por medio de remuneración.
Paralelamente, el artículo 23 de dicho estatuto normativo establece que la interacción
gremial Consta de 3 recursos determinantes para que ésta exista (relación personal,
Subordinación o dependencia continuada y salario) y amonesta que la interacción
gremial No deja de serlo por razón del nombre que se le dé. Dichos recursos son
visiblemente satisfechos por el parentesco estatutario que junta al Empleado público con
el Estado, puesto que es entendible que el empleado público hace una Actividad
personal al servicio del Estado, obtiene una remuneración por tal tarea y Está
subordinado a sus mandatos bajo la figura de jerarquías; esto se observa Evidentemente
al observar de forma detenida todos los elementos de la interacción Laboral. Una
dinámica evidentemente identificable en la interacción de trabajo público, y la Forma
de afirmar la obediencia de los servidores a las directrices establecidas por Los líderes
públicos para la prestación de servicios, se plantea de distintas Maneras, sin embargo
las más expresivas son esas que poseen incidencia en el equilibrio Gremial encuadrada
en la evaluación del funcionamiento y la calificación de servicios y En un sistema
disciplinario riguroso y estricto, impuesto unilateralmente por el Estado para todos sus
servidores. Al final, en lo atiente al aspecto retributivo del servicio o sueldo como se
Nombra a partir del entorno del derecho gremial, no está una diferencia elemental, con
lo regulado para el empleado público, puesto que la misma designación Está consagrada
en la reglamentación de este aspecto para estos burócratas, Donde vale la pena destacar
el término de elemento salarial tratado en el Decreto Ley 1042 de 1978, que instituye
los elementos que incorporan el sueldo, en nada Alejados a los que se reconocen en el
campo privado. En este orden de ideas, es razonable pensar frente a la constatación de
los recursos Fundamentales de la interacción gremial en el parentesco estatutario que
junta al empleado Público con el Estado, que el derecho del trabajo constituye una
fuente elemental, Forzosa e inevitable para la definición de los conflictos que en la
interacción gremial Pública se ocasionan entre el Estado y sus empleados.
De conformidad con lo anterior, no puede obviarse que el derecho gremial es la
Primordial fuente regulatoria de la interacción empleado-trabajador, por consiguiente no
puede Ser indiferente el procedimiento para los empleados del sector público, puesto
que si de esta forma lo Fuere, estaría en contravención de los principios
constitucionales que tienen dentro los Derechos de los trabajadores y de las mismas
reglas en general, tal y como se ha Venido reiterando; es así como, pese a la
especialidad de los derechos Consagrados en la jurisdicción administrativa, para el
procedimiento de los empleados Públicos, ésta debería ser considerada de forma
subsidiaria y no primordial, pues Tienen la posibilidad de producir un desmedro en los
intereses de los trabajadores para su accionar.
La jurisprudencia contencioso administrativa ha precisado que, tal como lo establece la
ley, la conciliación tiene fuerza de cosa juzgada. Esto significa que lo allí acordado es
incontrovertible e irrevisable, y no se pueden plantear litigios sobre los asuntos ya
conciliados, por lo que, en caso de presentarse algún incumplimiento de lo pactado, lo
procedente es promover una acción ejecutiva
Del mismo modo, se tiene que en los derechos laborales conocidos por la jurisdicción
Gremial y la contencioso administrativa tienen la posibilidad de ver Diferencias en
temas como el Derecho colectivo de trabajo y en ciertos puntos de la estabilidad social;
es De esta forma Como, todos los otros puntos de la interacción gremial de los
empleados públicos (salarios, prestaciones, situaciones administrativas, sistema
disciplinario, causales de aislamiento del servicio, carrera administrativa, incentivos
laborales, etcétera.), son de la Competencia de la jurisdicción contencioso
administrativa (VERGARA, 2014). Razón Por la cual, es de sentido común concluir que
el trámite contencioso que debería abastecer El empleado público debería tener los
mismos requisitos reprocésales de Los asuntos administrativos comunes. Por
consiguiente, una vez que al empleado público en Colombia, a diferencia del trabajador
Privado y el trabajador oficial que Tienen la posibilidad de asistir de manera directa a la
jurisdicción en Sus razones laborales, se le impone a suministrar antes el método
Administrativo de la conciliación prejudicial frente a la procuraduría general del País
encargado para asuntos administrativos, con el fin de habilitarse Debidamente para la
presentación del medio de control de nulidad y Restablecimiento del derecho de
carácter gremial, está en desequilibrio con el Procedimiento en la manera en que unos y
otros tienen que ir a la jurisdicción en la Procura de la custodia de equivalentes
derechos. Puesto que, si bien una de las garantías del Debido proceso es la observancia
y respeto de las maneras de cada juicio, además es Cierto que el rigor formalista de
éstos no puede ignorar o comportar un Menoscabo del derecho de acción una vez que
de derechos laborales se trata.
Son conciliables Todos aquellos asuntos que sean susceptibles de transacción,
desistimiento y Conciliación, atendiendo a los límites que plantean la Ley 446 y el
Decreto 1818 Los dos de 1998, y la Ley 640 de 2001(Miranda, 2011); o como lo dice
la jurisprudencia Constitucional y del Consejo de Estado en repetidas situaciones, al
admitir que son Sensibles de conciliación todos esos asuntos donde existan aspiraciones
Económicas, mientras tanto que en temas de derechos, esos que son de carácter Cierto e
indiscutibles no tienen la posibilidad de ser conciliados, dejando a cada Juez un margen
de Discrecionalidad para establecer el origen de la conciliación. Discrecionalidad Que
se ha reducido, pues tanto la misma jurisprudencia como la normatividad Esbozan los
temas conciliables en Materia contenciosa administrativa, tal y como lo Hace el
Decreto 1716 de 2009 que apunta como conciliables todos los asuntos de Carácter
especial con contenido económico que logren ser conocidos por la Jurisdicción
contenciosa por medio de las actividades establecidas en los artículos 85, 86 y 87 del
antiguo Código Contencioso Administrativo (Colombia, 1984), hoy medios de Control
de nulidad, nulidad y restablecimiento del derecho, y compostura directa en La ley
1437 de 2011, nuevo Código de Método Administrativo y de lo Contencioso
Administrativo(Congreso de la República de Colombia, 2011). Por igual, hay
señalamientos de los asuntos que no tienen la posibilidad de ser materia de
Conciliación, como por ejemplo los conflictos de carácter tributario, donde se hallan 2
posturas contrarias de parte de la Corte Constitucional y el Consejo de Estado, En lo
que la Primera admite la conciliación como un mecanismo de solución de Conflictos, la
segunda corporación, apoyada en el artículo 70 de la Ley 446 de 1998, No admite la
conciliación. A la par, permanecen los asuntos que deban tramitarse por medio de El
proceso ejecutivo de que trata el artículo 75 de la Ley 80 de 1993 y los asuntos De los
cuales la que corresponde acción haya caducado. Ahora bien, los asuntos conocidos por
medio de las ocupaciones consagradas en los artículos 85, 86 y 87 del anterior Código
Contencioso Administrativo(Colombia, 1984), como Ya se dijo, hoy son los medios de
control de nulidad, nulidad y restablecimiento Del derecho, y compostura directa. Al
respecto, en todos dichos medios de Control hay particularidades sobre el origen de la
conciliación y los asuntos Materia de dicho mecanismo; no obstante, únicamente nos
centraremos en el de nulidad y Restablecimiento del derecho, por la materia de que
trata el presente trabajo.
Sobre el mismo tema de discusión, el Consejo de Estado se ha pronunciado en
diferentes Situaciones, en medio de las que se rescata lo dicho en providencia del 08 de
julio de 2010, Donde bajo los argumentos del parágrafo 2 del artículo 70 de la Ley 446
de 1998 y El parágrafo 1 del artículo 2 del decreto 1716 de 2009, reitera su postura de
que los Asuntos tributarios no son susceptible de ser conciliados.
De otro lado, circunscribiéndonos al asunto de análisis de la conciliación contencioso
Administrativa en temas derivados de asuntos laborales, como por ejemplo son las
Pensiones, despidos, reintegros, etcétera.; hay diferentes pronunciamientos de las Altas
Cortes, unos a favor y otros en contra, estableciendo posturas que privilegian La
discrecionalidad del Juez en el momento de tomar elecciones en las ocupaciones
laborales Que son de su entendimiento.
El Consejo de Estado, es enfático al señalar que las prestaciones derivadas de Asuntos
pensionables, no son sensibles de Conciliación, de conformidad con el Artículo 53 de la
Constitución Nacional(Gómez, 2005); sin embargo que una vez que se intentan en Los
efectos patrimoniales derivados de los actos de retiramiento de los miembros de la
Fuerza pública, si cabe la conciliación, toda vez que lo discutido no posee el carácter De
derecho cierto e indiscutible, convirtiendo la conciliación en un requisito de
Procedibilidad para lograr entrar a la jurisdicción administrativa; en igual sentido
Existe pronunciamientos involucrados con la demanda de indexación de la Prestaciones
laborales, las obligaciones que resultan de los despidos injustos y el Reintegro gremial,
sobre este último asunto, el Consejo de Estado sostiene el criterio De que es elemental
la conciliación como prerrequisito procesal, atendiendo a que de conformidad con el
artículo 39 de la Ley 443 de 1998, el trabajador puede escoger entre el reintegro al
cargo o la compensación que terminó del despido ilegal.
Teniendo presente la especialidad de la jurisdicción gremial, la cual entra a solucionar
Los conflictos suscitados por obligaciones derivadas de la interacción empleado –
empleador (conceptos tomados en sentido general no estricto); los diferentes Contratos
que los regulan y las prestaciones económica efecto de unos servicios o tareas
desempeñadas; la conciliación se podría conceptualizar como “un consenso Entre
patrono y trabajador, celebrado frente a un funcionario público, juez o inspector De
trabajo, puesto que él orienta el acto, lo vigila y lo impulsa, interroga a los Interesados
justamente para realizar su funcionalidad de orientación y de vigilancia Del
cumplimiento de las reglas que salvaguardan los derechos de los trabajadores”
La conciliación en materia gremial, inició a institucionalizarse por medio de la Ley 120
de 1921, regla que ha sido seguida de los códigos sustantivo y procesal del trabajo En
los años de 1948 y 1950 respetivamente; luego se otorgó una modificación Realizada
por la Ley 39 de 1985 que desaparece la conciliación en los Conflictos Colectivos del
trabajo; empero es la Ley 23 de 1991, en su artículo 22 la que consagró La
obligatoriedad de la conciliación en materia gremial al ponerla como requisito de
procedibilidad, supeditada a la reestructuración del Ministerio del Trabajo y Estabilidad
Social, la cual jamás alcanzó concretarse. Después, el artículo 48 de la Ley 446 de 1998
reiteró la postura de requisito de procedibilidad de la conciliación En asuntos laborales,
empero la Corte Constitucional por medio de la Sentencia C-160 de 1999, manifestó
inexequible esa regla, lineamiento ratificado por medio de sentencias C-248 de 1999 y
C-672 de 1999 emitidas por la misma corporación. Al final, en un Nuevo esfuerzo por
entablar la conciliación como requisito de procedibilidad en Materia gremial, ha sido
emitida la Ley 640 de 2001, sin embargo el artículo que la trataba (art39 Ley 640 de
2001), ha sido proclamado nuevamente inexequible por la Corte Constitucional en la
sentencia C-893 de 2001(Miranda, 2011). Es así como la conciliación prejudicial en la
jurisdicción gremial, es un procedimiento al cual se puede ir por mera liberalidad de las
piezas, puesto que como lo itera la Corte Constitucional en los pronunciamientos que
plantea inexequibles las reglas reseñadas, indicando: dada la naturaleza voluntaria de los
mecanismos alternativos de solución de conflictos generalmente, y de la conciliación
gremial, en especial, el legislador no podía establecerla como un requisito forzoso de
procedibilidad para asistir frente a La jurisdicción gremial, además ya que al realizarlo
desconoce el derecho de los Particulares de entrar libremente a la gestión de justicia
para pedir la tutela judicial positiva de sus derechos.
En impacto, el artículo 35 de la Ley 640 de 2001 al contar con que en los Asuntos
Propensos de ser conciliados, entre otros en materia gremial, debería haberse Intentado
el arreglo conciliatorio para que la demanda judicial sea admisible, Somete la
probabilidad de ir a la jurisdicción a una condición que no resulta válida A la luz de la
Carta en el tamaño en que la obligación de un arreglo conciliatorio Obstruye la
independencia de entrar a la gestión de justicia (art. 229 C.P.). En lo cual tiene relación
con la conciliación como requisito de procedibilidad de la acción Gremial, la regla
quebranta abiertamente el inicio constitucional contenido en El artículo 53 de la Carta,
conforme el cual, corresponde a la Ley considerar la Facultad de los trabajadores para
transigir y conciliar sobre derechos inciertos y Discutibles, la cual se ve afectada una
vez que se pide al especial ir a la Conciliación como requisito anterior a la presentación
de la demanda.
Resulta imperioso que los comités de conciliación de las distintas entidades públicas, así
como los funcionarios encargados de adelantar la defensa judicial de las mismas,
conozcan los aspectos más relevantes decantados por la jurisprudencia de la Corte
Constitucional y del Consejo de Estado, relativos a la conciliación judicial y
extrajudicial en materia contencioso administrativa, para que de esta manera, por
iniciativa de la propia Administración, se fortalezca la conciliación como mecanismo
alternativo de solución de conflictos e instrumento clave para lograr cambios en la
cultura de litigiosidad. Lo anterior, con el propósito de generar importantes beneficios
tanto para los ciudadanos, como para la Administración; los primeros, al obtener una
resolución pronta y justa de sus conflictos con el Estado que garantice sus derechos, y la
segunda, al disminuir los elevados costos que acarrea un proceso y una condena
judicial, que pueden ser evitados o disminuidos mediante un acuerdo conciliatorio en
los casos en que resulte procedente.
La Corte Constitucional y el Consejo de Estado han coincidido en que la conciliación
judicial y extrajudicial en materia contencioso administrativa es una herramienta que, en
sí misma, constituye un mecanismo de acceso a la administración de justicia que
contribuye a cumplir con fines constitucionales legítimos e imperiosos como la
participación de los particulares en la solución de conflictos, la convivencia pacífica y el
acceso a la administración de justicia de manera rápida, efectiva y económica, ayudando
a descongestionar a su vez los estrados judiciales.
La Agencia Nacional de Protección Jurídica del Estado, pone a disposición De las
entidades públicas y, en especial, de los funcionaros que poseen en sus manos la
elección de optar por este mecanismo alternativo de solución de conflictos, los
Pronunciamientos más importantes tanto de la Corte Constitucional como del Consejo
de Estado alrededor de la conciliación judicial y extrajudicial en lo contencioso
Administrativo, con la intención de que se convierta en un instrumento de consulta en
Aras de hacer frente cada solicitud de conciliación con elevados estándares jurídicos.
Los diferentes pronunciamientos Jurisprudenciales que se analizan de consenso al
asunto central que Se aborda en cada uno De ellos, lo cual posibilita dividir su estudio
teniendo presente la temática común que identifica a cada una de las providencias que
se estudian en un mismo capítulo, haciendo más fácil de Este modo al lector la
comprensión de los diferentes lineamientos jurisprudenciales Establecidos por la Corte
Constitucional y el Consejo de Estado en temas de Conciliación judicial y extrajudicial
en lo contencioso administrativo.
“El Art. 4º de la Ley 640 de 2001, del cual se impugna un aparte, contempla Que “los
trámites de conciliación que se celebren frente a burócratas públicos Facultados para
conciliar, frente a centros de conciliación de consultorios Jurídicos de facultades de
derecho y de las entidades públicas van a ser gratuitos”. Del mismo modo, el Art. 10 de
la misma ley prescribe que “las personas jurídicas sin Ánimo de lucro y las entidades
públicas van a poder producir centros de conciliación, Previa autorización del
Ministerio de Justicia y del Derecho. Los centros de Conciliación creados por entidades
públicas no van a poder conocer de asuntos de Lo contencioso administrativo y sus
servicios van a ser gratuitos”. De otro lado, el Art. 11 ibídem dispone que “los
consultorios jurídicos de las Facultades de derecho organizarán su propio centro de
conciliación. Estos Centros de conciliación conocerán de cada una de esas materias a
que hace referencia El artículo 65 de la Ley 446 de 1998”. Por igual, el Art. 23 de la ley
prevé que “las conciliaciones extrajudiciales En temas de lo contencioso administrativo
únicamente van a poder ser adelantadas frente a Los Agentes del Ministerio Público
designados a esta jurisdicción”. Por otro lado, el Art. 41 de esa ley instituye que “el
Régimen Nacional Expedirá el reglamento en que establezca un porcentaje de
conciliaciones que Los centros de conciliación y los notarios deberán atender
gratuitamente Una vez que se intente audiencias sobre asuntos respecto de los cuales
esta ley Exija el cumplimiento del requisito de procedibilidad y fijará las condiciones
Que los solicitantes de la conciliación deberán acreditar para que se les Conceda este
beneficio. Atender estas audiencias de conciliación va a ser de Forzosa aprobación para
los conciliadores”. De las posiciones anteriores puede deducirse que, por una sección,
los Servicios de conciliación extrajudicial forzosa en asuntos de lo contencioso
Administrativo es gratuita (sic) para toda la gente y, por otro lado, Estos servicios en
los asuntos civiles y de familia tienen la posibilidad de ser logrados en Forma gratuita y
positiva por los individuos que carecen de recursos Económicos, frente a los burócratas
públicos facultados para conciliar, frente a los Centros de conciliación de consultorios
jurídicos de facultades de derecho y de Las entidades públicas y frente a los centros de
conciliación remunerados y los Notarios, en dichos 2 últimos casos en el tamaño que
determine el Régimen Nacional en el reglamento que corresponde.” Del mismo modo,
en sentencia C-033 de 200511 la Corte Constitucional analizó si el parágrafo 3º del
artículo 1º de la Ley 640 de 200112 vulneraba el derecho a la estabilidad al implantar
La obligación de hacer el trámite conciliatorio en temas de lo contencioso
Administrativo por medio de jurista, mientras tanto que en la jurisdicción ordinaria no
se Preveía tal exigencia. La Corte juzgó que la regla acusada resultaba constitucional
puesto que Era un medio adecuado y eficaz para garantizar el cumplimiento de los
inicios de Equidad, transparencia y celeridad en el trámite conciliatorio. Además,
indicó que la presencia de un jurista que acompañara a la parte demandante constituía
una garantía para la prosperidad del consenso en términos justos y satisfactorios para
las piezas, dado que, opuesto a eso que sucedía en la jurisdicción ordinaria, en materia
contencioso administrativa las piezas no estaban en un plano de equidad, puesto que las
entidades del Estado actuaban por medio de sus representantes legales o apoderados,
situación que las Situaba en una postura ventajosa o privilegiada frente al especial que
carecía de experiencia o conocimientos jurídicos para la negociación. El Consejo de
Estado, en sentencia de tutela, analizó las secuelas que tiene la inasistencia de una de las
piezas o de sus apoderados a una audiencia de conciliación extrajudicial, en el marco
del Decreto 1716 de 2009. En esta posibilidad se estudió el caso del apoderado judicial
de la parte demandante, quien convocó a audiencia de Conciliación a la Comisión
Nacional de Televisión en Liquidación, y, en el escrito contentivo de la solicitud, indicó
que su poderdante recibiría notificaciones en el sitio de residencia, mientras tanto que él
la recibiría por correspondencia electrónico. No obstante, los telegramas en los cuales se
citaba a la audiencia de conciliación solo fueron enviados a la residencia del poderdante,
y no al correspondencia del apoderado, por lo cual para la fecha en que ha sido fijada la
audiencia únicamente se hizo presente la parte convocada y el convocante, mas no su
apoderado. El procurador judicial llevó a cabo la audiencia y la entidad convocada
manifestó no tener ánimo conciliatorio y en la misma diligencia le concedió 3 días al
apoderado de la parte convocante para que justificara su inasistencia. días más tarde el
procurador judicial emitió constancia de extenuación del requisito de procedibilidad
para presentarse a la jurisdicción contencioso administrativa, y señaló que, transcurrido
el término para que el apoderado del convocante justificara su inasistencia a la
audiencia de conciliación, “el asunte justificó su inasistencia, este despacho entregó por
agotada la fase conciliatoria”, por lo cual en la acción de tutela se pidió se fijara una
totalmente nueva fecha para realizar la respectiva audiencia de conciliación. El más alto
tribunal de lo contencioso administrativo precisó que, de conformidad con el Decreto
1716 de 2009, para que se generen las efecto que acarrea la Inasistencia de una de las
piezas o sus apoderados a la audiencia de conciliación, esto es, la imposición de multas
y la probabilidad de que su conducta sea considerada como indicio grave en oposición
a sus aspiraciones o de sus excepciones de mérito, la inasistencia a esa audiencia
debería ser injustificada, y de consenso al numeral 7 del Artículo 9 del referido Decreto,
los interesados tienen la posibilidad de justificar esa situación esgrimiendo situaciones
constitutivas de fuerza más grande o caso fortuito. Sobre este punto precisó el Consejo
de Estado que le corresponde al conciliador apreciar dichas excusas, e indicó: “Lo
anterior, ya que en el acontecimiento que se advierta que por situaciones de fuerza más
grande o caso fortuito una de las piezas no asistió a la audiencia de conciliación, debería
procurarse que la misma anteriormente asistir a la jurisdicción, cuente con la posibilidad
de solucionar el problema que existe, más que nada una vez que la conciliación como
requisito de procedibilidad tiene como objetivo intentar la solución de las controversias
existentes antecedente de empezar un proceso judicial, y no sencillamente erigirse
como un requisito meramente formal previo a acceder a la gestión de justicia. Mantener
lo opuesto equivaldría a predicar que una persona que por una situación de caso fortuito
o fuerza más grande no ha podido asistir a la audiencia de conciliación, por el fácil
hecho de la inasistencia perdió la probabilidad de intentar la solución de la disputa
planteada antecedente de ir a la vía judicial, y que sencillamente debería emitirse la
constancia de postración del referido requisito de procedibilidad, con lo que para la sala
se desconocería el verdadero objetivo del trámite conciliatorio como una exigencia para
acudir a la jurisdicción de lo Contencioso Administrativo. Por lo anterior, es de
significativa trascendencia la valoración que haga el Conciliador de las excusas
presentadas por la inasistencia a la audiencia de Conciliación, en tanto del estudio que
se haga puede determinarse si en realidad existieron situación de caso fortuito o fuerza
más grande, si es primordial y posible convocar a una totalmente nueva audiencia, o si
no hay sitio celebrar A la misma, ejemplificando, ya que las justificaciones presentadas
por la parte Incumplida no son suficientes; o pues el plazo de 3 meses para el trámite
Conciliatorio y la suspensión del término de la acción contenciosa está a Portas de
cumplirse, y no es viable citar a una totalmente nueva audiencia anteriormente del
Vencimiento de dicho plazo, obviamente, a menos que los interesados de Mutuo
consenso consientan en prorrogar aquél para adelantar el trámite Conciliatorio, caso en
el que no operará la suspensión del término de Caducidad o prescripción (art. 3,
parágrafo exclusivo, del Decreto 1716 de 2009) Ahora bien, sobre la situación concreto
que se analizaba en la sentencia en comento, el Consejo de Estado señaló que la
carencia de comunicación entre el poderdante y su jurista, que impidió que éste
conociera la fecha y hora de la audiencia de conciliación a la que había citado el
procurador judicial, no constituía una situación que pudiera remediarse por medio de la
acción de tutela, puesto que era un hecho atribuible primordialmente a la parte
convocante.
Por la importancia que tiene la conciliación en nuestro ordenamiento jurídico, el
legislador confirió una función importante al Ministerio Público en materia de
conciliación judicial y extrajudicial en lo contencioso administrativo. Así, cuando se
trata de conciliaciones extrajudiciales, éstas deben ser presentadas ante un agente del
Ministerio Público, mientras que en las conciliaciones judiciales, dichos funcionarios, si
bien no imparten la aprobación del acuerdo conciliatorio, deben intervenir en
representación de los intereses de la sociedad. Estas previsiones normativas han tenido
respaldo en la jurisprudencia constitucional y contencioso administrativa, en la que se
ha señalado que el Ministerio Público debe velar por la protección del patrimonio
público, el orden jurídico y el cumplimiento de los requisitos legales exigidos en los
trámites conciliatorios.
Así mismo, a los controles del Ministerio Público en las conciliaciones judiciales y
extrajudiciales, se suma finalmente el del juez administrativo, que es el funcionario
encargado de aprobar o improbar los acuerdo conciliatorios a los que lleguen los
particulares y el Estado, o los que se lleven a cabo entre entidades públicas, por lo que
la jurisprudencia del Consejo de Estado ha precisado que el juez sólo puede impartir
aprobación a las conciliaciones que cumplan con los siguientes requisitos: (i) que no
haya operado el fenómeno jurídico procesal de la caducidad de la acción, (ii) que el
acuerdo conciliatorio verse sobre acciones o derechos económicos disponibles por las
partes, (iii) que las partes estén debidamente representadas y que sus representantes
tengan capacidad para conciliar, y (iv) que el acuerdo conciliatorio cuente con las
pruebas necesarias, no sea violatorio de la ley y no resulte lesivo para el patrimonio
público. Finalmente, resta señalar que el tema de la conciliación en asuntos contencioso
administrativos ha sido desarrollado ampliamente en los últimos años por el legislador,
extendiendo su aplicación a nuevas materias o regulando el procedimiento de los
trámites conciliatorios, por lo que la jurisprudencia de la Corte Constitucional y del
Consejo de Estado, a pesar de estar consolidada en algunos aspectos centrales de la
conciliación contencioso administrativa, seguirá evolucionando y fijando el alcance de
los nuevos desarrollos normativos.
Colombia es pionero en la solución alterna de conflictos en el Derecho Administrativo.
No obstante, existe aún en el medio jurídico, dudas en cuanto a la aceptación plena de
esta institución, en razón del interés público que se ventila en su totalidad de las
relaciones jurídicas que el Estado establece con los particulares por ser una figura de
poca divulgación en cuanto a su eficacia como efectivamente si lo es.
Finalmente es imperativo señalar la necesidad de presentar al país un análisis serio y
completo que permita un debate académico responsable sobre la transformación que ha
operado en la conciliación contencioso administrativo, la posición adoptada por la
jurisprudencia del Consejo de Estado y la Corte Constitucional sobre el particular y las
ventajas y las debilidades que a la luz de la realidad administrativa observan los
operadores de la figura, así como también motivar a los funcionarios de nuestro Estado
al empleo más frecuente de la figura de la conciliación en lo contencioso administrativo
por los beneficios económicos que represento la utilización correcto de la figura a favor
de todos los que vivimos en nuestra amada Patria.
BIBLIOGRAFIA
https://www.redalyc.org/pdf/876/87617269015.pdf
https://riu.austral.edu.ar/bitstream/handle/123456789/1388/La%20conciliaci%c3%b3n
%20prejudicial%20en%20los%20procesos%20de%20nulidad%20.pdf?sequence=1
https://www.defensajuridica.gov.co/gestion/publicaciones-andje/Documents/
cartilla_n10lineamientos_jurisprudenciales_190614.pdf

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