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Investigaciones Geográicas, Boletín del Instituto de Geografía, UNAM

ISSN 0188-4611, núm. 86, 2015, pp. 82-97, dx.doi.org/10.14350/rig.42074

La ciudad imaginada: el paisaje neoclásico


en Guadalajara y sus productores
Recibido: 23 de septiembre de 2013. Aceptado en versión inal: 10 de febrero de 2014.

Luis Felipe Cabrales Barajas*

Resumen. En el texto se aborda una aproximación al proceso Ibarra, Jacobo Gálvez y David Bravo, gracias a la existencia
de construcción social del imaginario urbano de Guadalajara del Instituto de Ciencias de Jalisco y la Sociedad de Inge-
durante el siglo XIX, éste se caracteriza por el privilegio de nieros de Jalisco.
obras arquitectónicas neoclásicas que conformaron un valor La lectura del imaginario se vale del recurso de las repre-
paisajístico institucionalizado que se apoyó en la reiteración sentaciones gráicas y literarias: para tal efecto se utilizaron
de representaciones de ediicios como el Hospicio Cabañas principalmente la hoja “Guadalajara” publicada en 1887 en
y el Teatro Degollado. la revista La Ilustración Española y Americana y los relatos del
El análisis contempla la articulación entre las dimensio- viajero Eduardo Gibbon plasmados en su libro Guadalajara
nes material y simbólica. Se da seguimiento a una cadena (La Florencia Mexicana), editado en 1893.
de conocimiento de raíz novohispana que cultivó ideas
ilustradas que arrancaron con la llegada del arquitecto José Palabras clave: Guadalajara, imaginario urbano, arquitec-
Gutiérrez a Guadalajara y posteriormente se concatenó tura neoclásica, representaciones de paisaje.
con la inteligencia local personiicada por Manuel Gómez

he imagined city: he neoclassical landscape


in Guadalajara and its designers
Abstract. he text ofers an approach to an understanding intelligentsia personiied by Manuel Gómez Ibarra, Jacobo
of the process of social construction of urban imagery of Gálvez and David Bravo, thanks to the existence of the
Guadalajara during the nineteenth century. his was cha- Institute of Science and Engineering Society of Jalisco.
racterized by the privileging of certain neoclassical architec- Reading imaginary resources uses graphic and literary
tural works that formed an institutionalized landscape with representations: for this purpose the “Guadalajara” scheet
repeated representations of buildings such as the Cabañas published in 1887 in the journal La Ilustración Española y
Hospice and the Degollado heater. Americana and stories of traveler Edward Gibbon embodied
The analysis provides a link between material and in his book Guadalajara (the Mexican Florence), published
symbolic dimensions. Monitoring is provided by a chain in 1893.
of knowledge with roots in New Spain that cultivated en-
lightened ideas that lourished with the arrival of architect Key words: Guadalajara, urban imagery, neoclassical arqui-
José Gutiérrez in Guadalajara and then linked to the local tecture, landscape representations.

* Departamento de Geografía y Ordenación Territorial, Universidad de Guadalajara, Av. de los Maestros y Mariano Bárcena,
44280, Guadalajara, Jalisco, México. E-mail: luisfelipecabrales@yahoo.com.mx
La ciudad imaginada: el paisaje neoclásico en Guadalajara y sus productores

INTRODUCCIÓN La segunda trayectoria corresponde a la escuela


alemana personiicada por el arquitecto Carlos
El imaginario social ha sido capaz de posicionar Nebel.1 Por ahora, solo se señala que Nebel no
unos cuantos ediicios como emblemas de la ciudad formó seguidores: su labor se habría reducido a
de Guadalajara. Llama la atención que durante el la elaboración de un proyecto para construir la
siglo XX y aún hoy, los principales hitos monumen- Penitenciaría de Escobedo y a la realización de un
tales sean obras neoclásicas decimonónicas entre las dibujo cuya versión litográica fue elaborada alrede-
que destacan El Teatro Degollado y la antigua Casa dor de 1841 por el italiano Pedro Gualdi. Se titula
de Misericordia, mejor conocida como Hospicio Vista occidental del Jardín Botánico de la ciudad de
Cabañas. Según el registro levantado en septiembre Guadalajara, una imagen trazada en perspectiva
de 2013, de 24 distintas tarjetas postales ofertadas en la que se identiican cánones neoclásicos en la
en la más céntrica tienda Sanborns de Guadalajara, organización de dicho espacio.
el 25% corresponde al Degollado y otro tanto al El recinto carcelario de Escobedo inició su
Cabañas, porcentaje que no alcanza ningún otro construcción en 1845 y llegó a ser un emblema
monumento o paisaje urbano. de Guadalajara hasta su paulatino derribo ocu-
En el trabajo se presentan elementos para un rrido básicamente durante la década 1923-1933.
entendimiento preliminar de la construcción de ese Las principales obras neoclásicas de la ciudad, las
imaginario como valor paisajístico institucionaliza- personas vinculadas con su ediicación y sus nexos
do, objetivo que demanda la lectura del desarrollo institucionales se presentan en el Cuadro 1.
histórico del neoclásico arquitectónico en la ciudad,
es decir, se hace necesaria la retroalimentación
entre las dimensiones material y simbólica. Se IMAGEN DE MARCA DE GUADALAJARA
han identiicado dos trayectorias vinculadas con Y APROXIMACIÓN AL MECANISMO
los paradigmas inculcados por instituciones aca- DE CONSTRUCCIÓN DEL IMAGINARIO
démicas, lo que conlleva el desarrollo de una red NEOCLÁSICO
de relaciones entre los principales productores del
neoclásico, aspecto que de cara al objetivo trazado, El 7 de diciembre de 1896 se celebró en Guadalaja-
resulta tanto o más relevante que el estudio indivi- ra una iesta en honor del Presidente Poririo Díaz,
dualizado de las obras. organizada por la Cámara de Comercio. En conso-
La primera trayectoria genealógica es la más nancia con el acontecimiento, y con los preceptos
compleja y la de mayor inluencia. Se asocia con de modernidad, se eligió un viejo ediicio virreinal
la circulación de ideas provenientes de Europa y su que con su renovada fachada neoclásica concordaba
cristalización en Guadalajara previa intermediación con el ideario del régimen: el Supremo Tribunal de
de la Academia de San Carlos en la Ciudad de Mé- Justicia, alojado en el antiguo Colegio de Santo
xico. La correa de transmisión fue la relación entre Tomás de Aquino que con su templo anexo for-
los españoles Manuel Tolsá y José Gutiérrez, para maban un conjunto emblemático de Guadalajara.
articularse luego con los tapatíos Manuel Gómez Para entender las características del recinto con-
Ibarra y Jacobo Gálvez. viene remitirse a testimonios de la época. Adalberto
Se trata de un ejemplo fructífero de formación S. de Cardona aclara que “la parte alta está ocupada
de una cadena de conocimiento intergeneracional por las oicinas del Tribunal, y la parte baja por la
mediada por instituciones cientíico-artísticas que Escuela de Jurisprudencia”, esto en 1900 (citado
promovieron el pensamiento ilustrado en ambos por Iguiniz, 1951:134), mientras que en 1888
lados del Atlántico. La singularidad habría sido la José Villa Gordoa reirió que “su frente está bien
existencia de un espacio académico para el cultivo armonizado y contribuye mucho a su hermosura
de la arquitectura: el Instituto de Ciencias de Jalis-
co instaurado en 1826 y su concatenación con la 1 Dicho análisis se presenta en un estudio de mi autoría
Sociedad de Ingenieros de Jalisco fundada en 1869. todavía no publicado.

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Cuadro 1. Producción arquitectónica neoclásica en Guadalajara

AUTORES (AÑO DE NACIMIENTO Y DEFUNCIÓN)


OBRAS NEOCLÁSICAS DEL SIGLO XIX
VÍNCULOS CON INSTITUCIONES ACADÉMICAS Y GREMIALES
EDIFICIOS DE REMODELACIONES ACADEMIA DE SAN FERNANDO (ASF) ACADEMIA DE
NUEVA PLANTA DE EDIFICIOS ACADEMIA DE SAN CARLOS (ASC) ARQUITECTURA
AÑO DE INICIO DE VIRREINALES AÑO INSTITUTO DE CIENCIAS DE JALISCO (ICJ) DE BERLÍN
OBRAS DE INICIO DE SOCIEDAD DE INGENIEROS DE JALISCO (SIJ)
OBRAS ARQUITECTOS DE ARQUITECTOS DE
ORIGEN ESPAÑOL ORIGEN LOCAL
HOSPICIO MANUEL TOLSÁ MANUEL GÓMEZ
CABAÑAS 1805. (1757-1816) IBARRA
(ASF-ASC) (1810-1896)
Proyectista. (ICJ-SIJ).
Constructor.
JOSÉ GUTIÉRREZ Proyectista y constructor
(1772-1835) de la cúpula.
(ASF-ASC-ICJ) Intervino entre 1835 y
Constructor. Intervino 1845.
entre 1805 y 1809.
TRIBUNAL Y DAVID BRAVO
ESCUELA DE (1831- ?)
JURISPRUDENCIA (SIJ)
Remodelación neoclásica Alrededor de 1871.
de la fachada. 1871.
EX IGLESIA DE JOSÉ GUTIÉRREZ MANUEL GÓMEZ
SANTO TOMÁS Proyectista y IBARRA
Nártex e interiores. constructor. Reforzamiento del nártex.
1827. Intervino entre 1827 y Colocó arcos de medio
1832. punto. 1843.
PENITENCIARIA JOSÉ RAMÓN DAVID BRAVO CARLOS NEBEL
DE ESCOBEDO CUEVAS Constructor de la (1805-1855)
1845 . (1804/1805-1854) Penitenciaría. Proyectista. 1840.
Remodelación del Constructor y posible Intervino en las décadas
pórtico: construcción proyectista. 1845. 1860-1870.
del nártex. Proyectista y constructor
1878-1879. del nártex. 1878-1879.
VALENTÍN MÉNDEZ
(¿ - 1863 / 64)
(ASC)
Constructor temporal de
la Penitenciaría después
de José Ramón Cuevas y
antes de David Bravo.
Alrededor de 1854.

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Cuadro 1. Continuación

SAGRARIO JOSÉ GUTIÉRREZ MANUEL GÓMEZ


METROPOLITANO Proyectista y IBARRA
1808 constructor. Constructor.
Intervino entre Proyectista y constructor
1808 y 1810. de la primera cúpula.
Intervino entre
1835 y 1843.
TEATRO JACOBO GÁLVEZ
DEGOLLADO (1821-1882)
1856 (ICJ-SIJ)
Proyectista y constructor.
Intervino entre 1856 y
1880.
SALÓN LEGISLATIVO DAVID BRAVO
DEL PALACIO DE (SIJ)
GOBIERNO Intervino entre
1872 1872 y 1874.

Fuente: elaboración propia con información de Aguilar (2010), Báez, (1972), Chávez (1956), De la Torre (2010), Gibbon (1967 [1893]),
Iguiniz (1950, 1951), López Portillo (1971), Montes de Oca y Páez (1964), Olveda (1982), Peregrina (2006), Reyes (1989 [1882]),
Romo de Vivar (1964 [1888]), Ruiz (2011), Santoscoy (1986 [1896]), Sotos (1982).

el Jardín Prisciliano Sánchez … el más atendido de En lo que toca a la Casa de Misericordia, Felipe
la ciudad” (Villa, 1980 [1888]:20-21). Gutiérrez, pintor egresado de la Academia de San
El sitio emulaba a algún rincón urbano europeo Carlos, opinó en 1882 que
renacentista caracterizado por principios estéticos
de cimiente greco-romana. Viajeros y cronistas lo- la vista de la fachada del Hospicio y la hermosa
cales exaltaron sus valores, por ejemplo el abogado cúpula que la corona, produce un efecto óptico de
Ventura Reyes y Zavala (1989 [1882]:27) comentó lo más seductor; visto en todo lo largo de la calle
que el pórtico del templo anexo “no haría un papel de ese nombre parece un monumento romano
desairado ni en la misma Roma”, mientras que (citado en Iguiniz, 1951:37).
Gibbon (1967 [1893]:17) hizo referencia a “su
grandioso pórtico de tres arcos dóricos, evocando La ciudad fue objeto de excesivos halagos por
el recuerdo de la clásica Grecia”. parte del periodista mexicano de origen inglés
Mediante sus fachadas “armonizadas”, como Eduardo Gibbon quien publicó en 1893 un tes-
escribió Villa Gordoa, el lugar remite a una arqui- timonio titulado Guadalajara (La Florencia Mexi-
tectura academicista introducida en la ciudad a cana). Admiró especialmente el talento de Manuel
partir de la construcción de la Casa de Misericordia Gómez Ibarra, quien entre 1835 y 1845 tuvo a
en 1805, ello gracias a dos artistas: el valenciano su cargo la conclusión del Hospicio Cabañas y el
Manuel Tolsá y el malagueño José Gutiérrez, el Sagrario Metropolitano, obras iniciadas por José
primero habría realizado el proyecto mientras que Gutiérrez entre 1805 y 1808, respectivamente,
el segundo se encargaría de la ediicación y también luego interrumpidas por la guerra de Independen-
fue el responsable de sustituir la fachada barroca cia. En ambos casos se atribuye a Gómez Ibarra el
del Templo de Santo Tomás hasta convertirla en diseño y construcción de las cúpulas, lo cual ex-
tan elogiado ícono neoclásico. plicaría su similitud, aunque la última, víctima de

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movimientos telúricos en 1847, 1875 y 1900 fue La construcción del imaginario se vale del recur-
reemplazada por la actual, construida entre 1900 y so de las representaciones y para el efecto que nos
1908 por el ingeniero jalisciense Antonio Arroniz. interesa advertimos que el vocablo representación
Además de atreverse a comparar a Guadalajara ostenta un carácter multidimensional. Abarca
con Florencia, Gibbon (1967 [1893]:34) no tuvo desde un documento material como puede ser
reparo en hacer lo propio entre Gómez Ibarra y una litografía o una fotografía, hasta llegar a un
Miguel Ángel “no con poca frecuencia encontra- esquema mental complejo proclive a incorporar
mos que el nombre de Gómez Ibarra, como el de la subjetividad. Castoriadis (2003b [1975]:266)
Miguel Ángel en Roma y Florencia, se encuentra considera que no hay pensamiento sin representa-
conectado con todas las obras monumentales de ción “pensar es siempre y necesariamente poner en
Guadalajara”. movimiento en ciertas direcciones y según ciertas
La airmación es un botón de muestra de la reglas de las representaciones: iguras, esquemas,
manera en que se construye un imaginario nutrido imágenes y palabras”.
de pocas piezas simbólicas y muchos eufemismos Por su parte, Arnheim (2011 [1969]:150) air-
propagados por la clase ilustrada. El hecho de que ma que “las imágenes son representaciones en la
Gibbon haya anotado en el prólogo de su libro la medida en que retratan cosas situadas a un nivel de
causa que impulsó su deseo por conocer la ciudad abstracción más abajo que ellas mismas”. La repre-
resulta revelador. Durante su juventud admiró sentación sería entonces un ejercicio de abstracción:
una litografía colocada en su casa paterna, la cual acertar en la elección de lo esencial del objeto
representaba “una vista de la bella Guadalajara” para representado y no obstante su carácter selectivo
luego hacer la siguiente relexión “¿quién me habría “la abstracción no equivale a incompletitud…tal
de decir, cuando era niño, que alguna vez escribiría enunciado puede ser completo a cualquier nivel
sobre esta bellísima Toscana, esta Florencia de la de abstracción” (Ibid.:151). Estaríamos ante una
patria mexicana?” (Ibid.:IV). práctica sintetizadora: la confección de una vista
La representación pictórica del paisaje urbano urbana o la redacción de un libro de viajes pueden
incubó un efecto multiplicador a través de la lite- entenderse como una representación del lugar en
ratura de viajes, representada por Guadalajara (La términos equiparables a los de un mapa que dentro
Florencia Mexicana), donde se percibe un discurso de sus propias reglas selecciona los componentes del
que gloriica las obras neoclásicas tapatías y a lugar que representa y al destacar algunos aspectos
Gómez Ibarra, arquitecto local que junto con su menosprecia a otros.
profesor José Gutiérrez inauguraron el principal Harley (2005:114) se refiere a una “teoría
tronco productor de dicho estilo en la capital de del silencio cartográico”, la supresión de ciertos
Jalisco durante el siglo XIX. elementos en un mapa “surgen de las políticas de-
Los monumentos neoclásicos centraban las liberadas de secreto y censura”, según dicho autor,
miradas y aunque evolucionaban a un ritmo pau- se trataría de una “agenda oculta” encaminada a
sado, sus representaciones se expandían exponen- aianzar el poder y en el caso que nos ocupa, las
cialmente hasta convertirse en lugares comunes: al representaciones del neoclásico apuntalarían el
socializarse habrían adquirido rango de imaginario, discurso liberal e ilustrado. Se trataría entonces de
categoría sin la cual “es imposible comprender lo imponer una hegemonía mediante una generaliza-
que fue, lo que es la historia humana”, según pa- ción que simpliica la realidad y la hace fácilmente
labras de Castoriadis (2003a [1975]:278). Dicho asimilable. La deconstrucción de la imagen puede
autor considera que el imaginario orienta procesos entonces ayudar a comprender la construcción del
sociales hacia alguna dirección dentro de un con- imaginario.
junto de estructuras simbólicas posibles. Así se En abierto diálogo con las ciencias sociales e
conigura un “factor uniicante” y además aclara incluso con la historia del arte, Claval (2011:294)
que las decisiones no responden plenamente a un expone el giro cultural emanado de las concepcio-
orden racional (Ibid.:278). nes postmodernas en geografía “hoy, el papel de las

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actitudes, de las imágenes, de las representaciones tiempo que se aproximaba al neoclásico. Conforme
se tornó central en la disciplina”. El mismo autor avanzaba el siglo XIX se trataba de jubilar señas que
habla de la relevancia del imaginario en el sentido remitían al largo episodio virreinal: los abigarrados
de “ofrecer un conjunto de signiicados que hacen diseños cargados de formas curvas mutaron en lí-
comprender la vida en grupo y le dan un sentido” neas rectas, en trazos sobrios que transmitían men-
(Claval, 2012:31), de ahí que el análisis de las re- sajes de una nueva racionalidad, aún asumiendo la
presentaciones gana un lugar en las investigaciones diversidad de lenguajes neoclásicos.
geográicas. Tal fue el peso del imaginario neoclásico, que ya
En el estudio que nos ocupa, las fachadas de entrado el siglo XX, en 1930, Machorro comentó
ciertos ediicios han operado como símbolos que enfáticamente lo que consideramos una airmación
aspiran a sintetizar el todo de la misma manera a todas luces sesgada “Guadalajara no tiene arqui-
que la cara singulariza a una persona; por ello re- tectura colonial: pero tiene arquitectura clásica,
sulta pertinente citar la noción de paisaje como “el como no se encuentra en ninguna otra ciudad
rostro del territorio”, según una de las acepciones mexicana” (citado por Iguiniz, 1951:257). Vale
aportadas por Martínez de Pisón (2009:63), pero citar que, por ejemplo, la iglesia de San Sebastián
¿rostro según quién? La elaboración de un imagina- de Analco, joya colonial del siglo XVII, fue des-
rio se relaciona con cuestiones fundamentales para preciada por quienes elaboraron representaciones
una sociedad que se expresa en preguntas como gráicas o literarias de la ciudad, hasta donde se
¿quiénes somos como colectividad?, ¿dónde y en sabe, solamente llegó a ser incluida en los listados
que estamos?, ¿qué deseamos, que nos hace falta? de templos.
(Castoriadis, 2003a [1975]:254). La esencia del asunto estriba en la identiicación
Es entonces que un imaginario se vincula es- de los actores sociales e instituciones que constru-
trechamente con la identidad de un grupo y ello yen el discurso, los mensajes que emiten, los que
requiere un proceso de legitimación social, algo ocultan y nos parece importante no perder de vista
que no siempre ocurre pero que necesariamente el tema del juego de escalas en la creación de imagi-
se vale del mecanismo de reiteración de imágenes narios. La hipótesis sería que los interlocutores de
del paisaje. Una vez institucionalizadas trascienden los mensajes, desde editores hasta cronistas y por
en el tiempo y sirven como “alimentadoras de la supuesto los arquitectos con formación académica,
memoria colectiva en tanto que funcionan como formaban parte de una clase ilustrada y por tanto
referentes comunes o intermediarias entre los lu- pertenecieron a una minoría que fue capaz de
gares y la gente” (Cabrales, 2011:130). bordar un discurso que al legitimarse fue asimilado
La divulgación de los lugares puede partir por “los otros”, los no ilustrados, por el grueso de la
de una realidad objetiva o idealizada para luego sociedad e incluso por viajeros y lectores no locales
convertirse en un imaginario. Tal transformación que retroalimentaron el mensaje: el imaginario se
debe concebirse “como un proceso dinámico que hizo colectivo.
otorga sentido a la simple representación mental El proceso habría observado una interfase entre
y que guía la acción” (Hiernaux, 2007:20). Por lo las dimensiones arquitectónica y urbana: contado
tanto, el imaginario es un elemento creativo que número de piezas, preferentemente neoclásicas
no se limita a captar información estática de los nuclearon una narrativa generalizadora que al ser
sitios representados. El neoclásico tapatío habría extrapolada a la escala urbana generó una imagen de
cobrado vida en razón de que se convirtió en un marca e incluso un paisaje imaginario como ciudad
signiicado a pesar de que el signiicante, la palabra de arquitectura neoclásica, aunque resulta necesario
“neoclásico”, no fuera de uso corriente: estaríamos profundizar sobre los mecanismos semiológicos
ante una abstracción más visual que lingüística. sociales subyacentes.
Al igual que otras ciudades del país, Guadalajara
observó un desencuentro con su pasado barroco al

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RAÍZ ACADÉMICA Y ORIENTACIÓN además de que se acoplaba a condiciones de res-


LIBERAL DEL NEOCLÁSICO tricción económica.
ARQUITECTÓNICO El neoclásico prosperó particularmente durante
el Poririato: una vez alcanzada la estabilidad polí-
El neoclásico cubrió funciones actualizadoras en tica y al calor del discurso liberal se había llegado a
diversos momentos, aunque su avance fue erráti- una relativa aunque excluyente prosperidad econó-
co. Durante el tránsito entre los siglos XVIII y XIX mica. Se manifestó el afán por imitar las novedades
supuso la materialización de ideas de la Ilustración provenientes de Francia, país en el que lorecía el
y las Reformas Borbónicas promulgadas por el Rey neoclásico inspirado en las antiguas construcciones
Carlos III que procuraron que las ciudades fueran griegas y romanas.
hermosas e higiénicas. Cada ciudad generaba respuestas de acuerdo
El Hospicio Cabañas heredó la experiencia con su capacidad de inversión y con la disponibi-
conseguida por Manuel Tolsá, quien había reali- lidad de saberes técnico-artísticos con que contaba.
zado diversas obras en la Ciudad de México. La En la Ciudad de México, núcleo central del poder,
difusión del paradigma neoclásico se realizó a través se emprendieron procesos de renovación urbana y
de la formación profesional en pintura, escultura y ediicación de obras relevantes en el ámbito civil
arquitectura impartida en la Real Academia de las y doméstico. Proliferaron diversos estilos sin que
Nobles Artes de San Carlos de la Ciudad de Mé- dejaran de destacar y quizá de dominar el neoclásico
xico. Fue creada en 1783 por decreto del monarca y art nouveau, amén las combinaciones posibles
Carlos II, aunque para entonces la institución ya que dieron paso al eclecticismo y a expresiones
tenía un par de años de funcionamiento. San Carlos neogóticas y neorománicas.
seguía el modelo de la Real Academia de las Tres La relevancia del neoclásico es corroborada por
Nobles Artes de San Fernando de Madrid fundada Fernández (2000:13 y 15) cuando airma que el es-
en 1752 por Fernando VI, antecesor de Carlos III, tilo “llegó a su apoteosis bajo el régimen del General
quien fue el gran impulsor de la Academia. Poririo Díaz” … “ser moderno y ser grandioso en
Una vez conseguida la emancipación política 1910, quería decir ser neoclásico”, airmaciones
de México, el neoclásico fue uno de los estilos que el autor fundamenta no solo en la producción
utilizados para tratar de forjar una idea de nación arquitectónica. También estudió la estructuración
nueva. Pero los tiempos eran malos para empren- del espacio urbano a través de proyectos de talante
der grandes tareas constructivas ya que durante neoclásica como el hoy llamado Paseo de la Refor-
casi siete décadas la nación estuvo aligida por ma, que si bien arrancó como parte de las aspira-
constantes convulsiones políticas, lo cual impedía ciones de Maximiliano de Hasburgo por convertir
planes duraderos; entre 1821 y 1885 se produje- a la capital del país en una ciudad imperial, el eje
ron 72 cambios en la jefatura del poder ejecutivo alcanzó su esplendor durante el poririato.
(Iturriaga, 1992:15). En la provinciana Guadalajara el despliegue
El arte neoclásico tuvo impulso con el proceso constructivo fue modesto y por ello llama la aten-
de Reforma estimulado por Benito Juárez y supo- ción que a partir de contadas piezas se haya arraiga-
nía el anhelo de cimentar el estado moderno y por do el neoclásico como “imagen de marca”. El estilo
tanto era preciso deslindarse del ancestral poder de hizo las veces de carta de presentación difusora de
la iglesia en asuntos civiles. Al tratar de materializar imágenes centradas en una mirada fachadista de los
ideales secularizadores fue común la destrucción monumentos y menos atenta a obras de pequeña
total o parcial de ediicios religiosos. escala como incas domésticas, retablos o incluso
El propio poder religioso se vio seducido por capillas como La Purísima, de estilo neoclásico,
la ola neoclásica. Se recurrió a fabricar ediicios construida en la Catedral entre 1873 y 1878 y
de nueva planta, pero también a injertar nuevas que obtuvo “escasos encomios” (García, 2010:29).
fachadas sobre construcciones virreinales, táctica Un poderoso factor explicativo para la coni-
que resultaba eicaz a la exhibición isonómica, guración de imaginarios durante el siglo XIX es de

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La ciudad imaginada: el paisaje neoclásico en Guadalajara y sus productores

orden tecnológico: la paulatina democratización ediicios, “algunos antiguos como la catedral y el


en el acceso a documentos gráicos una vez que se templo de San Agustín” y “otros modernos, suntuo-
introdujo la litografía a México en 1826. A partir sos y elegantes como la Escuela de Jurisprudencia,
de entonces se consiguieron tirajes más grandes y el magníico Teatro Degollado, el Hospicio y la
baratos, proliferaron representaciones de paisaje en Penitenciaría”. A través de un collage tematizado
hojas sueltas, revistas, álbumes, mapas, calendarios se integran varias piezas para emular un paisaje
y etiquetas comerciales, lo que habría permitido cultural imaginario en tanto las obras representadas
que incluso la población analfabeta asimilara se encuentran físicamente disociadas, lo cual escapa
imágenes proclives a convertirse en referentes a la idea de conjunto integrado que ortodoxamente
colectivos. caracteriza a un paisaje. Un hecho destacable es la
Tanto en relatos de viajeros, en descripciones de exclusión del Teatro Degollado, quizá para no satu-
escritores locales y en diversos formatos de repre- rar, pero se tuvo el cuidado de referirlo en el texto.
sentación gráica se reitera la presencia de íconos Al ocupar la mitad superior del cuadro destaca
tapatíos alimentadores de un imaginario que per- el recinto conformado por el Tribunal y la Escuela
siste hasta nuestros días: el Hospicio Cabañas, el de Jurisprudencia, es decir, el Antiguo Colegio de
Teatro Degollado y la Penitenciaría de Escobedo, Santo Tomás donde en 1896 se ofreció la recepción
aunque esta última fue derribada gradualmente al presidente Poririo Díaz. Más aún sobresale la
hasta desaparecer el 17 de julio de 1933 (Chávez, fachada del templo anexo de La Compañía lan-
1956: anexo fotográico). queado por la Plaza Prisciliano Sánchez, salpicada
Antes que apostar por el pasado, Guadalajara de escenas costumbristas. Dado el tamaño de la
se ufanaba de su modernidad arquitectónica. Tan representación, lo esmerado del trazo y el juego
es así que los tres ediicios recién anotados fueron de perspectiva se consiguió posicionar al ediicio
construidos en el siglo XIX. La Catedral, de origen como principal pieza dentro de la composición.
virreinal, se puso a tono con fachada y retablos La remodelación de la antigua sede jesuítica
neoclásicos mientras que su anexo, el Sagrario convertida en Supremo Tribunal de Justicia y en
Metropolitano, fue un producto nuevo, resultado Escuela de Jurisprudencia, junto con su templo de
del ímpetu neoclasicista del siglo XIX. El contra- Santo Tomás, respondieron a distintas intervencio-
punto solía ser el Palacio de Gobierno, ediicio nes y son un buen ejemplo de la trayectoria que
barroco aunque en su interior contenía desde 1874 siguen las urbes mexicanas entre la primera y la
un moderno Salón Legislativo, para no variar, de segunda mitad del siglo XIX. De ser una ciudad con
estilo neoclásico. claros tintes clericales pasa a ser una ciudad donde
En 1887 se publicó en Madrid, dentro de la se institucionalizan los principios laicos, proceso
revista La Ilustración Española y Americana, una que sintetiza el triunfo reformista y liberal obtenido
página entera irmada por “Vela” que muestra por el poder político.
fragmentos urbanos de la capital jalisciense reali- Dicho tránsito supuso la mutación de algunas
zados a partir de fotografías. El conjunto se forma prácticas sociales y la evolución de paisajes urba-
de cuatro estampas que ejempliican la capacidad nos, además de que se sincronizó con las ideas
retórica de la imagen y donde claramente sobresalen higienistas. Gibbón (1967 [1893]:34) observó
los frontones neoclásicos triangulares (Figura 1). que “hoy, el culto católico es todo interno … las
La descripción de la hoja, redactada por Eu- grandes plazas ya no sirven ni para procesiones,
sebio Martínez de Velasco (1887:4) es iel a la ni aún para revistas militares, los jardines las han
construcción del imaginario que se ha venido se- invadido pacíicamente”.
ñalando. Después de caliicar a Guadalajara como El conjunto de ediicios del antiguo Colegio
una “hermosa y culta ciudad mejicana”, y referir de Santo Tomás, junto con su plaza adyacente,
su ubicación “en medio de una llanura pintoresca atrapaba un tiempo prolongado marcado por ten-
y bien cultivada, en clima dulcísimo y saludable siones entre las viejas y las nuevas ideas, proceso
de perpetua primavera”, Martínez enumera seis del que también se desprende la dicotomía entre

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Luis Felipe Cabrales Barajas

Figura 1. Guadalajara (E.E.U.U. Méjico), Mosaico urbano publicado en La Ilustración Española y Americana que privilegia
la exhibición de obras neoclásicas, Madrid, 1887, tamaño 40x28 cm, Colección particular, Luis Felipe Cabrales Barajas.

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La ciudad imaginada: el paisaje neoclásico en Guadalajara y sus productores

el interior y la imagen externa. La congregación partir de 1882 compartió el uso con el Tribunal de
jesuita había llegado a la ciudad en 1586 y al poco Justicia, lo que hace suponer que su revalorización
tiempo recibió por parte de Luis de los Ríos y funcional propició la “armonización” consistente en
Diego de los Ríos una donación de cuatro solares transformar una austera fachada virreinal de vanos
en la céntrica manzana (Palomera, 1997:34). Los simples hasta darle la apariencia neoclásica, obra
religiosos desplegaron una gran labor educativa y probablemente realizada a partir de 1871.
al ser expulsados del país en 1767, la construcción Reyes (1989 [1882]:14) publicó que David
conventual permaneció en el abandono hasta 1792 Bravo fue el autor del pórtico de la Escuela de
en que se instaló la Real y Literaria Universidad Jurisprudencia y en el mismo sentido Romo
de Guadalajara, autorizada por Cédula Real de Vivar (1964:132), al referirse a los inicios de Luis
Carlos III. Eso explica que durante el siglo XIX haya L. Vallarta como Gobernador de Jalisco, escribió
sido común referirse al lugar como “La Universi- que “se comenzaron las reformas de los ediicios
dad” y al exterior como “Plaza de la Universidad”. para las Escuelas de Medicina y de Derecho, al
La casa de estudios tuvo una corta vida ya que frente de las cuales se puso al entendido arquitecto
consumada la Independencia, el Congreso del D. David Bravo”. Esto refuerza la idea de que las
Estado la extinguió. El primer gobernador consti- obras tuvieron lugar en el primer quinquenio de
tucional Prisciliano Sánchez decidió acondicionar la década de 1870, cuando Jalisco fue gobernado
el templo como salón de sesiones del Poder Legis- por Vallarta.
lativo, acción entendible ya que venía de un liberal Previa participación de José Ramón Cuevas y
de hueso colorado. De los estados, Jalisco era “el Valentín Méndez (Chávez, 1956:8), David Bravo
más liberal de todos”, a decir de T. Penny, un viajero fue el principal constructor de la Penitenciaría de
inglés de la época (citado por Iguiniz, 1950:113). Escobedo y del elegante salón de la Legislatura del
Entre las acciones más radicales de la remo- Palacio de Gobierno, creación neoclásica con planta
delación puede citarse la construcción, en 1826, semicircular que no generó representaciones que la
del nártex o acceso porticado neoclásico en el hicieran famosa, no obstante, encierra un profundo
viejo templo, el cual aparece como protagonista simbolismo asociado con Vallarta. Detrás de sus
en la hoja de La Ilustración Española y Americana. acciones como Gobernador se percibe el espíritu
Con ello se borró la fachada barroca gracias a una liberal: el nuevo recinto legislativo se levantó donde
estrategia directamente asociada con Prisciliano previamente estuvo la capilla (Romo de Vivar, 1956
Sánchez. Dado el ambiente ideológico polarizado [1888]:136).
y el popular arraigo católico no resulta extraño el La construcción del recinto legislativo formó
resentimiento social ante el desmantelamiento de la parte de la reediicación del Palacio afectado por una
antigua iglesia. Villa (1980 [1888]:107) da noticia explosión el 10 de enero de 1859 al detonarse unas
que la prematura muerte de Prisciliano Sánchez cajas de pólvora ahí almacenadas, acontecimiento
a los 43 años de edad a causa de una “horrible asociado con la Guerra de Reforma librada entre
enfermedad”, fue considerada por el vulgo como 1857 y 1861. La intervención arquitectónica supu-
“un castigo de la Providencia”, aunque habrá que so un gran esfuerzo económico y fue ejecutada entre
aclarar que en 1853 la iglesia fue reabierta al culto, 1872 y 1874. El Congreso pudo así estrenar sede el
para reconvertirse en un ediicio civil en 1914, ca- 5 de mayo de 1874 (Olveda, 1982:108, 111 y 115).
rácter que hasta hoy mantiene, desde 1992, como Las creaciones neoclásicas y sus representaciones
Biblioteca Iberoamericana. alimentaron un espíritu renovador, quizá descali-
En 1867 fue reinstalado en el ex convento icador de lo precedente. La preferencia por dicho
jesuítico el Instituto de Ciencias de Jalisco don- estilo pudo realizarse en forma consciente como
de se impartieron cátedras de ciencias exactas e parte de un programa ideológico y contó con el
ingeniería, jurisprudencia, medicina y farmacia refuerzo de principios academicistas, pero no hay
(Peregrina, 2006:85), de ellas la de jurisprudencia que descartar que en algunos casos haya sido pro-
sería la que permaneció más tiempo en el recinto y a ducto de una simple moda imitativa.

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Luis Felipe Cabrales Barajas

Como parte de la dialéctica creación-destruc- en San Carlos, nació en Macharaviaya (Ibid.:66),


ción, el neoclásico jugó un papel activo del que se población enclavada en las montañas de Málaga.
desprenden interpretaciones negativas si se atiende En 1791 participó durante aproximadamente tres
a la idea moderna de preservación del patrimonio meses en un pequeño tramo de la Expedición de
heredado. Tovar y de Teresa (2004:23) destacó que Alejandro Malaspina realizado en la región del
“el neoclásico destruyó más de lo que construyó”. Bajío, la cual estuvo al mando del naturalista espa-
En el mismo sentido Octavio Paz (2010 [1962]:37) ñol Antonio Pineda. Durante el recorrido realizó
comentó sobre la depredación que sufrió el barroco 26 obras, tanto vistas de lugares como planos.
“el neoclásico nos aligeró de metáforas. Solo que Gutiérrez habría tenido 19 años y sorprende la vista
nos podó tanto que estuvimos a punto de quedar- de Querétaro en la que geometriza los trazos, de
nos en los huesos”. ahí el señalamiento de que “se adelanta más de un
siglo a las estructuras cubistas” (Sotos, 1982:153).
En la Academia de San Carlos habría recibido
JOSÉ GUTIÉRREZ: PUENTE ENTRE el inlujo de académicos españoles y en particular
LA ACADEMIA DE SAN CARLOS Y EL se relacionó con Manuel Tolsá, al grado que éste lo
INSTITUTO DE CIENCIAS DE JALISCO recomendó para hacerse cargo de la construcción de
la Casa de Misericordia de Guadalajara. Moncada
El viaje de un niño entre su natal Andalucía, Ma- (1994:237) documentó la participación de “José
drid y la Ciudad de México realizado en 1784 o Gutiérrez del Mazo” como director interino en la
posiblemente en 1785, es el primer eslabón para construcción de la Fábrica de Tabacos de la Ciudad
explicar la introducción en Guadalajara de obras de México, entre 1793 y 1797, magníico ediicio
neoclásicas que no tardarían en convertirse en posteriormente conocido como La Ciudadela. El
símbolos y tal como se ha reseñado, alimentaron proyecto fue realizado por Antonio González y tuvo
el imaginario sobre la ciudad. como encargado principal al ingeniero militar de
Antes de su arribo a México, Gutiérrez habría origen catalán Miguel Constanzó.
pasado por la Academia de San Fernando de Madrid Como se ha señalado, Gutiérrez dirigió en
Guadalajara la construcción del Hospicio Caba-
donde aparece inscrito en 1784 y dada su destacada ñas y además proyectó el Sagrario Metropolitano.
actuación y buenas cualidades, le hicieron acreedor El doble papel como proyectista y constructor lo
de una de las pensiones otorgadas por Carlos III, aplicó en el Puente Verde que cruzaba el río San
para ir a estudiar a México, en la recién fundada Juan de Dios, todo esto durante su primera estadía
Academia de San Carlos (Sotos, 1982:152). en la ciudad, entre 1805 y 1810.
El historiador José López Portillo y Weber aportó
En un documento de la Academia de San Carlos información clave sobre la labor inicial de Gutiérrez
fechado el 15 de noviembre de 1794 se notiicó que en Guadalajara. Airmó haber consultado una carta
José Gutiérrez, de 21 años de edad, obtuvo el pri- fechada en 1805 que va acompañada de las cláusu-
mer premio de arquitectura (Báez, 1972:66) y así se las condicionales del contrato que signaron Martín
deduce que habría nacido en 1772. Lo cierto es que Rafael Michelena –representante del Obispo Ca-
en 1785 se presentó un informe sobre los gastos de bañas en la Ciudad de México–, y José Gutiérrez
manutención para “los dos niños que vinieron para que éste se encargara de “la dirección material
de España, Juan Sánchez y José Gutiérrez” de la obra”, señalando su “conducta y reputación”
(Ibid.:40). De acuerdo con lo anterior, José Gu- como cualidades del experimentado arquitecto.
tiérrez habría llegado a la Nueva España de 12 El documento denota que el ichaje de Gutié-
años, por ello no resulta extraña la referencia a su rrez suponía un doble compromiso ya que ade-
condición infantil. más de constructor, podría abrir en Guadalajara
Tal fuente informa que aquel infante ibérico una “Escuela Pública de Aritmética, Geometría,
que en 1794 llegaría a ser director de Arquitectura Arquitectura y Dibujo, cuyos conocimientos se

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La ciudad imaginada: el paisaje neoclásico en Guadalajara y sus productores

ignoraban absolutamente en aquel Obispado”. El Guadalajara, dato descubierto recientemente por


contrato especiica que la residencia de Gutiérrez Ruiz (2011:119). Fue entonces que Gómez Ibarra
en Guadalajara sería de un mínimo de cuatro años asumió la conclusión del Cabañas, donde intervino
y lo obligaba a impartir dos horas diarias de clases principalmente en la cúpula.
(López Portillo, 1971:34). En vista de que no se conocen los planos origi-
El estallido de la guerra de Independencia nales, existe polémica respecto a la autoría intelec-
abrió un compás de espera y Gutiérrez volvió a tual de ese elemento levantado con especial audacia
la Ciudad de México donde retomó la dirección y que sintetiza el valor arquitectónico del conjunto.
de Arquitectura de la Academia de San Carlos. Es común la airmación de que el diseño correspon-
La construcción de la portada del antiguo templo de a Gómez Ibarra, aunque Díaz (1971:120) llegó
jesuítico y la reanudación del Sagrario supusieron a insinuar, sin bases documentales, que podría ser
el regreso de José Gutiérrez a Guadalajara en 1825. de Manuel Tolsá o incluso de José Gutiérrez. Más
Así dio comienzo su segunda estancia, asociada con aún, Ruiz (2011:55) propone que todo el proyecto
la formación del Instituto de Ciencias de Jalisco, del Cabañas corresponde a Gutiérrez y no a Tolsá,
plantel laico donde Gutiérrez asumió la dirección quien estaba saturado de encargos en la Ciudad
de la Academia de Bellas Artes. de México.
Ahí tuvo alumnos tapatíos que propagarían el Más claro resulta el hecho de que Gómez fue el
academicismo neoclásico: Manuel Gómez Ibarra y constructor de la cúpula, pieza clave en la forma-
Jacobo Gálvez. Es destacable la labor de Gutiérrez ción del paisaje urbano. Además de cúpula, la pieza
como mediador del pensamiento arquitectónico monumental es un tholos que consta de 16 colum-
entre la capital del país y Guadalajara. El contacto nas que forman un círculo exterior y otras tantas
Gutiérrez-Gómez-Gálvez solo fue posible por la en el círculo interior. Entre el doble columnario se
existencia de la referida entidad académica, difusora desplaza un ventanal que imprime transparencia
de los preceptos ilustrados y en particular de las y una ligereza casi levítica. En la conformación
reglas de la arquitectura. isonómica del lugar inluyó particularmente la
Durante el siglo XIX la inestabilidad e intermi- perspectiva: el Cabañas se ubica sobre un plano más
tencia en el funcionamiento de las instituciones elevado que el río San Juan de Dios –hoy Calzada
cientíicas y artísticas fue casi una norma. Según Independencia–, del cual dista 370 metros si se
De la Torre (2010:83-83) el Instituto de Ciencias toma como referencia el centro del patio principal.
de Jalisco vivió “uno de sus mejores momentos” El predio, que formaba parte del Convento de San
entre 1827 y 1834 y luego también operó entre Juan de Dios, era la cima de una loma que fue
1848-1860 y 1861-1883. El establecimiento fue nivelada para desplantar el monumental ediicio.
creado en el periodo gubernamental de Prisciliano A efecto de comprender la profesionalización
Sánchez e inaugurado el 14 de febrero de 1827, de la arquitectura, debe añadirse el impulso que
aunque el funcionario no pudo presenciar el acto representó una agrupación gremial: la Sociedad
dada su prematura defunción el 30 de diciembre de Ingenieros de Jalisco, constituida formalmente
de 1826. el 24 de febrero de 1869 y que tuvo entre sus
De acuerdo con los apuntes biográicos elabo- promotores justamente a Manuel Gómez Ibarra y
rados por Santoscoy (1986 [1896]:84), Manuel cuyo hijo, Juan, ofertó una cátedra de arquitectura
Gómez Ibarra nació en Guadalajara en 1810 y se en 1876 (De la Torre, 2010:155).
inscribió en la institución a los 18 años, es decir, Jacobo Gálvez, nacido en Guadalajara en
en 1828 y “estudió las matemáticas con Mr. Pedro 1821, constituye un personaje fundamental en la
Lissante, el dibujo, con don José María Uriarte, y transversalidad del conocimiento. Santoscoy
la arquitectura con José Gutiérrez, todo durante (1986 [1896]:66) airmó que Gálvez “muy joven
ocho años”. aún, pues contaba con 13 o 14 años, comenzó a
El año 1835 supuso un hito en el relevo genera- estudiar el dibujo bajo la acertada dirección del
cional: el día 14 de abril falleció José Gutiérrez en Sr. Gutiérrez”. De ser verídico el dato, signiicaría

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Luis Felipe Cabrales Barajas

que ello ocurrió en 1834 o 1835, últimos años en


la vida de José Gutiérrez.
Jacobo Gálvez formó parte de la membresía
fundacional de la Sociedad de Ingenieros de Ja-
lisco y en cuanto a su labor profesional destaca la
construcción de un ícono del paisaje urbano de
Guadalajara: el célebre Teatro Degollado, original-
mente llamado Teatro Alarcón, en el cual intervino
entre 1856 y 1880.
En su relato sobre Guadalajara, Gibbon se rei-
rió al Degollado como “el más grande y bello teatro
del país” y “lo más moderno que poseemos” (1967
[1893]:159-160). Explícitamente lo asocia con el
arte clásico “un palacio nada indigno de una con-
cepción del Renacimiento, con todas las bellezas
del arte helénico, en su bello pórtico y espléndida
entrada del Poniente”. La imagen del ediicio fue
ampliamente divulgada, incluso en cartografías
urbanas. Por ejemplo, el Plano de la Ciudad de Figura 2. Fragmento del Plano de la Ciudad de Guadalajara
Guadalajara de 1884 presenta la planta de la ciudad capital del Estado de Jalisco en la República Mexicana, 1884,
y en las esquinas cuatro grandes medallones con escala 1:5000, 64x90 cm, Mapoteca Manuel Orozco y Berra,
Varilla CGJAL02 No. Clasiicador 2111A-CGE-7233-A.
imágenes arquitectónicas de la Catedral, el Palacio
de Gobierno, la Iglesia de la Universidad y el Teatro
Degollado, este último mostrado en la Figura 2. Jurisprudencia, así como en la construcción de par-
Para añadir otras inluencias en la formación de te de la Penitenciaría de Escobedo, principalmente
Gálvez y Gómez Ibarra, conviene saber que ambos el nártex de acceso así como el Salón Legislativo
hicieron efectivo un anhelo propio de su profe- de Palacio de Gobierno, todas ellas con lenguaje
sión: visitar Europa. Gómez Ibarra viajó en 1866 neoclásico.
y al respecto Santoscoy (1986 [1896]:85) apuntó Reyes (1989 [1882]:14) publicó que Bravo
que “Roma, sobre todo, le causó una impresión nació en Guadalajara en 1831, que fue discípulo
imborrable: los dos meses que duró en la ciudad de Ramón Cuevas y autor del plano de la Peniten-
eterna parecieron haberse pasado en un instante”. ciaría. Aunque se desconoce información sobre
Para entonces ya había realizado sus principales su preparación académica, el hecho de haber sido
obras, incluido el Panteón de Santa Paula –también fundador y secretario de la Sociedad de Ingenieros
conocido como Belén– y las torres en forma de de Jalisco (De la Torre, 2010:159) permite suponer
conos invertidos de la Catedral. En cambio Gálvez que tuvo contacto con Manuel Gómez Ibarra y con
emprendió la aventura en 1851 y retornó en 1853, Jacobo Gálvez.
previamente a la realización del Teatro Degollado. Existe un texto que revela la iliación renacen-
Santoscoy (1986 [1896]:67) escribió que “regresó tista de Bravo y donde reconoce el “saber-hacer”
trayendo un tesoro de esos conocimientos que sólo necesario para el desarrollo de la arquitectura: la
se adquieren con el estudio de los modelos que “excelente ejecución” de albañiles, carpinteros y
deparan el gusto y desarrollan la potencia creadora”. canteros. En un informe publicado en 1874 sobre
Además de Manuel Gómez Ibarra y Jacobo Gál- las obras del Palacio Legislativo, David Bravo
vez despunta un tercer personaje local escasamente comentó que a pesar de que los canteros “aun sin
atendido por la historiografía: David Bravo, del que conocer el Vignolas”, carentes de instrumentos
se ha referido su despliegue profesional en la remo- adecuados y sin contar con nociones de dibujo
delación de la fachada del Tribunal y Escuela de “pueden ejecutar de un modo tan satisfactorio,

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La ciudad imaginada: el paisaje neoclásico en Guadalajara y sus productores

esa clase de trabajos, que exige cuando menos una ejemplo, los poetas o los narradores, los pintores
práctica dilatada y muchos modelos que imitar, que o los viajeros.
jamás han tenido” (citado por Olveda, 1982:113).
Bravo tuvo la sensibilidad para valorar la pericia En este caso los ediicios podrían entenderse
de la mano obrera local sin la cual hubiera sido como “presentaciones” y las imágenes gráicas y
imposible levantar ediicios dignos de tarjeta postal. literarias como “representaciones” de las cuales
se desprendió la elaboración del imaginario pai-
sajístico institucionalizado durante el siglo XIX,
A MODO DE CONCLUSIÓN mismo que ha funcionado como imagen de marca
de Guadalajara.
Guadalajara exhibió durante el siglo XIX un rostro Vale reconocer la injerencia del arte o la arteali-
neoclásico lo cual le permitió anclar signiicados zación en la identiicación del “genio del lugar” que
asociados con la anhelada idea decimonónica de contribuye a asignar un valor paisajístico (Roger,
progreso. Unos cuantos edificios condensaron 2007:15-35). A través del iltro ocular, las repre-
valores identitarios, proceso que se explica en sentaciones gráicas y literarias ejempliicadas por
primera instancia por la existencia de proyectos la hoja “Guadalajara” de La Ilustración Española
que consiguieron concretar importantes obras y Americana y el libro Guadalajara (La Florencia
arquitectónicas. Mexicana), estimularon la formación de imagina-
A pesar de la inestabilidad política y precariedad rios urbanos.
inanciera imperante durante buena parte del siglo A inales del siglo XIX e inicios del XX, la arqui-
XIX, prosperaron iniciativas para construir obras de tectura neoclásica derramó hacia obras domésticas
gran calado, aun si se les analiza dentro del contexto y en 1956, durante pleno desarrollo de la arquitec-
nacional. Por tanto, habrá que entender el Hospicio tura moderna, Guadalajara vio brotar la escultura
Cabañas, la Penitenciaría de Escobedo y el Teatro de Minerva, ícono de la mitología romana adaptada
Degollado, como proyectos políticos e instituciones a una estética nacional. La igura de ocho metros
sociales y no solo como emblemas materiales. de altura fue realizada por el escultor Joaquín
El eslabonamiento de principios liberales Arias quien estudió en la Academia de San Carlos
posibilitó la conformación de una trayectoria de (Monti, 2006:26). En su pedestal se inscribieron los
conocimiento de raíz novohispana desarrollada nombres de 18 próceres locales, entre ellos Manuel
localmente al amparo de instituciones como el Gómez Ibarra y Jacobo Gálvez. Minerva consi-
Instituto de Ciencias de Jalisco y la Sociedad de guió elevarse como símbolo y “factor uniicante”
Ingenieros. No obstante la fragilidad de los esta- según la semántica de Castoriadis. La diosa de la
blecimientos académicos y gremiales, fue posible Sabiduría personiica y representa a Guadalajara,
la continuidad intergeneracional del pensamiento es el nodo urbano y el símbolo que convoca a la
ilustrado neoclásico personiicada por José Gutié- multitud que desfoga sus pasiones colectivas: un
rrez y talentos locales como Manuel Gómez Ibarra, lugar real e imaginario que refrenda la apropiación
Jacobo Gálvez y David Bravo. local de una tradición neoclásica fomentada por la
El estudio de acciones que contribuyeron en la clase ilustrada.
formación del paisaje urbano y también de sus re-
presentaciones es de interés para la geografía histó-
rica y cultural. Tal como señaló Ortega (1987:50), REFERENCIAS
al geógrafo no solo le interesan las presentaciones,
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