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Origen de la Sociología

La Sociología nació en Francia debido a necesidad de explicar, científicamente, los fenómenos


sociales que sucedían en la Europa del siglo XIX. Los pensadores de la época consideraron
necesario la existencia de una ciencia que estudiara a la sociedad en todos sus aspectos. Y
fue, precisamente, en Francia donde se dieron las condiciones para el nacimiento de esa
ciencia y fue el pensador francés Augusto Comte (1798-1857), quien se dio a la tarea de dar
vida a la Sociología.

Condiciones históricas y sociales que


permitieron el surgimiento de la Sociología

En este tema se explicaran las condiciones que permitieron el surgimiento de la Sociología. La


revolución industrial, la revolución francesa, el importante debate que se dio entre pensadores y
filósofos de la época y el desarrollo de las ciencias naturales, constituyen los cuatro elementos
determinantes para que la sociología naciera en la Francia de la primera mitad del siglo XIX.

La sociología no surgió como un hecho casual o fortuito, sino, como una necesidad histórico-
social, provocada por los acontecimientos arriba señalados. Sucesos económicos, sociales y
políticos que, finalmente, fueron la causa para la búsqueda de un conocimiento que diera
cuenta de los cambios producidos en la Europa de la época.

El invaluable trabajo que realizó su padre fundador, Augusto Comte y, luego, los valiosos
aportes de los demás teóricos de la sociología posibilitaron el enriquecimiento teórico de la
sociología. Por eso ambos, padres fundadores y clásicos del pensamiento sociológico
moderno, tienen su sitio en el surgimiento y desarrollo de esta ciencia.

Hoy día, es más que difícil hacer referencia a las investigaciones sociológicas sin acudir a los
aportes de los llamados clásicos de la Sociología. No solo son un referente para la
sociología, lo son para todas las ciencias sociales. Emilio Durkheim, Carlos Marx y Max Weber,
son fuente obligada para la búsqueda del conocimiento.

Estos tres clásicos son un referente obligado para el estudio de la realidad social. Ellos

mantienen su vigencia a pesar de haber escrito sus obras desde hace muchos años. Nos

dejaron teorías y conceptos que hoy seguimos usando por su importancia y pertinencia.

Revolución Industrial

La Revolución Industrial nació en la Inglaterra del siglo XVIII pero su impacto traspasó sus
fronteras. Provocó  enormes innovaciones tecnológicas que tuvieron lugar en Europa occidental
desde mediados del siglo del siglo XVIII. Desde entonces el ritmo de la innovación tecnológica
se aceleró. Sabemos que toda innovación tiene efectos culturales que, al final, siempre
producen otras transformaciones tecnológicas.

Nadie puede desconocer los enormes beneficios que trajo la Revolución Industrial en función
del desarrollo de las fuerzas productivas. Esta Revolución  impactó en el descubrimiento de
nuevas tecnologías y abrió el camino para nuevas formas del conocimiento en actividades
como la agricultura, la vivienda, la medicina, la infraestructura (en la comunicación terrestre y
marítima). Con la Revolución Industrial las distancias se acortaron y algunos valores se
volvieron universales.

Se ha definido la Revolución Industrial como el proceso que permitió el paso del trabajo


manual al trabajo de la manufactura. Lo que  implicó una mayor producción y productividad
del trabajo. Con la Revolución Industrial se ampliaron los mercados y, las relaciones
económicas entre las naciones, se volvieron una práctica generalizada. Algunos autores llegan,
incluso, a considerar que este fue el principio de lo que hoy día se llama globalización. La
globalización hace  que los mercados integren las economías de diferentes regiones y países.

La Revolución Industrial consolidó el dominio del sistema capitalista y, con él, el surgimiento de
nuevos actores sociales como la burguesía y el proletariado. Estas dos clases fundamentales
del capitalismo se convierten en actores claves de este modelo. Se consolidan generando así
nuevos conflictos como expresión de la lucha de clases, antagónica e irreconciliable, que existe
entre ellas.

Los efectos sociales que trajo consigo el sistema capitalista son innumerables, entre ellos se
pueden mencionar: el crecimiento poblacional y, consecuentemente, el aparecimiento de lo que
se llama vida urbana (que es la vida en las ciudades) con migración, ruido, violencia,
mendicidad y desempleo. Fenómenos que han ido creciendo en las sociedades capitalistas de
manera alarmante hasta nuestros días.

La Revolución Industrial es producto del crecimiento y los cambios que se han venido
produciendo durante los últimos siglos. No fue una revolución repentina, sino lenta y continua.  
Se pasó del viejo mundo rural al de las ciudades. Del trabajo manual al trabajo de la máquina.
Las personas que vivían en el campo se trasladaron a las ciudades y modificaron su condición
social. Migraron, en gran medida, para trabajar en las nuevas fábricas que surgieron al calor de
los procesos generados por el nuevo modelo de desarrollo capitalista.

La Revolución trajo consigo invenciones técnicas y descubrimientos teóricos, capitales y


transformaciones sociales, revolución de la agricultura. Además el descubrimiento de nuevos
fármacos y el desarrollo de la medicina, lo que contribuyó con la reducción de la mortalidad y el
aumento de la esperanza de vida de la población, produciéndose un crecimiento poblacional
que en la actualidad asciende aproximadamente a los 7 mil millones de habitantes. La
Revolución Industrial, también, influyó mucho al modificar un conjunto de instituciones políticas,
sociales y económicas vigentes en muchos países.  Marcó además una relación, muy particular
entre el capital (burguesía, clase dominante, dueña del capital y las maquinas) y trabajo
(obreros, dueños de su fuerza de trabajo).

El capitalismo tiene como propósito fundamental la ganancia. Lo que significó que la riqueza
que se producía quedaba en pocas manos, lo que a su vez generó un rechazo por parte de la
naciente clase obrera, que pronto se vio compelida a luchar por mejores condiciones de vida.
Esto se tradujo en nuevas formas de lucha de los sectores  oprimidos de la sociedad, lo que
atrajo la atención de  algunos pensadores que no podían resignarse a la contemplación de una
situación que amenazaba con el advenimiento de una sociedad diferente.

En la conformación de la teoría sociológica la Revolución Industrial ocupó un espacio


importante. No fue visto como un acontecimiento aislado sin conexiones con la realidad social,
sino, como todo cambio en la vida humana que trae consigo dilemas que ponen en cuestión
los  viejos moldes sociales y, de esta manera, la necesidad de buscar cómo explicar la razón
de  las nuevas formas de existencia de la humanidad.

Así las cosas, los sociólogos de la época tenían posiciones sobre lo que estaba pasando en
Europa y el mundo

Si se piensa desde los tres clásicos del pensamiento sociológico moderno, sin duda que se
encontrarán posturas disimiles. Carlos Marx, el más controversial de ellos, apoyaba
resueltamente las nuevas protestas obreras  y predecía el advenimiento de una nueva
sociedad: la sociedad socialista.  Por otro lado, Emilio Durkheim y Max Weber, aunque no eran
ajenos a la deplorable situación de descomposición que la sociedad capitalista producía, se
pronunciaban más  por una reforma del sistema capitalista que por cambios radicales.

Sin duda que la Revolución Industrial tuvo un impacto significativo en la vida de la humanidad.
Tanto a nivel económico, como político y social.
A continuación vean el siguiente video sobre la “Revolución Industrial”. Para que pueda
ver el video deberá hacer clic en el titulo del mismo. 

Revolución Francesa (1789)

Fue el hecho, fundamentalmente, político que permitió que la burguesía tomara el poder
desplazando a la monarquía  del control del Estado. Con ésta revolución la burguesía
consolidó su dominio. La Revolución Francesa suprimió el Estado absolutista y monárquico,
fundado sobre el derecho divino, garante de los privilegios de la aristocracia, sustituyéndolo por
un Estado liberal y laico, mismo que se fundó bajo el principio de la soberanía nacional. Esta
Revolución proclamó los derechos humanos bajo los principios de: libertad, igualdad y
fraternidad.

La Revolución Industrial generó un proceso de inestabilidad


política y social que duro varios años, consolidó a la clase
burguesa como clase dominante en lo económico, en tanto en la
Revolución Francesa la consolidó políticamente
Definición de Sociología

En Sociología como en otras ciencias no hay una sola definición. Con frecuencia cada autor o
investigador construye el objeto de estudio que más se aproxime a sus propósitos y, al ámbito  
de estudio, donde centra su atención.

Hay varias definiciones de Sociología. Por supuesto, la primera fue la de  Augusto Comte
(1798-1857), en tanto padre fundador de la ciencia y creador de la palabra sociología. Comte
creó la palabra sociología con la fusión de dos raíces: socius que significa sociedad  y, logos,
que significa  tratado, ciencia o estudio.  Por lo tanto, sociología, sería la ciencia que estudia
la sociedad.

Con el desarrollo del pensamiento social cada disciplina tiene su propio objeto de estudio, o
sea que a la sociedad se le estudia desde diferentes ópticas en función de la complejidad del
mundo que los seres humanos construyen.

Es así como surgen las ciencias sociales que, como ya se señaló, son un conjunto de


ciencias que se encargan de estudiar la sociedad en sus múltiples facetas. Entre ellas está
la historia, economía, demografía, antropología, ciencia política, filosofía, psicología social y,
claro, la sociología.

En relación a las definiciones de la Sociología veremos como la definen los tres clásicos

del pensamiento sociológico moderno: Padres  fundadores de la


Sociología
El mérito de haber introducido el concepto de Sociología le corresponde a Augusto Comte. De
ahí, su condición de padre fundador de esta ciencia. 
Aunque en realidad, la obra de Comte, está muy influida por el pensamiento de Saint-Simón,
ambos colaboraron muy estrechamente para crear las bases de lo que sería una ciencia que se
dedicaría al estudio de la sociedad.

Comte fue secretario de Saint-Simón y, a veces, resulta difícil delimitar la obra de cada uno de
ellos. En sus inicios Comte pensó en llamar física social, a la nueva ciencia que se dedicaría
al estudio de la sociedad. Ese nombre de física social, probablemente, fue pensado bajo la
influencia del desarrollo que las ciencias naturales tenían en Francia principios del siglo XIX.
Sin embargo, Comte se enteró que ya había una obra con ese nombre y, por eso, construyó un
nombre para la ciencia que ya había concebido.

En esa época se consideraba que así como los cuerpos terrestres tenían una ciencia, la
sociedad debía tener también una ciencia, que a semejanza de las ciencias naturales debería
explicar los fenómenos sociales. En el libro Curso de Filosofía Política (1838), apareció impresa
por primera vez la palabra Sociología, para referirse a esa ciencia  que estudia la sociedad. 

Carlos Marx es otro teórico considerado también padre de la Sociología. Su obra está
compuesta de un cuerpo teórico y conceptual  que hace una radiografía de las relaciones entre
los fenómenos,  explicando el carácter progresivo de la sociedad y la inevitabilidad del
advenimiento de una nueva sociedad. Fue un crítico de la sociedad capitalista y constructor de
un proyecto para una sociedad más justa, a la que él denominó socialista.
Marx es el creador  de la teoría del conflicto, donde su esfuerzo -entre otros- está en
demostrar que la historia de la humanidad no ha sido más que la historia de la lucha entre las
dos clases fundamentales del sistema capitalista.

En la tradición marxista se habla del materialismo histórico para referirse a la ciencia que

estudia los problemas de la sociedad a partir de la historia, de tal manera que cuando se

habla de la sociología del conflicto, estamos hablando de la sociología marxista. Marx,

consideraba que el mundo de las ideas que los seres humanos tienen no es más que el

reflejo dialéctico de la realidad material en que se vive. Sostenía que no son, la filosofía o la

religión, las que explican la realidad, por el contrario, la visión del mundo se explica por la

forma como las personas producen lo que necesitan para vivir, es decir, en qué

condiciones y bajo qué relaciones viven. En efecto, no piensa lo mismo una persona que

reside en una colonia marginada de Tegucigalpa o San Pedro Sula, que una persona que

habita en una colonia residencial donde  sus necesidades vitales, en lo fundamental, están

resueltas.

Clásicos del pensamiento sociológico

Ciertamente ya hemos hablado un poco de los clásicos del pensamiento sociológico moderno.
Pero es necesario precisar otros aspectos de cada uno de ellos. De entrada, recalcar por qué
es que se les denomina clásicos. Es, muy sencillo, porque su pensamiento no pierde vigencia,
sigue teniendo vigencia. O sea, que es actual a pesar del paso del tiempo. También porque
construyeron teorías y conceptos que son más que necesarios para el estudio de los
fenómenos sociales, obviamente, desde la perspectiva de cada uno de ellos.
Emilio Durkheim (francés), Carlos Marx (alemán) y Max Weber (alemán), son considerados
los clásicos del pensamiento sociológico moderno. Sus aportes tienen significado en la
explicación  de los problemas sociales desde el punto de vista teórico, metodológico y
conceptual.
Son de referencia obligada en las ciencias sociales y, particularmente, para la sociología.

 Emilio Durkheim (1858-1917).  Se  le considera el heredero de la tradición


conservadora que había fijado la Sociología  a partir de Augusto Comte. Para Durkheim
los desordenes sociales de la moderna sociedad capitalista impedían la cohesión
social. Por eso estudió la base de la estabilidad social, es decir, los valores
compartidos por la sociedad como la moralidad  y la religión.

Le sugerimos entrar al siguiente enlace para que puedan ver el video llamado “Emile
Durkheim: El Hecho Social-Filosofía-Educatina”. Para ver  el video haga clic al
nombre del mismo.

Para este pensador el objeto de la Sociología deberían ser los hechos sociales y, la


metodología que propuso fue estudiar esos hechos sociales como si fueran cosas. En
una de sus más obras más importantes,  “El Suicidio” (1896), Durkheim llegó a
establecer que la integración o la desintegración social explican el comportamiento
social con respecto al suicidio. Un aporte significativo de esta obra de Durkheim fue el
haber demostrado que en el suicidio hay condicionantes sociales y, que las personas
no solo se suicidan por amor, que pueden haber causas vinculadas a lo social, a lo
cultural y, por supuesto, a lo económico. Mostró también cuales son los grupos sociales
más proclives al suicidio. Su argumento principal es que la naturaleza y los cambios de
los hechos sociales explican las diferencias sociales entre las tasas de suicidio. Decía
que a mayor  integración social menos suicidios y, por el contrario, cuando hay menos
integración hay más propensión para que las personas, mujeres y hombres, opten por
el suicidio. En momentos de guerra y depresión económica, por ejemplo,  se creaba
una situación depresiva,  que a su vez, generaba condiciones para una mayor tasa de
suicidios.

Como  quiera que sea, aquí lo importante es la búsqueda de una teoría que explicara el
comportamiento humano, sin desconocer que una teoría puede ser válida para una
época o, para una sociedad en particular. Advirtiendo que hay también teorías que
explican el funcionamiento de la sociedad  en su conjunto.

Clásicos del pensamiento sociológico

Ciertamente ya hemos hablado un poco de los clásicos del pensamiento sociológico moderno.
Pero es necesario precisar otros aspectos de cada uno de ellos. De entrada, recalcar por qué
es que se les denomina clásicos. Es, muy sencillo, porque su pensamiento no pierde vigencia,
sigue teniendo vigencia. O sea, que es actual a pesar del paso del tiempo. También porque
construyeron teorías y conceptos que son más que necesarios para el estudio de los
fenómenos sociales, obviamente, desde la perspectiva de cada uno de ellos.
Emilio Durkheim (francés), Carlos Marx (alemán) y Max Weber (alemán), son considerados
los clásicos del pensamiento sociológico moderno. Sus aportes tienen significado en la
explicación  de los problemas sociales desde el punto de vista teórico, metodológico y
conceptual.
Son de referencia obligada en las ciencias sociales y, particularmente, para la sociología.

 Emilio Durkheim (1858-1917).  Se  le considera el heredero de la tradición


conservadora que había fijado la Sociología  a partir de Augusto Comte. Para Durkheim
los desordenes sociales de la moderna sociedad capitalista impedían la cohesión
social. Por eso estudió la base de la estabilidad social, es decir, los valores
compartidos por la sociedad como la moralidad  y la religión.

Le sugerimos entrar al siguiente enlace para que puedan ver el video llamado “Emile
Durkheim: El Hecho Social-Filosofía-Educatina”. Para ver  el video haga clic al
nombre del mismo.

Para este pensador el objeto de la Sociología deberían ser los hechos sociales y, la


metodología que propuso fue estudiar esos hechos sociales como si fueran cosas. En
una de sus más obras más importantes,  “El Suicidio” (1896), Durkheim llegó a
establecer que la integración o la desintegración social explican el comportamiento
social con respecto al suicidio. Un aporte significativo de esta obra de Durkheim fue el
haber demostrado que en el suicidio hay condicionantes sociales y, que las personas
no solo se suicidan por amor, que pueden haber causas vinculadas a lo social, a lo
cultural y, por supuesto, a lo económico. Mostró también cuales son los grupos sociales
más proclives al suicidio. Su argumento principal es que la naturaleza y los cambios de
los hechos sociales explican las diferencias sociales entre las tasas de suicidio. Decía
que a mayor  integración social menos suicidios y, por el contrario, cuando hay menos
integración hay más propensión para que las personas, mujeres y hombres, opten por
el suicidio. En momentos de guerra y depresión económica, por ejemplo,  se creaba
una situación depresiva,  que a su vez, generaba condiciones para una mayor tasa de
suicidios.

Como  quiera que sea, aquí lo importante es la búsqueda de una teoría que explicara el
comportamiento humano, sin desconocer que una teoría puede ser válida para una
época o, para una sociedad en particular. Advirtiendo que hay también teorías que
explican el funcionamiento de la sociedad  en su conjunto.

 Carlos Marx (1818-1883) Para Marx el modo en que se organizan las relaciones


sociales de producción que se establecen entre las personas, es lo que denomina
como estructura de una sociedad. La estructura es, por tanto, la base económica de
cada sociedad (comunal, esclavista, feudal, capitalista, socialista), y, comprende tres
niveles:
1. Condiciones de producción (clima y riqueza natural de una sociedad).

2. Fuerzas de producción (grado de desarrollo tecnológico de la sociedad).

3. Relaciones de producción (determinada por la posesión de los medios de


producción y división del trabajo en una sociedad).

Sobre esta estructura y condicionada por ella, se levanta la


llamada superestructura de la sociedad, que es la forma jurídico-política de cada
sociedad (refleja su ideología) y depende siempre de la base estructural económica,
manteniendo con ella una relación dialéctica.
Marx es considerado el más controversial de los clásicos. Su preocupación
fundamental fue el estudio del capitalismo y su impacto en la vida de las  personas.
Fue justo a partir de sus análisis que elaboró su propuesta política y, por eso, ha tenido
muchos seguidores pero, también, muchos detractores.
Le sugerimos ver el siguiente video nombrado “La Aventura del Pensamiento-
Karl Marx”. Para poder verlo haga clic al nombre del mismo.

Marx creo la teoría llamada materialismo histórico y, su propio método, que era


el materialismo dialéctico. Nuestra forma de pensar y de gobernarnos está influida
por el desarrollo de las fuerzas productivas, por el  modo de producción (el capitalismo
en nuestro caso), puesto que los hombres para hacer política, además de pensar,
tienen que comer.

 Max Weber (1864-1920).

Weber se esforzó por comprender las interrelaciones de todos los factores que influyen
en la construcción de una estructura social pero más basada en lo que él llamó
la acción social.

Weber reivindicó la importancia de los elementos culturales y las mentalidades


colectivas en la evolución histórica, rechazando la exclusiva determinación económica
defendida por Marx. Al igual que otros sociólogos se esforzó por estudiar la naturaleza
y causas de los cambios sociales.

Le sugerimos entrar al siguiente video nombrado: “Max Weber: la sociología


comprensiva-Sociología-Educatina”. Para verlo haga clic al nombre del mismo.

En una de sus obras más reconocidas, La Ética Protestante y el Espíritu del


Capitalismo, Weber plantea que los valores religiosos, sobre todo los asociados al
protestantismo, jugaron un papel importante en el surgimiento, desarrollo y
consolidación del capitalismo.
A ninguno de los tres, ni a Durkheim, ni a Marx, ni a Weber, podemos encasillar como
sociólogos. Todos escribieron sobre diversos temas: economía, política, historia, filosofía, entre
otros. Su obra es muy amplia y es fuente obligada para todo cientista social y, sociólogo, en
particular.

Para profundizar y finalizar el presente tema se le invita leer la siguiente lectura


complementaria nombrada “La Sociología Clásica: Durkheim y Weber. Estudio
preliminar y selección de textos”  del autor Juan Carlos Portantiero. Para leer la misma
haga clic sobre el nombre de la misma.  para enlazarlo al título “La Sociología Clásica:
Durkheim y Weber. Estudio preliminar y selección de textos”

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