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Por regla general se debe respirar con la cabeza fuera del agua y
expulsar el aire cuando estamos sumergimos.
Al estar en el agua el proceso de respiración al que estamos
acostumbrados debe cambiar. Te compartimos 2 acciones sencillas para
respirar mientras nadas:
1. La inspiración se realiza en el momento que tenemos la cabeza
fuera del agua y debe ser por la boca para poder llenar los
pulmones de oxígeno más rápido. Si se respira por la nariz se
incrementa el riesgo de aspirar agua.
2. La expiración se debe realizar por la boca, por la nariz, o en
ambas al mismo tiempo; siempre que se esté debajo del agua
se debe expirar todo el aire para dejar los pulmones listos para
volver a llenarse de oxígeno.
Algunos ejercicios de respiración que pueden realizarse son:
Soplar en el agua por la boca. Toma aire por la boca estando
fuera del agua, sopla despacio mientras te sumerges en el
agua y vuelve a estar fuera del agua sin dejar de soplar.
Soplar en el agua por la nariz. Al igual que en el ejercicio anterior,
debes tomar aire por la boca y soplar despacio por la nariz
mientras te sumerges.
Realiza ambos ejercicios con tranquilidad, no es necesario que dures 30
segundos bajo el agua, conforme lo domines el tiempo irá
incrementando.
Inflar globos
Este ejercicio no se realiza dentro del agua, pero ¡vaya que inflar globos sirve para mejorar la
resistencia y el control de la respiración!
Enséñales a tus hijos que para hacer una correcta respiración que los ayude a inflar el globo, deben
llenar no solo sus pulmones de aire, sino todo el tronco desde la región que se encuentra por encima
del abdomen (el diafragma).
Recuerda que tus hijos deben tener al menos 8 años para inflar globos. Si son menores, deben
hacerlo siempre bajo tu supervisión.