TEMA 4: EL DERECHO DE LA ESPAÑA BAJO MEDIEVAL: LA OBRA

LEGISLATIVA DE ALFONSO X
1. LA OBRA DE ALFONSO X EL SABIO
Hemos de hablar de la recepción del derecho común en el s. XII que presenta unas características
específicas:
- Inexistencia de una norma de aplicación general : Venimos de un sinfín de derechos
aplicables sobre el territorio sin un principio de derecho común para todos.
- Tendencia hacia la unificación del derecho : A partir del s. XIII y s. XIV empiezan a aparecer
elementos que manifiestan una tendencia hacia la unificación de el derecho. A ello sin duda
contribuye el hecho de que aparezcan estudios generales en los que se analizan todas las
corrientes jurídicas y se forman los juristas y los letrados.
Contribuye a ello también el hecho de que los monarcas empiecen a ejercer funciones
legislativas de calado (de importancia). Es decir, que los reyes empiezan a realizar obras
legislativas oficiales centradas en unificar esa dispersión normativa que había
caracterizado la alta edad media.
En este panorama encontramos un referente singular en Alfonso X, el gran monarca unificador
cuyo reinado presenta el mayor periodo de esplendor legislativo en la historia jurídica o normativa
de castilla.
La labor legislativa de este monarca se caracteriza por los siguientes elementos:
- A través de su obra reivindica el poder legislativo del rey. Pone en valor que los monarcas
pueden establecer normas además de reinar.
- Se enriquece el ordenamiento jurídico mediante la recepción de ese derecho clásico
romano-canónico, ya que se otorga un ordenamiento jurídico completo y se mejora la
redacción y la técnica jurídica de los textos legales existentes.
- Se produce una unificación jurídica también a nivel de todos los reinos, dando lugar a un
derecho territorial que se va a aplicar de forma unánime en todos los reinos, va a haber un
único derecho común para todos los reinos.
- Alfonso X lleva a cabo una gran labor divulgativa de esa obra jurídica, siendo escritas en
romance castellano, la lengua común que todo el mundo conocía, de ahí que se divulgase
fácilmente.
Para alcanzar esta tarea Alfonso X, la lleva a cabo a través de una doble vía:
- En primer lugar, aprovecha esa vía local que existía a través del fuero real, aprovecha ese
derecho local preexistente.
- En segundo lugar, a través de las partidas unifica a nivel territorial el derecho, impone un
derecho territorial de carácter general.
1.1 EL FUERO REAL (CÓDIGO)

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Se trata de uno de los tres grandes códigos.
El fuero real es el primero de los códigos realizados bajo el reinado de Alfonso X el Sabio. Es
conocido por muchos otros nombres como Fuero de Castilla, Fuero castellano o Fuero del Libro.
Nació con el objetivo de ser un intento unificador de ese derecho local y se promulgó juntamente
con el Espéculo en 1255. Su autor material no es Alfonso X, sino que no se sabe, este la promulgó,
le dio carácter oficial pero no la redactó.
Se compone de cuatro libros. El primero trata de materia religiosa, derecho público,
Administración de la justicia y derecho civil. El segundo trata exclusivamente y más en detalle de la
Administración de Justicia. El tercer libro está dedicado al derecho matrimonial y el derecho
sucesoria. El cuarto libro alberga el derecho procesal y el derecho penal.
Con lo que respecta al ámbito de aplicación, se promulgó como un código general para todo el
territorio castellano, así como también para determinadas localidades. El profesor Lalinde opina
que la finalidad del monarca al promulgarlo fue intentar alcanzar una uniformidad del derecho
local otorgando una relación amplia de esta obra a determinados lugares que tenían ya derechos
insuficientes y, por tanto, el fuero real sustituyó ese derecho insuficiente.
En cuanto a las fuentes de las que se inspira, hay una disputa entre los diferentes historiadores
jurídicos. Martínez Marina afirma que el fuero real es comprensivo (abarca todos los fueros que
viene a sustituir) de las leyes más importantes que había dentro de los fueros municipales, a los que
viene a sustituir.
Sin embargo, Galo Sánchez manifiesta que es un texto cuyos autores no tuvieron en cuenta para su
redacción la legislación existente y, por tanto, manifiesta que este fuero desconoce las fuentes de
derecho originales y solo tuvo en cuenta el fuero de Soria.
El fuero real es un texto esencial cuyo elemento característico fundamental es ese carácter
unificador, pues reúne toda la dispersión del derecho local existente.
1.2 EL ESPÉCULO (CÓDIGO)
El Espéculo es un texto jurídico contemporáneo al anterior (1255) y su titulo responde a la
terminología alemana de la época, significando “espejo del derecho”.
Sabemos que fue promulgado en Palencia por Alfonso X el Sabio junto con el fuero real, pero la
autoría de este volvemos a desconocerla.
Se estructura tanto en libros, como en títulos como en leyes, y con carácter general tiene 5 libros:
- Primer libro: Recoge los aspectos relativos a las potestades de los reyes y cuestiones
religiosas.
- Segundo libro: Habla de la custodia y la tutoría del rey, de su familia y de la corte real
(aspectos monárquicos).
- Tercer libro: Contiene el saber de obediencia y servicio al rey sobre todo en el aspecto
militar y de vasallaje.

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 - Cuarto y quinto libro: Se centran en la justicia, procedimiento ordinario del servicio de
administración de la justicia.
En cuanto a su significado, encontramos varias teorías:
- García Gallo: El Espéculo fue la primera obra legal de Alfonso X, aunque perdió fuerza y
fue desplazada por el fuero real como texto real, y por tanto quedó como un manual de
doctrina, el antecedente de lo que después serán las partidas.
- Iglesia Ferreirós: Establece que Alfonso X el Sabio había promulgado primero el fuero real
a Castilla y a Extremadura, y después el Espéculo al resto de los territorios, intentando así
unificar jurídicamente la dispersión normativa.
1.3 LAS 7 PARTIDAS (CÓDIGO)
Es su obra cumbre. También se conocen con el nombre de “El libro de las leyes” y constituye el
texto básico y fundamental de la legislación alfonsina y su nombre nos indica a las partes de las
cuales se compone (7 libros).
Esta obra representa el acto más ambicioso de sustituir todo el derecho local preexistente de los
fueros municipales y crear un único derecho general con influencias del derecho romano
justinianeo y del derecho canónico.
En cuanto a la fecha de elaboración, hay ciertas dudas. Galo Sánchez entiende que hay dos
momentos en los cuales se realiza: un primer momento en el inicio de la obra en 1256, que es
cuando se empieza a elaborar la obra, y la concluye en 1263; pero con posterioridad, la obra se
desarrolló más allá y terminó finalmente en 1265.
Tampoco hay seguridad de donde fue redactada esta obra, aunque la mayoría de la doctrina opina
que fue en Sevilla. También se discute su autoría, aunque sí que parece que toda la doctrina afirma
que no fue Alfonso X quien la escribió materialmente, sino que la promulgó. Galo Sánchez cree que
Alfonso X encargó cada libro a un jurista especializado en la materia.
- Primer libro: Titulado “De todas las cosas que pertenecen a la fe católica que facen al home
conoscer a Dios por creencia” trata de materias canónicas y de derecho eclesiástico. Tiene
25 títulos.
- Segundo libro: Está dedicado al derecho público y tiene 31 títulos que recogen el poder de
los emperadores y reyes, el derecho sucesorio, el derecho militar, etc.
- Tercer libro: Versa sobre la organización judicial y el procedimiento de justicia y se
compone de 32 títulos.
- Cuarto libro: Contiene todos los aspectos relacionados con el derecho civil, como el
matrimonio y las relaciones paternofiliales. Está compuesto por 27 títulos.
- Quinto libro: Versa cobre el derecho contractual, compuesta por 15 títulos.
- Sexto libro: Está dedicado al derecho sucesorio y tiene 19 títulos.
- Séptimo libro: Tiene 37 títulos y se ocupa del derecho penal y procesal.

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También se discute si realmente llegaron a ser promulgadas por Alfonso X, siendo muy probable que
no tuvieran fuerza legal en ese periodo, aunque sí que es verdad que fueron alegadas siempre en
los tribunales como elemento de enjuiciamiento.
1.4 OTROS TEXTOS
- Opúsculos legales: No son más que un conjunto de leyes específicas dirigidas a determinados
sectores, como el ordenamiento de las tafurerias de 1272 (regula el juego), las leyes de
Mesta de 1278 (conflicto entre ganaderos y pastores y aquellos que tienen tierras por donde
pasa el pastoreo) o las leyes de los adelantados mayores 1255 (atribuciones y funciones de
las autoridades de justicia).
- El setenario: Es una obra que no podemos establecer como jurídica, sino que reúne
aspectos relacionados con la didáctica. Está compuesta de 108 capítulos a lo largo de 3
manuscritos. Presenta similitudes con las 7 partidas.
Se empezó a crear bajo el reinado de Alfonso III pero fue su hijo quien realmente lo
terminó. En la parte que se conserva se ha podido comprobar que regula aspectos relativos a
la estructura y funciones del Gobierno. Contiene también regulaciones de astronomía,
historia, filosofía, etc. por lo que se dice que no es jurídica sino didáctica.
Se oscila que se publicó en 1256.

2. OTRAS FUENTES
Si bien no fueron de promulgación directa de Alfonso X, sí se dieron en este periodo.
- Hemos de destacar en primer lugar el ordenamiento de Alcalá de 1348, que es un conjunto
de leyes de carácter territorial promulgadas por Alfonso XI en las Cortes celebradas en
Alcalá de Henares (de ahí su nombre).
Existen diferentes teorías sobre esta fuente:
o El profesor Gibert: Mantiene que se trata de un monumento contrapuesto a las
partidas, cuya creación corresponde a ese impulso de fortalecer el poder de la
corona.
o Galo Sánchez: Mantiene que no se trata de un ordenamiento en sentido técnico, sino
que más bien tiene o se descompone en dos partes:
 El verdadero ordenamiento conocido como cuaderno de peticiones, que
contiene 82 peticiones que fueron presentadas por la Asamblea en las Cortes
y contestadas por el monarca, que, por tanto, recogen esas decisiones legales
con la especificidad de dirigirse a dos ordenamientos de carácter local: Toledo
y Sevilla. Solo esta parte sería un ordenamiento en sentido técnico.
 Conjunto de leyes, a través de las cuales el monarca pretendía mejorar la
Administración de Justicia tras haber oído a las Cortes.

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 El ordenamiento de Alcalá tiene 36 y es la primera vez que en un texto se recogen la
prelación de fuentes (orden o jerarquía de las fuentes) que se mantuvo hasta el s.XIX
después de haber sido ratificado por las leyes de Toro de 1505:
1. Se aplican las leyes contenidas en este ordenamiento de Alcalá.
2. En segundo lugar, se aplicará el fuero municipal de cada localidad con algunas
limitaciones o en su defecto el fuero real y supletoriamente el fuero juzgo.
3. En tercer lugar, se aplicarían las partidas.
4. En último lugar, se aplicarían las consultas legales.
Por tanto, el ordenamiento de Alcalá fue un elemento esencial de recepción de ese derecho
canónico y romano, y gracias a él se consolida la labor unificadora y legislativa de Alfonso
X.
Pedro I ordenó una revisión de este ordenamiento.
- En segundo lugar, junto al ordenamiento de Alcalá podemos encontrar también
determinados actos u obras que son el resultado de un enfrentamiento entre la acción de
Alfonso X y las Cortes y la nobleza, que no veía con buenos ojos la unificación de Alfonso
X.
Por tanto, hubo un enfrentamiento directo con el monarca en 1272 que hizo que se
rechazaran los textos legales actuales y que volvieron los fueros municipales, habiendo un
doble circulo jurídico (se aplicaban dos conjuntos de normas), distinguiendo la actividad
legislativa de Alfonso X y la reaparición de los fueros.
Ello dio lugar a que en las cortes de Zamora de 1284 apareciesen los pleitos foreros (el
pueblo podía resolver sus propios asuntos en base a sus propios fueros) y los pleitos del rey
(situaciones que por especial gravedad debían ser resueltos por la jurisdicción del rey, como
en el caso de violaciones, asesinatos, traiciones, etc.).