Está en la página 1de 20

ÍNDICE

 Portada, página 1

 Índice, página 2

 Biografía del autor, página 3

 Resumen por capítulos, página 5

 Contenidos de la obra, página 5

 Glosario, página 19

 Opinión personal, página 20

 Bibliografía, página 20

Biografía de Sigmund Freud

Sigmund Freud, medico austríaco, fundador del sicoanálisis, nació en Freiberg, Moravia en 1856, y murió en
Londres en 1939. Nació en el seno de una familia judía de la pequeña burguesía, que muy pronto se vio
arruinada por la crisis. Tenia solo cuatro años cuando su familia se instalo en Viena. En esta ciudad residió
hasta 1938, fecha del Anschluss. Tras un brillante periodo escolar, se decidió, aunque sin entusiasmo, por los
estudios de medicina (1873). En la universidad choco con los prejuicios antisemitas y se familiarizo con el
hecho de encontrarse en la oposición y en la condición de sufrir el rechazo de las mayorías. En 1876 ingreso
en el laboratorio del fisiólogo Brücke, donde prosiguió sus investigaciones sobre anatomopatología y fisiología
del sistema nervioso humano. Estuvo casi a punto de descubrir la neurona. Trabo amistad con J. Breuer,
catorce años mayor que el, quien lo ayudó moral y materialmente. Termino sus estudios de medicina en 1881,
pero sus medio económicos no le permitieron proseguir una carrera de investigador. En 1883 entro en el
servicio de siquiatría de Meynert. Fue encargado de un estudio sobre la cocaína, en el curso del cual
descubrió sus propiedades analgésicas y anestésicas, que experimento sobre sí mismo. En 1885, una beca le
permitió concurrir a las lecciones que Charcot impartía en La Salpêtrière. Allí observo las manifestaciones de
la histeria y los efectos del hipnotismo y de la sugestión. Charcot le produjo una viva impresión, resultado de lo
cual fue la traducción de las confesiones de este.

En 1889 se dirigió a Berlín, donde se ocupo de neuropatología infantil. De regreso a Viena inicio su consulta
privada: abrió su consultorio el domingo de pascua. En octubre del mismo año se caso con Martha Bernays.
Freud se formo una clientela entre los “nerviosos”, la mayoría histéricos, a los que trataba, como era norma en
esa época, mediante electroterapia e hipnosis. En 1887 nació Mathilde, su primera hija. En1888 publico la
traducción del libro de Bernheim De la sugestión y de sus aplicaciones a la terapéutica; en 1889 paso algunos
meses en Francia, donde estudio los métodos de Bernheim en Nancy. Nació su primer hijo varón, Martin,
seguido de Oliver, Ernst, Sofie y Anna.

En 1891, en un libro sobre la afasia, critico la teoría de las localizaciones. En 1892 publico un articulo sobre el
tratamiento hipnótico. Una paciente, Elizabeth von R., le impuso el empleo del método de la asociación libre;
renuncio entonces a la hipnosis, “procedimiento incierto que encierra algo de místico”, para sustituirla por el
estado de relajación del paciente. De 1892 a 1895 publico traducciones de Charcot, un articulo sobre las
“psiconeurosis de defensa”, el artículo “Obsesiones y fobias” y, en colaboración con Breuer, losEscritos sobre
la histeria, obra muy mal acogida en los medios médicos. En ella se encuentran ya los principios
fundamentales del sicoanálisis: las nociones de inconsciente, de desplazamiento, de abreacción y de rechazo.
En 1896 rompió violentamente con Breuer. La conferencia de Freud sobre la etiología sexual de la histeria
produjo un gran escándalo.

Freud continuo entonces solo su camino. Su correspondencia con W. Fliess desempeñó un papel
fundamental el proceso de autoanálisis que emprendió en esta época. Durante diez años no tuvo discípulos ni
colaborados y consagro su actividad al tratamiento de sus pacientes y a los fundamentos del sicoanálisis. En
1897 descubrió el complejo de Edipo. En 1899 se publicaron sus Recuerdos encubridores  y en
1900 La interpretación de los sueños, obra fundamental. Por primera vez los sueños eran objeto de u estudio
científico. Gracias al método de interpretación de las asociaciones libres es posible descubrir en el contenido
manifiesto del sueño un contenido latente cuyo sentido general representa la realización de un deseo. En
1900, Freud comenzó el análisis de la celebre Dora. En 1901 publicó El sueño y su interpretación,
escribió Fragmento de un análisis de la histeria (el análisis de Dora), realizo un viaje a Roma y
publico Sicopatología de la vida cotidiana. En 1905 vieron la luz sus Tres ensayos para una teoría sexual, su
segunda obra capital, y El chiste y su relación con el inconsciente. El sicoanálisis se convirtió desde entonces
en la teoría por excelencia del funcionamiento del aparato síquico.

En 1908 fundo la Sociedad psicoanalítica de Viena; no obstante, antes de esta fecha se había constituido
progresivamente la institución analítica alrededor de la figura de Freud. A partir de 1902, la Sociedad sicología
de los miércoles agrupó a sus principales discípulos: P. Fedem, O. Rank, W. Stekel, A. Adler, etc. A partir de
1904 Freud mantuvo correspondencia con E. Bleuler y, en 1907, recibió la visita del asistente de este, C. G.
Jung, quien en el mismo año fundó en Zurich la Sociedad Freud; esto constituyó una victoria para Freud, ya
que Jung, hijo de pastor, siquiatra suizo, según palabras del propio Freud, saco al sicoanálisis de sus limites
vieneses y judíos. Jung participó en el primer congreso de sicoanálisis de Salzburgo y acompaño a Freud a
E.U.A. para una serie de conferencias sobre el sicoanálisis. En 1910 se reunió en Nuremberg el segundo
congreso de sicoanálisis, en el que se fundo la Asociación psicoanalítica internacional “con el fin, escribe
Freud, de prevenir los abusos que podrían cometerse en nombre del sicoanálisis una vez que este alcanzase
difusión”. La presidencia fue confiada a Jung, en quien Freud veía, en esta época, a su delfín. Sin embargo, a
medida que se extendió la institución analítica, las rupturas y las escisiones se multiplicaron entre Freud y sus
discípulos más cercanos. De 1911 a 1913, el fundador del sicoanálisis se separó sucesivamente de Adler, de
Stekel y sobre todo, de Jung. Mas tarde se produjo la ruptura con Rank y con Sándor Ferenczi.

Entre 1910 y 1920aparecieron Cinco lecciones sobre el sicoanálisis, Observaciones psicoanalíticas sobre la


autobiografía de un caso de paranoia, Tótem y tabú, Introducción al narcismo, Duelo y melancolía e
Introducción al sicoanálisis.

En Mas allá del principio del placer,  Freud introdujo las nociones de pulsion de vida (Eros) y pulsion de
muerte (thanatos), principio de realidad y principio de placer, y propuso un nuevo modelo del aparato síquico
en el que intervenían el yo, el ello y el superyó. A partir de este periodo se consagro en mayor grado a los
grandes problemas de la civilización, a los que aplico la técnica psicoanalítica. En El malestar en la
cultura  desarrollo de forma explícita su concepción del mundo, subrayando el sometimiento de la civilización a
las necesidades económicas, que imponen un pesado tributo no solo a la sexualidad, sino también a la
agresividad. A cambio de un poco de seguridad. En 1923, Freud sufrió su primera intervención quirúrgica por
un cáncer de mandíbula. En 1930 recibió el premio Goethe; en 1934 los nacis quemaron sus obras en Berlín.
Pudo abandonar Viena en 1938. Se instalo en Londres, donde publico Moisés y el monoteísmo. Freud no
abandonó el tratamiento de sus pacientes hasta su muerte en septiembre de 1939.

Resumen por capítulos

 Primer capítulo:

Este primer capítulo consiste en una introducción que Sigmund Freud realiza dirigiéndose a los lectores de su
obra. En su introducción, Sigmund Freud nos muestra las cualidades terapéuticas del psicoanálisis, así como
nos hace conocer las adversidades contra las que tendrán que luchar quienes se aventuren en el estudio de
esta ciencia. En este primer capítulo también se dan a conocer las bases en las que se fundamenta el estudio
del psicoanálisis y los métodos de trabajo empleados por esta ciencia.

 Segundo capítulo:

El segundo capítulo trata en exclusiva de la investigación acerca de los actos fallidos. En este capítulo se
hace mención de los fenómenos más frecuentes y conocidos (como pueden ser: decir una palabra en lugar de
otra, escribir algo en lugar de lo que se tenía intención de escribir, ... ), y cuales son sus causas.

 Tercer capítulo:
En el tercer capítulo se habla sola y exclusivamente de los sueños. A lo largo de este larguísimo tercer
capítulo se habla de temas tan variados, en relación a los sueños, como: cuales son sus tipos, sus
características, su interpretación, su significado, como se elaboran, su función, ...

Contenidos de la obra

Los sueños

Los sueños han sido siempre interpretados como cosa corriente, de los cuales hay diversos problemas
todavía inexplicables. El más interesante es la significación de los sueños que puede dividirse en dos: la
significación psíquica del acto de soñar y la de sí los sueños pueden interpretarse.

En sus estudios, muchos filósofos adoptan la base de la vida onírica, que es un estado de actividad psíquica
que consideran superior que el normal.

Generalmente, los médicos se refieren a los sueños como el valor de un fenómeno psíquico, que son
provocados por estímulos físicos o sensoriales, que actúan desde el exterior sobre el individuo o surgen
casualmente en sus órganos internos, por lo que los sueños deben considerarse como un proceso físico inútil
siempre y en muchos casos patológico.

Freud descubrió que la opinión mas acertada no es la concepción medica sino la popular, ya que sus
conclusiones sobre los sueños fueron el resultado de aplicarles un nuevo método de investigación psicológica,
llamada psicoanálisis. El procedimiento que empleo para la interpretación de los sueños procedía de la
psicoterapia.

Con este método, Freud analiza un sueño suyo propio para exponer sus resultados y obtiene, que lo soñado,
tiene que ver con recuerdos, tanto lejanos como próximos o recientes, y que ambos recuerdos y los actos que
se dan en ellos, pueden mezclarse unos con otros, dando un sueño que nos resulta extraño y con carencia de
sentido sino se analiza a fondo.

Después de esto se refiere a los sueños como una especie de sustitutivos de aquellas series de
pensamientos tan significativas y revestidas de afecto a las cuales se han llegado al final del análisis.

Al sueño, le llama contenido manifiesto del sueño y al material hallado por medio del análisis, contenido
latente del sueño. Ahora, Freud se pregunta cuál es el proceso psíquico que ha transformado el contenido
latente en el manifiesto y que motivo o motivos son los que han hecho necesarios esa traducción.

Por la reacción del contenido latente al manifiesto, los sueños pueden dividirse en tres categorías:

1º) Aquellos que poseen sentido y que son compresibles. Se caracterizan por ser sueños breves en general,
frecuentes, y que no despiertan en su mayoría nuestra atención porque carece de todo aquello que nos causa
extrañeza o asombro.

2º) Aquellos que, aunque presencian coherencia y poseen un claro sentido, causan extrañeza por no saber
como incluir dicho sentido a la vida psíquica.

3º) Aquellos que carecen de ambas cualidades: sentido y comprensibilidad, y se muestran incoherentes,
embrollados y faltos de sentido. Estos sirven de base a la teoría medica de la actividad psíquica limitada.

Al primer grupo pertenecen los sueños infantiles, los de los niños, ya que poseen un claro sentido y no causan
extrañeza. De ellos se puede llegar a la conclusión que los sueños se conexionan con la vida diurna. Aunque
esto también puede darse entre los adultos.

También se llega a otra conclusión que es que los sueños infantiles, son claramente deseos que se quieren
cumplir; esto también dado en los adultos, pero en los cuales ya hay una serie de complicaciones, porque
pueden darse otro sentido diferente.
En los sueños complicados y confusos, después de su análisis, se ve que el contenido manifiesto del sueño
trata materias totalmente distintas que el latente. Aquello que en el sueño se presentaba como esencial no es
mas que un papel secundario después del análisis.

“Durante la elaboración del sueño pasa la intensidad psíquica desde las ideas y representaciones, a las que
pertenece justificadamente, a otras que no tienen derecho alguno a tal acentuación”

Por medio del análisis se llega a dos problemas: los estímulos de los sueños y su conexión con la vida diurna.
Hay sueños en los que se ve claramente su enlace con los sucesos del día anterior, pero otros no.

Y cuando tienen relación con el día anterior, es tan insignificante que se olvida.

Se llega a la conclusión pues, de que “ el sueño no actúa nunca con nada que no sea digno de ocupar
también nuestro pensamiento despierto, y que las pequeñeces que no llegan a atraer nuestro interés durante
el día son también impotentes para perseguirnos en nuestro sueño”

Referente a la elaboración del sueño, en él, se incluye la condensación, el desplazamiento y la disposición


visual del material psíquico. Además de todas estas, hay otra cuya función es la de ordenar los componentes
del sueño de manera que se reúnan aproximadamente para formar una totalidad, una composición onírica.

Estas son las únicas actividades que pueden descubrirse en la elaboración del sueño.

Aquellos sueños que se muestran comprensibles y presentan un claro sentido son realizaciones de deseos.
Los que se muestran oscuros y embrollados también presentan un deseo que surge de las ideas latentes,
pero la representación es irreconocible, aclarándose por medio del análisis.

Los sueños se dividen en tres clases según su carácter de realización de los deseos:

1º) Aquellos que muestran francamente un deseo no reprimido

2º) Los que exteriorizan disfrazadamente un deseo reprimido, es decir, los que

necesitan del análisis.

3º) Aquellos que, si representan un deseo no reprimido, lo hacen sin disfraz alguno o

insuficiente.

Cuando se produce un estimulo sensorial exterior, la persona que duerme puede reaccionar de diferentes
maneras, o se despierta o siegue durmiendo.

La literatura científica sobre los problemas oníricos

Los pueblos de la antigüedad clásica pensaban que los sueños se relacionaban con el mundo de seres
sobrehumanos de su mitología, y traían consigo revelaciones divinas o demoniacas, poseyendo una
determinada intención con respecto del sujeto. Aunque dada su variedad de contenidos es muy difícil
establecer una concepción unitaria, obligando a diferenciar y agrupar los sueños, dependiendo de su valor y
autenticidad.

Según Aristóteles, los sueños se definen como la actividad anímica del durmiente durante el estado de
reposo.

Deduce la conclusión de que los sueños pueden revelar los primeros indicios de una naciente alteración
física, que no ha sido advertida durante el día.
Anteriores a Aristóteles, los autores antiguos no opinabas de su misma forma, sino considerando el sueño
como una inspiración de los dioses, señalando dos corrientes contrarias que se manifiestan siempre. Se
distinguían dos especies de sueños: los verdaderos y valiosos, que son los que envían al durmiente
advertencia o revelación del porvenir, y los vanos, engañosos y fútiles, que desorientaban al sujeto o
causaban su perdición.

Según Gruppe, toma una división de los sueños de Macrobio y Artemidoro, que decía que los sueños se
dividían en dos clases. Los primeros, eran influidos por el presente (o el pasado), faltando significación con
respecto del porvenir, y que pertenician a la imnomnia, reproduciendo la representación dada o su contraria. Y
los segundos, que eran considerados como determinantes del porvenir y el los que se incluían: el oráculo
directo recibido del sueño, la predicción de un suceso futuro y el sueño simbólico que es la necesidad de
interpretación. De esto surgió la necesidad de una interpretación onirica.

El interés científico por los problemas oníricos en si conduce a las interrogaciones, interdependientes en
parte:

a) Relación del sueño con la vida despierta

- El individuo despierto acepta que el sueño ha raptado al durmiente a otro mundo distinto.

Fichte habla en el mismo sentido de sueño de complemento y los considera como uno de los secretos
beneficiosos de la Naturaleza. También se expresa igualmente Struempell: “el sujeto que sueña vuelve la
espalda al mundo de la conciencia despierta;

en el sueño perdemos por completo la memoria con respecto al ordenado contenido de la conciencia
despierta y de su funcionamiento normal; la separación, casi desprovista de recuerdo, que en los sueños se
establece entre el alma y el contenido y el curso regulares de la vida despierta…”

Pero la mayoría de los autores concibe la relación de sueños con la vida despierta en una forma totalmente
opuesta, como Haffner, Weygandt, Maury y Jessen.

Maass dice que el contenido más frecuente de nuestros sueños se halla constituido por los objetos sobre los
que recaen nuestras pasiones.

Igualmente opinaban los antiguos sobre la relación de dependencia existente entre el contenido del sueño y la
vida.

b) El material onírico. La memoria en el sueño

- Todo el material que compone el contenido del sueño procede, en igual forma, de lo vivido y es, por tanto,
reproducido en el sueño. Pero es un error comparar el sueño con la vida despierta para evidenciar la relación
entre ambos.

Se observa que en contenido del sueño aparece un material que después, en la vida despierta, no se
reconoce como perteneciente a nuestros conocimientos o experiencia. E recuerda haberlo soñado, pero no el
haberlo vivido jamas, por lo que no se sabe de que fuente ha tomado el sueño sus componentes y se inclina a
atribuirle una independiente capacidad productiva.

c) Estímulos y fuentes de los sueños

- Hay una teoría que considera a los sueños como consecuencia de una perturbación del reposo. No se
hubiera soñado si el reposo no hubiese sido perturbado por una causa cualquiera, y el sueño es la reacción a
dicha perturbación.

La totalidad de las fuentes oníricas puede dividirse en cuatro especies:

 Excitación sensorial externa (objetiva)


 Excitación sensorial interna (subjetiva)

 Estimulo somático interno (orgánico)

 Fuentes de estimulo puramente psíquicas

 Las excitaciones sensoriales externas. Cuando llegamos a conciliar el reposo, no podemos mantener
nuestros órganos sensoriales lejos de todo estimulo ni suprimir en absoluto su excitabilidad. El hecho de que
cuando un estimulo alcanza una cierta intensidad logra siempre hacernos despertar demuestra que también
durante el reposo ha permanecido el alma en continua conexión con el mundo exterior. Así pues, los
estímulos sensoriales que llegan a nosotros durante el reposo pueden muy bien constituirse en fuentes de
sueños.

 Excitaciones sensoriales internas (subjetivas). Estas poseen las ventajas de no depender, como las
objetivas, de casualidades exteriores. Se hallan a la disposición del esclarecimiento del sueño siempre que
para ello las necesitamos. Pero presentan a su vez el inconveniente de que su actuación como estímulos
oníricos no resulta susceptible de la comprobación que la observación y el experimento que nos proporcionan
las primeras.

Estas se demuestran por las llamadas alucinaciones hipnagojicas, que han sido descritas como fenómenos
visuales fantásticos, consistentes en imágenes animadas y cambiantes.

 Estimulo somático interno (orgánico). Se ha comprobado que el interior del cuerpo deviene, en estados
patológicos, una fuente de estímulos oníricos. Los órganos no necesitan enfermar para hacer llegar al alma
dormida excitaciones que en una forma aun ignorada pasan a constituir imágenes oníricas. Ya que lo que
despiertos percibimos difícilmente, se siente por la noche.

 Fuentes psíquicas de estímulos. Al tratar de las relaciones del sueño con la vida despierta y del origen del
material onírico, se ha llagado a la conclusión de que el hombre sueña con aquello de lo que se ocupa
durante el día y le interesa en la vida despierta. Esto, constituye un enlace psíquico entre el sueño y la vigilia.
Aunque también hay una opinión contraria, que es la de que el sueño aparta al hombre de los intereses del
día y así, solo soñamos con las intensas impresiones diurnas cuando han perdido atractivo en la vida
despierta.

d) ¿Por qué olvidamos al despertar nuestros sueños?

- El sueño se desvanece a la mañana. Es susceptible de recuerdo, ya que se conoce por el que de el


conservamos al despertar, peor con gran frecuencia creemos no recordarlo sino incompleto y haber olvidado
la mayor parte de su contenido. También se observa que el recuerdo de un sueño no preciso y vivo a la
mañana, se va perdiendo conforme avanza el día. Otras veces se tiene conciencia de haber soñado, pero es
imposible decir que. También existen sueños que se recuerdan muy bien.

En la motivación del olvido de los sueños intervienes factores que provocan un idéntico efecto en la vida
despierta, en la que se suelen olvidar un gran numero de sensaciones y percepciones por debilidad de estas o
por no alcanzar una mínima intensidad.

e) Las peculiaridades psicológicas del sueño

- Una de las principales peculiaridades de la vida onírica surge en el estado de adormecimiento anterior al del
reposo y que debe considerarse como el fenómeno inicial de este ultimo. Lo característico del estado de vigilia
es que la actividad mental procede por conceptos y no por imágenes. En cambio el sueño piensa en
imágenes.

La transformación de las representaciones en alucinaciones no es la única forma en que el sueño se desvía


del pensamiento de la vida despierta al que quizá corresponde.
Observaciones de Burdach: la actividad subjetiva de nuestra alma aparece como objetiva, dado que la
capacidad de percepción acoge los productos de la fantasía como si de productos sensoriales se tratase…; el
reposo es una supresión del poder objetivo, razón por la cual hallamos entre las condiciones del mismo una
cierta pasividad. Las imágenes del letargo son condicionadas por el relajamiento del poder subjetivo.

f) Los sentimientos éticos en el sueño

- Unos afirman que el sueño ignora toda aspiración moral, y otros sostienen que la naturaleza moral del
hombre perdura también en la vida onírica.

Otros afirman que se obra y habla en los sueños conforme al carácter que se tenga, que se revelan
sentimientos y aspiraciones, o afectos y pasiones subjetivos y peculiaridades morales del durmiente… y así,
unos dan sus opiniones referente a este tema.

g) Teorías oníricas y función del sueño

- Se dice que un conjunto de juicios sobre el sueño que intente explicar, desde un determinado punto de vista,
la mayor suma posible de los caracteres observados en su investigación, y fije al mismo tiempo su situación
con respecto a un más amplio campo de fenómenos, es denominado como teoría onírica.

Hay varias teorías, y algunas de ellas incompletas.

1º- Aquellas que hacen perdurar en el sueño la total actividad psíquica de la vigilia, en las que según ellas, el
alma no duerme.

2º- Aquellas teorías que aceptan en el sueño un descenso de la actividad psíquica y una debilitación de la
coherencia.

3º- Aquellas que adscriben al alma soñadora la facultad de realizar determinadas funciones psíquicas que la
vigilia no puede llevar a cabo o solo muy incompletamente.

h) Relaciones entre el sueño y las enfermedades mentales

Los que hablan de las relaciones del sueño con las perturbaciones mentales pueden referirse a tres cosas: a
las relaciones etimológicas y clínicas, cuando un suelo representa o inicia un estado psicotico o queda como
residuo del mismo; a las transformaciones que la vida onírica sufre en los casos de enfermedad mental, y a
las relaciones internas entre el sueño y la psicosis. Estas relaciones han constituido en épocas anteriores de
la medicina un tema principal de los médicos.

El método de la interpretación onírica

Se ha intentado interpretar los sueños por dos procedimientos distintos. El primero toma el contenido de cada
sueño en su totalidad y procura sustituirlo por otro contenido. Esto se llama interpretación simbólica de los
sueños, que fracasa en todos aquellos que a mas incomprensibles se muestran embrollados y confusos. En
cambio, el segundo de los métodos se podría calificar de método descifrador, ya que considera el sueño como
una especie de escritura en la que cada signo puede ser sustituido, mediante una clave prefijada, por otro de
significación conocida. Hay que tener en cuenta no solo el contenido del sueño sino también la personalidad y
las circunstancias de sujeto.

Estos métodos son imposibles de utilizar, ya que el método simbólico es de ampliación limitada y el
descifrador dependería de saber la clave para descifrar el sueño.

El sueño es una realización de deseos

- Se ha demostrado que los sueños son causa de la realización de deseos.


Con gran frecuencia se hallan sueños que se muestran comprensibles a titulo de realizaciones de deseos y
evidencian su contenido. Son en su mayor parte sueños sencillos y cortos.

Los sueños de los niños son con frecuencia simples realizaciones de deseos, y muy poco interesantes.

La deformación onírica

- Existen muchos sueños de contenido penoso que no muestran el menor indicio de una realización de
deseos.

También se ha resaltado la circunstancia de que en los sueños son mas frecuentes el dolor y el displacer.
Además existen sueños de angustia, que parecen excluir la observación de que los sueños son una
realización de deseos.

Aun así cabe la posibilidad de que también los sueños penosos y los de angustia sean también realizaciones
de deseos.

Material y realizaciones de los sueños

- Resumen de las peculiaridades de la memoria onírica expuestos anteriormente:

1º. Que el sueño prefiere evidentemente las impresiones de los días inmediatos anteriores.

2º. Que efectúa una selección conforme a principios diferentes de aquellos a los que se adapta nuestra
conciencia despierta, recordando no lo esencial e importante, sino lo accesorio y desatendido.

3º. Que dispone de nuestras más tempranas impresiones infantiles, llegando hasta reproducir detalles de
dicha edad que nos parecen nimios y que en nuestra vida despierta teníamos por olvidados hace ya mucho
tiempo.

a) Lo reciente y lo indiferente en el sueño

- Se afirma que en todo sueño puede hallarse un enlace con los acontecimientos del día inmediatamente
anterior. Cualquiera que sea el sueño, esto siempre es verdad.

Se ha observado que todo sueño posee un estimulo entre los acontecimientos del día a cuya noche
corresponde y que las impresiones no muestran con el contenido onírico una relación diferente a la de otras
impresiones cualesquiera pertenecientes a tiempos mas alejados. Es decir, que el sueño elige su material de
cualquier época nuestra vivida, ya puede ser lejana o cercana.

Para la elaboración onírica existe también una especie de fuerza mayor que la obliga a reunir en una unidad
en el sueño todas las fuentes de estímulos dadas.

El estímulo de un sueño puede ser un proceso interior que nuestra actividad intelectual diurna ha actualizado.

La fuente de un sueño puede ser:

 un suceso reciente y psíquicamente importante, representado directamente en el sueño

 varios sucesos recientes e importantes, que le sueño reúne en una unidad

 uno o varios sucesos recientes e importantes, representados en el contenido manifiesto por la


mención de un suceso contemporáneo, pero indiferente
 un suceso interior importante representado siempre en el sueño por la mención de una impresión
reciente, pero indiferente. Así pues, en el contenido manifiesto de todo sueño existe siempre un
elemento que repite una impresión del dia inmediatamente anterior. Esto puede pertenecer al acervo
de representaciones del verdadero estimulo del sueño o proceder del circulo de ideas de una
impresión indiferente, enlazado con el del estimulo onírico por relaciones mas o menos numerosas.
La aparente multiplicidad de las condiciones depende de una alternativa, es decir, de que haya
tenido o no, lugar un desplazamiento.

El elemento psíquicamente importante puede ser sustituido en el sueño por un elemento reciente, pero
psíquicamente indiferente, siempre que en la sustitución se sigan dos condiciones: 1ª, que en el contenido del
sueño sea puesto en relación con lo recientemente vivido por el sujeto; y 2ª, que él estímulo onírico sea
siempre un proceso psíquicamente importante.

b) Lo infantil como fuente onírica

- Se ha señalado anteriormente que en el sueño pueden emerger impresiones de tempranas épocas de


nuestra vida, de las cuales no dispone nuestra memoria en la vigilia. No es fácil determinar la frecuencia con
que esto sucede, porque al despertar no se sabe reconocer el origen de los elementos de los sueños. La
demostración de que se trata de impresiones de la infancia tiene que realizarse objetivamente.

En otra serie de sueños, el análisis muestra que el mismo deseo que ha provocado el sueño que lo realiza
procede de la vida infantil, haciendo ver que en el sueño continuo viviendo el niño con sus impulsos infantiles.

El sueño posee con frecuencia varios sentidos. No solo pueden yuxtaponerse en el varias realizaciones de
deseos, sino que un sentido, una realización de deseos puede encubrir a otra, hasta que debajo de todas
hallamos la de un deseo de nuestra primera infancia.

c) Las fuentes oníricas somáticas

- Se han distinguido tres clases de fuentes oníricas somáticas; los estímulos sensoriales emanados de objetos
exteriores, los estados internos de excitación, de base exclusivamente subjetiva, y los estímulos somáticos
procedentes del interior del organismo. Se advierte que: 1º. Que la importancia de las excitaciones objetivas
de los órganos sensoriales queda comprobada por numerosas observaciones y confirmada
experimentalmente; 2º. Que la función de las excitaciones sensoriales aparece demostrada por el retorno de
las imágenes hipnagogicas en los sueños; y 3º. Que la amplia referencia efectuada de nuestras imágenes y
representaciones oníricas a un estimulo somático interno no es comprobable en toda su extensión, pero
encuentra un punto de apoyo en la influencia, generalmente reconocida, que el estado de excitación de los
órganos digestivos, urinario y sexual ejerce sobre el contenido de nuestros sueños.

El estimulo nervioso y el estimulo corporal serian, pues, las fuentes somáticas de los sueños.

Todo estímulo onírico somático que durante el reposo incita al aparato anímico a su interpretación por medio
de la formación de ilusiones, puede motivar un sin numero de tales tentativas de interpretación y, por tanto,
alcanzar su representación en el contenido onírico por infinitos elementos diferentes.

Puede observarse que los estímulos externos no provocan obligadamente sueños.

Los estímulos sobrevenidos durante el reposo son objeto de una elaboración que los convierte en una
realización de deseos, cuyos restantes elementos se hallan constituidos por los restos diurnos psíquicos
conocidos.

La acumulación de material somático a las fuentes oníricas psíquicas no modifica en nada la esencia del
sueño, el cual permanece siendo una realización de deseos.

d) Sueños típicos
- Para interpretar un sueño ajeno es imprescindible que el sujeto acceda a comunicar las ideas inconscientes
que se esconden detrás del contenido manifiesto del mismo. Sin embargo, existe ciento numero de sueños
que casi todo el mundo sueña en igual forma y de los que se supone que poseen en todos igual significación.

e) El sueño de avergonzamiento ante la propia desnudez

- El soñar que nos hallamos desnudos o mal vestidos ante desconocidos suele surgir sin que durante él
experimentemos sentimiento ninguno de vergüenza o embarazo. Pero cuando nos interesa es cuando trae
consigo tales sentimientos y queremos huir o escondernos, siendo entonces atacados por la paralisis que nos
impide realizar movimiento alguno.

Las personas ante las que nos avergonzamos suelen ser desconocidas. Otra característica de estos sueños
es que nadie hace reproche alguno, ni nadie repara en el sujeto. La expresión de las personas que se
encuentran en el sueño es de indiferencia.

Esto constituye una contradicción en el fenómeno onírico.

f) Sueño de la muerte de persona queridas

- Otros sueños que hay que considerar como típicos so aquellos en los que aparece la muerte de un ser
querido. Estos se dividen en dos clases: aquellos durante los que no experimentamos dolor alguno,
admirándonos al despertar nuestra insensibilidad y aquellos otros en los que nos sentimos poseídos oportuna
profunda aflicción hasta el punto de llorar mientras se duerme.

Los primeros no pueden ser considerados como típicos. Al analizarlos se halla que significan algo muy distinto
de lo que constituye su contenido y que su función es la de encubrir cualquier deseo diferente.

En los segundos, su sentido es, en efecto, el que aparece manifiesto en el contenido, es decir, el deseo de
que muera la persona a que se refiere.

Cuando alguien sueña sintiendo profundo dolor en la muerte de su padre, madre o hermano, esto no se pude
utilizar, ya que de ello se deduce que lo ha deseado alguna vez en su infancia.

g) El sueño de examen

- Todo aquel que ha terminado con el examen de grado de bachillerato puede decir que sueña con que va a
ser suspendido y tendrá que repetir curso. Para el que posea un titulo académico esto se sustituye por el que
tiene que presentarse al examen de doctorado. Estos sueños son el recuerdo de los castigos de la infancia.

Terminados ya los estudios, el castigo ya no se espera de los padres, sino de la vida, y es cuando soñamos
con los exámenes por miedo a que salgan mal en castigo por no haber obrado bien o no haber puesto los
medios suficientes para conseguir un fin.

Los sueños de examen presentan aquella dificultad antes señalada, como característica de los sueños típicos.

La elaboración onírica

- Todas las tentativas para solucionar los problemas oníricos se enlazaban al contenido manifiesto. Ahora se
interpone entre el contenido onírico y los resultados de la observación un nuevo material psíquico: el
contenido latente o ideas latentes.

De este contenido latente y no del manifiesto es del que desarrollamos la solución del sueño.

Las ideas latentes y el contenido manifiesto se muestran como dos versiones del mismo contenido. Las ideas
latentes resultan perfectamente comprensibles en cuanto las descubrimos. En cambio, el contenido manifiesto
es como un jeroglífico
a) La labor de condensación

- La comparación del contenido del contenido manifiesto con las ideas latentes hace ver que ha tenido un
efecto de labor de condensación.

El sueño es conciso, pobre y lacónico en comparación con la amplitud y la riqueza de las ideas latentes.

Se llega a la conclusión de que el sueño que al despertar recordamos es un resto de la total elaboración
onírica, ya que si se recordaría por entero, presentaría una amplitud igual a la de las ideas latentes. Esto es
en parte cierto, porque cuando nos ponemos a recordar un sueño es inmediatamente después de despertar,
mientras que según va avanzando el día su recuerdo se va perdiendo. Por otro lado, el sentimiento de haber
soñado mas de lo que se puede reproducir es una ilusión.

Durante el análisis surgen por primera vez algunas asociaciones, pero estas solo se establecen entre ideas
que se hallaban ya enlazadas de otra manera con el contenido latente.

b) El proceso de desplazamiento

- En la elaboración onírica se exterioriza un poder psíquico que despoja de su intensidad a los elementos de
elevado valor psíquico, y crea nuevos valores que pasan al contenido manifiesto. Cuando esto sucede habrá
tenido efecto en al formación del sueño una transferencia y un desplazamiento de las intensidades psíquicas
de los diversos elementos. Este proceso constituye la parte esencial de la elaboración d ellos sueños y se le
llama desplazamiento. El desplazamiento y la condensación son los elementos cuya actividad es la de la
conformación de los sueños.

c) Los medios de representación del sueño

- En la transformación del material ideológico latente en contenido manifiesto del sueño actúan dos factores
principales: la condensación y el desplazamiento oníricos. A estos hay que agregarles dos nuevas
condiciones que ejercen influencia sobre la selección del material constitutivo del contenido manifiesto. El
sueño no dispone de ningún medio para representar estas relaciones lógicas de las ideas latentes entre sí. La
mayor parte de las veces deja a un lado todas las conjunciones señaladas y toma únicamente para la
elaboracion el contenido objetivo de las ideas latentes.

Las relaciones lógicas de las ideas latentes entre si no encuentran en el sueño una representación especial.

Para representar las relaciones casuales dispone el sueño de dos procedimientos que vienen a ser la misma
cosa.

Las coincidencias o analogías existentes en el sueño constituyen los primeros puntos de apoyo de la
formación de los sueños, y unas parte nada significante de la elaboración onírica consiste en crear nuevas
coincidencias de este genero cuando las existencias no pueden pasar al sueño por oponerse a ello la
resistencia de la censura.

La analogía, la coincidencia y la comunidad son representadas generalmente por el sueño mediante la


síntesis, en una unidad, de los elementos que la componen. Cuando esta unidad no existe de antemano es
creada al efecto. En el primer caso, hablamos de identificación y en el segundo de formación mixta. La
identificación es utilizada cuando se trata de personas, y la formación mixta, cuando los elementos que han de
ser fundidos en una unidad son objetos. No obstante también quedan constituidas formaciones mixtas de
personas.

La identificación cosiste en que solo una de las personas enlazadas por una comunidad pasa a ser
representada en el contenido manifiesto, quedando las restantes como reprimidas para el sueño. Cuando la
formación mixta se extiende a las personas muestra ya la imagen onírica rasgos que pertenecen a las
personas por ella representadas, pero que no le son comunes, quedando así determinada, por la reunión de
tales rasgos, una nueva unidas, una persona mixta
La identificación o la formación de personas mixtas sirve para diversos fines: 1º. Para la representación de
una comunidad de las dos personas. 2º. Para la representación de una comunidad desplaza. 3º. Para
expresar una comunidad simplemente deseada.

d) El cuidado de la representabilidad

- Ya se sabe que el material onírico despojado de casi todas sus relaciones, experimenta una comprensión.
En tanto que la relación simultanea de desplazamiento de intensidad entre sus elementos le impone una
transmutación de su valor psíquico. Los desplazamientos examinados demostraron ser sustituciones de una
representación determinada por otra asociativamente contigua a ella y se revelaron muy útiles para la
condensación. Pero el proceso de desplazamiento puede también revestir una forma distinta y que, según
muestra el análisis, se manifiesta en una permuta de la expresión verbal de las ideas correspondientes.

El desplazamiento se realiza siempre en el sentido de sustituir una expresión incolora y abstracta de las ideas
latentes por otra plástica y concreta. Lo plástico es susceptible de representación en el sueño y puede ser
incluido en una situación, pero la abstracta ofrecería a la representación onírica dificultades analogías las que
hallaríamos al querer ilustrar un articulo de fondo de un diario político. Pero este cambio de expresión no
favorece la representabilidad, resultando también ventajoso para la condensación y la censura.

La expresión verbal favorece en algunos casos la condensación onírica por un camino aun más corto, por lo
que es aprovechable para la elaboración de los sueños todo el sector verbal.

e) La representación simbólica en el sueño. Nuevos sueños típicos

- El sueño utiliza, como anteriormente se ha expuesto, un simbolismo para la representación disfrazada de


sus ideas latentes. Entre estos símbolos hay muchos que entrañan siempre, o casi siempre, la misma
significación. Un símbolo, incluido en el contenido manifiesto, debe ser interpretado con frecuencia en su
propio sentido y no simbólicamente.

f) Ejemplos de representaciones. El calculo y el discurso oral en el sueño

- Se puede afirmar que la elaboración onírica no calcula, ni acierta ni erróneamente; se limita a reunir en
forma de calculo matemático números entrañados en las ideas latentes y que pueden servir de alusiones a un
material no representable.

Es un hecho probado que la elaboración onírica no puede crear discursos originales.

Psicología de los procesos oníricos

a) El olvido de los sueños

- Desde diversos sectores se ha indicado que desconocemos el sueño que queremos interpretar o mejor
dicho, que no poseemos garantía ninguna de la exactitud de nuestro conocimiento del sueño. Aquello que del
sueño recordamos, y a lo que aplicamos nuestra técnica interpretadora, parece, en primer lugar, fragmentado
por la infidelidad de nuestra memoria, particularmente incapaz para la conservación del sueño, y ha perdido,
quizá, la parte más importante de su contenido. En segundo lugar, todo nos hace suponer que nuestro
recuerdo del sueño no es solamente fragmentario, sino también infiel.

También resulta imposible fundamentar de los sueños mientras no lo referimos al poder de la censura
psíquica. La sensación de que hemos soñado mucho durante una noche y solo muy poco recordamos puede
tener en una serie de casos un sentido diferente. Pero, salvo en estos casos, no podemos dudar de que el
sueño se nos va olvidando paulatinamente a partir del momento en que despertamos. Lo olvidamos incluso en
ocasiones en que realizamos los mayores esfuerzos para que no se nos escape.

b) La regresión
- El sueño es un acto psíquico importante y completo. Su fuerza impulsora es siempre un deseo por realizar.
Su aspecto, en el que nos es imposible reconocer tal deseo, procede de la influencia de la censura psíquica
que ha actuado sobre el durante su formación. Han colaborado en su formación una necesidad de condensar
el material psíquico, un cuidado de que fuera posible su representación por medio de imágenes sensoriales, y
además, el cuidado de que el producto onírico total presentase un aspecto racional e inteligente. Se debe
incluir al sueño en la totalidad de la vida anímica.

Fuera de la realización de deseos no hay mas que un solo carácter que separe en este caso los dos géneros
de actividad psíquica.

La experiencia descubre que durante el día aparece desplazado por la censura de la resistencia, y para las
ideas latentes, este camino que conduce a la conciencia a través de lo preconsciente. Durante la noche se
procuran dichas ideas el acceso a la conciencia. Si estas dependieran de una disminución nocturna de la
resistencia que vigila en la frontera entre lo consciente y lo preconsciente, tendríamos sueños que nos
mostraran el carácter alucinatorio que ahora nos interesa.

c) La realización de deseos

- La realización de deseos ha hecho dividir los sueños en dos grupos. Sueños en los que mostraban
francamente tal realización, y otros, en los que no es posible descubrirla sino después de un proceso de
análisis. En estos últimos se reconoce la actuación de la censura. Los sueños no disfrazados demuestran ser
característicos de los niños.

Se hallan tres posibles procedencias del deseo: 1º. Puede haber sido provocado durante el día y no haber
hallado satisfacción a causa de circunstancias exteriores, y entonces perdura por la noche un deseo
reconocido e insatisfecho. 2º. Puede haber surgido durante el día, pero haber sido rechazado, y entonces
perdura en nosotros un deseo insatisfecho, pero reprimido; y 3º. Puede hallarse exento de toda relación con la
vida diurna y pertenecer a aquellos deseos que solo por la noche surgen en nosotros, emergiendo de lo
reprimido.

d) La interrupción del reposo por el sueño. La función del sueño. El sueño de angustia

- Ya en el curso del día o luego, durante el estado de reposo, se abre camino el deseo inconsciente hasta los
restos diurnos y efectúa su transferencia a ellos. Surge entonces un deseo transferido al material reciente o
queda reanimado el deseo reprimido reciente por un refuerzo emanado de lo inconsciente. Este deseo
quisiera ahora llegar a la conciencia por el camino normal de los procesos mentales a través del Prec., al que
pertenecen por uno de sus componentes, pero tropieza con la censura aun vigilantes y tiene que someterse a
su influencia. Tal encuentro le impone una deformación iniciada ya en su transferencia a lo reciente. El
proceso onírico toma entonces el camino de la regresión, camino, que en estado de reposo deja abierto, y
sigue al hacerlo la atracción que sobre el ejercen grupos de recuerdos, dados en parte como cargas visuales
y no como traducción a los signos de los sistemas posteriores. Por el camino de la regresión conquista la
representabilidad. La conciencia, que es como un organo sensorial destinado a la percepción de cualidades
psíquicas, es excitable durante la vida despierta desde dos puntos diferentes. En primer lugar, desde la
periferia de todo el aparato, especialmente desde el sistema de la percepción, y además por las excitaciones
placientes y displacientes que emergen como única cualidad psíquica en las transformaciones de energía
desarrolladas en el interior del aparato.

Una vez que el sueño se ha convertido en percepción, le es posible excitar la conciencia con las cualidades
conquistadas. Esta excitación sensorial produce aquello en lo que consiste su función, haciendo recaer sobre
el estimulo, a titulo de atención, una parte de la carga de energía disponible. De este modo tenemos que
conceder que el sueño produce siempre en cierto sentido un despertar, puesto que convierte en actividad una
parte de la energía que reposa en el Prec. Y recibe entonces de ella aquella elaboración secundaria
disponible. Quiere esto decir que el sueño es tratado por dicha actividad como otro cualquier contenido de
percepciones, siendo sometido a las mismas representaciones de espera, en cuanto su material lo permite. La
dirección del curso de esta tercera parte del proceso del sueño es nuevamente progresiva.

Su segunda parte, se extiende probablemente a través de toda la noche, circunstancia que justifica nuestra
frecuente sensación de que henos soñado durante toda la noche. Aunque no sabemos que. El cuidado de la
comprensibilidad, como proceso de percepción, no puede ser llevado a efecto antes de atraer el sueño la
atención de la conciencia. Desde este punto, experimenta el proceso de un aceleramiento. La elaboración da
intensidad para atraer sobre si la conciencia y despertar lo preconsciente independientemente del tiempo y de
la profundidad de reposo.

e) El proceso primario y el secundario. La represión

- El descubrimiento de las ideas latentes ocultas confirma que el sueño continuo los estímulos e intereses de
la vida despierta. Estas ideas latentes no se ocupan sino de aquello que nos parece importante. Sin embargo
recoge los restos indiferentes del día.

El sueño constituye la sustitución de cierto numero de cierto numero de ideas procedentes de nuestra vida
diurna. Estas proceden de nuestra vida mental normal.

Nos es posible desarrollar las más complicadas funciones intelectuales sin intervención ninguna de la
conciencia.

Los procesos mentales se les llama preconscientes y se les considera como correctos.

f) Lo inconsciente y la consciencia. La realidad

- Son dos procesos o modos de la derivación de la excitación.

El problema de lo inconsciente en la psicología es, menos un problema psicológico que el problema de la


psicología.

El medico y el filósofo no sólo coinciden cuando reconocen que los procesos psíquicos inconscientes
constituyen la expresión adecuada y justificada de un hecho incontrovertible.

Lo inconsciente es lo psíquico verdaderamente real: su naturaleza interna nos es tan desconocida como la
realidad del mundo exterior y nos es dado por el testimonio de nuestra conciencia tan incompletamente como
el mundo exterior por el de nuestros órganos sensoriales.

La diversidad de los problemas de la conciencia se nos muestra en su totalidad en el análisis de los procesos
mentales histéricos.

Glosario

 Alucinación: Sensación subjetiva que no va precedida por de impresiones en los sentidos.

 Antimónico: Dícese de los compuestos de antimonio en los que este funciona como pentavalente.

 Aversión: Oposición y repugnancia que se tiene a alguna persona o cosa.

 Coadyuvar: Contribuir, asistir o ayudar a la consecución de alguna cosa.

 Consumar: Llevar a cabo totalmente una cosa.

 Enajenar: Sacar a uno fuera de sí; entorpecerle o turbarle el uso de la razón o de los sentidos.

 Exento: Libre, desembarazado de cargas, cargas, obligaciones, cuidados, culpas.

 Fisiología: Ciencia que tiene por objeto el estudio de las funciones los seres orgánicos.

 Histérico: Perteneciente al histerismo.


 Histerismo: Enfermedad nerviosa, crónica, más frecuente en la mujer que en el hombre,
caracterizada por gran variedad de síntomas, principalmente funcionales, y a veces por ataques
convulsivos.

 Inherente: Que por su naturaleza está de tal manera unido a otra cosa, que no se puede separar de
ella.

 Inhibición: Componente de los sistemas de regulación, psicológicos o fisiológicos que actúan en los
seres vivos.

 Inteligible: Dícese de lo que es materia de puro conocimiento, sin intervención de los sentidos.

 Neurasténico: Perteneciente o relativo a la neurastenia. // Que padece neurastenia.

 Neurastenia: Conjunto de estados nerviosos, mal definidos, caracterizados por síntomas muy
diversos, entre los que son constantes la tristeza, el cansancio, el temor y la emotividad.

 Onírico: Perteneciente o relativo a los sueños.

 Psicoanálisis: Método creado por Freud para investigar y curar las enfermedades mentales mediante
el análisis de los conflictos sexuales inconscientes originados en la niñez.

 Psicología: Parte de la filosofía, que trata del alma, sus facultades y operaciones. // Ciencia de la vida
mental.

 Psiquismo: Conjunto de los caracteres y funciones de orden psíquico.

 Somático: Dícese de lo que es material o corpóreo en un ser animado. // Aplíquese al síntoma cuya
naturaleza es eminentemente corpórea o material, para diferenciarlo del síntoma psíquico.

Opinión personal

Este libro resulta muy interesante y tiene una lectura rápida y entretenida, sobre todo si te resulta interesante
el tema tratado a lo largo de la obra. Este libro no presenta grandes problemas respecto al vocabulario
utilizado, excepto algunos términos propios de la materia tratad. Aunque el autor utiliza un lenguaje complejo,
no llegar a ser el lenguaje culto utilizado en otros textos que tanto dificulta la lectura, sobre todo al público más
joven que carece de estudios en la materia. Además el autor ha conseguido estructurar de una manera muy
buena su obra, lo que agiliza aun más la lectura y hace más fácil la comprensión de los contenidos que nos
ofrece. Desde el punto de vista de los contenidos tratados en este libro, esta obra resulta bastante completa y
los temas están tratados de una manera muy buena. En conclusión, este libro aúna las características que
todo libro debería tener: proporcionar entretenimiento al lector, hacer un buen tratamiento de los contenidos y
utilizar un lenguaje accesible a todo el público.

Bibliografía

 Trabajo: Sigmund Freud, Interpretación de los sueños, ed. Alianza Editorial.

 Biografía: Enciclopedia Larousse, ed. Larousse.

 Biografía: www.buscabiografias.com

 Glosario: Real Academia Española, Diccionario de la lengua española, ed. Espasa Calpé.

 Textos de apoyo: www.psiconet.com/freud/


La sexualidad Infantil

Máxime en aquella época, se consideraba a la


sexualidad como un fenómeno, inexistente en la
niñez, que emerge recién en la pubertad cuando los
órganos genitales alcanzan su pleno desarrollo. Este
es uno de los puntos que más se le cuestionan a
Freud, el darle excesiva y perturbadora importancia
a la sexualidad. Particularmente he comprobado que
la mayoría de las personas que hace esta objeción
hoy por hoy, lo hacen a partir de la ignorancia. Por
ello, me parece importante aclarar que para Freud la
sexualidad no se reduce a la genitalidad. Freud asocia lo sexual con el placer. Encuentra
que no son los órganos genitales las únicas partes del cuerpo donde se puede hallar placer.
Freud sostiene que existe una actividad sexual infantil, que es autoerótica, en cuanto
encuentra satisfacción en su propio cuerpo.
La primer manifestación de una sexualidad infantil que Freud encuentra es el chupeteo. El
chupeteo consiste en un contacto succionador rítmicamente repetido llevado a cabo con los
labios. Tiene su origen el acto de la succión del pecho materno (el primer acto placentero
de la vida). Los labios del niño quedan constituidos de este modo como zona erógena
(cualidad que con modificaciones conservará en la adultez).
La actividad sexual (búsqueda del placer) se apoya primariamente en las funciones
destinadas a la conservación de la vida (saciar el hambre) pero luego se separa y se hace
independiente. El chupeteo surge entonces como un intento de repetir la sensación
placentera acaecida durante la succión del pecho materno. A este momento del desarrollo
de la sexualidad se lo llamará "etapa oral" dado que es la boca la parte del cuerpo que se
constituye como zona erógena privilegiada.

Las zonas erógenas son  partes de la epidermis o de las mucosas en las cuales ciertos
estímulos hacen surgir una sensación de placer de una determinada cualidad. Existen zonas
erógenas predestinadas (partes del cuerpo que suelen tener de por sí una mayor sensibilidad
como los labios, pezones, genitales), pero cualquier otra región de la epidermis o mucosas
pude constituirse en zona erógena.

Freud encuentra que la sexualidad infantil pasa luego por otra etapa a la que se refiere como
"etapa anal".
Los trastornos intestinales, frecuentes en la infancia, hacen que no falten nunca intensas
excitaciones relativas a la zona anal. El niño no tarda en descubrir sensaciones placenteras
relacionadas con la defecación.
 “Aquellos niños que utilizan la excitabilidad erógena de la zona anal, lo revelan por el
hecho de retardar el acto de la excreción hasta que la acumulación de materias fecales
produce violentas contracciones musculares y su paso por el esfínter una viva excitación
de las mucosas.” (Freud - Introducción al Psicoanálisis)
Los niños no tardarán en descubrir las cualidades erógenas de los genitales. Dice Freud que
los órganos genitales se hallan relacionados con la micción, de manera que no pueden
faltarle estímulos. Es inevitable que la sensación de placer que puede emanar de esta parte
del cuerpo se haga notar en los niños ya en su temprana infancia.

En los primeros años el niño ya ha encontrado muchas formas de obtener placer y las
ejercita sin reparos, ya que los "diques anímicos" contra las extralimitaciones sexuales (el
pudor, la repugnancia, la moral) no están desarrolladas aún. Cuando estas instancias se
comienzan a desarrollar en el proceso de socialización, este brote precoz de la sexualidad
cae bajo la represión, sospechando Freud que esto se relacione con la particular amnesia
que los adultos tenemos sobre los primeros años de nuestra infancia.

Fases de la Sexualidad. Sigmund Freud


"Al principio de placer le sobreviene el principio de realidad". (Sigmund Freud)

         Para abordar este vasto tema, debemos considerar, primero, que Freud afirmó
que existen tres grandes fuentes de donde proviene nuestro penar, y que debido a
ellas tenemos que sacrificar nuestra satisfacciones pulsionales, a saber: la
hiperpotencia de la naturaleza, la fragilidad de nuestro propio cuerpo y la insuficiencia
de las normas que regulan los vínculos entre los seres humanos. En un momento dado,
Freud, considera este último de origen natural: la naturaleza psíquica; es también este
último a la que denominamos cultura, entidad que nos impone restricciones a nuestras
exigencias pulsionales y que nos ha proporcionado el sentimiento de culpa. 

         Desarrollaremos el tema viendo las distintas fases de la sexualidad desarrollados


por Freud, con sus respectivas características, y comprenderemos la influencia de las
tres fuentes, mencionadas anteriormente, sobre todo la cultural, que hacen que el
desarrollo de la sexualidad tenga diversas constituciones y que se produzca un cambio
entre la sexualidad infantil (la cual se creía no existía) y la de la pubertad
(comúnmente la más conocida y la que se pensaba era la única que existía).  

Fase Oral: 

         El ser humano llega a este mundo trayendo consigo simplemente instintos,
secuencias de comportamiento genéticos que le permiten sobrevivir. El bebé satisface
su primera necesidad, de alimentación, a través de la boca y el contacto con el pecho
materno. Está acción es en principio con fines de autoconservación; pero debido al
contacto pecho-boca, a la satisfacción producida por la alimentación y a la
erogenización del epitelio bucal, es que por anaclisis (apoyatura de la pulsión sobre el
instinto) la pulsión (representación psíquica de los estímulos, que provienen del
interior del cuerpo, en la vida anímica) empieza a regir en el individuo. La acción de
mamar ahora se convierte en el chupeteo (acción de succionar que no tiene por fin la
nutrición) donde la acción se deslinda de la nutrición y busca la plena satisfacción,
mediante un circuito de autoerotismo (la fuente y el fin pulsional se encuentran en el
mismo objeto). La búsqueda de satisfacción se regirá hasta el fin de nuestros días. 

         Vemos aquí que la cultura y las propias limitaciones de nuestro cuerpo exigen
que el pecho materno se aleje del bebé; esta ausencia provoca ya nuestro primer
sentimiento displacentero. El YO que se empieza a constituir, gracias a la libido yoica
(energía de la pulsión que apega al Yo al mundo) comprende vagamente la existencia
de un mundo exterior ajeno. En esta fase sólo se entiende como exterior a la Madre o
al Otro Simbólico. 

         El individuo nace en un medio cultural, en un patrimonio formado


históricamente, al que no podrá escapar; dicho medio (cultura) le impondrá normas
para velar por la seguridad del sujeto y su adaptación a una naturaleza despiadada,
pero este tendrá que sacrificar algunas satisfacciones plenas a cambio de esa
seguridad. Esta relación es más explícita en las siguientes fases.  

Fase Sádico Anal: 

         La limpieza, el orden y la belleza, claros productos culturales aunque aún no


comprendidos del todo, incidirán en la vida del sujeto de aquí  en adelante; sobre todo
la limpieza en esta fase. Es en este sentido que la madre en el acto de limpiar al niño
de las respectivas necesidades que produce, erogenizará la zona anal; con la que el
sujeto buscará satisfacción autoerótica mediante la expulsión y retención de heces. 

         Se observa que el Yo está constituido y que, también, existe un Mundo Externo
productor de placer y displacer. El niño comprende esa división entre Yo y M.E.
(mundo exterior) y se manifiesta sobre él, con el único objeto que produce, las heces.
Mediante la retención o expulsión expresa su afecto u odio hacia la madre o M.E. Se ve
claramente aquí el nacimiento del odio hacia el M.E. en una forma de repulsa hacia él y
lo que produce. Esta repulsa parece ser fruto de la libido yoica, de carácter
autoconservativa, que evita el contacto displacentero con ese mundo proporcionador
de estímulos de toda índole. 

         El niño comprende este M.E. y la existencia de los objetos presentes en él,
mediante la investidura (depositar carga) de su libido yoica  en los objetos formando la
libido objetal (fuerza pulsional de variación cuantitativa, cuando la libido yoica
catectiza a los objetos). También existe un afán de dominio hacia el mundo exterior,
apreciable en la aparición de los pares opuestos: sadismo-masoquismo y exhibición-
contemplación (el niño destruye, manipula objetos y observa a los objetos: personas). 

         Esta fase es crucial en relación a la intervención de la cultura, esta impone


ciertas reglas de conducta frente a algunos sucesos: el niño debe ir al baño por sí solo,
debe ser limpio y ordenado, debe llevarse bien con otras personas, etc. Se empiezan a
formar los diques psíquicos que impedirán a las pulsiones exteriorizarse sino es por la
vía de la sublimación, o reprimirán a las pulsiones. La formación reactiva y las
mociones reactivas (fuerzas anímicas contrarias) aparecen y se prolongarán en el
curso de la vida, colaborando en el desarrollo anímico del individuo, según las
exigencias culturales (así la cultura fabrica conceptos como: asco, vergüenza, etc.) 

Fase Fálica: 

         En un principio llamada fase genital, pero que Freud entiende no puede ser así
debido a que el niño (hombre y mujer) no comprende la existencia, todavía, de dos
genitales específicos; sino al contrario de sólo uno: el genital masculino. Este hecho
produce toda la configuración de  esta fase. 

         El objeto pulsional es el falo. Las zonas genitales se erogenizan vía limpieza,
contacto con el aire, ropa, masturbación, y otros. El niño es víctima de la influencia de
la seducción (que trata al niño como un objeto sexual), efectúa su primera elección de
objeto basada en una corriente sensual, que por la inaplicabilidad de los genitales por
su desarrollo, esta primera aproximación a su objeto sexual no puede efectuarse de
manera efectiva, convirtiendo al individuo en un perverso polimorfo (acudirá a todo
tipo de transgresiones, no olvidemos que los diques psíquicos están recién en
formación). Esta exteriorización sexual se convierte en una corriente tierna, por lo ya
explicado anteriormente. 

         Las pulsiones yoicas y sexuales depositadas en los objetos cambiarán de destino
produciendo distinto tipos de efectos. La pulsión de saber (que nace de ese afán de
apoderamiento del M.E.) incidirá en la investigación que el niño efectúa sobre aspectos
como: el nacimiento, la posesión de pene en el hombre, etc. Investigación, por cierto,
siempre frustrada. A pesar del empeño e interés del niño, este nunca comprenderá
(hasta la pubertad) el funcionamiento de las zonas genitales de ambos sexos. 

         Un hecho cultural importante, tal vez el más universal y fundamental de la


sociedad humana, es el del Tabú del Incesto. Relacionado con el Complejo de Edipo (el
deseo por el progenitor del sexo opuesto) producirá la Barrera del Incesto (la salida al
triángulo edípico) gracias al Complejo de Castración en el varón: el varoncito tiene el
temor de ser castrado por el padre debido a su deseo sexual hacia la madre, esto lo
obligará a dejar de desear a la madre y se introducirá en el período de latencia. En la
mujer la salida del complejo de edipo es mucho más complicada y tardía. 

         El complejo de edipo produce, además, la máxima expresión del par amor-odio,
(amar al padre y odiar a la madre o viceversa) y conjugación de la fase anal para
conformar el par amor odio. Se podría decir que el amor (vínculo entre el varón y la
mujer, que fundarán una familia sobre la base de sus necesidades genitales) tiene su
nacimiento en esta fase. El niño comprende que el M.E. le produce placer y displacer al
igual que él hacia el mundo. Su relación con el mundo cambia y se resolverá de aquí
en adelante por el camino de la ambivalencia. 

         El complejo de edipo y la represión impuesta, por necesidades culturales, tendrá


un factor decisivo en esta fase, dando lugar al ingreso al período de latencia. Es
quizás, esta fase en la que la cultura se hace sentir con más fuerza y obliga al sujeto a
sacrificar sus deseos pulsionales; haciendo de él un ser disconforme con el medio. 

Período de Latencia: 

         Se conoce este período por ser de "relativa" suspensión en la investigación


sexual infantil. La represión, diques anímicos, etc. obligados por la cultura ya están
arraigados, en la mayoría de los casos, en la vida anímica del niño. Sucede, así, un
período de amnesia infantil en la que se "olvida" la vida sexual antes realizada debido
a la represión ya existente. La sublimación (modificación de la meta pulsional original
por otra) es el destino más importante en esta fase. A pesar de ello el individuo tendrá
rupturas en este período que lo llevarán a unretorno de la masturbación infantil, hecho
que se dará vía aparato urinario (enuresis nocturna, poluciones, etc.) 

         La sexualidad volverá aparecer, después de una metamorfosis, en la pubertad;


etapa donde se creía que la sexualidad recién aparecía y se denominaba normal.  

Fase Genital: 

         En esta, se producen crecimiento de los genitales externos y desarrollo de los


genitales internos (como productores y receptores de sustancias genésicas). Las zonas
erógenas predominantes en las anteriores fases producen ahora un placer previo que
conlleva a una acumulación de placer e incremento de la tensión suficiente para llevar
a cabo el acto sexual, obteniéndose así un placer final con la descarga de los productos
genésicos, mucho mayor en satisfacción al placer previo. 

         Las pulsiones parciales y las zonas erógenas se ponen al servicio de un nuevo
fin: la reproducción, se puede decir que la pulsión es "altruista", en este sentido. La
libido "amortiguada" hará escoger un nuevo objeto sexual que, por la barrera del
incesto, se encontrará fuera del triángulo familiar: padre-madre-niño. Este segundo
hallazgo de objeto tendrá relación directa con el primero (de la fase fálica), tiene
connotaciones también con la pérdida del pecho materno; en sí se trata de un
reencuentro. 

         Se tenderá a buscar al nuevo objeto sexual según las características del ser
amado en la fase fálica. Para ello, el individuo empleará nuevamente una corriente
sensual para aproximarse a l nuevo objeto, como lo hizo en un principio. Este vínculo
entre el primer y segundo hallazgo de objeto es esencial en la vida futura del sujeto
por la elección de objeto. 

         No olvidemos que la cultura influye, también, en la búsqueda del objeto sexual:
impide el aproximamiento al primero mediante el complejo de edipo y la barrera del
incesto, y al segundo especificando inhibiciones autoritativas para elegir un objeto del
sexo opuesto y cualquier satisfacción extragenital prohibida como perversión. En fin, la
cultura, producto humano, ha sido configurado para evitar displaceres al ser humano
provenientes de la naturaleza y las relaciones recíprocas entre hombres, pero
contradictoriamente no aporta muchas probabilidades de goce.

Sigmund Freud

También podría gustarte