Está en la página 1de 11

KABBALA 1

CLASE 1

NOTAS DE CLASE

Reglas espirituales:

Regla #1: Para revelar la Luz, actúa como la Luz.

Herramienta nº 1: Pausa. "¡Qué placer!

 La Kabbalah es el libro de reglas espirituales de la vida.


 Todo lo que deseamos en la vida tiene sus raíces en la Luz (la fuente de toda
plenitud y una fuerza infinita para compartir).
 Tenemos dos modos: conectados a la Luz y desconectados de la Luz.
 Cuando somos proactivos, actuamos como la Luz. Entonces estamos
conectados a la Luz.
 Cuando somos reactivos, no actuamos como la Luz. Entonces estamos
desconectados de la Luz.

DEL PENSAMIENTO A LA ACCIÓN

 Aplica la herramienta ¡Pausa, qué placer! tantas veces como puedas durante
esta semana. Prepárate para compartir tu experiencia en la clase de la
próxima semana.
 Escribe un diario de 5 a 10 minutos cada día sobre tus experiencias
Es una sabiduría muy antigua que en realidad existe antes de la formación de cualquier
religión.

El primer libro de la Kabbalah es: EL LIBRO DE LA FORMACIÓN.


Son tres hojas escritas por Abraham antes de la Biblia.
Aquí se codifican todos los secretos del universo y de la vida.

Dos mil años después se escribió el Libro del ZOHAR o LIBRO DEL ESPLENDOR.
EL ÁRBOL DE LA VIDA:

Tiene 10 círculos que representan 10 dimensiones.


Nos enseña mucho sobre la estructura de la creación.
Mientras estamos viviendo una dimensión física (materia, cuerpo, los 5 sentidos), esta
realidad donde estamos es sólo el 1% de la realidad completa. Es decir que no percibimos
el 99% de la realidad.

Esta es quizá el motivo de que no estemos experimentando orden en nuestra vida,


estamos casi ciegos en realidad.

El sistema de la creación es un sistema completo, perfecto, con reglas, con causa y acción.
La Kabbala nos explica estas reglas.

Los kabbalistas nos dicen que cada pensamiento, cada palabra, cada acción frente a una
situación tiene una ramificación, un efecto.

Todo lo que estamos experimentando, a lo que reaccionamos, todo tiene una causa.
Nuestros pensamientos, palabras y acciones son semillas que al expresarlas y
experimentarlas estamos sembrándolas en la creación y va a tener un resultado.

El Zohar nos explica que el Universo está guiado por una fuerza amigable, una fuerza
infinita de bondad. Una fuerza que quiere que cada uno de nosotros logremos nuestro
potencial verdadero. Que todos logremos conectar con nuestro potencial creativo. Que
podamos atraer amor, abundancia y felicidad a nuestra vida.

Pero no logramos revelar este potencial. Conociendo las reglas de la vida podemos activar
este potencial para estar más llenos de paz, felicidad y bienestar.

R. “Elevar mi nivel de consciencia, alcanzar mi potencial en todos los sentidos y vivir en


armonía, con alegría, en paz”. Recuperar mis memorias de origen. La transformación que
perdure. Plenitud, no supervivencia.

La palabra Kabbalah quiere decir: el conocimiento del recibir.


Lo que nos mueve en la vida es nuestro deseo de recibir. Es nuestra naturaleza como seres
humanos. La carencia nos mueve, nos motiva a buscar una plenitud, una satisfacción.

Todas las acciones que realizamos, incluso acciones destructivas, siempre aspiramos
recibir algo de esta acción (felicidad, éxito, alivio del dolor, ser aceptados por otro, sentir
bien, no preocuparnos, sentirnos amados, superar los miedos…) Estamos motivados por
nuestro deseo de recibir, es la fuerza que está moviéndonos.

Si vamos al fondo, ¿qué de verdad queremos recibir?

R. “Vivir en consciencia, armonía, amor y paz. Plena y feliz”. Conexión, creatividad,


seguridad.

Lo físico pierde el propósito, siempre deseamos algo más profundo.

¿Dónde se consiguen? No son cosas físicas, tangibles.

No es el dinero, es la plenitud.

Lo que estamos buscando es algún tipo de energía, de sentirnos plenos. Energía de


plenitud, de “llenado”.

Los kabbalistas llaman a esta energía de plenitud que puede llenar cualquier carencia LUZ
Uno de los principios de Kabbalah es que existe una energía dadora infinita de amor, de
felicidad, de plenitud que puede llenar cualquier, deseo, necesidad o carencia.

¿Dónde está esa energía?


Si es infinita está en todos lados, por lo tanto, también está dentro de nosotros.

Muchas veces, porque no sabemos conservar la energía de plenitud, estamos buscando


una sensación de plenitud fácil, rápida… eso es temporal. Nuestro ego se ocupa de estas
sensaciones temporales. Esto es reactivo, reacciono ante una carencia sin evaluar si me
sirve o no. (Ej.: ser una víctima, acusar a los demás, la sensación de lograr algo… nos dan
un alivio, pero son herramientas que nos proveen de una gratificación inmediata, pero no
dura).

Pero de verdad queremos energía de plenitud duradera. La respuesta es que en realidad


ya está dentro de nosotros, pero no está revelada ni está realizada todavía. Esta capacidad
de estar en el fluir, cuando nos conectamos y todo sale bien y se mueve, como guiados
por una fuerza positiva y las cosas correctas llegan a nuestras manos y las palabras
correctas salen de nuestra boca y las ideas son creativas, sentirnos inspirados, ver y
apreciar pequeños milagros en nuestra vida y entender que es más grande que mi cerebro
limitado, que hay una fuerza divina involucrada en nuestra vida… Este es un resultado de
estar conectados a la luz.

El creador no es alguien que está ahí afuera, es esta LUZ, es una energía infinita de amor,
de bondad y de plenitud.

Mientras estamos vivos podemos experimentar cada vez más y mejor la luz en nuestra
vida. Mientras más conectados estemos a la LUZ, más plenitud lograremos en nuestra
vida. Y mientras más desconectados sentimos cada vez más carencia y más vacío.

El propósito de nuestro aprendizaje es conocer estas herramientas: ¿Cómo puedo revelar


más LUZ en mi vida?

¿Cómo vamos a conectar a la LUZ?

¿Por qué no estamos experimentando esta LUZ todo el tiempo? ¿Por qué tenemos una
barrera? ¿Qué nos frena para recibirla? ¿Cuál es esa barrera que nos lo impide?

Vamos a entenderlo a través de comprender desafíos en nuestra vida.


R. “¿Mudanza o no mudanza? ¿A qué me voy a dedicar? ¿De qué voy a vivir? ¿Soy capaz
de lograrlo, de ser independiente? ¿Magali y su destino, qué hacer con ella?”

¿Por qué estoy experimentando desafíos y no la LUZ, si la LUZ es una fuerza infinita de
bondad?

PRIMERA REGLA ESPIRITUAL:

Los kabbalistas explican que no hay una carencia de LUZ, no falta LUZ. Lo que pasa es que
no estamos alineados con la LUZ, a nosotros nos toca elevar nuestra frecuencia y
adaptarnos a la frecuencia de la LUZ para lograr conectar con ella.

Lograr crear afinidad. La afinidad conecta. Afinidad a la LUZ es una condición para poder
conectar con ella. Especialmente en nuestra manera de ver la realidad y cómo la
conectamos emocionalmente, en el comportamiento, en nuestra manera de hablar.

Debemos buscar ser afines a la luz en nuestro comportamiento, acciones, palabras…


La LUZ es una energía de dar, pero también es una fuerza proactiva, fuerza de ser causa.
Simplemente está presente, sin movimiento, sin reacción, no cambia, no reacciona. Por lo
cual cada vez que yo soy reactivo ante algo externo (para bien o para mal) soy controlado
y afectado por ella. Quiere decir que ya no soy causa, que ya no soy como la luz. Ya no soy
mi fuente de energía para mis necesidades, soy un necesitado. Necesito algo de afuera
que me va a llenar, una energía reactiva, porque la busqué reactivamente.

Esta energía nos maneja gran parte de nuestra vida. Nos encontramos siendo no causa,
sino efecto. Esto nos aleja de la LUZ.

Si conseguimos energía en este estado, va a ser energía temporal y con un precio, que, si
lo supiéramos de antemano, no recurriríamos a ella.

Actuar “porque” o desde la carencia que me generó alguna situación afuera, en realidad
soy reactivo.
La reactividad es un sistema automático dentro de nosotros y va a actuar por omisión si
no prestamos atención y no identificamos nuestro estado. Cuando somos reactivos
estamos desafines a la LUZ, por lo que no estamos conectados con ella y no se manifiesta
en nuestra vida.

Tenemos que saber identificar cuando estamos siendo reactivos, admitirlo a nosotros
mismos, o no vamos a encontrar la solución.

Fuimos creados reactivos. No nos sirve. Tenemos que cambiar nuestra frecuencia de
reactiva a proactiva.

R. “Miedo, inseguridad, incertidumbre, apego, hacer planes exagerados y sin pensarlos


bien, ganas de rendirme, de culpar a todos por la situación y los cambios de planes, de
presionar a Magali y obligarla. Enojo”.

El primer paso para empezar el cambio:


Es un comportamiento afín a la LUZ.

Hay que reconocer nuestras reacciones reactivas, sin juicio y sin culpa, solo
reconociéndolas.

PAUSA:

Parar, frenar el remolino emocional que me quiere succionar a la reacción reactiva.


No tengo que responder, no estoy obligado a reaccionar reactivamente.
Elijo aceptar esta situación como una oportunidad para elevar mi frecuencia a la
frecuencia de la LUZ.

Esto sucede cuando no dejo que la reactividad me controle, dándome cuenta de ello.

No sé cómo se va a resolver la situación, pero me permito estar presente y sentir las


emociones que están subiendo en mí, reconocer lo que estoy sintiendo, no huyendo de la
incomodidad.

Podemos encontrar un lugar adecuado y expresar esta emoción (llorar, por ejemplo),
siempre nos vamos a sentir mejor después de expresarla porque quiere decir que ya en
camino de salir de nosotros.

Primero queremos identificar y reconocer nuestras emociones reactivas y no tener miedo


de ellas, estar presentes y darnos el permiso de sentirlas. Esto es la pausa.
Luego viene el qué placer. ¡Logré identificar mis emociones! Saber que son emociones que
no me sirven, logré aplicar la pausa y frenar ese remolino de reactividad. Todavía me toca
atender el problema, pero me quiero asegurar que voy a enfrentar ese desafío desde una
frecuencia más elevada, desde la pausa, la proactividad, la calma, la positividad. Esto
activa LUZ en mi vida.

También podría gustarte