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BIBLIOTECA BÁSICA DÉLA CONSTRUCCIÓN

LA ESTRUCTURA
H. Werner Rosenthal. Dipl. Ing., FRIBA

Versión castellana de
Antón Checa i Torres, arquitecto

EDITORIAL BLUME
Milanesado, 21-23 - Barcelona-17
I actúan las distintas fuerzas no se mueve. Este estado básico de
equilibrio se resume así:
I// - O EV=O

I Y si cualquier par de fuerzas del sistema se representa por sus resul-


tantes, éstas se anulan mutuamente.
Hemos visto que las fuerzas se equilibran si son iguales y opuestas.

I Esto significa que un conjunto de fuerzas en equilibrio convergen en


un punto del espacio. Si generalmente esta afirmación no resulta
aparente, en la mayoría de los elementos de un edificio se aprecia
claramente su obviedad. Esto ocurre con las estructuras más sencillas.

I Figura 22

Un sistema de fuerzas puede también representarse por un


La figura 9 nos muestra un caso. Se muestra de nuevo en la figura
24a, b. La carga puntual W está contrarrestada y equilibrada por las

I "polígono de vectores", pudiéndose aplicar tanto a tres como a


cualquier número de fuerzas (fig. 21a, b). En este caso, cualquiera de
ellas puede ser la equilibrante o, en dirección contraria (señalada por
t> >), la resultante de cualquier numero de fuerzas que son las equili-

I brantes de las restantes. Cualquier "resultante" puede representarse


por sus componentes. Significa esto que cualquier fuerza puede des-
componerse en cualquier numero de componentes, o ser equilibrada
por un conjunto de fuerzas, representadas por un triángulo o

I polígono.
La figura 22 nos muestra el polígono de fuerzas anterior, pero aquí
cada fuerza se ha descompuesto en componente horizontal y vertical.
Vemos pues que el equilibrio existe al ser iguales y contrarias las

I resultantes verticales y horizontales. SÍ referimos estos seis compo-


nentes a un sistema de ejes (fig. 23) vemos que el punto en el que 3 Figura 24
dos vigas AB y AC. Las fuerzas ejercidas por éstas se representan por
el triángulo vectorial ABC" donde BC" es la fuerza W y AB y BC los

I vectores equilibrantes ( f i g . 24b). Como vemos, las vigas tienden a


contener, "empujando hacia arriba", siendo VL y VR las componen-
tes verticales y HL y HR las horizontales, representadas por la figura
25. Estas serian las fuerzas de ''contrafuerte" de la figura 10.

I - H

I
I Figura 23 Figura 25
ir.

I 28 29

I
I
I El momento resistente
El momento interno que permite a una viga resistir los esfuerzos es
Esta fórmula es la más importante; es la llamada "teoría de la
elasticidad de la flexión".
En la mayoría de los casos se conoce el máximo esfuerzo permi-

I
proporcional al momento de inercia. También depende del material tido. Así, dada una cierta sección, se puede calcular el momento resis-
empleado. Así como los esfuerzos aumentan con a distancia a la linea tente. A la relación I/y se le llama "módulo de elasticidad" (de la
neutra, una barra, al ser sometida a un esfuerzo excesivo, rompe siem- sección o momento resistente) y se simboliza por Z.
pre por las partes más alejadas de este eje ya sea debido a la tracción, a
la compresión o a la combinación de ambos (fig. 100).

I La teoría de la elasticidad
en la práctica

I Fallo por tracción Fallo por


con presión
Podemos clarificar esta teoría con dos ejemplos. El primero con una
viga de sección rectangular. El momento resistente es siempre una
cantidad desconocida. Es el caso, por ejemplo, de las vigas de madera,
donde hay que partir de una serie de suposiciones. La figura 102 nos

I
a Figura 100 >>
da el módulo de elasticidad para una sección rectangular.
La / indica el momento interno en términos de esfuerzo existente a El otro ejemplo (fig. 103) nos da el método para vigas de acero.
una distancia unidad del eje neutro: M = / x }un^ (fig. 101). El Aquí no hace falta hacer ninguna suposición, el módulo de elasticidad
esfuerzo a este nivel es sólo una fracción del esfuerzo máximo que se depende de la altura y espesor del alma y alas, y pueden hacerse

I produce en los extremos de la sección. Si el esfuerzo máximo ec, por


ejemplo, 3 unidades, la ecuación anterior seráAf- / x /max x 1/3. Si
llamamos y A la distancia entre el eje neutro > bs extremos de la
sección, la fórmula anterior tendrá que dividirse por y. Y tendremos
B

I Mres (momento resistente) = / x /mnx x

Pero tanto / como y dependen sólo de la formí de la sección y los


. _ BO
3

I combinaremos en una relación I ¡y. La relación final entre el momento


flector M que tiene que ser equilibrado por el momento resistente será
12

BO'

I / .
r'
12 . Bf
0
2
6

I Figura 102
muchas variaciones. No obstante, los perfiles metálicos están tabu-
lados y puede hallarse para cada caso el módulo de elasticidad. Hay

I que tener en cuenta que no siempre los módulos de elasticidad más


pequeños son los más económicos. Para calcularlo se procede así:
1. Hallar el máximo momento flector
2. Sustituir valores en la ecuación

I 3 X u n i d a J de futrí
Figura 101
M

I 73
Zona de ,
compresión

I
I
I Figuia 116

I
I Figura 119
Esfuerzos
predominantes

I de fuerza internos producían tracciones y compresiones. Nos falta ver


los esfuerzos verticales. La suma de estas fuerzas es 2 V = 0.
Imaginemos las moléculas de dos secciones adyacentes resbalando
una sobre otra (fig. 121a). En la figura vemos un par de fuerza hori-

I FfeunlU
zontal T y C equilibrado por un par vertical. Este último provoca una
acción cortante vertical en el material y lo mismo ocurre con el
horizontal. En la figura 121b vemos que se establece equilibrio y que
láminas puede variar entre 40 y 80 miru Es necesario como mínimo el cortante vertical es igual al horizontal.

I una relación 2:1 luz-altura para que trabaje como viga; de otra manera
actúa como arco (fig. 119). Para absorber los empujes horizontales,
tanto en las estructuras plegadas como en estas cubiertas laminares, se
El esfuerzo cortante horizontal se suma a los esfuerzos de tracción
y compresión mientras que el cortante vertical se une al conjunto de
verticales. Ninguno de los dos es posible sin el otro.
usan tirantes. Debido a las grandes luces, es necesaria una cierta altura Sin una adecuada resistencia al esfuerzo cortante, una viga no

I de estas cubiertas (fig. 120).

£1 esfuerzo cortante
puede aguantar el momento flector. Por ejemplo, si colocamos tres
planchas una encima de otra (fig. 122), su resistencia será la que
obtendremos con la suma de las tres resistencias individuales, pero si
podemos unirlas obtendremos un esfuerzo combinado 9 veces mayor

I Cuando sometemos a carga una viga, aparecen unas acciones que


producen unos esfuerzos en los soportes. Hemos visto que estos pares
(fig. 123). El aumento de resistencia a la flexión que se obtiene
cuando se contrarresta el cortante horizontal se puede comprobar
fijando las páginas de un libro primero sueltas y luego prietas (fig.

I 82 83
I
I Estructuras espaciales

Cuando las luces son grandes y las cargas ligeras, debemos tener un
momento de inercia grande y un peso propio bajo, Entonces podemos

1 usar una combinación de vigas en celosía (fig. 213). En este punto nos
interesa rigidizar todos los elementos en Las dos direcciones para

I
I
I
I Ffcura 214

I nyfxxxxrxyr\>f\

I Figura 213

I obtener un buen trabajo de los elementos en las dos direcciones. Si la


forma es cuadrada, mejor será el trabajo y pueden lograrse fácilmente
luces de 20 m (fig. 214).
Como en las losas, los esfuerzos se distribuyen según diagonales y

I así la distribución de elementos resistentes será según diagonales (fig.


215). Los momentos flecíores pueden reducirse sá existen voladizos.
Al igual que las columnas con capitel, aquí también es conveniente
algo para rigidizar y absorber cortantes (fig. 208).

I Podemos decir que las estructuras espaciales no son económicas,


porque representan limitaciones de luces y íobre todo de cargas.
También por la gran cantidad de material usado.
Otra manera para reducir momentos es introducir una tercera
AA/VWWWVVVVVXAA

I dimensión (fig. 216).


Para mas información, consúltese Cubiertas, le la misma colección,
por Roy E. Owen, ARIBA.
Figura 215

I 130
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