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Protocolo 23/8

Como texto principal de la clase de hoy tenemos “Respuesta a la pregunta: ¿Qué es


Ilustración?” (1784) de Kant.

La clase del 23/08 comienza con la lectura del texto donde Hegel dice que con Descartes la
filosofía llega de una vez a buen puerto la razón, su propia fuente de autoridad es ahora el
pensamiento mismo. En rigor, ahora la filosofía es totalmente consciente de que debe buscar
sus principios dentro de ella misma, en la autoconciencia, y no fuera de ella ya que la razón
con sus propios recursos lo regula todo. Se da el abandono de la physis y de Dios para llegar
al núcleo más propio de la filosofía que es la razón. El viajero llega a su casa desde la cual
reevalúa todo su viaje, se vuelve independiente para entrar en discusión con los otros saberes
y así la existencia de dios, el alma-cuerpo, el yo, son temas en los que la filosofía tiene algo
para decir.
Seguidamente vimos en clase que, con lo dicho, la reflexión deja de ser centrada en el objeto
externo para pasar a ser sobre el sujeto y su relación con dicho objeto externo, la razón se
flexiona, se vuelve hacia sí misma. Debido a esto se supieron decir en clase dos núcleos para
pensar la filosofía moderna que son la desustancialización de la sustancia transformándola en
sujeto y la noción de representación; que trae junto a ella disquisiciones del tipo: qué
significa que la conciencia se representa cosas y de qué manera lo hace; cuáles son sus límites
de representación, etc.
Consecuentemente al arribo del viajero a su hogar la intempestividad de la filosofía hace que
surjan preguntas sobre su nuevo entorno: ¿Qué es la razón? ¿Qué relación tiene con las
cosas que la rodean?¿Cuáles son sus límites?. Ésto se muestra con los títulos de las grandes
obras de la filosofía moderna, como Crítica de la Razón Pura de Kant.

Para ir entrando en el texto de Kant se expusieron en clase varias características de la


Ilustración. Se trata de un fenómeno cultural y político con variaciones según los países en
cuestión, a saber Francia, Alemania e Inglaterra, es decir no es un fenómeno homogéneo. Sus
bases se pueden pronunciar según el aumento de la confianza en la razón en todas sus
producciones (ética, política, teórica, etc.); el abandono del prejuicio instalado, mediante el
escepticismo riguroso, hacia el juicio crítico a partir de la propia razón; la libre interpretación
de los textos; y un espíritu “anti-metafísico” junto a la idea de progreso en todos los ámbitos.
Otras definiciones que se dieron fueron primero, “ilustrar en tanto esclarecer” es decir, como
reducción de la irracionalidad, instruir u ordenar explicativamente algo para esclarecer lo
oscuro, más propio de la Ilustración Francesa; y segundo “esclarecer como exposición”
dilucidar y aclarar las aristas problemáticas de un determinado asunto para incentivar la
libertad de exposición y el debate en torno a él confrontando distintas cosmovisiones.
En general, se trata de ideas más reflexivas, alejadas del dogmatismo de la iglesia y otras
instituciones conservadoras enraizadas en una sociedad, y debido a ésto y por su
conformación política pluralista y tradicional Alemania atrasó la llegada de la Ilustración, las
universidades medievales pujaban en contra, por ejemplo, del avance de la ciencias
mecanicistas inglesas en nombre de una metafísica de raigambre escolástica. En cambio en
Francia e Inglaterra la Ilustración fue impuesta por una burguesía.

Luego de la lectura del primer párrafo de “Respuesta a la pregunta: ¿Qué es Ilustración?”


(1784) de Kant, señalamos algunos de los primeros términos más relevantes en el texto, por
ejemplo “abandono” (Ausgang) en el sentido de ”salida”, en primer lugar, como presupuesto
del abandono de un lugar y el movimiento hacia otro; en sentido jurídico, como salir impune
o sobreseído de ese estado de “autoculpabilidad”; y en tercer lugar, como solución a un
problema, como encontrarle la salida al mismo.
Esta caracterización nos permitió abordar la “minoría de edad” como salida de ese estado de
“autoculpabilidad” y comenzar a preguntarnos en profundidad por dicha minoría de edad.
Menor de edad es quien no tiene voz propia, quien es inimputable, pues no se hace cargo de
lo que dice ni de lo que hace, es quien está en un estado de dependencia absoluta del tutor. En
relación a esto la docente trajo a colación tres términos en lengua alemana que ilustran este
concepto utilizado por Kant: “Unmündigkeit” que con el prefijo de negación quiere decir
propiamente “minoría de edad” y “Mündigkeit” que sin el prefijo quiere decir “mayoría de
edad”; “Mündigsprechung” que significa “emancipación”; y por último “Vormund” que es
“tutor”. Todos estos conceptos relacionados con la madurez tienen como raíz “Mund” que
quiere decir “boca” lo cual expresa la importancia de “expresarse por sí mismo”, ser dueño
de sí mismo sin necesidad de estar bajo el ala de un tutor (Vormund) como un menor
(Unmündigkeit).
Observamos también, que la minoría de edad no depende de una cuestión numérica, es decir,
de cumplir determinada cantidad de años, sino que se puede ser menor de edad toda la vida
malgrado todo lo erudito que se pueda ser o todo el conocimiento que se pueda tener, eso no
es condición suficiente para ser considerado un ilustrado libre de tutores. Es vital, para
abandonar la minoría de edad, la “resolución” pues esta supone el pasaje de un estado al otro,
no solo pensandolo, sino efectuándolo, es decir que no se trata de un “me propongo salir de
tal estado” sino que “salí” de tal estado. Esta salida y resolución requiere valor y
atrevimiento, sapere aude, atreverse a servirse del propio entendimiento sin depender de un
otro (Vormund), debatir, argumentar intersubjetivamente, fundamentar ideas o en palabras
kantianas: hacer uso público de la razón.
La Ilustración será una demanda de la época, no por erudición o acumulación de datos, sino
por lo que se haga de esos datos, por los problemas que se puedan formular a partir de ellos,
por lo que se pueda pensar, es, en este sentido, una propuesta práctica. Sería la “madurez de
la historia”.
Aclarado esto, abordamos el problema de la auto-culpabilidad del sujeto, basados en la
pereza y cobardía que implica salir de dicho estado de dependencia de los tutores o
autoridades, pues es más fácil que los demás piensen y actúen por mi que valerme por mi
mismo. Rápidamente, Kant desplaza la culpabilidad hacia las autoridades (Vormund), ya sean
un libro, un médico, un sacerdote o un jurista, y a la forma en que inutilizan y asustan a sus
discípulos mediante la eterna dependencia a estos para su existencia, y atemorizan a través de
amenazas de cuan grave o peligrosa puede ser caminar por la vida sin ellos. Poco a poco
Kant, se va centrando en las autoridades, sobre todo en el poder político y en la problemática
acerca del “pensar todo lo que se quiera pero, de todos modos, obedecer”. Será de capital
importancia para abordar dicha cuestión, las distinciones entre “uso privado y público de la
razón”. El uso privado es aquel que está destinado a ser usado cuando se está al interno de
una organización, se trate de la Iglesia o el Estado, con la cual se está de acuerdo con sus
principios y normativas. Por otro lado, en el uso público de la razón se habla en nombre
propio y en pos de un ejercicio activo y crítico y evaluativo de, por ejemplo, la misa. Estos
dos polos interactúan cuando se está frente a una situación ingrata o injusta, pues la solución
kantiana no es la revolución por temor a que culmine en el terror, sino, más bien, la
transformación de la manera de pensar mediante el uso público de la razón.
Los debates académicos, la correspondencia, el intercambio de ideas, las publicaciones,
tendrán como fin utópico no al pueblo, que quizás ni se interese por ellos, sino a sus
gobernantes y una posible y paulatina ilustración de los mismos. Esto no responde a
cuestiones de tipo aristocráticas, sino que detrás está la idea de que será el gobernante
ilustrado y no el gobernante tutor el que haga llegar un “clima” de libre y crítico
pensamiento y posibilite la ilustración del pueblo incentivando el uso público de la razón sin
que peligre ni la paz y ni el orden por anarquismos o despotismos sangrientos. Éste
gobernante ilustrado es comprendido y actúa según el imperativo político que expone que las
únicas leyes que debe obedecer un pueblo son las que él mismo se hubiese podido auto-
imponer de manera ilustrada.
Finalizamos la clase abordando a la Ilustración como destino de la humanidad, como
condición de posibilidad para la solución de todos sus problemas, de todas sus faltas. Pues
“lo que es transformante es el pensar”, las ideas transforman la realidad, no se trata de
separar el pensamiento de la praxis, sino que el pensar ya es en sí mismo praxis.

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