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CLASE 1
NOTAS DE CLASE
Reglas espirituales:
Aplica la herramienta ¡Pausa, qué placer! tantas veces como puedas durante
esta semana. Prepárate para compartir tu experiencia en la clase de la
próxima semana.
Escribe un diario de 5 a 10 minutos cada día sobre tus experiencias
Es una sabiduría muy antigua que en realidad existe antes de la formación de cualquier
religión.
Dos mil años después se escribió el Libro del ZOHAR o LIBRO DEL ESPLENDOR.
EL ÁRBOL DE LA VIDA:
El sistema de la creación es un sistema completo, perfecto, con reglas, con causa y acción.
La Kabbala nos explica estas reglas.
Los kabbalistas nos dicen que cada pensamiento, cada palabra, cada acción frente a una
situación tiene una ramificación, un efecto.
Todo lo que estamos experimentando, a lo que reaccionamos, todo tiene una causa.
Nuestros pensamientos, palabras y acciones son semillas que al expresarlas y
experimentarlas estamos sembrándolas en la creación y va a tener un resultado.
El Zohar nos explica que el Universo está guiado por una fuerza amigable, una fuerza
infinita de bondad. Una fuerza que quiere que cada uno de nosotros logremos nuestro
potencial verdadero. Que todos logremos conectar con nuestro potencial creativo. Que
podamos atraer amor, abundancia y felicidad a nuestra vida.
Pero no logramos revelar este potencial. Conociendo las reglas de la vida podemos activar
este potencial para estar más llenos de paz, felicidad y bienestar.
Todas las acciones que realizamos, incluso acciones destructivas, siempre aspiramos
recibir algo de esta acción (felicidad, éxito, alivio del dolor, ser aceptados por otro, sentir
bien, no preocuparnos, sentirnos amados, superar los miedos…) Estamos motivados por
nuestro deseo de recibir, es la fuerza que está moviéndonos.
No es el dinero, es la plenitud.
Los kabbalistas llaman a esta energía de plenitud que puede llenar cualquier carencia LUZ
Uno de los principios de Kabbalah es que existe una energía dadora infinita de amor, de
felicidad, de plenitud que puede llenar cualquier, deseo, necesidad o carencia.
El creador no es alguien que está ahí afuera, es esta LUZ, es una energía infinita de amor,
de bondad y de plenitud.
Mientras estamos vivos podemos experimentar cada vez más y mejor la luz en nuestra
vida. Mientras más conectados estemos a la LUZ, más plenitud lograremos en nuestra
vida. Y mientras más desconectados sentimos cada vez más carencia y más vacío.
¿Por qué no estamos experimentando esta LUZ todo el tiempo? ¿Por qué tenemos una
barrera? ¿Qué nos frena para recibirla? ¿Cuál es esa barrera que nos lo impide?
¿Por qué estoy experimentando desafíos y no la LUZ, si la LUZ es una fuerza infinita de
bondad?
Los kabbalistas explican que no hay una carencia de LUZ, no falta LUZ. Lo que pasa es que
no estamos alineados con la LUZ, a nosotros nos toca elevar nuestra frecuencia y
adaptarnos a la frecuencia de la LUZ para lograr conectar con ella.
Lograr crear afinidad. La afinidad conecta. Afinidad a la LUZ es una condición para poder
conectar con ella. Especialmente en nuestra manera de ver la realidad y cómo la
conectamos emocionalmente, en el comportamiento, en nuestra manera de hablar.
Esta energía nos maneja gran parte de nuestra vida. Nos encontramos siendo no causa,
sino efecto. Esto nos aleja de la LUZ.
Si conseguimos energía en este estado, va a ser energía temporal y con un precio, que, si
lo supiéramos de antemano, no recurriríamos a ella.
Actuar “porque” o desde la carencia que me generó alguna situación afuera, en realidad
soy reactivo.
La reactividad es un sistema automático dentro de nosotros y va a actuar por omisión si
no prestamos atención y no identificamos nuestro estado. Cuando somos reactivos
estamos desafines a la LUZ, por lo que no estamos conectados con ella y no se manifiesta
en nuestra vida.
Tenemos que saber identificar cuando estamos siendo reactivos, admitirlo a nosotros
mismos, o no vamos a encontrar la solución.
Fuimos creados reactivos. No nos sirve. Tenemos que cambiar nuestra frecuencia de
reactiva a proactiva.
Hay que reconocer nuestras reacciones reactivas, sin juicio y sin culpa, solo
reconociéndolas.
PAUSA:
Esto sucede cuando no dejo que la reactividad me controle, dándome cuenta de ello.
Podemos encontrar un lugar adecuado y expresar esta emoción (llorar, por ejemplo),
siempre nos vamos a sentir mejor después de expresarla porque quiere decir que ya en
camino de salir de nosotros.