Está en la página 1de 3

TALLER COMPLEMENTARIO PRIMERA EVALUACION GESTION LOCAL 2021

1- LEA DETENIDAMENTE LA INFORMACION DEL CASO


2- IDENTIFIQUE UN PROBLEMA
3- ESTABLEZCA 3 CAUSAS Y 3 CONSECUENCIAS DE ESTE PROBLEMA
4- FORMULE DOS ESTRATEGIAS (ASIGNE UN NOMBRE A CADA ESTRATEGIA
5- POR CADA ESTRATEGIA DEBE FORMULAR UNA META DE PRODUCTO, UNA META DE
RESULTADO Y LOS RESPECTIVOS INDICADORES PARA CADA META
6- TIENEN 2 HORAS, LA SOLUCION AL TALLER DEBE SER ENVIADA A MI CORREO
lauralec00@hotmail.com antes de las 4pm.
7- Lo pueden trabajar en pareja o individual ….. no parejas grupales jajaja

La pandemia de Covid-19 y las medidas de aislamiento dispuestas para contenerla están provocando
que les resulte aún más difícil sobrevivir a los wayuu, un pueblo indígena que habita en Colombia y
Venezuela, señalaron Human Rights Watch y el Centro de Salud Humanitaria de Johns Hopkins en
un informe conjunto y una publicación multimedia que se dieron a conocer hoy.

A causa de la pandemia y el aislamiento, a los miembros del pueblo wayuu en el departamento de


La Guajira, Colombia, les resulta sumamente difícil acceder a alimentos, agua y atención médica en
un momento en que estos servicios son más necesarios que nunca. El gobierno colombiano debería
adoptar medidas urgentes para proteger los derechos de los niños y las niñas wayuu.

“Las comunidades indígenas de La Guajira no tienen acceso a alimentos suficientes ni al agua


necesaria para practicar una higiene básica, incluyendo para lavarse las manos, y la información y
acceso a la atención en salud es sumamente deficiente”, señaló José Miguel Vivanco, director para
las Américas de Human Rights Watch. “Esta situación ha contribuido a que durante años los wayuu
hayan sufrido uno de los niveles más altos de desnutrición infantil en Colombia, y resulta
sumamente preocupante en el contexto actual del Covid-19”.

La publicación multimedia, “Un pueblo resiliente: El pueblo indígena wayuu de Colombia enfrenta
una crisis de desnutrición en medio de la pandemia”, deja al descubierto las dificultades que
enfrentan las familias wayuu en una región marcada por la inseguridad alimentaria e hídrica y un
acceso limitado a la atención en salud. La mala administración y la corrupción gubernamental
generalizada, la crisis humanitaria en Venezuela y los efectos del cambio climático han agudizado
los problemas de inseguridad alimentaria y desnutrición. La Corte Constitucional de Colombia ha
concluido que las actividades mineras en la región también han degradado la calidad del agua y el
acceso a esta para algunas comunidades wayuu.

con una población de al menos 270.000 personas, los wayuu son el grupo indígena más numeroso
de Colombia. La gran mayoría vive en el departamento de La Guajira, que tiene un territorio
parcialmente desértico. Casi todos viven en áreas rurales o poblados pequeños; sus fuentes de
alimentos y de ingresos tradicionalmente han sido la agricultura de subsistencia, la búsqueda
estacional de alimentos, la cría de cabras o la pesca. Muchos otros trabajan en el sector de turismo
o en la minería de sal o carbón, elaboran artesanías y las venden, o dependen del comercio con
Venezuela. Según un censo llevado a cabo por el gobierno en 2018, el 90 % de las personas en La
Guajira trabajan en el sector informal, incluyendo los sectores de turismo, hotelería y comercio
transfronterizo.

Si bien Colombia ha reducido la tasa nacional de mortalidad de menores de cinco años en los últimos
cinco años, la tasa en La Guajira ha incrementado en ese periodo. En 2019, la tasa oficial de muertes
por desnutrición entre niños menores de 5 años en La Guajira fue casi seis veces la tasa nacional. Es
posible que la tasa real sea aún más alta, según señalaron médicos, enfermeros, funcionarios
gubernamentales y trabajadores de organizaciones humanitarias. El gobierno no registra todas las
muertes, en parte porque muchos niños y niñas mueren en sus hogares. Si bien la tasa de mortalidad
infantil por desnutrición en Colombia ha disminuido notablemente en los últimos años, este índice
tampoco ha mejorado en el departamento de La Guajira, que actualmente registra el mayor número
de muertes infantiles por desnutrición en el país.

Este alto número de muertes responde en gran parte a la inseguridad alimentaria e hídrica y los
obstáculos para el acceso a la atención de la salud. Estadísticas oficiales indican que solo el 4 % de
los wayuu que viven en zonas rurales de La Guajira tienen acceso a agua limpia y los que residen en
zonas urbanas reciben un servicio irregular. La última encuesta gubernamental sobre nutrición,
realizada en 2015, concluyó que el 77 % de las familias indígenas de La Guajira están afectadas por
la inseguridad alimentaria; es decir, que no cuentan con un acceso seguro y permanente a alimentos
de calidad en cantidades suficientes para una vida saludable y activa.

Los centros médicos en La Guajira suelen estar a gran distancia de las comunidades indígenas y
acceder a ellos resulta costoso para muchos wayuu, que en algunos casos deben viajar varias horas
para recibir atención médica. Muchos niños y niñas enfermos no sobreviven el viaje o experimentan
una recaída después de abandonar el centro de atención.

Solamente 3 de los 16 hospitales de La Guajira ofrecen atención en salud especializada para manejar
casos complejos de desnutrición aguda. La Alta Guajira, una región del norte del departamento
donde vive la mayor cantidad de población wayuu, tiene solamente un hospital que ofrece atención
básica. Los niños que requieren atención más especializada deben ser transportados a Riohacha, la
capital de La Guajira, lo cual suele requerir un viaje de varias horas desde las comunidades, siempre
y cuando las condiciones de la carretera permitan la circulación.

En los últimos años, las autoridades gubernamentales han implementado una amplia gama de
programas y políticas para abordar la crisis de desnutrición, incluyendo intentos de ampliar el acceso
al agua. No obstante, Human Rights Watch y el Centro de Salud Humanitaria de Johns Hopkins
concluyeron que estos programas han presentado graves deficiencias y generado resultados
limitados.
La corrupción gubernamental generalizada en La Guajira, especialmente en los contratos públicos y
su ejecución, también está menoscabando los proyectos hídricos, los programas de alimentación
escolar y los servicios de salud en el departamento. A través de 14 auditorías oficiales de programas
de alimentación escolar en La Guajira, se determinó que se perdieron 30.000 millones de pesos
colombianos (aproximadamente USD 10 millones) como consecuencia de la corrupción o una
administración deficiente de los recursos. A pesar de los esfuerzos significativos de algunos
funcionarios, en general las autoridades han logrado muy pocos avances para que los funcionarios
corruptos de La Guajira rindan cuentas por sus delitos, lo cual prácticamente garantiza que continúe
la corrupción, señaló Human Rights Watch. Un obstáculo importante es la cantidad limitada de
fiscales, jueces e investigadores con que cuenta el departamento para perseguir la corrupción.

El Covid-19 introduce un nuevo desafío para los wayuu y para los limitados programas y servicios
públicos en el departamento. Al 10 de agosto, las autoridades colombianas habían confirmado más
de 2.700 casos de Covid-19 en La Guajira, incluidos 65 casos entre indígenas wayuu. En el contexto
de acceso limitado a alimentos y agua, los efectos económicos y sanitarios de la pandemia de Covid-
19 podrían ser devastadores para los wayuu si el virus alcanza una mayor expansión en la región,
señalaron Human Rights Watch y el Centro de Salud Humanitaria de Johns Hopkins. Las autoridades
habían confirmado más de 397.000 casos de Covid-19 y 13.000 muertes en todo el país por esta
enfermedad hasta el 10 de agosto de 2020.

El Covid-19 podría ser transmitido fácilmente dentro de las comunidades wayuu, muchas de las
cuales carecen de acceso a un suministro continuo y suficiente de agua que les permita seguir las
pautas básicas de higiene para prevenir la propagación del virus. Si se contagian, muchos wayuu no
tendrán acceso seguro a un hospital.

A su vez, profesionales médicos, funcionarios y residentes locales afirman que las medidas de
aislamiento en Colombia, que comenzaron en marzo y continúan al menos hasta el día de hoy, así
como otras restricciones a la movilidad, limitan gravemente el acceso de los wayuu a alimentos.

También podría gustarte