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TARTAMUDEZ

La tartamudez es un trastorno de la comunicación que se caracteriza por las interrupciones involuntarias o


alteración del ritmo del habla.

Las causas pueden ser variadas como algún problema emocional, alteración de lenguaje, diferencia entre los
tiempos de procesamiento del mensaje y producción de este a través de los órganos fonoarticulatorios.

La correlación familiar por imitación no es la única explicación, como ya mencionaba anteriormente  hay
factores contextuales que pueden desencadenar tartamudez en el menor, como no respetar sus ritmos de
producción, incrementar la ansiedad que entorpezca sus enunciados.

El hecho de que algunos niños presenten tartamudez durante el periodo de adquisición del lenguaje  (2-3
años) es normal, cuando juegan con sus primeras palabras y experimentan el efecto que crean éstas en su
ambiente. Tantean resultado y reacción de su producción en el contexto.

Ahora bien, cuando estas interrupciones son consistentes, y no se asocian a otro patrón explicativo de los
síntomas deja de ser normal, al igual que cuando estás conductas permanecen en el tiempo y cuando es un
factor entorpecedor para la adquisición de otras habilidades lingüísticas superiores.

Es muy común que este trastorno despierte ansiedad en los padres, debido a la latencia que se genera en la
respuesta de sus hijos. Generalmente los padres no dejan que los menores terminen sus enunciados, lo cual
afecta al menor ya que nunca logra expresar lo que el desea con sus propias palabras y eso le produce
frustración.

Los padres tienden a acelerar el ritmo normal de los niños y por ende aceleran también la producción de los
menores, llegando a ser estas también interrumpidas por no respetar su propio ritmo.

Los padres deben prestar atención cuando estos errores comienzan a ser más sistemáticos y permanentes
para que no se trasforme en un problema.

La presión de los padres, la ridiculización del medio, hace que estos niños se sientan avergonzados de hablar y
de decir lo que sienten en el momento y situación que deseen. Eso los restringe no tan solo a nivel de
expresión, sino que también de pensamiento.

Respecto a la pregunta de si se puede evitar, es preciso decir que lo principal es que los padres deben respetar
los turnos y latencia de respuestas del menor, además de consultar oportunamente a un especialista cuando
estos errores son más frecuentes en el habla del niño.

También ayudan al realizar una diferencia entre refuerzo negativo y castigo, ya que un refuerzo negativo
puede modelar la conducta y el castigo de los padres generalmente termina creando frustración en el menor.

Entonces, para que el niño pueda superar la tartamudez, los padres ayudan eliminado aquellas conductas que
entorpezca la producción del menor, respetando sus turnos y la latencia de sus respuestas, ayudando a que no
se sienta avergonzado para evitar el aislamiento.

No debemos olvidar que somos entes netamente comunicativos, por lo tanto gran parte del desarrollo de
nuestro pensamiento y de nuestro desarrollo personal está íntimamente vinculado con la experiencia que
vamos teniendo con el lenguaje. Por lo tanto a mayor restricción de esta, mayor restricción del desarrollo
integral del niño.
CRISTIAN GODOY BARRERA

Fonoaudiólogo

Mi hijo tartamudea
Se calcula que el 20% de los niños tartamudean en algún momento de su vida. La mayoría de los niños superan
su tartamudez llegando a hablar con perfecta fluidez.

No obstante, la tartamudez es crónica en el 1% de los niños pequeños.

Es importante evitar que el niño sea más consciente de lo tartamudo que ya es, debiendo solicitar en primer
lugar el asesoramiento de un experto en terapias del habla sin el niño. Más adelante, el experto en terapias del
habla querrá ver al niño para realizar una valoración directa de sus fallos del habla. Lo cual se realiza de forma
informal para evitar provocar ansiedad en el niño.

La terapia en sí no suele llevarse a cabo directamente por el experto en terapias del habla sino por los padres.
La introducción de pequeños cambios en la forma de hablar y comportarse de los padres con el hijo puede
aumentar la confianza de éste y su capacidad para hablar con fluidez. El experto en terapias del habla
comentará los métodos que se pueden seguir para conseguir este fin.

Terapia global de la tartamudez (Phillip J. Roberts) explica de forma detallada el modo en que los padres
pueden ejercer una influencia positiva en su hijo, por ello recomendamos la lectura de este libro antes de
concertar cita con el experto en terapias contra la tartamudez. Este libro también aporta información
exhaustiva relativa a la tartamudez, por lo que puede ayudar a comprender las necesidades del niño.  Haga clic
aquí para obtener más información sobre este libro.

Recomendaciones

No es suya la culpa de que su hijo tartamudee. No obstante, puede ser de gran ayuda para reducir y/o eliminar
la tartamudez introducir pequeños cambios en su forma de hablar y comunicarse con su hijo mejorando la
autoconfianza del niño.

1 - Deben evitarse los pactos de silencio. Cuando un niño tartamudea, los padres y demás familiares
encuentran a menudo la situación tan embarazosa que hacen como si su tartamudez no existiera realmente. El
niño se siente indefenso y solo ante su tartamudez, por lo que lo único que se consigue es complicar las cosas.
Por tanto, debe intentar hablar con su hijo sobre la tartamudez. Asegúrese de no mostrar ansiedad. Debe
comentar su tartamudez de una forma informal y como si no fuera con usted para evitar que el niño sea
consciente de tener dicho problema.

2 - Al hablar con el niño, evite utilizar palabras como 'tartamudez' o 'tartamudeo', 'Experto' o 'Experto en
patologías del habla'. Los niños no entienden el significado de estas palabras y las perciben como algo
espantoso. Lo cual va a hacer que la conciencia que tiene el niño de su fallo del habla aumente de forma
innecesaria. En su lugar, debe utilizar palabras que formen parte del vocabulario del niño. Por ejemplo, haga
referencia a 'palabras que se bloquean'.

3 - No le diga al niño que "hable despacio", que "se tranquilice" o "que respire hondo". Si lo hace, el niño
perderá la confianza en su capacidad de hablar y su tartamudez aumentará. En su lugar, usted debe hablar
despacio y sin prisas. º Los niños tienden a imitar a sus padres, por lo que hablarán más despacio al reducir la
velocidad de su discurso. Utilice frases cortas que el niño pueda entender con facilidad.

4 - Si su hijo le hace una pregunta, haga una pausa de varios segundos antes de responder. De nuevo, el niño le
imitará y se tomará su tiempo a la hora de hablar.

5 - Cuando el niño le hable, asegúrese de mirarlo y prestarle toda la atención. La tartamudez suele aumentar
cuando el niño tiene la impresión de que el interlocutor no está escuchando. Utilice expresiones con el rostro
para mostrar que escucha a su hijo y que está consiguiendo transmitir su mensaje.

6 - Mantenga contacto visual con el niño, incluso cuando tartamudee.

7 - Tenga paciencia con su hijo. No muestre su disgusto o preocupación por la tartamudez. Muestre al niño que
lo acepta sólo por cómo es.

8 - No interrumpa al niño cuando hable. Los niños están más relajados y tienen menor probabilidad de
tartamudear si saben que no van a ser interrumpidos. Asegúrese de que todos los miembros de la familia
hablan de uno en uno.

9 - A los niños no les gusta que les presionen con preguntas, siendo especialmente cierto en el caso de niños
que tartamudean. Evite hacer preguntas al niño dejándole que hable sobre lo que desee hablar.

10 - Elogie a su hijo siempre que haga algo bien. Esto aumentará la confianza del niño.

Ayudar a niños con tartamudez


- Evitar la corrección cuando hable el niño.
- Evitar críticas, burlas, o castigos.
- No intentar ayudarlo a que complete la palabra que quiere transmitir
- Darle todo el tiempo que él necesite para hablar.
- No ponerle cara de susto, o demostrar impaciencia al hablar con el niño tartamudo.
- Estimular y fomentar el clima de comunicación.
- Compartir y realizar juegos no directivos al niño.
- Contar cuentos al niño.
- Reconocer su problema y dificultad.
- Corregir solamente en casos muy específicos, pero de forma positiva.
- Proporcionar un clima relajado en el hogar, que estimule al habla del niño.
- Escuchar atentamente al niño.
- Hablar pausadamente con el niño puede ayudarle a hablar de la misma forma.
- Si el niño saca el tema, hable con él acerca de su problema.

La Fundación Española de la Tartamudez recomienda


- Evite hacer comentarios como habla más despacio o no te pongas nervioso. En lugar de ayudarle, esos
comentarios le hará todavía más tenso y nervioso.
- Sea paciente. No intente ayudar a hablar
- Intente transmitir a la persona tartamuda que lo más importante es lo que dice y no cómo lo dice
- No intentes competir con el tartamudo en el habla
- Cuando hable con un tartamudo, intenta comportarse igual que lo hará con otra persona
- No felicite al que tartamudez cuando él consigue completar alguna frase difícil
Recuerda que la tartamudez no quiere decir que la capacidad intelectual del que la sufre, es más pequeña. Las
personas que tartamudean son tan inteligentes como las que hablan con fluidez. Genios como Newton eran
tartamudos. Por su dificultad verbal de decir alguna palabra, los tartamudos suelen sustituirla por algún
sinónimo, lo que hace con que ellos desarrollen una capacidad verbal mucho más rica y desarrollada. Son más
rápidos de pensamiento en sustituir palabras y frases. 

Recuerda que el sufrimiento de los tartamudos llega a ser más grande que su dificultad para hablar. El
sufrimiento de los niños con tartamudez muchas veces empieza en la escuela, donde pueden ser objeto de
risas o burlas por parte de sus compañeros. Eso le podrá cambiar el carácter, y hacer con que vuelva más
solitario.

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