Está en la página 1de 2

Hola, mi nombre es André, y soy taxista… hace no mucho tiempo vivía en mi humilde casa junto

con mi esposa y mis dos hijos: Jacobo, que es el mayor y Anne, mi pequeña de 5 años. Explicaré el
por qué ya no vivo con ellos… Dos meses atrás estaba yo trabajando como de costumbre, cuando
vi a mi hijo Jacobo saliendo de un restaurante con una mujer mayor, ella vestía ropa de marca y
detrás de ellos había guardaespaldas. Vi cómo mi hijo le entregaba algo a la mujer, no pude ver
con claridad lo que era, pero era raro, se suponía que Jacobo estaba en la escuela, pero ahora
estaba con esta misteriosa mujer. Se despidieron y mi hijo se fue en su bicicleta mientras que la
mujer, por alguna extraña razón, subió a mi taxi, sin sus guardaespaldas. Me indicó que la llevara a
la zona alta de la ciudad y en el camino ella iba contándome todo de su vida como si me conociera
de años, dijo que ahora estaba trabajando en un proyecto de alta confidencialidad, donde
experimentaría con niños y adolescentes. Me sorprendí al escuchar esto, pero me sorprendió aun
mas lo que dijo a continuación: “Hoy vi a un chico, que probablemente será parte de esta prueba,
me entregó muestras de su sangre y la de su hermana… las analizaré para ver si son compatibles o
no con mi experimento”. En ese momento, me puse bastante tenso, pues estaba hablando de mis
hijos, ella quería hacer experimentos con ellos. No supe cómo reaccionar así que me mantuve en
silencio durante todo el camino, cuando llegamos al lugar donde la mujer me había indicado, ella
se despidió amablemente y me entregó una tarjeta con su nombre y número de teléfono, dijo que
si estaba interesado en este experimento le llamara, añadió que daría un millón de pesos a cada
participante… ¿acaso esta mujer estaba loca? Se fue y yo volví a casa apresurado, le conté todo a
mi esposa, pero no me creyó y dijo que fuera a dormir unas horas antes de que llegaran nuestros
hijos.

Pasaron las horas y no llegaban, mi esposa entró a la habitación alarmada, pues eran ya las 5p.m. y
no había señal alguna de ellos. Salimos apresurados de casa, dirigiéndonos a aquel lugar donde
había dejado a la científica millonaria; tocamos la puerta desesperados y a los pocos minutos un
hombre viejo y demacrado abrió la puerta, nos miró por un momento y nos hizo entrar a aquel
lugar, era un lugar obscuro y viejo, lleno de polvo y arañas. Comenzamos a caminar por el lugar sin
saber lo que hacíamos ahí cuando escuchamos gritos de una niña, su voz era igual a la de mi
pequeña hija, corrimos al lugar de donde provenía el sonido y ahí los vimos… Eran nuestros hijos
que estaban en una celda de pruebas científicas, les estaban inyectando una sustancia azul, mi
esposa y yo quedamos paralizados al ver esto, cuando reaccionamos ya era demasiado tarde… ya
no tenían pulso y estaban pálidos… esta mujer loca los había asesinado frente a nosotros.

Ésta al salir de la jaula suspiró e hizo unas anotaciones, dijo un numero bastante grande, “1,302” …
era el numero de personas con las que había experimentado. Nos miró y sonrió gentilmente, se
acercó a mi esposa y la tomó de la mano, “lamento mucho lo que tuviste que ver, y lo que voy a
hacer… hermanita” fue lo que dijo la mujer antes de apuñalar a mi esposa. Al parecer esta loca
mujer era la hermana mayor de mi esposa. Mi furia me sobrepasó al darme cuenta de que mi
familia ahora estaba muerta; corrí hacia la mujer y la tiré al suelo, me vengaría por lo que le había
hecho a mi familia, comencé a golpearla, pero ésta solo se reía a carcajadas. “no te queda nada
querido, ¿de qué te servirá matarme? Ellos no volverán” Esto me hizo enojar aun mas por lo que
continué golpeándola hasta matarla. Vi mis manos llenas de sangre, la había matado… comencé a
llorar, pues sus últimas palabras no decían nada mas que la verdad. Estaba solo ahora y todo por
un experimento. Salí corriendo de aquel lugar, subí a mi auto y manejé a toda velocidad hacia mi
casa. Durante 3 semanas no paré de beber y fumar, a veces tengo alucinaciones donde mis hijos
llegan a casa y mi esposa está cocinando, estoy harto de todo esto, estoy en la ruina. Es por eso
que ahora me encuentro aquí, en el edificio mas alto de la ciudad; estoy al borde de este, a punto
de saltar, esperando que después de la muerte pueda ver a mi familia otra vez… no tiene caso
seguir viviendo si no estoy con ellos. Saltaré en dos minutos, si encuentras esta carta es porque
estoy descansando por fin, jugando con mis hijos y tomando de la mano a mi querida esposa.

-Att. André Cerrillo.

También podría gustarte