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Asignatura: Teorías de la enseñanza

Tema: “Teoría Conductual”

Doctora: Xóchilt Vilches Muñoz

Estudiante: Mtro. Carlos Javier De la O Aviña

FECHA: 18/02/2022
LAS DISTINTAS TEORÍAS DE LA ENSEÑANZA.

TEORÍA COGNITIVA CONDUCTUAL:


Antecedentes del condicionamiento operante El condicionamiento operante tal y
como lo conocemos fue formulado y sistematizado por Burrhus Frederic Skinner en
base a las ideas planteadas previamente por otros autores. Ivan Pavlov y John B.
WATSON

Habían descrito el condicionamiento clásico, también conocido como


condicionamiento simple o pavloviano.

Para poner a prueba su hipótesis de que las emociones podían aprenderse por la
asociación condicionada, Watson utilizó a un niño de 11 meses llamado Albert como
sujeto experimental. Hay que mencionar que este estudio no podría llevarse a cabo
en la actualidad por incumplir la ética científica.

Albert fue llevado al laboratorio donde se le presentaba una rata blanca. Cuando el
pequeño se acercaba para tocarla, Watson golpeaba una barra metálica con un
martillo. Como consecuencia del fuerte golpe, el bebé se alteraba y fruto del miedo
se ponía a llorar. Watson repitió este proceso, media docena de veces, y observó
que, tras distintos ensayos, el pequeño Albert se asustaba simplemente por el hecho
de ver la rata blanca. Albert había aprendido que cada vez que la rata aparecía, el
martillo golpearía la tabla metálica. Es decir, que anticipaba el fuerte golpe.

Ahora bien, cuando el EN (rata blanca) se presenta en varias ocasiones junto con
el EI (golpe de martillo) que provoca una RI (miedo), el EN (rata blanca) se convierte
en un Estímulo Condicionado (EC). Entonces, la presencia del EC (es decir, la rata
blanca) provoca una Respuesta Condicionada (RC). La Respuesta Condicionada
es igual a la RI (sentimiento de miedo).
EDWARD THORNDIKE

Introdujo la ley del efecto, el antecedente más claro del condicionamiento operante.
La ley del efecto plantea que si una conducta tiene consecuencias positivas para
quien la realiza será más probable que se repita, mientras que si tiene
consecuencias negativas esta probabilidad disminuirá. En el contexto de la obra de
Thorndike el condicionamiento operante es denominado “instrumental”.
El condicionamiento instrumental u operante es un procedimiento de aprendizaje
que se basa en que la probabilidad de que se dé una respuesta determinada
depende de las consecuencias esperadas. En el condicionamiento operante la
conducta es controlada por estímulos discriminativos presentes en la situación de
aprendizaje que transmiten información sobre las consecuencias probables de la
respuesta. Por ejemplo, un cartel de “Abierto” en una puerta nos indica que si
intentamos girar el pomo lo más probable es que se abra. En este caso el cartel
sería el estímulo discriminativo y la apertura de la puerta funcionaría como
reforzador positivo de la respuesta instrumental de girar el pomo. El análisis
conductual aplicado de B. F. Skinner Skinner desarrolló técnicas de
condicionamiento operante que se engloban en lo que conocemos como “análisis
de conducta aplicado”. Éste se ha mostrado particularmente eficaz en la educación
de niños, con un énfasis especial en los niños con dificultades del desarrollo. El
esquema básico del análisis conductual aplicado es el siguiente.

EDWIN B. TWITMYER

Daba un golpe con un martillo en la rodilla a lo cual el paciente reaccionaba con el


movimiento de su pierna como un reflejo condicionado. Con el propósito de
“proteger” al paciente y que éste estuviera alertado de que iba a golpear con el
martillo su rodilla, Edwin Twitmyer le avisaba haciendo sonar una campanita.

En una de sus sesiones Twitmyer en forma accidental hizo sonar la campanita y la


pierna del paciente se desplazó y habiendo preguntado Edwin cuál había sido el
motivo recibió como respuesta del paciente “que no sabía”.
En primer lugar, se plantea una meta conductual, que consistirá en el aumento o la
reducción de comportamientos determinados. En función de esto se reforzarán las
conductas que se quiere desarrollar y se reducirán los incentivos existentes para la
realización de las conductas que se pretende inhibir. En general la retirada de
reforzadores es más deseable que el castigo positivo puesto que genera menos
rechazo y hostilidad por parte del sujeto. No obstante, el castigo puede ser útil en
casos en que la conducta problema es muy disruptiva y requiere una reducción
rápida, por ejemplo, si se da violencia. Durante todo el proceso es fundamental
monitorear el progreso de forma sistemática para poder comprobar con objetividad
si los objetivos deseados se están produciendo. Esto se lleva a cabo principalmente
mediante el registro de datos.

El modelo cognitivo-conductual, proviene originariamente de los desarrollos y


estudios de James Watson, posteriormente se incluyeron los estudios de Thorndike,
Skinner y A. Bandura. Estos autores, que llevaron el camino de la psicología
conductista desde el condicionamiento clásico hasta el condicionamiento operante,
tuvieron un punto de encuentro con los modelos cognitivos, con lo que se incluyó la
actividad cognitiva dentro del modelo configurándose lo que hoy se conoce como
Modelo Cognitivo- Conductual.
La terapia cognitiva fue desarrollada originalmente por Beck con el objetivo de ser
aplicada en la depresión. Se centra en la modificación de conductas disfuncionales,
pensamientos negativos distorsionados asociados a situaciones específicas y
actitudes desadaptativas. El terapeuta tomo un estilo educativo y busca la
colaboración del paciente, de manera que pueda aprender a reconocer sus patrones
de pensamiento negativo y reevaluarlo. Este enfoque requiere que el paciente
practique sus nuevas habilidades entre sesiones mediante tareas para casa y
ensaye nuevas conductas.
Desde el punto de vista teórico, se trata de un modelo que combinan modelos de la
teoría del aprendizaje con aspectos del procesamiento de la información. Intentan
explicar cómo se instauran las conductas durante la infancia y la adolescencia. Se
centran en la manera cómo la conducta humana se aprende o se adquiere.

Según este enfoque que la conducta es explicada a través de una serie de procesos
y estructuras mentales internas (memoria, atención, percepción) siendo por lo tanto
las personas seres activos que procesan, seleccionan, codifican, transforman y
recuperan información proveniente del exterior. La influencia del medio ambiente es
fundamental en la adaptación de las conductas.
La terapia de tipo cognitivo conductual se basa, en un primer momento, en los
esquemas cognitivos que contribuyen al desarrollo y mantenimiento de un desorden
en particular. Es decir, conocer los procesos cognitivos que median la conducta. Se
pretende describir, predecir, explicar y controlar el comportamiento del sujeto, es
decir, hace hincapié en los procesos o estrategias cognitivas que median entre el
estímulo y la respuesta.

Es la integración de una metodología rigurosa y un estilo de actuación orientado a


las técnicas conductuales con la evaluación y el tratamiento de los fenómenos que
determinan la cognición. La teoría pone un gran énfasis en los procesos de
aprendizaje y en la influencia de los modelos que el niño tiene en su propio
ambiente. Se da mucha importancia a la manera de procesar la información para
intentar comprender el desarrollo y el posible tratamiento de trastornos psicológicos.
Las intervenciones cognitivo-conductuales promueven el desarrollo de habilidades
que son necesarias para una confrontación eficaz.

Bajo la denominación de TCC existe una gama diferente de intervenciones que


comparten la asunción teórica básica de que la mayor parte de la conducta humana
es aprendida. Así, buscan implementar determinadas habilidades en las personas
como en la terapia de solución de problemas, el entrenamiento asertivo o en la
terapia conductual de parejas.
Aspectos del modelo:

▪ Los procedimientos y técnicas usados deben fundamentarse en la psicología


experimental.
▪ La conducta normal y anormal se rigen por los mismos principios, ambas se
aprenden y modifican de la misma manera.
▪ Reconocimiento de influencias de factores genéticos en la conducta.
▪ El objetivo de la intervención es la modificación de conductas desadaptadas.
▪ Los cambios conductuales deben ser observables y medibles directa o
indirectamente.
▪ La interdependencia entre evaluación y tratamiento.
▪ La necesidad de especificar de manera objetiva y clara los objetivos del
tratamiento.
▪ Se debe evaluar de modo objetivo la eficacia del tratamiento.
▪ Enfoque centrado en el aquí y en el ahora, énfasis en los determinantes
actuales de la conducta.

Adopta un formato estructurado, es limitada en el tiempo y se basa en el modelo


cognitivo-conductual de los trastornos afectivos.
La duración más frecuente oscila entre 10-15 sesiones de 50 minutos y de
frecuencia aproximadamente semanal, aunque también hay estudios que
adoptan formatos más breves para casos menos graves (entre 6-8 sesiones) y se
asume que la duración de la terapia puede prolongarse en caso de mayor gravedad
o comorbilidad asociada.

Añadir terapia cognitivo-conductual a la medicación antidepresiva es más efectiva


que el tratamiento con antidepresivos exclusivamente, en especial en aquellos
pacientes con síntomas graves. En general, no hay indicios de que añadir
antidepresivos a la terapia cognitivo-conductual sea útil, aunque no se han
explorado efectos en síntomas específicos, como, por ejemplo, el sueño.
Referencias:
Domjam, M. (2010). Principios básicos de aprendizaje y conducta. Madrid: Thomson.

Labrador, F. J. (2008). Técnicas de modificación de conducta. Madrid: Pirámide.

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