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Sinopsis
Dicen que Jake “El Dragón” Falcone ganó su apodo encendiendo el
hielo en su primera temporada en la NHL. Pero solo entre nosotras señoras,
estoy bastante segura que lo ganó por el dragón en sus pantalones.
Señor ten jodida misericordia, pero al hombre le ha sido dado un
regalo. (Y he oído que sabe exactamente cómo usarlo). Desde mi primer
abrazo como su novia falsa, es claro que está a rebosar debajo del cinturón.
Después de algunas citas falsas comprendí que está a rebosar… en todas
partes.
Corazón, cerebro, vibra sexual y la capacidad de hacerme reír tan
fuerte que casi meo mis pantalones, Jake es todo lo que siempre he querido
en un hombre.
También es mi cliente y está FUERA DE LOS LÍMITES. Oh, y tiene
una ex que está completamente loca y va por mi cabeza.
Debería alejarme, y lo haría, si mi dragón no fuera tan completamente
increíble…

***

El nombre sonaba como una broma. ¿Quién en su sano juicio quiere


un “Milagroso Desastre” haciendo control de daños en su jodida vida
amorosa?
Bueno… resulta que yo.
Para el momento en que dejé su apartamento el primer día, estoy a
mitad de camino con Shane “Milagroso Desastre” Willoughby. Para el final
de nuestra primera cita, sé que mi vida no estará completa hasta que haya
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tenido a esta hermosa, sexy y perfectamente salvaje mujer en cada manera


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sucia que he imaginado desde nuestro primer beso.


La quiero, todo de ella, desde los comentarios listillos que me hacen
sonreír hasta el corazón herido que sé que puedo curar. Si ella me dejara.
¿Puede una princesa de Madison Avenue y un dragón del lado
equivocado de las pistas vivir felices para siempre?
Si tengo forma de hacerlo, el mundo está a punto de descubrirlo.

Magnificent Bastard #3
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Prólogo I
Traducido por Addictedread

Corregido por Disv

De los mensajes de textos entre Sebastian “Bash” Prince y Shane


Willoughby

Bash: Hola preciosa, solo poniéndome en contacto para


asegurarme que irás mañana a la noche de póquer. Tengo una
proposición que quiero hacerte mientras te quito tu dinero…
Shane: Mmmmm…
Bueno, sabes que me encanta la noche de póquer, pero eso
suena un poco ominoso…
Bash: Nah, no ominoso.
Tal vez, portentoso.
O delicioso.
O alguna otra palabra que termine en “oso” e implique
cosas divertidas y sensuales. ¡Creo que vas a amar lo que
tengo en mente!
Shane: Oh Dios…
No vas a pedirme que tenga un trío contigo y Penny,
¿verdad?
Bash: ¡Demonios, no!
¡Jesús!
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¡No!
Soy hombre de una sola mujer. Y Penny cortaría mi pene
si ella incluso pensara que estoy pensando en pensar algo
así.
Cosa que nunca haría.
NUNCA.
Shane: Oh, bueno. ¡Me alegra tanto escuchar eso!
Quiero decir, Penny es muy atractiva, pero tú en
realidad no eres mi tipo, calabacita ;)
Bash: Ja ja.
Cristo, de hecho, me hiciste sonrojar.
No puedo recordar la última vez que me sonrojé.
Penny acaba de preguntarme por qué estoy todo rosa y
ahora está riéndose a carcajadas. Quería ser ella la que te
hablara sobre esto, pero le dije que podía encargarme.
Gracias por demostrarme que estoy equivocado,
Willoughby.
Shane: ¡De nada!
Entonces, ¿de qué estás hablando? Ahora en realidad
estoy intrigada…
Bash: Eres un desastre, eso es lo que eres.
Y es por eso que eres perfecta para este trabajo. Estoy
necesitando un Precioso Desastre…
Shane: Un Precioso Desastre…
Bash: Sí, un Precioso Desastre, capaz de conquistar a un
hombre incomprendido con la desesperada necesidad de un
cambio de imagen y transformarlo en un predilecto de los
medios de comunicación. Todo mientras asustas a la ex novia
decidida a arruinar su buen nombre y tal vez fingir un
embarazo si las cosas se ponen realmente horribles. Pero eso
es solo si la primera etapa no sale como está planeada.
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Shane: ¿Fingir un embarazo? ¿Qué demonios estás…?


Oh, no.
De ninguna manera.
No estás diciendo que quieres que yo…
Bash: ¿Trabajes para mí? ¡Sí! Sí, es justo lo que digo.
Tengo a un Magnífico Bastardo y a un Espectacular
Canalla, pero no tengo a un Precioso Desastre, Shane. De
hecho, no tengo a una mujer soltera en el lado de la
intervención en el caso de que un cliente masculino se me
acerque con la desesperada necesidad de nuestra particular
marca de asistencia.
Shane: Oh Dios mío. No sé si es halagador u horroroso.
Bash: ¡Es intrigante! ¡Y excitante! Serás maravillosa.
Shane: ¡Pero ya tengo un trabajo!
Bash: No un trabajo a tiempo completo. Tú misma dijiste
que la fundación de tu tía se dirige sola.
Shane: A veces sí, pero a veces estoy muy ocupada
recaudando fondos, celebrando fiestas de beneficencia y
cambiando vidas.
Bash: ¡Lo cual es justo lo que harás para mí! Estarás
cambiando vidas… o al menos la vida de un hombre. El tipo
realmente necesita tu ayuda.
Es como un cachorrito grande y triste. Un cachorrito
grande, triste y sexy.
(Penny me dijo que añadiera la parte de sexy para que
así sepas que pasar algunas semanas liándote con el tipo no
será una dificultad de tu parte. ¡Y pondrá diez atractivos de
los grandes en tu bolsillo! No puedes superar eso).
Shane: No necesito diez grandes, Bash. Sabes que mi tía
me dejó una herencia *ejem* muy cómoda.
Bash: ¡Entonces dona los diez grandes a la caridad!
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Es el trabajo lo que cuenta, muñeca. El buen trabajo


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para un alma digna que tiene el derecho de continuar con sus


asuntos sin que su buen nombre sea arruinado por la pesadilla
rencorosa de una persona que piensa que un hombre terminando
una relación es motivo para que ella ponga una bomba en medio
de su vida.
¡Y quién sabe, incluso podrías divertirte!
Salir con una estrella de la NHL viene con algunas
ventajas. Estoy seguro que él al menos puede conseguirte
entradas para la temporada. O quizás un sombrero con
monograma. O guantes. Te gustan los guantes, ¿verdad? Es
decir, ¿a quién no le gustan los guantes?
¡Te hacen sentir como un niño otra vez!
Shane: ¿Es un jugador de hockey profesional? Estás
bromeando.
Bash: No lo hago.
Shane: Pero no para los Rangers, ¿verdad? ¿Algún otro
equipo?
Bash: No, está con los Rangers. ¿Por qué, eres fan de
los Islanders?
Shane: No, solo estoy…
Por alguna casualidad no estás hablando de Jake “El
Dragón” Falcone, ¿verdad?
Bash: Sí. Pero juro que todo lo que has leído de él no
son más que mentiras. El tipo es inocente.
Shane: *resoplido* Maldición, ya quisiera.
Bash: No, en serio, Shane.
Es decir sí, se ha follado a su cuota de estrellas y
supermodelos, pero ya verifiqué personalmente su lado de esta
historia en particular. Después de lo que pasó con Aidan y la
mafia, estoy comprobando los antecedentes de los clientes muy
a fondo estos días.
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Jake está siendo incriminado. Es un chico bueno y


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realmente necesita nuestra ayuda.


No creo que tenga algún otro lugar al cual acudir…
Shane: Por lo que sé todo esto es bastante denso,
Prince.
Bash: El tipo en serio está devastado, Shane. (Por
cierto, es Penny).
Solo quería hacerte saber que creo que harías un trabajo
increíble con esta intervención y en realidad harías una
diferencia en la vida de este hombre.
Pero si necesitas decir no, lo entiendo. Solo tendremos
que decirle que no podemos ayudarlo y desearle suerte
encontrando alguien más que se especialice en eliminar a ex
novias malvadas. Estoy segura que será capaz de encontrar a
alguien así ahí fuera.
Es decir, nunca he oído hablar de alguien que haga lo
que hacemos aquí en la CMB, pero…
Shane: ¡Bien! ¡Ugh! Soy impotente contra los sermones de
culpabilidad.
Lo haré. Puedes ponerme al día con todos los detalles
mañana durante el juego de cartas.
Bash: ¡Gracias, Shane! Muchas gracias. En serio
apreciamos esto. Y ya verás que tendrás una dosis de buen
karma extra en tu camino, nena.
Shane: Sí, sí. Haz que esa botella de whisky realmente
bueno que tienes esté esperándome en mi puesto en la mesa de
póquer. El escocés pasa más fácil que el karma.
Bash: ¡Hecho!
Shane: Oh, y Bash. Quiero que mi nombre sea Milagroso
Desastre.
Bash: ¿Precioso no es suficientemente aliterado para ti?
Shane: No. Porque si voy a sacar al “Dragón” Falcone de
la mierda de las relaciones públicas en la que está, voy a
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tener que ser una jodida hacedora de milagros.


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Prólogo II
Traducido por Smile.8

Corregido por Disv

Un poco de Shane “Milagroso Desastre” Willoughby

Mi queridísimo lector,
¡Hola! ¡Hola! ¿Cómo estás? Espero que bien…
Sí, tú. ¡Disculpa!
Lo sé… no soy lo que esperabas, ¿verdad? Especialmente si has leído
las historias de Bash y Aidan. Viniste aquí por historias de hombres, y aquí
estoy, trayendo historias femeninas, con toda su fuerza.
Y soy toda una mujer, me temo. No soy una de esas mujeres que
pueden oscilar en la apariencia neutral del género, o que tienen un lado
masculino bien desarrollado. Me hago las uñas cada semana, tengo un amor
profundo y duradero por el color rosa, y siempre pido el estilo súper suave y
esponjoso de gatita sexy en la peluquería. (Creo que en realidad el estilo se
llama La Gatita Sexy en ese libro que te dan cuando te sientas para que te
atiendan. ¿Ves? No tengo vergüenza).
Tampoco tengo idea de cómo arreglar un triturador de basura como
tampoco de cualquier otra cosa que se rompa, me aburre abrumadoramente
ESPN y todas las demás formas típicamente masculinas de televisión,
preferiría tener a alguien con músculos más grandes para levantar cosas
pesadas por mí, y considero que acampar es una forma de tortura con olor a
insecticida. Soy conocida por matar cucarachas y reubicar arañas yo sola con
un mínimo de chillidos, pero eso es solo porque vivo sola y como veterinaria
me siento obligada a proyectar un aura tranquila y capaz alrededor de
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criaturas no humanas, incluso insectos y arácnidos.


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Me doy cuenta que mucho de esto puede ser el resultado de un
condicionamiento normativo de género metido en mi mente por la sociedad,
o un subproducto de ser criada por una mujer lo suficiente mayor para ser
mi abuela, pero no puedo evitarlo. Soy quien soy. Soy mujer, escúchame
rugir, excepto si estoy en una función de caridad y entonces me escucharás
hablar en voz baja y mantener mis piernas cruzadas en los tobillos.
Por eso, antes de empezar, quería disculparme por cualquier
confusión. Sé que puede parecer extraño tener una mujer dirigiendo las
cosas a estas alturas del partido.
Créeme, fue una sorpresa para mí, también. Cuando pensé en
tomarme un tiempo libre de llevar el fondo benéfico de mi tía, me imaginaba
volviendo al trabajo como veterinaria a tiempo parcial. Tal vez comenzar una
clínica sin fines de lucro para ayudar en la esterilización y castración de gatos
salvajes, o abordar el problema de la violencia entre perros en la ciudad. No
pensarías que Nueva York es un lugar donde necesitarías proteger a tu
pequeño chihuahua contra los ataques de un montón de perros bravos y
salvajes, pero estarías equivocada.
Es una jungla allí fuera, y ni siquiera el más grande y el más malo entre
nosotros es inmune al peligro.
Es por eso que tomé este trabajo para la Consultora Magnífico
Bastardo: véngate de tu ex o recupera tu dinero. Jake “El Dragón” Falcone
puede ser un jugador de hockey profesional con un cuerpo construido para
lanzar cantos rodados encima de las montañas, y las piernas lo
suficientemente gruesa como para romper guardias defensivos en dos con
una flexión de sus varoniles muslos, pero a veces incluso un dragón necesita
a una princesa para ayudarlo a salir de problemas.
¡Fijate en Game of Thrones! ¿Dónde estarían los dragones sin su
Khaleesi?
Si no eres un fan de Game of Thrones, imagínate una princesa
guerrera montada en un dragón que escupe fuego en la batalla contra sus
enemigos, su pelo plateado ondeando tras ella al viento, la mujer y la bestia
unidos en la causa común de enseñarles a los malos a no joder con las
personas bajo su protección. Llénate de la pura imagen de ser una rebelde y
ponte un poco más erguida. Si eso no hace que te emocione ser una mujer,
sin importar cómo te sientas sobre el color rosado o Sports Center, no sé qué
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lo hará.
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Sí, Game of Thrones es fantasía, pero en la vida real las mujeres son
mucho más fuertes de lo que la gente piensa.
Cada vez que escucho a un hombre llamar a alguien un “coño”,
infiriendo debilidad y falta de determinación, quiero ir allí y recordarle a ese
idiota que los coños dan a luz. Los coños traen una nueva vida al mundo en
un mar de dolor y sangre y de un loco y jodido heroísmo. Los coños son los
guerreros originales: fuertes, flexibles, obras maestras del diseño que dan
vida y placer, y deberían recibir todo el respeto.
Si yo fuera la gobernante suprema del mundo, cada hombre que
alguna vez haya usado el término “coño” para degradar a otra persona se
vería obligado a vestirse con ropas de color rosado y hacer ofrendas diarias a
una estatua de Afrodita acurrucando a un gatito que construiría en Central
Park. También instituiría un período de tres días de fin de semana, anexando
el lunes a la diversión para que ya no tuviera que ser el día más odiado de la
semana, en el cual enviaría a los trolls de internet a mi calabozo en la vida
real hasta que completaran un curso de No Ser un Pusilánime Imbécil
Abusón, y proporcionaría asistencia médica gratuita a todas las criaturas
grandes y pequeñas, porque nadie debe sufrir o morir porque no pueda
permitirse las medicina.
Sin embargo, desafortunadamente, no soy la gobernante suprema del
mundo, realmente le daría al puesto lo mejor de mí, así que si la tierra está
en algún tipo de situación de invasión extraterrestre y están buscando a
alguien que se encargue, te animo a que votes a Willoughby como la
Soberana Benevolente. Solo soy una mujer con una mejor comprensión de la
dinámica interpersonal y con suficiente tiempo en mis manos que mis
amigos Bash y Penny fueron capaces de hacerme sentir culpable para ayudar
a un chico malo con problemas de control de ira a enderezar su vida.
Pero Bash se engaña a sí mismo si piensa que confiaré en que este
“dragón” es un inofensivo y esponjoso conejito, simplemente porque mi
nuevo jefe lo dice. Haré esta intervención a mi manera y llevaré a cabo mi
propio análisis de la situación antes de meterme en la batalla sobre los
hombros de Jake Falcone.
Aprendí hace mucho tiempo a dejar de confundir las promesas de la
gente con la verdad, cuando mi terapeuta de traumas me dijo que “volvería a
la normalidad” para el primer aniversario de la muerte de mis padres. Por
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supuesto que no estuve de vuelta a la normalidad. No he visto lo que es


“normal” desde el quince de octubre, tres días antes de mi décimo
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cumpleaños, cuando perdí a mis padres, dos de los mejores amigos que he
tenido nunca.
Pero lo normal está sobrevalorado, ¿no te parece?
La gente normal se cuestiona su instinto y deja para mañana lo que
debería hacer hoy. Pero he visto lo rápido que la vida puede ser robada, cómo
de repente y para siempre puedes quedarte sin tiempo para decir las cosas
que quieres decir, o ser la persona que deseas ser. El tiempo es una línea de
pañuelos de colores vivos extraídos del bolsillo de un mago, en apariencia sin
fin, hasta el momento en que el espectáculo acaba y te das cuenta en una
carrera agridulce que has perdido tu tiempo viendo cuando deberías haber
estado haciendo, hablando, aprendiendo, amando…
Antes de que fuera demasiado tarde.
Tengo treinta y dos años, diez años más joven que mi madre cuando
murió, y no he estado ni cerca de vivir toda la vida que quiero vivir o hacer
todas las cosas que quiero hacer. Y no voy a perder ni un segundo de mi
precioso tiempo con un hombre que no merece una intervención.
Mejor que Jake Falcone traiga su mejor juego para nuestra primera
reunión y me demuestre que merece una aliada, o no hay trato.
Así que… supongo que hay una posibilidad de que esto termine siendo
una novela para chicos después de todo.
Si “el Dragón” es un idiota, te dejo con él.
O bien, ¡podrías venir conmigo! Podríamos ir a mirar tiendas, o a
tomar un café. O a dar un largo paseo y disfrutar de las hojas difuminando la
línea del horizonte con explosiones de color glorioso. El otoño es
absolutamente mi época favorita del año, pero incluso si no eres un fan del
aire fresco del otoño y el olor a castañas asadas de los vendedores
ambulantes cerca de Tavern on the Green, casi cualquier cosa es más
divertida sin un gran idiota y tonto alrededor.
Como decía siempre mi tía Tansy: un hombre bueno es como queso
fundido; uno malo es como un examen rectal. En otras palabras, un buen
hombre hace todo mejor, pero uno malo no es divertido en ninguna
circunstancia.
Piensa en ganar la lotería, mientras tienes un examen rectal. Por
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supuesto, puedes imaginar cuán ilusionado vas a estar después de que el


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examen haya terminado, pero mientras tanto todavía habrá algo frío y duro
metido en tu trasero sin nada más excepto un pegote de lubricante frío para
prepararte para la intrusión.
Por lo tanto, ten esto en cuenta cuando decidas si el Dragón es digno
de tu tiempo. Sé que lo haré.
Sinceramente,
Shane "El Milagroso Desastre" Willoughby
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Shane
Traducido por Rihano

Corregido por Disv

Aproximadamente a diez minutos para las dos en una fresca tarde de


octubre, me acomodo en una banca, en el jardín privado detrás del edificio
de apartamentos de mi tía Tansy en el Upper East Side, para esperar a mi
primer caballero visitante.
No mi primero, no estoy en la carrera para la virgen más vieja de la
ciudad de Nueva York, pero es el primero desde que me mudé de regreso a la
ciudad.
Ha pasado un año, pero el apartamento de la tía Tansy aún no se
siente como “mío”, no he hecho mucha socialización aparte del equipo del
fondo benéfico que he manejado desde la muerte de tía T, y ni siquiera he
considerado hacer tiempo para citas. Salir se ubica, en mis prioridades, en
algún lugar detrás de finalizar mi testamento y conseguir revisar mi
colesterol, entre otras cosas que planeo olvidar hasta que tenga al menos
cincuenta o comience a experimentar inexplicables dolores de pecho.
Pero esta no es una cita.
Esta es una reunión de negocios.
Así que no hay absolutamente ninguna razón para estar nerviosa, en
especial en un hermoso día como este. El sol está brillando a través de las
hojas brillantemente coloreadas, transformando el dosel de arriba en un
techo de vitrales, el olor del otoño es fuerte en el aire, y estoy envuelta en el
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suéter más suave que existe. La etiqueta dice que está hecho de lana de
alpaca, pero se siente como que fue tejido con la piel del abdomen bajo de
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tiernos gatitos. Se siente divino contra mi piel, tan divino como el caliente
latte de caramelo en mi mano y el feliz zumbido de la cafeína recorriendo mi
sistema.
El café de la tarde es un tratamiento especial, como lo es pasar un día
repantigada en mi pijama hasta el mediodía, seguido por una cita para
almorzar con mi amiga Adelina. Addie, mi vecina de abajo, es la
acompañante contratada de una rica y vieja ogro llamada Eloise, quien
prospera violando leyes de trabajo y manteniendo a su personal en un estado
de agotamiento nervioso. Addie y yo no hemos tenido tiempo para almorzar,
mucho menos para el café posterior, en casi un mes.
Debería estar disfrutando de nuestra sesión de chismes y del hasta-
ahora-perfecto día, pero no puedo mantener mi mente en la conversación o
mis ojos lejos de la entrada del jardín, escondida detrás de los árboles de
arce. En diez minutos, un jugador de hockey profesional, que puede o no
haber asfixiado a su ex novia casi hasta la muerte, estará usando un código
que le proporcioné para cruzar por esa puerta de hierro forjado y hacia mi
lugar seguro.
Si es verdad que los moretones de la ex de Falcone eran falsos,
entonces Addie y yo estamos perfectamente a salvo. Pero si él está
mintiendo, yo podría haber invitado a un monstruo a atravesar la puerta de
mi jardín.
—Deberías ir a arriba antes de que él llegue aquí —digo,
interrumpiendo a Addie a mitad de una historia de horror acerca de la última
lista de comestibles imposibles-de-obtener de Eloise—. Solo mantente a
salvo.
—Absolutamente no. No voy a dejarte sola con un extraño —dice,
empujando sus lentes hacia arriba por su nariz.
En realidad, son mis viejos lentes, donados porque Addie se rehúsa a
utilizar uno de sus preciosos días libres para revisarse los ojos, pero estos se
ven mejor en ella. Con su cara pálida en forma de corazón, ojos oscuros y un
halo de rizos marrones, puede parecer un poco abandonada cuando se la
deja a su cuenta. Los lentes de montura de carey con los diamantes de
imitación en el marco le dan una apariencia juguetona que suaviza la
severidad de sus rasgos claros-y-oscuros y el vestuario Casual de Negocios de
Bibliotecaria Severa.
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—Y no me estoy perdiendo la oportunidad de ver al Dragón en persona


—continúa ella con una sonrisa—. Soy una gran fan.
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—¿En verdad? ¿Desde cuando ves hockey?
—¡Desde siempre! Mis cinco hermanitos jugaron al crecer y mi papá es
un acérrimo fanático de los Rangers. Estuvo en televisión dos veces con
Dancing Larry.
—¿Dancing Larry? —repito, con la ceja arqueada.
—Dancing Larry. —Los ojos de Addie se abren por encima del borde de
su vaso de chocolate caliente—. ¿Tú sabes, el tipo que baila en todos los
partidos locales? ¿El Strike It Up? ¿Para emocionar a todos después del
último tiempo libre del tercer período?
Mi mirada se desliza hacia la puerta, aún sin señales de mi potencial
cliente, y de regreso al expectante rostro de Addie.
—Umm…
Sus labios se estrechan con desaprobación.
—Dijiste que hiciste tu tarea, Shane. ¿Cómo pudiste haberte perdido la
información sobre Dancing Larry? Él es un icono de los Ranger. Incluso una
leyenda.
Mis hombros se alzan.
—¿No sé? ¿Tal vez porque Larry no está acusado de estrangular a su ex
novia?
—Para ser justos, tampoco lo está Jake —dice Addie, en un tono que
me sorprende. Suena como que está hablando de un amigo, no de un extraño
a quien ella observa golpear un disco en televisión—. Ningún cargo ha sido
presentado. En este punto, son todas especulaciones y conjeturas.
Honestamente, no puedo entender porque la gente parece tan lista a creer lo
peor. Jake nunca ha estado envuelto en un escándalo. Nunca, ni siquiera, se
mete en peleas sobre el hielo.
—Los fanáticos de deportes son raros —murmuro.
—¡No lo somos! —Addie se sienta más recta—. Somos leales. Eso es
algo bueno.
—Pero no conoces a este hombre, Addie. No realmente. Conoces la
imagen que él le presenta al mundo —digo, entonces sigo adelante sin parar
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cuando sus labios se abren en protesta—. Jake podría haberle mentido a


Bash acerca de lo que pasó con su ex. Podría haber estado golpeando a sus
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novias por años y solo haciendo un buen trabajo de mantenerlo oculto. Es


posible. Quiero decir, mira a Bill Cosby. Él estuvo drogando y asaltando
mujeres en secreto por décadas mientras todos seguíamos pensando que era
el dulce papá de América, usando-suéteres-feos y comiendo gelatina.
Addie levanta una mano, pero no he terminado aún.
Me preocupa ver a mi amiga tan impresionada con un tipo que es, en
el mejor de los casos, un imbécil mujeriego que usa novias famosas como
pañuelos desechables, y en el peor, un abusador con problemas de control de
ira.
—¿Y qué ha hecho Falcone para ganar tu lealtad? ¿Patinar muy bien?
¿Disparar un pedazo de plástico por el hielo con una precisión mejor que el
promedio? —resoplo—. Quiero decir, comprendo lo de disfrutar su juego,
pero ser bueno practicando un deporte no tiene nada que ver con ser buena
persona. Y si siento una mala vibra de este cretino, va a tomarme diez
segundos decidir que él puede encontrar a alguien más para ayudarlo a salir
del desastre que ha hecho.
—Un disco de hockey está hecho de goma vulcanizada, no de plástico.
—La voz profunda retumba desde las sombras debajo de los árboles, y me
congelo, los dedos apretándose alrededor de mi taza de café.
Mis ojos se abren con pánico mientras me encuentro con la mirada
escandalizada de Addie.
—Traté de decirte —susurra—, pero no dejabas de despotricar.
Maldigo en silencio, preguntándome si alguna vez aprenderé a
mantener mi estúpida boca cerrada, y me volteo para enfrentar al muy
grande, muy intimidante y muy claramente-no-feliz-conmigo jugador de
hockey parado en la puerta de mi jardín.
Nuestros ojos conectan, y el primer pensamiento que pasa por mi
cabeza es que Jake Falcone es incluso más inmenso en persona de lo que
parece en televisión, como una pequeña montaña, o un remanente de los
días cuando los guerreros vikingos vagaban por esta esquina de la tierra,
aplastando langostas para abrirlas con sus puños. Lo segundo es que sus ojos
marrón oscuro son más inteligentes de lo que yo esperaba que fueran.
Lo tercero es que él es sin duda el más atractivo, más magnético y más
increíblemente hermoso hombre en el que he puesto los ojos.
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Sin ninguna duda.


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Jake “el Dragón” Falcone es un maldito dios entre los hombres y
parece que estoy en camino de conseguir más de lo que esperaba.
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Shane
Traducido por Kwanghs

Corregido por Disv

Trago con dificultad, peleando por traer mi cabeza de regreso al juego,


pero mis pensamientos se han nublado con el épico rostro del guapo
hombre.
Es más que el greñudo cabello castaño oscuro, los rasgos cincelados,
los hombros imposiblemente amplios, o los antebrazos dignos de una doble
página en Porno Mensual de Antebrazos. Falcone tiene el tipo de intensa
energía personal que se estira a través del tiempo y espacio, se envuelve
alrededor de mí como un sensual puño gigante, y me priva de mi capacidad
para respirar. Las fotos y metrajes del juego que había visto en las redes no le
han hecho justicia. Ni siquiera cerca.
Un vistazo al hombre y quiero treparlo como a un árbol, envolver mis
piernas alrededor de su cintura, y hacer mi mejor imitación de un orangután
bebé.
Los orangutanes infantes se aferran al pelaje de sus madres durante
los primeros cinco meses de vida, pero cuanto más miro al hombre, más
pienso que cinco meses podrían no ser suficientes. Toda la frustración sexual
reprimida de mi año de celibato me está golpeando con la fuerza de un
tsunami, dejándome mareada, fuera de balance, y en peligro de rezumar
fuera del banco en dirección a un charco de jugo lujurioso en el suelo.
La necesidad de lamer cada centímetro de mi cliente como si fuera una
sexy paleta gigante está haciendo que en realidad mis rodillas tiemblen, lo
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que no es tan propio de mí.


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No he estado en una cita en más de un año, pero eso no es porque no
haya habido ofertas. Tengo mi porción de cualidades indeseables, pero soy
amigable, de buen carácter, divertida, y estoy lejos de ser dolorosa de mirar.
Me han dicho que tengo el rostro de un ángel y, para los hombres que
aprecian las curvas, un cuerpo a juego.
Varios de esos mismos hombres cambian rápidamente su tono una vez
aprenden que también tengo cero tolerancia para las estupideces y ningún
filtro entre mi cerebro y mi boca, pero conseguir una cita o encontrar a un
chico para mantener mis sábanas calientes nunca ha sido un problema.
Como la mayoría de las mujeres con algún interés en penes, si quisiera tener
sexo de manera regular, lo haría.
Pero desde que me mudé a la ciudad, no he estado interesada en nada
más serio que unos cuantos intercambios coquetos con el chico que entrega
mis víveres. La última vez que estuve con alguien, fue con Wesley. Cuando se
fue, se llevó mi deseo sexual con él.
Supongo que en el fondo sabía que eventualmente me sentiría atraída
hacia otro hombre, pero nunca esperé que fuera este hombre. Y nunca esperé
que la ola de lujuria golpeara así de fuerte, dejándome boquiabierta e
intentando no babear mientras el objeto de mi fascinación apoya sus manos
abajo en sus caderas y pregunta:
—¿Tiene algún sentido quedarme? ¿O ya has decidido que no valgo tu
tiempo?
Sacudo mi cabeza, pero por una vez en mi vida las palabras no vienen.
¡Mierda y doble mierda! Tengo que recobrar la compostura. ¡Ahora
mismo! Antes de que haga una primera impresión incluso peor.
Afortunadamente, Addie me compra algo de tiempo cuando se pone de
pie de un salto y tiende una mano en la dirección de Falcone.
—¡Hola! Soy Adeline, amiga de Shane. ¡Es tan genial conocerte! Soy
una gran fan de tu juego. Te he estado viendo desde que saliste de la AHL
cuando Leone fue lesionado.
Falcone toma su mano, haciéndome sentir una intensa envidia de los
dedos de mi amiga, y murmura algo humilde que me desconcierta casi tanto
como mi reacción hacia él.
21

Esperaba más ego. Muchísimo más.


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Mi búsqueda podría haber pasado por alto los detalles de Dancing
Larry, pero cavé lo suficientemente profundo para saber que Falcone es una
superestrella. Reclutado en la NHL después de solo un par de meses en las
menores, ha sido uno de los rostros de la liga desde su primer turno en el
hielo en el Madison Square Garden. Es una gran celebridad tanto como un
jugador de hockey puede ser y tiene los amigos, y enemigos, que van junto
con ello.
Los amigos, especialmente sus entrenadores, sospecho que ignoran la
presión de los medios para hacer examinar a Falcone por uso de esteroides,
una sustancia que explicaría por qué un famoso y genial cliente está de
repente ahorcando a sus novias en su tiempo libre. Los enemigos que
sospecho manipulan a la prensa tras bambalinas, presionando para arruinar
la reputación de Jake y quizás incluso su carrera.
Hasta ahora, mi instinto decía que Falcone necesitaba ayuda para
hacer que el problema con su exnovia desapareciera porque tiene algo que
ocultar. Ahora, no estoy tan segura. Mirándolo, no percibo una vibra de chico
malo, aunque sería difícil agarrar alguna vibra aparte de la de “abalánzate
sobre ese hombre y desnúdalo” pulsando a través de mi torrente sanguíneo.
Pero como cualquiera que ha pasado por traumas, tengo experiencia
pretendiendo estar bien cuando estoy todo menos eso. Para el momento que
Falcone y Addie han terminado de hablar sobre hockey, he tirado mi taza de
café en el contenedor cerca de los crisantemos, he convencido a mis
temblorosas rodillas de retomar las riendas, y vengo a pararme al lado de
Addie, haciendo frente a mi dragón.
—Lamento que comenzáramos con mal pie —digo, en mi tono más
conciliador—. Espero que te quedes y hablemos las cosas a profundidad. Me
encantaría escuchar tu lado de la historia en persona, y estaría feliz de
ayudarte si tú piensas que puedo. Solo necesito tomar mi propia decisión
acerca de si es una buena idea para nosotros trabajar juntos. Bash es un
amigo, pero no lo conozco suficientemente bien para confiar en él
incondicionalmente.
—Yo no confío en nadie incondicionalmente. —Jake alcanza su bolsillo
trasero, sacando varias hojas de papel doblado—. Incluyéndote. Voy a
necesitar que firmes un acuerdo de confidencialidad antes de que
comencemos.
22
Página
Frunzo el ceño, pero alcanzo el contrato de todos modos, mi brazo
aparentemente dispuesto a cumplir las órdenes de Falcone sin hacer
preguntas.
—Pero yo ya tengo un formulario de confidencialidad en la oficina. Lo
firmé cuando llené el resto del papeleo de contratación. Debió de haber
estado en tu paquete.
—Lo estaba. Pero ese acuerdo fue redactado por tus abogados —dice,
sosteniendo mi mirada con una intensidad que hace que mi piel comience a
hormiguear por todas partes—. Este fue redactado por los míos. Mi
privacidad es importante para mí, y necesito saber que va a ser protegida.
—De acuerdo. —Asiento, ignorando el malfuncionamiento de mi
sistema nervioso central—. Dame unos cuantos minutos para revisarlo. Si
todo está en regla, firmaré y podemos comenzar de inmediato. —Fuerzo una
sonrisa—. Y si sirve de algo, soy una persona privada, también. Y tomo mis
promesas seriamente. Nunca compartiría nada dicho a mí en confianza, con
o sin un documento legal para garantizar mi buena conducta.
—Entonces… bien. Gracias. —Sus ojos oscuros se suavizan, insinuando
que podría haber un espíritu afín ahí debajo de su exterior melancólico—.
Aprecio eso, y yo… —Aclara su garganta mientras estira su cabeza
rígidamente hacia un lado—. Si sirve de algo, espero que decidas que valgo tu
tiempo. Bash tenía razón, eres perfecta para el trabajo.
Él se encuentra con mi mirada, y respirar se vuelve más difícil de lo
que era un momento antes.
—Las fotos en tu archivo son lindas, pero no te hacen justicia. Eres
simplemente… increíble.
Increíble. La palabra emerge de sus labios carnosos con una
veneración que me hace sentir como una pintura de un millón de dólares, o
la vista desde el Monte Kilimanjaro, y mis ovarios explotan con pequeños
estallidos idénticos de rendición. También sospecho que mis bragas pueden
estar incendiándose.
Algo urgente y peligroso está definitivamente sucediendo debajo de mi
cinturón de cuero falso, pero no puedo apartar la vista de los ojos de Falcone
lo suficiente para evaluar la situación. Me estoy ahogando en esos ojos,
succionada en un hoyo negro de deseo desde donde no habrá retorno. Mis
23

pezones se endurecen, mi boca se seca, y el único modo de evitarme a mí


Página

misma decir algo inapropiado es tirar mi labio inferior entre mis dientes y
morder suficientemente fuerte para enviar dolor rápidamente a través de mi
mandíbula.
Mierda, si el simple contacto visual con este hombre me pone así de
caliente, me estremezco al pensar en qué estado estaré si llegamos a la parte
de práctica de besos de la orientación.
Práctica de besos.
Mierda. Si la historia de Jake es verificada y decidimos seguir
adelante, podría estar besando a este hombre antes de que la tarde termine.
Besar a Jake Falcone, mi lengua enredándose con la suya y su sabor en
mi boca y esos fuertes brazos envueltos alrededor de mí tan apretados que ni
siquiera importará si mis rodillas se convierten en avena grumosa…
El pensamiento no debería ser tan completamente destructor de
cordura. El hombre es mi cliente. Besarlo será una parte de mi trabajo.
Incluso si unir labios con él es tan intenso como supongo que será, no
significará nada, y no llevará a ningún lado sino hacia el camino duro y lleno
de baches de Villa Frustración Sexual.
Bash dejó claro desde el principio que la relación física de un
intervencionista con él o la clienta nunca va más allá de un beso.
Excepto cuando lo hace…
Mira a Cat y Aidan, ellos definitivamente pasaron de besar a rodar
desnudos por la Fiesta de Orgasmos bastante rápido.
Pero Aidan y Cat eran viejos amigos, me recuerdo a mí misma. No
eran extraños, y Cat era la que estaba en problemas, no la que se rumoraba
que había estrangulado por poco a una mujer. El pensamiento es
aleccionador, y debería ser más que suficiente para poner un amortiguador
en mis inapropiadas bragas incendiadas.
Pero esa es la cosa acerca del fuego. Es salvaje e impredecible y le
importa una mierda el bien y el mal.
Solamente quiere arder…
24
Página
3
Shane
Traducido por Lyla y VckyFer

Corregido por Disv

Quince minutos más tarde, he firmado el acuerdo de confidencialidad,


le di un abrazo a Addie para despedirla con promesas de enviarle un mensaje
de texto más tarde, y me siento de nuevo en el banco junto a Jake, que ocupa
mucho más espacio que Adeline.
Me acerco al extremo más lejano del asiento para darle más espacio,
pero nuestros muslos todavía están a solo unos centímetros de distancia y
puedo sentir su calor acariciando el lado derecho de mi cuerpo. El hombre es
un horno, el tipo de hombre que te haría retirar las cobijas en medio de la
noche porque simplemente tumbarse junto a él es suficiente para
mantenerte caliente.
Deja de pensar en acostarte a su lado en la cama, Shane.
En serio. Ahora mismo.
¡Detente!
Es hora de conseguir que algo de sangre fluya a tu cerebro para que
puedas tomar una decisión fundamentada. El hecho de que este hombre
pone tus bragas en llamas no es una razón adecuada para ayudarlo a
evitar posibles cargos de abuso doméstico.
En realidad, el hecho de que él ponga mis bragas en llamas es una
buena razón para que cancele esto antes de que empecemos.
25

En vez de eso, me vuelvo para enfrentar a Jake, metiendo mi pie


debajo de mi rodilla mientras le pregunto:
Página
—Entonces, ¿qué pasó? ¿Puedes explicar más acerca de los moretones
en tu ex? Tengo que ser honesta, eso va a ser que el acuerdo lo cumpla o lo
cancele. No condeno la violencia física en general, pero es especialmente
perturbador cuando el agresor es aproximadamente tres veces el tamaño de
la persona que rodea con una mano su garganta.
—Entiendo. Y estoy de acuerdo. —Suspira mientras pasa sus dedos por
su cabello—. Voy a llegar a eso, te lo prometo, pero tengo que ir un poco más
atrás. No estoy seguro que puedas entender lo que pasó la semana pasada a
menos que sepas algo de la historia entre Keri y yo.
Asiento con cuidado, tratando de mantener una mente abierta, pero no
me gusta la expresión derrotada en su rostro. Parece un hombre que sabe
que sus explicaciones van a ser inútiles. Me pone triste, mucho más triste de
lo que debería, teniendo en cuenta que Jake sigue siendo prácticamente un
desconocido.
Pero no quiero creer que esta persona con ojos amables, que me hace
sentir cosas que no he sentido desde Wesley, sea capaz de una violencia
inexcusable.
—Keri y yo nos conocimos en un acto benéfico para Real Time, mi
fundación —dice, cruzando los brazos en su pecho solo para estremecerse y
descruzarlos de nuevo—. Ayudo a patrocinar programas deportivos para
niños de zonas marginales. Todo tipo de cosas, pero especialmente tiempo
en los campos de hockey sobre hielo, ese tipo de cosas. Keri trabaja para una
organización benéfica que imparte arte en las escuelas. Teníamos mucho en
común y congeniamos de inmediato. Ella creció en el mismo tipo de
vecindario que yo y… —Él se encoge de hombros incómodamente—. No lo sé.
No fue electrizante desde el principio, pero sentía como que podía ser yo
mismo con ella. Era agradable.
—Hasta ahora, todo bien —digo, disfrutando de la historia de él
pasando tiempo con una mujer porque tenían trabajo y lecciones de vida en
común, a pesar de que sé que el triste final está llegando—. Entonces, ¿dónde
salió todo mal?
—No lo hizo. Al principio, todo estaba bien. Pasábamos el rato en mi
casa y ella venía a ver las prácticas. Pasaba los fines de semana en su estudio
ayudándola a preparar sus lienzos y pintando el autorretrato más feo del
mundo. Nos divertíamos. Era fácil estar con ella y las, um… —Su mirada se
26

desplaza hacia mí antes de regresar al jardín que está frente a nosotros—. Y


Página

las cosas en el dormitorio eran buenas. Sabes, solo… normal y buenas.


Lucho contra una sonrisa, sintiendo que no apreciará que encuentre su
malestar adorable.
—Bien. Normal y bueno es bueno. Mejor que raro y malo.
—Sí, lo es. —Sus labios se curvan y obtengo un vistazo de lo esplendido
que debe ser cuando sonríe, pero el atisbo de una sonrisa no se prolonga por
mucho tiempo—. Pero logramos pasarlo a raro y malo. Llegó a hacerse un
infierno mucho más rápido de lo que habría creído posible en un principio.
Pero debí haberlo sabido mejor antes de dejarla entrar tan rápido.
Realmente no puedes conocer a una persona después de seis semanas.
—Bueno, no, no completamente —digo, frunciendo el entrecejo—. Pero
por lo general puedes obtener una idea bastante buena si las cosas van a
volverse raras y malas. ¿Parece que tal vez a Keri le estaban pasando cosas
que a la mayoría de la gente no?
—Keri está enferma. —El arrepentimiento y la frustración en su tono
deja claro que no está hablando metafóricamente—. No estoy seguro de cuál
es su diagnóstico, pero sé que estaba tomando medicamentos y luego paró.
Dijo que los medicamentos tenían algunos efectos secundarios de mierda,
como volverla menos interesada en el sexo, y ella no quería que interfiera
con nuestra relación. Le dije que hablara con su médico antes de tomar una
decisión, pensé que podía probar diferentes medicamentos si realmente
estaba preocupada por ello, pero no escuchó. —Exhala, sus hombros bajando
más abajo de lo que estaban antes—. Después, empezó a tener terribles
dolores de cabeza y a rechinar los dientes como loca al dormir. Se volvió tan
malo que se rompió un molar. Lo rompió completamente en dos.
—Auch —digo, haciendo una mueca.
—Pagué la cirugía para arreglarlo, y para que ella viera a un
especialista por sus migrañas. Me dijo que no, pero sentía que era mi culpa.
—Mira hacia su regazo, donde sus dedos están entrelazados juntos en un solo
puño—. Todo estaba sucediendo porque ella quería hacerme feliz. Traté de
convencerla de que su salud era más importante que tener sexo como
conejos cada vez que estábamos juntos, pero… —Gira sus palmas hacia
arriba, sus dedos curvándose libremente, la vista haciéndome sentir peor por
él.
Es triste ver a esas grandes y fuertes manos parecer tan desamparadas.
27

Malo, de alguna forma.


Página
—Pero ella no volvió a los medicamentos —digo, después de un
momento.
—No, no lo hizo —dice suavemente—. Y estaba tan enojada todo el
tiempo. Todo lo que yo decía la provocaba y cuando no estaba enojada estaba
ansiosa. Estaba aterrorizada de que fuera a romper con ella antes de que
pudiera mejorar, y honestamente, yo quería. —Sacude la cabeza, pero no
levanta su mirada—. No porque no me importara como amiga, pero todo era
demasiado. Ella lloraba y sufría todo el tiempo, y solo la había conocido por
un par de meses. A largo plazo, no tenía idea de con qué Keri estaría lidiando
si me quedaba. Sé que me hace sonar como el mayor imbécil del mundo,
pero…
—No, no lo hace —digo, con la garganta apretada—. Salir con alguien
con una grave enfermedad es una gran decisión. No estaban casados y no
habías hecho grandes promesas. Tenías derecho a terminarlo cuando ya no
fuese bueno.
Él mira hacia arriba, su expresión dejando claro que no está
comprando lo que estoy vendiendo.
Debe haber oído el tirón en mi voz. Es perspicaz, algo que debo tener
en cuenta si quiero mantener mi equipaje fuera de la ecuación. Esto es acerca
de la vida amorosa de Jake, no la mía. Toda mi mierda está en el pasado,
enterrada a dos metros bajo tierra donde nada nunca cambia y ninguna
cantidad de recuerdos hará a alguien ningún bien.
—En serio —insisto—. Lo digo en serio. No suenas como el imbécil más
grande del mundo. Realmente suenas como un tipo agradable.
La piel alrededor de sus ojos se tensa, pero él no mira hacia otro lado.
—No lo soy. Ni siquiera tuve las pelotas para romper con ella en
persona. En ese momento, ella había amenazado con suicidarse si
terminábamos y yo…
—¡De ninguna manera! ¡No lo hizo! —Sacudo mi cabeza, indignada por
él—. Eso es claramente terrorismo emocional.
—Lo sé, ¿verdad? —Parece aliviado al oír a alguien llamar rata a una
rata—. Sentía lastima por ella, pero también sentía que era su maldito
prisionero. Cuando finalmente se terminó, estaba tan enfadado y resentido
28

que ya no podía soportar estar en la misma habitación que ella.


Página

—No te culpo. Solo me alegra que ella no te retuviera como rehén.


—Sí, bueno intenté que no lo hiciera —dice, un músculo temblando en
su mentón—. Le dejé un correo de voz diciéndole que me iba y la alenté a
buscar ayuda, y luego cambie las cerraduras de mi apartamento. Cuando ella
llegó y comenzó a golpear la puerta para entrar, llamé a seguridad y dejé que
ellos se encargaran. Cambié mi número de celular y mi gimnasio y tuvo
prohibido ver la práctica, pero ella siguió apareciendo afuera de mi edificio.
Tuve que jodidamente pasar corriendo a su lado para poder entrar antes de
que ella estuviera sobre mí. Fue una locura.
Suspiro, mi estómago haciéndose nudos cuando se acerca al final de la
historia.
—¿Hablaste con la policía? ¿Viste si podías conseguir una orden de
restricción?
La ira aprieta sus rasgos faciales por primera vez.
—No me llevo con la policía.
—¿Qué? ¿Por qué no? Es decir, sé que no siempre es divertido, pero…
—No —dice él, su tono firme—. Ir a las autoridades no era una opción.
No ventilo mis trapitos en público. Nunca. —Su mirada se endurece—. Por
eso es que traje el acuerdo de confidencialidad. Espero que mi vida privada
permanezca privada. ¿Nos entendemos?
—Por supuesto —digo—. Firmé tu acuerdo, no estoy…
—Solo quiero que seamos muy claros —me interrumpe—. Si una
palabra de lo que estoy diciendo es compartida con la prensa o con alguien
más, incluida tú pequeña amiga de los lentes, te procesaré, a tu jefe, y a
cualquiera que viole mi privacidad con todo el peso de la ley.
—Detente allí. —Alzo una mano con los dedos extendidos—. Escucha,
entiendo que tuviste un momento difícil, y te comprendo, lo hago. Pero no
tienes derecho a amenazarme. Te he dado mi palabra y he firmado los
papeles que querías que firmara. Si eso no es suficiente para que confíes en
mi sin que te vuelvas horrible, entonces deberías marcharte.
Él sonríe.
—¿Y me lleve mis diez mil conmigo?
—Y te lleves tus diez mil contigo. —Sonrío dulcemente, luchando con el
29

deseo poco característico de cachetearle esa expresión petulante del rostro—.


Página

No necesito su dinero, Señor Falcone. Estaba haciendo esto como un favor


hacia Bash, y porque soy fácil de convencer para decir que sí cuando debo
decir que no. Tu dinero está destinado a Humane Society, pero yo puedo
hacer fácilmente esa donación con mis propios fondos y enviarte por tu
malhumorado camino.
—¿Así que haces esto por la bondad de tu corazón? —pregunta, con
una evidente e insultante incredulidad.
—Sí, Jake. —La exasperación tensa mi tono de voz—. Las personas
ocasionalmente hacen cosas buenas por otras simplemente porque es la cosa
correcta de hacer.
Sus ojos oscuros y sexys-como-el-pecado me estudian por un largo
momento, durante el cual hago lo mejor para recordar que es exasperante y
la última persona que debería permitir que despierte mi deseo sexual. Pero la
intensidad de su mirada me hace sentir como si él me estuviera desnudando,
exponiendo mis secretos, recordándome de todas las cosas que he
abandonado por ocultarme en las adorables ruinas de la vida de otra mujer.
Las cosas como la pasión, la conexión y la oportunidad de que mañana
pueda ser menos solitario que hoy. Cosas como el amor y la aceptación de
alguien que ve todo hasta lo más profundo de mí, a lugares que son tristes y
que están desequilibrados y rotos, y encuentra algo hermoso en los restos.
Sé que Jake no es ese hombre, que él no va a ser más que mi cliente, y
quizás ni siquiera eso, pero no puedo apartar mis ojos de los suyos. Hay algo
acerca de él, algo que hace que cada uno de los nervios de mi cuerpo vibren
como un diapasón encontrando la nota perfecta.
Nos sentamos viéndonos por lo que se siente como siempre mientras
las manos de Jake se enrollan en puños y mi corazón late con más fuerza,
insistiendo que quiere quedarse para aprender más sobre este hombre que
me hace sentir completamente despierta por primera vez en mucho, mucho
tiempo.
Pero mi corazón está acostumbrado a no recibir lo que quiere. No
espero que esta vez sea diferente. Espero que Jake me diga que me vaya al
infierno y se vaya por donde vino, pero en su lugar dice:
—Lo siento. Tienes razón. No debí amenazarte de esa manera. Todo
esto… —Él se queda sin habla con un suspiro—. Me está jodiendo. Pero ese
no es tú problema o tú responsabilidad, y no deberías de tener que tratar
30

conmigo siendo un completo idiota.


Página
—Yo no diría un completo idiota. —Ladeo mi cabeza, atrapando su
mirada a través de gruesos mechones de cabello que caen por su frente—.
Más como un idiota normal, de cada día, pero esos ya son suficientemente
malos.
Sus labios se curvan.
—¿Puedo salir de la zona del penalti si prometo que no va a volver a
suceder?
Asiento, apreciando su sensual media sonrisa más de lo que debería.
—Está bien. Estás fuera de la zona del penalti, pero nada más. Guarda
eso para tu terapeuta.
Bufa.
—No tengo un terapeuta.
—Consigue uno. —Sonrío para suavizar las palabras—. Una persona
que ha pasado por lo que tú has pasado necesita terapia. Puedo escuchar si
quieres hablar, pero mi trabajo es quitarte a Keri de encima para que puedas
tener un inicio limpio, no para ayudarte con las consecuencias emocionales
de tener a alguien en quien confiabas convertirse en una acosadora.
—Asumiendo que tomas el trabajo. —Él corre un pulgar de ida y vuelta
bajo su mentón. El roce de su piel contra el rastrojo de la tarde hace un
sonido que es puramente masculino y sorprendentemente íntimo. Quiero
alcanzar y correr mi dedo sobre su barba oscura, solo para sentir el
cosquilleo.
Resisto la urgencia inapropiada. Solo apenas.
—Sí, asumiendo que tomo el trabajo. Hasta ahora, estoy inclinada a
decir que sí, pero…
—Pero necesitas saber la historia detrás de los moretones. De acuerdo.
—Asiente, sus hombros tensándose —. Como dije, estaba haciendo todo lo
que podía para alejarme de Keri, pero el jueves pasado llegué tarde a casa de
la práctica para encontrarla cocinando lasaña en mi cocina. De alguna
manera había entrado. Dañó la cerradura, supongo. O quizás convenció al
nuevo chico del lobby que la dejara entrar, aunque él jura que nunca dejó su
escritorio. No estoy seguro, pero allí estaba ella, cocinando y tomando una
31

copa de vino, fingiendo que todo era como solía ser. Le dije que se fuera, y
peleamos. Dije algunas cosas, ella dijo otras…
Página
Sus manos se volvieron puños de nuevo.
—Finalmente se intensificó. Se volvió feo. Le dije que había perdido su
maldita mente y que nunca más quería volver a verla, incluso si ella
conseguía ayuda. Antes de que supiera lo que estaba sucediendo, ella se me
estaba acercando con un cuchillo.
Mi boca se abre, pero antes de que pueda decir alguna palabra, Jake
continúa:
—Estaba tan sorprendido que mis reflejos se fueron a la mierda. Para
el momento en que comencé a retroceder, ella ya había hundido la hoja en
mi hombro. Hasta el fondo. —Sacude su cabeza—. Después de eso, yo solo…
lo perdí. Antes de darme cuenta de lo que estaba haciendo, la levanté por la
garganta, la cargué a través de la habitación, y la solté afuera de la puerta de
entrada.
—Mierda —digo, mis ojos abiertos.
—Eso lo resume bastante bien. —Una sonrisa curva sus labios—. Pero
yo solo la sostuve por unos segundos, y no había moretones cuando cerré la
puerta.
Asiento con simpatía, pero no puedo evitar decir la verdad.
—Podrían haber aparecido más tarde. Los moretones toman tiempo en
formarse.
—Lo sé —dice—. Sé un par de cosas sobre ser golpeado. Pero las fotos
fueron tomadas solo veinte o treinta minutos después de que ella dejó mi
apartamento, alrededor del atardecer. No había tiempo para que la piel se
tornara oscura, negra y purpura. Sospecho que ella lo arregló con sombra de
ojos o algo, pero supongo que hay una posibilidad…
Él se aclara la garganta mientras encuentra mi mirada de frente, la
mirada preocupada en sus ojos hace que mi pecho duela.
—Hay una posibilidad de que haya perdido el control y le haya hecho
daño. Y si eso es verdad, quizás no merezco la ayuda. Honestamente no
conozco a nadie más. Solo sé que necesito que esto se detenga y te siento
como mi última oportunidad de salir antes de que las cosas se vuelvan aún
más feas.
32
Página
4
Shane
Traducido por Cat J. B

Corregido por Simoriah

Me muerdo el labio con fuerza mientras mis pensamientos se


arremolinan.
No es la rotunda negativa que me dije a mí misma que necesitaba oír
para seguir adelante, pero por otro lado Jake tampoco es el hombre que
esperaba que fuese. No es un imbécil arrogante. Aparentemente es un tipo
amable y compasivo que se vio involucrado en una situación escalofriante y
necesita ayuda.
Me inclino a pensar que necesita ayuda de la policía y un buen
terapeuta y no una intervención de MBC, pero…
—Me iré —dice Jake, interrumpiendo mis pensamientos—. Lo siento
por hacerte desperdiciar tu tiempo. —Se pone de pie, cubriendo el espacio
entre el banco y la puerta con largos y rápidos pasos.
—¡Espera! —Me pongo de pie de un salto—. No has estado haciéndome
desperdiciar el tiempo.
Él se vuelve, la expresión precavida y los hombros tensos, haciendo
que me pregunte en qué brazo tiene la puñalada.
Jesucristo. Una puñalada.
Una puñalada. ¡Esto es una locura!
Estaba preparada para ayudar a Jake a deshacerse de su loca ex novia,
33

pero no pensé que ella sería una loca del tipo que apuñala gente, ni que yo
Página
tendría que lidiar con un hombre que tiene una abstinencia patológica de ir a
la policía.
—Así que asumo que no denunciaste el apuñalamiento a las
autoridades. —Cruzo los brazos con fuerza y frunzo el ceño pensativamente,
intentando actuar como si tuviera alguna idea de qué hacer en una situación
como esta—. Ya que tú no vas a la policía, ¿verdad?
Una expresión terca cada vez más familiar se apodera de sus facciones.
—No. No quiero que esto salga a la luz. A la prensa le encantaría.
—Pero esto es un crimen —digo, esperando poder hacer que entre en
razón —. Uno serio. Como mínimo, Keri te atacó con un arma mortal. No sé
todos los detalles, y no soy abogada, pero veo que incluso podrían
presentarse cargos por intento de asesinato.
Él sacude la cabeza.
—Ella no intentaba matarme.
—Tú no sabes eso. Estaba enojada y te apuñaló, Jake. Te apuñaló. Con
fuerza, según cómo lo describiste. —Extiendo el brazo, permitiendo que mis
dedos se ciernan sobre su pecho—. ¿Qué tal si su puntería hubiera estado un
poco más cerca del centro? Podría haber clavado el cuchillo en tu corazón.
Sacude la cabeza otra vez, pero con menos convicción.
—Ella quería herirme en el momento, no deshacerse de mí
permanentemente.
—Claro. —Ni siquiera intento contener el tono dudoso en mi voz—.
Bueno, ¿qué pasa con tu trabajo? ¿Qué dijo tu doctor? ¿La herida va a
interferir en tu forma de jugar?
—Estaré bien. —Hace rodar su hombro izquierdo—. Sano rápido, y soy
bueno con el dolor.
—Pero, ¿qué dijo tu doctor? —Una fea sospecha hace cosquillas en mi
estómago—. Sí fuiste al doctor, ¿verdad?
Él se encoge de hombros, frunciendo el ceño.
—Estoy bien. Me han dado suficientes palizas para saber la diferencia
entre algo serio y algo no serio.
34

—Bromeas —digo, aunque sé que no es así—. Esto no está bien, amigo,


Página

ni siquiera un poco. —Señalo la puerta—. Afuera. Calle. Ahora.


—Así que, ¿eso es todo? —Dolor parpadea en sus ojos antes de que se
vuelvan fríos—. ¿Renuncias? ¿Así como así?
—No, no renuncio. Voy contigo. —Tomo mi bolso del banco y lo coloco
bajo mi brazo—. Vamos a buscar un taxi y te llevaré a la sala de emergencias
más cercana.
Él gruñe.
—No voy a ir a la sala de emergencias. No hay emergencia.
Abro tan grandes los ojos que estoy bastante segura que me herí el
recto lateral.
—¡Fuiste apuñalado! ¡Tienes una puñalada! ¿Cómo eso no es una
emergencia?
—Es una puñalada de hace cinco días que está sanando bien —insiste
con voz calma y determinada que me recuerda a mi mejor amiga Cat, quien
también es terca como el demonio y ridículamente mala para cuidarse a sí
misma—. Es demasiado tarde para hacer puntos, y eso es todo lo que haría
un doctor.
—No lo es. También revisarían si tienes o no una infección localizada
—digo, negándome a rendirme—. Y si el cuchillo llegó lo suficientemente
profundo para arañar el hueso, deberías ser revisado por si tienes
osteomielitis, una seria infección de huesos. Podrías necesitar un antibiótico
de amplio espectro y quizás incluso cirugía para retirar el tejido infectado.
Una mirada apreciativa y aguda se arrastra a sus ojos.
—¿Así que eres doctora?
—Veterinaria —digo—. Pero te sorprendería la relación de ambas
cosas. Los animales y los humanos no son tan diferentes como a la mayoría
de la gente le gustaría penar.
—Entonces tú puedes revisarme —dice, como si fuera la conclusión
más lógica del mundo—. Asegurarte de que todo está sanando como debería.
—¡No, no puedo! Atiendo a criaturas de cuatro patas. Ni siquiera tengo
licencia para atenderlas en Nueva York. No he tenido tiempo de rellenar el
papeleo desde que me mudé.
35

—¿De dónde te mudaste?


Página
—Georgia. —Frunzo el ceño ante el repentino cambio de tema—.
Atlanta, pero yo no…
—Un melocotón de Georgia1 —dice, asintiendo como si eso explicara
algo acerca de mí.
—No soy nada por el estilo. —Alzo la barbilla, queriendo dejar en claro
que no soy una dulce belleza sureña que permitirá ser tratada mal por un
jugador de hockey demasiado estúpido para llevar su trasero al doctor
después de ser apuñalado—. Nací y me crie en la ciudad y obtuve mi título en
la Universidad de Nueva York. Solo me mudé a Georgia porque mi
prometido vivía allí.
Jake asiente.
—Entonces, ¿cómo se siente tu prometido de que finjas ser mi novia
durante unas semanas? ¿Está de acuerdo con que haya otro hombre encima
de ti? Porque a Keri no la va a engañar que nos tomemos de las manos y que
conversemos cortésmente.
—Él ya no forma parte de mi vida —digo, negándome a pensar en
Wesley, o en que Jake esté “encima de mí”. Ambos son rumbos de
pensamiento que es mejor evitar—. Lo cual son buenas noticias para ti
porque mi prometido no estaría de acuerdo con lo que estoy a punto de
hacer. Estaría preocupado por realizar mala praxis y sobre potencialmente
matar a alguien. Pero viendo que eres demasiado cabezota para ir a un
doctor y yo no soy lo suficientemente grande para tirarte sobre mi hombro y
arrastrarte hasta allí, supongo que una revisión por una veterinaria que
quiere que permanezcas con vida es mejor que nada.
Espero más discusiones y testarudez, pero en cambio él sonríe.
Sonríe, una verdadera, completamente formada, de oreja a oreja
sonrisa exhibiendo dientes ligeramente torcidos y hoyuelos perfectamente
ubicados, y olvido que es el hombre más frustrante del planeta. Es tan
condenadamente hermoso, tan guapo de mirar y tan sexy que mi ropa
interior comienza a arder otra vez.
—Bueno, gracias —dice con voz profunda como gasolina en una llama
encendida—. Aprecio eso. Que la mujer con la que estoy saliendo quiera
36

1N. de T.: juego de palabras. “Peach” es melocotón, pero a la vez una palabra informal usada para
Página

decir que una persona es atractiva. Y la expresión usada proviene de cómo es un melocotón real de
Georgia, suave en el exterior y dulce y jugoso en el interior.
mantenerme con vida no es algo que vaya a dar por sentado en un futuro
próximo.
—No estamos saliendo, Falcone —digo severamente—. Fingimos salir.
Y hay reglas que necesitamos establecer antes de seguir adelante. Pero
viendo que necesitas atención médica, el resto de la orientación puede
esperar hasta que te revise.
—Muy bien. —Estira las manos hacia el ruedo de su camisa—. ¿Quiere
hacer esto aquí, doc? ¿O en algún lugar más privado? Por mí está bien de
cualquier manera.
Arqueo una ceja, fingiendo estar aburrida por la perspectiva de su
inminente desnudez.
—¿Así que no tienes problema desnudando tu pecho, pero sí con tus
secretos?
Él sonríe otra vez.
—Eso es correcto. Nunca he sido del tipo tímido cuando se trata de
quitarme la ropa.
Me sonrojo, pero de alguna manera logro mantener la voz firme
mientras señalo la puerta con una mano.
—Subamos a mi apartamento. Mis suministros están ahí. No hay
mucho que pueda hacer por ti en el jardín y si alguno de los miembros de la
asociación de propietarios me ve andando en el área común con un hombre
medio desnudo, estaré más arriba en su lista de mierda de lo que ya estoy.
—Entonces tu departamento será. —Él asiente, todavía sonriendo
mientras camina a mi lado por el sinuoso camino de adoquines que lleva al
edificio—. Y gracias. De nuevo. Me alegra que hayas decidido tomar mi caso.
—De nada. —Asiento, intentando mantener la calma, aunque el fuego
en la ropa interior se expande para quemar cada centímetro de mi cuerpo y
una voz en mi cabeza me advierte que nada bueno saldrá de esta decisión.
Pero no puedo enviar a Jake de regreso ahora más de lo que podría
abandonar a un perro con una espina en su pata.
Jake Falcone en modo dragón es una oscura, sexy e intimidante fuerza
de la naturaleza, pero Jake esperanzado, sonriente y agradecido por mi
37

ayuda es completamente irresistible.


Página
5
Shane
Traductora Brisamar58

Corregido por Simoriah

De regreso en mi hogar, hago señas a Jake hacia la pequeña cocina del


lado izquierdo de la habitación y comienzo a avanzar hacia lo que solía ser el
dormitorio de la tía Tansy.
—Puedes quitarte la camisa junto a la isla. Te examinaré allí. —
Deliberadamente mantengo los ojos en las estanterías de libros y en los
cuadros de las paredes mientras cruzo el espacio amplio y abierto, mirando
en cualquier dirección excepto al magnífico jugador de hockey a punto de
estar medio desnudo en mi cocina.
Dejándolo atrás, me meto en el cuarto de baño para recoger mi bolso
de supervivencia.
Un efecto secundario de tener tanta gente muriendo a mi alrededor, es
que me gusta estar preparada con algo más impresionante que el kit de
primeros auxilios promedio. Mi bolso de supervivencia está lleno de todo lo
que necesitaría para realizar una cirugía menor y limpiar el desastre después,
además de un surtido de productos farmacéuticos obtenidos por medios
menos que legales. Podría meterme en problemas con las autoridades por
una serie de artículos en mi bolsa de trucos, pero al menos no tengo que
preocuparme de que Jake vaya a la policía si mi práctica médica hace más
daño que bien.
Si el hombre permite que la gente lo apuñale y se calla, por el amor de
Dios, no va a entregar a alguien que intenta ayudarlo.
38

Me hace preguntarme qué provocó su fobia a la policía en primer


Página

lugar. He tenido algunas desagradables experiencias con la Policía de Nueva


York, acoso sexual verbal, aquella vez que fui maltratada en una protesta
pacífica y el desafortunado avistamiento de un pene cuando un policía
borracho vagó por mi escuela privada en octavo grado con su, ejem, porra
asomándose por su cremallera desabrochada, pero he estado agradecida por
la policía más a menudo de lo que estado menos emocionada por su
presencia. Sin nuestra fuerza policial, la ciudad degeneraría en un peligroso
estado de caos. En general, los policías son los chicos buenos, hombres y
mujeres que ponen sus vidas en peligro para mantener nuestra ciudad
segura.
¿Manejan cada caso perfectamente? Por supuesto que no, solo son
humanos, pero no hay razón lógica para que Jake sea tan opuesto a los
chicos y chicas de azul.
Entonces, ¿qué sucedió para poner su obstinada mente en contra de la
intervención policial? ¿Se habrá encontrado con uno de los huevos podridos
que lo marcó de por vida? ¿O hizo algo digno de que la policía lo castigara
duramente?
Bash hizo un amplio chequeo de antecedentes sobre Falcone,
revelando nada más condenatorio que un par de multas por exceso de
velocidad y una citación por conducta desordenada después de que una pelea
de bar se saliera de control en la universidad, pero los registros de Bash solo
se remontan al día en que Jake cumplió dieciocho años. Si cometió un
crimen a edad más temprana, esos registros habrían sido sellados.
Yo no había pensado en la posibilidad de un registro juvenil antes,
pero la estoy considerando ahora, y considero instar a Bash para que haga
algo de turbio fisgoneo en el pasado de Jake. Bash no es solo otra cara
bonita; también es un exitoso hacker, habilidoso para conseguir los datos
ocultos de casi cualquier persona. Incluso si el registro juvenil de Jake
estuviera sellado, Bash podría abrirse camino hacia él.
Sacando mi móvil del bolsillo trasero, tipeo un texto rápido. “¿Puedes
conseguirme los registros de arresto juvenil de Jake Falcone si hay alguno?
¿Preferiblemente lo antes posible?” vacilando solo un momento antes de
presionar enviar.
Claro, Jake parece una persona buena, aunque intensa, pero solo lo he
conocido por una hora. Y en ese tiempo me he dado cuenta que las
posibilidades de que responda a preguntas personales que preferiría no
39

responder son de escasas a ninguna. Claramente no quiere compartir por


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qué es anti policía, pero si voy a ser capaz de ayudarlo mientras me protejo a
su vez, necesito saber qué hay detrás de su resistencia.
Solo tengo que esperar unos segundos antes de que Bash me envíe un
texto de vuelta. “En ello. ¿Estás bien? Si necesitas respaldo, Aidan está en
Central Park entrenando a Nate, el tipo nuevo. Pueden estar allí en cinco
minutos. Diez máximo.”
“Estoy bien” respondo. “Jake parece agradable. Solo tengo curiosidad
de por qué es tan reacio a ir a la policía para pedir ayuda. A juzgar por el
papeleo de admisión, ¿supongo que no sabías que su ex lo apuñaló con un
cuchillo de cocina antes de que él la echara de su apartamento?”
“¿Qué demonios?” contesta Bash. “¡No! Dijo que ella irrumpió en su
apartamento, se puso violenta, y que tuvo que utilizar la fuerza para
sacarla, pero no tenía ni idea. ¡Mierda! ¿Por qué la gente piensa que está
bien mentirme? ¿Tengo una cara que dice ‘miénteme’, Shane? ¿Es eso?
¿Tengo la palabra ‘perdedor’ tatuada en mi maldita frente?”
Tiro una toalla limpia sobre mi bolso, sabiendo que necesito regresar a
la cocina. “¡Relájate! Probablemente solo vacilaba en poner algo por
escrito. Es una persona muy reservada. Y ésa podría ser la única razón por
la que no quiere ir a las autoridades por lo de Keri. Solo quiero
asegurarme. Pero mira, tengo que irme. Él me está esperando para que
revise su herida porque tampoco va a ir a un médico.”
Mi teléfono suena un segundo después, el nombre de Bash destellando
en la pantalla.
Me muerdo el labio, dividida, pero al final, silencio el timbre. No tengo
tiempo para hablar con Bash en este momento, y no quiero arriesgarme a
que Jake oiga lo que debería ser una conversación privada. Me cuesta lo
suficiente ganarme su confianza incluso sin que él sepa que estoy
husmeando en su pasado.
Pero no me siento mal por mi elección.
Se trata de seguridad personal. Estoy por mi cuenta en el mundo, y
tengo que vigilar mi propia espalda, especialmente cuando vadeo en aguas
más profundas de lo que esperaba. Acepté a fingir ser la falsa novia de
alguien durante unas semanas, después de todo.
40

En ninguna parte he firmado para salir lastimada, o algo peor…


Página
6
Shane
Traducido por Camii.beelen

Corregido por Simoriah

Con la conciencia calmada, emerjo de la habitación para ver a Jake


todavía llevando su camisa, maldición, y hojeando la revista de yoga en la
encimera.
—¿Haces yoga? —pregunta mientras pongo mi bolso junto a él—. Mi
preparador físico sigue diciéndome que lo pruebe, pero no he sido capaz de
encontrar el tiempo para hacerlo.
—Sí, lo hago. Practico cada día. Lo recomiendo a todo el mundo. Cosas
que te cambian la vida. —Abro el bolso y comienzo a sacar los elementos que
podría necesitar, incluyendo materiales para limpiar y vendar la herida, un
termómetro para revisar la temperatura de Jake y la cinta de sutura en la
posibilidad de que haga algún bien tanto tiempo después de producida la
herida—. Me gusta practicar aquí arriba. —Acaricio la encimera de mármol—
. Me mantiene enfocada.
—¿Cómo es eso? —pregunta divertido.
—Saber que podría caer ayuda a mi concentración.
—Así que disfrutas un poco de peligro. —Sus manos van a la parte
inferior de su camisa—. Lo tendré en mente.
Una respuesta comienza a armarse en mi cabeza, algo sobre que no
disfruto el peligro, lo uso como una herramienta cuando necesito un impulso
en mi "todo me importa un bledo”, pero luego Jake se quita el suéter azul
41

oscuro y camiseta sobre la cabeza con un suave movimiento, y mis palabras


Página

se pierden en el camino de salida de mi cerebro.


Santos músculos abdominales, Batman.
Y músculos pectorales, músculos de los hombros, músculos de los
bíceps y todos los demás músculos. Tantos malditos músculos.
Es un banquete de músculos. El hombre es una obra de arte en forma y
tonificada, tan perfectamente hecho que me toma un largo y extendido latido
recordar que estoy mirando a su pecho por razones distintas a la pura
admiración.
Cuando lo hago, aclaro mi garganta y trago con fuerza.
—Así que la herida de entrada, está…
Él levanta el brazo izquierdo ligeramente, revelando un hinchado y
rosado corte por encima de donde su brazo comienza a curvarse hacia su
axila.
—Aquí.
—Hmm. —Me pongo los guantes mientras me muevo para mirar más
de cerca.
—Como dije, no es serio —dice mientras yo suavemente sondeo el área
alrededor de la herida de dos centímetros y medio de ancho, mi conciencia
de él como un alto, oscuro y delicioso dios sexual desvaneciéndose a medida
que entro en modo examen—. Atravesó la piel. Puede haber rozado el
músculo un poco, pero no duele lo suficiente como para ser serio.
—¿Está sensible aquí? —Presiono a ambos lados de la herida. La zona
está caliente al tacto y más rosa de lo que me gustaría.
Él gruñe.
—Un poco, no está mal.
—¿Pero más de lo que dolía ayer? —Aparto la piel un poco más,
notando un notorio cambio en la firmeza cuando devuelvo la carne hinchada
cerca del punto de punción.
—Quizás. —Su aliento revuelve mi cabello cuando exhala—. No se
siente genial cuando lo presionas así.
—Eso es porque se está infectando. Puedo darme cuenta sin siquiera
molestarme en tomarte la temperatura. —Frunzo el ceño mientras me estiro
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para tomar mi botella de alcohol desinfectante y una gasa—. Voy a limpiarlo


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y vendarlo, pero necesitarás una ronda de antibióticos para asegurarte de


que una pequeña infección no se convierta en una gran infección. ¿Tienes un
médico clínico al que puedas…?
—No puedo ir a un médico. —Los músculos de su pecho se aprietan
cuando aplico la almohadilla empapada de alcohol a la herida, haciéndome
pensar que la sensibilidad es peor de lo que él está admitiendo—. Por ley
tienen que denunciar heridas de cuchillo y de bala a la policía.
Suspiro pesadamente, felicitándome por pedir la verificación de
antecedentes extendida. Algo sucede con este hombre y los policías, y tengo
la intención de averiguar qué es eso antes de entrar en mayor profundidad.
—Eso solo si es una situación de ataque. ¿No podrías decirle a tu
médico que te caíste en un cuchillo mientras estabas preparando la cena o
algo así?
Él levanta una ceja.
—¿Caí en un cuchillo y me apuñalé bajo la axila?
—Cosas más extrañas han sucedido. —Sustituyo la almohadilla de
alcohol con gasa seca y me estiro para tomar mi cinta adhesiva—. Deberías
oír algunas de las historias que he escuchado de mis amigos doctores de
gente. Los humanos se meten en problemas mucho más creativos que otros
animales.
—Estoy seguro que lo hacemos, pero no necesito un médico. Ni
antibióticos. —Él levanta la barbilla—. Estoy bien. Mi cuerpo puede combatir
la infección por su cuenta.
—Pero, ¿qué tal si no lo hace, cabra obstinada? —Le echo un vistazo
con un frustrado resoplido para descubrir su rostro a solo unos centímetros
del mío.
Inhalo, pero mis palabras se pierden de nuevo mientras mi
concentración se enfoca en el calor de sus labios calentando los míos, y el
olor de la terrosa y potente colonia, hombre en el pico de su vida
levantándose alrededor mío. Huele como el cielo, tan bueno que todo lo que
quiero hacer es inclinarme, presionar mi nariz en su piel desnuda y atraer el
eléctrico olor de él hacia mi alma.
Y después de haberlo olido, presionaría un beso en el centro de su
pecho, justo sobre su corazón. Lo besaría, sacaría la lengua para saborearlo,
43

mordería un pezón plano de color marrón claro y luego el otro antes de


Página

inclinar la cabeza hacia atrás y…


—Tengo medicina para peces. —Las palabras emergen como un croar
estrangulado mientras lucho para vencer el calor que lame mi piel.
Sospecho que este hombre oculta un oscuro y quizás criminal secreto
sobre su pasado, pero incluso si no lo hiciera, desearlo sigue siendo una idea
peligrosamente mala. Olvida que sea mi cliente; también es un mujeriego del
más alto nivel. Ha salido con al menos seis celebridades de la lista A solo en
el último año. Una de ellas incluso escribió una canción sobre él, “Helado
Corazón de Dragón”, la cual no pinta una imagen halagadora de la
sensibilidad de Jake ni de su habilidad para dejarlas sin herir sus
sentimientos.
Sería tan tonta como una caja de rocas frías para permitir que esta
lujuria arda descontroladamente. Necesito apagar las llamas, poner la cabeza
en el juego, y recordar que la única persona en la que puedo confiar para
hacer lo correcto por mí soy yo.
—Medicina para peces —repite él, la mirada fija en mi boca,
haciéndome pensar que no soy la única con un fuego allí abajo.
Mierda. Tengo que controlarnos. Ahora. Antes de que arranquemos
con el pie izquierdo y nunca podamos volver sobre al correcto.
—Medicina para peces. Antibióticos para los peces —tartamudeo
mientras su acerca y mi aliento se hace más rápido—. La mayoría de la gente
no se da cuenta, pero los antibióticos utilizados para los animales son hechos
en las mismas fábricas donde hacen la medicina humana. Los mismos
ingredientes, el mismo diseño de la píldora y la codificación de color, todo lo
mismo excepto que no necesitas una receta para comprar medicamentos
para mascotas.
Él apoya la mano en la encimera, tan cerca de la mía que nuestros
dedos se rozan y una fresca electricidad atraviesa las yemas de mis dedos.
—Así que quieres darme antibióticos para peces.
—No, no quiero darte antibióticos para peces. —Doy un paso atrás,
esperando que ayude a calmar mi acelerado corazón—. Pero si te niegas a ir a
buscar medicamentos de tu médico, entonces te daré antibióticos para peces
y te diré cómo usarlos. Aunque, honestamente, preferiría no llevar mi
medicina de humanos tan lejos. Yo misma he tomado medicamentos para
animales varias veces, pero estoy más cómoda experimentando con mi salud
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que con la tuya.


Página
—Eso es dulce. —Él se acerca más, hasta que todo mi cuerpo se está
tostando en su calor similar al de un horno—. Eres dulce.
—No lo soy. Soy estúpida —resoplo—. No debo ceder a tus obstinadas
tonterías.
—Tú eres lo más lejano a lo estúpido que puedo imaginar. —Él estira la
mano y pasa mi cabello sobre el hombro con una dulzura que hace que mis
huesos se derritan—. No parece justo que seas dulce, hermosa y una doctora
genial también.
—No soy una doctora genial. —Inclino la cabeza hacia atrás,
hipnotizada por el calor en sus ojos—. Soy una veterinaria inexperta y sin
certificación, y debería hacerte ir a la sala de emergencias.
—No puedes obligarme a hacer nada, señorita Willoughby. —Sus
dedos se entrelazan con mi cabello, provocando un apretón de conciencia en
la parte baja de mi cuerpo—. Soy un objeto inamovible.
—Y yo soy una fuerza imparable —murmuro automáticamente, aunque
es lo más alejado de la verdad. Ahora mismo estoy paralizada, sin aliento
esperando ver qué este hombre hará a continuación.
45
Página
7
Shane
Traducido por Smile.8

Corregido por Simoriah

Jake sonríe, una sexy y secreta sonrisa que hace que me derrita.
—Si tú lo dices, Shane, pero mi instinto me dice que no es verdad.
Respiro profundamente, conmocionada por lo caliente que es oírlo
decir mi nombre.
—Mi instinto me dice que estás buscando una razón para parar —
continúa él, sus labios tan cerca que podría estar besándolo en medio
segundo—. Una razón para frenar y salir de tu bonita cabeza de vez en
cuando.
—No me conoces —susurro, obligándome a dar un paso atrás, lo cual
mis pies me informan que no ocurrirá—. No soy así en absoluto.
—¿Tus amigos nunca te dicen que piensas demasiado?
—No. Hablo primero y pienso en lo que estoy diciendo cuando es
demasiado tarde para hacer algún bien a alguien. Normalmente no me
esfuerzo tanto para decir lo correcto.
—¿Debería sentirme especial? —Sus manos se amoldan a mis costillas
a través de mi suave suéter, haciendo que mis pezones se tensen—. ¿O
insultado?
—No sé. —Mi respiración sale apresurada mientras pongo las manos
contra su pecho, disfrutando de la sensación de su piel desnuda bajo las
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puntas de los dedos mucho más de lo que debería.


Página
Estoy disfrutándolo tanto que estoy a punto de perderme en la niebla
sexual. Pero no puedo permitir que eso suceda, ni ahora, ni nunca. Jake está
fuera de límites por demasiadas razones, la no menos importante es que me
afecta de una forma en que solo un hombre ha logrado. Otro hombre, que me
mintió, me arrancó el corazón por la nariz con un gancho de
embalsamamiento y luego fue y se puso tan enfermo que no había manera de
que pudiera estar enfadada con él por hacerme atravesar el infierno.
Recordar el día en que Wesley finalmente me dijo la verdad, me
explicó que nuestra boda tendría que ser puesta en espera hasta después de
que él atravesara unas cuantas rondas de terapia ocupacional y una prueba
experimental de drogas, es suficiente para que darme la fuerza para
presionar las palmas contra el pecho de Jake y alejarme.
—Deberías ir a casa y descansar un poco —digo, recogiendo mi copia
de Yoga Journal y sosteniéndola entre nosotros como un escudo—. Voy a
enviarte a casa con medicina para peces y pautas de dosificación. Quiero que
tomes la primera pastilla con comida y luego te relajes en el sofá con un poco
de lectura sobre yoga durante el resto de la tarde. Consulta el artículo sobre
abrir la cadera. Es bueno.
—¿Me veo como si mis caderas necesitasen abrirse? —pregunta, una
nota burlona en su voz que hace que mi rostro se ruborice más.
—A todas las caderas podría venirle bien abrirse de vez en cuando —
digo rotundamente, negándome a coquetear con él.
—¿Qué hay del resto de la orientación? —Él mira la revista, pero no
hace ningún movimiento para arrancarla de mis dedos—. Pensé que se
suponía que haríamos juntos el cuestionario, que aprenderíamos más del
otro para que podamos lograr pretender que estamos enamorados.
—Lo estamos. Lo haremos. —Le doy un asentimiento con más certeza
de la que siento—. Podemos comenzar con mensajes de texto esta noche si
tienes la energía, pero creo que el descanso es importante ahora.
—No necesito descanso. Me siento bien.
—Tienes una pequeña fiebre y tu cuerpo está luchando contra una
infección.
—También tengo una exnovia azotando a la prensa hasta volverlos
47

locos y una cantidad limitada de tiempo para conseguir controlar esta


situación —dice, acercándose—. Estoy listo para trabajar.
Página
—Descanso, medicina, muchos fluidos… órdenes del médico. —
Levanto la revista, presionándola contra su pecho, manteniéndolo a
distancia—. Conocernos y planear la dominación de Keri puede esperar hasta
mañana si es necesario.
Jake suspira, pero finalmente alarga la mano y toma la revista.
—De acuerdo. Pero voy a enviarte un mensaje después. Hay algunas
cosas que quiero que sepas antes de que empecemos.
—Suena bien. —Estoy tentada de decirle que me cuente los chismes
ahora, pero no puedo correr el riesgo de que se quede en mi apartamento por
más tiempo. Tengo que poner un poco de distancia y algo de perspectiva
antes de exponerme a su magnetismo animal fuera de control por segunda
vez.
Le doy una botella de Fish Flex, escribo instrucciones rápidas sobre la
dosis y la frecuencia en que debe tomar el antibiótico, y lo acompaño hacia la
puerta. Me estoy estirando hacia el pomo de la puerta, conteniendo la
respiración mientras me inclino hacia adelante para no distraerme con su
olor digno de desmayos, cuando su brazo está de repente alrededor de mi
cintura.
Un segundo más tarde he sido girada en el aire y estoy presionada
contra la puerta y el rostro de Jake Falcone está a un soplo del mío.
—Espero que no te importe —habla suavemente—. Pero creo que
deberíamos sacar la práctica de besos del camino. Si vamos a tener
problemas haciéndolo lucir natural, me gustaría saberlo más pronto que
tarde.
Antes de que pueda responder, su boca está sobre la mía y mis labios
se encienden con un chisporroteo oído alrededor del mundo. Una pequeña y
chirriante parte de mí insiste en que debería intentar mantener la calma,
pero el resto de mi cuerpo está demasiado ocupado respondiendo para que le
importe.
No soy fría; estoy ardiendo.
Mientras entrelazo los brazos alrededor de los hombros de Jake y él
tira de mí lo suficientemente cerca como para sentir cada duro y musculoso
centímetro de su fantástico cuerpo presionando firmemente contra el mío,
48

mi piel se sonroja tanto que se siente como si fuera yo la que tengo un poco
de fiebre. Su lengua se desliza entre mis labios y sus manos acunan mi culo, y
Página
me fundo en él, en este beso que es la cosa más erótica que le ha sucedido a
mi cuerpo en años.
Nos besamos y besamos, hasta que mis entrañas se vuelven lava y mi
mente se convierte en puré y todo lo que estoy pensando es en los labios de
Jake, su lengua, sus grandes manos y el pulso que late grueso y pesado entre
mis piernas, rogándole que les dé a todas esas maravillosas partes de sí
mismo un uso aún mejor.
Para cuando él se aleja estoy mareada, sin aliento, y lista para
quitarme la ropa y correr desnuda a mi dormitorio.
O quizás para tirar de él hacia el suelo aquí junto a la puerta.
¿Quién necesita una cama? Yo no. No necesito una cama, ni que me
convenzan ni respuestas a preguntas incómodas. Solo necesito a Jake
desnudo, duro y listo para que lo monte como a Seabiscuit a través de la
línea de meta.
¡Mal, Shane! ¡Mal!
Nadie va a montar a nadie como a Seabiscuit ni a cualquier otro
legendario caballo de carreras. ¡Contrólate, Willoughby!
—Bueno —susurro, demasiado desorientada por el beso de Jake como
para tomar a mi voz interior demasiado en serio—. Supongo que eres
bastante bueno en eso.
—Tú tampoco eres mala. —Su voz es ronca y espesa, enviando visiones
de caballos de carreras tronando por mi cabeza de nuevo—. Creo que saldrá
bien.
—Bien. —Me hago eco con un suspiro de felicidad.
Sus labios se curvan en una sonrisa que destruye lo que queda de mi
ropa interior.
—Te enviaré un mensaje más adelante, doc. Gracias por todo.
—De nada —murmuro, de alguna manera arreglándomelas para
hacerme a un lado para que pueda salir por la puerta.
Me quedo de pie hasta que escucho el ascensor cerrarse detrás de él y
el zumbido del mismo moviéndose hacia abajo a la planta baja. Solo cuando
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estoy segura que realmente se ha ido es cuando me dejo caer al suelo, cierro
los ojos, y dejo caer mi frente sobre las rodillas, preguntándome en qué
Página

demonios me he metido.
8
Traducido por Rihano

Corregido por LizC

De los mensajes de texto entre Adeline “Addie” Klein y Shane


Willoughby

Addie: ¿Así que cómo fue? ¿Estás bien?


Shane: Estoy bien.
Addie: ¿Solo bien? ¿Eso es todo lo que voy a conseguir?
¡Necesito detalles, mujer! ¿Fue una reunión productiva? ¿Fue
fácil hablar con él? ¿Crees que serás capaz de ayudarlo?
Shane: Firmé un acuerdo de confidencialidad, Addie. Eso
significa que tengo, por ley, prohibido discutir los
detalles. Pero si, creo que puedo ayudarlo. Al menos voy a
tratar.
Addie: ¡Eso es increíble! Él es agradable, ¿verdad?
Piensas que es agradable ahora, ¿no es cierto? Ahora que lo
has conocido y visto al hombre detrás del Dragón…
Shane: Agradable no es la palabra que usaría. Pero si,
conocerlo cambió mi opinión sobre algunas cosas.
Addie: ¿Cosas como cuan locamente ardiente es? ¿Y cómo
no puedes esperar a besarte con él como es tu trabajo porque
SERÁ tu trabajo, tu afortunada escurridiza? *Guiño*
Shane: ¡Oh, detente! No seas tonta.
Addie: Desearía tener un trabajo que envolviera besar a
50

atractivos jugadores de hockey. Estoy taaaaan celosa.


Página

Shane: No lo estás. Este va a ser un trabajo duro.


Addie: ¿Duro como sus abdominales? Apuesto a que sus
abdominales son roca dura. ¿Conseguiste sentirlos ya?
Shane: ¡Adeline! No puedo discutir nada de eso, e
incluso si pudiera, yo no beso y cuento.
Addie: ¡¡¡¿OMD ya lo has besado?!!! ¡Tus labios han
tocado los de Jake “El Dragón” Falcone! ¡Tu perra afortunada!
¿Fue increíblemente asombroso? ¡¡¡¡DIMEEEEEEEEEEE!!!!
Shane: ¿Quién eres tú y que has hecho con mi dulce y
bien comportada amiga que probablemente nunca ha llamado
perra a nadie en su vida entera?
Addie: ¡Lo siento! He tomado demasiada cafeína.
Probablemente necesitaré un Xanax para calmarme. No eres una
perra, ni siquiera un poquito. Solo estaba bromeando.
Shane: Sé eso, Addie. Te estaba tomando el pelo,
*guiño*.
Addie: Oh. ¡Bien! Bueno, estoy contenta de que todo
saliese bien, incluso si le estás quitando toda la diversión
a las cosas por ser tan elegante.
Shane: Estoy contenta de que fuera bien, también. Y,
Addie…
Addie: ¿Sí?
Shane: De lo que puedo decir, cada centímetro de ese
hombre es roca dura.
Addie: ¡¡OMD LO SABÍA!! *Emoji desmayándose*
Shane: LOL. Tengo que irme, Bash está escribiendo.
51
Página
9
Traducido por Lauuz

Corregido por LizC

De los mensajes de texto entre Shane Willoughby y Sebastian


“Bash” Prince.

Bash: ¿Estoy asumiendo que ya escuchaste mi mensaje de


voz, Shane?
Shane: Si, y estoy de acuerdo. Si hay más violencia, voy
a insistirle a Jake que vaya a la policía. Lo prometo.
Bash: Bien. Y la próxima vez que llame, responde. No me
gusta dejar mensajes de voz preocupados. Me hace sentir
viejo.
Shane: Bueno, estas llegando ahí, ¿treinta y tres el
próximo mes no?
Bash: Diablos sí. No me lo recuerdes. Y dile a Penny que
no planee una fiesta sorpresa. Encontré un pelo gris el otro
día, y no es el tipo de cosa que quiero celebrar.
Si comienzo a premiar a mi cuerpo por mierda como esa,
la próxima cosa que sabrás es que estoy calvo. O necesito
lentes para leer. O mi metabolismo estallara y mi vesícula va
a decidir que es demasiado delicada para procesar las grasas
y tendré que comenzar a comer sorbete en vez de helado real.
Y si eso pasa, bien podría estar muerto Shane.
Muerto.
52

Shane: Entiendo. Estoy anotándolo ahora… Decirle a Penny


que Bash está teniendo una recaída melodramática y necesita
Página

una fiesta sorpresa de helado. Nada de sorbetes.


Bash: Perfecto.
Y repórtate conmigo pronto ¿está bien? Quiero seguir en
la cima de esta intervención dado que es tu primera vez en el
ring.
Shane: Entendido jefe.
Jake de hecho acaba de enviar un mensaje. Vamos a
trabajar en el cuestionario.
Bash: Excelente. Mantén el buen trabajo, y gracias de
nuevo por tomar esto.
Ya puedo decirlo, serás excelente.
Shane: *Dedos cruzados*
53
Página
10
Traducido por Lauuz y Kwanghs

Corregido por LizC

De los mensajes de texto entre Shane Willoughby y Jake “el


Dragón” Falcone.

Jake: Hola, soy yo.


Pensé que podríamos responder algunas de esas preguntas,
¿estás ocupada?
Shane: Nop. Mi nombre Shane Francesca Willoughby.
Treinta y dos años. Escorpio.
Jake: Jake Anthony Tobías Falcone. Treinta años. Tauro.
Así que supongo que debo respetar tu autoridad.
Shane: ¿Por qué soy una mujer mayor?
Jake: Porque eres escorpio. Mi mamá solía escribir
horóscopos para nuestro periódico local. Dijo que nunca
deberías atravesarte con un escorpio.
Shane: Eso es correcto Falcone, no te me atravieses. Sin
importar cuan terco tauro seas.
Jake: Los toros también son conocidos por ser pacientes
y amigables, sabes.
Shane: Estoy tratando de recordar si alguna vez te he
visto ser paciente o amigable.
Jake: Ouch.
54

Pero supongo que lo merezco. No estaba teniendo mi mejor


Página

comportamiento hoy.
Shane: Tu comportamiento estaba bien. Solo estaba
bromeando.
Moviéndonos al número dos, ¿alguna alergia conocida?
Jake: Nop.
Shane: bien. Soy alérgica a las orugas peludas, pero
solo si las inhalo.
Jake: ¿Es otra broma?
Shane: Una mala, LOL. Lo siento.
Pero también es verdad.
Si inhalo, el pelo de oruga puede causar un severo
choque anafiláctico en personas sensibles a las toxinas. Soy
sensible.
Jake: Eso es salvaje. ¿cómo descubriste que eres
alérgica a algo así?
Shane: Estaba acampando con mis padres cuando era
pequeña. Estábamos viendo un montón de orugas de pino
trepando un árbol y de repente comencé a hincharme. Mi papá
era alérgico al polen así que tenía un EpiPen con él. Si no
lo hubiera tenido, las probabilidades son que hubiera muerto
antes de volver a nuestra tienda, ni hablar de ir al
hospital.
Jake: ¿Así que llevas uno de esos EpiPen contigo todo el
tiempo?
¿Debería aprender a usarlo, por si acaso?
Shane: yo llevo una todo el tiempo, pero no, no tienes
que aprender a usarlo. No te topas con muchas orugas peludas
en NYC. No he tenido una reacción desde esa primera vez.
Pero es muy considerado de tu parte.
Jake: Amistoso, paciente y considerado. Típico tauro.
55

También, confiable y estable.


Página

Sabía que había un par de cosas que olvide antes.


Shane: Humilde, también.
Jake: Lo intento.
Las personas que no cubren su boca cuando tosen.
Shane: ¿Disculpa?
Jake: Número tres, pequeña. No puedo soportar a las
personas que no cubren sus bocas cuando tosen. Y los idiotas
que se paran justo frente a la puerta del metro en lugar de
moverse están muy alto en mi lista también.
Shane: OMD. ¡Odio a esas personas! Apestan tanto.
Casi tanto como las que tiran la basura en la calle
cuando hay un maldito bote de basura a media cuadra.
Jake: ¡Sí! Que se jodan esos malditos flojos.
No todos queremos vivir en un bote de basura, idiota.
Shane: ¿Verdad? ¡Y las personas que no limpian la
suciedad de sus perros!
¡Grr! ¿Qué está mal con ellos?
Jake: ¡Exactamente! ¿Qué tipo de miserable excusa de ser
humano tienes que ser para dejar una pila humeante de mierda
en el piso para que alguien pase encima de ella?
Shane: Una humeante pila de humano estúpido.
Un gigante y vivo emoji de popo sin la cara sonriente.
Y ni siquiera quiero comenzar con las personas que se
niegan a reciclar. Quiero decir, entiendo que no les importe
que sus nietos tengan un planeta habitable pero tal vez al
resto de nosotros nos gustaría dejarle a la siguiente
generación algo más que un sobrecalentado palacio de basura
infestado de plagas y pestilencia.
Jake: ¡Sí!
A todo eso.
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Me gustas…
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Shane: ¿Te gusta cuán fácil me molesto por otros seres
humanos?
Jake: Sí. Las personas son lo peor. Las evito tanto como
es posible.
Shane: Eso he escuchado…
¿Estoy asumiendo que eso es porque no puedo encontrar
una sola fotografía tuya en una cita donde no estés mirando
fijamente y luciendo enojado?
Jake: Tampoco soy fan de los paparazzi.
O de nadie que trate de tomar mi fotografía sin avisarme
al menos con una semana de anticipación.
Shane: Entiendo, pero siempre estas frunciendo el ceño
amigo. Incluso en las tomas cuando no parece que sepas que
alguien te está fotografiando.
Jake: Me gusta mantener mi cara de juego puesta. Guardo
las otras para cuando mi cita y yo estamos solos.
Shane: Es increíble, aceptan estar a solas contigo si te
rehúsas a sonreír hasta que las tienes tras puertas cerradas.
Muy al estilo asesino serial, dragón.
Jake: No, los asesinos seriales son agradables al
frente, locos en el fondo. Como un mullet.
Shane: Jajaja.
Jake: Además, no soy un idiota con las mujeres con las
que salgo. Solamente no sonrío mucho.
Shane: Eso es una pena. Tienes una sonrisa hermosa.
Jake: Bueno… gracias.
No he sonreído mucho últimamente. Hasta hoy.
Fue agradable.
57

Shane: Tú eres agradable, pero no habría estado


interesada en ir contigo a cualquier sitio a no ser que te
Página
hubiera visto sonreír un poco. No por ser una cretina, pero
estoy un poco perpleja por tu éxito con las mujeres.
Supongo que estoy subestimando el atractivo de la cosa
del jugador profesional de hockey.
Jake: Es útil. No mentiré.
Pero me gusta pensar que tengo unas cuantas otras cosas
a mi favor.
Soy un besador decente, por ejemplo…
Shane: Hablo en serio, Falcone. No intentes cambiar el
tema.
Necesitamos superar esta oscura, melancólica cosa.
Queremos que Keri crea que soy la chica quien finalmente
rompió a través de tu brusco, escamoso exterior de dragón
hacia el blando, monstruo-acurrucador escondiéndose dentro.
Eso no va a suceder si te ves estreñido y malhumorado cuando
estamos juntos.
Jake: Nada más sexy que el estreñimiento.
Shane: La sensualidad no es requerida para esta parte
del proceso.
Jake: Qué lástima.
¿Todavía estás usando ese suéter esponjoso?
Shane: No…
¿Por qué?
Jake: Podría probablemente conseguir sonreír más si usas
ese suéter cada vez que estemos juntos. Era tan jodidamente
suave.
Nunca quise dejar de tocarlo.
Shane: Bueno… bien.
58

Tengo el mismo en azul celeste. Lo usaré mañana.


Página

Tal vez te ayudará a salir de tu caparazón.


Pero en caso de que nos encontremos en líos, me he
tomado la libertad de arreglar para que la parte pública de
nuestra orientación sea solamente semipública, y atendida por
personas en las que sé que podemos confiar que no hablaran.
Si no podemos lograr el “locos de amor” en nuestro
primer intento, no queremos a los paparazzi obteniendo
ninguna foto de nuestras sesiones de práctica.
Jake: Buena suerte con eso. Esos cabrones están en todos
lados. Especialmente ahora.
Pero no estoy preocupado sobre lo incómodo. Pienso que
trabajaremos bien juntos.
En el peor de los escenarios, podría simplemente
besarte.
Parece que somos bastante buenos en eso.
Shane: No pienso que deberíamos recurrir a besarnos por
dos horas. Se supone que estamos enamorados, no actuando como
adolescentes calientes succionando sus rostros en el parque.
Jake: Asquerosa descripción, Willoughby. Volvamos al
estreñimiento.
Shane: Ja. Ja
Hablando en serio, sin embargo, tengo un espacio a salvo
listo para nosotros.
Un buen amigo en el Met me debe un favor. Encuéntrame en
el techo del museo mañana a las seis p.m.
Trae tu papeleo y podemos ir a través del resto del
cuestionario en persona. Enviar mensajes de texto es bueno,
pero estoy exhausta. Soy una de esas personas que se levantan
a las cinco a.m. y se quedan sin fuerza después de las diez.
Jake: No soy demasiado noctámbulo, tampoco.
Te dejaré ir, pero hablemos primero del número ocho.
59

Shane: ¿Fobias? Sí, hagámoslo.


Página
Eso es algo de lo que definitivamente debería estar al
tanto.
Jake: No tengo ninguna fobia real, pero soy una persona
privada, y no solo porque prefiero mantener mis asuntos
personales privados. Es mi familia.
Creciendo, todos en mi vecindario tenían algo que decir
acerca de los Falcones, historias feas que la mayoría del
tiempo no eran ni siquiera verdad, pero aun así destrozaron a
las personas que me importaban.
Pero ya no es así.
Ahora, las personas tratan a mi mamá y mis hermanos con
respeto. No quiero hacer nada para cambiar eso. Así que
cualquier cosa que hagamos en público, quiero asegurarme que
no es nada que avergonzará a las personas que significan todo
para mí.
Shane: Por supuesto. Lo mantendremos con clase. Lo
prometo.
Pero lo que dijiste me hace preguntarme…
Jake: ¿Preguntarte qué?
Shane: ¿Cómo un hombre dulce como tú terminó con un
sobrenombre como “el Dragón”?
Jake: Porque enciendo el hielo en fuego, bebé.
Shane: *Emoji de fuego* *emoji de nieve* Por supuesto.
Debería haberlo sabido.
Jake: Y no soy un hombre dulce, Shane.
Cuando se trata de proteger lo que es mío, soy
implacable. Haré lo que sea que se requiera para sacar a Keri
de mi vida y a este escándalo de los titulares.
Así es que tampoco quiero andar con rodeos. ¿De acuerdo?
Shane: De acuerdo.
60

Buenas noches, dragón.


Página
Jake: Buenas noches, gatita. (De eso es de lo que estaba
hecho el suéter, ¿cierto? ¿Gatitos?)
Shane: Alpaca.
Jake: Salud.
Shane: *Emoji de cara sonriente* Te veo mañana. Seis en
punto.
Jake: En punto.
61
Página
11
Jake
Traducido por Cat J. B

Corregido por LizC

Antes de conocer a Shane Francesca Willoughby, no estaba seguro que


contratar a una mujer con el sobrenombre de “Milagroso Desastre” para
ayudarme a arreglar mi jodida vida amorosa fuese una buena idea.
Sonaba como un fallido héroe de cómic, uno de esos de oferta a cinco
centavos que devoraba de niño porque nunca podíamos permitirnos pagar el
cable. Tenían un dibujo pobre y una idea aún más pobre, e incluso Justice, el
más pequeño de mis hermanos, con su notoria alma amable y tolerante,
habría estado de acuerdo en que eran basura. Él habría roto Las aventuras
de Milagroso Desastre para usar las páginas como envoltorio de los regalos
de Navidad. O para encender fuegos en la chatarra del patio trasero. Justice
es amable y tolerante, pero también es un pirómano que casi quemó nuestra
casa dos veces.
“Milagroso Desastre” sonaba como una broma, y temía que Shane no
entendiera que hablaba muy en serio a la hora de mantener nuestra falsa
relación discreta. Me preocupaba que estuviese excesivamente impresionada
por mi fama y mi fortuna, o que fuese una de esas mujeres bonitas pero que
poseen tres células cerebrales en total. Keri es demasiado inteligente para ser
engañada por cualquier cabeza hueca de cara bonita, y me conoce lo
suficiente para creer que me enamoraría de alguien más impresionada por lo
que hago que por quien soy.
Básicamente, tenía mis Reservas con R mayúscula y estaba preparado
62

para largarme ante la primera señal de que esta compañía de intervención


romántica no fuera tan asombrosa como había dicho la esposa del mejor
Página

amigo de la asistente de mi entrenador.


Pero de todas las preocupaciones con las que lidié en las horas previas
a nuestra reunión, ni una sola vez me preocupó que me costaría tanto
mantener las manos alejadas de la mujer que había contratado para que
fingiera ser mi novia. Nunca imaginé que su olor me haría arder en deseos de
saborearla, o que la forma en la que pasa la lengua por su labio inferior me
impediría pensar en otra cosa que no fuese besarla hasta dejarla sin sentido.
Y si alguien me hubiera dicho unos días atrás que estaría saliendo de
casa de Shane con una inmensa erección, soñando despierto con follarla
contra la puerta de su apartamento, lo habría llamado un maldito mentiroso.
Pero eso fue antes de tener sus labios en los míos, sus brazos
rodeándome con fuerza, y su glorioso trasero —apenas había aprobado
inglés, pero podría escribir un épico poema acerca del trasero de Shane
Willoughby— en mis manos. Sus pechos eran tan suaves, y su boca tan
receptiva que no pude evitar ponerme duro, tanto que tomó todo de mí no
deslizar una mano dentro de los pantalones de Shane y descubrir si estaba
mojada. Moría por saberlo, desesperado por sentirla resbaladiza y caliente
alrededor de mis dedos y llevar las cosas mucho más allá de un beso.
En cambio, me compuse y me fui antes de actuar con más estupidez de
lo que ya lo había hecho.
Era una locura…
No había pensado que aún fuese capaz de sentir ese tipo de necesidad.
Había asumido que había dejado atrás la lujuria que todo lo consume de la
misma forma que lo había hecho con beber detrás del cobertizo de
equipamiento en el trabajo. A los diecisiete era un idiota, el tipo de chico que
exageraba todo.
Me hundí demasiado, bebí demasiado, gasté dinero que no tenía en
pases anuales al Parque Kennywood así podía subir la Phantom's Revenge
una centena de veces cada verano, y follé la mitad del último año. No
importaba si la chica con la que estaba era curvilínea o plana, experimentada
o inocente, estaba deseosa de follar o quería follarme porque estaba aburrida
y había oído rumores de que tenía una polla grande. Cada vez que me metía
dentro de la chica del momento, ella era todo en lo que podía pensar, en lo
que podía soñar. Era algo por lo que valía la pena vivir, por lo que valía la
pena morir… al menos hasta que nos veníamos, nos separábamos y nos
dábamos cuenta que éramos extraños de nuevo.
63

El hockey era mi verdadero amor, pero los coños habían sido mi


Página

adicción favorita.
Pero con el tiempo incluso eso se desvaneció un poco. No me
malinterpretes, el sexo aún está en lo alto de mi lista de cosas por las que
valen la pena levantarse por la mañana, o cualquier otro momento del día,
pero ahora el deseo es algo que puedo manejar. Soy un adulto, soy capaz de
decir “no gracias” en noches en las que tengo otra mierda que hacer, o sé que
la mujer en cuestión quiere más de lo que estoy listo para dar. Soy un
hombre crecidito y dueño de mi polla; o al menos eso es lo que había
asumido hasta que una rubia curvilínea deslizó su lengua contra la mía y me
hizo sentir como si tuviera diecisiete otra vez.
¿Y la mayor sorpresa? La mujer es tan intrigante y gracioso como sexy.
No, Shane Willoughby no es ninguna de las cosas que había temido
que fuese.
Es peor. Es una flecha disparada contra las grietas de mi armadura,
dirigiéndose directo a mi corazón.
Una vez que cerramos la transacción anoche, me fui a la cama,
decidido a que el sueño me quitase cualquiera que fuese el hechizo que ella
me había lanzado. En cambio, me pasé la mitad de la noche ideando formas
de convencerla de que dejarme follarla y llevarla a cientos de orgasmos no
está en contra de la política de su empresa, no si ambos acordamos seguir
trabajando y jugando por separado, y la otra mitad soñando con ella desnuda
montándome hasta que los dos nos venimos lo suficientemente fuerte para
ver estrellas.
Y cuando mis ojos se posan en ella esta noche, de pie en medio del
atardecer en una azotea sobre la ciudad, luciendo tan hermosa que quita el
aliento con un elegante vestido dorado, todo lo que quiero hacer es abrazarla
y besarla hasta que se derrita igual que lo hizo ayer.
La urgencia es toda la excusa que necesito para calmarme.
Pero también es la razón de que esta intervención pueda funcionar de
verdad.
Deseo a Shane. La deseo tanto que duele, tanto que apenas noto a los
mozos y camareras de camisas blancas y mandiles negros que se mueven
alrededor de la azotea cargando bandejas de champagne frío, o a los grupos
de gente bien vestida que admira las estatuas y la vista. No puedo hacer que
me importe quién pueda estar mirándonos, y eso no ha pasado desde que
64

escalé de las ligas menores directo a la demasiado caliente luz pública que
Página

me hace sentir como una hormiga debajo de una lupa.


Desde mi primera noche jugando con los Rangers, he cuidado todo lo
que hago, todo lo que digo, cada expresión que cruza mi rostro cuando cabe
la posibilidad de que haya cámaras filmando. La gente ama una historia de
los que vienen de lo más bajo, pero también aman odiar a los que vienen de
más bajo. Por cada persona que está genuinamente impresionada por mi
éxito, hay otra que cree que soy un hijo de puta afortunado que no trabajó lo
suficiente para tener un lugar en un equipo de la NHL.
Y la gente que se siente resentida por cuán rápido y certero soy en mi
juego es siempre la más ruidosa.
Buscan una excusa para odiarme, cualquier excusa, pero nunca les he
dado una. Soy justo pero duro, generoso pero inflexible, y me niego por
completo a contribuir a cualquier escándalo que rodee mi nombre. Me he
asegurado de que todas las fotos que obtuvieran los paparazzi de mí fuesen
tan aburridas hasta el punto de ser invendibles, dejo que los insultos me
resbalen y mantengo mis enredos amorosos privados y personales.
Hasta ahora.
Ahora mi futuro está en la cuerda floja, y todo depende de que pueda o
no convencer a una persona mentalmente inestable de que no vale la pena
que yo sea el objeto de su obsesión.
Pero en el momento en que mis ojos encuentran los de Shane, las
preocupaciones se desvanecen y todo en lo que puedo pensar es en cuánto
deseo a la mujer que ha prometido ayudarme, que rompió un par de leyes
para curar mi brazo, y que me mira como si conociera cada retorcido
pensamiento que hay en mi cabeza.
Tal vez lo hace.
Tal vez está pensando ella misma en un par de cosas retorcidas…
Puedo sentir el ardor en sus bonitos ojos azules mientras su mirada va
de mi cabeza a mis recién lustrados zapatos, asimilando mi entallado traje
negro y mi corbata, claramente gustándole lo que ve.
—Bueno, bueno… —Shane asiente cuando me detengo frente a ella, lo
suficientemente cerca para oler el fresco aroma floral de su perfume y para
sentir la lámpara de calor detrás de ella calentando el frío aire otoñal—. Te
has arreglado bien.
65

—Y tú, una vez más, luces increíble. —Bajo la mirada, apreciando la


Página

forma que tiene la luz de filtrarse a través de su vestido dorado, destacando


las curvas que hay debajo, pero alzo la mirada de vuelta con rapidez.
Centrarme en esas curvas no es una buena idea—. Ese vestido puede haberle
dado a estos hombres mayores problemas del corazón, pero estoy seguro que
me prometiste un suéter hecho de gatitos. ¿Qué pasó, Willoughby?
Ella sonríe y mi corazón golpea mis costillas. Maldita sea, es hermosa.
Desde el momento que vi sus fotos en su currículum, supe que era el
tipo de belleza natural que pondría celosa a Keri, pero esas fotos no le hacían
justicia a Shane. No capturaban su amabilidad o su confianza o el hecho de
que su sonrisa te hace sentir parte de su círculo íntimo. Es magnética, el tipo
de persona a la que quieres acércate y seguir acercándote.
—Es lana de alpaca. —Cuando alzo una ceja, continúa—: El animal que
luce como una llama, pero no lo es. Más chiquita, más bonita, menos
propensa a escupirte.
Sonrío.
—He oído de ellas. Creo.
—Te enviaré unas fotos luego. Acerca de esto… —Baja una mano
señalando su vestido—. Me disculpo por fallar a mi palabra, pero no podía
encontrar una forma de hacer que un suéter luciera semi formal, y Maria es
exigente con el código de vestuario de sus eventos.
—¿Qué es este evento? —Doy un vistazo sobre mi hombro, asimilando
la gente impecablemente vestida, la mayoría gente mayor, deambulando
alrededor de las estatuas que decoran la terraza. Lucen como la clase de
gente más propensa a ir a la ópera que a ser fans del hockey, un hecho que
me hace sentir cómodo enseguida.
—Supuestamente es la recepción inicial para la exhibición de una
escultura sorpresa —dice Shane suavemente, escondiendo su boca detrás de
su copa de champagne—. Pero en realidad, mi amiga Maria sacó un puñado
de estatuas que habían estado fuera de exhibición desde hace una década y lo
convirtió en una recaudación de fondos así nosotros podemos practicar estar
juntos en público, rodeados de gente a la que no podría importarle menos el
hockey o los escándalos de la prensa sensacionalista.
Alzo las cejas mientras la pequeña manada de camareras, abundantes
bandejas de vino y el bufet en el otro lado de la azotea toman un nuevo
66

significado.
Página

—¿Ella hizo todo esto solo por nosotros?


Shane alza un hombro desnudo y lo deja caer.
—Y para obtener dinero para un viaje de compras que quiere hacer a
Grecia. Pero sí. Mayormente por nosotros. Te dije, me debía un favor.
—¿Qué hiciste? ¿Le diste un riñón?
Shane ríe.
—No. Traje al mundo a los gatitos de Cindy Clawford.
—¿Cindy Clawford, la… gata supermodelo?
Asiente seriamente, pero hay un brillo en sus ojos.
—¿Has oído de ella?
—¿Quién no? —digo con rostro serio—. Me encanta su trabajo. En su
día, tenía posters suyos por toda mi habitación.
—¡Exactamente! Es genial. —Shane sonríe, claramente complacida de
que esté siguiéndole el juego—. Así que puedes imaginar lo agradecida que
estaba Maria de tenerme a mí para conseguir que Cindy tuviera una labor de
parto segura. Y Maria está acostumbrada a preparar cosas como estas en
poco tiempo. Es una de las mejores organizadoras de eventos a pequeña
escala de la ciudad. La uso para todas las fiestas de la fundación de mi
familia.
—La Fundación de la Familia Walloughby, ¿cierto? —pregunto,
agradecido de haber pasado un rato haciendo mi tarea anoche—. ¿La que
financia investigaciones médicas y programas para niños abandonados?
Ella arquea una ceja.
—¿Has estado investigándome?
—Un poco —admito, metiendo las manos en los bolsillos—. Lo
suficiente para sentirme un idiota por pensar que tenías interés en mi
dinero. Prácticamente eres parte de la realeza de la Ciudad de Nueva York.
—No sé si eso —dice, con una risa cohibida—. Pero mi tío era
ofensivamente rico.
Mis labios se curvan ante la inesperada palabra.
—¿Ofensivamente?
67

Se encoge de hombros.
Página
—No lo sé. Lo encuentro algo ofensivo a veces. Tener tanto dinero que
manejarlo y encontrar buenas cosas que hacer con él se ha convertido en mi
trabajo a tiempo completo. —Toma una copa de champagne de una camarera
que pasa a su lado y me la entrega—. La parte egoísta de mí está tentada de
donarlo todo, pero la confianza significa muchísimo para mi tía. Y además
los programas para niños son realmente especiales para mí. Así que supongo
que seguiré luchando la pelea generosa.
—¿Piensas que sería egoísta donar unos cuántos billones de dólares?
—Sí —dice, parpadeando hacia mí con ojos que no tienen nada que
ocultar—. Disfruto las cosas bonitas, no me malinterpretes. Pero disfruto aún
más mi libertad, y no siento que tenga mucho de eso últimamente.
Estoy a punto de preguntarle que estaría haciendo ahora mismo si no
fuera una heredera, pero ella ondea una mano con una risa.
—Pero esta noche no se trata de mí, sino de que aprendas cómo actuar
como si estuvieses irremediablemente enamorado. —Se acerca más a mí—. Y
odio decirlo, Falcone, pero hasta ahora estás haciendo un trabajo de mierda.
Las palabras no deberían hacerme sonreír, pero lo hacen.
—Pensé que estaba haciéndolo bien. Te he hecho cumplidos,
mantuvimos una conversación banal, y no has fruncido el ceño ni una vez.
—Pero tampoco me has tocado —dice, en una voz suave y sexy que va
directo a mi polla—. ¿Y qué hay de mi beso de saludo?
Su beso de saludo…
Mierda, ¿cómo puedo haber olvidado eso? Especialmente
considerando que todo lo que he querido hacer desde que dejé de besar a
Shane ayer es comenzar a besarla de nuevo.
Es un serio descuido.
Uno que pretendo remediar de inmediato.
68
Página
12
Jake
Traducido por Camii.beelen

Corregido por Bella’

Me acerco aún más a la sexy mujer mirándome como si no pudiera


esperar para probarme, recordándome a mí mismo no dejar que mis manos
se muevan en el calor del momento.
—Si realmente estuviéramos saliendo —dice, batiendo sus pestañas—,
me habrías extrañado terriblemente. Las pasadas veintiséis horas separados
habrían sido una tortura.
—¿Quién dice que no lo fueron? —Deslizo mi brazo alrededor de su
cintura, acercándola, sofocando un gemido mientras sus pechos rozan mi
pecho. Maldición, ella se siente bien—. ¿Tal vez pasé la mitad de la noche
acosándote en Google y la otra mitad tratando de no pensar en lo bien que se
sintió besarte ayer?
Sus brazos se enrollan alrededor de mi cuello, haciendo que mi pulso
aumente.
—¿Por qué tratas de no pensar en ello?
—Porque si lo pensaba demasiado —Me inclino hasta que mis labios
están a un susurro de los suyos y puedo sentir el suave y cálido soplo contra
mis labios mientras su aliento llega más rápido—, entonces no habría sido
capaz de dormir. Hubiera tenido que llamarte y pedirte que vinieras para
poder besarte otra vez. —Mis dedos se curvan sobre su cadera—. Y otra vez.
—Mi polla se engrosa mientras imagino todos los lugares que me encantaría
69

besar de esta mujer—. Y otra vez.


Página

Sus dientes muerden su labio inferior.


—Eso suena como si podría haber tomado toda la noche.
—Toda la noche —le prometo mientras presiono mis labios contra los
suyos, deseando esa noche con ella mucho más de lo que debería.
Se supone que esto es fingido, pero mientras mi lengua recorre dentro
de la boca de Shane y un zumbido de placer vibra de su garganta y pasa a mis
labios, me olvido que ella es básicamente mi empleada. Olvido que le estoy
pagando para estar aquí y que nunca la hubiera conocido si no fuera por
Keri. Me olvido de que estamos rodeados de gente cargada de sangre azul, lo
suficientemente mayor como para ser nuestros abuelos, quienes
probablemente no han visto a una pareja haciéndolo en público desde que
los muchachos llegaron a casa de la Segunda Guerra Mundial.
Me olvido de todo excepto lo bien que se siente presionada contra mí,
lo increíble que sabe, y cuánto quiero más de esto, más de ella.
Quiero deslizar mi mano dentro de su vestido y tomar su pecho en mi
mano, sentir su pezón endurecerse bajo mis dedos y oír su zumbido de placer
convertirse en un gemido mientras me suplica que la toque. Quiero su larga y
sedosa falda alrededor de sus muslos y mi mano entre sus piernas. Quiero
sentir su cuerpo resbaladizo y apretado alrededor de mis dedos mientras se
viene, sentir sus uñas clavándose en mis hombros mientras me arrodillo
entre sus muslos y recorro con mi lengua hasta el centro de su coño y la
pruebo por primera vez.
Ella sabrá como el cielo, ya lo estoy sintiendo. Sabrá como la lluvia de
primavera y sudor limpio y no seré capaz de parar hasta que su humedad
esté sobre todo mi rostro.
La quiero toda sobre mí. Yo todo sobre ella. Ambos tan enredados y
calientes para el otro que nosotros…
—¡Shane! ¡Qué maravilloso verte! ¡Especialmente así! —La voz
brillante y clara como el cristal viene desde algunos centímetros de distancia,
también conocido como, demasiado cerca para resultar cómodo.
Shane y yo nos separamos con iguales gemidos de sorpresa.
—Oh Dios mío —dice Shane con una carcajada—. ¡Me asustaste!
Echo un vistazo hacia abajo para ver a una pequeña mujer mayor
llevando un sombrero rodeado de calabazas en miniatura y tallos secos de
70

maíz con lo que parece un cardenal de taxidermia colocado en el medio.


Página
Ella también está usando una expresión de gato-que-se-comió-al-
canario, sonriéndonos como si nos hubiera sacado la ficha y lo supiera bien.
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Página
13
Shane
Traductora Brisamar58 y Camii.beelen

Corregido por Bella’

—Hola, Shweitzburglar, ¿cómo diablos estás? —saludo a Hillary con la


cantidad adecuada de entusiasmo, pero por dentro estoy muriendo.
Y entrando en pánico.
Y deseando haber continuado mensajeándome con Jake anoche en
lugar de fingir estar cansada para poder terminar la conversación y dejar de
coquetear con él antes de hacer el ridículo.
De todas las personas que me atraparon besando a Jake antes de que
tuviéramos la oportunidad de analizar los detalles de nuestra falsa relación,
Hillary es la peor. Ella es un sabueso adorable, peculiar, curiosa como el
infierno, cazadora de chismes, y era la mejor amiga de mi tía. Cuando yo
estaba creciendo, Hillary cenaba en nuestro apartamento todos los sábados,
y me conoce lo suficientemente bien como para olfatear una mentira antes
de que yo tenga la oportunidad siquiera de pensar en contarla.
Jake y yo estamos tan jodidos. A no ser que…
Él parece pensar rápido. Espero que pueda seguirme la corriente y que
podamos escapar sin que nos descubran.
Quiero a Hillary como si fuera de la familia, y hubo un tiempo en el
que podría haberle dicho la verdad y jurar que guardaría el secreto. Pero su
mente ya no es lo que solía ser. Ella está cerca de los noventa y tiende a
olvidar cuáles jugosos chismes se supone que debe mantener en secreto y
72

cuáles puede compartir.


Página
Y todavía es asesora de la columna de chismes que escribió durante
casi cincuenta años. Si deja escapar frente a la persona equivocada que estoy
trabajando como novia falsa de un famoso jugador de hockey, Jake y yo
podríamos encontrarnos en Page Six con nuestra misión condenada al
fracaso incluso antes de empezar, y Jake aún peor de lo que antes estaba.
No, no hay otra opción que un ataque frontal completo.
—¿Por qué especialmente así? —Sonrío mientras me inclino hacia
Jake—. Te lo he dicho cientos de veces, Hillz, no te voy a dejar escribir un
libro sobre mi vida sexual. —Jake se ahoga con su bebida, pero se tapa la
boca antes de rociar champán sobre la cabeza de Hillary—. Somos amigas, y
tienes la edad suficiente para ser mi abuela. Sería demasiado extraño.
—Nunca se sabe. Las cosas cambian, querida —dice Hillary,
sacudiendo el cabello blanco que se encrespa bajo su típicamente extraño
sombrero—. Cuando tenga ciento cuarenta años y tú tengas noventa años, la
diferencia de edad no será nada especial.
—Eres tan pervertida. —Chasqueo la lengua con fingida
desaprobación—. ¿María sabe que eres una pervertida? Me imagino que la
respuesta es no, o no habrías sido invitada a una función con gente
civilizada.
—Ella no tiene ni idea. Los sombreros desconciertan a la gente, les
hacen pensar que soy una adorable anciana. —Hillary sonríe a Jake,
claramente satisfecha consigo misma—. ¿Y tú, guapo?
—¿Qué hay de mí, señora? —pregunta Jake, con la mezcla perfecta de
respeto y diversión en su tono. Miro en su dirección, aliviada al verlo sonreír
en vez de correr al baño para escapar de la locura que es cuando Hillary y yo
estamos juntas.
—¿Eres inofensivo? —Los inteligentes ojos de Hillary se estrechan—.
¿Vas a ser un buen novio? ¿O vas a meter a nuestra Shane en problemas?
—No diría que soy inofensivo, pero sé cuándo portarme bien —dice
Jake, su tono es serio al agregar—, y prometo que solo meteré a Shane en
buenos problemas.
—¿El tipo de problema que me gusta? —Inclino mi cabeza hacia atrás
para mirar a sus ojos oscuros.
73

—El tipo que te gusta —dice, las palabras una perversa promesa que
Página

quiero que mantenga.


Maldición, el hombre es sexy, y se vuelve más sexy cada minuto que
pasa. Nunca me habría imaginado que su cuerpo grande y musculoso viniera
con un ingenio rápido, una mente ágil y una lengua que me hace sentir como
si me estuviera besando por todas partes a la vez.
Dios, ese beso…
Me perdí completamente en él, en las cosas salvajes, imprudentes y
hambrientas que Jake me hizo sentir. Si Hillary no nos hubiese interrumpido
podría haber empezado a montar la pierna de Jake en la terraza de la azotea
del Met, rodeada por los adinerados donantes que no puedo permitirme
ofender. El Willoughby Trust se basa en las contribuciones de personas como
estas, personas que no se divierten por hockey público de amígdalas.
Le debo a Hillary un agradecimiento, así que me agacho y la abrazo.
—Gracias dama.
—¿Por qué, burbuja? —Sus manos huesudas me acarician suavemente
en la espalda, enviando una ola de dulce tristeza por mi pecho. Es bueno
sentirse amado por alguien más viejo y sabio, y Hillary es una de las últimas
personas de ese tipo que me quedan.
—Por evitar que me avergüence frente a mi guapo nuevo novio. —Me
alejo—. Y por hacer de nuevo la broma del libro sobre sexo conmigo. Sé que
es hora de nuevo material, pero me encanta esa.
—Es una buena broma —dice Hillary, riendo entre dientes—. ¿Por qué
conseguir material nuevo cuando las cosas viejas todavía hacen que la gente
escupa su bebida?
Jake se ríe.
—¡No lo hice! Lo tragué. Fue difícil, pero lo tragué.
—Eso es lo que ella dijo —dice Hillary, haciendo que Jake se ahogue de
nuevo.
—Ah, y gracias por eso también. —Me rio mientras doy palmaditas en
la espalda a Jake—. Y por preocuparte lo suficiente como para intimidar a mi
nuevo hombre por mí. Eres la mejor, Schweitzburglar y te amo.
Hillary sonríe, sus ojos brillan.
74

—Yo también te amo. Y no te preocupes por avergonzarte. Todo el


mundo aquí se alegra de verte feliz con este chico que no me has presentado
Página

todavía. Tus modales son terribles, ¿sabes?


Me encojo de hombros.
—Lo sé. Puedes llamarle Novio Musculoso. —Abrazo a Jake y le sonrío,
sorprendida de encontrarlo mirándome con lo que parece verdadero afecto
en sus ojos—. O Jake —añado suavemente, su nombre se siente íntimo en
mis labios—. A veces responde a eso.
—Cualquiera de ellos está bien conmigo —dice, extendiendo su mano a
Hillary—. Jake Falcone, señora. Feliz de conocerle.
—Hillary Schweitzburger. —Ella le da a su brazo un firme apretón
hacia arriba y hacia abajo—. Esta me llama la Schweitzburglar2 porque robé
sus papas fritas cuando era pequeña, pero puedes llamarme Hillary.
—Encantado de conocerte, Hillary —dice Jake—. Y gracias por
advertirme. De seguro voy a mantener un ojo en mis papas fritas cuando
estés cerca.
Hillary suelta los dedos de Jake con un fruncimiento de su nariz y un
movimiento de su mano.
—No tienes que preocuparte, cariño. Ya no puedo comer alimentos
fritos. Me hacen hacer fox-trot mexicano cada vez que los pruebo.
Jake frunce el ceño y sus labios se separan, pero yo lo corto con un
movimiento de mi cabeza.
—No preguntes —susurro—. No quieres saberlo.
—Cuando conocí por primera vez a Shane, ella lo llamó conseguir los
chorros —dice Hillary alegremente, haciéndome gemir—. Una boca tan sucia
en una niña tan bonita. Me hizo reír hasta que me dio calambres.
—Detente —le suplico—. Sin historias de Shane cuando tenía diez
años. Convengamos en aceptar que era un desastre y dejémoslo así.
—No lo sé, creo que disfrutaría de algunas historias de Shane —dice
Jake con una amplia sonrisa.
—¡No! —Lo pincho con una mirada dura antes de mirar a Hillary—.
Estoy hablando en serio, mujer. Estoy tratando de mantener al menos un
poco de mística femenina por aquí. Eso no sucederá si comienzas a contar
historias de lo vulgar que solía ser.
75
Página

2 Schweitzburglar: juego de palabras con burglar que significa ladrón.


—No eras vulgar —dice Hillary, su sonrisa se desvanece—. Eras una
niña tratando de probar cuán dura eras durante una época terrible en tu
vida. Fuiste muy valiente. —Toca el codo de Jake—. Shane es una de las
personas más fuertes que conozco, pero ella ha sufrido su parte, mi
muchacho. Trátala bien o tendré que hacerte daño mientras duermes.
Jake asiente con seriedad mientras lucho contra la necesidad de correr
y esconderme.
—Lo haré. Lo prometo.
—Está bien. Suficiente —digo, forzando una risa. Esto se está poniendo
demasiado intenso, pero debería haberlo esperado. Desde que tía Tansy
murió, Hillary se ha encargado de cuidarme cada vez que puede—. ¿Puedo
buscarte una copa, Hillary? ¿O algo para comer?
—No, gracias, muñeca. Voy a echar un vistazo a la exhibición y
encontraré los subidos de tono. —Hillary guiña un ojo—. Dios ha hecho
algunas cosas hermosas y me gusta mirarlas desnudas. Incluso si están
talladas en mármol.
Jake se ríe, y me agacho por un abrazo más de Hillary, y luego Jake y
yo estamos solos.
Y por primera vez esta noche, no sé qué decir. Hablar con Jake ha sido
sorprendentemente fácil hasta ahora, pero ahora siento que he perdido mi
control sobre la divertida y coqueta Shane que he decidido ser cuando estoy
con este hombre.
Antes de que pueda encontrar mi camino de vuelta a fácil y
despreocupada, la mano caliente de Jake viene a descansar suavemente en
mi espalda.
—Leí sobre tus padres y el accidente de auto. Anoche mientras estaba
googleando. Lo siento.
Asiento, manteniendo mi mirada en mi bebida medio vacía.
—¿O está medio lleno? —murmuro, luchando contra una inesperada
oleada de emoción.
No esperaba tener que lidiar con sentimientos esta noche, y
ciertamente nunca imaginé que el toque de Jake podría ser tan reconfortante
76

como lo que está despertando. Es agradable que él sea agradable, me hace


querer ayudarlo aún más que antes, pero no quiero ni necesito consuelo.
Página
El consuelo se complica incluso más rápido que el sexo, y ninguno de
los dos está disponible con Jake.
—Creo que está medio lleno —dice, como si no tuviera problemas para
seguir mi cadena de pensamiento privado—. Y creo que eres bastante
increíble.
Miro hacia arriba, sosteniendo su mirada que me atraviesa, aunque
quiero mirar hacia otro lado.
—No soy increíble. Solo soy una persona normal.
—Estoy en desacuerdo.
Sacudo mi cabeza otra vez.
—No, no lo entiendes. Las personas que no han tenido realmente mala
suerte piensan que se necesita fuerza humana súper para seguir adelante
después de que la vida te golpea. Pero eso no es cierto.
Miro hacia abajo, pasando mi dedo alrededor de la parte superior de
mi copa, preguntándome si sería vulgar engullir el resto de mi champán.
—Los seres humanos están mentalmente programados para vivir, así
que lo hacemos. Seguimos adelante, seguimos viviendo, incluso cuando vivir
nos duele. No es fuerza, o alguna cosa asombrosa; es un imperativo
biológico. Como empujarte por la superficie cuando te estás ahogando,
incluso si te metiste en el agua con la intención de hundirte hasta el fondo
para siempre.
—Eso es mierda —dice, haciendo que parpadee de sorpresa.
—No es mierda. —Que se pudra el ser vulgar. Bajo lo último de mi
bebida de un trago y escaneo la terraza por un camarero con una bandeja
llena. Pero por supuesto, ahora que realmente necesito esa segunda copa de
champán, todos ellos están al otro lado de la exhibición—. Además, muchos
niños pierden a sus padres. Y la mayoría de ellos no tienen una dulce y
maravillosa tía que también está nadando en dinero para abalanzarse y
cuidar de ellos. Lo tuve fácil, Jake. Fui una de los afortunados.
—Y ahora ayudas a recaudar dinero para cuidar a los que no tienen
tanta suerte —dice, haciendo que me retuerza en mis tacones demasiado
altos.
77
Página
—Deja de intentar convertirme en una santa. No lo soy. —Dejo mi copa
sobre la piedra de Balustrade y tamborileo mis uñas en el reborde—. Jesús.
¿A quién tienes que matar para conseguir un trago por aquí?
—No estoy intentando hacerte una santa. —Sus dedos rodean mi
muñeca mientras presiona su copa de champán en mi mano—. Estoy
tratando de hacerte saber que creo que eres fantástica. Y dulce. Y divertida.
Así que deja de intentar convencerme de que no lo eres. No funcionará. Soy
demasiado bueno para ver a través de la mierda de la gente.
—Excepto la de Keri —digo, la frase sale de mi boca antes de que pueda
detenerla.
Me estremezco, arrepentimiento destellando a través de mi pecho.
—Lo siento. Eso fue desagradable. A veces me pongo así cuando la
gente me hace sentir cosas que no quiero sentir.
—¿Cosas como qué? —pregunta, en este tipo de tono paciente que me
hace sentir incluso peor.
Trato de devolverle su copa de champán, pero él cruza sus brazos,
negándose a tomarla.
—No lo sé. Descentrada, supongo.
—¿Por qué alguien diciéndote que le gustas te hace sentir descentrada?
—No se supone que te guste. Esta es una relación falsa.
—Eso no significa que no puedas gustarme como amiga —dice—.
¿Verdad? No hay nada en el contrato que diga que no podemos ser amigos.
Frunzo el ceño, no gustándome la idea de ser amiga de Jake, por
alguna razón.
¿Por alguna razón? ¡Ja!
Como si no supieras exactamente por qué "amigos" es un aguafiestas
total.
No quieres ser su amiga. Quieres que te bese hasta que tus bragas se
prendan fuego y tu ropa queme y ambos están desnudos y te invite a lamer
salsa de chocolate de sus maravillosos abdominales.
78

Cierro mis ojos, maldiciendo en voz baja. La voz interior se está


poniendo demasiado cerca de convertirse en la voz exterior. Tengo que
Página

confesarme.
Si seguimos pasando tiempo juntos, no voy a ser capaz de ocultar el
hecho de que me siento atraída por Jake. Es mejor ir de frente con esto
ahora, y darle la oportunidad de retroceder antes de que las cosas se
compliquen, que seguir pretendiendo que esto es fingir hasta que pierda el
control y confiese que tengo una erección de dama por él que no va irse y que
no puedo esperar a experimentar con coberturas para sus abdominales
sádicamente lamibles.
—Pero si no estás interesada en ser amigos, está bien —dice con voz
rígida. Abro mis ojos para encontrarlo mirando a través del laberinto de
estatuas, el primer ceño fruncido de la noche arrugando su frente—. No estoy
acostumbrado a la gente que luce como si fuese a perder su almuerzo frente a
la idea de socializar conmigo, pero no salgo tanto como solía.
—Lo siento. —Le extiendo su bebida—. Toma, toma tu bebida. No
quise molestarte.
—No estoy molesto. Juego en la NHL. —Se para más recto, llevando
sus hombros hacia atrás y sacando su impresionante pecho—. Me enfado o
estoy loco como el infierno, no me molesto.
Sonrío.
—Eso es viril como una mierda.
—Lo sé —dice, mientras continúa frunciendo el ceño hasta que no
puedo evitar sonreír.
—Bueno, Señor Viril, solo para que sepas… Creo que eres genial
también.
Me dispara una estrecha mirada por el rabillo de su ojo.
—¿Sí?
—Sí. Eres mucho más divertido de lo que pensaba que serías.
—Eso es porque tienes prejuicios contra los atletas profesionales.
—Eso no es una cosa —digo, todavía sonriendo.
—Claro que lo es. Se llama atletismo3. No se debe confundir con el otro
tipo de atletismo que significa bueno en lo atlético o los deportes.
Bufo.
79
Página

3 Atletismo: en el texto original (athletic-ism) se refiere a cuando una persona discrimina a

otra por sus habilidades atléticas.


—Estás tan lleno de mierda que tus ojos se están poniendo marrones.
—Es genético. Todos los hombres de mi familia están llenos de mierda.
Me rio, lo suficientemente fuerte como para hacer que algunas cabezas
giren en nuestra dirección. Pero la gente se da la vuelta con sonrisas en sus
rostros.
—Sabes —le digo con voz más suave—, creo que estamos haciendo todo
bien con lo de pretender estar enamorados. ¿Qué piensas?
—Creo que sí, pero probablemente deberíamos besarnos más. —Se
inclina más cerca—. Solo para asegurarnos de que la gente cree que no
podemos mantener las manos alejadas del otro.
Estoy a punto de decirle la verdad, que realmente estoy teniendo un
difícil momento manteniendo mis manos fuera de él, y que no veo que eso
esté cambiando en cualquier momento pronto, cuando un brillante destello
de luz me apuñala en mis ojos, cegándome, y me doy cuenta que he
subestimado seriamente a los paparazzi.
80
Página
14
Traducido por Camii.beelen y Lauuz

Corregido por Bella’

De los mensajes de texto entre Shane Willoughby y Jake "el


Dragón" Falcone

Shane: ¿Todavía estás despierto?


Jake: Sí. No puedo dormir. Mi mente sigue corriendo.
Tenía la esperanza de que tuviéramos más tiempo para
planear antes de que tuviera que contestar preguntas de los
periodistas acerca de mi "misteriosa" nueva novia.
Shane: Así que has visto las fotos.
Jake: Sí.
Felicitaciones por tu primera aparición en Celebitchly.
Shane: Agh. ¡Lo sé! Y el Hollywood Clam blog, ¡también!
Y ninguna parte de mi… *estremecimiento*
En serio, ni siquiera puedo escribirlo.
No puedo usar ESA palabra en ESE contexto. Es demasiado
grosero. Pero basta con decir que no aparecían partes
privadas de mi cuerpo.
El Hollywood Clam estaba acercándose, y realmente espero
que no me identifiquen en base a esa foto ampliada del borde
de mis bragas que se ve a través de mi vestido.
81

Tampoco me importa si eso es un paso en falso de moda.


Página
No puedo lidiar con la ropa interior de hilo dental y si
eso me convierte en un "Clam-sastre" entonces usaré esa
insignia con orgullo.
Jake: No eres un desastre en ningún sentido de la
palabra.
Shane: Solo estoy diciendo, mi amiga en pregrado hizo un
experimento de biología probando la cantidad de materia fecal
encontrada en las bragas normales recientemente usadas contra
las tangas recientemente usadas, y los resultados fueron
inquietantes.
Nunca miraré una tanga de nuevo sin pensar en
pequeñísimas cantidades de popó.
Jake: Y ahora tampoco yo…
Gracias, Shane. Estás cambiando mi vida un texto a la
vez.
Shane: No estoy tratando de cambiar tu vida. Estoy
tratando de protegerte de entrar en contacto accidental con
materia fecal.
Lo comparto porque me preocupo, dragón.
Jake: Lo aprecio.
Y te veías hermosa esta noche. Nadie debería haber
maltratado el borde de tus bragas o cualquier otra cosa.
Siento que las cosas terminaran como lo hicieron.
Shane: ¡No, yo lo siento! Pensé que estaríamos a salvo
en la azotea. Me olvidé de los teleobjetivos y claramente
subestimé la locura de los paparazzi.
Jake: No, es mi culpa. Debería haberme asegurado de que
no era seguido cuando salí de mi apartamento. Por lo general
cambio de taxi por lo menos una vez, pero estaba llegando
tarde y bajé la guardia.
82

Pero el lado positivo, por lo menos lucimos calientes


por el otro.
Página
No es amor verdadero, pero es un comienzo…
Shane: Correcto. Hay algunas tomas bastante picantes
ahí, ¿eh?
Tengo que confesar, um…
Bueno, no tenía idea de que tenías tu mano… donde tenías
tu mano.
Jake: ¿En tu increíble culo?
Me di cuenta. Traté de resistir, pero la tentación ganó.
Lo siento, pero no lo siento por eso.
Shane: Eres problemas, Falcone…
Jake: Toma problemas para reconocer problemas,
Willoughby.
Entonces, ¿dónde vamos desde aquí?
¿Debo ignorar a los reporteros que acechan fuera de mi
edificio cuando salgo para la práctica mañana por la mañana,
o doy una declaración?
Shane: Ignóralos por ahora. Déjeme ver cuál piensa Bash
que sea la mejor manera de seguir adelante, y me reuniré
contigo después de la práctica para sacar conclusiones.
¿Terminarás para el mediodía?
Jake: A las once y media, si tengo suerte.
Definitivamente puedo reunirme al mediodía. ¿Por qué no me
esperas en las gradas con las esposas y novias? Puedo poner
tu nombre en la lista para ver la práctica. De esa manera
sabremos que no estamos siendo fotografiados o vistos. La
seguridad es apretada dentro del Garden.
Shane: Perfecto.
Tengo algunas ideas estratégicas, una en particular que
creo podría ser genial para tu problema de Keri y tu imagen
83

en general, pero quiero comprobarla con Bash para asegurarme


de que no estoy yendo demasiado lejos.
Página
Jake: Ahora estoy intrigado. Dime más.
Shane: No hasta que lo aclare con el jefe.
Jake: Oh vamos. Dime.
En lo que se refiere a Keri no hay tal cosa como ir
demasiado lejos. Por eso mencioné la cosa del falso embarazo
a Bash durante nuestra primera reunión.
Shane: ¡¿Qué?! ¡Pensé que estaba bromeando sobre eso!
Jake: Él podría haber estado bromeando, pero yo no.
Te dije que Keri la tuvo difícil cuando crecía. Su papá
dejó a su mamá por otra mujer cuando ella tenía cinco años.
Keri pasó el resto de su niñez escuchando cómo solo un
monstruo dejaría a la madre de sus hijos para follar un
pedazo de culo caliente.
Shane: Agh. Pobre niña.
Jake: Sí, su madre no está ganando ninguna medalla, pero
sí se aseguró de que Keri tome la paternidad en serio. Muy en
serio.
Si Keri cree que estoy con alguien que me importa y
estamos esperando un bebé, creo que ella retrocederá.
Sinceramente, podría ser la única cosa que puede hacer que
admita la derrota. Mientras ella piense que tiene una maldita
posibilidad de volver a mi lado bueno, ella no se dará por
vencida.
Ya dejó cinco mensajes en mi buzón de voz esta noche, y
acabo de cambiar mi número hace dos días.
Shane: Jesús. ¿Cómo obtuvo el nuevo número?
Jake: No tengo ni idea. Solo se lo di a mi entrenador y
a algunas personas en las que sé que puedo confiar.
Shane: Aw, gracias.
84

Me alegro de que sepas que puedes confiar en mí.


Página
Y prometo que haré todo lo posible para ayudarte a
recuperar tu vida, pero fingir un embarazo no se siente bien.
Al menos, no todavía.
Creo que es demasiado pronto en nuestra "relación" para
que algo como eso sea creíble y solo… hace que mis tripas se
retuerzan.
Soy supersticiosa.
Jake: ¿Supersticiosa…?
Shane: Me gustaría tener hijos algún día. Esperemos que
algún día no demasiado lejos de este día, ya que no me estoy
poniendo más joven.
Esta pequeña voz en mi cabeza dice que voy a traer mala
suerte a mis posibilidades si miento sobre estar embarazada.
Sé que es una locura, pero no puedo evitarlo.
Jake: No, lo entiendo. Eso no es una locura.
Shane: Sí, lo es. No tiene sentido lógico y se basa en
nada que se asemeje a un hecho. Esa es la definición de loco.
Jake: Está bien, es un poco loco, pero todavía lo
entiendo. Saco mis patines de la suerte y me los vuelvo a
poner tres veces antes de cada partido, y en la universidad
pasé cinco meses sin afeitarme porque estaba convencido de
que mi barba desaseada me daba superpoderes.
Shane: ¡Me encanta eso!
¿Cuándo por fin te afeitaste salvaste algo del pelo de
la barba para ponerlo en un amuleto de buena suerte? ¿O en un
medallón para tu primer hijo nacido así puedes pasar el mojo
de la barba a la siguiente generación?
Jake: Muy bien. Tú ganas.
Tú puedes ser la loca en nuestra "relación".
Shane: ¡Asombroso!
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Pero en serio, use ropa interior de la suerte en cada


Página

examen de la universidad. Para el momento en que me gradué el


elástico estaba reventado y la parte trasera llena de hoyos,
pero todavía las mantenía alrededor en caso de emergencia.
Jake: Suena caliente…
Shane: Es lo opuesto a caliente. Parece la ropa interior
de un indigente.
Jake: Apuesto a que te veías jodidamente bien con ellas.
Shane: Si no lo supiera mejor, pensaría que está
coqueteando conmigo señor Falcone.
Jake: Solo practicando, así seré convincente la próxima
vez que finjamos estar enamorado, gatita.
¿Qué piensas de ese? ¿Funciona para ti gatita?
Estaba tratando de pensar en algo más especial que nena
o Corazón.
Shane: No lo sé. Gatita es lindo. Siento que estoy
demasiado grande para un apodo como ese.
¿Qué piensas de gata del infierno?
¿O garra afilada?
Jake: Te estás alejando demasiado. Nadie va a creer que
estamos locamente enamorados si te llamo mi pequeña garra
afilada.
Shane: Hmmm…probablemente tienes razón.
Jake: ¿Qué piensas de “princesa”?
Eres de la realeza de NY, una princesa y un dragón van
bien juntos.
Shane: Lo hacen ¿no?
Está bien, dragón, seré tu princesa.
Eso elimina el número veinte del cuestionario también.
¿Deberíamos seguir con las demás? ¿Dado que parece que
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estaremos totalmente metidos en esto mañana?


Página
Jake: ¿Por qué no solo me dices algo sobre ti? Algo que
le dirías a alguien con quien sales. Y entonces haré lo
mismo.
Parece que es una forma más natural de conocernos que
darte una lista de mis comidas o películas favoritas.
Shane: O podríamos jugar verdad o reto. ¡No he jugado
eso en años!
Jake: Está bien. Pero no voy a dejar mi departamento. Ya
hay chicos con cámaras rodeando la cuadra.
Shane: Entendido. ¿Qué escoges? ¿Verdad o reto?
Jake: Verdad. Incluso aunque ya sabes casi todos mis
secretos.
Shane: Está bien. Así que, ¿un secreto que no me hayas
dicho?
¿Qué no le hayas dicho a nadie?
Jake: Mierda. Entré directo a esa.
Shane: En verdad lo hiciste, y me alegra tanto. Voy a
frotar mis manos en malvada alegría tan pronto como termine
de enviar el mensaje.
Jake: Apuesto a que lo harás.
De acuerdo… algo que no le he dicho a nadie.
Mierda…
Cuando estaba en preparatoria solía robar navajas y
crema de rasurar de la farmacia local. Sin importar lo
cuidadoso que fuera con mi dinero, siempre parecía terminarse
a fin de mes y no podía soportar pedirle a mi mamá un
préstamo. Usualmente estaba tan quebrada como yo, o peor.
Nunca me atraparon, pero me siento mal por ello. Tan pronto
como ahorré lo suficiente y dejé de vivir al día, volví y le
escribí un cheque al dueño de la tienda.
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Shane: Wow. ¿Cómo lo tomó?


Página
Jake: Lloró un poco. Resulta que él sabía que estuve
robando todo el tiempo. Lo ignoró porque sabía que mi familia
lo tenía difícil y mi mamá apenas podía pagar los
medicamentos del asma de mi hermanito. En realidad, trató de
rechazar el cheque, pero lo deslicé en su cartera mientras
estábamos cenando pizza y cerveza, junto con una nota que
decía que significaría mucho para mí que lo cobrara. Él me
envió una carta de agradecimiento y una foto mía en el regazo
de Santa cuando era pequeño. El señor Greer hace de Santa
cada año. Resulta que su esposa guarda todas las tomas.
Shane: Aw, es una historia hermosa Jake. Que hombre tan
dulce.
Jake: Es realmente un buen tipo. Pero aún estoy
avergonzado. Debí haber encontrado la forma de pagar las
cosas que necesitaba, o irme sin ellas.
Shane: Eras un niño haciendo lo mejor que podías en una
situación difícil. Y lo solucionaste tan pronto como pudiste.
No deberías sentirte mal. Deberías estar orgulloso. La
mayoría de las personas nunca hubieran vuelto a la escena del
crimen para escribir un cheque.
¿Así que tienes un hermanito?
Jake: Tres. Jamie, Judd y Justice. Mi mama tenía algo
por la letra J.
Shane: La J es una letra sexy, una de mis favoritas.
¿Cuántos años tienen ahora? ¿Son cercanos?
Jake: Estás exprimiendo este turno lo más que puedas
¿no?
Shane: Soy hija única. Estoy intrigada por las personas
que tienen varios hermanos. Siempre quise tener dos, un
hermano mayor para enseñarme a pelear y una hermanita a la
que pudiera enseñarle todo lo demás. Y quien pensaría que soy
la persona más genial del mundo y sería mi mejor amiga por
supuesto.
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Jake: Eso es lindo. Mis hermanos y yo no somos mejores


Página

amigos, pasé demasiado tiempo mientras crecíamos


dirigiéndolos para sustituir a papá, pero somos cercanos. Aún
viven en Pennsylvania, pero vienen a visitarme un par de
veces al año. Y siempre voy a casa en navidad y a pescar en
verano.
Shane: ¿Por qué no estaba papá alrededor?
Jake: No-oh. Tu turno ahora, ¿verdad o reto?
Shane: Oh, verdad, supongo. Pero solo porque soy
demasiado floja para levantarme del sofá.
Jake: ¿Por qué querías aprender a pelear de niña? ¿Son
así de rudas las escuelas privadas en la ciudad?
Shane: Después de que me mudé con mi tía, fui a una
escuela católica privada en lugar de mi festival de apapachos
Montessori, así que fue un duro despertar.
Los niños en su mayoría eran amables, pero las monjas
eran como monstros. Nada como Sor María en Sound of Music.
Golpeaban nuestras rodillas por usar la falda muy corta y
nada de bailar en los prados. Fue una enorme decepción.
Jake: ¿Así que estabas planeando derribar algunas
monjas? Eso es rudo.
Shane: ¡No, no quería derribar a las monjas! Dios. Lo
sabía mejor que comenzar algo con una mujer con capucha. Los
medios me han enseñado que las personas que usan capucha
están en pandillas, Jake, y las monjas son miembros de una de
las pandillas más antiguas en funcionamiento.
Estaba demasiado asustada para decirle algo a la hermana
Mary Eustice, no iba a ponerme violenta en su dirección.
Jake: ¿Entonces por qué? ¿O quién?
Si no respondes, entonces gano.
Y apuesto que odias perder, ¿no princesa?
Shane: Odio perder, tu bastardo…
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Bien… no quería derribar a nadie en particular, solo


Página

estaba… enojada. Todo el tiempo.


Correr y el futbol ayudaban, pero pensé que si podía
aprender cómo patear el trasero de alguien finalmente sería
capaz de sacar toda la rabia y ser normal de nuevo.
Jake: ¿Por qué estabas enojada todo el tiempo?
¿Por perder a tus padres?
Shane: Sí.
Fue antes de que aprendiera que esas cosas no son
personales.
Jake: ¿Qué cosas?
Shane: La vida.
La vida no es justa, pero tampoco ataca a nadie en
particular.
No fui dejada sola por mala mierda. La mala mierda solo
pasó, y yo estaba en el camino.
Jake: Lo entiendo, y lo siento.
Shane: Ya dijiste eso. Y no tienes por qué. Suena como
que también tuviste tu mano de mierda.
Jake: Sí, pero también tuve una mamá muy buena. Salvó mi
vida cientos de veces solo por estar ahí cuando necesitaba a
alguien que me escuchara y me amara sin importar la estupidez
que hubiera hecho.
Shane: Aww. Eso es hermoso también.
¿Está bien que encuentre totalmente adorable que “el
dragón” sea un niño de mami?
Jake: Sí. Adorable es el primer paso en el camino.
Shane: ¿El camino a dónde?
Jake: Lo verás cuando lleguemos.
Shane: Eres más misterioso que la mayoría de jugadores
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de hockey que conozco.


Página
Jake: Juzgando por el hecho de que pensaste que un puck
estaba hecho de plástico supongo que no son muchos.
Shane: Ninguno. Y realmente no eres misterioso, solo un
poco… confuso.
Jake: ¿Qué te tiene confundida princesa?
Shane: Tantas cosas. La vida es muy confusa, ¿no crees?
Jake: Estás evitando la pregunta de nuevo.
Shane: Es porque mi turno terminó. Y tristemente, no
seré capaz de quedarme para otra ronda de verdad o verdad.
Tengo que poner mi cerebro a dormir así puedo ser un miembro
plenamente funcional de la sociedad mañana.
Buenas noches. Pufff.
Jake: Buenas noches, princesa.
Y por favor, llámame Dragón, al menos hasta que te
pruebe que soy mágico.
Shane: *Emoji de dragón* De acuerdo, entonces…
91
Página
15
Shane
Traducido por Smile.8

Corregido por Bella’

La noche transcurre en un borrón de piel empapada en sudor, sábanas


enredadas, y sueños morbosos en los que Jake me demuestra que es la magia
de cien maneras diferentes, con sus manos y su boca y su lengua entre mis
piernas y su polla que “puede ser tan grande como se siente a través de los
vaqueros” follándome hasta que soy un charco tembloroso de mujer feliz en
el suelo.
Me despierto un poco después de las cuatro, mis terminaciones
nerviosas ardiendo y mi ropa interior húmeda, maldiciendo a mi
imaginación demasiado activa y a mi libido que está de vuelta a la acción.
Quito las sábanas, uso el baño, me tomo un vaso de agua fría, y medito sobre
cosas tristes, como la violencia con armas, el terrorismo, las granjas de
cachorros, y el cáncer en niños mientras regreso a la cama, decidida a
desterrar todos los pensamientos sexys y a obtener por lo menos un par de
horas de sueño tranquilo antes de empezar mi día.
Pero en el momento en que mis ojos se cierran, imágenes de Jake,
desnudo y dispuesto a demostrar por qué fue elegido como MVP, parpadean
en mi pantalla de televisión mental.
Por último, me rindo y trato de alcanzar a Shrek, sacando el vibrador
verde de mi cajón superior, tratando de no pensar en lo malo que es sacar mi
juguete sexual porque me he excitado fantaseando con mi cliente.
Me recuesto, evocando imágenes mentales de Vigo Mortensen como
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Aragorn en El Señor de los Anillos. Me encantan los hombres con una


Página

espada, pescuezo, y heridos ojos azules. Tengo algunos otros hombres de


fantasía que hacen acto de presencia de vez en cuando, pero Aragorn rara vez
me falla para tener un orgasmo.
O al menos lo suficientemente cerca como para que Shrek termine el
trabajo.
Cierro los ojos, imaginando que estoy tendida sobre un camastro en la
tienda de Aragorn, usando nada más que una piel envuelta alrededor de mi
cuerpo desnudo y una expresión de “ven y tómame”. Mi sangre ya está
latiendo, gruesa y pesada, a través de mis venas y un latido pulsa en
respuesta entre mis piernas.
No puedo esperar a que llegue.
Que llegue y me tome, me lleve al borde, haciéndose cargo del hambre
que retuerce en mi interior, haciéndome imposible pensar con claridad.
Finalmente, después de lo que se siente como una eternidad, la piel de
animal que cubre la entrada a la tienda de campaña se mueve y un hombre
entra. Pero no es el hombre que yo estoy esperando…
Es Jake, con pantalones de cuero suave que se amoldan a sus
impresionantes muslos, botas pesadas, y ninguna otra maldita cosa. Su
increíble pecho e impresionantes antebrazos están desnudos, con sus
músculos ondulando mientras cierra detrás de él.
—No deberías estar aquí —digo, mi corazón latiendo más rápido.
—No me importa. —Su tono deja claro que no ha llegado hasta el
final de la Tierra Media para aceptar un no por respuesta.
—No deberíamos —susurro, pero dejo que la piel se deslice, dejando
al descubierto la parte superior de mis pechos—. Hemos hecho promesas.
—A la mierda las promesas. —Su cabello gotea por la lluvia en el
exterior, pero no se detiene a secarse antes de cruzar la habitación y
empujarme hacia atrás en el camastro.
Frescas gotas tocan mi piel ardiente, y un momento después, su boca
cubre la mía, besándome duramente mientras saca la piel de mi cuerpo,
dejándome al descubierto ante su contacto. Y entonces sus manos grandes y
callosas son cálidas en mis pechos, jugando con mis pezones mientras busco
a tientas el cierre de sus pantalones. Hay cordones y soy torpe debido al
93

deseo, pero finalmente libero su pene, gimiendo en su boca mientras siento


cuán caliente y duro está.
Página
La confirmación de que él quiere que esto tan desesperadamente
como yo es todo lo que necesito para empujar la culpa a un lado y
aprovechar el momento.
—Sí —digo entre dientes, mi pulso aumentando rápido mientras abre
mis piernas con su rodilla—. Te deseo.
—Y me vas a tener —promete—. Pero primero te tendré yo.
Empuja dentro de mí, el primer golpe tan profundo y duro que gimo.
Pero no de dolor. Dios, no de dolor.
Porque se siente tan bien, tan jodidamente bien que casi no hemos
hecho más que empezar cuando de repente llego, mi cuerpo se contrae
apretado alrededor de su pene mientras me corro y me corro, olas de
felicidad estrellados a través de mí hasta que estoy floja e inútil y…
…el sonido de zumbido Shrek entre mis piernas me devuelve de nuevo
al mundo real.
Mis mejillas están en llamas, apago el vibrador con un resoplido y
pongo un brazo sobre mis ojos.
Mierda. Esto es malo. Muy malo. Tengo la peor cara en el mundo de
“No, Yo No Estaba Fantaseando Sobre Follarte”.
No hay manera de que sea capaz de ocultarle esto a Jake. Él me mirará
una vez y sabrá que ha sido protagonista de mis fantasías XXX.
Bien podría haberme encontrado con Shrek en las manos.
94
Página
16
Shane
Traducido y corregido por LizC

—No, no, no… —murmuro mientras me tambaleo en el baño y abro el


grifo de la ducha. Todavía tengo medio día para recomponerme—. Al
mediodía estarás tan cansada de no dormir que no te importará el tamaño
del palo de hockey de Jake. Todo lo que querrás es una sesión de doce horas
con tu almohada.
Me saco la camisa de dormir por encima de mi cabeza y avanzo bajo el
rocío del agua caliente con un suspiro, deseando que hubiera un amigo de
cuatro patas en algún lugar. Hablar conmigo misma es mucho más extraño
sin gente peluda alrededor para escuchar.
Echo de menos al cachorro de mi sobrina Fang, al chihuahua de mi
amiga Cat, que no he visto desde que asistí a sus cachorros. Echo de menos a
mis gatos: Feliz, Dormilón, Asustadizo, Bufón, Capitán Pickles, Pirata,
Perséfone, Garra de la Muerte y el Señor Twitchy; y me pregunto si me echan
de menos.
Probablemente no. Son gatos.
Se mueven rápidamente a través de las Etapas Felinas del Dolor:
tristeza breve, seguido por resentimiento un poco más persistente, luego un
rápido regreso a su estado natural de no importarle absolutamente ninguna
mierda.
Además, tienen todo el granero de mi amiga Beatrice fuera de Atlanta
para sí mismos, comida para gatos gourmet que envío desde mi tienda
favorita de mascotas de Nueva York, y el antiguo perro pastor de Beatrice
95

para atormentar en su tiempo libre. Probablemente son más felices que


Página

adictos en una guarida de opio.


Yo soy la que está sola. Tan sola que estoy cayendo desesperadamente
en la lujuria con el primer hombre medio atractivo con cerebro que ha
vagado por mi camino.
Él es mucho más que medio atractivo, psicópata.
Él es cada uno de los sensuales héroes de fantasía de los que te has
enamorado envuelto en un paquete de olor delicioso. Y es ingenioso, para
rematar. ¿Viste la rapidez con que captó la cosa de Puff anoche? Fue casi
suficiente para hacerte venir, y lo sabes.
Estás desamparada contra un hombre tan hermoso con una gran
mente aguda y penetrante.
—Detente —gruño a medida que froto mi cuero cabelludo un poco
demasiado vigorosamente. Debes dejar de pensar en el increíble cuerpo de
Jake y su gran cerebro penetrante.
Estamos en modo de control de daños y necesitamos ambos de
nuestros cerebros para conseguir que “el Dragón” regrese de nuevo a ser el
feroz, pero amado, centro delantero del hockey. Esto es mucho más que
conseguir que una mujer mentalmente enferma lo deje en paz. Las imágenes
de los sitios de chismes de la noche anterior alimentaron las especulaciones
sobre lo que pasó con la última novia de Jake. Las imágenes de Keri con
moretones en el cuello se elevaron para unirse a la escoria flotando por todo
el Internet, y los fanáticos de Jake están dando a conocer sus opiniones sobre
el comportamiento del Dragón en los foros y salas de chat.
La imagen de Jake está en problemas, y su carrera podría ser la
siguiente. Tenemos que acabar con las cosas horribles antes de que este
fuego se torne demasiado grande para apagarlo.
Por supuesto, la manera más sencilla de hacerlo, sería ir a la policía,
pero luego nos meteríamos en un caso de él dijo/ella dijo que quizás no
resultaría bien para Jake en la corte y ciertamente no le haría ningún favor
en el tribunal de la opinión pública. Y, por supuesto, está el hecho de que
Jake evita a la policía como llagas en el culo y no pondrá ni un pie cerca de
una comisaría.
Mi instinto me dice que lo mejor que puedo hacer por mi cliente es
cambiar la conversación, y ¿qué mejor manera de hacerlo que con un perfil
de cuatro páginas brillantes en GQ? Tengo conexiones en la editorial, y
96

Denise ya ha prometido retrasar su artículo del representante de estado que


Página
envió fotos de su polla de serpiente a la mitad de Nueva York para dar cabida
a un artículo de Jake.
En serio, la cabeza del pene del político malhumorado parecía una
serpiente. Si él fuera mi novio, habría tenido que dibujar unos ojos en él con
marcador mágico. Cuando comenté eso con Addie, pensó que los ojos harían
que el pene de serpiente se vea aún más espeluznante, pero insistí que
dibujar sobre penes casi siempre tiene el efecto opuesto. Ella entonces quiso
saber cuántas veces he dibujado en la verga de un hombre, pero como he
dicho antes, no ando besando (o dibujando) y contándolo por ahí.
Pero el artículo en GQ estará solo en la mesa durante unos días. La
oportunidad está llamando; Jake y yo solo tenemos que aprovecharla.
Eso es, por supuesto, suponiendo que puedo conseguir que Bash se
suba a bordo.
Teniendo en cuenta que me desperté con el siguiente correo
electrónico, las cosas no se ven bien:

Para: ShaneWillYouBe
De: MagnificentBastard1
Asunto: Perfil en GQ
Absolutamente no.
También no. Y demonios, no.
La Consultora MBC va de mantener un perfil BAJO, Willoughby.
Intentamos evitar que nuestros expertos en intervención sean etiquetados en
las redes sociales, y mucho menos retratados en una de las revistas más
grandes del país. Ese artículo tomaría tu “relación” con Jake, la pondría en el
foco de atención, le daría a cada lector una lupa, y los invitaría a hacer
agujeros en tu historia de amor mientras arroja al fuego las posibilidades de
Jake para deshacerse de su acosadora.
Eres muy nueva, y esta situación es muy delicada.
Nuestra mejor apuesta es permanecer tan lejos bajo el radar como
podamos. Sé que Jake es una celebridad, pero la discreción sigue siendo
97

posible.
Página
Afortunadamente, los fotógrafos anoche estaban más interesados en tu
trasero que en tu frente. No hay fotos claras de tu rostro. Si tenemos suerte,
nadie será capaz de precisar tu identidad, y puedes ser más cuidadosa de
aquí en adelante.
No vayas a ninguna parte sin una bufanda envuelta alrededor de tu
rostro, ¿de acuerdo? Hace bastante frío para las bufandas, y el mundo no
necesita ver tu bonito rostro para saber que Jake está loco por ti. Su
incapacidad para mantener sus manos fuera de tu culo debería hacerse cargo
de eso.
¡Gran trabajo luciendo completamente lujuriosa! ¡Ustedes dos lo están
haciendo estupendo! Ahora solo tenemos que convencer a Keri de que ambos
estarán junto a largo plazo y con suerte ella será absorbida de nuevo a
cualquier esponja loca infectada de hongos de la que salió.
Por cierto, Jake me escribió para avisar que no estuviste a favor del
embarazo falso, así que podemos quitarlo de la lista. No creo que lo
necesitemos. Tengo otras ideas y he anotado una lista de las funciones
sociales de Keri para las próximas semanas de modo que Jake y tú puedan
aparecer misteriosamente y verse adorable juntos.
Pasa por la oficina mañana por la mañana y podemos charlar de los
siguientes pasos con café y donas gigantes. Anoche compré una caja variada
de Dough en la calle 19. No es helado, pero estas donas están llegando en un
segundo lugar muy cercano como mi comida favorita en la tierra. Corrí cinco
kilómetros extra esta noche para preparar mi sistema digestivo, así que ven
hambrienta y lista para una subida de azúcar.
Oh, y todavía estoy revisando los antecedentes de Jake. Hasta ahora
no hay registros juveniles, pero buscaré en algunas esquinas más oscuras
para asegurarme.
Y Penny dice que no te preocupes por el post de Hollywood Clam. Ella
dice que la línea policíaca es tan 1994… cualquier mierda que eso signifique.
Pero escúchala porque es inteligente, y ese sitio era más genial cuando era
Hollywood Taco.
No es que alguna vez lo haya visto…
Buen día, Desastre, lamento que la cosa del perfil no vaya a funcionar,
¡pero tienes esto! ¡Puedo sentirlo!
98

Bash
Página
***

Cuando termino de vestirme, me deleito con el correo electrónico en


lugar del hombre que obsesionó mis sueños clasificación XXX, y para el
momento que estoy lista para salir estoy bien en mi camino a estar cabreada.
No me gusta que me digan qué hacer, especialmente por Bash.
Bash es amable, inteligente y un buen tipo de pies a cabeza, pero
también es arrogante como el infierno. Él piensa que tiene todo bajo control,
hasta el momento en que se da cuenta que se ha jodido a sí mismo y a todos
los demás. Es cierto que rara vez la jode, y cuando lo hace es lo
suficientemente hombre como para asumir la responsabilidad de su lapso de
juicio, pero no importa. Todavía me recuerda demasiado a otro hombre
encantador, arrogante, insufrible pero irresistible que supuso que sabía lo
que era mejor para mí.
Solía llamar a Wesley “el granjero”, por el héroe en La princesa
prometida. Él me llamaba “Buttercup” y susurraba “como desee” cada vez
que le pedía algo, desde el control remoto, otro gato, hasta la jurisdicción
sobre su corazón durante los próximos cincuenta a sesenta años.
Pero nunca fue realmente como yo deseaba.
Siempre fue lo que Wesley deseó, hasta el momento en que se fue.
Nunca dejaré que otro hombre, amigo o amante, decida lo que es
mejor para mí nunca más. Sé con certeza que la ignorancia no es felicidad, y
que ni siquiera se puede confiar en las personas con las mejores intenciones.
El artículo de GQ podría ser un gran activo para el caso de Jake, y
tengo la intención de convencer a Bash para que vea las cosas a mi manera.
O por lo menos engancharlo a un debate tan vigoroso que se pensará dos
veces la próxima vez que esté de humor para pedirme que sea su Milagroso
Desastre.
Estoy tan ocupada componiendo argumentos en mi cabeza y
abrochando los cuatro mil botones de mi nuevo abrigo (el clima se volvió
más frío durante la noche y el peculiar aroma a invierno inminente está en el
99

aire) que no noto a la mujer acechando en la base de los escalones de mi


edificio hasta que casi la atropello.
Página
—Oh, Dios mío, disculpe —le digo, apartándome justo a tiempo para
evitar pisar sobre sus tacones claramente costosos.
No soy una amante de la ropa como muchos de mis amigos de
confianza, pero reconozco un par de Christian Louboutins cuando los veo.
—No puedo disculparte. —La voz áspera de la mujer me recuerda a mi
profesora del coro en la secundaria, aquella que desgastó sus cuerdas vocales
por uso excesivo—. Aunque parezcas lo suficientemente amable.
Mi mirada se dirige a su rostro, y el área en la base de mi cráneo
hormiguea cuando mi cerebro primitivo insiste que algo está mal aquí.
Muy, muy mal…
Incluso antes de conectar las delicadas facciones, la piel oliva y los ojos
marrones chocolate derretido a las imágenes que he visto, las malas vibras
están cosquilleando a través de la superficie de mi piel, alertándome que esta
persona es peligrosa.
Parece que después de todo, alguien descubrió quién era de esas fotos
borrosas. Y su nombre es Keri Warner.
100
Página
17
Shane
Traducido por Lyla

Corregido por LizC

Keri parece más delicada en persona que en las fotos que he visto. No
puede medir más de un metro cincuenta ni pesar más de 54 kilos mojada. A
medida que se acerca, tengo que meter mi barbilla en mi pecho para
mantener el contacto visual, y estoy bastante segura que su cintura tiene una
circunferencia más pequeña que mi músculo de la pantorrilla derecha.
Por primera vez en mucho tiempo, me siento… grande.
He llegado al punto en la vida donde ya no me preocupo por mi
tamaño. Como saludable, hago ejercicio todos los días y me siento bien en mi
piel, pero nunca seré delgada. La compañía de los trajes de baño me asegura
que soy talla grande, pero también proveen a las mujeres que podrían ser
medalla en los Juegos Olímpicos del hambre. No me gusta el hambre,
personalmente. Prefiero ser un doce saludable, que perder mi tiempo
tratando de encajar en un tamaño de muestra.
Además, sé de hecho que los carteles motivacionales de personas
flacas mienten: almendras, pan fresco, coles de Bruselas salteadas con
tocino, bistec, rosquillas, todas las formas de queso y cualquier cosa
azucarada y alcohólica adornada con rodajas de piña, todo sabe mejor que
sentirte delgado.
Sin embargo, hay algo en la frágil y hermosa Keri que me hace sentir
positivamente bestial en comparación.
101

Tal vez es la voz maligna en mi cabeza susurrando que si este es el tipo


de mujer que enciende el fuego de Jake, entonces claramente no soy su tipo,
Página
a pesar de que la voz malvada no tiene derecho a pensar de esa manera
acerca de un cliente.
O tal vez es la otra voz en mi cabeza, la que advierte de que esto podría
ponerse feo y que yo debería estar preparada para defenderme en caso de
que la mujer de ensueño pixie maniática decida ir por mi garganta. He
peleado una o dos veces, pero no desde que era lo suficientemente joven
como para llevar pantalones cortos bajo mi uniforme de colegiala católica, y
nunca con nadie de la mitad de mi tamaño.
Soy la clase de chica que “da la cara por el indefenso contra chicas que
podrían aplastar mi cabeza debajo de su axila”. Me siento terrible por
siquiera considerar empujar a Keri al suelo y sentarme sobre ella hasta que
lleguen las autoridades, pero cuando ella levanta un dedo afilado y lo apunta
incómodamente cerca de mi rostro, mis músculos se tensan y mi sistema
nervioso se pone en alerta máxima.
—He leído sobre tu trabajo de caridad —continúa con su voz áspera
como la lengua de un gato—. Ayudas a los enfermos y a los niños, y estoy
segura que tus intensiones son buenas. Pero debes terminar lo que esté
pasando con Jake ahora. Antes de que sea demasiado tarde.
—¿Demasiado tarde para qué? —Mi pulso corre como me imagino al
estar en el extremo receptor de mi primera amenaza de muerte.
—Para que tu corazón no se rompa.
Mis hombros caen y mi latido de corazón se ralentiza. Estoy
empezando a sentirme muy tonta por asumir que esta mujer va a ir toda
Atracción Fatal sobre mí, cuando añade en un susurro:
—O algo más se rompa. Has visto lo que Jake me hizo, ¿verdad? —Ella
tira de la bufanda sedosa que rodea su barbilla hasta su pecho, revelando
marcas amarillas verdosas en su cuello. Los moretones se están
desvaneciendo, pero todavía son feos y probablemente dolorosos. Y son del
tamaño adecuado para haber sido hechos por la mano de Jake, aunque algo
se ve raro en ellos.
Antes de que pueda averiguar lo que es, Keri alza su bufanda y dice:
—A veces se pone violento. Puedo manejarlo, pero no eres de ese tipo
de mundo.
102
Página
—No sabes nada de mí —digo cortésmente—. Pero sé que has asaltado
a Jake con un cuchillo y he tenido que tratar el brazo. Yo, por ejemplo, creo
que debería haberlo denunciado a la policía. Espero que todavía lo haga.
Ella sonríe serenamente, y cuando habla de nuevo, su voz es tan
tranquila como la de cualquier otro loco que cree que su locura es la única
verdad.
—Jake no llamará a la policía. Me ama. Hará lo que sea necesario para
protegerme a mí y a nuestro futuro juntos.
—Tú lo apuñalaste, Keri —digo suavemente—. No te va a perdonar por
eso. Podrías haberlo herido gravemente, incluso haberlo matado. Entiendo
que te enojes con el tipo, puede ser tan frustrante como cualquier otra
persona con un pene, pero nunca está bien apuñalar a la gente.
Especialmente a alguien a quien afirmas amar.
—No afirmo amarlo —dice, con los ojos febriles en aumento—. Lo amo
más que a nada, más de lo que alguien que creció rica y privilegiada puede
incluso empezar a entender. —Inclina la cabeza hacia atrás, la voz cayendo a
un susurro—. Sé lo que es no tener nada y a nadie, y que el mundo entero
esté luchando para mantenerte abajo. También lo hace Jake. Tenemos una
conexión que nunca romperás. Tienes que terminar con él. Ahora. Soy la
única que puede darle lo que necesita.
Suspiro pesadamente, dándome cuenta que podría estar tratando de
razonar con una pared de ladrillo, pero no puedo evitar juntar los dedos y
mendigar:
—Por favor, Keri. Solo busca ayuda, ¿está bien? Cuídate y recupera tu
salud. Eso es en lo que deberías centrarte en este momento: tu salud y
bienestar. Jake me dijo que dejaste de tomar la medicación que necesitas
para estar bien. No soy médica de humanos, pero sé que nunca debes…
—Oh, vete a la mierda, perra condescendiente —espeta.
Mi mandíbula cae, pero antes de que pueda recuperarme del cambio
brusco de tono y el nivel de confrontación, empuja una mano en mi hombro,
haciéndome retroceder. Recupero mi equilibrio y me preparo para otro
ataque, pero ya se está alejando.
—Eres la que va a estar llorando al final. —Asiente de forma engreída,
103

como si ella puede verlo ahora: yo llorando mientras ella y Jake se alejan en
la puesta del sol —. Te lo prometo. Jake está tratando de ponerme celosa.
Página

Una vez que se dé cuenta que ver a mi amante follar a una muñeca Barbie sin
cerebro no me afecta, él te tirará tan rápido que tu culo estará magullado
durante semanas. —Levanta un dedo—. Te doy una cita más, quizá dos, antes
de que se aburra tanto que vuelve a rastras a mí, pidiendo una segunda
oportunidad.
Fuerzo una sonrisa.
—Deberías irte, Keri. Claramente no vamos a llegar a un consenso, y
he descubierto que no me gustas mucho.
—El sentimiento es mutuo. — Sonríe, un hoyuelo apareciendo en su
mejilla—. Ten cuidado, Shane. Y recuerda, no quieres convertirme en tu
enemiga. Soy una mala persona para jugar para el otro equipo.
Levanto una mano, dedos revoloteando.
—Entiendo. Señal recibida de amenaza y todos-las-señales-apuntan-a-
un serio-engaño.
Su mandíbula se contrae, pero su sonrisa no se desliza mientras
asiente.
—Veremos quién está loca, cariño.
Y luego se va, dejándome sintiendo como si acabara de salir de
demasiado tiempo pasado bajo el agua.
Santa. Mierda.
Las historias de Jake no han hecho justicia a esa mujer. Ella es
verdaderamente, un cien por ciento, lunática, crédula, violenta, paranoica y
una mezcla de quién sabe qué más, y todo esto se suma para formar grandes
problemas.
Mientras estoy de pie en la acera viendo a una psicópata posiblemente
asesina y definitivamente desquiciada cruzar la calle y levantar el brazo para
llamar un taxi, decido que es hora de dejar de jugar.
Deslizo mi teléfono del bolsillo de mi chaqueta y saco la información
de contacto de Denise. En el momento en que contesta, digo:
—Estamos dentro, señora. Jake está dispuesto a hacer un artículo
sobre su carrera y nuestra relación. Estamos listos cuando lo estés. Cuanto
antes mejor.
104

—¡Increíble! —grita Denise, un sonido sorprendentemente entusiasta y


Página

juvenil de una mujer que nunca había visto usar nada más que alta costura—.
Estoy tan lista para esto, Shane. No tienes idea. Después de todos los
pervertidos y políticos que he estado entrevistando últimamente, unos días
con un jugador de hockey con los pies en la tierra y mi consentida favorita de
la sociedad va a ser una delicia.
—Estupendo —digo, la tensión en mi pecho comienza a desvanecerse.
Bash está equivocado. Destacar es exactamente lo que necesitamos. Mi
relación con Jake va a necesitar parecer tan épica que está escrita en las
estrellas para que tengamos una oportunidad de superar a Keri—. Esto va a
ser genial, Denise. Muchas gracias.
—No, gracias a ti —dice—. Estoy encantada de que tú y Jake sean una
cosa, aunque no puedo creer que lo hayas mantenido en secreto hasta ahora.
Exijo todos los detalles, especialmente los sexy, coquetos, sucios que no
puedo poner por escrito pero que necesito saber real, realmente mal.
—No hemos estado juntos tanto tiempo. Y sabes que no beso y cuento.
—Me rio, el sonido relajado y espontaneo, demostrando que puedo engañar a
una amiga, especialmente a una amiga como Denise que no podría mantener
un secreto si su vida dependiera de ello, por una buena causa—. Pero
cualquier cosa que Jake y yo digamos, mientras sea bajo la influencia de
buena comida y el mejor vino es juego limpio. ¿Todavía vas a venir a cenar
esta semana?
—¿Que tal esta noche?
Mi pulso tartamudea y mi confianza se desliza. ¿Podemos Jake y yo
estar armados y listos para una entrevista esta noche?
Estoy a punto de mendigar, otra noche dedicada a trabajar en nuestra
historia de fondo es probablemente una buena idea, cuando Denise añade:
—Mi amigo Jorge alquiló el Rainbow Room para celebrar el
lanzamiento de su nuevo álbum de jazz. Me dijo que podría llevar un
invitado, pero estoy segura que puedo convencerlo de traer dos.
—¿Jorge Hines, el músico? ¡Me estás tomando el pelo!
—Nunca bromeo cuando se trata de jazz, jugosas entrevistas, o
potencialmente llegar a tomar fotos de Jake Falcone y su nuevo amor
balanceándose en una pista de baile giratoria. El factor romance es tan
intenso que mis dientes están empezando a doler solo de pensar en ello, pero
105

me gusta. Me muero por saber si ese hombre puede bailar.


Página
—Estaremos allí —dejo escapar, calculando que siempre puedo llamar
y decir que estoy enferma si Jake dice que no está listo para algo como esto.
Pero mis tripas me dicen que está listo para entrar en grande. Sé que lo haría
si tuviera una Keri siguiéndome.
Lo que supongo que tengo…
Más razón para ir a lo grande o volver a casa.
—¡Increíble! —Grita Denise—. Te enviaré un mensaje de texto con
todos los detalles. Es vestimenta de cóctel para las damas y chaquetas
obligatorias para los caballeros, así que cerciórate de que tu amor tenga algo
que se extienda a través de esos hombros épicos.
—Lo haré. —Voy hacia Madison Avenue, donde podré desayunar y
conseguir un vestido nuevo antes de ir a ver el resto de la práctica de Jake—.
Gracias de nuevo, Denise. Realmente aprecio esto.
—Ningún problema, cariño. Te conozco. Si estás del lado de Jake,
entonces él es buena gente. Cualquiera que piense de otra manera tiene
piedras en el cerebro.
Le doy las gracias de nuevo y corto, reforzada por su no-demasiada-
sutil garantía de que este artículo va a centrarse en cantar las alabanzas de
Jake y resaltar su impresionante ascenso a convertirse en una de las caras de
la NHL, no alimentar la fábrica de chismes o dar crédito a los feos rumores.
Sintiéndome productiva y proactiva, compongo un texto rápido para
Bash:
No podré ir a comer rosquillas. Me desperté sintiéndome mal.
Necesito correr a la farmacia y descansar un poco. Te llamaré más tarde
para ponerme en contacto.
Jake tiene planes para esta noche, por lo que no estaré disponible
para la sesión informativa, de todos modos.
Golpeo enviar e ignoro el cosquilleo de culpa pinchando en mi pecho.
La culpa es un desperdicio de energía. Estoy haciendo lo que creo que
es mejor para mi cliente. Si a Bash no le gusta la forma en que me muevo,
entonces puede despedirme.
106

Pero espero que, una vez que vea lo bien que esta noche va, se dé
cuenta que Shane sabe mejor.
Página
En cualquier caso, ¿no es siempre mejor pedir perdón que pedir
permiso?
107
Página
18
Jake
Traducido por Cat J. B y Kwanghs

Corregido por LizC

Madison Square Garden tiene capacidad para dieciocho mil personas,


e incluso en el mejor de los días es una caótica caja de resonancia. El sonido
se refleja en el hielo, rebota en las tablas y cristales que protegen a la gente
en las gradas, y vuelve para golpearte tres o cuatro veces antes de ir hacia
arriba para zumbar por encima de la multitud.
Incluso en un día de práctica como hoy, con la mayoría de los asientos
del estadio vacíos, no puedo oír mis propios pensamientos debido a los gritos
de los defensores empujándome a ambos lados, la sarta de abuso verbal
proveniente del banquillo, y el resuello de mi áspera respiración alrededor
del protector bucal, pero de alguna forma escucho su risa.
Es como si el botón de silenciar se hubiera apretado para el resto del
mundo.
La orden del entrenador Bosko para que nos abramos, el agudo ruido
de los patines sobre el hielo, y el estruendo de las voces masculinas haciendo
eco a través de la bóveda cavernosa se desvanecen mientras la risa de Shane
danza a través del aire. No es fuerte, pero la reconozco inmediatamente y
tiene el mismo efecto que si alguien gritase mi nombre en una habitación
abarrotada.
Volteo la cabeza, captando un vistazo de Shane y la novia de Caleb
West, Nadia, bajando los escalones de la zona de observación de la práctica.
108

Mi distracción dura un segundo, tal vez dos, pero es suficiente para


que West, quien ha estado siguiéndome pegado a mi izquierda, se ponga
Página

delante de mí a toda velocidad, bloqueando mi camino hacia la red. Giro


hacia la derecha, apenas evitando chocarme contra el pequeño maldito veloz.
Mis patines dejan el hielo cuando hago un giro de ciento ochenta grados,
luego el resto del camino lo hago sobre el borde de mi patín derecho.
Pierdo el equilibrio y West ya está sobre mí otra vez, ahora
siguiéndome por la derecha, pero tomo velocidad, empujándome con más
fuerza, logrando abrirme justo cuando alcanzo a los delanteros ya en
posición cerca del gol. Collier me pasa el disco y yo lo lanzo hacia la red,
apuntando a la esquina derecha, ignorando el destello de dolor en mi brazo
malo mientras me muevo. Pearson salta, arrojando su cuerpo hacia el disco,
sacándolo segundos antes de que pueda entrar.
Un momento después suena el timbre, resonando a través del aire frío,
señalando el final del ataque. Exhalo con aspereza mientras mis hombros se
relajan, más agradecido de ver el final de una práctica de lo que he estado en
años.
No me puse en vergüenza, Pearson es uno de los mejores arqueros de
la liga, y no hay vergüenza en no ser capaz de hacer un punto con él, pero
estuve jodidamente cerca de perder ese pase. Esa mujer de allá arriba, la del
abrigo rojo cereza que acentúa el color sonrojado de sus mejillas y el rosa
profundo de sus labios llenos, me ha hecho algo.
Ella es como la luz del sol sobre el agua: cegadora, pero tan
jodidamente hermosa que es imposible apartar la mirada.
Tampoco hay vergüenza en ser cegado por una mujer hermosa, pero
mientras paso al lado de la familia y amigos sentados en las gradas,
comienzo a pensar en que quizás no sea muy sensato ofrecerle a Shane
tickets para la temporada. Me encantaría ver su cara bonita observándome
desde el mejor asiento, pero puede que mi juego no sobreviva tanto tiempo
expuesto a Willoughby.
Ella me saluda con la mano cuando paso a su lado, una gran sonrisa en
su rostro mientras me da dos pulgares arriba y grita:
—¡Buen intento!
No puedo evitar reírme, aunque Grant y Nelson inmediatamente
empiezan a perder los papeles y West me palmea en la espalda y dice:
—Es cierto, dragón. ¡Ese fue un muy buen intento! ¡Eres un chico
109

grande!
Página
—Jódete, West. —Pero no hay fuego en las palabras y aún estoy
sonriendo como un idiota mientras me dirijo a través del túnel hacia los
vestuarios, pasando junto al siguiente grupo de práctica que va al hielo.
Veinte minutos después, me he duchado y cambiado, dejando el
uniforme sucio de la práctica en la caja del administrador del equipo.
Considero tomarme el tiempo de afeitarme, estaba demasiado liquidado para
molestarme antes de dirigirme a la práctica al amanecer, pero estoy ansioso
por llegar a la mujer que está esperándome en las gradas.
Desde que Shane y yo nos despedimos en Met, una parte de mí ha
estado en el borde, sintiéndome… no muy bien. Como si faltase algo
importante.
Mandarnos mensajes anoche calmó la picazón por un rato, pero ella se
desconectó antes de que yo tuviese suficiente. Me fui a la cama resentido con
la noche por abarcar tanto del día, y mi primer pensamiento cuando me
desperté fue que solo faltaban unas horas para ver a Willoughby otra vez.
La mujer es como heroína. Una cita, un beso, y soy un adicto.
Estoy actuando como un niño con su primer enamoramiento. Peor.
Cuando tuve mi primer enamoramiento en algún punto me di cuenta que mi
devoción estaba al menos influenciada por lo mucho que quería llegar a la
segunda base con Becky Scarcross. Sus pechos eran dos perfectamente
redondeados, rebotadores y causantes de erecciones vasos de agua y yo era
un chico de dieciséis años muriendo de sed.
Y aunque estoy seguro que me siento atraído hacia Shane, pasé la
mayor parte de la noche perdido en sucios, maravillosos sueños
protagonizados por ella con su brillante sonrisa y nada más, también busco
su conversación, su compañía, y la adrenalina de encajar otra pieza en el
rompecabezas que es Shane Willoughby.
No parezco yo mismo. Sí, disfruto a las mujeres por otras razones
aparte de follar, pero follar generalmente está bastante alto en mi lista.
Usualmente al principio.
Los sentimientos tienden a venir después para mí, después de que he
hecho venir a una mujer unas docenas de veces. Y luego una mañana me
despierto en su cama sintiendo que preferiría quedarme y hacer el desayuno
110

que escaparme mientras duerme, y entonces sé que es más que sexo. Nunca
caigo tan rápido o tan fuerte, y han pasado años desde que he caído en lo
Página

absoluto.
Este nudo en el pecho cuando encuentro la mirada de Shane a través
de las gradas casi vacías es inesperado tan temprano en el juego.
Debería estar perturbado por este sentimiento de que hay algo que
falta que deja detrás de sí cuando se despide, o al menos tendría que subir la
guardia. No tengo idea de a dónde va esto, si es que está yendo a algún lado.
Ella podría no querer más que una amistad, incluso después de que termine
la intervención. Sería un idiota de los peores conseguir que me rompa el
corazón la mujer que contraté para ayudarme a deshacerme de la última
mujer que me entendió mal.
Mantengo el pensamiento en mi cabeza como una advertencia para
tomar esto despacio, pero cuando Shane me sonríe y palmea el asiento a su
lado, todo en lo que puedo pensar es en lo hermosa que es cuando sonríe.
—Hola, princesa. —Me inclino para besarla, suponiendo que puedo
justificar robar un beso en nombre de mantener las apariencias frente al
equipo.
Sin embargo, al momento en que mi boca encuentra la suya y la punta
de su lengua se desliza a través de la unión de mis labios, las apariencias
están muy lejos de mis pensamientos. Todo en lo que estoy pensando es en lo
increíble que sabe, como caramelo y café y una mujer que no teme ir tras lo
que quiere, y en bien que se sientes sus manos en mí.
Enreda los dedos en mi cabello y me empuja más cerca, fusionando
nuestras bocas con tanta fuerza que puedo sentir sus dientes chocando
contra los míos a través de nuestros labios, pero no me importa. Me encanta
que me bese cerca y fuerte, recibiendo cada profundo movimiento de mi
lengua con un giro de la suya.
Quiero besarla incluso más fuerte, más profundo. Quiero arrancarle la
ropa y llegar a estar tan cerca como dos personas pueden estar, y luego
quiero llegar más cerca. Quiero sus pensamientos, sus ambiciones, sus
secretos. Quiero mirarla a los ojos mientras me deslizo dentro de ella y saber
que ambos estamos abiertos a ver cuán lejos podeos llegar juntos.
Cuando finalmente nos separamos, estoy respirando rápido y las
mejillas ya sonrojadas de Shane están del color rosa del algodón de azúcar y
tengo que luchar contra la urgencia de decirle que besarla es la mejor cosa
que me ha pasado en años.
111

—Bueno, hola para ti también —dice, sus ojos azules brillando—.


Página

Supongo que ya me has perdonado por actuar como toda una mamá del
hockey en su primer juego. Nadia me dijo que las novias generalmente no
hacen de animadores en las prácticas y que gritar “buen intento”
probablemente sea la cosa más sosa del mundo.
Me rio.
—No lo fue. Fue lindo.
Ella arruga la nariz.
—No sé acerca de eso, pero en verdad fue un buen intento. Me gustó
especialmente el giro que hiciste cerca del final. Si el hockey no funciona,
podrías unirte a los Ice Capades.
—¿Estás diciendo que te gustaría verme en unas calzas ajustadas de
baile sobre hielo? —Coloco mis manos debajo de sus piernas y alzo sus pies
para que descansen en mi regazo.
Se estira con una sonrisa maliciosa.
—Creo que sí, de hecho. ¿Eso me hace una sucia mujer mayor?
—No me importa, siempre que seas mi sucia mujer mayor —bromeo,
las palabras fuera de mi boca antes de que pueda pensar mejor en ellas—. Lo
siento —añado suavemente, antes de que tenga oportunidad de
responderme—. No estoy seguro de cómo volver al modo amigos.
—Está bien. —Estira una mano, corriendo un mechón húmedo de
cabello de mi frente—. Creo que deberíamos quedarnos en modo coqueteo.
Tendremos menos posibilidades de cometer errores en la cena de esta noche
si mantenemos las cosas coherentes.
—La cena suena bien. —Silenciosamente, celebro mi buena suerte. Si
juego bien mis cartas, suena como que voy a tener unas buenas ocho o nueve
horas de tiempo de calidad con Shane—. ¿Quieres que revise online y haga
una reservación para las siete o las ocho?
—Ya tenemos una reservación para las ocho en Rainbow Room —dice,
abriendo grande los ojos mientras entrelaza los dedos—. ¿Estás listo para
poner la sartén al fuego?
—Soy el Dragón. Me encanta el fuego —digo, igual de entusiasmado
que ella—. ¿Esta es la parte del plan que no me contaste anoche?
112

Asiente.
Página
—Sí. Siempre podemos cancelarlo si piensas que es una terrible idea,
pero creo que esto es exactamente lo que necesitamos para cambiar las
cosas.
Me pone al día con el plan, haciendo énfasis en que un perfil en GQ
sería genial tanto para mi vida profesional como para mi vida personal, y
concluye con un voto de confianza en que podremos aprender todo lo que
necesitamos saber uno sobre el otro en una larga tarde para tener éxito en
fingir ser nuevos enamorados.
—Es amor nuevo, después de todo —dice ella—. No le dije a Denise
cuanto tiempo habíamos estado saliendo, pero insinué que no habían sido
más de un par de meses. Siempre y cuando actuemos como si estuviéramos
completamente sobre el otro, no importará si tenemos unos cuantos sitios
irregulares cuando se trata de historias personales o metas a largo plazo.
—Estoy de acuerdo. —Junto mis manos—. Hagámoslo. Mañana es un
día de viaje para el equipo así que no importará si estoy fuera tarde. Solo
tengo que asegurarme de estar en el aeropuerto a las siete de la mañana.
—Te tendré en casa mucho antes de eso. ¿Pero estás seguro? —
pregunta, mordiendo su labio—. ¿Incluso si Denise quiere tomar fotos
mientras bailamos?
Me encojo de hombros.
—Seguro. Si tienes dos pies izquierdos, puedo cargarte alrededor de la
pista. Pero sé bailar la mayoría de los bailes de salón. Deberías ser capaz de
seguir mi ejemplo.
Sus ojos se estrechan.
—¿Conoces los bailes de salón?
Guiño.
—Estoy lleno de sorpresas, princesa. ¿Qué hay de ti? Estoy
suponiendo por la manera en la que te mueves que no necesitarás ser
cargada.
—Estás en lo correcto. Soy una excelente bailarina —dice, las palabras
sonando como una promesa de mucho más que una habilidad en la pista de
113

baile.
Le recuerdo a mi pene que ahora no es el tiempo o el momento, y me
Página

concentro en su sonrisa mientras dice:


—Muy bien, dragón. Hagámoslo. Primero la historia de fondo, y
después podemos comenzar a descubrir todas las lindas y amigables cosas
que tenemos en común.
—Suena bien. —Asiento, no tan nervioso como probablemente debería
estar.
No soy un actor, pero mientras comenzamos a tramar y planear,
mientras yo masajeo las pantorrillas de Shane, y ella se estira para apretar mi
brazo cuando realmente se emociona por algo, no se siente como fingir. Es lo
contrario de mi primer juego en la NHL, cuando miré bajo la banca a todos
esos increíbles atletas que había idolatrado y no pude creer que yo era uno de
ellos. Interpretar el novio consentidor de Shane es un papel que se siente
bien, no es adoptar una pose o fingirlo-hasta-lograrlo.
Para el momento en que hemos terminado, estoy deseando que nos
hubiéramos conocido corriendo en Central Park, persiguiendo el chihuahua
de su amiga después de que ella soltó la correa, y que no tuviéramos nada
que preocuparnos esta noche excepto a donde ir a cenar y después en la
cama de quien para no conseguir nada de sueño.
—Deberíamos partir —dice, mirando su reloj aproximadamente dos
horas después. El segundo equipo de práctica está dejando el hielo, y los
cafés que fui a buscar a medio camino de nuestra sesión de planeación se
han enfriado—. Debo bañarme y cambiarme, y mi trasero está entumecido
por sentarme en esta silla.
—Podría masajearlo por ti —ofrezco inocentemente.
—Oh podrías, ¿cierto? —pregunta con una risa—. ¿Estarías dispuesto
a hacer ese sacrificio?
—No quiero enviarte al frío con un trasero entumecido —digo—.
Podrías congelarte y no darte cuenta hasta que fuera demasiado tarde.
Ella ríe de nuevo, un sonido ronco que me hace querer tirarla en mi
regazo y besarla hasta que haga más sonidos sexys solo para mí.
—Es octubre, dragón. Pienso que todavía no estoy en peligro de
congelación. Pero hazme una oferta en diciembre y podría estar interesada
en hacer uso de tus servicios de masajeo de trasero.
114

—Diciembre podría funcionar. Me gusta diciembre. —Nuestras


miradas se encuentran y mantienen, y algo pasa entre nosotros, algo real e
Página

íntimo, especialmente para dos personas que apenas se conocen.


Por un segundo, pienso que ella va a decirme que desacelere o
retroceda.
En su lugar, su mirada baja a donde sus manos están envueltas
alrededor de mi brazo, sus dedos metidos entre mis bíceps y mis costillas
para mantenerse calientes.
—Diciembre es mi época favorita del año. Sé que es cursi, pero no
puedo tener suficiente de la ciudad en Navidad. Dame patinaje sobre hielo en
el Rockefeller Center, chocolate caliente cerca del gran árbol, y un boleto
para el Espectáculo de Navidad de los Rockettes, y soy una chica feliz.
—Recordaré eso —prometo—. Disfruto manteniendo a las personas
que me gustan felices.
—Hablando de personas que te gustan. —Aclara su garganta y sus
dedos se clavan un poco más profundo en mi brazo—. O personas que solían
gustarte, de todos modos. Keri vino a visitarme esta mañana.
—¿Qué? —Mi sonrisa se desvanece tan rápido que envía un calambre
rápidamente a través de mi mandíbula—. Estás bromeando.
Shane sacude su cabeza, aún sin hacer contacto visual.
—Um, no. No estoy bromeando, desafortunadamente. No parece como
si los sitios de chismes tuvieran idea de quién soy, así que no estoy segura de
cómo ella averiguó donde vivo. Pero me advirtió que es una mala persona
para tener como enemiga. Tal vez es una mente maestra criminal en adición
a ser artística.
Maldiciendo bajo mi aliento, me levanto y paseo lejos de Shane,
sintiendo el frío por primera vez desde que salí al hielo esta mañana. Tener a
Keri acosándome es algo habitual. Para mí. Pero escuchar que Keri se ha
movido a acosar a Shane jodidamente me molesta.
También es… escalofriante.
—O tal vez ella es un súper hacker —continua Shane en voz baja—.
Las habilidades de súper hacker serían útiles para obtener tu número
privado y para descubrir quién soy y donde vivo basados en unas cuantas
fotos de perfil. ¡O tal vez es una espía! Tengo un amigo quien yo solía pensar
era un espía, pero resulta…
115

—Esto no es divertido. —Giro de regreso para encararla, las manos


Página

hechas puños a mis lados—. ¿Por qué no me dijiste acerca de esto cuando
llegaste aquí?
Ella se para, encogiéndose de hombros mientras mete las mangas de
su abrigo abajo alrededor de sus muñecas.
—No lo sé. Supongo que no quería comenzar con una nota de terror. Y
asumí que no había mucho que ninguno de los dos pudiera hacer acerca de
ello, de todos modos. No es como si tú quisieras que fuera a la policía,
¿cierto? —Frunce el ceño—. Por cierto, ¿cómo se está sintiendo tu brazo?
—Nunca mejor —miento, mi mandíbula tensándose.
—Bien. Pero haces un gran trabajo jugando a través del dolor.
Viéndote antes, nunca hubiera adivinado que tienes una herida de
apuñalamiento. —Ella suspira, claramente dándose cuenta que no quiero
hablar acerca del recuerdo que mi ex dejó atrás cuando la corrí de mi entrada
principal—. Además, Keri no dijo nada sobre lo que valga llenar un reporte
policial. Me dijo que ustedes dos estaban verdaderamente enamorados, y me
aseguró que después de unas cuantas citas te ibas a —hace comillas
imaginarias— “hartar de follar a una muñeca Barbie.” Después hizo algunos
sonidos amenazadores acerca de cuán agresiva es, pero viendo que su cuerpo
completo es del tamaño de mi pierna, el factor del nerviosismo era bajo.
Gruño, el ceño fruncido aun firmemente en su lugar.
—Aun así, no me gusta. No me gusta que dio contigo tan fácilmente, o
tan rápido. Y no necesito decirte que ella es más peligrosa de lo que parece.
—No, no necesitas. —Me clava con una mirada afilada—. Pero estoy
feliz de escucharte finalmente reconociendo el peligro. Ese es un buen
primer paso en el camino para no conseguir que te apuñalen de nuevo. Y en
el espíritu de avanzar hacia delante en una manera más productiva, me
gustaría reconocer que yo también pude haber estado equivocada.
Mis cejas se levantan.
—¿Acerca de?
—Acerca de lo que podría ser necesario para convencer a esta mujer de
dejarte en paz.
Da un paso más cerca, colocando sus palmas en mi pecho, enviando
una avalancha de consciencia y preocupación a través de mí. Incluso ahora,
cuando estoy preocupado por su seguridad, no puedo evitar el modo en que
116

mi sangre se calienta cada vez que nos tocamos.


Página
—Vamos a tener que hacer esto bien esta noche, Jake —continua en
una voz más suave—. Necesitamos que Denise y cualquier otra persona en la
habitación crea que somos amor verdadero, la clase de amor a primera vista
que las personas quieren creer no importa cuántas veces les digan que el
amor está muerto. Si podemos conseguir este perfil, tendremos a la gente
hablando de nosotros, no sobre tu ex o lo que podría haber sucedido en tu
apartamento. Y si la charla es suficientemente fuerte, tal vez Keri se dará
cuenta que continuar persiguiéndote es una pérdida de su tiempo.
Cubro sus manos con las mías, presionando sus palmas más cerca de
mi pecho.
—¿Y si no lo hace?
—Si no lo hace… —Sus labios se separan mientras su mirada
desciende a mi boca—. Entonces consideraré pretender que tengo un
panecillo en el horno.
—Mi panecillo —corrijo, el pensamiento haciéndome más denso. Es
un bebé ficticio, sexo ficticio, y nunca he tenido una erección por fantasear
acerca de embarazar a una mujer antes. Pero a algo primitivo dentro de mí le
gusta la idea de meter un bebé en esta mujer, de tomarla una y otra vez hasta
que no haya duda de que está llevando a mi hijo.
Es otra loca línea de pensamiento, otra necesidad salvajemente fuera
de personaje, pero la única cosa de la que estoy preocupado es de que mi
erección va a rasgar un hoyo a través de mis vaqueros y provocar una escena
frente a las mujeres sentadas unas cuantas filas atrás. Cuando estoy así de
cerca de Shane, es imposible preocuparme sobre algo más excepto
acercarme.
—Tu panecillo —repite, asintiendo—. Pero con suerte no llegaremos a
eso.
—Con suerte no.
Sus labios se curvan en un lado.
—No estoy segura que lo digas en serio, Falcone. Pienso que te gusta
un poco la idea de ser el falso padre de mi bebé.
—Claro que no. Soy todo negocios, Willoughby —digo, acercándola
117

más.
Página

Ella carraspea.
—Y yo soy la reina de Inglaterra.
—Su majestad —murmuro mientras me inclino hacia abajo para darle
un beso de despedida. Es un largo, minucioso, lento y sexy beso que
involucra mis manos en el trasero de Shane y demasiada lengua para la
seguridad del público viendo, pero no me interesa. Todo lo que me interesa
es obtener más de ella, patinar sobre la línea entre fantasía y realidad y hacer
que Shane vea que esto no debería ser solo fingido.
Ella debería ser mía.
Y esta noche, tengo la intención de hacer un gran caso por agregar
placer a nuestro acuerdo de negocios.
118
Página
19
Shane
Traductora Brisamar58

Corregido por LizC

Acordamos reunirnos en el vestíbulo del Rockefeller Center a las siete


y media, un poco más tarde que el resto de los invitados para la cena y el
baile. Los ascensores allí trabajan a todas horas, llevando a los turistas a las
plataformas de observación por encima de la ciudad y a los clientes del
Rainbow Room al salón de cócteles y al restaurante en el sexagésimo quinto
piso. Esta noche, sin embargo, tanto el salón como el restaurante se
alquilaron para el evento privado y el vestíbulo está inusualmente desierto.
Llego temprano, una maldición heredada de la tía Tansy, quien insistía
en que temprano era puntual y llegar puntual era atrasarse, para encontrar a
Jake que ya me estaba esperando.
Maldición. El hombre está bueno, es sexy y obsesivamente puntual.
Estate quieto mi desbocado corazón.
Mi dragón se apoya contra la pared del fondo en una chaqueta de
vestir negra que abraza sus amplios hombros. La luz dorada de la lámpara
acaricia los elegantes ángulos de su rostro, haciéndole lucir un poquito
peligroso, como un jefe de la mafia de los años 1920 o el detective que abate
a los malos sin dejar de ser una decisión arriesgada por encima de la ley. Él
es jodidamente impresionante, tan hermoso que literalmente me quita el
aliento.
Me quedo justo en la entrada, la boca abriéndose y cerrándose, los
119

pulmones protestando pidiéndome que procese el oxígeno cuando hay un


dios sexual de cinco alarmas al rojo vivo ardiendo a unos tres metros de
Página

distancia.
También, parece que a Jake le gusta lo que ve. O le gusta la idea de
arrancar el vestido de cóctel plateado de mi cuerpo con sus dientes y
tomarme para la cena, olvídate de la langosta y el filete que están esperando
sesenta y cinco pisos arriba. Y oh me gusta esta idea, también, tanto que
tengo que morder mi labio inferior para evitar decir algo completamente
inapropiado, como “olvidemos esta fiesta y vayamos a tener momentos locos
y sexy en el armario de abrigos”.
Pero cuando nuestros ojos se encuentran y se ven, mil pensamientos
sucios pasan por mi mente, cada uno más obsceno que el anterior. Estoy tan
adentro en la zona de lujuria que tropecé con mis propios pies y doy unos
pasos tambaleantes hacia los ascensores.
Afortunadamente, la casi caída hace trabajar a mis pulmones,
enviando oxígeno a toda prisa hacia mi cerebro confundido por las
hormonas. Para cuando los dedos de Jake se cierren alrededor de mi brazo,
sosteniéndome con firmeza, estoy solo ligeramente mareada.
Sus dedos aprietan suavemente.
—¿Estás bien?
—Sí. Sí —digo, mi voz susurrante—. Todo bien.
—¿Estás segura? Pareces nerviosa.
Sacudo la cabeza.
—No. No nerviosa. Todo muy bien.
Él alza una ceja mientras sus dedos recorren mi brazo en una caricia
que siento por todas partes a la vez.
Cristo, ¿tiene alguna idea de lo que su toque me hace?
—¿Estás segura? —pregunta—. Porque has extraviado todos los verbos
de esas últimas frases.
Me rio.
—Lo siento. El primer avistamiento de Hombre Guapo tiene la
tendencia a causar estragos en mi vocabulario —digo, haciendo un esfuerzo
para formar una frase completa mientras expreso mi aprobación de todo lo
que tiene en mente—. Has llegado a un nuevo nivel esta noche, amigo mío.
120

Su sonrisa de respuesta es una mezcla de arrogancia y encantado de


Página

complacer que es absolutamente adorable.


—Me alegra que lo apruebes.
—Oh, sí. Realmente lo apruebo. —Mi mirada se desliza desde el cabello
oscuro que se aleja de su frente, hasta la chaqueta negra claramente hecha a
medida, abrazando sus anchos hombros, hasta los pantalones grises que no
dejan absolutamente nada a la imaginación sobre los poderosos muslos y la
impresionante parte trasera de Jake Falcone.
Pero eso está bien para mí.
Ninguna proeza de la imaginación podría alcanzar la majestuosidad
del grueso y musculoso culo de este hombre en la vida real. Alguien debería
hacer un molde de su trasero y exhibirlo en el Met, titulándolo: El Máximo
Glúteo del mundo, y preservar esa parte posterior para la posteridad.
—¿Te gustaría que me diera la vuelta? —Él sonríe mientras me atrapa
inclinándome para disfrutar más de la vista.
Mis mejillas se calientan mientras sacudo la cabeza.
—No, está bien. Tendré tiempo de sobra para comerte con los ojos más
tarde, después de que hayas tomado unas copas de champán y no estés
prestando atención.
Su brazo rodea mi cintura, acercándome hasta que el calor de su
cuerpo empapa mi ropa, calentando todos los lugares que se enfriaron en el
taxi durante el camino.
—No tienes que esperar. Me gusta sentir tus ojos en mí. Me da
confianza.
Resoplo mientras pongo los ojos en blanco, intentando fingir que mi
corazón no está latiendo entre mis piernas y todos mis pensamientos no
están saltando el tren en un solo sentido a Villa-vamos-a-acostarnos.
—Porque te falta taaanta confianza en ti.
—Tengo mis momentos. Como cualquier otro. —Su brazo se aprieta a
mi alrededor—. Pero en serio, ¿estás lista para esto?
—¿Estoy lista para esto? —repito, los pensamientos saliéndose de los
carriles de nuevo cuando siento, algo duro contra mi cadera, la evidencia de
lo mucho que el Dragón disfruta de lo que tengo en marcha.
121

Jesús, el hombre es impresionante, y cada vez es más difícil mantener


la calma, nunca mejor dicho. Pero, ¿recuerdo cómo tener sexo salvaje, loco,
Página
de mierda y sin pensar después de más de un año de celibato? Por lo que sé,
mi vagina podría estar llena de telarañas o telas de araña o de arañas reales.
Quiero decir, aparte de Shrek-el-mágico-vibrador-verde y algunos
tampones, ha sido una ciudad fantasma allá abajo. Nada consciente ha hecho
una misión exploratoria en bastante tiempo.
¿Y si Jake descubre que una colonia entera de ratas topo desnudas se
ha instalado en mi vagina? ¿O algo más asqueroso que las ratas topo?
Aunque estoy teniendo un momento difícil en pensar en algo más asqueroso
que las ratas topo en este momento. Son tan espeluznantes, sin pelo y tienen
esas garras que…
—¿Shane? —Jake me da una delicada sacudida.
—¿Qué? —Trago, con el ceño fruncido—. ¿Dijiste algo?
—¿Te pregunté si pensabas que debíamos huir antes de que fuera
demasiado tarde? —pregunta, echando una mirada penetrante a la pareja
bien vestida que pasaba por delante de nosotros en su camino hacia el
ascensor—. Está bien si has cambiado de opinión.
—No, no he cambiado de opinión. —Aprieto sus brazos a través del
abrigo, dispuesta a trabajar juntos y a darle la tranquilidad que claramente
necesita—. Estoy lista para esto. Estamos listos para esto. En serio, no te
preocupes. Tan pronto como lleguemos allí, voy a ser la novia perfecta. Yo
solo… me fui al espacio por un segundo.
Mientras pensaba en tener sexo salvaje, loco, sin pensar contigo,
agrego silenciosamente porque la confesión, incluso la confesión silenciosa,
es buena para el alma.
—Ya eres perfecta —dice—. Solo sé tú misma.
—Maldición. —Suspiro, derritiéndome de nuevo—. Estoy empezando a
ver por qué tienes tanta suerte con las mujeres, Falcone.
Así es, Shane, la voz menos cachonda dentro de mi cabeza se
manifiesta, recuerda cuántas mujeres ha tenido en su cama antes de ti.
No importa lo encantador que sea, la realidad es que Jake Falcone es
un intenso mujeriego, y la última mujer que él sedujo está completamente
desquiciada. Los hombres que duermen con gente desquiciada no son buen
122

material para primeros-amantes-después-de-un-largo-período-de-sequía,


por no mencionar que él es tu cliente.
Página
Cliente, Shane. Esto son negocios. ¡Negocios!
Tomo una respiración profunda y estoy a punto de encontrar mi centro
cuando Jake toma mi mejilla con su mano grande y cálida y mi sangre
empieza a zumbar de nuevo.
—No quiero hablar de otras mujeres —dice, el humor lejos de su voz—.
No quiero hablar de ellas ni pensar en ellas. Quiero estar aquí, contigo, la
única mujer en mi mente. Y me encantaría que yo fuera el único hombre en
la tuya.
—Lo eres. —Me estremezco cuando su pulgar roza mi labio inferior—.
Puedo decir con seguridad que en este momento no hay un pensamiento en
mi cabeza que no esté sazonado con Jake.
Sus ojos se oscurecen.
—Bueno. Mantengámoslo de esa manera.
Y luego me besa, y me enciendo como siempre. Su lengua exige la
entrada a mi boca, y me derrito en su calor, su hambre, en la magia de sus
manos que me acercan más y la electricidad enturbia-mentes que envía a mi
torrente sanguíneo.
Maldición, este hombre puede besar.
Me besa hasta que quedo floja, sin aliento, y las arañas y las ratas topo
son la cosa más lejos de mi mente. No tengo que preocuparme por nada de
eso. Porque Jake maldito Falcone es claramente un hombre que puede
manejar cualquier cosa que se interponga en su camino.
—Dios, me vuelves loco —dice mientras se aleja, su mandíbula
apretada y sus manos enredadas en mi cabello—. Absolutamente
jodidamente loco. Por el resto de la noche, eres mía, princesa. Nada está
fuera de los límites, siempre y cuando haga que la gente crea en el cuento de
hadas. ¿Estás de acuerdo?
—Muy de acuerdo. —Me inclino hacia él, el cuerpo zumbando mientras
renuncio a luchar para aferrarme al pensamiento racional—. Sí. Y doble sí.
—Sí, ¿qué? —Su mano cae a mi cadera.
—Sí, al cuento de hadas. Sí, para hacer creer a la gente.
123

—Y sí a ser mía. —Su palma se desliza más arriba, sus dedos


moldeando a mis costillas, haciendo doler mis pezones—. Eso es lo que
Página

quiero oír, princesa. Que eres mía.


—Soy tuya —digo, los pocos huesos semisólidos que quedan en mi
cuerpo se convierten en una papilla de lujuria. Nunca he sido fan de lo del
macho alfa reclamando su mujer ni un poco, pero ahora soy fan de ello. Un
gran fan de mierda. Tan fanática que no presentaría pelea si Jake me
levantara la falda y me follara por detrás en el camino hasta el Rainbow
Room, solo para demostrar cuan completamente le pertenezco.
Que Dios me ayude, pero solo ese pensamiento es suficiente para hacer
que mis bragas se humedezcan más.
—Buena chica. —Los dientes de él atrapan su labio inferior mientras
asiente—. Aunque, podría soportar escuchar eso unas cuantas veces más en
el camino hacia arriba.
—Y yo podría resistir para que no te muerdes más el labio —digo,
permitiéndole que me llevara al banco del ascensor.
—¿Eso por qué? —Él mira por encima de su hombro, todavía ardiendo
en pleno efecto.
—Porque me hace querer morderlo —confieso—. Y tal vez morder
algunas otras partes tuyas mientras estoy en ello.
—Quiero una lista completa de esas partes para aprobarla más tarde,
pero a partir de ahora todo lo de morder está sobre la mesa. —Él sonríe, una
sonrisa perversa y desvergonzada que me hace reír incluso mientras
contribuye a la ruina de mi ropa interior.
—Dragón malo —murmuro mientras el ascensor vibra—. Muy malo.
Él guiña un ojo.
—Ni siquiera he empezado todavía, princesa. —Él toma mi mano y me
hala al ascensor vacío. Segundos después nos elevamos en el aire, el cubículo
se mueve casi tan rápido como la sangre corriendo por mis venas.
124
Página
20
Jake
Traducido por Camii.beelen

Corregido por Disv

Debería concentrarme en sacar el máximo provecho de esta


oportunidad de relaciones públicas, GQ tiene un gran público, y la máquina
de medios de los Rangers ampliará el alcance del perfil, aprovechando al
máximo la buena prensa.
Esta noche estoy empezando algo que podría ser realmente bueno o
muy malo para mi carrera y mi futuro. Este perfil podría significar la
diferencia entre las acusaciones tácitas de Keri que continúan pendiendo
sobre mi cabeza como una nube de tormenta escupiendo relámpagos, o una
historia más ligera y amistosa asociada a mi nombre.
En un mundo ideal, habría podido mantener en privado mi vida
personal, de la forma en que me gusta, pero lo ideal salió por la ventana
cuando las cosas con Keri pasaron de malas a asalto con un arma mortal. Y
ahora mi reputación y la capacidad de mi familia para mantener sus cabezas
en alto en mi ciudad natal penden de un hilo.
Cualquier idiota con el cerebro que Dios le dio a una rata del metro
estaría planeando cuidadosamente su siguiente movimiento, consciente de lo
fácil que sería estropear esto. Shane y yo solo nos conocemos desde hace
unos días, y no importa cuán caliente sea la química entre nosotros, o cuan
cuidadosamente planificamos nuestra historia, existe la posibilidad de que
uno de nosotros se quiebre bajo presión.
125

Pero me está costando mucho concentrarme en otra cosa que no sea la


mujer a mi lado, la mujer con su brazo alrededor de mi cintura y sus pechos
Página

suaves contra mi pecho y su cabello rubio sedoso resbalando a través de mis


dedos mientras la guío por otro beso robado. Su boca es mi crack, y el sabor
de ella en mis labios es suficiente para mantenerme en un estado de
constante excitación, mi pene insiste en permanecer semi duro para que
pueda ser encerrado y cargado en el segundo en que Shane de la señal de que
ella quiere más que simular.
Que ella me quiere dentro de ella, haciéndola venir, mostrándole lo
jodidamente dedicado que seré trayéndole placer.
Abajo chico, me recuerdo. Estos pantalones no van a perdonar si semi
duro se convierte en algo más. Aunque, al ritmo que vamos, es solo cuestión
de tiempo antes de que me avergüence a mí mismo.
Hemos estado en la fiesta veinte minutos y ya he besado a Shane cinco
veces. La tentación de sacar el máximo provecho de esta noche de fantasía
sin ataduras está demostrando ser demasiado para mí. Soy un hombre que
ha pasado toda su vida en control, negándose a ser como el viejo que hizo
todo lo posible para joder mi vida antes de que empezara y ahora estoy
lanzando toda mi disciplina por la ventana por una mujer bonita.
Pero ella es mucho más que bonita. Shane es inteligente, dulce,
graciosa, un poco equivocada en exactamente la manera correcta, y tan sexy
que estoy empezando a odiar mis jodidos pantalones. ¿Por qué no escogí
algo más flojo para librarme del sufrimiento? Aunque tengo que admitir que
ver a Shane ruborizarse cuando revisa mi trasero casi hace que valga la pena.
—Prepárate —susurra contra mi boca, el sabor de Shane y del mojito
mezclándose en sus labios—. Denise está en camino por la pista de baile.
—¿Eso significa que debo dejar de besarte?
Ella sonríe.
—Solo por un momentito. Entonces podremos volver a ser esa pareja
que hace que todo el mundo se sienta incómodo y celoso.
—Suena bien —digo, y lo hace.
Hasta ahora estoy disfrutando de esta intervención más de lo que
jamás imaginé. Y si lo hago bien, tanto Shane como yo estaremos disfrutando
mucho más antes de que termine la noche. Esta noche es la noche. No voy a
ir a casa sin dejar que Shane sepa que mi adicción por ella es cien por ciento
126

real.
Página
—¡Ahí están! —La aniñada exclamación es seguida por el sonido de
manos aplaudiendo rápidamente—. ¡Oh Dios mío, ustedes dos son la cosa
más adorable, sexy y fabulosa que he visto! ¡No puedo soportarlo!
Me vuelvo para ver a una morena que parece estar a mediados de sus
treinta, sus características elegantes, el maquillaje de buen gusto, y el vestido
azul glamoroso en desacuerdo con su voz infantil y entusiasmo exagerado.
—¡Soy Denise! Me alegro de conocerlo, señor Falcone. —Ella empuja
una mano pequeña—. Soy una gran, gran fan.
—Llámame, Jake, por favor. —Tomo su mano y le doy un suave
apretón—. Es un placer conocerte también. Estoy encantado de estar aquí.
—¡Oh, yo también! —Ella aplaude de nuevo—. Nos vamos a divertir
mucho con esto, lo prometo. Será completamente indoloro e impresionante.
Ahora ven aquí, Shane, y dame un abrazo, cosa hermosa.
Shane alcanza a la otra mujer con una carcajada.
—¿Cómo estás, Dee? Estás preciosa. Amo, amo, amo tu vestido.
—Gracias, gracias. Estaba tan contenta de tener finalmente una excusa
para sacarlo del armario. —Denise abraza a Shane antes de alejarse con una
risita—. Ambos tendrán que perdonarme si estoy un poco mareada. Ya he
tomado dos copas de champán. Estoy tratando de juntar coraje para pedirle
a Jorge bailar. He tenido una cosa por él desde siempre, y con todo el
romance en el aire últimamente, pensé que debería madurar e intentarlo.
Shane sonríe.
—Ese es el espíritu. Y no hay nada que perdonar. A Jake y a mí nos
gustan las personas vertiginosas, ¿no es así, bebé?
—Absolutamente. —Doblo un brazo alrededor de su cintura, no
disfrutando estar separado de ella, ni siquiera por unos momentos—.
Demonios, estoy un poco mareado.
Denise cruza sus manos con un suspiro feliz.
—Oh, lo sé. Los estaba mirando desde el otro lado de la habitación, y
solo brillan. Son realmente radiantes juntos. Las fotos van a ser
fenomenales. No puedo esperar para tenerlos a ambos en vestuario y en un
127

lugar fabuloso. Tal vez los claustros si el tiempo es bueno.


—¿Vestuario? —Le echo una mirada a Shane por el rabillo del ojo.
Página
—Pero no esta noche —Denise se apresura a asegurarme antes de que
Shane pueda responder—. Lo que ambos llevan esta noche es perfecto para
unas cuantas tomas para ir sacando el artículo en el blog. Guardaremos el
maquillaje y el vestuario y las cosas glamorosas para nuestra última reunión.
Habré clavado mi ángulo para entonces y seré capaz de decirle al director
artístico exactamente lo que estoy buscando. ¿Suena bien?
—Suena bien —miento, preguntándome si me he metido en más de lo
que esperaba.
Shane no dijo nada acerca de una sesión de fotos. Rara vez digo sí a las
entrevistas, y mucho menos vestirme y posar delante de una cámara. La
última vez que me dejé convencer para algo así fue para la recaudación de
fondos de Easter Seals, donde terminé siendo embaucado para usar un par
de orejas de conejo y tomar fotos con los niños. El equipo me llamó Tambor
por el resto de la temporada.
—Um, sí, suena genial —dice Shane en un tono menos que entusiasta.
Denise se ríe.
—¡No te preocupes! Sé que odias que te tomen fotos, por alguna razón
insana. —Dee se vuelve hacia mí, poniendo una mano en mi brazo—. Quiero
decir, si me pareciera a ella lo único que haría sería que me tomen fotos,
¿verdad? —Se gira hacia Shane con un sonido de asfixia—. Pero sé que eres
tímida, así que tengo a mi mejor hombre reservado para nuestra sesión de
fotos. Él los ayudará a relajarse y tomar planos matadores. Será dulce e
indoloro, y te vas a ir con algo magnífico para colgar en tu apartamento. Esta
noche vamos a tener una pequeña y tranquila charla comprobando tu pasado
y dejaremos las preguntas más importantes para la próxima reunión, cuando
tengamos más privacidad. —Ella agita ambas manos—. Vengan y únanse a
mí en mi reservado. Me he puesto en una esquina donde deberíamos poder
oír nuestros pensamientos.
—Dirige el camino. —Shane me aprieta la mano mientras Denise
regresa por la pista de baile y se dirige a la larga habitación de paredes de
cristal del otro lado—. Lo siento —añade entre dientes—. Ella no dijo nada
antes sobre una sesión de fotos. Se suponía que iban a ser dos reuniones, una
aquí y algo de bajo perfil, como un desayuno tardío.
—Está bien —digo, descubriendo que me he acostumbrado a la idea—.
128

Ella tiene razón, no deberías ser tímida delante de la cámara.


Página
—No lo soy. No me importan las fotos con amigos y cosas así. Es solo
que la cosa de la puesta en escena, y los flashes y las pantallas reflectoras me
hacen estremecer.
—Entonces le pedimos que cancele la sesión. No quiero que te sientas
incómoda.
—De ninguna manera —dice, con un movimiento de cabeza—. Lo haré.
Lo haremos, y será genial. No hay problema. Solo son fotos.
Aprieto su mano.
—Gracias, princesa.
Ella me sonríe cuando llegamos a la mesa.
—Un placer, dragón.
—Oh, Dios mío, ¡sí! —La mandíbula de Denise se cae mientras entra en
la cabina acolchada—. ¡Eso es! ¡La princesa y el dragón! La realeza de Nueva
York y el hombre más feroz sobre el hielo. ¡Ese es mi enfoque! —Ella sopla
besos a través de la mesa—. Dios los bendiga a ambos. Hasta ahora son el
perfil más fácil de todos.
—Feliz de ayudar. —Shane se desliza en su puesto delante de mí—. Y
hay una botella de champán con tu nombre en ella si haces que Jake se vista
con un traje de dragón para la sesión de fotos.
Me acerco a su lado con una sonrisa, poniendo mi brazo alrededor de
sus hombros.
—Usaré un traje de dragón, pero solo si te disfrazas de princesa
guerrera. Nada de rosado y cosas sueltas.
—¿Por qué eso? —Shane inclina su cabeza, una sonrisa complacida
burlándose de sus labios que me hace querer atrapar esta respuesta ahora.
—Porque eres demasiado mala para esperar a que alguien te salve. —
Atrapo un mechón de su cabello, envolviéndolo alrededor de mis dedos—. Y
porque creo que te verías increíble en un sujetador de cuero y sosteniendo
una espada.
Tararea pensativa, pero sus ojos están bailando.
129

—¿Solo un sostén y una espada? ¿Nada más?


—O simplemente la espada —digo, sonriendo—. Pero solo si
Página

estuviéramos solos. —Mi sonrisa se desvanece ante la idea de alguien más


viendo a Shane adornada con un bikini de cuero—. Pensándolo bien, seré un
dragón y tú puedes ser una princesa que vive en algún lugar muy frío y le
gusta ponerse su abrigo de invierno antes de salir.
—Entonces, ¿no te gusta mostrarla? —pregunta Denise, una nota más
enfocada en su tono que deja claro que la entrevista ha comenzado.
—Um… no realmente. —Experimento un destello de nervios por
primera vez desde que llegué a la fiesta. Debajo de la mesa, Shane me aprieta
la pierna en una silenciosa muestra de apoyo. Le doy un vistazo, sintiéndome
mejor tan pronto como la miro a los ojos—. La persona con la que estoy
saliendo es una persona, no un símbolo de estatus.
—Pero tú has salido con tantas mujeres que podrían ser consideradas
solo eso —dice Denise, demostrando que hay un verdadero reportero debajo
de su exterior burbujeante—. Si no estás detrás del símbolo de estatus, ¿por
qué no salir con una de las muchas mujeres hermosas, no famosas en Nueva
York? ¿Por qué ir tras actrices, modelos y superestrellas de la música
country?
—No hablo de mis relaciones pasadas —digo en un tono uniforme—.
Pero diré que la mayoría de las mujeres con las que he salido tienen carreras
muy públicas, como la mía. Ellas entienden lo que es ser el centro de
atención. Nunca tuve que preocuparme de que las estuviera exponiendo a un
escrutinio que no hubieran experimentado en su vida cotidiana. Como una
persona privada, eso es algo que me preocupa cuando se trata de las mujeres
con las que estoy involucrado.
—Interesante. —Denise asiente con la cabeza—. ¿Es por eso que has
mantenido las cosas tan tranquilas con Shane hasta ahora, y con la señorita
Warner antes de que tú y Shane estuvieran involucrados?
—Denise —dice Shane, una nota de censura en su voz—. Dijiste que no
ibas a preguntar sobre eso.
Denise parpadea inocentemente.
—¿Lo hice? Oh cielos, no creo haber dicho eso. No voy a vender copias
difundiendo rumores, pero estoy interesada en los hechos. —Ella gira sus
afilados ojos marrones hacia mí—. Pero si Jake no se siente cómodo
hablando de esa parte de su pasado, podemos seguir adelante.
130

—Estoy bien con eso. —Fuerzo una sonrisa apretada—. Sí, hago un
esfuerzo para mantener las cosas tranquilas cuando estoy saliendo con
Página

alguien que no está en el ojo público. Si las cosas terminan, no quiero que
ella sea perseguida por periodistas o paparazzi a menos que ella quiera serlo.
Esa debe ser su elección, no un dolor en el culo con el que tiene que lidiar
porque cenamos unas cuantas veces.
—Y, sin embargo, aquí estás. —Denise sonríe mientras se inclina,
apoyando su barbilla encima de su puño—. Aceptando ser entrevistado para
un artículo de revista de alto perfil con una mujer que ha hecho su misión en
la vida el mantener en privado su vida privada y que corre hacia las colinas
cada vez que Page Six envía a un fotógrafo para cubrir una de sus galas. ¿Qué
pasa con eso, ustedes dos?
—Sabes exactamente qué pasa con eso —corta Shane antes de que
pueda responder, su tono dulce, pero firme—. Ninguno de los dos va a dejar
constancia de nada en específico, pero diré esto: haré lo que sea necesario
para proteger a una persona inocente, especialmente cuando esa persona es
el hombre que amo.
131
Página
21
Jake
Traducido por VckyFer y Brisamar58

Corregido por Disv

Mi pecho se aprieta y mi brazo se flexiona alrededor de los hombros de


Shane. Ella levanta la mirada hacia mí, y ese eléctrico sentido de conciencia y
reconocimiento pulsa entre nosotros de nuevo.
En algunas maneras, casi no conozco a esta mujer, pero en otras se
siente como si fuese una vieja amiga.
Ella es solo tan… real. Shane es cien por ciento Shane. Desde el
momento en el que nos conocimos, ella me ha dado a sí misma, sin filtros y
ha demandado lo mismo de mí. Así que, aunque la mitad de las cosas que
hemos dicho son mentiras, cuando la miro a los ojos siento como si sé
realmente en donde estoy parado.
Estoy con una amiga, alguien en quien puedo confiar, no porque le
estoy pagando para que sea mi novia falsa, sino porque ella ha escogido estar
de mi lado.
—Gracias —digo suavemente, esperando que ella sepa que lo digo por
todo esto.
Por toda ella.
—De nada. —Sostiene mi mirada, hasta que se siente como si no hay
nadie más en la habitación —. Vales la pena para salir de mi zona de confort.
—¿Y qué hay sobre ti, Jake? —pregunta Denise, su voz distante, fuera
132

del círculo que Shane y yo hemos creado—. ¿Cómo sales de tu zona de


confort por la mujer que amas?
Página
—He estado fuera de mi zona de confort desde el día que conocí a
Shane —digo, aún concentrado en sus bonitos ojos azules—. Le eché una
mirada a ella y olvidé que era un bastardo cínico y cauteloso quien hizo su
misión en la vida no confiar en nadie.
Shane sonríe, y la oscuridad que rodea el reservado se desvanece
frente a su sonrisa.
—No exageres, Falcone —dice ella, su voz ronca—. Si lo recuerdo
correctamente, fue más como diez o quince minutos. Tuve que gritarte un
poco primero para que pudieras jugar bien.
Esta no es la parte de la historia con la que acordamos antes, pero no
me importa. Esto es incluso mejor. Porque esta es la historia real, y con
Shane voy a tomar lo real sobre fingir todo el maldito tiempo.
—Tienes razón. —La abrazo—. Tuviste que gritarme un poco al
principio, pero me lo merecía. Gracias por aguantar mi trasero gruñón.
—Es un placer, bebé —dice, con los ojos brillando—. Mi puro y
completo placer. No he estado así de feliz en mucho tiempo.
Y en ese momento, con esta increíble mujer mirándome como si
realmente la mereciera, me olvido de Denise. Me olvido de cómo nos
conocimos Shane y yo y de los obstáculos parados en nuestro camino y la ex
novia haciendo lo mejor para romper mi oportunidad con alguna otra mujer.
Me olvido de todo excepto la calidez de los ojos de Shane y el creciente
deseo de mantener la sonrisa en su rostro.
Pero luego Denise junta sus manos una vez más y la niebla se aclara,
trayéndome de regreso a la realidad antes de hacer algo loco como pedirle a
Shane que se mude conmigo, o de huir a una isla desierta por un mes y no
hacer nada más que estar juntos todo el día.
No voy a apurar esto o a hacer algo para asustarla. Si ella me dice que
no está lista para algo más que una amistad, voy a esperar. Voy a esperar lo
que haga falta, porque ella vale la espera, sin importar cuanto me esté
muriendo por hacerle el amor esta noche y despertarme con su dorada
cabeza sobre la almohada al lado mío mañana en la mañana.
—Bueno, considérenme vendida, dulzuras. —Denise mueve una mano
133

a un mesero que va pasando y toma una copa de champaña de la bandeja que


él baja frente a ella —. Soy una fan. Una gran fan. Les soy incondicional. Así
Página
que díganles a todos: ¿Cómo se conocieron, que aman más acerca del otro,
cuales son algunas de sus esperanzas o sueños para el futuro?
Shane se lanza en una historia un poco modificada de “El Día En Que
Nos Conocimos” y desde allí la conversación fluye fácilmente, nuestro
trabajo de preparación de esta tarde nos da bastantes cosas de qué hablar.
Estamos solo a mitad del camino de nuestro arsenal de “Historias Tiernas de
Parejas” cuando Denise termina su cuarta copa de champaña y anuncia
nuestra primera entrevista como un éxito.
—Ahora, si a ustedes chicos no les importa tomar su oportunidad en la
pista de baile, voy a conseguir que Nelson tome un par de fotos para el blog y
estaremos listos. —Denise se sale del reservado, arreglando su vestido
mientras se pone de pie —. Y luego son libres de disfrutar la fiesta, comer
algo, bailar, lo que sea que deseen. Mientras no se vayan antes de que corten
el pastel de guitarra. Tiene un relleno de limón que es absolutamente
celestial. —Sus ojos se elevan al cielo mientras ella junta sus palmas en una
posición de oración—. Vale cada clase de spin que no me salté esta semana.
Hice la prueba en la pastelería mientras Jorge estaba fuera de la ciudad la
semana pasada. Estoy muy segura que sonidos orgásmicos salieron de mi
boca mientras lo estaba tragando. No pude evitarlo.
Shane se ríe.
—Estoy segura que algunos carbohidratos deberían ir dentro de tu
boca antes de que vayas a bailar con Jorge. ¿Cuán mareada estas?
—Lo suficientemente mareada. —Denise me da un guiño—. ¿Me
desean suerte?
—Buena suerte —digo—. Y gracias por la invitación.
—Un placer —dice Denise, radiante—. En serio. Espero que los dos
tengan un momento maravilloso.
Me deslizo fuera del reservado, ofreciéndole una mano a Shane.
—¿Puedo tener este baile, preciosa?
—Por supuesto, guapo. —Sus dedos se curvan alrededor de los míos en
una caricia seductora que siento en lugares mucho más íntimos que mi
mano.
134

—Gracias por cuidar bien de nosotros Denise —dice Shane.


Página
—Por supuesto. —Denise menea sus dedos—. Gusto en conocerte,
Jake. Perdón por ponerte en el escurridor un poco, pero, ya sabes, soy una
reportera. Es mi trabajo ser desagradable e invasiva.
Sonrío.
—No te preocupes. Fue divertido. Espero la próxima vez.
—Mentiroso —me susurra Shane tan pronto como estamos lejos de ser
escuchados.
—Ni siquiera un poco. —La atraigo más cerca de mí con mi mano
derecha y le ofrezco mi izquierda—. Estoy teniendo un tiempo maravilloso.
Ella descansa sus dedos ligeramente sobre los míos y murmura
suavemente:
—Sabes, casi creería que lo estás. ¿Qué pasó con el Jake Falcone que
nunca conoció a una campaña publicitaria que no odiara?
—Conoció una chica —digo, guiándola a un vals. Ella me sigue como si
hubiéramos estado bailando juntos durante años, confirmando mi
suposición de que nos vamos a mover bien juntos—. Una mujer en realidad.
Una increíble, única y fascinante mujer que lo hace olvidar de las cosas por
las que usualmente le gusta preocuparse.
—¿Entonces es verdad lo que dijiste? —Una nota seria aparece en su
voz—. ¿Realmente te empujo fuera de tu zona de confort?
—No empujas. No tienes que hacerlo. —Coloco mi mano en la pequeña
parte de su espalda, amando la sensación de esa curva femenina—. Quiero
estar donde tú estés, Willoughby. Y no porque te estoy pagando para que me
ayudes.
Parpadea.
—¿No?
—No —insisto—. De hecho, estoy dispuesto a despedir tu bonito
trasero justo ahora y arriesgarme a recomponer mi vida por mi propia cuenta
si eso significa que le vas a dar a esto una oportunidad. Una oportunidad
real, en la vida real.
Sus ojos están casi cómicamente abiertos, dejando claro que no era lo
135

que estaba esperando que dijera. Pero antes de que pueda decirme que no
debería salir con un cliente, ni siquiera con un ex cliente, o que encuentre
Página

otra razón para alejarme, la jalo para darle un beso.


Nuestros labios se encuentran y se derriten y mi brazo se aprieta
alrededor de su cintura, levantándola en el aire. La hago girar dos veces,
asegurándome de que la he dejado sin aliento antes de ponerla de pie.
—No respondas ahora —digo, mientras volvemos a encontrar nuestro
ritmo, pasando por delante de la banda mientras la pista de baile gira
suavemente bajo nuestros pies—. Espera hasta que estemos solos. Vamos a
asegurarnos de que este tipo tome unas buenas fotos, primero.
De esa manera tendrás algo para recordar cuando ella te diga que te
alejes.
Alejo el pensamiento. Ella estaba sorprendida, ¿y eso qué? Eso no
significa que su respuesta vaya a ser no. Todavía tengo una oportunidad con
ella, o por lo menos tengo que creer que lo hago hasta que haya salido de esta
pista de baile y aleje al hombre tomando fotos mientras giro a Shane bajo mi
brazo.
—Tienes razón. Buena idea. —La sonrisa de Shane regresa, tan
deslumbrante como siempre, demostrando que está decidida a que esto sea
tan perfecto como lo prometió. Incluso si ella planea rechazarme con mucho
tacto tan pronto como estemos solos.
—¿Dónde aprendiste a bailar? —pregunta mientras la guío alrededor
de una pareja mayor que toma el vals a medio tiempo.
—Mi novia de universidad era una estudiante de baile. Ella me enseñó
para que yo pudiera ser su compañero en sus clases de baile de salón.
—Eres bueno. —Sus dedos se aprietan alrededor de mi mano—. Muy
bueno. Tuve tres años de cotillón y me haces sentir como una torpe en
comparación.
—No eres torpe —digo, guiándola más cerca—. Me encanta la forma en
que te mueves.
—¿Sí? —Ella muerde su labio, trayendo a la mente esa lista de partes
para morder del cuerpo que espero conseguir de ella más tarde.
—Sí —digo, mi mirada fija en su boca sexy—. Podría verte cruzar una
habitación todo el día. La forma en que tus caderas se mueven debajo de tu
ropa me vuelve loco.
136

—Realmente loco —dice suavemente.


Página
—Muy loco —le confirmo—. Tan loco que, al subir en ese ascensor, hice
todo lo que pude para no presionar el interruptor de emergencia.
Sus pestañas se bajan y vuelven a subir, el calor parpadeando en sus
ojos.
—¿Y qué habrías hecho después de apretar el interruptor, dragón?
—Te hubiera besado, princesa. —No me molesto en esconder el
hambre en mi voz—. Te habría empujado contra la pared y besado cada parte
de ti no cubierto por ese vestido sexy como la mierda. Y entonces habría ido
tras las partes cubiertas, solo para ver hasta dónde me dejarías ir antes de
que me dijeras que parara.
—¿Y si no te dijera que te detuvieras? —Su lengua pasa sobre sus
labios y mi pene se sacude fuertemente en mis pantalones, perdiendo la
batalla contra lo que esta mujer me hace.
—Entonces supongo que nuestra primera vez habría sido en un
ascensor. —La acerco más, apretando la mandíbula mientras su estómago se
presiona contra donde estoy lo suficientemente duro como para matar
dragones con mi pene.
—Buen Dios —murmura, su aliento se apresura con este gemido sexy
que destruye lo último de mi autocontrol.
—Te hubiera tenido contra la pared —digo, hablando en voz baja para
que mis palabras sean para ella y para nadie más—. Pero primero, te habría
hecho venirte, princesa. Con mis dedos, mi boca, mi lengua. He estado
soñando con follarte con mi lengua desde que salí de tu apartamento esa
primera tarde.
—Yo también —susurra, arqueándose más cerca—. Pero tienes que
parar.
—No, no me hubiera detenido —le prometo, deliberadamente
malentendiéndola, porque necesito hacer que el rubor que colorea sus
mejillas se extienda por todo su cuerpo—. No me habría detenido hasta que
estuvieras completamente inservible, Willoughby. Hasta que te vinieras tan
fuerte que tus rodillas se pusieran débiles y tuviera que cargarte fuera del
ascensor.
137

—Jake, yo…
—Pero no te habría llevado a la fiesta —insisto—. Habría apretado el
Página

botón de la planta baja, llevado tu bonito trasero directamente a un taxi, y le


hubiera dicho al conductor que quiebre todas las leyes de tránsito necesarias
para llegar a mi casa en cinco minutos. Porque no habría podido esperar más
de cinco minutos para tenerte, para estar dentro de ti.
Ella tiembla contra mí mientras su frente cae sobre mi hombro.
—Esto está muy mal. Tan equivocado.
—No, no lo está —insisto—. Es la cosa más correcta que he sentido en
mucho tiempo. Y mientras me desees también, yo no…
—Oh, lo hago. —Sus palabras envían una oleada de alivio pasando a
través de mí—. Te deseo, Jake. Te deseo tanto que apenas puedo pensar en
otra cosa.
—Y yo te deseo. Quiero estar dentro de ti tan jodidamente mal,
princesa —susurro, mis bolas adoloridas entre mis piernas—. Quiero sentir
que te corres sobre mí. Te quiero desnuda y mojada y…
—Al diablo las fotos —su aliento se acelera mientras agarra en un puño
mi camisa y me detiene al borde de la pista de baile, con los ojos ansiosos y
salvajes—. Necesito estar a solas contigo, Falcone. En este maldito momento.
Y eso es todo lo que jodidamente necesito saber.
Sin más palabras, envuelvo mi brazo alrededor de su cintura y nos
dirigimos hacia el salón de cócteles. Estoy esperando encontrar un baño
privado o un armario de suministros, no son las opciones más elegantes,
pero cualquier habitación con una puerta servirá ahora mismo. Solo algo
para ocultar a Shane y a mí de todos los demás para que nadie más pueda ver
su rostro cuando meta los dedos entre sus piernas.
Dios, estoy muriendo. Tengo que tocarla, sentirla húmeda y caliente y
viniéndose sobre alguna parte de mí, cualquier parte de mí, antes de perder
la cabeza por frustración.
—Afuera —susurra Shane, señalando una esquina sombría de la sala.
Allí, detrás de una larga cuerda de terciopelo negro, hay una puerta
que da a un balcón oscuro. Un letrero “cerrado” cuelga en el cristal, pero no
hay nadie alrededor para hacer cumplir la orden, y nadie estará afuera para
ver u oír cuando levante el vestido de Shane hasta su cintura y empiece a
trabajar haciéndola venirse tan duro que ella olvidará a cualquier otro
138

hombre que haya puesto su boca en ella.


Página
Necesito eso, la necesito, tanto que no dudo en preguntarme qué
pasará si nos atrapan rompiendo las reglas. Paso por la puerta y salgo a la
noche fresca, moviéndome alrededor de la barra desierta cubierta con lonas
negras con el logotipo de la sala del Rainbow Room en los costados. Sigo
adelante hasta que Shane y yo quedamos escondidos en un ángulo recto de la
pared de ladrillo que proporciona refugio de los ojos curiosos adentro y de la
brisa azotando el aire por encima de la ciudad, y entonces la beso.
Es un beso que no se reprime nada, un beso que hace demandas que
no tengo derecho a hacer. Pero también hace promesas. Promesas de darle
todo el placer que puede manejar, si me deja entrar.
Dejarme entrar hasta el fondo: en su vida, en su corazón, y en el
impresionante cuerpo tan caliente bajo mis manos.
139
Página
22
Shane
Traducido por Kwanghs

Corregido por Disv

Oh Dios mío, sí.


¡Sí, sí, sí!
Debería estar diciendo no. Debería estar clavando los frenos e
insistiendo en que al menos establezcamos algunas reglas básicas antes de
que violemos, en cientos de calientes e intensas maneras, el contrato que
ambos firmamos, pero mis pensamientos son todos sí.
Todos sí y ¡demonios sí! y oh Dios mío él está tocándome, finalmente
tocándome en todos los lugares que he estado muriéndome que toque, y se
siente como si pudiera morir de la dicha, pero infiernos… vaya manera de
hacerlo.
—Eres muy hermosa —murmura mientras guía las tiras de mi vestido
fuera de mis hombros y mis senos caen libres—. No puedo esperar a
probarte.
Ahueca mis senos en sus manos y los pulgares callosos rozan sobre mis
pezones, enviando agudos y eléctricos rayos de necesidad directamente al
lugar entre mis piernas.
Me arqueo ante su toque, gimiendo mientras él se inclina hacia abajo y
tira un duro pezón en su boca, lamiendo y succionando a la par que hace
rodar el otro entre sus dedos.
140

Mi cabeza gira mientras mis dedos se conducen a su cabello


abundante, incapaces de hacer algo más que agarrarse fuerte.
Página
—Tan dulce. —Su boca se mueve de un seno al otro, su lengua girando
rápido a lo largo de mi pezón aún-por-ser-besado, haciéndome jadear—. Tan
dulce que quiero hacer más que probarte—. Levanta los ojos, sosteniendo mi
mirada mientras pregunta—. ¿Puedo morderte aquí, princesa?
Gimoteo algo inteligible, pero consigo que mi cabeza se mueva de
arriba abajo. Un momento después, los labios de Jake se separan y sus
dientes atrapan mi duro, cosquilleante y adolorido pezón entre ellos. Las
mordidas vienen en olas, en pulsaciones de su mandíbula, gentil al principio
y después más y más fuerte, hasta que duele, pero no lo hace porque se
siente tan bien. Tan condenadamente bien.
Sus dientes recorren a lo largo de mi sensibilizada piel, y grito, un
sonido de hambre puro y desesperado y demasiado jodidamente fuerte. Y
por un segundo el hechizo se rompe mientras la vergüenza se extiende sobre
mí.
Esto es solo la segunda base, por el amor de Dios. No debería estar
perdiendo la mente así, al menos no todavía.
—Perdón —balbuceo, mi rostro enrojeciéndose.
—¿Por qué? —La respiración de Jake sale más rápido mientras junta
mis senos, lo suficiente cerca que su lengua puede atender ambos pezones al
mismo tiempo.
—Soy, por, yo… oh Dios. —Me estremezco, mis huesos derritiéndose
mientras él trabaja su magia negra con su boca.
Su lengua. Dios, su lengua es malvada. Y maravillosa. Tan maravillosa.
—Ruidosa. —Finalmente me las arreglo para forzar la palabra,
manteniendo mi voz baja esta vez a la par que él mordisquea mis senos. —
Soy ruidosa. Lo siento.
—No te atrevas a disculparte —dice en una voz ruda, sus dedos
trabajando mis pezones mientras su muslo se mueve entre los míos,
separando mis piernas—. Nadie puede escucharnos aquí afuera. Quiero que
seas ruidosa. Quiero escucharte poniéndote caliente. —Besa mi garganta,
donde mi pulso está golpeando, diciendo sus próximas palabras contra mi
piel—. Y quiero escucharte cuando te vienes, princesa. Lo necesito. Necesito
escucharlo.
141

Antes de que pueda responder, su boca está en la mía y sus manos


Página

están tirando arriba mi vestido alrededor de mi cintura. Y entonces su mano,


esa gran, cálida mano con la que he estado medio enamorada desde el
momento que la vi curvada en su regazo ese primer día en el jardín, se
desliza abajo al frente de mis bragas. Estoy tan desesperada por su toque que
lloro de alivio mientras sus dedos se deslizan por donde estoy hinchada y
húmeda.
Húmeda y caliente. Ardiendo. Prendida en llamas.
—Sí —sollozo, mi cabeza cayendo hacia atrás mientras Jake empuja
dos dedos gruesos dentro de mí, yendo profundo—. Tan bien. Te sientes tan
bien.
—Amo que estés tan mojada por mí, princesa —dice, follándome con
sus dedos, llevándome más alto con cada estocada—. Amo sentir lo mucho
que me deseas por toda mi mano. Mierda sí, bebé, quiero que te vengas para
mí. No puedo esperar a sentir que te corres.
Su pulgar encuentra mi clítoris, frotando mientras su mano libre me
toma por detrás de la rodilla y hala mi pierna arriba y alrededor de su
cintura, dándole incluso mayor acceso a mi descaradamente mojada vagina.
No es amable o cuidadoso. Está tomando lo que quiere, tomándome a
mí, y estoy amando cada minuto de ello.
Él no es nada como Wesley, mi chico de granja quien comenzaba lento
y relajado y me deleitaba con una sorpresa pervertida de vez en cuando. Las
manos de Jake no son cuidadosas o reverentes; son demandantes y seguras.
Estas son manos que saben qué hacer con el cuerpo de una mujer y no son
tímidas acerca de mostrar las cosas que han aprendido. Manos que no dudan
en deslizar un resbaladizo dedo sobre el apretado y fruncido lugar detrás de
mi sexo y empujar hacia dentro…
Grito de nuevo, pero Jake traga el sonido con otro beso, su lengua
follando mi boca a la par que sus dedos se conducen dentro y fuera de mi
vagina y mi trasero y su pulgar exige obediencia de mi clítoris. Él está en
todas partes, el sabor de él inundando mi boca, el olor de él nadando por mi
cabeza, mientras me hace cosas que nunca nadie ha hecho y no sé qué
pensar.
No puedo pensar. Solo puedo sentir, sentir la sangre golpeando a
través de mi cuerpo, sentir la presión extendiéndose en mi pelvis,
142

aumentando hasta que es tan grande, tan intensa, tan abrumadora que estoy
repentinamente asustada.
Página
Es demasiado. Él es demasiado. No me he ni siquiera parado en el
estanque del sexo en más de un año, y ahora estoy afuera en medio del
océano y hay una tormenta y está oscuro y salvaje y no puedo respirar.
No puedo respirar, no puedo respirar, y entonces la voz de Jake está en
mi cabeza, como si estuviera susurrando desde dentro de mi cráneo,
demandando.
—Córrete, princesa. Córrete tan fuerte para mí. Córrete ahora mismo.
Ahora mismo.
Y lo hago. Me corro, aunque se siente más como detonar, explotar, ser
destrozada por el placer que sale disparado a través de mí, apretando mi
útero hasta que duele.
Duele, y se siente tan increíblemente bien, pero duele y mi pecho está
tan apretado. Tan apretado que estoy bastante segura que voy a morir de lo
hermoso y terrible que es todo, y entonces repentinamente el aire se
apresura dentro y las lágrimas salen furiosamente.
En un momento estoy corriéndome, al siguiente estoy llorando tan
fuerte que no puedo entender lo que Jake está diciendo. Sé que su toque es
dulce mientras acomoda de regreso mis ropas en su lugar y besa mi mejilla.
Sé que su voz es reconfortante y amable mientras aprieta mi mano antes de
apartarse, pero no puedo encontrar sentido en nada, y mucho menos en las
lágrimas que continúan viniendo y viniendo sin importar cuán duro intento
que se detengan.
Pero nunca se van a detener, voy a seguir llorando por siempre hasta
que no haya nada más que piel y huesos, la cáscara seca de una mujer que
era tan buena mintiéndose a sí misma que no tenía ni idea que la tristeza
dentro de ella estaba alcanzando un punto crítico hasta que la presa se
rompió y la inundación arruinó todo en su camino.
Arruinado. Todo está arruinado.
La idea se siente tan cierta que no pienso sobre lo que estoy haciendo.
Simplemente giro y corro, abriendo de tirón una puerta en el otro lado del
balcón, corriendo más allá de dos confundidos trabajadores que transportan
un contenedor de reciclables en un ascensor de servicio, y me dirijo directo a
la escalera. Bajo corriendo sesenta y cinco tramos de escaleras, sin
143

detenerme hasta que estoy escapándome en la fría noche y en el primer taxi


que está dispuesto a detenerse por una mujer quien claramente se está
Página

cayendo en pedazos.
23
Traducido por Gigi D y Cat J. B

Corregido por Simoriah

De los textos y otros mensajes recopilados entre Shane


Willoughby y Jake “El Dragón” Falcone.

Mensaje de Jake: Shane, te llamé hace un segundo. Me


estoy preparando para llamar de nuevo, así que por favor
contesta. Necesito asegurarme de que estás bien.
Prometo no presionarte por lo de esta noche ni nada más.
Solo responde, ¿de acuerdo?
Saludo de la casilla de voz de Shane: Hola, te has comunicado
con Shane Willoughby. No puedo atender el teléfono en este momento. O
bien estoy durmiendo o he decidido liberarme de las ataduras de mi celular
y aventurarme en el gran mundo sin nada digital conmigo.
¿No extrañas esos días? ¿Cuándo no había mensajes ni redes sociales
ni textos haciendo hoyos en tus pensamientos? Esos eran días agradables,
¿verdad? Se sentía como si hubiera más… espacio en ese entonces.
Pero también es agradable mantenerse al día con amigos, y
definitivamente quiero saber qué tienes para decir. Así que déjame un
mensaje y te responderé tan pronto esté preparada para volver a
conectarme. Ten un día encantador.
Primer mensaje de voz de Jake: Sé que no estás durmiendo.
Acabas de salir del Rainbow Room hace veinte minutos.
Por favor, Shane, levanta el teléfono y habla conmigo.
144

Lo lamento si fui demasiado lejos, demasiado rápido, o si algo que


hice te asustó o si yo…
Página
Mierda, no lo sé, quizás simplemente soy realmente malo en la cama
y las mujeres me han estado engañado y han estado fingiendo todos estos
años.
No sé qué sucedió.
Creí que lo estábamos pasando bien, genial, y luego tú estabas
llorando y fui a buscarte servilletas y agua y cualquier otra cosa que se me
pudiera ocurrir para hacerte sentir mejor y… te habías ido.
Y me siento como la mierda, princesa.
Como una absoluta mierda porque nunca quise herirte. De ninguna
manera.
Eres una de las personas más agradables que he conocido jamás y
todo lo que dije esta noche era en serio. Me gustas. Mucho. Y quiero estar
donde tú estés. Especialmente ahora, que tengo el presentimiento de que te
vendría bien un amigo.
También puedo ser un amigo, sabes, yo…
Segundo Mensaje de Voz de Jake: Mierda, me cortaron.
Mierda…
Lo siento…
No sé cuánto oíste del último mensaje, pero intentaba decir que puedo
ser un amigo si necesitas uno. Puedo escuchar y dar consejo. O puedo
mantener la boca cerrada y dejarte ventilar lo que sea que necesites
ventilar.
O si no quieres hablar, también soy bueno en eso.
Simplemente podemos caminar, ir a comer algo o ver mala televisión
hasta que nuestras mentes estén tan adormecidas que olvides por qué
estabas disgustada.
Por favor, simplemente contesta, Shane.
O al menos envía un mensaje de que estás bien. Estoy preocupado por
ti.
145

Realmente preocupado.
Mensaje de texto de Shane: Estoy bien. No te preocupes,
Página

dragón.
Jake: Gracias a Dios. Lo lamento, princesa. Lo lamento
tanto.
Shane: Tú no tienes que lamentarlo. Yo debería
lamentarlo. Me fui sin despedirme y probablemente arruiné
todo.
No sé si alguien nos vio irnos por separado, pero si lo
hicieron eso no es bueno para tu intervención.
Jake: A la mierda con la intervención. La intervención
no me importa.
Shane: Bueno, debería. Necesitas sacar a Keri de tu
vida.
Me dejó un paquete con mi portero esta mañana.
Jake: Mierda. No lo abriste, ¿verdad?
Shane: Lo hice. Supuse que ántrax era demasiado
anticuado para parecerle genial a los acosadores de hoy, y
que ella no habría puesto su nombre en el sobre si intentara
envenenarme.
Jake: ¿Qué demonios había ahí?
Shane: Mi fotografía policial de la vez que me
arrestaron en la universidad y una promesa de desenterrar
cada sucio secreto de mi pasado para demostrarte que no soy
lo suficientemente buena para ser tu novia.
Jake: Jesús. Lo lamento tanto.
Nunca creí que ella cambiaría de velocidades tan rápido.
Creí que seguiría tras de mí, no que adoptaría el modo de
persecución completo con la próxima persona con quien yo
comenzara a salir.
Shane: Está desquiciada, Jake. Es mucho más serio de lo
que creí que sería. Honestamente no estoy segura que una
intervención vaya a ser suficiente.
146

Puede que no tengas más opción que ir a la policía.


Página

Jake: Tú deberías ir. Ahora mismo.


Iré a buscarte, te llevaré a la estación más cercana y
puedes contarles qué sucedió. Podría ser suficiente para que
obtengas una orden de alejamiento.
Shane: Dudoso. Y no quiero una orden de alejamiento.
Quiero que nunca hayas salido con esta mujer en primer lugar.
Jake: Somos dos.
Shane: Pero si no hubieras salido con ella, podría no
haberte conocido nunca.
Y me alegra haberte conocido.
Jake: ¿Sí? ¿Aunque te hice llorar?
Shane: No me hiciste llorar. Eso no tuvo nada que ver
contigo.
Jake: Ouch.
¿Esta es una de esas charlas de ruptura de “no eres tú,
soy yo”?
Quiero decir, no que estuviéramos juntos, pero…
Shane: No, no es una de esas.
Es más…
Es difícil de explicar en un mensaje.
Es solo… el pasado, y cosas que no puedo cambiar, y
cosas que creí que había superado pero que obviamente no lo
hice. Porque si lo hubiera hecho, mi primer orgasmo
administrado por otra persona en más de un año no me habría
hecho llorar.
Jake: ¿Más de un año? Wow.
Debe haber sido una fea ruptura.
Shane: Más como un feo final.
Jake: ¿Quieres hablar de ello? Podría ir. O podríamos
147

hablar por teléfono si atiendes.


Página

Shane: No quiero hablar de ello.


No sabría qué decir.
Ni siquiera estoy segura de cómo me siento ahora, además
de triste y algo asustada.
Jake: ¿Por qué asustada?
¿Por Keri?
¿O por mí?
Shane: Por mí.
Tengo miedo de nunca volver a ser normal.
O normal para mi idea, de todas formas.
Jake: Lo normal es aburrido. Me gustas como eres.
Shane: También me gustas, Jake. De verdad.
Pero tengo el mal presentimiento de que voy a arruinar
esto antes de que siquiera empiece. El auto sabotaje es algo
en lo que soy realmente buena.
La gente piensa que tengo todo perfectamente controlado,
pero eso es solo porque soy tan buena evitando cosas que me
sacan de mi zona de confort.
Y tú me sacas muy por fuera de mi zona de confort.
Jake: Escucha, no quiero llevarte a ningún lugar al que
no quieras ir.
Podemos ir tan lento o tan rápido como se sienta bien
para ti.
Tú puedes tomar las decisiones, princesa. Me alegra
permitirte que establezcas el ritmo.
Shane: Quizás no quiero tomar las decisiones.
Quizás me gusta que tomes lo que quieras y que no te
molestaras en preguntarme si estaba bien tocarme en lugares
en los que nunca he sido tocada por otra persona.
148

Ése era territorio virgen para mí, dragón.


Página

Si entiendes lo que estoy diciendo…


Jake: Ja… sí…
Me preguntaba si eso podría haber sido demasiado…
Pero me habría detenido si hubiera parecido que no te
gustaba, o en el segundo en que me dijeras que me detuviera,
lo prometo.
Shane: Lo sé. Confío en ti.
Y antes de la parte del llanto, esta noche fue
increíble.
Probablemente la noche más sexy de toda mi vida.
Jake: Y hay más de donde vino eso. Pero no tenemos que
apresurarnos.
Puedo tomar las decisiones cuando eso sea lo que quieres
y darte espacio cuando necesites espacio. Soy flexible.
Simplemente no quiero que esta noche sea la última vez que te
toque.
Shane: Yo tampoco…
Siento haber huido.
Jake: Está bien. Simplemente me alegra que estés
hablándome ahora.
O… algo así como hablándome.
Realmente me encantaría verte en persona si quieres. Y
como dije, no tiene que ser nada intenso. Podemos simplemente
sentarnos en silencio. Quizás comenzar un club de lectura o
algo.
Shane: Hmmm… ¿Alguna vez has estado en un club de
lectura?
Jake: Mi hermano y yo teníamos algunos sucios libros de
bolsillo que nos prestábamos cuando estábamos en la
secundaria, una versión retorcida de la Bella Durmiente con
149

un montón de nalgadas. ¿Eso cuenta?


Shane: LOL. No estoy segura.
Página
En todo caso, no creo estar de ánimo para un club de
lectura esta noche, pero eres bienvenido de venir. ¿Podemos
hacer palomitas de maíz y ver algo gracioso en la televisión
y no hablar de nada serio?
¿O algo así?
Jake: Suena perfecto.
¿Es muy raro si te digo que ya estoy de pie en frente de
tu edificio?
Shane: Bueno, mierda, estás ahí.
Te veo.
Hola.
Jake: Hola.
¿Quieres que dé la vuelta a la manzana y finja que
recién estoy llegando?
Shane: No. Estoy feliz de verte.
Ser acosado es más divertido cuando te gusta la persona
que te sigue.
Jake: Estaba preocupado, no acosándote. Me iré si me
dices que lo haga.
Shane: ¿Qué tal si llamo a recepción y les pido que te
envíen arriba?
Jake: Mucho mejor.
Shane: De acuerdo, pero tienes que contestar una
pregunta primero.
Jake: Dispara.
Shane: ¿Ni siquiera estás un poquito curioso por saber
por qué fui arrestada?
Dejaste pasar esa foto policial sin parpadear.
150

Jake: Es difícil parpadear en un mensaje de texto.


Página

Shane: ;)
Jake: Punto aceptado. No lo sé, supongo que pensé que
fuera lo que fuera que hiciste para ser arrestada es asunto
tuyo y que me hablarías al respecto cuando estuvieses lista.
Si es que alguna vez estás lista.
Shane: Eso es bastante… relajado.
Jake: No juzgo a la gente por quién solían ser.
Claramente tienes las cosas claras y no pareces del tipo
de persona que trafica drogas en secreto, que se droga o que
se ve involucrada en el crimen organizado, así que…
Shane: ¡ODM! ¡Ninguna de esas cosas!
Fui arrestada en una protesta contra la reforma
inmigratoria cuando estaba en la universidad.
Realmente ni siquiera estaba haciendo algo ilegal. Era
una protesta pacífica, pero alguien no consiguió la licencia
adecuada o el permiso o algo y algunos de nosotros fuimos
arrestados.
Jake: Supuse que era algo como eso.
Pero incluso si la hubieras jodido mal, la universidad
quedó atrás hace tiempo. No estoy interesado en la Shane
Willoughby de hace diez años. Estoy interesado en quién eres
ahora.
Shane: Yo también estoy interesada en quién eres ahora.
Aunque me gustaría saber qué pasó para hacerte odiar a
la policía…
Jake: No odio a la policía.
Shane: ¿No confías en la policía? ¿Dudas de la
efectividad de la policía?
Jake: Si quieres oír mi historia, vas a tener que
dejarme entrar, princesa. Mis dedos se están enfriando
151

demasiado como para enviar mensajes.


Shane: Entonces, ¿vas a decirme?
Página
Tengo el presentimiento de que era un asunto cerrado
para ti.
Jake: No suelo hablar al respecto. Pero tampoco suelo
seguir a casa a mujeres sin que me lo pidan.
Quiero que me dejes entrar, Shane.
Y no estoy hablando solamente de tu casa.
Así que supongo que debería dejarte entrar también, ¿no?
Shane: Sí. Supongo que sí.
Eres bastante genial, ¿sabes?
Jake: Gracias. Tú también.
Voy a subir, princesa.
Shane: Prepararé las palomitas de maíz, dragón.
152
Página
24
Jake
Traducido por Camii.beelen

Corregido por Simoriah

El viaje en ascensor hasta la casa de Shane tarda una eternidad, al


menos diez veces más que el día que viajamos juntos. Intento pensar en la
cosa perfecta para decir, pero lo único que pasa por mi cabeza es “No
arruines esto, Falcone. No arruines esto. No arruines esto, o te vas a
condenadamente arrepentir por el resto de tu puta vida.”
Es una locura. Hasta hace unos días yo habría dicho con confianza que
soy el tipo de hombre que necesita tiempo, y mucho, para
incluso comenzar a tener sentimientos por una mujer, mucho menos para
apegarme seriamente.
Pero eso fue antes de Shane.
Ahora estoy pensando que tres citas serían suficientes para
engancharme de por vida. No soy un hombre impulsivo, nunca lo he sido,
pero tampoco soy el tipo de persona que le mira los dientes a un caballo
regalado.
De vez en cuando el destino lanza algo increíble en tu camino, un
trabajo soñado, una oportunidad única en la vida, una oportunidad de
abandonar todos sus planes bien hechos y convertirte en parte de algo aún
mejor. Los Rangers nunca fueron mi equipo soñado de niño, pero he tenido
una carrera mucho mejor y más grande con ellos de lo que podría haber
imaginado al crecer. Nunca pensé que estaría en una posición de comenzar
153

una organización sin fines de lucro, pero el día que dije “sí” a fundar Tiempo
Real fue uno de los mejores días de mi vida.
Página
Si muero mañana, mi carrera de hockey no sería de lo que estaría más
orgulloso. Sería mi trabajo para ayudar a niños de barrios como el mío, niños
que necesitan a alguien que les dé una razón para tener esperanza. He salido
de mi zona de confort por esos niños más de lo que he hecho por cualquier
otra cosa en mi vida. Le he pedido dinero a gente rica y cuando dijeron que
no, volví y pedí de nuevo. He atado patines en cientos de pequeños pies y
enseñé a algunos mocosos a atarse los suyos y me he ensuciado las manos de
la mejor manera.
Cuando se trata de mi propia mierda personal, siempre he sido del tipo
que mantiene las cartas cerca del pecho y capeo mis malas apuestas solo.
Pero para esos niños, haré el ridículo cualquier día de la semana.
Porque los amo, aunque sé que se supone que no debo apegarme. Que
un grupo de niños necesiten que yo sea alguien con quien puedan contar en
un mundo que no les ha dado mucha razón para tener fe en la gente nunca
fue parte de mi plan, pero ahora son la mejor parte de quien soy.
Mientras levanto la mano y golpeo ligeramente con los nudillos la
puerta de Shane, no puedo evitar pensar que este es el mismo tipo de cosa.
No estaba buscando a Shane, honestamente nunca imaginé que una
mujer como ella existiera, pero ahora que la he encontrado, mi instinto me
dice que sería un tonto si la dejara ir.
—Hola. —Su mirada es suave y un poco tímida cuando abre la puerta,
apoyando un pie desnudo encima del otro—. Me alegra que estés aquí.
Viste un par de shorts de algodón rosa y una desgastada camiseta de
manga larga con un pulpo en el frente y las palabras “¡Liberen al Kraken!”
debajo. La camisa está manchada en la parte inferior, su cabello está
levantado en un desordenado nudo en la parte alta de su cabeza, y el rostro
no tiene maquillaje y está hinchado por llorar.
Estoy bastante seguro que es la cosa más hermosa que he visto jamás.
—También me alegra estar aquí. —Entro, las manos flexionándose
torpemente a mis lados—. ¿Está bien si te abrazo?
—Sí, por favor. —Ella avanza hacia mis brazos y presiona el rostro
contra mi pecho—. Siento llorar y haber huido.
154

—No más lo siento. Ya te lo dije, no tienes que disculparte. —La


envuelvo apretadamente y la mantengo cerca, y el puño de tensión y
Página
preocupación en mi pecho se desvanece. Ella está aquí, está bien, y fuera lo
que fuera que salió mal, lo averiguaremos y lo mejoraremos.
—Y no pude encontrar las palomitas —dice, sus palabras amortiguadas
contra mi pecho—. Soy un completo fracaso esta noche.
—Puedo ir a comprar —digo, aunque lo último que quiero hacer es
dejarla—. Estoy seguro que hay algo abierto en Madison Avenue.
Ella sacude la cabeza.
—No. No puedes ir. Tienes que quedarte aquí y dejarme olerte por la
próxima hora o así. Hueles tan condenadamente bien.
—Gracias. —Sonrío mientras inclino la cabeza, inhalando el olor a
flores y miel de su champú y el cálido y femenino olor por debajo—. Tú
hueles bastante increíble también.
Ella levanta su barbilla, mirándome, ansiedad enlazándose con la
satisfacción en su rostro.
—Y no tenemos que hablar de por qué tienes problemas con la policía
si no quieres. Dije nada intenso e inmediatamente te pregunté sobre cosas
intensas. Eso no es justo realmente.
—Está bien. —Le paso la mano por la espalda, haciendo lo posible para
ignorar la sensación de sus pechos contra mi pecho—. Podemos hablar. Pero
me encantaría comer algo primero. Solo un sándwich o algo, si tienes. Ya que
no llegamos al buffet en la fiesta, mi estómago ha decidido masticarse a sí
mismo a la mitad.
Ella se aleja con un asentimiento.
—Por supuesto. Salen sándwiches ya mismo. ¿Pavo y cheddar está
bien?
—Perfecto —digo, siguiéndola hacia la cocina—. Y si tienes lechuga,
tomate y mayonesa seré el hombre más feliz en Manhattan.
—Tengo todas esas cosas. —Ella sonríe sobre el hombro mientras abre
la nevera—. Me gusta lo fácil que es hacerte feliz.
—Soy un hombre sencillo.
155

—Entonces quizás podría lograr ser tu novia, si todo lo que se necesita


es un adecuado armado de sándwiches y la virginidad de mi culo.
Página
Me ahogo con mi siguiente inhalación, haciendo un sonido en algún
punto entre una risa y una tos.
—Me alegro de no haber estado bebiendo cuando dijiste eso.
Ella se ruboriza mientras saca artículos de la nevera y el pan de la
alacena cercana.
—Lo siento. No puedo evitarlo. Mi filtro entre cerebro y boca es aún
peor cuando estoy nerviosa.
—¿Por qué estás nerviosa? —pregunto, apresurándome a añadir—. Y
me encantaría que fueras mi novia, si ésa era tu forma de preguntar.
—Sinceramente, no estaba pensando con tanta antelación. —Ella busca
dos platos y comienza a preparar los sándwiches—. Pero bien. Me gusta
bastante la monogamia.
—A mí también. —Sonrío, deseando poder ver mejor su rostro. Pero
quizás ella prefiere hablar de cosas como esta con un poco de distancia entre
nosotros—. Y solo para que sepas, si no tienes zonas de exclusión o cosas que
no te gustan en el dormitorio, podemos hablar de ello. Soy bueno respetando
los límites.
—Eso también es bueno. Pero um… Estoy bien con que todas las zonas
sean zonas de exclusión por ahora. —Se encoge de hombros, una suave risa
escapando de sus labios mientras ella devuelve la comida a la nevera—. No sé
por qué estoy tan nerviosa.
—Sé por qué yo estoy nervioso —digo, pensando que debería avanzar y
dar un paso adelante. Vale la pena si la tranquiliza—. Quiero estar contigo.
Nunca he conocido a alguien como tú, y no quiero arruinar esto.
Ella se vuelve, la mirada suavizándose.
—Yo también. Yo tampoco quiero arruinarlo, pero me temo que lo
haré, Jake. No… No estoy bien.
—Estás bien para mí.
Ella cruza sus brazos sobre su pecho, los ojos estrechándose.
—¿No eres tú el que dijo que no puedes realmente conocer a alguien
después de seis semanas? Ni siquiera me conoces hace seis días.
156

—También soy un idiota. Digo cosas tontas todo el tiempo. Eso ha sido
Página

comprobado por la ciencia. —La sonrisa de respuesta de ella me anima a


seguir adelante—. Sé lo que dije. Pero ahora te estoy conociendo, y estás
haciéndome cambiar de opinión. ¿Ahora por favor puedo tener mi
sándwich? Solo me voy a poner más tonto si no me alimentas, Willoughby.
Soy lisa y llanamente estúpido cuando tengo hambre.
Con los labios apretados, ella pone mi plato en la isla y lo empuja sobre
esta.
—Gracias. —Sostengo su mirada mientras tomo la mitad del sándwich
en un gigante mordisco, mi mandíbula crujiendo mientras mastico.
—Tienes una boca enorme —dice, diversión en su voz.
—Aza —murmuro mientras mastico—. ¿As a coe?
—Sí, comeré —dice ella, demostrando que habla el idioma de la boca
llena—. Pero primero voy a decirte algo importante. Prefiero hacerlo
mientras tu boca está ocupada para que no puedas discutir conmigo.
Asiento, mientras sigo masticando, suponiendo que puedo probarle
que está equivocada si es necesario. Uno de los beneficios de crecer con tres
hermanos, yo siempre puedo argumentar, sin importar cuán llena esté mi
boca.
—Te dije que mi prometido no está cerca. —Se mira la mano izquierda,
golpeteando la encimera con el dedo anular—. Eso es porque murió.
Comienzo a decir que lo siento, pero ella sacude la cabeza.
—Estoy bien. He lidiado con eso, o al menos he lidiado con la parte de
perderlo. Wesley era maravilloso. Era mi dulce, divertido, loco mejor amigo,
y me amaba mucho. Pero también me mintió mucho.
Cuando levanta la vista, su rostro está más pálido de lo que estaba
antes.
—Le diagnosticaron la Enfermedad de Huntington 4 unos meses antes
de que nos conociéramos, pero no me lo contó hasta cuatro años más tarde,
cuando comenzó a tener síntomas. Fue dos meses antes del día en que
habíamos fijado la boda.
Mis cejas se elevan y ella asiente.
—Sí. Fue una mierda, y yo estaba loca, pero también estaba enamorada
157

de él, así que… —Suspira—. Así que dije que lidiaríamos con eso. Juntos. —
Página

4 Enfermedad de Huntington: Desorden hereditario que resulta en la muerte de


neuronas.
Ella traza un patrón en el mármol bajo sus dedos—. Pero la enfermedad
progresó rápidamente, más rápido de lo que se suponía, y ambos sabíamos
que no había cura. Wes solo iba a empeorar, y tarde o temprano habría sido
completamente dependiente de otras personas para que hicieran todo por él.
Darle de comer, vestirlo, llevarlo al baño…
Ella sorbe por la nariz.
—Así que se mudó. Intentó cancelar la boda, para ahorrarme la
situación, dijo, pero me rehusé a permitírselo. Me reporté enferma en el
trabajo y acampé en su puerta durante una semana.
Ríe, levantando sus brillantes ojos hacia el techo.
—Literalmente acampé. Dormí allí, comí allí, oriné en sus arbustos. Le
escribía mensajes cada hora en punto diciéndole que no me iba a ir a
ninguna parte hasta que me dejara entrar en su apartamento. Y finalmente…
lo hizo.
Su sonrisa se estremece en los bordes.
—Y esa primera noche de vuelta juntos fue tan buena. Sabía que iba a
ser difícil, pero después de esa noche pensé que también podría salir bien.
Que encontraríamos una manera de estar bien juntos, incluso en medio de
perder tantos de nuestros sueños. Pero estaba equivocada. Era estúpida y
estaba equivocada y debería haberlo sabido, pero yo…
Ella toma aliento, dejando que sus palabras salgan rápidamente con su
exhalación.
—Unas semanas más tarde, mientras yo estaba fuera de la ciudad en lo
de una amiga, ayudándola en su granja después de que tuviera que sacrificar
a su dulce perro viejo, Wesley… Él um… Se suicidó. —Traga con fuerza, su
garganta agitándose—. Me dejó una nota diciendo que lo sentía y que me
amaba, y eso fue todo. Se terminó. Para siempre.
Me deslizo fuera de mi silla y rodeo la isla, parándome junto a ella
mientras pongo mi mano sobre la suya, sabiendo que nada que pueda decir
ayudará.
—Estaba tan enojada —dice con su voz espesa—. Estaba tan molesta
con él por quitarme mi adiós y mi elección y cuantos años fueran que
158

pudiéramos haber tenido antes de que las cosas se pusieran realmente


malas. Pero también estaba tan, tan triste. El enojo tomó el asiento trasero
Página

ante el llanto en su funeral y ante ayudar a sus padres a revisar sus cosas y…
No sé si alguna vez lidié con el enojo. —Sorbe por la nariz—. Ni imaginé lo
espantoso que sería intentar estar con alguien de nuevo. Incluso si fuera solo
sexo, ¿sabes? Mucho menos cualquier otra cosa.
Levanto su mano, enlazando sus dedos con los míos.
—Esta noche no fue solo sexo. No para mí.
Aprieta mi mano.
—Tampoco lo fue para mí. Y por eso lloré.
Guío su brazo alrededor de mi cintura y tomo su rostro en mis manos,
mirando en sus brillantes ojos.
—Está bien.
Ella parpadea.
—¿Está bien?
—Está bien. —Acarició su suave mejilla con el pulgar—. Y si necesitas
llorar de nuevo, también está bien. No tengo miedo de tu locura o tu tristeza.
Su frente se arruga mientras sus ojos se llenan.
—¿No lo tienes?
—No, princesa, no lo tengo. —Me inclino, besando su frente—. Puedes
dármelo todo.
Su voz tiembla cuando pregunta.
—¿Por qué eres tan amable conmigo? Sé que no eres amable con otras
mujeres con las que has salido, Falcone. He escuchado la canción country.
—Tú no eres las otras mujeres, Willoughby. —Le beso la sien, sintiendo
su pulso bajo mis labios—. Y no soy agradable. Te quiero. Te quiero tanto que
la idea de no estar cerca de ti es más aterradora que las lágrimas o la ira o
saber que has pasado por el infierno así que necesitas que sea paciente y
bueno contigo y que no debo mentir ni quitarte tus decisiones.
Sus manos cubren las mías, presionando mis palmas con más firmeza
contra su rostro mientras sus ojos se cierran, haciendo que ríos gemelos de
lágrimas se deslicen por sus mejillas.
159

—Creo que podría enamorarme de ti —susurra—, solo por decir eso. —


Ella sorbe por la nariz y abre los ojos, inmovilizándose con el feroz azul—. Así
Página

que, si eso no es algo para lo que podrías estar preparado algún día, entonces
necesito que te vayas. Ahora mismo. No digas otra palabra, no me beses, no
te disculpes. Solo vete.
—No me voy a ninguna parte —prometo. Luego la beso porque no
puedo evitarlo. Ella sabe a tristeza y miedo, y yo también estoy un poco
asustado, pero eso no me impide levantarla en mis brazos y llevarla al
dormitorio.
Porque preferiría estar triste o asustado con esta mujer, que fingir ser
feliz con alguien más.
160
Página
25
Jake
Traducido por Camii.beelen

Corregido por Simoriah

No hablamos. Ninguno dice una palabra mientras la desnudo y ella me


desnuda y nos estiramos en su cama vistiendo nada excepto piel, ambos
ardiendo desde el interior. Su piel está caliente bajo mi boca, caliente, dulce
y salada, y no puedo tener suficiente.
La beso por todas partes, cada beso una promesa de que puedo tomar
esto, tomarla, tomar cualquier cosa que necesite darme, siempre y cuando
ella me deje entrar.
Sus dedos se enredan con mi cabello mientras chupo su pezón
profunda y lentamente, mientras mi palma pulsa entre sus piernas. La froto
con la palma de mi mano, presionando contra su coño, balanceando contra
su clítoris, exigiéndole que se venga para mí porque lo necesito. Necesito su
placer más de lo que necesito el mío. Necesito sentirla deshacerse y saber
que es porque, al menos por este momento, ella es mía.
Grita, arqueándose contra mi contacto. Murmullo mi aprobación
contra su pecho, pasando mi lengua sobre su pezón mientras su calor corre
sobre mi mano. Inhalo bruscamente, mareado por su olor llenando el aire.
Su excitación es aguda y dulce y me llama como la canción de una sirena,
exigiendo que me acerque más a la fuente, a la sal y el calor que significan
que le he dado lo que necesita.
Me deslizo hacia abajo, moviéndome entre sus piernas, mis palmas
161

separando sus muslos ampliamente mientras la beso donde late. Las paredes
de su coño todavía palpitan cuando muevo mi lengua dentro de ella,
Página

necesitando tener el sabor de ella en mí, dentro de mí, llenando mi boca


mientras me estiro para tomar sus pechos en mis manos, pellizcando los
pezones. Los ruedo entre los dedos y los estimulo hasta que su aliento sale
rápida y agitadamente una vez más. Sus gemidos mientras comienza a
venirse son las cosas más atractivas que he oído jamás.
Ella se sacude contra mí, gritando mientras lamo, succiono y chupo
hasta que tiene otro orgasmo, permaneciendo donde estoy para poder
saborearla de nuevo. Ella sabe increíble, tan caliente y sexy que podría
quedarme entre sus muslos para siempre, pero ambos necesitamos más que
esto. Lo necesitamos todo, nuestros cuerpos conectados, mi polla enterrada
dentro de ella y su cuerpo retorciéndose contra el mío.
—Necesito estar dentro de ti. —Mis labios encuentran los suyos, su
sabor mezclándose en nuestro beso mientras la lengua de Shane baila con la
mía—. Déjame conseguir un condón.
—No. —Sus uñas se clavan en mis hombros mientras sus piernas se
cierran alrededor de mi cintura, presionando su humedad contra la ardiente
cresta de mi verga, haciéndome gemir de dolor, de placer y con el
conocimiento de que estoy tan cerca de tenerla—. No me dejes. No quiero
que te vayas.
—No me voy, princesa. —Mi cabeza da vueltas cuando ella se frota
contra mí, haciendo casi imposible resistir el impulso de meterme dentro de
ella—. Solo permíteme conseguir un condón. Serán dos segundos.
—No puedo quedar embarazada. Tengo un DIU. —Ella estira la mano
entre nosotros, tomándome y acariciándome con fuerza—. Estoy limpia, y te
quiero así. Te quiero, nada más entre nosotros.
—Dios, Shane. —Mis ojos se cierran con fuerza mientras lucho para
pensar con claridad—. He sido examinado y estoy limpio, pero yo…
—Entonces tómame —ruega, encajando la cabeza de mi polla en su
entrada, destrozando lo último de mi autocontrol—. Por favor, Jake. Te
necesito dentro de mí. Por favor, por favor, no te detengas, yo…
Sus palabras se convierten en un grito cuando empujo mis caderas
hacia adelante, enterrándome dentro de ella en un largo empuje, gritando
cuando su coño me aprieta con fuerza. Ella está mojada, pero soy grueso, tan
grueso que por lo general intento tomar las cosas lento al principio,
162

especialmente con una nueva amante, pero no puedo detenerme. Me he


movido más allá del control, más allá del pensamiento, más allá de cualquier
Página
cosa excepto el imperativo de follar a esta mujer hasta que ella se venga en
mi polla, hasta que me deje seco mientras me pierdo dentro de ella.
—Mierda, te sientes tan bien. —Engancho su pierna sobre mi brazo
para entrar más profundamente, follarla más fuerte, tomarla porque es mía.
Dios, ella es mía. Mía. Mía. Mía.
El mantra palpita a través de mis venas mientras la monto duro y ella
me recibe embestida por embestida, exigiendo más. Exigiendo todo. Y se lo
doy, porque no hay otra opción. No hay nada más que Shane y su cuerpo
encerrado alrededor mío, su sabor en mi boca y su voz gritando mi nombre
mientras se viene de nuevo.
Dios, se viene tan duro, su cuerpo apretando mi polla, y por un
segundo duele porque es tan estrecho, tan apretado. Pero entonces me estoy
viniendo, mi polla sacudiéndose dentro de ella y mi cuerpo inundándose de
felicidad, con euforia tan intensa que no puedo respirar, no puedo pensar.
Todo lo que puedo hacer es moler más profundo dentro de ella,
acabando con todo mi ser, mis bolas vaciándose dentro de una mujer por
primera vez en años. No puedo recordar la última vez que tuve sexo sin
protección, pero eso no es lo que hizo esto tan intenso, tan increíble.
Es ella. Es toda ella, esta mujer sosteniéndome apretadamente
mientras bajamos juntos, seguros porque ninguno de nosotros va a dejarlo
ir.
—Eres mía, princesa —murmuro contra su garganta, saboreando la sal
de su sudor y el perfecto sabor de Shane—. Basta de fingir.
—Basta de fingir —dice, besando mi hombro.
Nos quedamos en silencio por un largo tiempo, sin que nada más
necesite ser dicho. Pero eventualmente, encuentro sus labios porque necesito
otra probada. La beso una vez, y luego dos, y para el tercer beso me estoy
poniendo duro otra vez, todavía enterrado profundamente dentro de ella.
Sus caderas se mueven contra las mías, y tomo su pezón en la boca mientras
ruedo hasta recostarme de espaldas, sujetándola apretadamente contra mí
para no tener que dejarla por un segundo.
Esta vez ella me monta mientras le hago el amor a sus tetas, chupando
163

y mordiendo sus pezones hasta que ella se viene de nuevo sobre mí, y es tan
dulce como lo fue la primera vez. Incluso más dulce, porque puedo ver su
Página

rostro en la luz de la luna que se filtra a través de las cortinas. Puedo ver la
alegría y el dolor mezclándose en su expresión mientras ella se viene tan
fuerte que duele, veo la forma en que sus labios se abren en un jadeo cuando
vuelvo a acabar dentro de ella, llenándola con la evidencia de cuán
condenadamente loco me vuelve.
Y es una locura.
Es una locura quedarse dormido enredado con una mujer que apenas
conozco, de la que también estoy bastante seguro que me he enamorado en
algún momento de las últimas horas, pero no me importa.
¿Quién necesita la cordura cuando puedo tener a Shane, su cuerpo
caliente y pesado contra el mío mientras se queda dormida con mi polla
todavía dentro de ella? No este hombre seguramente.
Toma mi sentido común. Solo deja a esta mujer justo aquí en mis
brazos por todo el tiempo que pueda tenerla.
164
Página
26
Traducido por VckyFer

Corregido por LizC

Grupo de textos entre Shane Willoughby,


Penny Pickett y Catherine “Cat” Knight.

Shane: ¡Buen día señoritas!


Necesito una reunión de emergencia. ¡LO MÁS PRONTO POSIBLE!
SOLO CHICAS.
¿Pueden hacer un desayuno tardío en Mon Cherie en la
cincuenta y seis en una hora?
Cat: Te das cuenta de que son las seis de la mañana…
Penny: ¿Uhhh? ¿Está bien?
Cat: Ves, los pulgares de Penny aún no están despiertos, y el
desayuno tardío no empieza hasta por lo menos las diez de la
mañana. Antes de eso se llama desayuno, y no va a suceder un
sábado. Vuelve a dormir, Willoughby, y escribe a una hora
razonable.
Shane: ¡No puedo!
¡Necesito hablar con alguien de lo que pasó anoche con Jake o
me voy a volver loca!
Cat: ¿Jake tu cliente? ¿El jugador de hockey?
¿Qué sucedió? ¿Estás bien?
165

Shane: Sí, estoy de maravilla.


Página

Pero también terrible.


Pero más que nada de maravilla.
Pero también TERRIBLE porque él se acaba de IR al aeropuerto
y yo realmente no quería que él se fuera y ahora necesito una
conversación de chicas CON URGENCIA.
Cat: Oh mi…
¿Él acaba de dejar tu casa a las seis a.m.?
¿Voy a asumir que ustedes dos no estuvieron jugando SCRABBLE
toda la noche?
Shane: Ummm…no.
Penny: ¡No!
Bdklsjmhjgtyu.
Bash NO va a estar feliz.
Shane: ¡No se lo digas aún Penny! ¡Por favor! ¡Chicas antes
de pollas, Pickett!
Penny: Pero yo
Shane: ¡Hermanas antes que hombres!
¡Venus antes que penes!
Cat: Mejores amigas antes de testículos.
Shane: ¡Correcto! ¡Por favor Penny! Solo dame un par de
horas.
Necesito hablar de esto con ustedes dos antes de PENSAR en el
control de daños para la intervención.
Penny: Ugh. Está bien.
Estaré en Mon Cherie en treinta minutos.
Seré la chica bebiendo el café gigante en pijamas.
Shane: ¡Gracias, Penny!
166

Cat: También estaré allí en treinta minutos.


Página
De todos modos, he estado despierta desde las cinco
vomitando. Es probable que sea mejor rendirme con lo de ir la
cama e ir a comer mi peso en papas fritas.
Shane: ¡Gracias, muñeca!
Y lo siento. ¿Las nauseas matutinas aún son terribles?
Cat: Las peores, pero se pone mejor si logro comer algo.
Si alguna de ustedes llega allí antes que yo, ordéneme dos
rodajas de pan tostado simple, dos croissants de chocolate,
un jugo verde para vitaminas y un descafeinado con crema
extra. Y ni siquiera PIENSEN en comenzar sin mí.
Necesito escuchar cada palabra, Shane. Cada. Palabra.
Shane: Lo prometo. No diré nada hasta que llegues allí.
¡Gracias chicas! ¡Son las mejores!
Y gracias por ser mis amigas. ¡Las amo tanto!
Cat: Aw, yo también te amo. Aún si eres una persona de
mañanas.
Penny: *Emoji de unicornio tirando gases*
Cat: Eso significa que Penny te ama también.
Los gases de los unicornios están hechos de amor.
Penny: Cierto.
*Emoji de unicornio tirándose un gas* <3 *Emoji de unicornio
tirándose un gas*
167
Página
27
Shane
Traducido por Feer:)

Corregido por indiehope

Cuando llego a las siete menos veinte, Mon Cherie está desierto
excepto por los dos hombres con batas blancas que trabajan detrás del
mostrador, y las dos mujeres claramente recién salidas de la cama
acurrucadas en una cabina de cuero rojo en la parte de atrás.
El cabello rojo de Cat está escondido bajo una descolorida gorra,
algunas hebras escapándose para extenderse alrededor de su pálido rostro
mientras sombríamente masticaba ruidosamente un trozo de pan tostado. El
sedoso cabello castaño de Penny está atado en un nudo en su cabeza, sus
rasgos de muñeca hinchados de sueño, mientras entierra su nariz en una
taza de café tan grande como su cabeza. Parecen estudiantes luego de una
noche de sesión de estudio, y de repente me siento nostálgica por la
universidad y las trasnoches en la cafetería del campus.
Nostálgica, y tan agradecida por estas dos maravillosas mujeres que se
preocupan lo suficiente por mí para levantarse un sábado al amanecer.
—Chicas —digo, mis ojos llorosos mientras me deslizo en la cabina
frente a ellas—. Es hermoso verlas aquí ahora mismo, ¿sabían eso?
—Oh no. —Los ojos marrones de Penny se fruncen sobre el borde de su
taza—. Esto es peor de lo que pensé.
Cat asiente mientras tomaba otra mordida de su tostada, esparciendo
migajas sobre su sudadera gris.
168

—Sip. Todavía lleva puestas las gafas de color orgasmo.


Página

Sonrió.
—No estoy usando gafas de color orgasmo. Solo las amo a las dos.
—Gafas de color orgasmo —repite Penny—. Vas a creer que todo es
hermoso por las siguientes diez a doce horas. Más si fue bueno.
—Parece que fue bueno —dice Cat, moviendo sus cejas—. ¿Así que
cuantas veces montaste el palo de hockey de Jake anoche?
Mis mejillas se calientan mientras tomo el café que Penny me entrega.
—Um, algunas.
Cat sonríe.
—Bien por ti. Hace mucho que no tenías un momento sexy y divertido.
—Estoy de acuerdo. Aunque, hubiera sido bonito si ustedes dos
hubieran esperado hasta que la intervención hubiese terminado —dice
Penny—. Dormir con un cliente que te está pagando para pretender que seas
su novia es coquetear con los problemas, Shane. Yo, por una vez, preferiría
no ir a la cárcel por ayudar a dirigir una supuesta banda de prostitución. Al
menos, no hasta después de la boda. Bash y yo hemos trabajado muy duro en
toda la planificación. Sería una vergüenza pasar el gran día detrás de las
rejas.
—No vas a pasar tu boda detrás de las rejas. —Miro sobre mi hombro,
asegurándome de que sigamos siendo las únicas en el café antes de continuar
en voz baja—, Jake no le va a contar a nadie cuando comenzamos a dormir
juntos. Y, además, estoy donando mi porción de la cuota de consultoría a la
caridad. Así que no es como si realmente me estuvieran pagando.
—Aun así, es un área gris. —Cat quita las migajas de la tostada de sus
dedos y toma un croissant—. Pero teniendo en cuenta que termine
durmiendo, casándome, y embarazándome de mi consultor MBC, no estoy
en posición para hablar. Además, te representare gratis, Penny, si existiera la
posibilidad de que tú o Bash se metan en un problema legal. Y soy un
tiburón, así que no perderemos. —Toma una feroz mordedura de su pastel,
como para ilustrar su ferocidad.
—Un tiburón embarazado, que va a estar ocupada con su nuevo recién
nacido antes de que lo sepa —dice Penny—. Y pensé que dejarías de ejercer la
abogacía si te elegían para el concejo municipal en noviembre.
169

—Voy a salir del retiro si me necesitas. —Cat cierra sus ojos con un
suave gemido—. Dios, esto es delicioso, Ya me estoy sintiendo mejor. Debería
Página

haber empezado a comer hace dos horas.


—¿Ves, Penny? Estamos todos bien. —Agrego más azúcar a mi café—.
Es tan agradable tener un abogado en la familia. ¿Ahora podemos seguir con
las cosas serias? ¿Cómo que voy a hacer sobre Jake y su intervención y su
desequilibrada ex y el hecho de que creo que me estoy enamorando de él?
—Oh por dios, ¿de verdad? —Penny dejo su taza y cubre su boca con
ambas manos. Pero incluso con su rostro media cubierto, puedo decir que
está sonriendo.
Asiento.
—En serio. Y nunca me he enamorado de nadie así de rápido, pero él
es tan… increíble. —Suspiro—. Dulce y divertido y atento y…
—Y un tigre en la cama —agrega Cat secamente.
—Yo no beso y cuento —digo remilgadamente, aunque no puedo evitar
retorcerme en mi asiento cuando los recuerdos de las cosas malas y
maravillosas que Jake y yo hicimos anoche parpadean en mi pantalla mental.
—De ninguna manera, Willoughby. —Cat señala mi rostro con su
medio comido croissant—. Hiciste de tu misión avergonzarme en la mañana
después de que Aidan y yo estuvimos juntos por primera vez. Así que quiero
detalles. ¡Todos los detalles!
—¡No lo hice! —insistí, aunque recuerdo de alguna manera ofrecerles
camisetas idénticas que dijeran: “Acabo de acostarme y todo lo que conseguí
fueron unos pocos orgasmos”.
—¡Lo hiciste! Fuiste tan desvergonzada. —Cat sacude su cabeza—. Así
que quiero algunos detalles jugosos. Al menos cuéntanos si él fue lo mejor
que has tenido.
Presiono mis labios juntos por un momento antes de asentir.
—Si. Lo mejor que he tenido. Lo mejor.
—Excelente —dice Cat, sonriendo—. Felicitaciones.
—¡Yay! —Penny hace un pequeño baile feliz que hace a su moño
rebotar hacia arriba y hacia abajo—. ¡Estoy tan feliz por ti! Y Bash lo estará
también, una vez que deje de gritar.
—Se iba a enfadar conmigo de todos modos —digo, explicándoles la
170

entrevista de anoche.
Página

Cuando termino, Penny suspira.


—Si, él va a estar molesto, pero estoy de acuerdo en que era lo
correcto. Es decir, sería diferente si fueras a estar en términos de personal a
largo plazo, pero esto es cosa de una sola vez. Y si tú y Jake están realmente
juntos, entonces no es como si le estuvieras mintiendo al reportero. Al menos
no completamente.
—Correcto —digo, levantando mi espíritu—. No había pensado en eso
todavía. Honestamente no he pensado en mucho salvo que estoy
probablemente loca por brincar en esto tan rápido.
—Podría ser. —Cat, siempre dispuesta a ser la voz de la condenación,
entra en la conversación—. Es decir, no lo conoces muy bien. Ahora está en
su mejor comportamiento, pero quien sabe cómo va a ser en un mes o dos.
Podría tener problemas de celos o problemas de mami o ser uno de esos
deportistas obsesionado con la hierba de trigo y suplementos y lo que come,
y ser simplemente un dolor general en el trasero al momento de invitarlo a
cenar. ¿Y quién quiere a un hombre que no es divertido para llevar a cenar?
Cena es la única cosa mejor que el desayuno. Dios, este croissant es
realmente algo especial. Deberías conseguir uno.
La nariz de Penny se arrugo.
—Eso me recuerda… No la parte del croissant, pero la parte de no
conocerlo bien. Bash termino encontrando algo sobre Jake. De antes de que
cumpliera dieciocho.
Mi estómago se tensa, poniendo al café que he bebido a gorgotear.
—¿De verdad? ¿Es malo? —pregunto, antes de sacudir mi cabeza
inmediatamente y levantando mi palma—. No, no me digas. No quiero saber.
Quiero que Jake me lo diga. Si él lo desea.
—¿Estás segura? —pregunta Penny—. Es decir, no es algo que te haga
pensar menos de él, pero ayudaría a entender de donde proviene. Y podría
ayudar con la intervención.
Niego con mi cabeza más firmemente.
—No. Le preguntare sobre eso cuando vuelva de su juego fuera de casa.
Debería ser su elección. Cuando era solo trabajo, no me importaba ir detrás
de su espalda, pero ahora las cosas son diferentes. Él me ha dado un montón
de confianza, y no quiero violar eso.
171
Página
—Eso es una buena señal. —Cat golpea su pajita en la mesa, quitando
la envoltura—. La verdad es buena. Suena como si ustedes están empezando
esto con el pie derecho.
—Lo estamos. —Muerdo mi labio—. Es decir, algunas de las cosas que
me dijo anoche fueron tan perfectas. Él solo me entiende ¿Saben? Y yo lo
entiendo. —Lucho contra una boba sonrisa de enamorada y fallo—. Y es
como si ninguno de nosotros tuviera que realmente intentarlo. ¿Suena loco?
—No. —Penny sonríe—. Así es como era con Bash. Él siempre me
entendía, incluso cuando nadie más lo hacía.
Cat asiente.
—Aidan también. Lo cual es especial, porque soy más rara que Penny.
Penny ríe y le da a Cat un empujón suave en su hombro.
—¡No lo eres! Yo soy totalmente rara. Aidan te conto que solía tener un
tatuaje de un horrible manatí antes de que él lo arreglara, ¿verdad? Ocupaba
todo mi muslo.
—Eso es verdad. ¡Me había olvidado de eso! —Cat lanza a Penny una
mirada evaluadora—. Tú eres rara.
—Totalmente —dice Penny con orgullo—. Y no salí de mi
departamento durante seis meses cuando me mudé por primera vez a la
ciudad. Ni siquiera para comprar papel higiénico o helado. Era una ermitaña
agorafóbica que probablemente hubiera muerto si no hubiera sido por la
entrega de comestibles.
Cat sonríe.
—No sabía eso. Aw, ahora veo porque fue tan fácil hacerse mejores
amigas. Estás loca, también.
—Hablando de locos —digo, tratando de hacerles regresar al tema—.
La ex de Jake está verdaderamente demente. Me rastreo la mañana después
de que esas fotografías de Jake y yo besándonos en Met salieron, y me dejo
un loco presente acosador en la recepción de mi edificio. Era mi foto policial
del tiempo que fui arrestada en esa protesta en la universidad y una promesa
de exponer todos mis oscuros secretos así Jake no querrá salir conmigo
nunca más.
172

—Oh Dios —dice Penny, su sonrisa debilitándose—. Eso da miedo,


Página

Shane. Tú y Jake deberían ir a la policía.


—No haría ningún bien —dice Cat, levantando sus manos en señal de
rendición como Penny y yo le lanzamos miradas severas—. Lo lamento, pero
tuve un acosador. Una orden de restricción no va a mantener a una persona
realmente perturbada lejos, y la policía no tiene los recursos para proteger a
todos los que están amenazados. Tu mejor apuesta es esperar que ella vea
que tú y Jake son algo real y encuentre a alguien más para obsesionarse. O
que ella haga algo suficientemente loco para ser encerrada de por vida como
mi ex.
Tiemblo.
—Keri realmente lo apuñalo en el brazo con un cuchillo de cocina. Pero
incluso si consigo que lo reporte, no sé si podría resultar en un arresto, y
mucho menos ella haciéndolo en cualquier momento.
—Probablemente no —dice Cat—. No si era su primer delito y no hay
ningún testigo aparte de ellos dos.
—No los hay —les confirmo, tamborileando los dedos sobre mi taza—.
Así que tal vez Jake tiene razón, y fingir un embarazo es nuestra mejor
apuesta. Él parece pensar que se echara para atrás si ella piensa que hay una
vida inocente involucrada.
Las cejas de Cat se arquean.
—Bueno, él la conoce mejor, supongo. Estoy inclinada a pensar que
gente como Keri no están dispuestos ni son capaces de preocuparse por vidas
inocentes, pero si necesitas algún consejo de cómo fingir estar embarazada,
déjame saber. Hasta ahora, involucra más vómito y agotamiento del que
esperaba.
La charla se volvió sobre bebés y fechas de parto y luego sobre los
planes de Penny para el cumpleaños de Bash y su boda en diciembre.
Hacemos una pausa para volver a pedir café, y para que Penny y yo
pudiésemos ordenar nuestros desayunos, y luego volver a nuestra cabina
para pasar el resto de la mañana poniéndonos al día. Cuando dejamos el
restaurant alrededor de las diez de la mañana, justo cuando el café empezaba
a ajetrearse y una línea formándose para los pasteles, estoy felizmente
recargada con cafeína y sintiéndome optimista sobre el futuro.
Penny y Cat no creen que deba golpear los frenos con Jake, y el mismo
173

hombre ya me ha mensajeado desde Chicago para decir:


Acabo de aterrizar. Ya te estoy extrañando.
Página
Llamare tan pronto nos registremos en el hotel. Desearía no haber
tenido que dejarte esta mañana, princesa.
Me gusta despertar contigo.
Le respondo: Me gusta despertar contigo también. No puedo esperar
a oír tu voz, sexy, y prácticamente bailo hacia el crujiente día soleado de
otoño, abrazando mi teléfono contra mi pecho. Estoy tan feliz, más feliz de lo
que he estado en años, tan feliz que no noto a la mujer en la puerta de la
farmacia al otro lado de la calle hasta que ella sale de las sombras y se aleja
rápidamente, su espalda al sol de la mañana.
Me congelo, observando a Keri huir por la acera, preguntándose si el
hecho de que se esté escapando sin amenazas es una buena o mala señal...
174
Página
28
Jake
Traducido por LizC y Gigi D

Corregido por LizC

Cuando empecé a jugar para los Rangers, vivía para los juegos a
distancia.
Viniendo de una familia pobre, nunca había tenido la oportunidad de
viajar. Me encantaba ver lugares nuevos, salir con el equipo al bar del hotel
después del juego, y ese sentido de familia que conecta a las personas que
están en la carretera juntos. Incluso años más tarde, después de alcanzar la
suficiente edad como para apreciar despertar en mi propia cama, todavía
siento un subidón en el camino al aeropuerto.
Pero esta vez, no puedo esperar para llegar a casa de una jodida vez.
Escribir y hablar por teléfono con Shane no es suficiente. Las
videollamadas son aún peores. Ser capaz de verla, pero no tocarla es tortura
pura. Ni siquiera aplastar a los Blackhawks seis a uno y anotar un hat trick
por primera vez esta temporada es suficiente para evitar el ceño fruncido de
mi cara en nuestra última noche en Chicago. Después de aterrizar en Nueva
York, lo único que quiero hacer es ir directamente a la casa de Shane, cerrar
la puerta con llave y hacerle el amor durante dos días seguidos, hasta que ella
se venga tantas veces que no pueda moverse y tenga que llevarla en brazos al
baño para una ducha en pareja y más orgasmos.
En cambio, me apresuro a casa para una ducha rápida y un cambio de
ropa antes de reunirme con Shane y Denise en una cantina cerca de mi
175

apartamento para llevar a cabo nuestra segunda entrevista junto a unas


margaritas en la hora feliz. Espero que mi mal humor aligere, las preguntas
Página

incómodas nunca ha sido mi pasatiempo favorito, y compartir a Shane está


en el último lugar en mi lista de cosas que quiero estar haciendo ahora
mismo, pero al momento en que la veo la neblina malhumorada desaparece.
El bar está lleno y las luces son bajas, pero la encuentro al segundo que
paso a través de la puerta. Ella se está riendo de algo que Denise ha dicho, y
tiene esa gran sonrisa propia de Shane en su cara, y maldita sea,
simplemente… brilla.
Y entonces, ella mira en mi dirección, como si puede sentir que estoy
de pie pensando en lo hermosa que es. Nuestros ojos se encuentran y su
sonrisa se ensancha aún más hasta que el resplandor se convierte en un
fulgor tan brillante que podría no haber nadie más en la habitación porque
todo lo que puedo ver es ella.
Nos encontramos en algún lugar entre la estación de la anfitriona y el
bar lleno de gente, y la beso como si hubiéramos estado separados más de
tres días.
La beso largo y profundo, mis manos recorriendo sus curvas mientras
uso mis labios, dientes y lengua para decirle lo mucho que la he echado de
menos, lo increíblemente sexy que se ve en ese ajustado suéter rojo y cómo
no puedo esperar a tenerla sola y debajo de mí. Para cuando tomamos aire,
estoy lo suficientemente duro como para equilibrar una margarita en mi
polla, pero mi suéter gris cuelga lo suficientemente bajo como para ocultar la
situación.
Puedo no ser la estrella más brillante en el firmamento, pero
finalmente he aprendido que esas inconvenientes erecciones son algo que
debería tener en cuenta al vestirme para pasar tiempo con Shane.
—Estoy tan contenta de verte. —Sus ojos brillan a medida que roza sus
dedos suaves por mi mejilla—. Estaba empezando a pensar que te había
imaginado.
—También me alegro verte. Estás hermosa.
—También tú —dice con un suspiro feliz—. Pero vas a lucir mejor sin
ropa en mi casa.
Me rio.
—Dios, también tú. —Aprieto sus caderas a través de sus pantalones—.
176

No puedo esperar a desnudarte, princesa. Pasé todo el viaje en avión


pensando en maneras de hacerte gritar.
Página

Ella se estremece.
—Pronto. Espero que esto no dure demasiado tiempo. Creo que Denise
tiene una fiesta de Halloween a la que atender en un par de horas.
Le tomo la mano y la dejo llevarme a través de la habitación a donde
Denise está encaramada en una mesa en la esquina, algo hormigueando en la
parte posterior de mi cerebro.
—Olvidé que era Halloween.
—También yo —dice, alzando la voz para ser escuchada por encima de
la multitud—. Se me olvidó por completo hasta que vi la multitud de
princesas fuera de mi edificio. Tenía que haber veinte o treinta de ellas, todas
de camino a una fiesta.
—Mierda —digo, dándome cuenta por qué Halloween es una fecha que
debería haber quedado atascada en mi cabeza—. Se supone que también
estaré en una fiesta esta noche. La fundación lanza una fiesta en el
vecindario cada año y los niños van pidiendo truco o trato por toda la calle.
Por lo general intento hacer una aparición de por lo menos una hora más o
menos.
Shane me aprieta la mano con una sonrisa.
—Está bien. Me gustan los niños y las fiestas vecinales. Iremos después
de terminar aquí. Estoy segura que ninguno de los dos morirá de frustración
sexual.
—Solo se sentirá como tal —dije, devolviéndole la sonrisa.
—Exactamente. —Ella se ríe mientras se inclina para besarme. Es un
beso rápido, pero aun así hace girar mi cabeza. Esta mujer es mi droga de
elección, y planeo saciarme absolutamente con ella tan pronto como sea
posible.
—Oh, ustedes dos —dice Denise con un suspiro pesado—. Creo que se
ven aún más lindos que la última vez que los vi.
Una hora más tarde, hemos demostrado a Denise que somos más
lindos, más dulces, más sensuales y aún más enamorados que la última vez
que nos entrevistó. Hacemos una cita para las fotos, nos despedimos en la
acera del bar y seguimos por nuestros caminos separados justo cuando el sol
empieza a ponerse.
177

Para el momento en que Shane y yo conseguimos un auto que se


dirigía hacia Hell Kitchen, la fiesta en el vecindario ya está en pleno apogeo.
Página

Los niños están corriendo por la calle, riendo, gritando y sosteniendo fundas
llenas de dulces, mientras que los adultos se agrupan alrededor de las
lámparas de calor cerca de los camiones de comida. Algunos de los hermanos
mayores han encontrado algunos escalones a oscuras y están sentados cerca
de sus novios y novias, robando besos entre mordiscos de algodón de azúcar.
—Ojalá tuviéramos dieciséis años —murmuro a Shane, asintiendo a un
par de niños enrollados en las sombras—. Para así poder salirme con la mía
con una sesión pública de besos.
—Yo no —dice ella, envolviendo sus dedos en mi brazo—. Si hubieras
ido por mi trasero virgen cuando tenía dieciséis años, me habría asustado.
Sonrío.
—No habría hecho una jugada como esa cuando era adolescente. Y
odio romper la ilusión, princesa, pero eso no fue tu trasero virgen. Esos solo
fueron los preliminares, calentándote para el evento principal.
Se vuelve hacia mí con los ojos muy abiertos, tan horrorizada que no
puedo mantener una expresión seria.
—Estoy bromeando —le aseguro con una carcajada—. Solo bromeo.
Su aliento sale corriendo.
—Gracias a Dios. Un dedo es una cosa. Ese dragón en tus pantalones
es otra.
—Ahora sabes cómo realmente conseguí mi apodo. —Le guiño un ojo y
ella se ríe, y decido que convencerla de que podría tomar su culo y hacer que
se sienta tan bien que me rogará que la folle allí de nuevo puede esperar para
después.
Algunas cosas se presentan mejor en el calor del momento, con la
ayuda de varios orgasmos y algún lubricante de calidad.
Ya detente.
Deja de pensar en follar su coño o su culo o cualquier otra parte de
ella o vas a ser ese tipo espeluznante caminando por la fiesta del vecindario
con una erección.
—¿Quieres sacar algunas manzanas? —pregunto, decidiendo que algo
de agua fría en mi rostro sería algo bueno ahora mismo.
178
Página
—Absolutamente —dice Shane—. Pero antes de irnos tenemos que
encontrar a algunos niños dispuestos a compartir su botín. Hace años que no
tengo dulces de Halloween.
Así que eso hacemos. Buscamos manzanas, visitamos a los
organizadores y luego nos unimos a un grupo de niños que están contando
sus golosinas en la acerca para comparar botines.
Shane intercambia su brazalete de plata por tres piezas de chocolate de
una niña que claramente está más impresionada por la bonita mujer que por
el aburrido jugador de hockey que ve varias veces al año. Algunos de los
chicos quieren charlar del hat trick en el partido con los Blackhawks, pero
para cuando Shane saca su funda de celular, una tarjeta de regalo de
Starbucks, la linterna de su llavero y sus aretes por más caramelos, es la
estrella de la fiesta.
Al menos así lo veo yo.
Mientras nos vamos con el bolso de Shane lleno de ganancias, no
puedo evitar inclinarme para besarle la cabeza.
—Gracias.
—¿Por qué? —Ella me abraza por la cintura—. ¿Por ganarnos
caramelos para más tarde?
—Por ser tan generosa con ellos.
—Tengo demasiado, Jake —Dice, su sonrisa desvaneciéndose—.
Regalar un poco de joyería y una funda de celular no es gran cosa. En
realidad, es triste. Habría ido a la juguetería a buscarles juguetes de haber
sabido que vendríamos.
—Pero es mucho para ellos. Y para mí. Te sorprenderías de saber a
cuántos ricachones conocí en colectas de fondos que no le darían ni un vaso
de agua a otra persona si su contador no estuviera persiguiéndolos exigiendo
más caridad para deducir impuestos.
—No, no me sorprendería—. Ella pone los ojos en blanco—. Yo manejo
una caridad, recuerda. Sé todo de esa gente que da lo mínimo.
—Cierto —coincido, pensando que esa es la forma perfecta de describir
a esas personas. Es como si no existieran—. Incluso cuando la evidencia de
179

que están mejor de lo que muchas personas solo pueden soñar con estar los
está mirando a la cara, solo pueden pensar en cómo adueñarse de más y no
Página

compartirlo con nadie.


Ella suspira.
—La codicia está en nuestro ADN. Pero va a destruirnos si no tenemos
cuidado. Nada bueno jamás salió de aplastar a los débiles para fortalecer a
los fuertes. Todos estamos juntos en esto. Muchos lo olvidan.
Me detengo al final de la calle, cerca de las barreras que separan a la
fiesta del tránsito de la Novena Avenida, y me giro para enfrentarla, con mi
pecho cerrado, pero de buena forma.
—¿Recuerdas cuando dijiste que podrías enamorarte de mí por lo que
dije la otra noche?
Ella asiente, con un poco de timidez en su mirada que me hace querer
besarla. Pero bueno, ¿qué cosa no me hace querer besarla?
—Yo podría enamorarme de ti por esto —añado en voz baja—. Me estás
haciendo creer que hay buenas personas, Willoughby.
Ella frunce el ceño y baja la mirada a la acera. Estoy a punto de
preguntarle qué va mal cuando habla:
—Hice que Bash revisara tu pasado. Antes de tus dieciocho. Para ver si
tenías un registro penal juvenil.
Se me cierra la garganta y mi lengua se siente pesada.
—¿Qué?
—Se lo pedí antes de que tú y yo hiciéramos más que solo trabajar
juntos. —Sus dedos se entrelazan mientras alza su mirada suplicante hacia
mí—. Penny y yo estábamos desayunando el otro día, y me dijo que Bash
encontró algo, pero le dije que no quería saberlo. Quería que tú decidieras
cuánto compartir de tu pasado.
Ella respira hondo.
—Lo siento. No quería arruinar la noche ni el momento. Solo
necesitaba decírtelo. Me ha estado causando culpa, aunque juro que jamás
habría pedido algo así mientras tuviera una relación personal contigo. Es que
no te conocía al principio, y como estabas reticente de ir a la policía, incluso
después de tu ataque, me preocupé.
Asiento lentamente, mi tensión desvaneciéndose lentamente.
180

—¿Y ahora? ¿Sigues preocupada?


Página
—Lo estoy —dice, con sinceridad. Porque Shane es lo suficientemente
fuerte para ser honesta con la gente que le importa, incluso si dice algo que
no quieren oír—. Pero también te conozco mucho mejor. Y confío en ti. Así
que estoy dispuesta a esperar a que estés listo para hablar conmigo.
Me estiro, quitando un mechón de cabello de su rostro.
—Estaba listo la otra noche, princesa, pero alguien se desnudó y me
distrajo.
Sonríe.
—Si recuerdo bien, no era la única desnudándome. Me niego a tomar
toda la culpa por ello.
—De acuerdo —concedo, pasando mis dedos por su cabello—. Quizás
yo contribuí a la distracción. Soy magnífico desnudo.
Ella ríe.
—Lo eres. Completamente magnífico. Entonces… ¿estamos bien? —
Apoya sus manos en mi pecho—. ¿No estás enojado?
—¿Por qué me enojaría? Me gusta que fueras honesta. Me gustas,
punto. —Me inclino, besando sus labios—. También tengo una buena idea de
lo que encontraron Bash y Penny. Te lo contaré de regreso a mi casa.
Podríamos tomar un taxi dado que no es demasiado tarde. ¿Te parece?
—Suena perfecto. —Ella se pone de puntillas, volviendo a besarme,
sonriendo contra mis labios—. Me alegra que estés de vuelta, dragón.
—A mí también —digo, disfrutando de oírla decirlo, pensando que
podría acostumbrarme a volver a esta mujer, a su sonrisa y sus besos y la
forma en que hace todo mejor solo al acompañarme.
Mientras nos asomamos al borde de la acera, mirando el tráfico en
busca de un taxi, pienso en pedirle a Shane que se mude conmigo y me
pregunto cuánto tendré que esperar para que eso no suene como una locura.
Solo la conozco hace una semana, y puedo contar las veces que dormí en su
casa con los dedos de una mano, pero ya sé que quiero pasar todas mis
noches con esta mujer.
La quiero en mi cama y en mi vida y de pie a mi lado para ayudarme a
181

no sentirme solo por primera vez en años. Quizás por primera vez en mi
vida.
Página
De niño, sentía que tenía que ocuparme de mi mamá y mis hermanos,
ser el hombre de la casa que mi padre no podía ser. Me cargué eso, y nunca
resentí a mi familia por ello, pero no puedo negar que fue un alivio
graduarme y salir, finalmente distanciarme de toda esa responsabilidad. Si lo
pienso bien, probablemente es por eso que nunca me puse en algo serio con
una mujer. En el fondo, he estado negado a sentir tanta carga emocional otra
vez.
Nunca noté que podría ser así, que mi chica podría ser alguien en
quien confiar para que me cuide las espaldas, me ayude con la carga. Alguien
quien incluso podría ser capaz de ayudarme a averiguar cuánto de esta
mierda puedo dejar de llevar encima.
Tengo una carga. Eso lo sé hace años, pero nunca consideré hacer
terapia. La sentía como una armadura, pesada pero necesaria para
protegerme.
Pero quizás estaba equivocado.
Pienso en esas viseras para caballos, las que les impiden ver nada
excepto el camino adelante. Pienso en mi vida y en todas las cosas que mis
viseras me han impedido ver, cosas como la esperanza y la bondad y los
motivos para creer lo mejor de las personas y no lo peor.
Estoy tan enfrascado en mis pensamientos, y en la sensación de la
mano de Shane en la mía, tan distraído que no veo al tipo venir hasta que ha
sujetado el brazo de Shane y la aleja, arrancando su mano de la mía.
182
Página
29
Jake
Traducido por Gigi D

Corregido por Bella’

Shane grita mientras tropieza, cayendo en la acera. El hombre que la


sujetó vuelve a estirarse hacia su brazo, pero ya estoy sobre él, lanzando mi
hombro contra su estómago mientras lo arrojo contra la pared del edificio
detrás de nosotros.
Mis pensamientos son una nube de furia y miedo y necesidad de alejar
a este pedazo de mierda lo más posible de Shane. Alejarlo de ella y hacerlo
arrepentirse del momento en que decidió ir por ella por el resto de su
miserable vida.
Echo mi puño hacia atrás, golpeando su estómago fuerte. Gime, pero
antes de que pueda respirar, lo vuelvo a golpear una y otra vez.
Lo golpeo hasta que tiene arcadas y escupe saliva por la boca a la
máscara negra que lleva puesta. Lo golpeo hasta que sus rodillas tiemblan, y
una vocecita en mi cabeza me dice que es hora de parar, pero no puedo
hacerlo.
No paro hasta que oigo a Shane gritar, y me giro para ver a otro
hombre con máscara de pie ante mí con un palo de madera que debe haber
sacado de la basura. Retrocedo, atrapando el golpe que iba a mi cabeza con el
hombro, y me giro, preparándome para luchar con el otro para controlar su
arma improvisada.
Pero en lugar de volver hacia mí, el tipo tira el palo. Alzo los brazos,
183

protegiendo mi rostro, pero golpeando algo filoso en el proceso.


Página
Maldigo mientras un dolor agudo invade mi antebrazo. Me estiro,
alejando el palo, revelando un clavo cubierto de sangre. Pero no es mucha
sangre, y sigo en condiciones para pelear. Alzo mis puños, listo para
cargarme al que aún no sintió mi golpe en su estómago, y veo a ambos
hombres corriendo por sus vidas calle abajo, el segundo con el primero a
cuestas.
Comienzo a seguirlos, pero Shane me sujeta el brazo.
—¡Jake, no! ¡Por favor!
El miedo en su voz me acelera de miedo otra vez. Giro hacia ella,
revisándola en busca de heridas.
—¿Estás bien? ¿Estás lastimada?
—No, estoy bien —dice, sacudiendo la cabeza—. Pero tú no. Estás
sangrando.
Bajo la mirada a las manchas rojas que atraviesan mi suéter.
—Estoy bien. Fue solo un clavo. Lo lavaré al llegar a casa.
—No. De ninguna manera, Falcone. —Su mirada se endurece mientras
sacude la cabeza y sus dedos se clavan en mi bíceps—. Vamos a ir a urgencias
y vas a ponerte una vacuna contra el tétano. No te dejaré infectarte mientras
te vigilo.
—No necesito vacuna de tétano. —Miro sobre mi hombro, pensando
que lo que realmente necesito es acabar con esos dos que intentaron robar a
Shane, pero ya han desaparecido.
Me giro hacia ella con un suspiro para verla preparándose para luchar
y me rindo.
—De verdad, sé que estoy bien. Los doctores del equipo nos cubren
contra el tétano y meningitis bacteriana en caso de que nos cortemos con los
patines o cosas así en los partidos.
Los hombros de Shane se relajan y el fuego se desvanece de su mirada.
—De acuerdo. Si prometes que estás seguro.
—Lo prometo —digo, tomándole la mano—. ¿Segura que estás bien?
184

Asiente lentamente.
Página

—Sí. Solo asustada. Eso fue tan… raro.


—Sí, no esperaría ver cosas así en el centro —digo—. Hay tantos
policías cerca. No es el mejor lugar para ir robándole a la gente.
Shane sacude la cabeza, frunciendo más el ceño.
—Además de eso, ¿por qué fueron por mi bolso? Aquí hay docenas de
mujeres que no están de pie junto a un hombre con más músculos que
huesos.
—No lo sé. —Me paso una mano por el cabello, haciendo una mueca
por el dolor en mis nudillos. Voy a sentir esos golpes por varios días, pero el
bastardo la sacó peor.
—Sí, tienes un aire de chica rica.
—¿Ah sí? —Arquea una ceja—. ¿Cómo es eso?
Me encojo de hombros, sintiendo que estoy en territorio delicado.
—Algo sobre tu cabello, ¿supongo? Se ve más suave que el de una
persona normal.
Ella bufa, poco impresionada.
—¿Y quizás tu ropa? ¿O tu bolso? Es caro, ¿verdad?
—Mi ropa es de Macy’s, y ni siquiera de la parte cara, y mi bolso costó
unos cincuenta dólares en una rebaja —dice—. Además de mi costoso
peinado, que tienen la mitad de las mujeres aquí, debo añadir, porque todas
nos peinamos a diario y vale la pena el gasto, no hay motivo para verme
como un objetivo sencillo.
Separo mis labios, pero antes de que pueda hablar, añade:
—Y hablando de ropa, el hombre al que golpeaste llevaba un buen
suéter, y ambos acababan de ducharse, se olía el champú.
—Los ladrones también se duchan, Shane —digo, aunque debo admitir
que lo que dice tiene sentido—. Quizás planeaban salir a bailar después de
robar tu identidad y vaciar tu cuenta bancaria.
—O quizás no fue un robo aleatorio —dice, mirándome con dureza—.
Quizás era un mensaje, Jake. Y quizás es hora de que vayamos a la policía y
les contemos todo sobre Keri antes de que alguno de nosotros salga herido.
185
Página
30
Shane
Traducido por Lyla

Corregido por Bella’

Tan. Enfadada. Estoy tan condenadamente enfadada.


Tan enfadada que le hago señas a un taxi para regresar a mi propio
apartamento, sola, sin grandes hombres estúpidos que me acompañen en el
viaje, pero Jake aprovecha a meterse en el asiento trasero conmigo en el
último momento, insistiendo en escoltarme a mi puerta principal y
asegurarse de que estoy a salvo.
Asegurarse de que estoy a salvo, aunque no cree que yo tengo razón
acerca de Keri enviando matones para que me asusten para romper con él. A
pesar de que sabe que su ex ha estado siguiéndome por la ciudad desde que
se fue, y que la he visto al acecho en los portales no menos de cuatro veces,
porque le conté todo sobre ello.
Pero él aun así se niega a tomar mi teoría en serio, o ir a la policía para
reportar el intento de asalto, porque los rostros de los atacantes estaban
cubiertos y nosotros “no podríamos ayudar a los policías a identificarlos de
todos modos.”
Él está loco. Y es frustrante como el infierno.
Y es un idiota condescendiente que ignora mi insistencia en que puedo
llegar a mi apartamento sola, y se queda con los brazos cruzados en el
ascensor, evitando con calma el contacto visual, aunque lo estoy fulminando
con la mirada como si fuera mi trabajo.
186

—Lo siento —dice mientras ascendemos—. No quería molestarte.


Página

—Eres la persona más obstinada que he conocido.


Inclina la cabeza.
—Podría ser, pero solo intento asegurarme de que estés a salvo.
—Si realmente quisieras que esté a salvo, estaríamos en la comisaría
ahora.
—No pudimos ver sus rostros, Shane. —Su tono implica que yo soy la
persona más obstinada e irracional en el universo—. Mil hombres en
Manhattan tienen la misma constitución, ir a la policía no hará nada, confía
en mí, si hubiera una oportunidad en el infierno, lo haría, iría contigo a
denunciar, nada es más importante para mí que mantenerte a salvo.
Cruzo mis brazos, sosteniendo su mirada mientras el ascensor suena y
las puertas se abren. Paso junto a él refunfuñando y empiezo a rebuscar en
mi bolso por mis llaves.
—¿Qué se supone que significa eso? —pregunta, siguiéndome hasta la
puerta.
—¿Qué se supone que significa qué?
—El refunfuño. El refunfuño y la mirada furiosa.
Le doy un encogimiento de hombros helado, esperando que sienta el
frío.
—Vamos, princesa —dice con voz áspera—. ¿No somos un poco
grandes para el tratamiento silencioso? Por lo menos, habla conmigo, no
puedo hacer nada mejor si no quieres hablar conmigo.
—No hay nada de qué hablar —digo, aunque mi estómago está hecho
nudos y todo lo que quiero hacer es caer en sus brazos y perderme en su
fuerza y estar donde he querido estar desde el momento en que él se fue el
sábado por la mañana.
¿Por qué esos hombres tuvieron que arruinar lo que estaba en camino
a ser una de las mejores noches de mi vida? Cada minuto con Jake esta
noche era perfecto, más que perfecto, antes de que esos desgraciados
enmascarados salieran de la nada.
Pero el hecho es que fuimos atacados, y Jake no lo está manejando
bien. Está siendo ridículo, peligrosamente ridículo, y no puedo dejarlo pasar.
187

Puede quedarse en el tren loco si quiere, pero yo me bajo.


Estoy a punto de decírselo cuando sus palmas se aplanan en la puerta
Página

a cada lado de mi rostro, sujetándome entre sus brazos. Un momento


después su voz está en mi oído, profunda y sexy y llena de tanta necesidad
que puedo sentirla vibrando a través de mi piel.
—No hagas esto, princesa. No me dejes fuera. Por favor.
Mis ojos se cierran, el mundo gira mientras su pecho se presiona
contra mi hombro y su olor se arremolina en mi cabeza.
—Todo lo que he pensado desde el momento en que te dejé es estar
contigo otra vez. Y no solo porque eres la mujer más sexy que he conocido.
Es porque te sientes bien. Estar contigo, yo…
Cubro sus manos con las mías, silenciosamente animándolo a seguir
adelante, ese simple toque es suficiente para hacer que el pulso de mi sangre
se acelere y mi cuerpo duela.
—Me siento bien —susurra—. Pero si no podemos pasar a través de
nuestra primera pelea sin que huyas de mí de nuevo, esto no va a funcionar.
Dejo escapar un suspiro, largo y lento, sabiendo que tiene un punto.
—Pero no sé cómo luchar por esto. No cuando ni siquiera consideras
mi opinión.
—Lo he considerado, Shane —dice—. Lo juro, lo he hecho. ¿Sientes que
has considerado honestamente la mía?
Reflexiono sobre la pregunta mientras las yemas de mis dedos se
deslizan por la parte de atrás de sus manos hacia sus musculosos y
perfectamente velludos antebrazos.
—Me gusta que estés un poco peludo aquí —digo, acariciando los
vellos—. ¿Te lo he dicho?
—No. —Su aliento es caliente en mi cuello, pero aun así me hace
temblar.
—Bueno, me gusta. Si tu antebrazo fuera un hurón, lo nombraría
Fergus.
Tararea pensativo.
—Puedes nombrar a mi antebrazo Fergus si quieres.
Acaricio su brazo derecho.
188

—Gracias. Es muy amable de tu parte renunciar a los derechos sobre el


Página

nombre tan libremente.


—De nada. —Besa mi mandíbula mientras su brazo izquierdo se
envuelve alrededor de mi cintura, tirándome más apretadamente contra él,
enviando una nueva ola de anhelo corriendo a través de mí—. ¿Esto significa
que nos hemos reconciliado?
—Supongo que sí. —Me muerdo el labio cuando su erección presiona
contra mí a través de mis pantalones, empujando mi cóccix—. Tienes razón.
No podrían identificar a los hombres basados en lo que vimos. Pero quiero
que escribamos todo lo que le ha sucedido a cualquiera de nosotros hasta
ahora, para que tengamos un registro de todo. Porque llegará un momento
en que tendremos que ir a la policía, Jake, y si no mantienes tu promesa de ir
conmigo, entonces iré sola. Y no estoy segura que reconciliarse será una
opción después de eso.
—Podemos hacer la lista ahora mismo. —Él llega más allá de mí para
girar la llave en la cerradura—. Y prometo que no te dejaré hacer ese viaje
sola. Si alguna vez necesitamos ayuda de la policía, estaré allí contigo.
Da un paso dentro, medio cargándome por el umbral y cierra la puerta
detrás de nosotros. Dejo mi bolso en la mesa de entrada y me vuelvo en sus
brazos, juntando mis dedos detrás de su cuello.
—Y lo que quiero señalar es que creo que el tiempo fue cuando Keri
llegó a ti con un cuchillo de cocina. —Lo fulmino con una mirada severa, a
pesar de que todo lo que quiero hacer es darle un beso y seguir besándolo
hasta que estemos desnudos y él esté dentro de mí y todo se sienta perfecto
otra vez.
Asiente, adentrándonos a ambos profundamente en la habitación.
—Tomo nota. Pero eso fue antes de conocerte.
Arco una ceja.
—¿Y eso importa porque …?
—No estaba tan preocupado por la seguridad en ese momento —dice,
acariciando mi trasero en sus manos—. Y no había caído duro por este
trasero. Me encanta tu culo, princesa. He estado teniendo sueños sucios
sobre él toda la semana.
—¿Síp? —Mi aliento se entrecorta cuando él me levanta,
189

sosteniéndome con sus manos debajo de los huesos de mis caderas mientras
enlazo mis tobillos detrás de su espalda—. ¿Qué tan sucios?
Página
—Tan sucios que me despertaría duro y tan desesperado por estar
dentro de ti que mis bolas se sentían como si me hubieran dado un golpe en
las pelotas —dice, haciendo un rápido progreso hacia el dormitorio.
—No estoy segura de cómo se siente ese golpe —digo, besando su
mejilla—. Pero siento que hayas tenido que pasar por eso. Pobre dragón.
—Fue una tortura. —Se mete en el dormitorio, pateando la puerta para
cerrarla detrás de él—. Tenía que masturbarme con los recuerdos de estar
dentro de ti para volver a dormir, pero no tenía suficientes recuerdos,
princesa. Necesito más.
—Creo que eso se puede arreglar. —Clavo mis uñas en sus hombros,
sosteniéndome fuerte mientras nos tiende a ambos en la cama, su cuerpo
cálido y pesado encima del mío—. Gracias por no dejarme huir.
—Gracias por soportar mi trasero testarudo. —Saca mi suéter por
encima de mi cabeza y toma mis pechos a través de mi sujetador—. También
amo tus pechos. Casi tanto como tu culo. Me encantan especialmente los
sonidos que haces cuando te muerdo las tetas.
Mi aliento se escapa.
—Me encanta tu boca en mí. Te sientes tan bien. —Me arqueo ante su
toque mientras tira de mi sujetador hacia abajo y su lengua rodea mi pezón,
enviando al dolor construyéndose dentro de mí a niveles críticos con solo
unos cuantos movimientos.
—Me encanta sentir que tu pezón se pone duro en mi boca —dice,
rodando mi otro pezón entre sus dedos—. Y saber que te estoy poniendo
húmeda. Ya estás mojada, ¿verdad, princesa?
—Sí. —La palabra se convierte en un gemido cuando él conduce una
mano por el frente de mis pantalones, debajo de mis bragas, encontrando
donde estoy resbaladiza y caliente.
Maldice mientras comienza a follarme con su mano.
—Voy a hacerte venir tantas veces esta noche, cariño. Voy a hacerte
venir hasta que te olvides de que alguna vez has querido volver a casa sola. —
Su boca se cierra alrededor de mi pecho, chupándome profundamente, tan
profundo que grito mientras me retuerzo bajo su toque, a segundos de
190

venirme con mis pantalones todavía puestos y solo unos pocos toques
profundos de sus dedos.
Página
Sus dedos mágicos, su mano mágica… este hombre mágico que me
hace venir gritando su nombre. Segundos después, me quita mis vaqueros y
los tira al suelo. Antes de bajar de mi primer orgasmo, está entre mis
piernas, lamiendo y succionando y mordiendo.
Me muerde el clítoris, lo muerde, aplicando la presión perfecta, no
demasiado suave, ni demasiado fuerte, y grito de nuevo, sin palabras esta
vez. No hay palabras, solo sonidos calientes, hambrientos, sexys, que se
derraman desde lo más profundo, me vengo en su lengua y él gime contra mi
carne hinchada, dejando claro que ama mi sabor, ama darme placer, ama
todo lo que nos hacemos el uno al otro cuando estamos así.
Y luego me besa, el sabor de mi sexo todavía salado en su boca y el
sabor dulce y fuerte de Jake debajo de él, y sé que nada sabrá nunca tan
bueno como este hombre. Este hombre que gime aliviado mientras se
empuja dentro de mí, como si estar enterrado en mi cuerpo es lo único que
necesita en todo el mundo.
Se conduce todo el camino hasta el final dentro de mí, su polla es tan
gruesa que duele un poco cuando me llena, pero es un dolor dulce.
Es el dolor de conseguir todo lo que siempre quisiste y más. De
descubrir que el placer no es un río, es un océano, un mar vasto y sin fin de
felicidad y sensaciones. Y cuando él me folla hasta un tercer orgasmo y
anuncia sus intenciones de tener un cuarto de mí antes de que terminemos,
me doy cuenta de lo mucho que me he estado perdiendo.
Este hombre es todo, todo lo que puedo desear, y no importa lo
aterrador que sea mirar a sus ojos y ver al hombre que podría ser El Indicado
demandando que lo deje entrar, es más aterrador pensar en ningún Jake,
ningún Dragón, no brazos sosteniéndome fuertemente, asegurándome que
no hay razón para correr.
Nunca más.
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Página
31
Jake
Traducido por VckyFer y Rihano

Corregido por Bella’

Ella es tan buena. Tan hermosa. Tan perfecta.


Se siente mucho mejor que la primera noche que la tuve, y algo en mis
entrañas me dice que solo se va a poner más dulce, caliente y sexy. Cada vez
que esté con Shane va a ser mejor que la última porque con cada vez ella me
deja estar más cerca.
Más cerca de ella, esta mujer quien me lleva a lugares en los que nunca
he estado y me hace tan intensamente atento de la forma en la que nos
conectamos que juro puedo sentir que hay un eco de placer pulsando a través
de mi cuerpo cada vez que ella se viene.
Y mierda, es increíble. Una explosión de nirvana que arde a través de
mis bolas y baila por mi espalda, iluminándome incluso si necesitaba la orilla
del deseo para derramarme dentro de ella. Nunca había tenido problemas de
resistencia en la habitación, pero esta vez coloqué un récord personal.
Para el momento en que giro a Shane sobre su estómago y me deslizo
en ella por detrás, ya se había venido tres veces y estaba determinado a tener
uno más. Uno más antes de que me fuera, antes de que me venga con fuerza
dentro de su humedad.
―Una vez más, nena ―susurro contra su cuello mientras la monto, mis
bolas golpeando contra sus piernas mientras me muevo con fuerza―. Quiero
sentirte venir una vez más.
192
Página
―No puedo ―jadea, incluso mientras arquea sus caderas, tomándome
más profundo―. Ya estoy volando. Es asombroso, Jake. Como si estuviera
drogada.
―Voy a tener que llevarte más alto. ―Alcanzo entre nuestros cuerpos
unidos, encontrando su clítoris mientras paso mi mano libre a través de sus
dedos, empujándola contra el colchón―. Una vez más. Déjame sentir este
dulce coño en mi polla, princesa. Quiero que te vengas conmigo, vente
conmigo.
Gime, su espalda curvándose un poco más.
―Oh Dios, Jake. Oh Dios…
―Sí, estás casi allí. Puedo sentirte. ―Cambio el ángulo hasta que la
cabeza de mi polla se empuja contra sus paredes internas mientras me
muevo―. Vente nena. Vente para mí. Vente, Shane. Dios, sí. Demonios, sí.
Se viene con un salvaje grito que va directo a mi polla, y estoy perdido.
Me encuentro en casa, enterrándome profundamente dentro de ella mientras
me toma el resto del camino, su cuerpo contrayéndose dentro de mi polla,
apretándome con fuerza mientras me vengo larga y tan jodidamente duro.
Tan fuerte que mi visión se nubla y mi mente y mi cuerpo se separan y
por unos cuantos segundos estoy fuera de mí mismo. No sé a dónde voy o
qué pienso mientras estoy allí, pero cuando regreso a la tierra, estoy acostado
pesadamente sobre Shane con la carne de su hombro atrapada entre mis
dientes y mi brazo envuelto con fuerza alrededor de su cintura que puedo
sentir los huesos de su espalda contra mis costillas.
Comienzo a levantarme de ella, preocupado de que no pueda respirar,
pero se estira hacia atrás, palmeando mi trasero.
―Quédate ―demanda, sus uñas curveándose en la piel que recién
había golpeado, haciéndome gruñir con aprobación―. Solo por un par de
minutos más.
―¿No te estoy aplastando?
―Sí, pero me gusta ―dice, suspirando―. Me mantiene de flotar lejos
en la nube del orgasmo.
Me relajo sobre ella, sonriendo mientras olfateo su cabello, abriendo
193

un paso hacia su cuello.


Página

―Puedes flotar lejos si lo deseas.


―No, quiero quedarme aquí. Contigo. ―Palmea mi trasero con
cariño―. Haces un buen trabajo, dragón.
―Tú también, princesa. ―Le beso el cuello antes de pasar mi lengua a
través de su húmeda piel―. Y tu sudor es delicioso. Casi tan delicioso como
tu coño.
Se ríe suavemente.
―¿Qué es tan gracioso? ―pregunto, cuando no llega ninguna
explicación.
―Has ido bajado por mí dos veces, y yo aún no te he dado una
mamada ―dice ―. Eso nunca me había pasado antes.
―Entonces has estado saliendo con los hombres equivocados. Amo
probarte, sentir que te vienes en mi boca ―murmuro apreciándolo―. Solo
pensar en ello me dan ganas de volver a hacerlo si no fuera porque me vine
con tanta fuerza que casi se me cae la polla.
Se ríe con fuerza, y la contracción de sus músculos internos fuerza a mi
agotada polla dentro de ella.
―Oh mierda. Lo siento.
―Tenía que pasar tarde o temprano. ―Ruedo en el colchón,
sonriéndole mientras se acurruca en su lado, mirándome a través de sus
salvajes rubios rizos. Aparto los mechones de su rostro―. ¿Es posible que te
hayas puesto más hermosa en los últimos minutos?
Sonríe.
―Lentes de color orgasmo. Así es como lo llaman mis amigas.
―No me había dado cuenta que el orgasmo tenía colores. ―Me muevo
más cerca de ella para poder correr una mano por la curvatura donde la
cintura se vuelve su cadera, la necesidad de tocarla es una compulsión que
no me importa resistir―. No creo que sea eso. Creo que solo eres tú.
―Eres bastante hermoso tú mismo. Y creo que me puedo volver adicta
a tu cuerpo. En serio muy adicta.
Mi sonrisa se amplía.
194

―Bien.
Página
―Pero la retirada sería terrible ―dice, pasando su pierna sobre la
mía―. Peor que darme azúcar refinada, la cual tuve por dos meses y no
disfruté para nada. Perder peso no lo valía.
―No va a haber ninguna retirada porque no me voy a ir a ninguna
parte. Y no necesitas perder peso. ―Dejo que mis ojos ronden por sus
curvas―. Eres perfecta en la forma en la que eres. Especialmente tu jodido
hermoso trasero. ¿He mencionado cuanto amo a tu trasero?
Se ríe.
―Sí, creo que lo has mencionado una docena de veces, Señor Hombre
Trasero.
―No soy un hombre de traseros. Soy tu hombre. Soy un fanático de
todas tus partes. De adentro y afuera.
―¿Piensas que mi hígado es sexy? ―pregunta, moviendo sus cejas.
―Caliente como follar. Pero estaba pensando en la forma en la que me
haces reír. Y la forma en la que le muestras al mundo quién eres realmente,
sin importar quién esté observando. Siempre eres tú, y eso es especial.
―Gracias ―dice, su mirada ablandándose―. Me conoces bastante bien
para ser un hombre al que acabo de conocer.
―No se siente como si nos acabáramos de conocer ―digo, dejando que
mi corazón hable antes de que el brillo de después se desvanezca y yo pierda
el coraje―. Se siente como que te he conocido por un largo tiempo. O como si
te hubiera estado esperando.
―Siento lo mismo. ―Alcanza a mover su mano para descansarla plana
en mi pecho. La ternura de su toque me hace arquearme con algo más dulce
que la lujuria―. Así que háblame, dragón. Cuéntame de todas las cosas de las
que me he perdido mientras hemos estado esperando.
Así que le cuento sobre mi comienzo en la carrera y cuán
extrañamente estresante había sido que todos mis sueños se volvieran
realidad, casi como si mi cerebro no estuviera listo para el éxito que venía en
el calendario de los próximos años. Ella me habla sobre cambiar de
especialidad antes de graduarse para que pudiera estudiar medicina
veterinaria en lugar de medicina pediátrica y como su tía la apoyó por
195

completo, incluso si a Shane ni siquiera le había importado tener una


mascota en ese momento.
Página
―Pero tenía miedo de que trabajar con niños enfermos me pusiera
triste todo el tiempo, y sabía que amaba los animales ―dice―. Diez gatos y
cien horas de la escuela de veterinaria más tarde, aún lo hago.
―Extrañas la práctica. ―Presiono antes de que pudiera responder
porque la verdad está escrita por todo su rostro―. Deberías de certificarte y
regresar a lo que amas.
―Pero entonces tendría que encontrar a alguien que se encargue de la
fundación, y es mucho más complicado de lo que se ve. Conozco todas las
entradas y salidas porque ayudé a la tía Tansy por años.
―Entonces, tómate el tiempo para encontrar a la persona correcta y la
entrenas ―insisto―. La vida es muy corta. Deberías amar tu trabajo. Y
deberías de traer tus gatos a la ciudad.
Se ríe.
―Oh mi Dios. ¿Puedes imaginarte este apartamento con diez gatos en
él? Bromeo sobre ello, pero en realidad sería una locura, y ellos están más
felices en el campo. Aunque, me encantaría tener un perro algún día. Creo
que los perros pequeños pueden ser felices en la ciudad. Solo debo convencer
a la administración de que permitan animales en el edificio. No los han
permitido por los últimos quince años.
―Bueno, si alguien puede hacerlos cambiar de opinión, apuesto a que
eres tú ―digo, besando la parte posterior de su mano.
Sonríe y me cuenta de la vez en la que convenció a toda su secundaria
de que cambiaran su mascota de un Troyano a una Calabaza Luchadora, solo
porque hizo reír a sus amigos. Le cuento a ella sobre vestirme como la
mascota de la escuela solo para ganar más dinero y desmayarme con el calor
del verano. Ella confiesa que se aburre hasta las lágrimas con mis deportes,
pero piensa que puede aprender a que le guste el hockey. Confieso que el arte
me pone a dormir, pero que disfruto de las estatuas y de beber champaña
con ella en el techo del museo.
Nos ponemos un poco de ropa, boxers y una camisa para mí, pijama
para ella, me muevo al sofá para ver un poco de televisión sin sentido, pero
termino hablando un poco más en su lugar. Le cuento sobre cuán egoísta y
lleno de mierda era de niño, mientras ella dice que era penosa cuando era
196

pequeña y no salió de su cascarón hasta que sus padres murieron.


―Es como lo que dices de que la vida es demasiado corta. Me golpeó
Página

mucho después del choque que no tendría tanto tiempo como el que había
creído ―dice, sus dedos jugando de ida y vuelta sobre mi pecho―. Una
mañana me desperté y todo lo que estaba pensando salía de mi boca. Y al
principio la tía Tansy pensó que estaba teniendo un descontrol, pero
eventualmente se dio cuenta que era la nueva yo y la aceptó. Con vomito
verbal y todo.
―Amo tu vómito verbal. ―Levanto mi brazo, observándolo con
seriedad―. Y me gusta Fergus. No puedo creer que llegué a los treinta sin
nombrar mi antebrazo.
Murmura estando de acuerdo.
―Vigilancia seria. Especialmente ya que Fergus es tan divertido de
mirar y tan amoroso de acariciar.
Acaricia mis antebrazos, y es dulce y tonto y simplemente correcto.
Algo que se siente mucho como amor aumenta dentro de mí, y me imagino
que ahora es tan buen momento como cualquiera para decirle acerca de la
parte más fea de mi niñez.
—Con respecto a lo que Bash averiguó sobre mí… Cuando yo tenía seis,
mi papá comenzó a llevarme a los trabajos —digo—. Y por trabajos, quiero
decir a los lugares donde robaba cosas. La definición de “trabajo” de mi
padre era averiguar las formas de no ser atrapado tomando lo que él pensaba
que el mundo le debía.
Shane se mueve en mis brazos, levantando los ojos tristes hacia los
míos.
—Lo siento. Eso es terrible. Eras solo un bebé.
Me encojo de hombros.
—Sí, bueno, los bebés tienen cuerpos pequeños que son buenos para
conseguir meterse a través de las ventanas. Papá era práctico.
Probablemente me habría dejado fuera del negocio familiar una vez que me
pusiera demasiado grande, pero cuando ya llevaba seis meses en ello, mi
mamá averiguó lo que estaba pasando. Ellos tuvieron una enorme pelea, y él
la golpeó. No era la primera vez que lo había hecho, pero fue la primera que
lo vi pasar.
Shane se aleja, sentándose sobre sus talones en el sofá junto a mí
197

mientras toma mi mano y la aprieta duro.


—Ella golpeó su cabeza en el mostrador de la cocina en el camino al
Página

piso. —Aún soy capaz de verlo en mi mente, tan claro como la noche que
pasó. Ver y sentir ese maremoto de miedo corriendo sobre mí, mientras me
doy cuenta que podría estar perdiendo a la persona que más amaba en todo
el mundo—. Había sangre por todo el linóleo y papá aún estaba gritando…
Me asusté tanto que corrí. Corrí y corrí hasta que estaba perdido en un
vecindario aún más peligroso que el mío. Dos policías en patrulla me
recogieron, oyeron mi historia y me dijeron que ellos ayudarían.
Sus ojos se llenaron con comprensión.
—¿Pero no ayudaron?
—No, ellos lo hicieron —digo, mirando a nuestras manos unidas—. Me
llevaron a casa, arrestaron al pedazo de mierda de mi padre, y le dijeron a mi
mamá lo que necesitaba hacer para conseguir una orden de restricción.
Pensé que todo iba a estar bien. Pero resultó que mi viejo tenía un amigo en
la estación, un capitán, a quien él le pagaba con una parte de lo que se
llevaba en intercambio por hacerse el ciego ante el allanamiento de morada
en nuestro lado del pueblo.
—Mierda —dice Shane.
—Sí. Era una mierda. Papá estuvo libre, sin cargos presentados, en
unas horas. —Saco mi lengua para mojar mis labios, pero se ponen secos de
nuevo casi inmediatamente—. No mucho tiempo después de eso, él estaba de
regreso en casa dándome una golpiza. Yo estaba bastante seguro que me
rompió algo, pero no lo sabía con seguridad hasta unos rayos X de mis
costillas años más tarde. No me llevó al médico. Me encerró en mi habitación
y le dijo a mi mamá que me mataría la próxima vez que cualquiera de
nosotros hablara con los policías.
Sacudo mi cabeza.
—Después de eso, ella estaba tan asustada que hacía lo que fuera que
él dijera. Incluso me dejó regresar a ayudarlo después de que sané. Pero
nunca la culpé por eso. Tenía cuatro niños, y mi hermano más joven era solo
un bebé. Él apenas podía respirar la mayor parte del tiempo a causa de su
asma, y ella solo estaba intentando mantenernos vivos a todos. Sé que hizo lo
mejor que pudo.
—Me gustaría matarlo por ti —dice Shane, la falta de calor en su tono
es más escalofriante que si hubiera gritado las palabras—. Sé que no
198

necesitas eso ahora, pero si pudiera viajar en el tiempo…


Sonrío.
Página
—No, yo no querría que ensuciaras tus manos. Él no valía la pena. Y
consiguió lo que no se le había perdido. Le dispararon mientras estábamos
allanando una casa casi un año después. El tipo casi me dispara, también,
antes de que viera que yo era un niño. Sin embargo, me retuvo hasta que la
policía llegó. Para el momento en que llegaron ahí, papá ya estaba muerto.
Lo enterramos casi en mi octavo cumpleaños.
—Y ese es el por qué tú no confías en la policía —dice con gentileza.
—Ese fue el comienzo—digo con un encogimiento de hombros—. Pero
fue también crecer donde lo hice. Los policías que conducían a través de mi
vecindario asumían que todos éramos el enemigo, cada pobre, furioso y
jodido chico en las calles, incluso los que solo querían crecer y salir. No se
sentía como que ellos estaban ahí para mantenernos a salvo. Se sentía como
que éramos nosotros contra ellos, excepto que ellos tenían armas y poder, y
nosotros no teníamos nada.
Shane aprieta sus labios, y su frente se arruga.
—Adelante. —Hago un gesto de asentimiento—. Di lo que tienes en
mente.
—No estoy segura de lo que tengo en mente —dice—. Quiero decir,
puedo ver de dónde vienes, y lamento tanto que esas cosas te pasaran a ti y a
tu familia. Pero sigo pensando en el Padre Patrick, el sacerdote de mi
escuela.
Hago una mueca.
—¿Un sacerdote malo?
Ella niega con la cabeza.
—Oh no, lo opuesto, por completo. Él era un ángel. Después de que
mis padres murieron, siempre estuvo ahí para mí, incluso cuando yo estaba
soltando golpes, y rompiendo las reglas, y en general haciendo mi mejor
esfuerzo por hacerme botar de la escuela. Nunca juzgó, o dijo nada acerca de
mis padres estando en el cielo porque era la voluntad de Dios, o cualquiera
de las cosas que yo odiaba escuchar porque ellas se sentían como mentiras.
Como esos vendajes delgados, como papel, colocados sobre una herida tan
profunda que la sangre los empapa en un instante.
199

Traga.
—Pero el Padre Patrick no predicaba… Él solo me amaba. Me amaba, y
Página

a cada niño en esa escuela. Nunca ofreció ningún vendaje, sino que me ayudó
a sanar igualmente. No sé si yo habría logrado atravesar ese primer año sin
él.
—Me alegra —digo—. Desearía que hubiera más como él.
—Pero los hay —dice ella, con fe absoluta—. Por cada sacerdote que
molesta niños o logra feos encabezados, hay un Padre Patrick trabajando
calladamente cada día en milagros para la gente que lo necesita.
Gruño, viendo hacia donde se dirige.
—No estoy reclamando saber cómo es crecer en un barrio como el tuyo
—dice—. Sé que he llevado una vida privilegiada. Pero sí creo en aceptar a la
gente por lo que son. Y los sacerdotes y policías son primero personas. Eso
significa que la mayoría de ellos, en un día promedio, están de algún modo
entre el bien y el mal, dependiendo de cuán bien ellos durmieron la noche
anterior y si han tenido suficiente café.
Mis labios se tuercen.
—¿La mayoría de la gente es demasiado perezosa para ser
verdaderamente buena o mala?
—Así lo creo. —Se encoge de hombros en una forma que es tanto de
frustración como de perdón al mismo tiempo—. O demasiado distraída o
confundida, o solo tan envuelta en su drama diario que ellos no pueden ver el
mundo fuera de sí mismos. Pero tú tienes razón, algunas personas son
criminales imbéciles que abusan de su poder.
Ella aprieta su agarre sobre mi mano.
—Pero algunos de ellos también son héroes, gente que está deseosa de
tomar una bala por un extraño, o seguir sin el sexo por siempre porque la
iglesia católica hace reglas locas y luego se rehúsa a cambiarlas por cientos
de años.
Sonrío.
—El Padre Patrick en verdad era un héroe.
—Apuesta tu dulce pene —está de acuerdo con una cara seria—.
¿Puedes imaginar vivir toda tu vida sin lentes coloreados de orgasmo?
—No desde el sábado pasado. —La arrastro hacia mi regazo así puedo
200

abrazarla toda a la vez. La envuelvo en mis brazos, entierro mi rostro en su


cabello con olor dulce y prometo—: Voy a tratar.
Página
—Eso es todo lo que cualquiera de nosotros puede hacer —dice,
besando mi frente—. Trata de creer en lo bueno de la gente y en ser mejor
que esos que nos defraudaron.
—Yo apunto un poco más alto que eso —digo, doblando mis dedos
alrededor de su muslo—. Ser mejor que mi criminal, golpeador de esposa e
hijo, pedazo de mierda de padre es colocar la barra muy bajo.
Besa mi mejilla.
—Tú vales por diez de él. Por cien. Eres un buen hombre, Falcone.
—¿Incluso cuando mi lado testarudo se muestra?
—Sí. —Se monta a horcajadas sobre mis caderas, enviando fuego
lamiendo a través de mi cuerpo—. Incluso cuando eres testarudo, también
eres paciente, considerado y sexy como el demonio.
—Probablemente deberíamos terminar con la charla seria. —Agarro
sus pechos a través de su camisa de tirantes, amando la forma en que sus
pezones se tensan ante el roce de mis pulgares—. De repente estoy teniendo
un tiempo difícil para concentrarme por alguna razón.
—Yo también —dice, su aliento saliendo más rápido mientras gira sus
caderas, moliéndose contra donde estoy duro—. Pero tengo una pregunta
muy importante que hacerte primero.
—¿Cuál es esa, princesa? —Me impulso contra ella, follándola a través
de nuestras ropas.
—¿Me harás el honor de embarazarme en falso esta noche, dragón?
Mi ritmo se altera por un momento, hasta que me doy cuenta de lo que
está diciendo y el alivio se extiende a través de mi pecho.
—¿En verdad? ¿Estás segura que estás bien con eso? Si no, no tenemos
que…
—Estoy bien con eso. Tanto como nos aseguremos de que Keri lo
averigua en una manera que no llamará mucho la atención.
—Puedo deslizarle la noticia a una amiga mutua, una mujer con la que
ella trabaja.
201

—Perfecto —dice Shane, sonriendo mientras alcanza el borde de su


camisa—. Entonces supongo que lo único que queda por hacer es fingir que
Página

me embarazas.
Su camisa flota hacia arriba y por encima de su cabeza, revelando sus
impresionantes tetas. Un momento después, sus pechos están en mis manos
mientras mi lengua juega adelante y atrás entre sus pezones, lamiendo,
chupando y mordiendo hasta que el balanceo de sus caderas se vuelve
urgente y demandante.
—Sí —jadea, las uñas marcando la parte posterior de mi cuello—. Te
deseo tanto. Te quiero dentro de mí de nuevo. Justo ahora.
Estiro la mano, empujando mis boxers bajo sobre mis caderas,
liberando mi pene mientras ella se saca sus pantalones cortos de dormir y
bragas en tiempo récord. Un momento más tarde, me está montando de
nuevo, posicionando la cabeza de mi pene y deslizándose hacia abajo hasta
que estoy encajado en su húmedo calor.
—Eso es —suspira, los dientes hundiéndose en su labio inferior—. Eso
es lo que necesito.
—¿Así que quieres que coloque un bebé dentro de ti, princesa? —
Agarro sus caderas mientras me impulso aún más profundo, hasta que mi
pene se entierra contra el apretado final de ella.
La picardía parpadea en sus ojos, e incluso antes de que hable sé que
ella va a seguir la corriente.
—Sí, dragón. Tómame sin protección y no te atrevas a sacarlo hasta
que sea demasiado tarde para hacer una maldita cosa buena.
Y así lo hago.
Y no lo saco.
Y es tan bueno que no veo como algo, en cualquier lugar, en cualquier
momento podría ser algo mejor.
202
Página
32
Shane
Traducido por Lyla

Corregido por LizC

Los próximos días pasan volando en una bruma de felicidad,


excitación, y abalanzarse sobre Jake tantas veces que cuando llegamos a
nuestra sesión de fotos el sábado, duele un poco sentarse.
Hago una mueca de dolor cuando me instalo en una silla de maquillaje
frente adonde Jake está obteniendo un rápido cabello alisado por el estilista,
mi expresión convocando una sonrisa de conocimiento a su hermoso rostro.
—Silencio —susurro, estrechando mis ojos y señalando con un dedo su
sonrisa—. Pórtate bien.
—He estado tratando de comportarme —dice, refiriéndose claramente
a anoche y su infructuoso intento de convencerme de tomar una noche libre
de follar como conejos—. Pero alguien no me lo permite.
—¿Cómo se supone que debía comportarme cuando te vas esta noche y
no te veré por casi una semana entera? —Me tiro el pelo hacia atrás en una
cola de caballo baja para que la maquilladora pueda llegar a mi cara sin
ningún pelo suelto en el camino.
Estamos instalados en una tienda de campaña calentada por lámparas
de calor cerca de los Claustros en Central Park, pero un frío viento de
noviembre incesante aún penetra las grietas en el lienzo. Me hace querer que
podamos conseguir las fotos que Denise quiere rápidamente, antes de que
mis dedos se congelen en los tacones plateados que el estilista seleccionó
203

para la sesión de fotografía.


Página
—Sobre eso —dice Jake, una dura inclinación en su voz—. ¿Por qué no
vienes conmigo esta vez?
Miro hacia arriba, sorprendida.
—¿Ir contigo? ¿A Toronto y Detroit?
—No estaré ocupado todo el tiempo. Todavía tendríamos la
oportunidad de hacer turismo. Toronto es el hogar del Salón de la Fama del
Hockey. Podrías dar un impulso a tu educación.
Parpadeo inocentemente.
—¿Estás diciendo que mi conocimiento del juego es deficiente de
alguna manera?
—También tienen museos de arte —dice riéndose, sin ni siquiera
molestarse en dignificar mi pregunta con una respuesta—. Podríamos dividir
nuestro tiempo entre el arte, el hockey y comer panqueques empapados en
jarabe de arce canadiense. Y luego, en Detroit, podrías ir al spa del hotel y
evitar salir a menos que tengas que hacerlo.
—Pobre Detroit. Oí que está en medio de un regreso, ya sabes. —
Sonrío, amando que quiera que vaya con él, aunque sé que no puedo—. Me
encantaría ir, pero ya tengo confirmaciones para dos recaudaciones de
fondos y estoy de cuidadora de perros para Cat mientras ella y su marido
visitan a su familia en el norte. Pero la próxima vez. Soy una fanática del
jarabe de arce y pasar el rato contigo.
—La próxima vez —acepta con una sonrisa—. Definitivamente tendrás
que venir al juego de Ottawa en enero. El canal estará congelado para
entonces. Podemos ir a patinar sobre el hielo. Hacer todo el tramo de
dieciséis kilómetros desde el centro hasta el lago y de regreso.
—Suena increíble, aunque puede que después tengas que arrastrarme
de vuelta al hotel en una bolsa para cadáveres —digo, ganando una risita de
la maquilladora enganchando una toalla alrededor de mi cuello para
proteger mi vestido, uno magnífico de color plateado largo hasta el suelo que
es totalmente apto para una princesa. Es el perfecto complemento para el
esmoquin más áspero de Jake, la más descarnada ropa de noche de hombres
usual es completamente impresionante en él.
204

—Nah, ya habremos aumentado tu resistencia para entonces —dice


con un guiño.
Página

Lo fulmino con la mirada, pero no puedo evitar la sonrisa en mi rostro.


—Eres malo.
—Esa es una de las cosas que te gusta de mí, ¿verdad?
Mi sonrisa se ensancha. No hemos dicho las palabras todavía, pero la
gran “A” está allí cada noche cuando nos juntamos en la oscuridad y cada
mañana cuando me despierto con una sonrisa en mi cara porque incluso
mientras todavía estoy dormida, una parte de mí sabe que estoy en los brazos
de Jake.
Los mejores brazos, los únicos brazos en los que quiero despertar en
un largo, largo tiempo.
Estoy tan colgada de él, tan colgada que ni siquiera una sesión de fotos
puede arruinar mi día. De hecho, después de los primeros momentos de
incomodidad, me relajo en la magia de estar con Jake y olvidar todo sobre la
cámara haciendo clic alrededor de nosotros. Nos acurrucamos en los
claustros, nos besamos contra muros de piedra cubiertos de hiedra, y
posamos para una foto de Romeo y Julieta, mis dedos se extienden desde un
balcón para rozar los suyos mientras sube el enrejado para alcanzarme.
La mañana pasa rápidamente, llena de risas y besos persistentes y el
cálido resplandor de pasar tiempo con este hombre que me hace sentir como
la mujer más bella del mundo.
Antes de que lo sepa, Lucas, el fotógrafo, grita que concluimos.
—Ustedes dos tienen una química increíble —dice, acercándonos a
Jake y a mí al monitor, donde Denise y su equipo ya han sacado algunos de
sus fotos favoritos—. Me encantaría fotografiarlos de nuevo. En cualquier
momento. Yo invito. Simplemente llamen a mi gente y podemos preparar
algo.
—Muchas gracias —digo mientras Denise ensancha sus ojos
significativamente detrás de la espalda de Lucas, haciéndome pensar que no
todo el mundo recibe este tipo de oferta de su fotógrafo más buscado.
Estoy pensando cínicamente que el estatus de estrella de Jake tiene
algo que ver con el afán de Lucas de volver a fotografiarnos. Pero luego echo
un vistazo a las fotos que Denise ha seleccionado, y mi cinismo se desvanece
en una oleada de sorpresa y placer inesperado.
205

—Oh, Dios mío. —Mi mano vuela para cubrir mi boca cuando mi
garganta se aprieta—. Nos vemos tan bonitos.
Página

Denise se ríe, claramente contenta de verme tan superada.


—Y tan enamorados. Estas son mágicas. Podemos conseguir sacar una
portada de esto, de ustedes dos. Voy a hablar mucho en la reunión de esta
tarde.
—¿Podemos conseguir copias? —pregunta Jake, sonando tan
asombrado como yo—. Me encantaría enviar una a mi mamá. Me ha estado
molestando para que le envíe una foto de Shane.
Lucas se lanza a las cosas legales que rodean las imágenes, cuándo
podemos compartirlas y con quién, pero estoy demasiado ocupada mirando
a Jake para prestar atención.
Él quiere enviar a su mamá una de estas fotos de cuento de hadas de
los dos viéndonos como un príncipe y una princesa de camino a su boda.
Quiere llevarme con él a sus juegos y estar conmigo todo el tiempo, y ya ha
estado haciendo algunos comentarios sobre los dos encontrando un lugar
para convivir eventualmente. Lo mencionó de una manera en broma,
insistiendo en que su polla no estaba disfrutando de estar lejos de mi coño,
ni siquiera durante los cuarenta y cinco minutos que le llevaba correr a casa
y agarrar unos cuantos cambios de ropa, pero podía vernos conviviendo
juntos el futuro.
Un futuro no demasiado lejano, de hecho.
Me golpea de repente lo que esto podría ser. Que mi primera cita con
Jake podría haber sido mi primera cita, y que nuestro primer beso podría ser
mi primer beso, y que este podría ser el hombre con el que pase el resto de
mi vida.
La idea de que Jake sea mío a largo plazo es tan intensa que el mundo
comienza a girar. Mi labio superior brota con un sudor frío, y mi estómago
duele, y lo siguiente que sé es que estoy corriendo hacia los arbustos.
Vomito detrás de un arbusto con espinas que rasguña la parte
posterior de mi mano mientras empujo sus hojas espinosas lejos de mi
rostro, mientras que alguien del guardarropa hace ruidos ansiosos sobre lo
que podría dejar en mi muy costoso vestido prestado.
Pero ni siquiera vomitar en público puede arruinar completamente mi
día. Claro, estoy asustada: enamorarse por primera vez desde que sepulté al
primer hombre que he amado es un gran asunto, y más que suficiente razón
206

para hacer que alguien pierda el desayuno… pero también estoy feliz.
Y agradecida.
Página
Y decidida a no tomar ni un minuto de mi tiempo con Jake por
sentado.
—¿Estás bien, princesa? —pregunta, su cálida mano en mi espalda.
Solamente él podría todavía conseguir tener manos calentitas después de
pasar la mañana entera en temperaturas de siete grados.
—Agh, no mires. —Salgo de los arbustos, sosteniendo mis manos
delante de su rostro—. No hemos salido mucho tiempo para que lo veas.
—No me molesta. —Sus dedos rodean mis muñecas, tirando de mis
manos hacia abajo para revelar su expresión preocupada—. Solo quiero estar
seguro que estás bien.
—Esas ostras de anoche fueron una mala idea. —Pongo una mano en
mi estómago todavía agitado. Creo que son los nervios más que las ostras,
pero al menos mis hábitos alimenticios me han dado algo para culpar.
—Es por eso que no como comida cruda —dice, frunciendo el ceño—.
La próxima vez, ¿vas a escuchar cuando yo vote que no al aperitivo de
ostras?
—Eres mandón cuando estás preocupado —digo, aceptando el vaso de
agua que uno de los asistentes de la sesión fotográfica coloca en mi mano—.
Es dulce.
—Voy a pedirte una cita para que veas a mi doctor. —Jake sostiene mi
mano mientras nos dirigimos hacia la carpa—. Espero que pueda verte antes
de que tenga que irme al aeropuerto esta tarde.
—No seas tonto. Estoy bien, de verdad. —Sorbo mi agua, revolviéndola
en mi boca antes de tragarla—. Me siento mucho mejor ahora. Incluso un
poco hambrienta. —Me detengo, considerando la sensación de dolor y vacío
justo debajo de mis costillas—. En realidad, muero de hambre. Un sándwich
de Portobello y queso con patatas fritas suenan como el cielo ahora mismo.
¿Quieres almorzar antes de irte a casa a empacar?
Sostiene la solapa de la entrada a la carpa, estudiando mi rostro
mientras me detengo delante de él.
—¿Estás segura? No me importa ir al médico. Si tienes intoxicación
alimenticia, deberías ir a verlo.
207

—Realmente me siento mejor. Tal vez fue demasiado café con el


estómago vacío y todo el nerviosismo de darme cuenta que quieres enviarle
Página

fotos de mí a tu madre.
Sus ojos se suavizan, y una pizca de timidez se arrastra en su
expresión, haciéndome querer besarlo tanto que silenciosamente maldigo mi
estómago por hacer mi boca inadecuada para la compañía humana.
—Si, bueno, sabías al entrar en esto que yo era un niño de mamá,
Willoughby —dice con una voz falsamente áspera—. Demasiado tarde para
quejarse ahora.
—No me estoy quejando. Me siento honrada. Y espero poder conocerla
pronto. Quisiera decirle el excelente trabajo que hizo con su hijo mayor.
—¿Tienes algún plan para el Día de Acción de Gracias? —Envuelve su
brazo alrededor de mi cintura, acercándome más.
Aparto mi cabeza, poniendo mis manos para actuar como un escudo
entre nosotros.
—No, pero ahora no tienes permitido acercarte a mi cara. No hasta que
me cepille los dientes.
—No me importa si te cepillas los dientes. Deberías besarme y darme
tu intoxicación alimentaria. Entonces puedo quedarme aquí contigo.
—¡Agh! —Empujo su pecho mientras trata de robar un beso—. No es
así como funciona la intoxicación alimentaria, psicópata. Y si me besas ahora
mismo, nunca te lo perdonaré. En serio, dragón. ¡Tengo que cepillarme los
dientes!
Me deja ir con una risa.
—De acuerdo, princesa. Pero después del almuerzo vamos a regresar a
tu casa. Así te puedes cepillar los dientes, y te doy un apropiado beso de
despedida.
—Sí, eso suena bien. —Paso más allá de él hacia la tienda, lanzando mi
última réplica por encima de mi hombro—. Aunque quizás quieras más que
un beso.
—Eres insaciable —dice, con sus dedos agarrando mi cintura mientras
nos movemos hacia dentro.
—Eso sería de polla, Falcone — corrijo con una voz remilgada—. Soy
una insaciable de polla, no masoquista.
208

Sus ojos brillan y considero hacer alguna travesura en la tienda, algo


travieso que no incluye besos, por supuesto, pero luego la señora del
Página

vestuario llega para ayudarme a salir de mi vestido.


Con una última sonrisa maliciosa para Jake, me retiro detrás de la
pantalla para cambiarse, mi estómago revoloteando con anticipación. Jake
saldrá de la ciudad hoy, pero pronto regresará, y tenemos todo el otoño lleno
de fiestas para divertirnos y la maravilla invernal de la ciudad de Nueva York
que espera con ansias. Ninguno de nosotros ha visto a Keri acechando en
rincones oscuros en días, y la vida ha sido francamente pacífica.
Soy cautelosamente optimista de que el rumor de embarazo que Jake
susurró en el oído de un amigo en común hace unos días ha animado a Keri a
mantener su distancia, y que el reportaje que documenta a Jake y mi amor
terminará el trabajo de deshacerse de su ex de una vez por todas. Espero que
cuando llegue a ser obvio que no estoy realmente embarazada, Keri se
obsesione con alguien nuevo y ni siquiera notará que no estoy realmente
preñada.
Y entonces Jake realmente no tendrá nada que se interponga en
nuestro camino.
Excepto su terquedad y tu tendencia a huir al primer signo de
problemas…
Le arrugo mi nariz a la voz interior.
Sí, en cierto modo Jake y yo somos productos dañados, pero es por eso
que nos entendemos tan bien. Es parte de la razón por la que es tan paciente
conmigo, y por qué estoy dispuesta a desafiarlo cuando está siendo
irrazonable. También es por eso que se está convirtiendo rápidamente en
uno de mis mejores amigos, así como en el amante más increíble que he
tenido.
Echo un vistazo por detrás de la pantalla, atrapándolo poniéndose sus
pantalones vaqueros, y sonrío. No me ve, pero no importa. Tendré la
oportunidad de volver a comérmelo con los ojos más tarde, cuando esté
haciendo esa cosa de ponerse-los-pantalones a la inversa, para tenerme una
última vez antes de que se vaya.
Siento, afecto y frustración mezclándose en mi pecho en igual medida,
asegurándome que esto es algo especial, algo tan bueno que encontraremos
un camino más allá de cualquier cosa que se interponga en nuestro camino.
209
Página
33
Shane
Traducido por Jeyly Carstairs

Corregido por LizC

Los próximos cinco días pasan con una lentitud agonizante.


Estar sin Jake es una tortura, y comunicarnos por Skype, hablar por
teléfono, y sextear hasta tarde en la noche hace poco para aliviar el dolor,
aunque, estoy mucho más entusiasmada con las fotos de pollas de lo que
nunca pensé que estaría.
Aunque hay que reconocer, la polla de Jake es una cosa bella.
Una cosa bella que no puedo esperar para lamer de arriba abajo como
una piruleta tan pronto como llegue a casa.
Lo único que me ayuda a atravesar los largos días y las noches aún más
largas es la alegría de cuidar a su perro Fifi y su niña, Biscuit, el único
cachorro que queda de su camada de cuatro. Los otros tres cachorros
encontraron hogares felices inmediatamente, pero Biscuit fue la más
pequeña, y solo ahora está lo suficientemente grande como para considerar
dejar a su mamá. Desesperadamente quiero adoptarla, pero mantener a un
cachorro tranquilo en mi apartamento es un reto por solo tres días, no quiero
pensar en más tiempo.
El día en que debo devolver los perros, Adeline me ayuda a sacarlos de
contrabando desde el ascensor y por el jardín trasero sin ser atrapados, pero
en una situación a largo plazo sin duda sería descubierta, tarde o temprano.
210

Es una lástima, pero no me gusta hablar de cosas negativas.


Especialmente ahora, cuando todo lo demás en mi vida es color de rosa.
Página
En el camino a Central Park, me consuelo pensado en nombre para el
cachorro que voy a conseguir cuando finalmente convenza a la Asociación de
Propietarios de que los animales harían nuestro edificio más feliz, más
saludable, todo alrededor un mejor lugar para estar.
—¿Qué tal Bark Twain o Harry Paw-ter? —le pregunto a Addie,
ganándome unos ojos en blanco.
—No y no —dice, subiendo cuidadosamente el bolso donde Biscuit está
durmiendo en su hombro.
—¿Mary Puppins?
Ella suspira.
—¿Sherlock Bones?
—No puedes estar hablando en serio —dice, arrugando la nariz.
—¿Por qué no? ¿Y por qué el desprecio por mis brillantes sugerencias?
¡Pensé que eras una nerd de libros!
—Soy una nerd de libro, pero eso no significa que quiera perjudicar a
un pobre animal con un nombre como Bark Twain o Sherlock Bones. Ahora
Frodo o Sam, podrían ser una opción.
—Esas son buenas. —Me detengo para que Fifi pueda oler las patas de
un buzón particularmente irresistible. —¿Qué tal Gandalf?
—No, no Gandalf. Ese es demasiado para que algo tan esponjoso este a
la altura. Eso sería como nombrar a tu perro Yoda. O Dumbledore.
—Tienes razón. —Le lanzo una mirada de soslayo por la esquina del
ojo—. Parece que has pensado un poco en esto. ¿Significa eso que Eloise está
dejándose convencer de la idea de un compañero peludo para abrazar en su
vejez?
—Creo que sí —dice Addie con una sonrisa. —Dame unas semanas más
de pasar por la tienda de mascotas en nuestro camino a sus citas de terapia
física y podrías tener al aliado frente a la Asociación de Propietarios que has
estado esperando.
Un chillido de felicidad se eleva en mi garganta, pero Biscuit está
durmiendo así que me obligo a contener mi alegría en un suave aplauso.
211

—¡Oh Dios mío, Addie, eso sería tan maravilloso! Tengo todos los
Página

dedos cruzados.
—Todavía no es un hecho —advierte mientras nos dirigimos hacia el
parque, moviéndonos hacia la odalisca detrás del Met donde nos
encontramos con Aidan y Cat para entregar los perros—. Pero creo que
estamos tan seguras como para empezar a hacer una lista de nombres para
un cachorro.
Miro a Aidan y Cat adelante y levanto un brazo. Cat, vestida con un
acogedor suéter naranja que combina con las hojas de otoño, me devuelve el
saludo, pero Aidan no nos ve venir. Está en una profunda conversación con
un hombre de cabello oscuro con un traje de tres piezas, que parece que
acaba de salir de un anuncio de un perfume caro, o vehículos de lujo, o tal
vez de bourbon artesanal. Sus amplios hombros le dan una virilidad que
podría vendar una bebida barata hecha a mano y en un barril envejecido es
una pequeña destilería.
El hombre tiene un perfil fuerte para emparejar sus hombros
esculpidos, los pómulos por los que un super modelo mataría, y logra
proyectar un aura de confianza casi depredadora incluso estando
completamente de pie. Es el tipo de hombre apuesto que es difícil mirar
desde lejos, haciéndome pensar que debe ser Nate, el consultor más nuevo
de MBC, el que Bash contrató para tomar su lugar como el tipo de hombre de
negocios listo y exitoso que ahora se está centrando en el funcionamiento del
espectáculo detrás de las escenas.
Penny dice que no tiene ningún problema con que su prometido siga
haciéndolo con otras mujeres como parte de su trabajo, pero aparentemente
Bash es hombre de una sola mujer hasta la médula.
—¿Qué hay de ti, Addie? —pregunto mientras cruzamos el carril de las
bicicletas y nos movemos de nuevo sobre la hierba. —¿Estarías bien con que
tú pareja besara a otras mujeres si eso fuera solo parte de su trabajo?
—Eh, ¿qué? —pregunta en voz baja.
—Como si fuera un consultor para MBC. Creo que estaría bien con él
desde el punto de vista de la intimidad… besar no tiene que significar nada
emocional, ¿sabes?
—Umm —dice Addie, deslizando la correa del transportador de su
hombro—. ¿Podrías sostener esto por un segundo?
212

—Seguro. —Tomo el transportador y me aferro a la correa de Fifi,


decidida a no dejarla soltarse como la última vez que senté el perro—. Pero
Página

sabes de que me preocuparía —digo, volviendo al tema en cuestión—. Los


gérmenes. No querría correr el riesgo de atrapar un resfriado cada vez que
mi novio fuera a trabajar.
Cat comienza a acercarse a nosotras, dejando a su esposo y al hombre
que asumo es Nate atrás.
—Pero supongo que la gente atrapa resfriados de los clientes todo el
tiempo —continúo—. No tienes que besar a nadie. Pueden estornudar en tu
dirección, o tocar tu esfero antes de que tú lo hagas, o accidentalmente tomar
un trago de tu café. Así que supongo, yo… —Mis palabras se pierden
mientras me giro para mirar a Addie solo para encontrar el área a mi lado
desierta.
—¿Addie? —Doy vueltas en círculo, buscando entre la multitud de
personas disfrutando de la fresca tarde de otoño, pero no hay ningún signo
de una mujer con el cabello oscuro y gafas de carey luciendo como una
bibliotecaria casual.
—¡Hola! ¡Ahí están mis bebes de piel! —Cat se detiene frente a mí,
inclinándose para mirar dentro de la malla del bolso del perro—. ¡Oh, Biscuit
es la cosa más linda cuando duerme! No puedo esperar para llegar a casa y
darle todos los besos.
—¿Viste a Adeline? —pregunto, entrecerrando los ojos hacia la calle.
—Sí, pero se escapó muy rápido. —Cat se agacha para acaricias a Fifi,
que está prácticamente apopléjica de la alegría de tener a Cat de vuelta del
norte—. Ella sabe que no estoy enojada por su escapada del club de libros
después de que nos hizo leer ese libro de Jane Austen al que es adicta,
¿verdad? Sé que no tiene mucho tiempo libre.
—Estoy segura que sí —murmuro—. Dijo que estaba emocionada de
verte hoy y a Aidan, así que…
Cat se encoge de hombros, meciendo a una sonriente Fifi en sus brazos
—Tal vez solo tenía que ir a algún lugar. —Inclina la cabeza sobre su
hombro—. ¿Has conocido a Nate?
—¿El chico nuevo? No, no lo hecho. —Me muevo a su lado cuando
comienza a cruzar la hierba, haciendo una nota mental para enviarle un
mensaje a Addie cuando llegue a casa—. Él y Aidan lucen tensos.
213

Cat se ríe.
Página
—Están hablando de tatuajes. Nate tiene algo en su espalda que quiere
rehacer y los cubrimientos son la droga de Aidan. Le encanta tomar algo
terrible y hacerlo menos feo de lo que era antes.
—Menos feo siempre es bueno —coincido, mi estómago gruñe
mientras pasamos frente a un grupo de veintitantos compartiendo un balde
de pollo frito en un edredón extendido sobre la hierba.
—¿Hambrienta? —pregunta Cat, riendo entre dientes.
—No, en realidad no —digo, estremeciéndome mientras mi estómago
retumba—. He estado luchando con una intoxicación alimentaria durante
casi una semana. Nunca voy a comer ostras de nuevo, nunca.
—Puf. Te entiendo. —Coloca una mano sobre su estómago —. Mi
nauseas matutinas era mucho mejor mientras estábamos en la casa de los
padres de Aidan, pero luego regresamos a casa y me enfermé dos veces en el
camino de regreso. Estoy tan cansada del primer trimestre. Es mejor que
este bebé sea jodidamente lindo o voy a pedir un reembolso por cada hora
que pasé bebiendo té de jengibre y teniendo pensamientos sobre no vomitar.
Sonrío.
—Oh, será adorable. El más hermoso, precioso, querido bebé de todos
los tiempos, estoy segura.
Cat hace esa sonrisa tan suave y dulcemente que se ha convertido en
un suceso más regular desde que se casó con el hombre de sus sueños.
—Lo sé. No puedo esperar.
Fifi ladra como si estuviera de acuerdo, y las dos nos reímos.
—Lo sé, Feeds —dice Cat, besando la cabeza de su perrita—. Las dos
estamos tan emocionadas con el bebé que viene, ¿no somos lindas?
Nos unimos a los hombres cerca de la odalisca, y conozco a Nate, que
parece muy agradable, aunque un toque arrogante en forma simpática, lo
que lo hace perfecto para tomar el lugar de Bash. Paso la siguiente media
hora charlando de tatuajes, perros y bebés con tres perfectamente
entretenidos seres humanos adultos. Pero todo el tiempo, estoy un poco
triste.
214

Estoy triste de que Jake no esté aquí para conocer a mis amigos,
enamorarse de los perros y besarme con demasiada frecuencia como Aidan
Página

hace con Cat. Me entristece que no sepa sí él alguna vez pensó en hacerse un
tatuaje, o lo que conseguiría si tuviera que colocarse tinta mañana. Siento
que lo conozco tan bien, pero todavía hay mucho que aprender y estoy tan
lista para empezar.
Tan lista, en realidad, que casi le envió un mensaje a Jake camino a
casa solo para decirle que los extraño, que no puedo esperar a verlo y quiero
hablar de tatuajes pronto. Pero luego paso junto a un hombre vendiendo
castañas, que las ha dejado asando sobre el fuego demasiado tiempo. El olor
acre de la nuez quemada sopla en mi rostro, y un momento después el ruido
en mi estómago se convierte en un gemido.
Esta vez, vomito en una papelera llena de envoltorios cubiertos de
salsa del puesto de tacos al final del bloque. Después, paso mi brazo por mi
boca y añado tacos a la lista de cosas que no quiero comer en el corto plazo.
Tomo un agua de uno de los vendedores establecido a lo largo de la
calle cerca del parque y me dirijo a casa, sintiéndome más solitaria sin los
perros y más que un poco enojada con mi estómago.
—Será mejor que te mejores antes de que Jake vuelva —murmuro al
órgano traidor. —. Si no lo haces, tendremos que ir al médico, y eso reducirá
la cantidad de sexo en casa que vamos a tener antes de que tenga que volver
a entrenar el lunes.
Mi estómago se calma casi instantáneamente, como si entendiera la
situación y el número de orgasmos en riesgo.
Me apresuro a casa con una sonrisa, preguntándome si es demasiado
temprano para enviarle a Jake una foto de mis bragas.
215
Página
34
Traducido por Smile.8

Corregido por LizC

De los mensajes entre Shane Willoughby y Adeline “Addie” Klein

Shane: ¿Dónde fuiste, ardilla loca?


En un momento estabas a mi lado, y al siguiente te
habías desvanecido en el aire.
Addie: ¡Lo siento! Me acordé de que tenía que hacer una…
cosa.
Shane: Una cosa. ¿Qué tipo de cosa?
Addie: Una cosa que era importante.
Una cosa importante.
Que tenía que hacer de inmediato.
Shane: ¿Alguna vez alguien te ha dicho que eres una
mentirosa adorablemente mala?
Addie: Uf … sí.
Mala. No adorablemente mala.
Lo siento.
Shane: Está bien. No tienes que decirme qué pasa si no
quieres.
Solo quería asegurarme de que estabas bien.
216

¿Estás bien?
Página

Addie: Sí. No.


¡No lo sé! ¡Uf!
Shane: Dos Ufs en dos mensajes. Esto suena serio.
¿Quieres hablar sobre ello?
Addie: Es Nate. Ese tipo con quien Aidan estaba
hablando.
Shane: Sí, es el nuevo chico en la MBC, está tomando el
relevo de Bash en el campo.
Addie: No lo sabía.
Pero yo, um… en cierto modo lo conozco.
O lo CONOCÍA, hace mucho tiempo.
Fuimos juntos al instituto.
Shane: Está bien…
¿Era amable en el instituto? Si no es así, estoy seguro
que a Bash le gustaría saberlo. A él le gusta contratar a
gente buena.
Addie: Sí, él era amable.
Bueno, no amable, pero no malo… exactamente.
Shane: Hmm. No es la respuesta que quería oír.
¿Debo decirle a Bash que lo deje ir?
Addie: ¡No! No hagas eso.
Estoy seguro que Nate será un gran intervencionista.
Él es muy bueno fingiendo sentir cosas que en realidad
no siente.
Shane: Oh, que suena feo, cariño.
¿Qué hizo? Dime. Te prometo que no se lo diré a Bash si
no quieres.
217

Addie: No es nada realmente.


Es decir, en el esquema de las cosas. De la vida.
Página
Pensé que había superado todo eso hace años, pero
entonces vi su rostro y yo solo… me congelé y todos esos
sentimientos terribles de empollona del instituto que nunca
va a tener un novio volvieron.
Así que me fui. Como una gran perdedora que TODAVÍA es
una empollona, y probablemente morirá como esclava de los
caprichos de Eloise, y nunca tendrá un novio o una familia o
suficiente tiempo libre como para ir a hacerse una pedicura o
que la miren a los ojos.
Shane: Oh, pobre pequeña. ¡Necesitas un poco de amor!
¿Por qué no viene a visitarme y tenemos una charla de
chicas? Puedo conseguirte té y galletas y sentarme en el lado
lejano del sofá mientras lo dejas salir todo.
Addie: ¿El lado lejano?
¿Huelo mal, también?
¿Además de ser la perdedora más perdedora? *sollozo*
Shane: ¡No, no hueles! Y no eres una perdedora.
¡Detente!
Me acabo de enfermar de nuevo mientras volvía a casa
desde el parque, eso es todo.
Creo que podría tener un virus. Ha estado sucediendo
demasiado tiempo como para ser una intoxicación alimentaria,
y si soy contagiosa, no quiero que te enfermes.
Addie: Guau. Ha pasado casi una semana, ¿verdad?
Shane: Sí, pero es una enfermedad rara. Por lo general
tengo que correr al baño justo antes de la hora del almuerzo.
Entonces, en cuanto como, me siento mejor, y estoy bien para
el resto del día. Es tan extraño.
Addie: Uh oh…
Shane: ¿Qué? ¿Por qué uh-oh?
218

Addie: Uh… oh…


Página
Shane: ¡¿Qué?! ¿Piensas que tengo cáncer de estómago o
algo?
¡Gah, sería mi suerte conocer a un chico increíble y
empezar a creer en el amor de nuevo y luego tener maldito
cáncer de estómago!
¡Esto no puede estar pasando, Addie!
¡No quiero cáncer de estómago!
Addie: Cálmate, no creo que tengas cáncer de estómago.
Te dije que tengo cuatro hermanos pequeños, ¿verdad?
Shane: Sí…
Addie: Bueno, con mi hermano más pequeño mi madre
siempre se ponía enferma justo antes del almuerzo. Lo llamaba
su enfermedad del mediodía, en lugar de náuseas matutinas. No
estaba enferma en absoluto durante el resto del día.
Shane: No. De ninguna manera. No puede ser eso.
Addie: Bueno, ¿has estado haciendo cosas que te pueden
llevar al embarazo?
Shane: Sí, pero tengo un DIU.
Solo estoy fingiendo estar embarazada para que la ex de
Jake le deje tranquilo.
No estoy realmente embarazada, jajajaja.
Addie: Está bien. Si tú lo dices.
Shane: ¡Lo digo! ¡Eso sería una locura! ¡LOL! ¡Es decir,
solo lo he conocido un par de semanas! ¡Ni siquiera sé si él
quiere niños!
Ni siquiera sé si quiero niños, al menos no en este
momento.
Addie: ¿Quieres que te vaya a comprar una prueba? ¿O
219

dos?
A mi madre le gustaba hacer dos, solo para asegurarse.
Página
Shane: ¡NO! No necesito una prueba de embarazo, ya que
no estoy embarazada, Addie. No hay absolutamente ninguna
manera de que pudiera estar embarazada. En serio, toda esta
conversación es absurda. Probablemente tengo cáncer de
estómago o algún virus extraño.
Addie: Está bien. Bueno, llámame más tarde si lo deseas.
Tengo que salir a comprar. Eloise quiere ciruelas pasas de
limón. Una marca específica de ciruelas pasas de limón que se
vende solo en Astoria *emoji de poner los ojos en blanco*
Así que voy a estar en el tren durante una hora o dos,
pero tendré mi teléfono conmigo si necesitas hablar.
Shane: Y tú me llamarás si necesitas hablar, también.
Sé que no le quieres costar el trabajo a alguien, pero
si este tipo Nate es un gilipollas, se verá con el tiempo.
Para Bash es mejor averiguarlo ahora y deshacerse de él antes
de que pueda causarle algún daño a la empresa.
Piensa en eso, ¿vale?
Addie: No tengo que hacerlo. No cambiaré de opinión.
Nate es un buen tipo.
No es su culpa que yo le dijese que estaba bien con
pasar el verano antes de ir a la universidad teniendo sexo
ocasional salvaje y loco y que luego fuéramos por caminos
separados, pero terminase con ganas de más.
Me dijo desde el principio que él no estaba preparado
para empezar una relación.
Shane: Oh mi…
Lo siento, Addie. Eso es difícil.
Pero me alegro de que tuvieras un verano de sexo salvaje
y loco con un hombre delicioso.
Deberías hacerlo de nuevo en algún momento.
220

Recientemente he recordado cuán divertidas pueden ser los


momentos sexys. Nadie debería estar mucho tiempo sin ellos.
Página
Addie: Tal vez.
Shane: ¡Por supuesto! El sexo es lo mejor.
Addie: Hasta que te enteras de que estás embarazada
accidentalmente…
Shane: No estoy embarazada. Gah. LOL.
En serio, en realidad estoy riendo en voz alta en este
momento, ya que es tan absurdo.
Así que deja de preocuparte. Puedo sentir tu
preocupación a través del teléfono.
Estoy bien, solo un poco enferma. Estoy seguro que
estaré de vuelta a la normalidad pronto.
Addie: Está bien. Hablamos luego.
Shane: Hasta luego, mamá. Buena suerte en tu búsqueda de
ciruelas pasas.

DOS HORAS DESPUÉS

Shane: Adeline.
Necesito que vengas.
Ahora mismo.
Tal vez hace cinco minutos.
¿Adeline?
¿Estás ahí?
Addie: Sí, estoy saliendo del metro ahora. Solo tengo
que dejar las ciruelas pasas y estaré allí.
¿Estás enferma de nuevo?
221

Shane: No, no estoy enferma.


Página

No estoy enferma en absoluto.


Estoy embarazada.
222
Página
35
Shane
Traducido por Feer:)

Corregido por Jessica8591

Embarazada.
Estoy embarazada.
No estoy fingiendo un embarazo. Estoy actualmente, cien por ciento,
totalmente y completamente, realmente de verdad embarazada. Con el bebé
de Jake.
Estoy aterrada y demente y abrumada… y solo lo más mínimo
emocionada.
Pero solo lo más mínimo, porque esa voz en mi cabeza diciendo que
nuestro bebe será hermoso y adorable y Jake será un maravilloso padre no
está basada en una voz en la realidad. La realidad es que he conocido a Jake
menos de un mes. Sin importar cuan cercana me siento a él, o lo mucho que
amo hacer el amor con él, o cuanta diversión tenemos juntos, esta relación es
muy, muy nueva.
Tan nueva que mi primer instinto al ver esas dos líneas rosas no es
llamar al padre de mi bebé y compartir la feliz noticia. Mi primer instinto es
de sentarme en el piso del baño e hiperventilarme mientras mensajeo
frenéticamente a Addie porque ella es la única persona en la que puedo
confiar para no permitir que esto le llegue a Jake antes de que esté lista para
contactar con Jake.
223

Cat podría decirle algo a Aidan quien podría decirle algo a Bash, y no
hay ninguna manera que Penny sea capaz de mantener algo así de su novio.
Página

Y luego la cabeza de Bash explotaría, y habría pedazos de cerebro del


Magnifico Bastardo por toda la pared. Y la próxima vez que Jake intentara
comprobar su caso, llegaría a una Penny sollozando quien culparía a Jake y a
mí y nuestra incapacidad de tener sexo responsable por la muerte de su amor
verdadero.
—No —digo, apuntando con un dedo severo al inodoro—. Tuvimos
sexo responsable. Ese DIU se suponía que sería bueno por años.
¿Y cuándo fue la última vez que comprobaste de que podías sentir las
cuerdas, genio? El inodoro pregunto en una voz que sonaba como ese
malhumorado supervisor en esa caricatura sobre los monstruos que asustan
a los niños para tener energía de los gritos. Todos lo que sabes es que tu
control de natalidad caducó hace unos meses.
—Lo revise el mes pasado. —Fulmine con la mirada a la cómoda,
poniendo un frente duro incluso cuando mentalmente volvía a través de mi
línea de tiempo de otoño—. O talvez un par de meses atrás —admito—, pero
estoy segura que las sentí en algún momento alrededor del cuatro de julio
porque estaba considerando ligar con ese chico lindo con bigote en la fiesta
en la azotea de caridad.
Hace tres meses, gruñe el inodoro. Supongo que quiere decir que
para el próximo julio serás tan grande como una casa. Buen trabajo
organizando estar obscenamente embarazada durante la parte más
calurosa del año.
—No organice nada —grite.
Exacto, la lata dice con aires de suficiencia, justo cuando Addie llama…
—¿Shane? ¿Estás aquí?
—¡Estoy en el baño! —aspiro fuerte, parpadeando la presión en la
parte posterior de mis ojos. No voy a llorar sobre esto, especialmente no
frente a ese inodoro sucio y sabelotodo.
—Oye, vine tan rápido como pude. —Una Addie sin aliento aparece en
la puerta, preocupación tejiéndose en su frente—. ¿Cómo estás?
—Embarazada. —Señalo la fila de palos en el mostrador, todos ellos
con dos líneas rosas.
Las cejas de Addie se levantan.
224

—Tomaste siete pruebas.


Página
—Tome siete pruebas —hago eco—. Es sorprendente cuanta orina
puedes exprimir cuando estas realmente motivada.
Addie se ríe suavemente, sacudiendo su cabeza mientras continuaba
analizando la evidencia de mi encuentro con la locura.
—Esas líneas son realmente rosadas.
—Tu declaración de lo obvio es confortante, Addie —digo, la primera
sonrisa de la tarde curvándose en mis labios.
—Lo lamento. —Se gira hacia a mí—. No estoy segura qué decir. La
última vez que esto le ocurrió a una amiga, ambas teníamos dieciséis y
claramente, necesitas acudir a la clínica en tipo de situación. ¿Tienes alguna
idea de lo que quieres hacer?
Niego con mi cabeza.
—No he tenido la oportunidad de pensar tan lejos. Aún estoy tratando
de averiguar cuando sucedió.
—Probablemente unas pocas semanas atrás —dice Addie, sentándose
en la baldosa junto a mí, apoyándose en la bañera—. Las líneas no serían tan
rosas si hubiera ocurrido recientemente.
—Así que probablemente nuestra primera vez. —Entierro mi cabeza en
mis manos—. Dios, soy una idiota. ¿Por qué no comprobé que mi DIU estaba
ahí? Jake quería colocarse un preservativo, pero le prometí que estábamos
bien.
Addie frota una mano hacia delante y hacia atrás por mis hombros.
—Todos cometemos errores. Especialmente en el calor del momento.
Puede ser duro pensar bien cuando estas en una situación como esa.
—¿Y si se enfada? —Levanto mi cabeza mientras un frio destello de
miedo atraviesa mi pánico—. ¿Qué pasa si él quiere que me haga un aborto?
No creo que pueda hacerlo. Ya estoy un poco enamorada, ¿sabes? Aunque
estoy asustada.
—Él puede estar enojado, tiene ese derecho, pero la elección de tener o
no este bebé es tuya —dice Addie, acero infiltrándose en su tono—. Nadie
puede a hacer esa decisión por ti. Es tu cuerpo, y tu decisión.
225

Trago, asintiendo como la opresión en mi pecho se afloja un poco.


Página
—Exacto. Y si él no quiere al bebé, no es como si necesitara
manutención del niño. Puedo criarlo por mí misma, y prometer no
molestarlo por nada. Solo la amare lo suficiente por dos padres y ella estará
bien, ¿verdad?
—Correcto —me asegura Addie —. Ella estará más que bien.
Mi rostro se desploma, pero presiono mis labios juntos y muerdo,
recuperando el control. Soy una maldita mujer adulta y me metí sola en esto.
No tiene sentido llorar por esto, especialmente cuando las cosas podrían ser
peor. Al menos estoy en una posición económica para permitirme criar un
niño sola. Tantas madres solteras tienen que luchar solo para alimentar a sus
hijos, o, como la madre de Jake, conseguir la medicina que necesitan. Y no
estaré sola. Tengo a mis amigos, y Hillary, que va a ser la mejor abuela
sustituta de todos los tiempos.
—…en el gran esquema de cosas. Tan solo tienes que esperar y ver,
¿está bien? —dice Addie, inclinándose para atrapar mi mirada.
Parpadeo.
—Lo lamento. Creo que me perdí la mayor parte de lo has dicho.
Estaba perdida en una maraña de pensamientos.
Addie sonríe.
—Entendible. Pensé que estabas un poco distraída cuando salí del
elevador y vi tu puerta abierta.
—¿De verdad? —digo, maldiciendo bajo mi aliento cuando asiente—.
Debo haber olvidado cerrar la puerta cuando llegue de la farmacia. Esto no
presagia nada bueno para mi futuro como padre responsable, ¿no? ¿Voy a
ser una de esas madres que olvida que la práctica de futbol fue cancelada y
deja a su hijo solo en la lluvia sin paraguas? Siempre olvido mi paraguas. Es
por eso que tengo cientos de malditos paraguas en mi armario. Tengo que
comprar uno nuevo cada vez que estoy afuera y comienza a llover. Y ahora
tengo que recordar paraguas para dos personas, cuando ya apesto
haciéndolo para uno.
—No hay necesidad de pensar tan lejos ahora —dice Addie
gentilmente—. Y no hay necesidad de preocuparte por paraguas. Hay un
hermoso día afuera. Así que, ¿Por qué no te conseguimos un poco de té y
226

hablamos en la cocina? O tal vez dar una caminata si te apetece. Las


caminatas siempre hacen parecer los problemas más manejables, ¿no lo
Página

crees?
—¿Tal vez té y una caminata? —pregunto con una voz pequeña.
—¡Hecho! —anuncia Addie—. Iré a poner el agua.
Alcanzo su mano, dándole un apretón.
—Gracias.
—De nada —dice con una sonrisa—. Puedes con esto, Shane. Y te
ayudare en todo lo que pueda.
—Gracias. —Exhalo la fresca ola de neblina presionando detrás de mis
ojos—. Solo déjame lavar mi rostro y eliminar las pruebas, entonces vendré a
sacar las tazas de viaje.
Addie se levanta, limpiando sus manos en su pantalón de lino negro.
—Suena bien. Encenderé el hervidor de agua, y luego llamare a Eloise
para dejarle saber que me estaré quedando por un rato. Le dije que no te
estabas sintiendo bien, pero no especifique.
—Que Dios te bendiga —digo, poniéndome de pie con un suspiro—.
Quiero guardar este secreto hasta averiguar cómo decirle a Jake.
—Todavía está fuera de la ciudad, ¿verdad? —pregunta Addie,
deteniéndose en la puerta—. ¿Los Ranges jugaron contra los Red Wings en
Detroit anoche?
—Sí, pero estará devuelta mañana por la mañana, y viene directamente
para acá. Así podré ser capaz de decirle en persona en lugar de intentar sacar
las palabras por teléfono.
Addie tararea, asintiendo pensativamente a sí misma.
—El viene directamente hacia aquí, porque te ha extrañado mucho.
—Si —digo, pensamientos de los constantes mensajes de Jake de “No
puedo esperar a estar contigo” haciéndome sonreír.
—No por quitarle importancia a esto, porque es importante, y una gran
oportunidad, y un montón que manejar tan temprano en una relación —dice
Addie—, pero mi instinto dice que todo va a funcionar. Tú y Jake tienen algo.
Pensé que las chispas eran solo una fase hasta que los vi juntos. Y parece que
la conexión no es solo física.
227

—No lo es —digo, mordiendo mi labio—, pero aun somos tan nuevos.


Es difícil de imaginar cómo tomara una noticia como esta, y hasta que lo
Página
sepa yo solo… No quiero hacerme ilusiones, ¿sabes? O tener esperanza
alguna.
Addie asiente.
—Lo entiendo. Iré a ver lo que tienes en el camino de té libre de
cafeína.
Pongo una cara.
—Ugh. No. Necesito algo bueno si vamos a ir a caminar.
—Demasiada cafeína no es bueno para él bebé —dice sobre su hombro
mientras se mueve por la cocina—. Vas a tener que renunciar al sushi y a las
ostras, también. Y baños calientes.
—Bien, esto simplemente se va poniendo mejor y mejor —me quejo,
arrojando las pruebas de embarazo en la basura antes de encender el grifo.
Pero no estoy preocupada de renunciar algunas cosas. No realmente.
Todo lo que quiero es que este bebé sea sano y feliz. En el espacio de unos
pocos minutos, este embarazo ha ido desde algo que no puedo creer
completamente a una realidad que implica a una preciosa, inocente persona
en el proceso. Una persona quien será mi hijo o hija, y a quien quiero darle el
mundo. Yo quiero que bebé Willoughby tenga todo lo que no tuve al crecer,
incluyendo a un padre.
Y Jake sería un buen padre. Lo sé. Solo escucharlo hablar acerca de los
niños que conoce a través de su caridad era suficiente para hacerme
sospechar que él era genial con los niños, pero verlo sentado con piernas
cruzadas en la acera para intercambiar dulces con ellos en la fiesta de
Halloween lo confirmo.
En lo profundo lo sé, incluso si Jake está enojado conmigo por
asegurarle que no podía quedar embarazada y luego procediendo a quedar
embarazada en el primer momento en que dormimos juntos, él vendrá a la
idea de ser papá. Él dará un paso y estará ahí para su hijo, y eso es algo de lo
que estaré agradecida.
Pero mientras me lavo la cara y peino mis cabellos desordenado en
una cola de caballo, no puedo dejar de soñar en algo más.
Sobre Jake y yo limpiando una de las habitaciones de invitados y
228

pintando un cuarto de niños color amarillo. Sobre Jake estando en mi primer


ultrasonido, y el primer cumpleaños de nuestra hija, y cada memoria en el
Página

medio. Sobre los tres haciendo una vida juntos sin tener que preocuparse
sobre quien obtiene cada vacación, o como resolver la custodia durante la
temporada de hockey.
Estoy tan perdida en mis pensamientos, que no me doy cuenta de lo
extrañamente silencioso que está la cocina hasta que salgo de la habitación
para ver a Addie tumbada boca abajo en el piso cerca del sofá y Keri de pie
sobre ella con un arma.
229
Página
36
Jake
Traducido por LizC

Corregido por Jessica8591

No soy una persona espontánea. No hago las cosas al instante. Nunca


me he despertado y he decidido que es un buen día para un viaje por
carretera no planeado, ni salté en un taxi y fui al aeropuerto por capricho.
Pero cuando despierto en Detroit la mañana después del juego, frente
a veinticuatro horas de nada más que matar el tiempo en el gimnasio y el bar
y otra noche interminable sin Shane, el avión alquilado del equipo siendo
doblemente reservado, así que nos quedamos una vez más en Motor City,
arrojo mis mierdas en mi bolso, le digo al entrenador que lo veré en la
práctica el lunes y me dirijo al vestíbulo para tomar un taxi al aeropuerto.
Se necesita un poco de delicadeza y mucha paciencia, pero finalmente
consigo un billete de reserva en un vuelo directo a Nueva York. Cuando un
sujeto de apellido Talbot no se presenta para la llamada final, aprovecho el
asiento de la ventana del señor Talbot y una llegada a las tres al JFK.
En los momentos antes de que la azafata cierre las puertas, considero
enviarle mensajes de texto a Shane para que sepa que volveré antes, pero
apago mi teléfono en su lugar. Estoy haciendo un cambio espontáneo de
planes, haciendo algo que nunca he hecho antes. Podría también intentar
sorprender a mi novia mientras estoy en ello.
Mi hermosa, sexy, increíble novia a quien voy a hacerle el amor esta
noche en lugar de masturbarme solo en una habitación de hotel en Detroit,
230

sintiéndome miserable porque no estoy respirando el mismo aire que mi


mujer. Estoy tan enamorado de ella, tan perdido que sé que es más que
Página

lujuria, o la emoción de algo nuevo. Nunca he caído tan lejos o tan rápido,
pero he estado lo suficientemente cerca del amor como para saber que esto
es “el asunto real” y voy a decírselo a Shane esta noche.
No me importa una mierda que solo hayan pasado dos semanas. Una
parte de mí la amó desde el momento en que puse los ojos en ella, y ese
sentimiento no se irá. Solo se está haciendo más fuerte. Puedo estar
actuando fuera de carácter, pero sigo siendo el mismo hombre que siempre
he sido, el tipo que termina lo que comienza.
No voy a terminar con Shane hasta que tengamos al menos algunos
años juntos. Tal vez cincuenta o sesenta, si tengo suerte.
El pensamiento me mantiene sonriendo a través del vuelo y en el taxi
del JFK.
Hago que el taxista que me deje en Madison Avenue, y me dirijo a una
tienda de comestibles gourmet para flores y una lata de galletas de perro de
lujo antes de ir hacia el oeste hacia el lugar de Shane. No recuerdo si Shane
iba a devolver a Fifi a su amiga hoy o mañana, pero supuse que debía ir con
regalos para las dos, por si acaso. Arrastro mi bolso con ruedas detrás de mí,
disfrutando del sol en mi rostro y la inusualmente cálida tarde de noviembre,
y llego al edificio de Shane justo cuando el tráfico de las horas pico empieza a
ponerse difícil.
Aaron, el portero del día, me deja entrar sin molestarse en llamar
primero. Estoy en la lista de Shane y tengo la llave de su apartamento. Con
suerte algún día pronto, voy a estar volviendo a nuestro lugar,
preferiblemente, en un edificio donde Shane pueda tener el perro que quiera
sin tener que ocultarlo de la Asociación de Propietarios.
En el ascensor, estoy pensando en perros pequeños y cuánta mierda
van a darme mis hermanos si termino siendo el orgulloso copropietario de
un animal que puede ser llevado en un bolso de mano. No me preocupa si
Shane va a estar en casa, o feliz por la sorpresa.
Si no está en casa, la esperaré hasta que vuelva, y sé que se alegrará de
verme. Estar separados también ha sido difícil para ella. Lo podía ver en la
sonrisa que forzaba cada vez que nos despedíamos por Skype y lo oía en su
voz cuando me dijo que había despejado su horario para que así pudiera
venir conmigo a la mayoría de los juegos a distancia entre ahora y febrero.
231

No, mis pensamientos son todos pensamientos felices.


Página
Pensamientos enfrascados y presumidos de tengo-todo-bajo-control.
Justo hasta el momento en que entro al apartamento y veo a la mujer
tumbada en el suelo, y la sangre dispersa en la pálida alfombra crema.
Por una fracción de segundo, creo que es Shane, incluso aunque el
color del cabello es incorrecto, y mi estómago se contrae como si hubiera
recibido el codazo más fuerte del mundo en mis entrañas. Incluso cuando me
doy cuenta que la mujer no puede ser mi chica, eso no impide que el torrente
de miedo y adrenalina se dispare en mi torrente sanguíneo.
Hay una mujer sangrando en el piso de Shane, y Shane no está en
ninguna parte a la vista, y sé que algo terrible ha ocurrido. Lo sé.
Suelto las flores y mi bolso y alcanzo la estatua de Buda junto a la
puerta para usarla como un arma, moviéndome silenciosamente en el
apartamento, por si acaso quienquiera que hizo esto todavía está aquí. En
cuestión de unos instantes alcanzo el cuerpo delgado que yace en su costado
junto al sofá y echo mi primer vistazo a la cara de la mujer.
Es Adeline, la dulce y tímida aficionada al hockey que conocí el primer
día en el Garden. Se ve aún más pálida de lo que recuerdo, y está sangrando
por un corte en la frente que claramente no fue causado por su caída. Pero
ahora que estoy más cerca, puedo ver su pecho levantándose y cayendo, y sus
párpados temblando como si estuviera en medio de una pesadilla.
Gracias a Dios. Está viva, y podré conseguirle ayuda.
Con una promesa silenciosa de estar de vuelta para ella tan rápido
como jodidamente pueda, me adentro en el apartamento, haciendo una
búsqueda rápida en los dormitorios y baños, pero no hay ninguna señal de
Shane o quienquiera que le hizo daño a su amiga. Colocando la estatua de
Buda en la mesita de café, vuelvo junto a Adeline. Estoy sacando mi celular
de mi abrigo para llamar al 911 cuando ella gime. Un segundo después sus
pestañas revolotean y sus ojos se abren.
Ella se estremece, claramente de dolor, pero inmediatamente se
levanta en una posición sentada.
—Ayuda. ¡Tenemos que conseguir ayuda!
—Cuidado —le digo, estabilizándola con suaves manos sobre sus
hombros—. ¿Qué pasó, Adeline? ¿Quién te hirió?
232

—No lo sé —dice, parpadeando rápidamente—. Vine a hacer el té y


Página

había una mujer que nunca antes había visto. Tenía un arma. Me dijo que
permanezca callada y que hiciera lo que ella decía y no me lastimaría. Intenté
correr hacia el dormitorio para advertir a Shane, pero…
—¿Shane estaba aquí? —pregunto, a través de mi garganta apretada.
El rostro de Adeline se vuelve completamente blanco.
—Estaba. ¿Ya no es así?
—No, no está. —Estoy haciendo lo mejor que puedo para contener mi
temperamento y obtener tanta información como pueda. Cualquier cosa que
pueda ayudarme a averiguar dónde está Shane ahora mismo—. ¿Puedes
recordar algo más?
—No hubo mucho más. La mujer me golpeó y creo que me desmayé.
Mierda. Maldición, maldición, maldición.
Una mujer con un arma. Una puta mujer con una pistola estaba aquí, y
ahora Shane se ha ido. Saco el teléfono de mi bolsillo.
—¿Cómo era la mujer? ¿Puedes recordar?
—Cabello oscuro, ojos oscuros —dice Adeline, entrecerrando los ojos—
. Pequeña, bonita. No es el tipo de persona que esperas que entre al
apartamento de alguien o te apunte con una pistola.
Esta vez maldigo en voz alta. Era Keri. Tenía que serlo.
—¿Esta era la mujer? —Busco una vieja foto de Keri en mi teléfono, la
que guardé para mostrarle a Bash el día que fui a contratar ayuda para
quitarme de encima a mi ex novia.
—Sí —dice Adeline, confirmando que soy el idiota responsable de la
sangre en su cabeza y lo que le está pasando a Shane ahora mismo.
Keri estuvo aquí con un arma, y golpeó a Adeline, y ahora Shane se ha
ido, tal vez para siempre. Keri podría estar lastimando a la mujer que amo y
todo es culpa mía.
—Esa es ella —continúa Addie, con voz temblorosa—. ¿Crees que hizo
algo a Shane? ¡Dios, tenemos que encontrarla, Jake! Tenemos que
asegurarnos que está bien.
—Lo haré, lo prometo. La encontraré y me aseguraré que la mujer que
233

irrumpió aquí nunca les haga daño a ninguna de las dos. Pero primero, voy a
llamar a una ambulancia. Necesitas que revisen tu cabeza.
Página
Adeline insiste en que está bien, pero no me arriesgo. Llamo al 911 y la
escolto hasta la recepción para esperar a los paramédicos. Una vez allí, le
pregunto a Aaron si recuerda haber visto a Shane salir del edificio.
—Así es —dice, asintiendo con seriedad—. Se fue con esa mujer que le
entregó el sobre el otro día, la bonita con el cabello castaño. Me pareció un
poco extraño, ya que la señorita Willoughby no parecía muy feliz con el
paquete. Tampoco parecía demasiado feliz de salir por la puerta, pero…
—¿Hace cuánto tiempo? —Lucho contra la necesidad de salir
corriendo a la calle y comenzar a gritar el nombre de Shane.
—¿Una hora? —Aaron se rasca la barba—. Tal vez un poco menos.
Puedo comprobar el tiempo en el material de seguridad si necesitas saberlo
con seguridad.
—Está bien —digo, ya retrocediendo hacia la puerta—. Pero guárdelo.
Las autoridades podrían necesitarlo más tarde.
Pero sé que más tarde será demasiado tarde. Cualquier cosa que Keri
haya decidido hacer, ella no es del tipo de dudar. Se llevó a Shane, y solo
puedo pensar en una razón por la que mi ex novia secuestraría a mi novia
actual. Ella planea eliminar la competencia en un lugar donde no será
filmada, ni atrapada o interrumpida hasta que termine lo que empezó.
Es una de las maneras en que mi ex y yo somos iguales: ambos somos
tercos como un jodido infierno y decididos a ver las cosas hechas.
Ahora solo tengo que averiguar a dónde iría Keri para sentirse segura y
a salvo, antes de que mate a la única mujer que he amado.
En la acera, salgo corriendo hacia el metro, trazando la ruta más
rápida hacia el estudio de Keri en Dumbo-Down bajo el puente de Brooklyn,
en mi cabeza. Está justo debajo de las vías del tren, en una zona en la que el
ruido de los vagones del metro es tan ruidoso que apenas te puedes oír a ti
mismo pensar, y mucho menos notar el estallido de un disparo o el sonido de
una mujer gritando.
Apostaría mi mano derecha a que es ahí adonde Keri se dirige.
Estás apostando más que eso. Estás apostando la vida de Shane.
El pensamiento me hace correr más rápido. Y rezar.
234
Página
No he estado en la iglesia en años, pero Shane es una persona
espiritual. Si hay algo ahí afuera escuchando, tal vez tendrá compasión de mí
por ella.
O por lo menos estará convencido a que me deje tomar su lugar.
Keri es mi pesadilla. La invité a entrar en mi vida. Si alguien va a pagar
por ese error, debería ser yo.
Por favor, que sea yo, por favor, deja que sea yo…
Repito las palabras una y otra vez mientras me meto en el tren lleno
hacia el sur, rezando con todo mi ser para que no sea demasiado tarde.
235
Página
37
Shane
Traducido por Feer:) y Jeyly Carstairs

Corregido por Jessica8591

Caminamos tomadas del brazo fuera de la estación del metro en


Brooklyn.
Para el observador casual, probablemente parecíamos dos buenas
amigas, juntas para mantener el calor de las ráfagas de viento de East River a
través de los edificios de oficina, transformando las calles en túneles de
vientos. La fresca brisa tiraba las gorras de lana y hacia a los ojos cerrarse. Es
la hora de salida y las personas se apresuran para llegar al tren, para atrapar
un taxi, para conseguir un asiento en el bar antes de que se llene por la hora
feliz y no existe la posibilidad de obtener un mojito a mitad de precio.
Nadie pone la atención suficiente para ver el sudor saliendo de mi
labio superior, o la manera que los dedos de Keri aprietan mi muñeca,
mucho menos para notar la extraña manera que su mano derecha
desaparecía bajo su chaqueta marrón, lo mejor para mantener su arma
presionada firmemente contra mis costillas.
Aprieto mi mandíbula y fuerzo mis pies a seguir moviéndose, uno tras
el otro, incluso cuando todo en mi está gritando que debería correr. Mejor
tomar la oportunidad con una bala ahora en una calle concurrida donde
tengo una oportunidad de alejarme. Keri prometió que, si accedía a venir
calladamente y hacia lo que me decía, ella no me lastimaría. Pero mi instinto
dice que, si la dejo llevarme por la calle, lejos de la aglomeración de viajeros
diarios a un lugar donde podamos estar solas, solo ella, yo, y esa arma, no
236

voy a caminar a cualquier lugar otra vez.


Página
Casi hago una pausa por quinta vez entre la estación del metro y la
entrada del desmoronado edificio de ladrillos debajo del Puente de Brooklyn,
pero entonces pienso en esas dos líneas rosas. Pienso en el bebé y el riesgo de
perderla y el riesgo es demasiado. Una vida y tal vez correría. Pero hay dos
de nosotros ahora.
Dos vidas, ambas dependiendo de mi para mantener mi cuerpo en
orden, así que camino lentamente al lado de mi secuestrador, rezando que
no esté cometiendo un error fatal.
Rezando para que Addie vaya y llame a la policía. Rezando que Aaron
piense que es extraño que me fuera con una mujer que ha estado
merodeando por el edificio y dejándome misteriosos sobres y llamando a la
administración.
Rezando para que una ventana de oportunidad se abra y sea capaz de
brincar a través de ella a la seguridad.
Este secuestro ya se ha salido del libro, Keri no tenía planeado que
Addie viniera al departamento segundos después de que forzara la entrada, o
alguien más siendo capaz de identificarla como la persona que me forzó a
salir de mi casa. Ella estaba agitada, ansiosa e incluso más nerviosa desde la
última vez que conversamos. Si tengo suerte, eso la llevara a cometer un
error que puedo usar en mi beneficio.
Y si no tienes suerte, significa que ella te disparara antes de lo
planeado así puede correr antes de que sea atrapada.
Presiono mis labios juntos, luchando contra una ola de náuseas
cuando Keri me empuja a través de una puerta oxidada y hacia una escalera
llena de basura. Me congelo, la garganta cerrada cuando la puerta cierra de
golpe y el pasillo está sumergido en las sombras. Arriba, el tren ruge más
allá, el ruido de los vagones y el chillido de las ruedas sobre los rieles tan
fuertes que se siente que estoy acostada en los rieles.
Es tan ruidoso que nadie podría escuchar el arma cuando se dispare.
Nadie me escuchara gritar.
Nadie me escuchara jadear por mi último aliento.
—Sigue moviéndote. Sube las escaleras. —Keri me empuja entre los
237

hombros mientras mis miedos crecen, haciendo que el mundo gire y mi ya


infeliz estómago se tuerce en un violento nudo. Tropiezo hacia delante y me
Página
inclino, doblándome a la derecha justo a tiempo para evitar vomitar en mis
zapatos.
Estoy enferma hasta que no hay nada en mí y doy arcadas de bilis
aguada, el líquido sobre el piso sucio. Miro al azulejo manchado de suciedad,
viendo excremento de rata, una envoltura de paleta aplastada, vidrios verdes
destrozados, y mi propia enfermedad, y me pregunto si es la última cosa que
veré. ¿Keri pondrá el arma contra mi cabeza y disparará ahora, salvándose
del problema de subir las escaleras a cualquier destino que originalmente
tenía en mente?
Cierro mis ojos mientras paso mi manga sobre mi boca, luchando por
recuperar el control, por calmarme y pensar en algo bueno, algo hermoso.
No quiero morir así, aterrada y desesperada, enfrentando la evidencia de
cuan fea puede ser la vida.
Así que pienso en mis padres, en tía Tansy, en Wesley, y en todos mis
amigos que me han levantado y hecho creer en cosas buenas y buenas
personas. Pienso en Cat y Penny y Addie y Fifi, y en mis gatitos vagando
salvajemente por la granja. Pero generalmente pienso en Jake. Pienso en su
rostro y su olor y sus brazos cálidos y sus ojos que me observan como si fuera
la cosa más bella que jamás ha visto. Nunca me he sentido tan especial o
irremplazable que cuando estoy con él.
Me enfoco en los recuerdos de nuestra última noche juntos, en su
sonrisa y su toque y que tan bien se sintió ir a dormir en sus brazos, y
eventualmente la enfermedad se detiene. Dejo de vomitar y el tren pasa por
arriba. El mundo se queda en silencio una vez más, y aún estoy viva.
Por ahora.
—Sube —dice Keri con una voz más suave—. Tengo soda y galletas y té
de jengibre. Escuche que eso ayuda con las náuseas matutinas.
Me pongo de pie, mirándola y dando un pequeño asentimiento.
—Gracias.
—Tengo un cepillo de dientes y artículos de aseo, también —dice ella,
levantando su barbilla más alto—. Te dije, no voy a hacerte daño. Nunca
podría lastimar a una mujer embarazada. Es por eso que estoy haciendo esto
por mí misma. Vi cuan rudos fueron los chicos contigo en Halloween. Si
238

hubiera sabido que estabas embarazada, nunca los hubiera contratado. Lo


prometo. Así no es como soy.
Página
—Tú los contrataste —digo, preguntándome si tendré la oportunidad
de decirle a Jake te lo dije—. ¿Que se supone que debían hacer?
—Darte una pequeña paliza —dice Keri—. Y luego pedirte dinero para
cubrir las deudas de juego de Jake. Pensé que sería suficiente para asustarte.
—Pero Jake me habría dicho que no había deudas, Keri. Ese plan no
habría funcionado.
Ella se encoge de hombros.
—No importa. Estas embarazada y el plan ha cambiado.
—¿Cómo? ¿Qué vas a hacer conmigo? —pregunto, tragando fuerte.
—Solo sube las escaleras. —La suavidad de sus ojos se desvanece,
reemplazada por pánico y obstinada determinación que me recuerda a una
alocada versión de Jake. Cosa buen que no se quedaron juntos. Si lo
hubieran hecho, probablemente se habrían matado mutuamente tarde o
temprano.
—Ahora —grita—. No tenemos tanto tiempo como pensé que
tendríamos.
Empiezo a subir las escaleras, pensamientos corriendo, tratando de
averiguar qué ha planeado y como convencerla.
—Sé que esto debe haber sido difícil para ti. Escuchar que Jake y yo
estamos embarazados.
—Salva tu aliento —dice—. No estoy interesada en un tiempo de chicas.
Camino silenciosamente hasta el final de las escaleras, deteniéndome
hasta que ella me hace señas para seguir avanzando. Sigo caminando,
saltando un paso para evitar pisar un blando y asqueroso preservativo usado
en el centro de la escalera.
—Bonito lugar que tienes aquí. ¿Renta controlada?
—Va a ser derribado el próximo verano —dice—, hasta entonces es el
lugar más barato en Dumbo. Y el más abandonado. Todos tomaron el
acuerdo de mudanza del propietario y se fueron.
—¿Pero disfrutas el estilo gueto y el olor de excremento de ratas?
239

—Disfruto la privacidad mientras estoy pintando. —Me hace señas


para que siga subiendo un tercer tramo de escaleras—. No duermo aquí. Y no
Página
estaremos aquí por mucho tiempo. Solo lo suficiente para recoger
provisiones.
—Provisiones para…
Ella me empuja entre los hombros otra vez.
—Puedo amordazarte si tienes un tiempo difícil manteniendo tu boca
cerrada.
—Tengo un tiempo difícil con eso. —Sé que estoy presionando mi
suerte, pero hablar hace esto menos escalofriante, y menos escalofriante es
algo que desesperadamente necesito ahora—. Es mi peor defecto. Nunca sé
cuándo callarme. ¿Cuál es tu peor defecto? ¿Además de estar obsesionada
con un hombre que no tiene ningún interés en vivir felices para siempre
contigo?
El siguiente empujón, mucho más fuerte esta vez, no es una sorpresa,
pero aun así me hace perder mi equilibrio. Tropiezo, golpeando mi barbilla
en las escaleras. Siseo en dolor mientras me pongo de pie otra vez y maldigo
en mi camino al final de las escaleras.
—Tienes un vocabulario para una perra adinerada.
—Gracias —digo—, escuela católica.
—Por el pasillo, última puerta a la derecha. —Keri presiona el cañón
del arma contra la parte baja de mi espalda— Ve de forma rápida y
silenciosa. Cuando entremos, quiero que cruces la habitación, te sientes
junto a la mesa, y pongas tus brazos detrás de la espalda. ¿Entendido? No
respondas, solo muévete. Ahora.
Me muevo, sintiendo que Keri está perdiendo la paciencia conmigo y
que no disfrutare mucho una vez que su paciencia se haya ido.
Mientras caminamos, mis ojos van de un lado para otro a cada lado del
pasillo. Hay otras puertas, y tal vez gente detrás de algunas de ellas, pero
otro tren está pasando y no puedo escuchar nada excepto el estruendo del
metro y el ruido de las tablas debajo de mis pies. La estructura parece a
punto de desmoronarse por sí misma, sin ningún equipo de demolición
requerido. No puedo creer que las personas están legalmente autorizadas a
vivir aquí, pero he estado en apartamento de amigos que no están en mejor
240

forma. Este no era mi primer preservativo usado en una escalera, pero sentir
el ruido del piso era algo nuevo.
Página
En el momento en que entro al estudio de Keri, estoy tan agradecida
de ver baldosas y alfombras que prácticamente me lanzo a la mesa en el otro
lado de la habitación. Keri se mueve detrás de mí, atando mis muñecas
juntas a través de los listones de la silla, y dejo mis ojos vagar, viendo los
gigantes retratos de niños con mirada torturada en las paredes del desván, y
en los lienzos blancos apoyados contra la pared. El espacio es abierto, salvo
por una puerta en la esquina más alejada, que adivino que lleva al baño. No
hay más puertas además de la entrada principal, pero hay un montón de
ventanas, una de ellas con una escalera para incendios visible a través del
cristal borroso.
La escalera de incendios. Es el primer lugar al que me dirigiré en el
momento en que Keri me da la oportunidad. Tengo que creer que habrá una,
una oportunidad para reescribir el guion y recuperar mi libertad.
—Te quedaras aquí mientras llevo las bolsas al auto. —Keri se mete la
pistola en la parte de atrás de sus pantalones negros y luego coloca un bolso
enorme de lona sobre un hombro y agarra varias bolsas de supermercado
reutilizables a desbordar—. riesgos del vecindario… no puedes ni siquiera
dejar los comestibles en tu auto por más de unos pocos minutos a menos que
quieras que rompan tu ventana. Grita si quieres; no hay nadie lo
suficientemente cerca para oírte. La única mujer que aún vive en este piso es
sorda hace dos años.
—No voy a gritar, lo prometo. —Muerdo mi labio hasta que mis ojos
comienzan a humedecerse, sintiendo que voy a conseguir más de ella con
lágrimas que con sarcasmo—. ¿Pero quieres decirme adónde vamos? Por
favor. Estoy asustada por el bebé y si supiera a donde vamos…
Su expresión se suaviza de nuevo, pero no deja las bolsas.
—Vamos a mi cabaña en el norte. El antiguo lugar de mis abuelos. No
hay red eléctrica, pero tendremos todo lo que necesitamos para pasar el
invierno.
Parpadeo, una respuesta tan completamente inesperada que me olvido
de lucir lamentable mientras repito.
—¿El invierno?
—El invierno y la primavera. —Una sonrisa divertida curva sus labios,
241

pero ella es la única que entiende la broma—. Y parte del verano también.
Deberías dar a luz en julio o agosto, ¿verdad? ¿Alrededor de esas fechas, a
Página

menos que te adelantes?


Mi mandíbula cae, pero por una vez en mi vida no tengo palabras. Me
ha dejado sin palabras.
—Una vez el bebé nazca, serás libre de irte. Quiero decir que —dice
firmemente —, voy a liberarte para que encuentres tu camino de vuelta a la
civilización y el bebé de Jake y yo vamos a irnos a algún lugar donde nadie
nos encontrara, y seremos felices.
Sacudo la cabeza, todavía estoy tan completamente perdida que todo
lo que puedo hacer es mirarla y esperar que diga que está bromeando. Tiene
que estar bromeando.
—Si no puedo tener a Jake, puedo al menos tener a su hijo. —Se coloca
más derecha, un brillo se desliza en sus ojos—. Y seré una buena madre. Seré
una madre tan buena que algún día Jake vera que soy a la que debería hacer
elegido.
—Keri… —Su nombre es una súplica para que detenga la locura y se dé
cuenta que este plan esta tan lleno de agujeros que hace a mi ropa interior de
la suerte lucir como nueva.
—El amor de un niño es una cosa poderosa, y sé que Jake va a amar
tanto a su hijo. Será un padre maravilloso.
—No tendrá la oportunidad de ser padre si te llevas a nuestro bebé —
digo—. Nunca conocerá a su hijo, y nunca te perdonará por eso. Si continuas
con esto, la única cosa que Jake sentirá por ti es rabia y resentimiento.
—No sabes nada sobre cómo son las cosas entre Jake y yo. Debería
haber sido la madre de su bebé y ahora lo seré. —Su tono se endurece, y su
mandíbula se aprieta hasta que juro que puedo escuchar sus dientes chirriar
mientras se mueven juntos—. Volveré en unos minutos. Entonces tendrás la
oportunidad de cepillarte los dientes y usar el baño antes de irnos. Y si eres
buena en el auto en el camino fuera de la ciudad, puedes tener galletas
saladas y una soda una vez que lleguemos a la carretera que conduce hacia el
norte.
—Por favor, Keri —le ruego mientras se gira para irse—. ¡Por favor, no
hagas esto!
Pero no se detiene. Atraviesa la habitación sin mirar atrás y cierra la
puerta detrás de ella.
242

Me obligo a esperar hasta que la escucho alejarse por el pasillo antes


Página

de que comience frenéticamente a torcer mis muñecas. Tiro de la cuerda,


pero los nudos están apretados y los listones de la silla sólidamente
construidos. La silla también es sólida, pero yo también.
Estoy de pie, apoyando la silla junto a mí, con la cabeza girando con
esperanza.
—No eres tan inteligente como crees que eres, Keri—. Estoy en
movimiento. Ahora solo necesito salir de aquí.
Por un segundo, considero la puerta, pero no recuerdo haber visto otra
serie de escaleras, ni un ascensor, y no quiero encontrarme con Keri en mi
camino hacia abajo. Mejor pruebo la escalera de incendios.
Me paseo por la habitación hacia la ventana, las patas de madera de la
silla chocando fuertemente contra mis pantorrillas mientras me muevo.
Estoy segura que estaré magullada mañana, pero ahora mismo no siento
nada. Mi adrenalina está tan alta que por un segundo estoy segura que seré
capaz de abrir la ventana con solo las puntas de mis dedos.
Me giro, encontrando el mango detrás de mi espalda y tirando, una,
dos, tres veces, pero se niega a moverse, y el pesado panel permanece
firmemente cerrado.
Bajo mis pies, el piso comienza a vibrar y un momento después el
sonido de otro tren que se aproxima llena el aire. Miro por encima del
hombro, calculando hace cuántos minutos se fue Keri. No más de dos o tres,
pero es tiempo suficiente para que ella esté fuera del alcance del oído. Y con
suerte el ruido del tren ayudará a cubrir el sonido del vidrio rompiéndose.
Espero hasta que el murmullo se convierte en un rugido ensordecedor
y luego giro con fuerza, colocando la silla en un camino de colisión con la
ventana. El cristal vibra mientras repele la madera, enviándome tropezando
a la izquierda, pero regreso a la posición un segundo después. Estrello la silla
contra el cristal una y otra vez, hasta que mis hombros gritan y mis brazos
protestan por el impacto. Finalmente, en mi séptimo intento, el cristal se
agrieta. En el octavo, se rompe.
Sollozo con alivio mientras hago una rápida exploración de la
abertura. Hay algunos trozos de vidrio dentados que cuelgan de la parte
superior del marco de la puerta, pero hay más que suficiente espacio para
que pueda arrástrame a través de esta.
243

Arrastrando la silla detrás de mí, subo torpemente hasta la repisa y


salgo a la escalera de incendios, mi cabello agitándose alrededor de mi
Página

cabeza mientras me muevo en el camino del viento que sale del río. Una
mirada hacia abajo es suficiente para hacer que mi estómago se agite y mi
cabeza gire.
Mierda. Cinco pisos es más alto de lo que pensaba, y la escalera de
incendios es vieja, esta desvencijada y apenas se aferra al ladrillo que se
desmorona. La entrada a la escalera que conduce al piso inferior también es
estrecha. Tan estrecha que, mientras este atada a esta silla, no hay manera de
que pueda pasar.
—Entonces deshazte de la silla, Shane. Tienes esto —me murmuro a mí
misma, negándome a ceder a la desesperación.
Lo he hecho hasta aquí, maldita sea. Voy a bajar al suelo, lejos de este
lugar y de esta loca. El bebé y yo vamos a estar bien, y voy a tener la
oportunidad de decirle a Jake que lo amo, que lo amo, y que en los
momentos en que pensaba que iba a morir, los recuerdos de él son los que se
sentían más bellos y verdaderos.
Me giro hacia la ventana, mirando fijamente un trozo de vidrio roto
que parece estar justo a la altura de mis manos atadas. Arrastro la silla más
cerca de la ventana, me siento y retrocedo hasta que siento el fragmento
chocar contra los nudos, un aliento saliendo mientras golpea en el lugar
justo.
He empezado a moverme de adelante hacia atrás, lentamente cortando
a través de la gruesa cuerda, cuando una voz profunda dice mi nombre desde
el interior de apartamento y el alivio me inunda tan denso y rápido que hace
mi cabeza nadar de nuevo.
—¡Jake! —grito, sollozando en medio de su nombre. —¡Estoy aquí! ¡En
la escalera de incendios!
Con un fuerte empujón de mis pies, me doy la vuelta para mirarlo,
girando a tiempo para ver su hermoso rostro fundirse en una expresión de
profundo alivio. Y luego vislumbro un destello negro cuando Keri entra al
apartamento detrás de él, sacando su arma mientras se mueve. Mis labios se
separan para advertirle, para decirle que tenga cuidado, pero antes de que
pueda respirar, Keri levanta el arma, apuntando el cañón a mi pecho.
Y entonces todo parece suceder a la vez.
Jake se gira mientras los labios de Keri se retuercen con una mezcla de
244

dolor y rabia, y la pistola explota. Hay un estallido y un destello, que viene y


va tan rápido que no estoy completamente segura de lo que vi. Pero Jake es
Página

rápido, también. No tan rápido como la velocidad de la luz, pero lo


suficientemente rápido como para lanzarse hacia adelante mientras el arma
es disparada y tomar la bala dirigida a mí.
Golpea su pecho, y él se sacude con fuerza hacia la izquierda,
tambaleándose hacia atrás un paso, luego dos, antes de que sus rodillas
ceden y cae al suelo.
Keri deja caer la pistola y corre a su lado, gritando, gritos salvajes y
aterrorizados ahogados por el rugido de otro tren y el inhumano gemido de
sirenas calle abajo.
Unos minutos después, el apartamento está lleno de policías que
alejan a Keri de Jake y la esposan, pero Jake todavía no se mueve.
Una mujer policía car de rodillas a su lado, llevando gentilmente los
dedos a su cuello antes de gritar algo sobre su hombro mientras se quita el
abrigo. Enrolla la tela en una pelota, presionándola contra la herida de su
pecho. Pero todavía no se mueve.
Entonces de alguna manera soy libre y hay una manta pesada caliente
a mi alrededor, protegiéndome del frio, y una voz que me pregunta si estoy
herida, pero todo lo que puedo hacer es mirar a mi amante acostado
inconsciente en el suelo.
Está quieto, tan quieto, y las manos de la oficial están cubiertas de
sangre. Entonces ella está sacudiendo la cabeza y se ve triste. Demasiado
triste. Sus hombros caen, y cuando levanta su mirada hacia la mía, sus ojos
son crudos y llenos de dolor. Me dice que lo siente. Lo siente mucho. Y me
doy cuenta que una de las mejores personas que he conocido está muerta.
Está muerto, y nunca llegué a decirle que lo amaba, o que íbamos a
tener un bebé. Nunca llegué a decirle que su olor era hogar, o que sus ojos
eran el lugar más hermoso en el que estuve, o que estar con él me hizo sentir
como el lado bueno de la naturaleza humana podía ganar después de todo.
Pero no lo ha hecho.
El bien no ha ganado, y nunca lo hará. No para mí, ni para Jake, ni
para nuestro bebé, que nunca conocerá a su padre.
La brutal realidad de ello me golpea, y golpeo el suelo, tomando la
mano de Jake en la mía y aplastándola contra mi pecho mientras empiezo a
245

llorar tanto que estoy segura que nunca me detendré.


Página
38
Jake
Traducido por Kwanghs

Corregido por Jessica8591

Tomo los escalones que se dirigen hacia los túneles debajo de la calle
dos a la vez y alcanzo la plataforma del metro a toda velocidad, pero llego
demasiado tarde. El tren ya está alejándose, el ruido de las ruedas
volviéndose estruendoso mientras emerjo desde el hueco de las escaleras.
Mis músculos tensos se dan por vencidos mientras reduzco la
velocidad para caminar, mis manos cayendo a mis caderas y mi barbilla
bajando a mi pecho.
—Mierda.
Ya voy tarde, y ahora incluso voy a llegar más tarde. Los trenes en esta
línea siempre tienen al menos quince minutos de diferencia, sin importar lo
que el monitor anunciando el próximo tren entrante diga.
Miro arriba, pero la pantalla colgando del techo sobre la plataforma
está en blanco excepto por una línea de puntos que se dividen a través del
fondo como una elipsis interminable, indicando que la Autoridad de Tránsito
del Metro no tiene una jodida idea de cuándo vendrá el próximo tren.
No es una buena señal para mí de que llegaré con Shane a tiempo para
hacer nuestra reservación.
Maldiciendo la hora pico y la construcción de la línea del metro saco
mi teléfono de mi bolsillo y le escribo rápido a Shane un mensaje:
246

Perdí el último tren, princesa, y no hay nada viniendo en ningún


momento cercano. Parece que voy a llegar tarde.
Página
Lo siento.
Y estoy sintiéndolo. Mucho más apenado de lo que usualmente estaría
por algo más allá de mi control. El tiempo y la marea y el tren exprés no
esperan por ningún hombre, pero por alguna razón detesto que no conseguí
bajar las escaleras a tiempo.
Jodida realmente lo detesto.
Mi garganta está apretada y mi pecho duele mientras paseo de un lado
a otro en la plataforma vacía, poniéndome cada vez más ansioso e inquieto.
Maldigo otra vez y escribo otro mensaje para Shane:
¿Quieres ordenar por mí? De esa manera no tendrás que esperar.
Sabes que comeré lo que sea que ha estado en el fuego por más de unos
cuantos minutos.
Nada de ostras, ni siquiera preguntes, agrego con una sonrisa.
Continúo paseando, mirando la pantalla, esperando por un mensaje, o
incluso solo burbujas para indicar que Shane está escribiendo en respuesta.
Pero solo hay silencio.
Silencio del teléfono, silencio en la plataforma, silencio de la ciudad
arriba, aunque no estoy tan profundo bajo tierra. Debería ser capaz de
escuchar el ruido del tráfico, el pitar de los cláxones, el grito del chico sin
hogar al inicio de las escaleras haciendo lo posible para vender copias de los
periódicos semanales gratuitos que recolecta alrededor de la ciudad.
Pero no hay nada, y no hay otra alma a la vista.
Miro de un lado para el otro, pero estoy realmente, verdaderamente
solo, algo que no ha sucedido en todos mis años en la ciudad. Nunca he
estado en una plataforma por mí mismo, o al menos no por mucho.
Le doy vuelta a mi teléfono, revisando para asegurarme de que tengo
señal, y después golpeo el número de Shane. Tal vez no escuchó el tintinear
mientras los mensajes venían llegando. Ella escuchará su teléfono sonar,
especialmente desde que programó un cover punk rock de “Puff el Dragón
Mágico” como mi tono de llamada.
La idea me hace sonreír mientras el teléfono comienza a sonar.
247

Y sonar.
Página
Y sonar, quince o dieciséis timbrados después sin que la llamada se
vaya al buzón de voz o que Shane conteste.
Pulso el círculo rojo, terminando la llamada, y escribo otro mensaje:
Podría ser que solo estés alejada de tu teléfono, pero no puedo
sacudirme la sensación de que algo está mal. Escríbeme, ¿sí?
O llama. Me encantaría escuchar tu voz.
Espero un minuto y añado:
Shane, por favor, envíame un mensaje tan pronto como puedas.
Treinta segundos, entonces envío:
Necesito saber de ti, princesa. Necesito saber que estás bien. Estoy
preocupado.
Estoy al borde de estar completamente asustado, de hecho. No sé por
qué ella no estaría bien, no puedo recordar exactamente dónde vamos a
encontrarnos, pero sé que es en algún lugar en el centro de la ciudad, donde
hay un policía en cada esquina y…
Mis pensamientos trastabillan.
Un policía en cada esquina…
Un policía… La policía…
Por qué tengo esta disparatada sensación de que yo solo…
Me desplazo sobre mi lista de llamadas. La última llamada que realicé
fue al 911.
911 emergencia…
¿Cuál es su emergencia?
Mi boca se seca, y un escalofrío desciende por mi espalda como agua
helada fluyendo a través del hueco de mi espina.
¿Cuál es su emergencia?
Mi novia ha sido secuestrada. Puedo escucharme a mí mismo
hablando como si desde lejos, mi voz amortiguada. La mujer que se la llevó
248

tiene un arma. La acabo de ver en la siguiente dirección en Dumbo. Cuatro


dos cinco oeste…
Página

Todo está viniendo de regreso, encajando en su lugar…


Tomando el metro hacia Brooklyn y divisando a Keri cargando bolsas
en un auto sola. Llamando al 911 para suplicarle a la policía que vengan tan
rápido como puedan, y después corriendo arriba por las escaleras hacia el
apartamento. Escuchando la voz de Shane y sintiendo a la esperanza
desgarrar un hoyo en mi pecho mientras me daba cuenta que todavía estaba
viva.
Pero no era la esperanza desgarrando ese hoyo, ¿cierto?
Y ahora estoy frío, tan frío que se siente como si hubiera entrado en la
bañera de hielo en los vestidores después de un juego particularmente
violento. Mis dedos se entumecen y mi teléfono cae al suelo, pero no se
destroza en el azulejo.
No se destroza porque se ha ido.
Miro abajo, y el teléfono se ha desvanecido.
Por un segundo siento pánico, ahora no tendré ninguna forma de
contactar a Shane, pero en el fondo sé que ya es demasiado tarde.
Nunca voy a volver a ver a Shane. Nunca voy a hacerle el amor, o
decirle que ella es la mejor cosa que me ha sucedido nunca, o averiguar si
pudimos haberlo logrado. Si estábamos destinados, de la manera que se
sentía cada vez que nos tocábamos.
Todo eso son ahora cosas que sueño porque estoy en esta plataforma
esperando por un tren.
Y una vez que me suba al tren, nunca voy a regresar.
—No —digo, forzando la palabra a salir mientras mi garganta se
aprieta—. ¡No, no puedo ir! —Pero no hay respuesta a excepción de mi
propia voz haciendo eco en las paredes de azulejo del túnel.
Conduzco mis manos en mi cabello y resisto, luchando por mi
siguiente aliento. No estoy asustado; solo no estoy listo. No de esta forma,
con demasiado por terminar, sin ni siquiera saber si Shane está bien.
¿Detuve la bala? ¿La tomé por ella, o cortó a través de mí y la golpeó,
también?
El pensamiento me hace presionar mis puños helados en mis ojos
249

cerrados, pero eso no detiene a las imágenes de aparecer en la oscuridad.


Puedo ver todo desarrollarse, un florecimiento rojo a través del frente de la
Página
blusa azul cielo de Shane, sus ojos volviéndose grandes y después vacíos
mientras se desploma hacia delante en la silla en la que estaba atada.
Lo estoy viendo suceder, una vez y otra vez, viendo a Shane morir y
sabiendo que he fallado, cuando hay un crujido agudo y una voz robótica
sobre el altavoz anuncia:
—Tren llegando. Llegando.
Miro arriba hacia el monitor, succionando en un desesperado aliento.
Pero en lugar del tiempo de la llegada del tren en brillantes números rojos, la
pantalla está repleta con una imagen granular blanca y negra. La imagen de
un hombre, yo, yaciendo en un piso sucio con sangre toda sobre mi pecho y
Shane sosteniendo mi mano y llorando como si su corazón se estuviera
rompiendo. Como si ya estuviera roto porque me he ido y está sola.
Ella está sola ahí y yo estoy solo aquí y el tren está viniendo y todo está
mal. Tan jodidamente mal.
El piso retumba bajo mis pies y el aire se agita, señalando que el tren
está cerca.
Más cerca…
Pero todavía no está aquí, y esto no ha terminado hasta que camine a
través de esas puertas corredizas. Agarrándome fuerte al pensamiento, y a la
toda envolvente necesidad de llegar a Shane, me giro y echo a correr por los
escalones.
Dentro del hueco de las escaleras, está más oscuro de lo que recuerdo,
oscuro y sombrío, y mientras corro por las escaleras, entumecimiento
cosquilleando a través de mis muslos, puedo sentir ojos viéndome. Ojos
desde el techo, desde el piso, desde los espacios oscuros atrás de las luces
activadas por movimiento que no prestan atención al hombre luchando con
la gravedad y frío y la sofocante extraña sensación presionando en sus
hombros mientras él intenta regresar por el camino que vino. Las escaleras
de regreso que usualmente son de un solo camino, más allá de la
desinteresada mirada de otras cosas que se han atascado entre aquí y
cualquier cosa que hay.
Y en el sofocante aire cerrado en el hueco de las escaleras, que no hace
nada para detener el frío quebrando mis huesos, sé que a nada aquí le
250

interesa si logro subir las escaleras, o si abordo el tren, o si me siento en una


esquina oscura y decido quedarme un rato.
Página
En el gran alcance del tiempo, no soy nada. Nada… pero no en una
forma triste.
En una forma que significa que siempre hay segundas oportunidades.
Terceras oportunidades. Décimas y onceavas y centésimas oportunidades. Yo
soy energía, pura y eterna, ya en mi camino a ser reciclada.
Y está bien.
Está bien sentarse y descansar, o encontrar un asiento en el tren y
dejarle hacer el trabajo por un pequeño rato.
Mientras me fuerzo hacia arriba, el límite de mí mismo se difumina,
volviéndose resbaladizo y escurridizo, inseguro. Pero me agarro fuerte a
Shane, a la necesidad de verla, de tocarla, de decirle todas las cosas que fui
muy estúpido para decir cuando tuve la oportunidad.
Podría siempre haber otra oportunidad, pero no quiero esperar otra
vida o dos para encontrarla de nuevo. La necesito ahora, y ella me necesita.
No tuvimos el tiempo suficiente, no lo suficientemente cerca.
Y así que sigo corriendo, moviéndome con dificultad hacia la luz al
inicio de las escaleras, incluso mientras el viento remonta y la suciedad en el
piso rueda a mis ojos, haciendo mi visión hincharse y mis pulmones doler.
Corro los últimos cuantos pasos ciegos.
Ciego, y apenas soy capaz de sentir mis pies haciendo contacto con el
suelo, pero sigo yendo, luchando hacia delante a través del polvo y la
oscuridad y el frío, sabiendo que ella estará ahí para atraparme cuando salga
en el otro lado.
251
Página
39
Jake
Traducido por Camii.beelen

Corregido por Jessica8591

Hay un momento de opresión, de contracción, luego un silencio como


la captura antes de que inhalar se convierta en exhalar.
Y entonces hay dolor.
Demasiado jodido dolor.
Dolor sobre dolor mientras manos invisibles me levantan y una
máscara cubre mi nariz y boca.
Pero el dolor es bueno. El dolor es hermoso, porque el rostro de Shane
está sobre mí, y su mano en la mía. Ella está aquí, justo a mi lado en la
ambulancia, diciéndome que tengo que aguantar, que puedo hacer esto, que
puedo hacer cualquier cosa porque soy fuerte y ella me ama.
Ella me ama.
Ella me ama todo el camino hacia el hospital, a través de una cirugía
que apenas recuerdo, luego entrando y saliendo de los días que siguen,
cuando estoy febril pero frío, y siento manos ahumadas extendiéndose desde
ese otro lugar. Me golpean las plantas de los pies, rascan lugares que no
puedo alcanzar, y afilan sus uñas a lo largo del dobladillo de mi bata de
hospital, la que Shane dice que hace que se caliente porque no puede esperar
a verme caminar en ella con nada debajo.
Ella se ríe de la broma, y me rio con ella, a pesar de que duele. Mucho.
252

Especialmente al principio.
Página
Me rio, hablo y hago planes para el futuro. No giro mi cabeza o
alimento a las sombras. Las dejo hambrientas de mi atención, dando cada
partecita de ella a Shane, hasta absorber el milagro de estar vivo y
enamorado de ella. Apenas registro la noticia de que Keri confesó fingir los
moretones en su cuello, acosarme, amenazar y secuestrar a Shane, y una
serie de otras violaciones a la ley y a la decencia humana. Estoy contento de
que va a estar tras las rejas por un largo tiempo y que las personas que amo
están a salvo.
Filmo un sentido gracias de corazón a los primeros rescatadores que
salvaron mi vida, le aseguro al entrenador que volveré a estar en el hielo para
la próxima temporada, y presento a Shane a mi madre y mis hermanos con
un terrible budín y un peor café de la cafetería del hospital. La aman, por
supuesto, ella es intrínsecamente querible y discutiré con cualquiera que
piense diferente, y ella los ama.
Nos separamos con la promesa de reunirnos nuevamente para el Día
de Acción de Gracias en mi casa, ya que pasará un tiempo antes de que esté
listo para viajar, y Shane y yo nos quedamos dormidos en mi cama de
hospital, acurrucados juntos. Las enfermeras hacen la vista gorda porque
estoy casi lo suficientemente bien como para ir a casa, y estamos tan
locamente enamorados que pueden decir que no habrá ningún razonamiento
con ninguno de los dos.
Shane espera hasta el día que nos estamos yendo del hospital, saliendo
a las primeras brillantes y aireadas ráfagas del invierno, para contarme sobre
el bebé.
—¿Estas embarazada? ¿Estamos embarazados? —Parpadeo, alejando
un copo de nieve que aterriza sobre mi párpado, pensando que debo haberla
oído mal—. ¿Cómo? ¿Cuándo? Pensé…
—Mi DIU se salió y no me di cuenta —dice ella, un tirón nervioso en su
voz—. Lo siento mucho. Sé que esto es un shock. He tenido tiempo para
pensar en todo, y estoy muy contenta ahora, pero el día que lo descubrí, me
balanceé en una esquina durante una hora. Así que siéntete libre de estar
sorprendido o asustado o enojado o…
—¿Por qué estaría enojado? —Aún estoy teniendo un duro momento
haciéndome a la idea sobre esto, “sobre un bebé”, pero sé que no estoy
253

enojado.
—¿Porque te dije que estábamos protegidos y no lo estábamos? —Ella
Página

aprieta sus manos entrelazadas debajo de su barbilla—. ¿Y porque no te lo


dije durante dos semanas? Juro que te lo hubiera dicho antes, pero no quería
hacer nada que te estresara cuando necesitabas tu energía para sanar. Te vi
muerto una vez, y realmente nunca, jamás, jamás quiero ver eso de nuevo.
Sonrío.
—Yo tampoco.
—¿Entonces lo entiendes? —pregunta suavemente—. ¿Por qué no te lo
dije?
—Por supuesto. —El dolor en mi pecho, el cual ha sido mi constante
compañero durante las últimas dos semanas, se desvanece cuando el calor se
propaga a través de mi cuerpo—. Un bebé, ¿eh?
Ella asiente, una sonrisa tentativa curvando sus labios.
—Sí. La primera cita con el médico es el lunes. Deberíamos ser capaces
de ver los latidos del corazón si, sabes… si quieres venir conmigo.
Un sonido indignado, algo entre una burla y un gruñido, estalla de mis
labios mientras me estiro, acercándola.
—¿Si quiero ir contigo? ¿Estás loca, mujer?
Su sonrisa encuentra su apoyo, extendiéndose a través de su hermoso
rostro.
—Tal vez un poco. Ya estoy segura que es una niña, y quiero nombrarla
Cersei.
—Es un buen nombre. —La abrazo más fuerte, poniéndome más duro
mientras sus curvas se presionan contra mí y la noción de que está llevando
mi bebé se profundiza completamente.
—Es de Game of Thrones. Ella es una despiadada y asesina perra.
Inclino mi frente más cerca de la suya.
—Bien. Vamos a llamarla Cersei Medusa Salomé, un nombre bien
espeluznante para mantener a todos los chicos alejados.
Ella se ríe, su aliento caliente contra mis labios.
—Te amo.
254

—Yo también te amo —digo, mi corazón tan lleno que no estoy seguro
que sea posible ser más feliz.
Página
—Pero bromas aparte, no tenemos que tomar grandes decisiones
ahora. Sobre nombres, o cualquier otra cosa. Tenemos tiempo para pensar,
planificar y ver cómo queremos hacer esto.
—¿Hacer qué? —pregunto—. ¿Ser una familia?
Sus labios apretados, y sus ojos comienzan a brillar.
—¿Quieres ser una familia? ¿De verdad?
—Por supuesto que sí. —Beso su fría mejilla, deseando que ya
estuviéramos de regreso en mi casa para poder besarla en cualquier otro
lugar—. Estoy locamente enamorado de ti, Shane Willoughby, y no puedo
esperar para conocer a nuestro bebé. Claro, no estaba esperando conseguir el
paquete completo, una caliente y sexy esposa y una dulce pequeña niña, tan
pronto… pero la gente siempre me está diciendo que soy un bastardo
afortunado.
—Soy una bastarda afortunada —dice ella con una risa y una corta
inhalación—. No puedo creer que seas realmente mío.
—Todavía no, no lo soy. —Limpio una lágrima de su mejilla con mi
pulgar—. Tienes que poner un anillo en esto, princesa. Quiero una boda de
invierno, y tú, desnuda bajo el árbol en la mañana de Navidad.
—Hecho —susurra. Luego me besa, y es dulce y sexy y todo lo que
alguna vez necesitaré. Esta mujer es mi hogar, mi corazón, y no puedo
esperar a prometerle todos los días del resto de mi vida.
—Consigamos un taxi —murmuro contra sus labios—. Necesito llevarte
a casa y debajo de mí. Estoy encontrando la noticia de que estás embarazada
de mi bebé jodidamente sexy en realidad.
—De ninguna manera —dice con una carcajada—. Has oído al doctor.
Ninguna actividad extenuante por al menos otra semana o dos.
—Entonces puedes estar arriba.
—No. —Ella se aleja, apuntando un dedo firme hacia mi pecho, a
centímetros de donde la bala de Keri casi golpeó mi corazón—. No hay sexo,
eso es definitivo.
—Pero mi polla está totalmente lista para esto —insisto.
255

Ella arquea una ceja.


Página

—Tu polla es una idiota.


—Una idiota por tu dulce, dulce coño. —La atraigo de vuelta a mis
brazos mientras ella sacude la cabeza con un largo suspiro—. Hablando en
serio. Me estoy sintiendo mucho mejor. Apenas duele abrazarte ya. Puedo
hacer esto. No soy tu víctima de disparo normal, Willoughby. Mi cuerpo es
una máquina de alto rendimiento perfectamente afinada.
Ella revolea sus ojos, pero puedo sentir su resolución debilitándose
mientras mis dedos se curvan en sus caderas a través de su jean.
—Estás desesperado.
—No, no lo estoy. —Una ola de gratitud me golpea fuerte, del modo
que aquellas lo hicieron esos días, desde que luché mi camino de regreso a
esta mujer—. Todo lo que tengo es esperanza. Y es todo gracias a ti.
Nos besamos un poco más, y ella llora un poco, y tal vez yo también.
No estoy seguro. Solo sé que la amo más que nada, y necesito mostrarle,
necesito sentir su piel caliente contra la mía y saber que no hay nada entre
nosotros.
Nos besamos en la parte de atrás del taxi de camino a mi casa, y para el
momento en que el ascensor llega arriba, no tenemos más remedio que
desnudarnos en el momento en que cruzamos la puerta. Es la más prudente
y cuidadosa follada de mi vida, pero también es la más bella. Hago el amor
con mi hermosa, sexy, maravillosa y extraordinaria chica, y cada vez que la
hago venir es una celebración, una victoria, una confirmación de que todo
está bien otra vez con el mundo.
Por ahora y siempre.
256
Página
Epílogo I
Traducido por Gigi D y LizC

Corregido por Jessica8591

Dieciocho meses después.

De los mensajes entre Shane Willoughby Falcone y Catherine


“Cat” Knight.

Cat: ¿Estamos seguras de que esto es una buena idea?


¿Dos bebés en un partido ruidoso, y posiblemente decisivo
para la copa Stanley? ¿Y sin papás para ayudar, dado que
Aidan trabaja y Jake estará en el hielo?
Shane: ¡Sí! ¡Es una idea brillante! Es un juego
vespertino, por lo que es posible que los chicos estén
dormidos gran parte del partido. El rugido de una multitud es
extrañamente relajante para los pequeños, como una máquina de
ruido blanco gigante.
Cat: ¿Y si deciden que es más divertido gritar que
dormir? Entiendo que Cersei es un ángel que solo se expresa
con dulces soniditos y suspiros, pero Shane no es tímido
cuando se enoja.
Shane: Eso es porque lo nombraron en honor a un vaquero
increíble. Y por mí *Emoji de guiño* por cierto, cada vez que
lo recuerdo me pongo feliz.
257

Cat: Sí, bueno, eres de mis personas favoritas. Y era


eso o Jim en honor al padre de Aidan, y sin importar cuánto
Página

quiera a Jim, no podría haber nombrado al fruto de mi vientre


Jimmy Jr.
Shane: Comprensible. ¿Entonces queda confirmado el
sábado? ¿Nos vemos afuera del Garden a las dos? Sabes que
mucha gente mataría por estas entradas, ¿cierto? Son buenas,
Catherine. Podremos ver la sangre y la saliva volando…
Cat: No es justo. Sabes cuánto amo los deportes y la
violencia. Añádele un grupo de hombres de rostros peludos que
se niegan a afeitarse y básicamente me ofreces mi droga.
Shane: Jaja. ¡Entonces ven! ¡Será divertido!
Cat: de acuerdo, pero si Shane se pone molesto, me
reservo el derecho de abandonar el barco sin que te enojes
conmigo por desperdiciar una entrada ridículamente cara.
Shane: Nunca me enojaría contigo por algo así. Y Shane
no se pondrá molesto. Si lo hace, lo sentaré en mi falda
junto a Cersei. Ella lo calmará. Sabes que tiene un don con
los bebés.
Cat: Le dije eso a Aidan, de cómo ninguno de los bebés
llora en la clase de yoga maternal mientras Cersei está en el
cuarto. Él cree que solo es una coincidencia.
Shane: Oh, Aidan. ¡El de la poca fe! Pero lo haremos
creer cuando llegue el segundo. Cersei mantendrá felices a
Shane y el Bulto Aún Sin Nombrar en las fiestas y no podrá
negarle sus poderes mágicos.
Cat: ¿Recuérdame por qué pensé que sería una buena idea
embarazarme de nuevo menos de un año después de que naciera
Shane?
Shane: Yo tenía entendido que fue un accidente…
Cat: Hermana. Realmente lo fue. A veces odio tener un
marido tan ardiente…
Shane: ¿Verdad? Es lo peor.
Cat: Realmente lo peor. Nos vemos pronto, mamá. Dale un
beso a Cersei de la tía C.
258

Shane: Lo haré, dale un arrumaco a Shane por mí.


Página

Cat: ¡Hecho! Te veo el sábado.


***

Shane
Es un hecho que todas las madres creen que sus bebés son los mejores
y los más bonitos. También es un hecho que mi hija realmente es la más
linda y la mejor.
Desde su nacimiento, cuando salió al mundo con sus labios rosados
fruncidos en un puchero adorable y una mirada de “así que nos estamos
conociendo, mundo real” en sus grandes ojos oscuros, me enamoré.
Cersei Allison Falcone no solo es hermosa por fuera; es la beba más
dulce, más feliz, más adorable de todo el mundo. Se despierta riendo cada
mañana y se duerme en el pecho de su papi todas las noches que él está en
casa, sonriendo como si hubiera descubierto el secreto para una vida larga y
feliz.
Y quizás lo ha hecho.
Quizás todas esas noches en que Jake y yo nos mantuvimos despiertos,
con él pasándome crema de coco en mi creciente estómago mientras
soñábamos en voz alta con todas las cosas que queríamos para nuestro bebé,
hicieron efecto. Quizás nuestras palabras atravesaron mi piel, empapando a
mi hija en amor puro.
El amor, claro, es el secreto de la felicidad. Saber que no hay nada
demasiado grande ni demasiado temible para enfrentar siempre y cuando al
llegar a casa tengas alguien que te ama exactamente por cómo eres, un
hombre que daría su vida por la tuya, porque ya lo ha hecho.
Y aunque parte de mí egoístamente extraña esos días pasados, cuando
Jake estaba en su receso mientras se recuperaba y nosotros podíamos estar
juntos todo el tiempo, estoy orgullosa de su regreso. Jake “el dragón”
Falcone siempre será mi héroe, sin importar cuántos juegos gane o pierda,
259

pero no puedo negar que oír un estadio entero vitoreando a mi marido


mientras juega en lo que podría ser el juego decisivo de la copa Stanley es
Página

bastante divertido.
—No puedo creer que sigan durmiendo —Dice Cat, alzando la voz para
hacerse oír sobre los fanáticos que nos rodean.
—Te lo dije. Las multitudes hacen magia. —Sonrío hacia donde se
encuentran Shane y Cersei roncando en sus asientos de auto a mi derecha.
Son opuestos totales, Cersei con ojos y cabello oscuro, Shane con su piel
pálida y el cabello rubio que heredó de un familiar desconocido; pero ambos
son perfectos, y espero que siempre sean los mejores amigos.
De repente, un gemido de dolor se siente en nuestro lado de las gradas,
quitando mi atención de los bebés. Alzo los ojos a tiempo para ver al arquero
de los Rangers girar la cabeza con incredulidad mientras el disco rebota
contra la red detrás de él.
¡Maldición! Ahora están empatados. Es el final del tercer período con
menos de un minuto en el reloj. Lo que significa que el próximo gol define el
juego, y ya no está definido para los Rangers.
Se puede sentir la tensión aumentando entre la multitud, silenciando
el rugido ensordecedor que había sido constante desde que nuestro equipo
sacó la ventaja en el primer período y la mantuvo el resto del partido. Un
silencio invade las gradas. Cruzo los dedos, incluso los de mis pies,
doblándolos dentro de mis botas.
Sé que Jake se recuperará si pierde, pero realmente esperaba poder
llevar a mi hombre a cenar un filete de celebración esta noche. Ha trabajado
tan duro para volver con más fuerza y mejor que nunca, y quién sabe cuándo
tendrán otra posibilidad de ganar la copa.
Veo a Jake palmear a West y otros compañeros de defensa en la
espalda mientras los dos equipos patinan a su posición al centro del hielo,
manteniendo los ánimos elevados como ha sido todo el juego. Mientras se
ubican, nuestra zona de las gradas está tan silenciosa que se puede oír a
Shane respirando dormido. El réferi deja caer el disco, y el otro equipo lo
gana, deslizándose por el hielo, pero antes de que su número seis avance
mucho, Jake rodea a otro defensor para robar el disco.
Un grito de esperanza recorre las gradas como una ola, mientras Jake
presiona hacia el arco y los otros se alinean junto a él.
—Por favor, por favor, por favor —murmuro, conteniendo el aliento
260

mientras Jake pasa el disco, lanzándoselo a Ridgeway, quien lo dispara


pasando al arquero y dentro de la red del arco.
Página
Las gradas explotan con gritos y vítores. Cat y yo estamos saltando, y
las chicas a nuestro lado gritan, y el hombre frente a mí llora mientras su hijo
le palmea la espalda.
Y por supuesto, los bebés siguen durmiendo.
Los equipos vuelven a enfrentarse, pero con solo veinte segundos en el
reloj, los Rangers presionan al otro equipo y les quitan cualquier posibilidad
de remontar. Y entonces ha acabado todo menos los gritos, los del otro
equipo y las lágrimas de felicidad de este hombre porque quería ver otra
copa ganada con desesperación antes de que se tuviera que ir patinando al
gran estadio del cielo.
Fanáticos de deportes. Siguen siendo una especie extraña para mí,
pero no puedo negar que se siente bien ser parte de este momento, de esta
victoria, de esta porción de la historia de los deportes que siempre incluirá
un pase de primera completado por mi propio dragón.
—Estoy tan contenta de haber venido —dice Cat a medida que
empujamos los cochecitos hasta el salón familiar, donde nos reuniremos con
Jake una vez que haya terminado con la explosión de entrevistas después del
juego—. Fue muy divertido.
—¡Me alegro! —digo, luego frunzo el ceño cuando veo una cara familiar
en la multitud. Levanto un brazo—. ¡Hillary! ¡Hola, es Shane! —Guio el
cochecito en su dirección, inclinándome para empujarla en un abrazo, riendo
cuando el plátano en su sombrero temático de cesta de fruta choca con mi
barbilla—. ¿Desde cuándo te gusta el hockey?
—Desde nunca —dice Hillary con un resoplido—. Un juego terrible y
violento. Solo estoy aquí para ayudar a Catherine con los bebés.
Mis cejas se fruncen mientras disparo a Cat una mirada aguda por
encima de mi hombro.
—¿Qué es esto? ¿Qué están tramando ustedes dos?
—Vamos a llevar a Cersei a mi casa —dice Cat, con una sonrisa
malvada curvando sus labios—. Jake tiene algo especial planeado para ti. Y
de todos modos, tengo que practicar el cuidado de dos bebés a la vez.
—Voy a ayudar a cambio de un tatuaje gratis de parte del marido de
261

Cat —dice Hillary, inclinándose para rozar un dedo sobre el vientre redondo
de Cersei—. Oh, Dios mío, cariño. Estás aún más hermosa que la semana
Página
pasada. Voy a tener que entrenar a los monos de ataque voladores para
mantener a los chicos lejos cuando ella crezca.
—También estaba pensando en los monos de ataque voladores —digo,
todavía con el ceño fruncido—. ¿Y desde cuándo quieres un tatuaje?
—Desde mi último cumpleaños. —Cersei sonríe dormida, convocando
una sonrisa igualmente bienaventurada de Hillary—. Conseguir mi primer
tatuaje a los noventa será una gran historia en la próxima gala del Met.
—Tus maletas están llenas, y Jake trajo las cosas de Cersei esta
mañana. —Cat palmea mis manos, que todavía están aferradas en el
cochecito en un apretón de muerte—. Puedes hacerlo. Cersei estará rodeada
de amigos, y Jake y tú merecen una verdadera luna de miel. Una sin heridas
de bala o náuseas matutinas.
—¿Una luna de miel? —Me muerdo el labio. El pensamiento del
tiempo a solas con el esposo que el hockey me ha robado durante los últimos
meses es bastante emocionante—. ¿Vamos a una playa? Por favor, dime que
es una playa.
Hillary sacude un dedo.
—No diremos nada. Es su sorpresa. —Toma el mando del cochecito y
de alguna manera encuentro la fuerza para besar la dulce mejilla durmiente
de Cersei y luego lentamente… me alejo.
Amo a mi hija, y no hemos estado separadas ni un día desde que ella
nació, pero necesito tiempo a solas con su papá, lo necesito más de lo que me
di cuenta hasta que Hillary y Cat se fueron, dejándome para encontrar mi
camino al salón por mi cuenta, con una alegría vertiginosa llenando mi
pecho. Llego al mismo tiempo que varias de las otras esposas y novias y paso
los próximos veinte minutos charlando con mujeres que se han convertido
en una familia extendida para mí.
Jake ha traído tantas cosas encantadoras a mi vida, pero ninguna
mejor que el hombre mismo, el hombre que se dirige en línea recta hasta mí
tan pronto como llega al salón, como si no hay otra persona en la habitación.
—Felicidades. —Me deslizo en sus brazos, abrazándolo fuertemente—.
Todavía lo tienes, dragón.
262

Me besa en la parte superior de la cabeza.


—Entonces, ¿las dejaste llevarse el cochecito? Aposté con Cat que te
Página

negarías a dejar a Cersei fuera de tu vista.


Inclino mi cabeza hacia atrás, encontrando su mirada a medida que
me deleito con la vista divina de mi esposo sin la barba sarnosa que ha
estado creciendo durante semanas.
—Amo a nuestra hija más que a la vida misma, pero me convenciste
con la luna de miel. —Me inclino, añadiendo en un susurro solo para sus
oídos—: Dime que vamos a la playa y te chuparé la polla como si fuera mi
único trabajo, tan pronto como aterricemos.
Su sonrisa se vuelve malvada en los bordes.
—Bali. Tú y yo. Cinco noches en un bungalow en una playa privada.
Suspiro, emoción y nerviosismo mezclándose en mi pecho.
—Cinco noches. ¿Crees que estará bien tanto tiempo sin nosotros? ¿No
creerá que la hemos abandonado?
—Cersei es la persona más feliz que he conocido alguna vez —dice
Jake—. Y tendrá a bebé Shane, Fifi, Biscuit, una tía y un tío dedicados, y una
abuela de alquiler loca para mantenerla ocupada. Estará bien.
Tarareé pensativamente.
—¿Sabías que Hillary se va hacer un tatuaje?
—Escuché eso —dice—. Espero que elija una calavera y unas tibias
cruzadas en su bíceps. Ese sería un buen aspecto para ella.
Sacudo la cabeza.
—La amo tanto. Quiero ser como ella cuando sea grande.
Él sonríe.
—Creo que hay muchas posibilidades.
Me relajo contra él, dejando que su olor fresco de la ducha se
arremoline en mi cabeza.
—Jesús. Estoy tan contenta de que hagamos esto. Pero hay un
problema.
—¿Qué pasa? —pregunta, dejando caer una mano descaradamente
para agarrarme el trasero.
263

—Hay gente aquí, ya sabes —dije arqueando una ceja—. Gente con
ojos.
Página
—Entonces deberíamos salir de aquí —dice, sin mover su mano—.
Necesito un poco de tiempo con tu exquisito trasero.
—Estoy de acuerdo, pero mi exquisito trasero va a perder mi cita con
mi ginecobstetra la próxima semana. Eso significa que nos tocan condones,
dragón.
Él se encoje de hombro.
—O no.
—O no —repito, una sonrisa deslizándose por mi rostro a medida que
huelo lo que él está cocinando—. Señor Falcone, ¿estás diciendo que quieres
volverme a embarazar?
—Bueno, me gusta hacer bebés contigo. —Él se encoge de hombros, el
calor arrastrándose en sus ojos oscuros—. Pero podemos seguir con la
práctica si no estás lista. Follarte con un condón es todavía más excitación de
la que puedo manejar.
Me muerdo el labio a medida que me presiono más cerca de mi esposo
absolutamente ardiente, la hinchazón reveladora contra mi muslo
haciéndome ansiar estar a solas con él.
—No, estoy lista. Tan lista que me gustaría que pudiéramos empezar a
intentarlo ahora mismo.
—¿En este momento, dices? —Su mano se apoya en la parte baja de mi
espalda, empujándome contra su polla—. Porque conozco cierto armario de
provisiones desierto y tenemos una hora para matar antes de que tengamos
que dirigirnos al aeropuerto.
Dejo caer mi mano, entrelazando mis dedos con los suyos.
—Muéstrame. Ahora.
Diez minutos después, hemos escapado. No mucho después, mis
pantalones y bragas están en el suelo de un armario extremadamente limpio
que huele apenas débilmente al limpiador de pinos (mis cumplidos al
personal de limpieza de Madison Square Garden) y mis piernas están
envueltas alrededor de las caderas de mi esposo mientras Jake empuja
dentro de mí, desnudo, caliente y tan duro que casi me vengo con ese primer
empuje profundo.
264

Pero no lo hago. Aguanto, sin querer correrme demasiado pronto, sin


Página

querer perderme hasta que lo veo acercarse al borde conmigo.


—Maldición, te sientes demasiado bien —dice, besándome entre cada
palabra—. Me encanta lo húmeda que estás, húmeda y apretada alrededor de
mi polla.
—Te amo desnudo. —Me froto contra él a medida que él se conduce a
casa, fijándome entre su cuerpo fuerte y la pared detrás de mí, haciendo girar
mi cabeza y apretando mi coño con fuerzo—. Dios, estoy casi allí.
—Vamos, princesa —dice, embistiendo más fuerte, más rápido—.
Vente para mí. Déjame sentirte ir.
Clavo mis talones en los gruesos músculos de su trasero mientras él
me monta, y un momento después exploto, viniéndome tan fuerte que
hubiese caído si no fuera porque Jake me sostiene. Pero él me está sujetando
y conduciéndose tan profundo que apenas puedo respirar. Y entonces de
repente estoy allí de nuevo, la sensación de él hinchándose dentro de mí
disparando el interruptor una segunda vez.
Esta vez nos corremos juntos, el cuerpo de Jake pulsando dentro de mí
hasta que estoy tan llena de él que no hay nada más en el mundo. Nada, y
nadie, sino este hombre mío.
—Buen recorrido de prueba —dice un momento después, todavía
recuperando el aliento—. Pero no creo que el momento sea correcto.
Tendremos que intentarlo de nuevo cuando aterricemos.
—Justo después de aterrizar. —Sonrío contra su boca cuando me da un
beso—. Y otra vez esa noche y a la mañana siguiente.
—Y la noche después de esa —tararea suavemente, haciendo vibrar mis
labios—. Dios, te amo.
—También te amo —digo, abrazándolo—. Pero si sucede,
probablemente deberíamos decirle a la gente que nos embarazamos
nuevamente por accidente. Si saben que intentamos deliberadamente el
número dos cuando Cersei ni siquiera tiene un año, pensarán que estamos
locos.
—¿A quién le importa? —dice, besándome otra vez—. ¿A quién le
importa lo que piensen los demás? Voy a follar tantos bebés en ti como
queramos, princesa, y el resto del mundo puede mantener sus narices fuera
de esto.
265

Me estremezco.
Página
—¿Está mal que oírte decir eso sería suficiente para mojarme si ya no
lo estuviera?
Sus ojos se estrechan.
—¿Entonces quieres que te tome de nuevo? ¿Es eso lo que dices,
señora Falcone? ¿Necesitas mi pene otra vez en el armario de suministro?
Asiento lentamente, sosteniendo su mirada con lo que sé es una
mirada traviesa en mi rostro.
—Sí, señor Falcone. Siento molestarle, pero voy a necesitar que me
folles de nuevo. ¿Ahora mismo, si es posible?
—Ya estoy otra vez duro de solo pensar en ello —dice, alcanzando la
parte inferior de mi camiseta manga larga—. Pero esta vez quiero tus tetas en
mi boca. Quiero morder tus pezones mientras me montas.
—Eso suena jodidamente encantador —le digo, y lo hace.
Y así es.

***

Y nueve meses después, cuando nació nuestra segunda hija, Hillary


Medusa Falcone, una niña de cuento de hadas con los ojos oscuros de Jake,
mi piel pálida y mechones de cabello rizado casi blanco que su hermana
algún día querrá trenzar; sé que nunca me voy a cansar de esto. Ni de este
hombre, ni nuestra familia, ni hacer el amor ni de los bebés con mi mejor
amigo.
Soy una mujer afortunada. Tengo todo lo que siempre he querido,
excepto…
—Un niño —susurro más tarde esa noche en el hospital, cuando Jake,
Hillary y yo estamos todos acurrucados juntos en una cama demasiado
pequeña para todos—. La próxima vez tendremos un niño y luego podremos
parar.
Jake roza una suave mano sobre la cabeza durmiente de Hillary con
266

una sonrisa, y luego me besa y es toda la respuesta que necesito. Cualquiera


que sea el futuro, estaremos juntos, con nuestras chicas y todas las otras
Página

almas dulces que decidan unirse a nosotros, y será mucho más que bueno.
Será increíble, igual que mi dragón.
267
Página
Epílogo II
Traducido por LizC

Corregido por Jessica8591

Nueve años después.

Y ahora algo de Cersei Allison Falcone.

Queridos papá y mamá,


Primero, ¡¡feliz jubilación, papá!!
Me encanta verte jugar al hockey, pero me encantará tenerte en casa
todo el tiempo aún más. No puedo esperar a que me ayudes a pasear a
Biscuit y Snarl en el parque y a llevar a Hillary, Wyatt y a mí a la escuela
todas las mañanas.
No solo vas a ser una gran compañía, sino que finalmente serás capaz
de ver por ti mismo que Hillary es en su mayoría malvada y no se le debería
permitir incluso objetos semi afilados como su espada de plástico o estrellas
ninjas. Te lo digo, papá, mamá tiene razón: heredé todo lo dulce, Hillary
heredó todo lo salado. Cuidado con ella. Te va a sacar más canas de las que
ya tienes.
Además, a los gemelos les encantará tenerlos a ambos para que los
lleven a clases de natación. Sabes que Jackson se enoja cuando tiene que
sentarse para que mamá pueda ayudar a Jamison con su tabla. Dos padres,
uno para cada niño de tres años, van a reducir los niveles de estrés el sábado
por la mañana en un montón.
268

¡Así que gracias por eso!


Página
No soy una fanática del estrés y, a veces, cuando solías irte debido a los
juegos a distancia y nana Gibbons vino a cuidarnos mientras mamá se
ofrecía en la clínica veterinaria, todo se volvió tan caótico y escandaloso con
tantos gritos por aquí que no podía ni oír mis pensamientos. Y como pensar
es una de mis cosas favoritas, eso no fue muy divertido.
Soy una pensadora, papá. Mamá, sabes que esto es cierto, y me dices
todo el tiempo que es una de las cosas que más te gustan de mí.
Bueno, me encanta todo de ustedes dos, ¡y me alegra que sean mis
padres! Me siento afortunada todos los días, y quiero que lo sepan. Han
hecho un buen trabajo y no cambiaría a ninguno de mis hermanos o
hermanas, ni siquiera Hillary, por nada en el mundo.
Y es una gran noticia lo del bebé. Me alegra que las pruebas salgan
bien y Catherine va a estar bien, a pesar de que mamá es un poco vieja para
seguir teniendo más hijos.
Eso es genial, una gran noticia…
Pero, ¿no creen que es hora de calmarse después de que nazca Cat? Es
decir, seis niños y dos perros en diez años es mucho, chicos.
E incluso con las renovaciones, no hay manera de que vaya a evitar
compartir una habitación con Hillary si esta familia se vuelve más grande. Y
sé que los chicos ya están compartiendo, pero realmente no entienden lo
seria que soy sobre Hillary siendo una amenaza para mi bienestar. Es la
única persona a la que no puedo calmar, por mucho que lo intente, y vivir a
tiempo completo con esa niña podría darme una úlcera. Y no necesito una
úlcera a esta altura vulnerable de mi vida, cuando estaré en la escuela media
antes de que lo sepa.
Así que, por favor, padres que tanto amo, muchísimo, consideren
poner fin a esto de tener bebés. Seis es un bonito y redondo número par, y
todos los niños que cualquier persona razonable podría necesitar.
Con todo mi amor.
Cersei.

FIN
269
Página
Próximo Libro
¿Y si hubiera un hombre (un
maravilloso, brillante y condenadamente
sexy hombre) que estuviera destinado para
ti?
Sí, bueno, no lo hay. El amor es una
caminata dura en una montaña nevada
infestada con pumas rabiosos, y el amor
destinado-a-ser es solo una mentira.
Aprendí eso de la manera difícil cuando
todos mis sueños románticos se
convirtieron en humo, y el chico que
amaba se alejó sin mirar hacia atrás.
O eso pensaba…
***
Siete años atrás, el Destino me arrancó de la única chica que siempre
he amado. Ahora Addie y yo estamos aislados en un romántico refugio de
montaña, bebiendo chocolate alrededor del árbol del Día de San Valentín, y
no hay forma de que la deje escaparse de mí de nuevo.
De una manera u otra, le demostraré a Adeline que pertenecemos
juntos.
Puede que ella no crea en el amor, pero yo lo hago, y voy a usar cada
sexy y perversa arma a mi disposición para convencer a mi chica de que
estamos destinados a ser.
¿La mejor parte de tratar de ganar a la que se escapó? Sé exactamente
lo que la hace reír, lo que la hace derretirse, y lo que la hace retorcerse…

Magnificent Bastard #4
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Sobre la Autora
Lili Valente ha dormido bajo las estrellas en Grecia, cenado a media
noche con hombres franceses en quienes no se podía confiar que mantengan
la boca en su comida, y caminó sola a través de la zona roja de Múnich
después del anochecer y vivió para contarlo.
En estos días, puedes encontrarla escribiendo en una tienda de
campaña junto al mar, bebiendo agua de coco y teniendo pensamientos
deliciosamente sucios.
Visítela en: www.lilivalente.com
271
Página
Créditos
Moderación
Camii.beelen
LizC

Traducción
Beth B. Gigi D Lyla
Brisamar58 Jeyly Carstairs Rihano
Camii.beelen Kwanghs Smile.8
Cat J. B Lauuz VckyFer
Feer:) LizC

Corrección
Bella’ Jessica8591 LizC
Disv Simoriah

Recopilación y revisión
Indiehope y LizC

Diseño
272

Orwzayn
Página
Página
273

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