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Sonido

Situación problemática. Ondas sonoras

Efecto Doppler
LECCIÓN 1 de 2

Situación problemática. Ondas sonoras

Debo buscar un sonar para ir de pesca. No necesito cualquier sonar, debe ser el adecuado para el tamaño de los peces.
Al consultar, me dicen que está permitido pescar especies a partir de los 20 cm de largo. Además, sabemos que el

lugar elegido es un lago de agua dulce cuya densidad es de 1.000 [Kg/m3]. Con esta información debo determinar
¿cuál es la frecuencia que debe tener la onda del sonar?

Se presenta otra situación: el operador de la torre de control de la escuela de aviación militar nos solicita determinar a
qué distancia de la torre se va a encontrar un avión A4C que pasa a una velocidad de 1,2 Mach y a una altura de 500
metros por encima del lugar. Además, nos aclara que dichos datos deben calcularse en el momento exacto cuando el
operador de la torre escuche la onda de choque.

Ondas sonoras

El sonido es, sin dudas, la onda mecánica más importante. Podemos definir al sonido como una onda mecánica
longitudinal en un medio dado. Las ondas sonoras más simples son las senoidales por su característica de parámetros
definidos.

El sonido se puede propagar en medios gaseosos, líquidos y sólidos. En este momento nos interesa el sonido en el
aire porque es el que puede percibir nuestro oído. Las frecuencias de la gama audible de nuestro oído están entre los
20 Hz a 20 kHz (una gama bastante amplia). Luego existen los ultrasonidos, que tienen frecuencias superiores a la
audible; y los infrasonidos, con frecuencias menores a las audibles por el oído humano.

El sonido es percibido por el oído por la variación de presiones del medio (aire). La amplitud en una onda sónica es
lo que llamamos volumen (ocurre de manera frecuente que personas sientan diferentes volúmenes de la misma
amplitud sónica). Acá consideramos que la amplitud senoidal actúa por encima y por debajo de la presión
atmosférica (la presión atmosférica sería el eje de simetría de las amplitudes).

A las frecuencias del intervalo audible de esas amplitudes las llamamos tono. A frecuencias altas, el tono es más
agudo y, a frecuencias bajas, el tono es más grave. En el caso de los sonidos musicales, la onda es más compleja que
una simple onda senoidal ya que, además de la frecuencia fundamental, hay muchos armónicos en simultáneo. Puede
ocurrir que dos instrumentos musicales tengan la misma frecuencia fundamental, pero conserven diferente tono. Esto
se debe a la diferencia de armónicos de cada instrumento.

A estos armónicos se los denomina color del tono o timbre. Las cuerdas vocales actúan como un instrumento de
viento, por ejemplo, las vocales “a” y “e” tienen la misma frecuencia fundamental, pero se las distingue por el
timbre.

El ruido es la combinación de todas las frecuencias, no solamente las de múltiplos entero de una frecuencia
fundamental. El caso extremo de ruido es el llamado ruido blanco, que es la combinación de todas las frecuencias en
partes iguales de las audibles. Un ejemplo de ruido blanco es el viento.

La rapidez de una onda está dada por la fórmula: v= L.f, en donde v es la velocidad de la onda, L es la longitud de la
onda y f es la frecuencia de la onda.

La rapidez del sonido en un fluido viene dada por la fórmula: v =(B/d)1/2; en donde v es la rapidez del sonido en el
fluido, B el módulo de volumen (que es el recíproco de la compresibilidad) y d es la densidad de fluido en la que se
propaga el sonido. El sonido en un líquido se propaga más rápido que en un gas porque en el líquido la
compresibilidad es mucho menor que en los gases o, dicho de otra manera, a los líquidos los consideramos casi
incompresibles.

La rapidez del sonido en una varilla sólida está dada por la siguiente fórmula: v = (g/d)1/2, en donde v es la rapidez
del sonido, g es el módulo de Young y d es la densidad del sólido. El sonido en una varilla sólida se va a propagar
más rápidamente cuando el material sea menos denso.

El ultrasonido se utiliza para la visualización ultrasónica, por ejemplo, en el caso de las ecografías en donde las
longitudes de onda son muy cortas y de alta frecuencia para poder detectar objetos pequeños, por ejemplo, los
cálculos en un riñón.
Al nivel de intensidad del sonido lo sacamos con la siguiente fórmula: b = 10 log (I/Io); en donde b es el nivel de

intensidad medido en [dB] decibel que es la décima parte del Bell; Io es la intensidad de referencia igual a 1x10-
12[w/m2] que es el umbral de la audición humana a 1.000 Hz y log es el logaritmo en base 10. Las normas nacionales
que regulan la seguridad e higiene laboral especifican los niveles de sonidos de algunas fuentes. El rango de dB de la
audición humana que no genera dolor está entre 0 db a 120 dB, por encima de este nivel comienza el dolor y el
sonido puede provocar daño físico, como la perforación del tímpano del oído.

La propagación del sonido depende de la condición del medio, por ejemplo, la fuente puntual de sonido. Pensemos
en una máquina que funciona al aire libre en una llanura sin árboles, aquí el sonido se propagará en forma esférica y
su amplitud disminuirá a medida que se aleja del punto de emisión. En el caso de una autopista, el sonido ocasionado
por los vehículos se propaga en forma cilíndrica y el eje del cilindro es la carretera, ya que consideramos esta fuente
como lineal.

La reflexión del sonido se comporta de forma muy parecida a la reflexión de la luz. Existe, además de un emisor,
múltiples sonidos de otros emisores que influencian en la reflexión. En este sentido, los ingenieros hacen estudios
previos que resultan muy relevantes al momento de idear una buena acústica para teatros, iglesias, entre otros.

La absorción del sonido, al igual que la reflexión del sonido, son características que el ingeniero en acústica debe
manejar. La absorción del sonido está dada por un índice de absorción “a” que varía entre 0 y 1. Le corresponde el
valor 0 a la reflexión ideal y el valor 1 a la absorción ideal. La absorción varía con el tipo de material, rugosidad,
porosidad y, en algunos casos, en la resonancia del material.

El aislamiento del sonido se mide en dB y depende, en mayor medida, del espesor de la pared como de la masa
superficial de la misma.

El suelo también cumple un papel importante en la propagación del sonido. Existen suelos reflexivos y suelos
absorbentes.
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Efecto Doppler

Este fenómeno se refiere al estudio de las ondas sónicas cuando el emisor, receptor o ambos están en movimiento.
Para obtener las fórmulas que rigen este fenómeno vamos a comenzar por analizar una fuente puntual estacionaria y
un receptor que se acerca al emisor, como se puede ver en la figura 1.

Figura 1: Efecto Doppler de un emisor estacionario y un receptor que se mueve


hacia el emisor

Fuente: elaboración propia.


De acuerdo con la figura, podemos determinar las siguientes ecuaciones: fR= v+vR/L en donde fR es la frecuencia del

sonido que oye el receptor; v es la velocidad del sonido del emisor; vR es la velocidad de desplazamiento del receptor

y L es la longitud de onda del sonido del emisor. El signo + es por convención cuando el receptor se acerca al emisor.
Sabemos que L= v/f; en donde f es la frecuencia del sonido del emisor. Si reemplazamos valores en la fórmula de fR

y simplificamos nos queda: fR=[1+(vR/v)]. f.

Ahora realizaremos un análisis parecido en donde el emisor también se mueve. Observaremos esto en la figura 2.

Figura 2: Emisor y receptor se mueven

Fuente: elaboración propia.

En la figura 2 vemos que las ondas enfrente del emisor están comprimidas y se puede escribir la longitud de onda
enfrente Le= (v-vE) /fE; en donde le es la longitud de onda del emisor enfrente del mismo; v es la velocidad del

sonido en el medio; vE es la velocidad del emisor y fE es la frecuencia del sonido que emite el emisor. Respecto a la

onda detrás ocurre que se dilata y podemos expresarla como: Ld= (v+vE) / fE en donde "Ld" es la longitud de onda
del emisor detrás del mismo. Con estos elementos podemos determinar la fórmula de Doppler y escribirla: fR=

[(v+vR) /(v+vE)]. fE; aquí fR es la frecuencia que oye el receptor cuando se mueven ambos en el mismo sentido.

Ondas de choque

Las ondas de choque se producen cuando el emisor se mueve con una rapidez superior a la velocidad del sonido del
medio. El caso más representativo es un avión supersónico que, luego de que vuela sobre nosotros y vemos cómo se
aleja, recién sentimos un estruendo; ese estruendo son las ondas de choque.

Vimos que, cuando el emisor se movía, las ondas se comprimían delante de él y, a medida que aumenta su velocidad
de desplazamiento, las ondas se comprimen más y más, por ende, el emisor debe hacer mayor fuerza para avanzar.
Debido al principio de acción y reacción, el aire ejerce una fuerza igual, por eso, cuando se llega al límite en que la
velocidad del emisor es igual a la velocidad del sonido del medio, estamos en presencia del fenómeno llamado
barrera del sonido. Cuando el emisor supera la velocidad del sonido, las fórmulas de Doppler delante del emisor ya
no tienen validez. Una vez que el emisor pasa la barrera del sonido se forman unas crestas de onda en serie que
constituyen las ondas de choque. En la figura 3 podemos observarlas.

Figura 3: Ondas de choque


Fuente: elaboración propia.

En la figura 3 observamos que el avión (emisor) ha superado la velocidad del sonido y, al avanzar, desaloja el aire
circundante emitiendo sonido. La figura 3 es un corte del análisis que hacemos de la punta del avión (hacemos esta
aclaración porque existen partes como la cola, puntas de ala y otras que también generan ondas de choque), entonces,
el lugar donde se generan las crestas, en este caso, es en la punta del avión. Cada una de esas crestas se expande en
un círculo con centro por donde pasó la punta del avión. Si unimos todas esas crestas con la línea verde tendremos la
onda de choque. Constructivamente, es un triángulo rectángulo en donde la hipotenusa está dada por el
desplazamiento del avión y está representada matemáticamente por la ecuación vE.t; donde vE es la velocidad

supersónica del avión, t es el tiempo que trascendió para recorrer el trayecto E1-E2 y el cateto opuesto al ángulo a es

v.t, es la expansión del sonido en el punto E1. Con esto podemos decir que: seno a = (v.t) /(vE.t), lo que significa que

nos queda seno a=v/vE; "a" es el ángulo de la onda de choque y la relación vE/v es el número de Mach en donde vE

es la velocidad supersónica del avión y v es la velocidad del sonido en el medio.

Cabe aclarar que lo anterior se dedujo en función del corte de la figura 3. En la realidad, la onda de choque es un
cono con vértice en E2 y los círculos son cortes de esferas sónicas.

Solución a la situación problemática


Con respecto al sonar, la incógnita es la frecuencia del sonido en el agua para que cumpla con una longitud de onda
sónica de 20 cm para evitar, de este modo, ver los peces de menor tamaño.

Nos hace falta otro dato: el módulo de volumen del agua. Lo averiguaremos al buscar el módulo de compresibilidad
del agua y calcular el recíproco del mismo para obtener el módulo de volumen B. Si buscamos en internet obtenemos

que el módulo de compresibilidad del agua es 45,8 x 10-11 [1/Pa], por lo tanto, B = (1/45,8) x 1011 [Pa].

Lo que primero que debemos determinar es la velocidad del sonido en el medio (agua). Aplicaremos la fórmula v =

(Bagua/dagua)1/2 y, al reemplazar por los valores numéricos nos queda: v = {(1/45,8) x 1011 [Pa]/ 1.000 [Kg/m3]}1/2 =

1480 [m/seg].

También tenemos la fórmula de las ondas que es L = v/f; al despejar la frecuencia nos queda f = v/l. Si reemplazamos
por los valores numéricos queda f= 1480 [m/seg]/0,2 [m]. Finalmente, nos queda: f = 7.400 Hz y esta es la frecuencia
que debe tener nuestro sonar para detectar peces de 20 cm o más grandes.

Para resolver la segunda situación problemática nos vamos a ayudar con el croquis 1.

Figura 4: Croquis 1
Fuente: elaboración propia.

Debemos averiguar la distancia (E1 – E2). El dato que tenemos es la velocidad del sonido v = 340 [m/seg] y la
velocidad del jet A4C, la cual es de Mach 1,2.

Podemos determinar el seno a = v.t/vA4C .t; luego, al simplificar los “t” nos queda arcoseno a = v/vA4C y, si
reemplazamos por los valores numéricos nos queda: arcoseno a = 340 [m/seg] / (1,2. 340 [m/seg] = 56,44°. Este es el
ángulo del cono sónico.

Ahora debemos determinar el tiempo [t] en el que tarda en llegar la onda de choque representada en el corte como el
radio v.t del círculo con centro en E1 (es una esfera sónica). El radio es de 500[m] = 340 [m/seg]; si despejamos t
=500 [m]/340[m/seg] resolveremos que t = 1,47[seg]. A este valor del tiempo lo reemplazo en la siguiente fórmula y
queda: (E1-E2) = VA4C . t; luego, al reemplazar por los datos, nos queda: (E1-E2) =1,2 . 340[m//seg] . 1,47[seg] =

599,76 [m].

Esto se explica así: cuando el operador de la torre siente el estruendo de la onda de choque del avión que pasa a 500
metros de altura, el avión ya se encuentra a casi 600 metros de distancia de la torre de control.

Indica si la siguiente afirmación es verdadera o falsa: el sonido en el agua se propaga a


mayor velocidad que en el aire.

Verdadero.

Falso.

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