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Dr.

Heinrich Arnold Krumm Heller (Huiracocha)

LA PERSONALIDAD DEL DR. RUDOLF STEINER


Muchos de los hombres más preparados de nuestros tiempos, tienen una idea muy
equivocada de lo que es un verdadero Místico y un verdadero Ocultista. Conocen estas dos
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formas de la humana mentalidad solo por los tipos degenerados e imperfectos, de los que ha
habido demasiados ejemplos en los últimos tiempos. Para el hombre intelectual de hoy; el
místico es una especie de loco visionario que se toma sus propias fantasías por hechos reales;
el ocultista es un soñador o un charlatán, que abusa de la credulidad pública, con objeto de
jactarse de una ciencia imaginaria y pretendidos poderes.
Hagamos notar, para principiar, que esta definición del misticismo, aunque bien
merecida por algunos, sería completamente injusta y errónea si tratáramos de aplicarla a
personalidades como la de Joachim de Fiore, del siglo XII; Jacob Boheme, del siglo XVI; St.
Martin, a quien se le llamó el “filósofo desconocido”, del siglo XVIII. Y no menos falsa e injusta
sería la definición ordinaria del ocultista en relación con investigadores tan serios como
Paracelsus, Mesmer o Fabrer d’Olivet en el pasado, o como William Crookes, de Rochat o
Camilo Flammarión de los tiempos actuales. Piénsese lo que se quiera de estos atrevidos
investigadores, es innegable que nos han abierto regiones desconocidas para la ciencia y han
provisto a la mente de nuevas ideas.
No, esas definiciones fantásticas pueden, a lo sumo, satisfacer a los diletantes
científicos que ocultan su debilidad bajo una máscara para ocultar su indolencia, o el
escepticismo mundano que ridiculiza todo lo que amenaza a dar vuelta a su indiferencia. Pero
basta de opiniones superficiales. Estudiemos la historia de los libros sagrados y profanos de
todas las naciones y los últimos resultados de la ciencia experimental; sujetemos todos estos
hechos a la crítica imparcial, infiriendo efectos similares de causas idénticas, y nos veremos
forzados a dar una muy diferente definición del místico y del ocultista.
El verdadero Místico es un hombre que entra en plena posesión de su vida interna y que
habiendo conocido su subconsciencia, encuentra en ella, mediante la meditación concentrada y
en una firme disciplina, nuevas facultades y nuevas luces. Esta iluminación y estas nuevas
Revista Rosa~Cruz, Año III, Núm. 6

facultades, lo instruyen respecto a la naturaleza íntima del alma y sus relaciones con ese
elemento impalpable que está tras todo, con esa realidad eterna y suprema que la religión
llama Dios y la poesía Divinidad. El Ocultista se parece al místico, pero difiere de el como un
hermano menor del mayor; es un hombre dotado de intuición y de síntesis, que busca penetrar
las ocultas profundidades y fundaciones de la naturaleza mediante la observación y la razón.
Métodos de principio invariable, pero modificados en su apuración para adaptarlos a los
descendentes reinos del Espíritu o los ascendentes de la Naturaleza de acuerdo con la vasta
jerarquía de seres y la alquimia del Verbo creador.
El místico es, pues, el que busca la verdad y lo divino directamente en sí mismo,
mediante un despegamiento gradual y un verdadero nacimiento de su alma superior. Si lo logra
después de prolongado esfuerzo, se sumerge en su propio centro resplandeciente. Entonces
se sumerge y se identifica con ese océano de vida que es la fuerza primordial.
El ocultista por otra parte descubre, estudia y contempla, esta misma emanación divina,
dada en porciones diversas, dotadas de energía y multiplicada hasta el infinito de la Naturaleza
y la Humanidad. De acuerdo con la profunda sentencia de Paracelsus: “Ve en todos los seres,
las letras de un alfabeto, que unidas en el hombre forman el Verbo completo y
consciente de la vida”. El análisis detallado que hace de ellos, la síntesis que construye con
ellos, son para él, otras de las tantas imágenes y previsiones de esta Divinidad central, de este
Sol de Belleza, de la Verdad y la Vida, que no ve, pero que se refleja y brota en su visión en
innumerables espejos.
Las armas del místico son la concentración y la visión interior; las del ocultista la
intuición y la síntesis. Cada uno corresponde al otro; se completan y presuponen mutuamente.
Estos dos tipos humanos se fundan en el Adepto, en el Alto Iniciado. Sin duda alguna,
encontramos al uno o al otro y a menudo a ambos, en los fundadores de las grandes religiones 3
y sistemas filosóficos. Sin duda, los encontraremos otra vez en menor grado, aunque siempre
descollante entre cierto número de personajes que han desempeñado un gran papel en la
historia como reformistas, pensadores, poetas, artistas, estadistas.
¿Por qué, pues, estos dos tipos de mentalidad, que representan las facultades humanas
más elevadas, y que fueron anteriormente objeto de veneración universal, deben
aparecérsenos usualmente como deformados o disfrazados? ¿Por qué han sido así
obliterados? ¿Por qué han caído en semejante descrédito?
Este es el resultado de una causa profunda existente en la inevitable necesidad de la
evolución humana.
Durante los últimos dos mil años, pero especialmente desde el siglo XVI, la humanidad
ha realizado una obra formidable, la conquista del globo y la constitución de la ciencia
experimental, en lo que concierne al mundo material visible.
Para que esta tarea gigantesca y hercúlea pudiera ser realizada con éxito, era necesario
que produjera un eclipse temporal de las facultades humanas trascendentales, de manera que
todo su poder de observación se concentrara en el mundo externo. Sin embargo, estas
facultades nunca se extinguieron o quedaron paralizadas; permanecieron en actividad en los
elegidos, lejos de la mirada de la vulgaridad.
Ahora se están mostrando bajo nuevas formas. Y antes de mucho asumirán una
importancia directriz en los destinos humanos. Agregaré que en ningún periodo de la historia,
sea entre las naciones del antiguo ciclo Ario, o en las civilizaciones Semíticas de Asia y África,
o en el mundo Greco-Latino, en el Medioevo o en los tiempos modernos, han dejado de operar
estas elevadas facultades, que el positivismo desearía sustituir con su horrible nomenclatura, y
siempre han sido la oculta base de todas las creaciones humanas y de toda obra fructífera.
Dr. Heinrich Arnold Krumm Heller (Huiracocha)

Porque, ¿Cómo podríamos imaginarnos un pensador, un maestro en las ciencias o en las


artes, un genio de cualquier clase, sin el poderoso rayo de esas facultades maestras que hacen
al místico y al ocultista, la visión interior y la soberana intuición?
Rudolf Steiner1 es a la vez un místico y un ocultista. Ambas naturalezas aparecen en él
en perfecta armonía. Uno no podría decir cual de las dos era la predominante. Se fundían y
mezclaban en tal forma, que se habían convertido en una fuerza homogénea. De ahí el
desarrollo especial en el que los sucesos exteriores desempeñaban solo una parte secundaria.
El Dr. Steiner nació en el Austria superior en 1861. Sus primeros años los pasó en una
pequeña ciudad situada en el Leytha. En el borde del Styria, los Cárpatos y Hungría. Desde la
niñez, su carácter era serio y concentrado. Esta fue seguida por una juventud iluminada
interiormente, por las intuiciones más maravillosas, una juventud que tuvo que afrontar pruebas
terribles, y una edad madura coronada por una misión, que había vagamente entrevisto en sus
primeros años, pero que se fue formulando solo gradualmente en su lucha por la verdad y la
vida.
Esta juventud la pasó en una región montañosa y recluida, feliz a su manera, gracias a
las facultades excepcionales que descubrió en sí mismo. Estaba empleado en una iglesia en el
coro. La poesía de los oficios divinos, la profundidad del simbolismo, tenía una misteriosa
atracción para él; pero como tenía el don innato de ver las almas, una cosa lo aterrizó. Esta
cosa era el descubrimiento de los sacerdotes, torpemente absorbidos en el Ritual y en la parte
material de los oficios. Había también, otra peculiaridad: nadie, ni entonces, ni después, se
permitía hablar de ninguna superstición grosera en su presencia, ni blasfemar, como si sus
ojos, calmos y penetrantes, obligaran al que hablaba a pensar con seriedad. En este niño, casi
siempre silencioso, crecía una voluntad tranquila e inflexible, de dominar todas las cosas y
4 comprenderlas.
E. SHURÉ.
Continuará…

ALQUIMIA
Cuando se habla hoy de Alquimia, viene inmediatamente la idea de que se trata de una
superchería, de algo fantástico, heredado de los charlatanes de la edad media, nadie niega que
la alquimia no nos dio la química actual, pero que debe compararse con la canoa, hecha del
tronco de un árbol con nuestros vapores modernos.
¿Quién de los navegantes que crucen en la actualidad el océano podrá sentir nostalgias
por aquel medio de comunicación de los indios primitivos, lento y peligroso? Nada más errónea
que esa comparación.
La ambición humana, de poseer mucho oro, hace que no podamos olvidar que los
alquimistas antiguos supieron convertir el Plomo en Oro, y los que visitan los museos buscan
ávidamente las monedas que fabricó el gran catalán Raimundo Lulio. Otros sacan los folios
empolvados de las habitaciones, donde creen poder encontrar la receta o la fórmula para
hacerse rico y hacer oro.

1 Nació el 27 de febrero de 1861, abandonó su cuerpo el 19 de marzo de 1925.


Revista Rosa~Cruz, Año III, Núm. 6

Cuando Miethe dio a luz a sus experiencias sobre el oro sintético, todo el mundo vio en
aquello un renacimiento de la Alquimia Rosa~Cruz, y sin embargo, en el fondo no tiene nada
que ver una cosa con la otra. Miethe nunca será alquimista. Yo considero que los que buscan
en la Alquimia una Química antigua, que transmutan el plomo en oro pierden su tiempo.
Los químicos unen o separan átomos, o sea diversas formas de la materia, forman así
un nuevo cuerpo y así podría decir que los químicos se ocupan de las formas externas de la
materia, mientras el Alquimista se interesa por la vida o la fuerza interna que está detrás de
estas formas.
Mientras la química se ocupa de los cuerpos que son una expresión de la naturaleza, la
alquimia se vale de la energía para hacer salir estos cuerpos o formas mediante esta fuerza.
Así que la química opera sobre el plano físico, mientras que la alquimia, solo actúa sobre el
plano psíquico.
La alquimia como bioquímica está sobre una dimensión vibratoria más elevada, pues,
ella trabaja con Prana, o sea con energía vital, ella en el plano sidero-astral logra sutilizar la
materia y hacerla cambiar de vibración.
Cuando el Rosa~Cruz llega en sus estudios a esa altura de comprender la verdadera
Alquimia, sabe que la materia prima, la Piedra Filosofal, es una realidad y que con ella se logra
transformar y crear todo, solo que no es obra humana sino divina.
Para la verdadera transformación alquimista, para la transmutación, se requiere ayuda
del cielo y esta viene en forma de un ángel o deva que acude al llamado del Alquimista.
Antes, pues, de operar en el laboratorio alquimista, hay que saber evocar, llamar,
materializar a los seres del mundo invisible y esto lo aprende el Rosa~Cruz con nuestras
prácticas esotéricas.
El ángel, empero, exige una cosa sine cua non, y esa es, transmutarse primero a sí 5
mismo, hacer de su bajo lleno de imperfecciones un ente bueno y elevado. Hay más que en
ninguna otra ocasión de realizar la frase bíblica: “Buscad primero el reino de los cielos y todo lo
demás os vendrá por añadidura”.
En nuestras Logias Rosa~Cruz, en grados elevados, practicamos la Magia Ceremonial,
y para lograr la materialización de un Maestro o Ángel se requiere seguir toda una disciplina,
disciplina que enseñamos por medio de nuestras prácticas y cultivamos por la formación de las
cadenas y el manejo de nuestro Ritual.
Dichoso soy en haber podido asistir aquí en la Argentina, a los Trabajos Rosa~Cruz con
toda ceremonia del Ritual musical, y ya se han observado varios fenómenos grandiosos, y mi
deseo es que se extienda la labor por todas partes donde pase por mi Peregrinación y así los
Maestros del Santuario estarán contentos conmigo.


El zodíaco
Sunt Aries, Taurus, Gemines, Cáncer, Leo,
Virgo, Libraque, Scorpius, Arcitemius,
Caper, Amphora y Pices.
AUSONNE.
Dr. Heinrich Arnold Krumm Heller (Huiracocha)

El Zodíaco es una zona o faja celeste, por medio de la cual pasa la eclíptica, tiene 16 a
18 grados de ancho total, e indica el espacio en que se contienen los planetas, que solo
apartan unos 8 grados de la eclíptica; esta faja zodiacal divide la esfera del Macrocosmos, en
dos partes iguales, su longitud igual a la de la eclíptica, equivale a 360 grados, cada grado se
divide en 60 minutos, y cada minuto se subdivide en 60 segundos.
Esta anchura es la que le ha dado el nombre de Zona o Cintura Celeste, y sigue el
camino aparente del Sol en los cielos.
Se llaman Signos del Zodíaco, las doce partes iguales en que se divide la eclíptica, y
esta circunferencia se divide en 360 grados, correspondiendo a cada Signo 30 grados. La
Tierra recorre igualmente esta cintura zodiacal, que está dividida en dos partes iguales por la
órbita que describe alrededor del Sol, y que constituye la eclíptica. En cuanto a la Luna, nuestro
satélite, evoluciona con rapidez alrededor de nuestro planeta, la Tierra, y pasa por todas las
longitudes celestes, en el espacio de 28 días (Revolución Sideral), porque la Revolución
Sinódica es de 29 ½ días y como la tierra en su traslación alrededor del Sol, lleva con ella a la
Luna, esta última, sigue igualmente la eclíptica descrita por la Tierra alrededor del Sol. Más,
para seguir su movimiento alrededor de la Tierra, la Luna se halla tan pronto arriba, tan pronto
debajo de la eclíptica y corta esta última en dos trazos, que se llaman Nudos o Nodos, el Nudo
Norte es llamado Cabeza del Dragón, y el Nudo Sud Cola del Dragón, ella tiene también un
movimiento de rotación sobre su eje, movimiento demostrativo notable, que es de igual
duración con su movimiento de traslación alrededor de la Tierra.
Las Doce Constelaciones no son de la misma extensión, por el contrario, los doce signos
que representan el zodíaco, son divididos en partes iguales de 30 grados cada uno, llevando el
mismo nombre que las Constelaciones y son:
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Hemisferio Hemisferio
Boreal Austral
1° Aries 7° Balanza
2° Tauro 8° Escorpión
3° Géminis 9° Sagitario
4° Cáncer 10° Capricornio
5° León 11° Acuario
6° Virgo 12° Piscis

Estos Signos progresan de izquierda a derecha, es decir, que el Sol con su movimiento
aparente los recorre dos horas por cada Signo, dirigiéndose de Aries a Tauro, de Tauro a
Géminis, etc., en tanto que la continuación de los equinoccios, es decir, el punto equinoccial,
21 de marzo, retrograda en el Zodíaco, un Signo cada 2.156 años terrestres.
Ahora bien, este punto se halla colocado antiguamente, en la Constelación que lleva su
nombre (es decir Aries), más por efecto de la precesión, el punto equinoccial es desplazado y
se halla entre tanto en el grupo de estrellas que lleva el nombre de Piscis, y cerca de Acuario,
entretanto, se sigue diciendo todavía que el Equinoccio, tiene lugar en el Signo de Aries.
Es necesario, no confundir las Constelaciones con los Signos, como no deben
confundirse los Signos con las Casas, que constituyen otra división de la bóveda celeste,
correspondiente al movimiento de rotación de la Tierra sobre su eje.
Estas casas, son divididas igualmente en doce partes, que no son iguales para nuestras
regiones, a causa de la elevación Polar, pero que tienen igual extensión en el Ecuador; ellas
Revista Rosa~Cruz, Año III, Núm. 6

difieren de los signos, porque ellas no les corresponden completamente, más que en raras
circunstancias, aunque ellas se aproximan una vez dentro de las 24 horas, todos los días.
Las doce Casas del Zodíaco, son distribuidas sobre doce puntos (estos puntos llamados
Cúspides), es decir, el comienzo de cada casa según las fechas de la natividad (o día de
nacimiento). Estas doce casas constituyen las zonas de influencias zodiacales, y se relacionan
a la manera de ser, de los seres y las cosas, y son determinadas como las Constelaciones.
Por otra parte, la Primera Casa es llamada Ascendente; la Décima Casa, el Medio Cielo,
o M.C., o Mediodía. La Séptima Casa, el Descendente; y la Cuarta Casa, la Medianoche. Estos
son los Cuatro Puntos Cardinales y se presentan como sigue en la figura adjunta. (Facilitada
por nuestro Maestro).

Cada una de estas zonas o Casas tiene acción sobre una parte del cuerpo o de un
sistema orgánico. Antes de entrar en detalles sobre las influencias, es necesario saber que el
Año Zodiacal empieza el 21 de marzo, y termina en 21 de marzo siguiente, en Piscis.
El día astronómico empieza y termina al mediodía.
El día civil comienza y termina a medianoche.
Dr. Heinrich Arnold Krumm Heller (Huiracocha)

El día planetario comienza a la salida del Sol y termina a la puesta del Sol.
Las horas del reloj solar cuadrante, marcan el día y la hora variable del Sol, a partir de
las doce horas del cuadrante de la salida del Sol corresponde de un modo fijo la puesta del Sol.
De modo que según las estaciones, son las horas del día, más largas que la noche y
viceversa. En los Equinoccios, el día y la noche tienen la misma duración, es decir, doce horas.
El modo de calcular las horas del día y de la noche, está todavía muy en boga en Oriente, y es
lo que sirve de base a la Astrología Horaria.
Para hallar las horas planetarias se suman los minutos que hallan hasta enterar la hora
de salida del Sol y se agregan has horas hasta el mediodía, y luego se le suman a esa hora y
minutos, las horas y minutos de la Puesta del Sol; luego se multiplican las horas por 6 y a ese
resultado se agregan los minutos, si los hay, y el total se divide por doce.
Ejemplo:
El Sol sale a las 5 horas, 34 minutos, hasta enterar las 6:00 a.m., van 26 minutos.
Hasta el mediodía son 6 horas y 26 minutos.
Más 5 horas, 54 minutos de la puesta del Sol.
Da 12 horas, 20 minutos.
Entonces, 12 x 6 = 72, más 20, igual 7.220  12 = 61 minutos.
De modo que cada Hora Planetaria del día, tendrá 61 minutos y fracción.
A la noche se procede tomando la puesta del Sol y se hace la misma operación.
Hay otro modo de hallar lo mismo.
Restar a mediodía, la hora y minutos de la salida del Sol y agregar las horas y minutos
de la puesta del Sol.
8 Ejemplo:
El Sol sale a las 5 horas y 34 minutos.
Restarle 12:00 y da 6 horas, 26 minutos.
Más 5 horas, 54 minutos, da la duración del día, 12 horas, 20 minutos.
Ejemplo:
12,20 horas.
Menos 5:34 horas de la salida del Sol.
Da 6:26 al mediodía.
Agregar: 5:54 horas de la puesta del Sol.
Da: 12:20 horas.
El día tendrá 12 horas, 20 minutos.
Para hallar la Hora Planetaria; se multiplican las horas por 6 y se agregan los minutos, y
el total se divide por 12.
Ejemplo:
12 x 6 = 72 + 20 = 7220  12 = 61 minutos.
De modo que cada Hora tiene una duración de 61 minutos.
A la noche se procede partiendo de la puesta de Sol y se hace el mismo cálculo.
La Astrología da los verdaderos aspectos que caracterizan al individuo a su nacimiento.
Astros que, el primero rige el día de natividad individual, constituye su dominante planetario; y
el segundo rige la hora de nacimiento. Estos son los que hay que considerar en un tema
astrológico, erigido ordinariamente en sus relaciones y aspecto, con el: 1° el Sol y la Luna
particularmente. 2° Las casas Doce, Primera, Sexta y Octava. 3° Los dominantes de los signos
Revista Rosa~Cruz, Año III, Núm. 6

que ocupan estas mansiones y, 4° Los astros que se hallan colocados según el tema y los
aspectos entre sí.
Este estudio de Astrología, es sumamente importante, porque el que llega a establecer
bien los principios astrológicos que lo rigen, pueden vencer con éxito determinadas
circunstancias. Los Rosa~Cruz han estudiado tan profundamente estas ramas del
conocimiento, que han llegado a establecer con precisión matemática, las substancias afines a
cada signo y pueden por ello asombrar a los profanos, utilizando las yerbas que dan vigor y
salud verdadera.
Esta especialidad es difícil realizar, porque exige profundos conocimientos de química
orgánica, botánica, mineralogía, etc., para determinar los componentes eficaces, su cantidad,
proporción y calidad, esto ya lo digo lo hacen los Rosa~Cruz que estudian a fondo la
naturaleza, en sus múltiples aspectos.
No es utopía decir que existen verdaderos elixires, que dan salud y renuevan al cuerpo,
la dificultad está en relacionarse con un hombre de Ciencia Rosa~Cruz, que quiera ayudarnos.
Supongamos que a una persona se le hallan elementos que forman su temperamento y
las equivalencias fuego igual oxígeno, del agua igual hidrógeno, del aire igual azoe y de la
tierra igual carbono, teniendo un valor numeral exacto, se destaca uno o dos elementos que
priman sobre la persona, y esta da la clave para ver las resistencias y debilidades que ofrece
su constitución orgánica natural, entonces el que sabe la clasificación también de esos
elementos, puede neutralizar los efectos nocivos, por medio de las substancias afines
vegetales, minerales o animales.
Ahora, las debilidades pueden ser previstas y eliminadas con el conocimiento de las
Signaturas; por ejemplo, los dominantes de un linfático, son Luna y Venus, le da enfermedades
crónicas en general, y son aquellas del sistema glandular: la escrofulosis, el escorbuto, los 9
catarros, diarreas, las oftalmías, las lombrices, las dermatosis (impétigo, eczemas), ellas
determinan poca reacción, menos fiebre, son difíciles para tratar y tienen tardía convalecencia.
Continuará…

DE LAS RELIGIONES
(2° Parte-Conclusión)

Dice el Bhagavad-Gita, uno de los más sagrados textos de la sabiduría Hindú, Capítulo
del Bienaventurado:
Versículo 11:-“Gimes sobre hombres que no deben de llorarse bien que tus palabras
sean las de la sabiduría”. “Los sabios no lloran ni a los vivos ni a los
muertos”.
Versículo 12:-”Pues nunca ha faltado la existencia ni a ti, ni a aquellos príncipes y jamás
dejaremos de ser nosotros todos en el porvenir”.
De atenerse al texto, vale decir que en lo espiritual habrían de callar todas las
objeciones, por más que en el hecho el camino quede expedito a cuantos atropellos inevitables
e incalificables surjan. ¿Acaso al final la corona del martirio no les compensa a los justos sus
tribulaciones? ¡Cómo sería de espléndida la que ciñeran los incaicos, cultores del Dios Sol,
acorralados y acuchillados en este mundo por los adoradores del Cristo Redentor, cuando
Dr. Heinrich Arnold Krumm Heller (Huiracocha)

eleva sus almas a celestiales regiones!... ¡Porque pueril sería suponer hijos y entenados al
eterno, desde que su luminario dispensador de claridad y de vida alumbra por igual el campo
de fratricida carnicería humana y el apacible vergel del sabio!...
En resumen, las religiones son la Túnica de Nessus de la humanidad, adherida a sus
flancos, un ataque a uno cualquiera de ellos arranca jirones de su carne.
La existencia de ese mal es sin duda una de las etapas inevitables del progreso humano
individual y colectivo; más, por doloroso que se nos antoje, ni aún eso nos pone en alternativa
de preguntarnos si las religiones han sido imprescindibles o no. Las exposiciones anteriores
descubren bastante el porque de su existencia y perpetuación. ¡Por la constitución misma de
un ser, el hombre aspira indefectiblemente al infinito!
Sin embargo, las amargas aguas de las discrepancias religiosas exotéricas requieren un
lenitivo suavizador.
La ciencia se esfuerza en ese sentido; a grandes etapas se encamina a hallarlo.
¿Llegará a tiempo? ¿Hallárase al paso con la Iniciación Tradicional Oriental y Occidental y,
conjuntas, proseguirán hacia la meta? ¿O está condenado de veras el hombre y de por sí
mismo, a conseguir el equilibrio y la definitiva paz de su cerebro y de su corazón cuando
enfría la tierra en su casi total extensión, quedándole tan solo en ese mundo expirante un
rincón habitable para fenecer allí su postrer carrera evolutiva?
¡Ruda perspectiva y no ilógica si quien piensa guarda memoria de cuanto a diario él es
testigo!...
¿Sería este acaso, el cáliz que Cristo en el jardín de los Olivos suplicara a su Padre
apartarse de sus labios?
¡Sin duda “veía” el Hijo del Hombre y dolíale rendir el Espíritu al vislumbre siquiera de la
10 posible amenaza de tamaña desgracia!...

ESTUDIOS ROSA~CRUZ
En este momento recibimos la visita del Guardián de la Logia “Aulis” de Pehuajó; el
hermano trae saludos especiales para los hermanos de esta, y nos da cuenta que siguen con
entusiasmo los Trabajos Rosa~Cruz. Estando los trabajos preparatorios autorizados, es de
esperar que hagan efectiva la finalidad propuesta por el Maestro que en Pehuajó dejó sus
enseñanzas para que los hermanos sigan adelante y puedan triunfar sobre sí obteniendo la
verdadera realización espiritual.
También trae recuerdos de los hermanos de allá para el Maestro Doctor Krumm Heller,
quien ha partido en gira y actualmente se halla en Chile.
Según las impresiones recibidas en Buenos Aires, los trabajos continúan con toda
actividad, y a pesar de las resistencias que lógicamente levantan las enseñanzas dadas, sigue
cada uno en su puesto firme, con tesonero afán de llegar a la meta.
Un abrazo para todos.

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