A43 História e Teoria

da Conservação
e Restauro
8º sem. 2020/21,
docente: Doutora Mariana Correia.
alumno
1046-20: Jose Manuel Barbosa Pereira.
E.13 / 21.05.2021
Tema 6.
Cartas e Convenções Internacio-
nais do Património. #Olloqui3.
Normas de Quito (1967); Declaração de Nairobi
(1976); Carta de Washington (1987); Carta de
Lausanne (1990); Carta do Património Vernácu-
lo Construído (1999); Carta do Turismo Cultural
(1999); Carta de Cracóvia (2000); Carta de Vic-
toria Falls (2003).
 8º sem. 2020/21,
docente:
Dª Mariana Correia.
alumno
1046-20:
Jose Barbosa.
E.13 / 21.05.2021
Tema 6.
Cartas e Convenções In-
ternacionais do Patrimó-
nio. #Olloqui3.
Normas de Quito (1967); De-
claração de Nairobi (1976);
Carta de Washington (1987);
Carta de Lausanne (1990);
Carta do Património Verná-
culo Construído (1999); Carta
do Turismo Cultural (1999);
Carta de Cracóvia (2000);
Carta de Victoria Falls (2003).
História e Teoria da Conservação e Restauro
A43
Las cartas internacionales sobre patrimonio
reciben el nombre de la ciudad que acoge
los actos que instruyen la publicación de
las mismas y se relacionan en algunos ca-
sos con la realidad próxima de estos em-
plazamientos. En el caso de las Normas
de Quito (1967) la reunión obedece a la
preocupación por el abandono de los mo-
numentos debido al empobrecimiento de
varios países de América Central y América
del Sur. La Carta expone por primera vez
un hecho fundamental que apuntala desde
una perspectiva económica, la necesidad
de conservación del patrimonio cultural, in-
cidiendo en el valor económico de los mis-
mos y la posibilidad de que se constituyan
en instrumentos de progreso. En el caso
de Olloqui 3 de rehabilitación y ampliación
de las Casas de Francisco Álvarez, obra del
arquitecto Jenaro de la Fuente resulta in-
dudable que, en la viabilidad económica del
proyecto, la conservación y restauración del
inmueble original, así como la reconstruc-
ción de las partes dañadas constituye un
elemento valorizador. Si el edificio declara-
do en ruina técnica hubiese sido demolido
como solicitaba la Gerencia de Urbanismo
del Concello de Vigo para ser sustituido por
una obra nueva esta habría partido con un
valor de tasación inferior. Por otro lado, en
la Carta se subraya la idea de espacio como
inseparable del concepto de monumento
para la extensión de la protección al con-
texto urbano y al ámbito natural que los de-
fine. Esta relación al ambiente también cabe
relacionarla con el valor económico del bien
ya que la conservación del patrimonio y su
contexto supone una doble revalorización
del mismo ya que si el bien inmueble de ca-
rácter patrimonial posee un valor económi-
co en sí mismo, dentro del marco ambiental
en el que cobra sentido este valor es mayor
y redundando en el confort de sus habitan-
tes y usuarios. Este es el claro ejemplo de
Olloqui 3 en el que imbuido en el ambiente
del Ensanche y de la Plaza de Compostela
de Vigo el inmueble adquiere un valor ma-
yor al formar parte de un tejido urbano sin-
gular que representa la historia de la ciudad
y se asocia en este caso, a una clase bur-
guesa y cosmopolita, que promovió en su
día la construcción del ensanche y de sus
inmuebles más característicos. La demanda
actual de vivienda en esta zona de la ciudad
por parte de los habitantes que aspiran a
formar parte de la clase social alta está en-
raizada de forma profunda en el significado
cultural del patrimonio.
La actividad económica en la sociedad ca-
pitalista es fundamental para la vida de las
personas y para garantizar la conservación
del patrimonio ya que precisa de recursos
humanos y materiales que suponen un cos-
te. Una de las nuevas industrias vinculadas
a la sociedad del bienestar es el turismo.
Se trata de una fuente de riqueza que de
forma regulada puede ser muy beneficiosa
tanto para quienes acogen al turismo como
para quienes lo disfrutan ya que contribuye
a la difusión de la cultura. Las Normas de
Quito resaltan la necesidad de valorar los
monumentos en función del turismo, así
como del interés social y la acción cívica;
aspectos que siguen siendo en la actualidad
objeto de atención y controversia.
Fig: 01. Plaza de Compostela.
Resultado de la 19ª Sesión de la UNESCO
es la Recomendación de Nairobi de 1976
que se centra en la salvaguarda de los con-
juntos históricos o tradicionales y su fun-
ción en la vida contemporánea. El ensanche
de Vigo constituye un conjunto histórico
muy amplio en el que se engloban cons-
trucciones catalogadas de diferentes épo-
cas. En los términos a los que se refiere la
recomendación de Nairobi debemos ceñir
el conjunto histórico del que forma parte
Olloqui 3 al área central constituida a través
de los terrenos ganados al mar a principios
del s.XIX y el tejido urbano que se genera
en la extensión de las nuevas calles traza-
das hacia las vías que conectaban la ciudad
con otros núcleos próximos extramuros
del Casco Vello de la ciudad en esa épca
amurallado. Este Casco Vello colindante al
ensanche constituye de forma más definida
un conjunto histórico y tradicional sobre el
que se han realizado numeras actuaciones
de rehabilitación en las últimas décadas. El
Casco Vello y el ensanche de Vigo definen
el tejido urbano de Vigo y con sus diferen-
cias y conexiones explican la historia de la
ciudad de forma activa con un valor y una
dimensión humana y social irremplazable.
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Jose Barbosa.
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Cartas e Convenções In-
ternacionais do Patrimó-
nio. #Olloqui3.
Normas de Quito (1967); De-
claração de Nairobi (1976);
Carta de Washington (1987);
Carta de Lausanne (1990);
Carta do Património Verná-
culo Construído (1999); Carta
do Turismo Cultural (1999);
Carta de Cracóvia (2000);
Carta de Victoria Falls (2003).
História e Teoria da Conservação e Restauro
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Efectivamente como se traslada en la Re-
comendación de Nairobi el planeamiento
urbanístico en la ciudad ha articulado desde
finales de la década de los años 80 instru-
mentos para la conservación del patrimonio
y los conjuntos históricos los cuales siguen
en la actualidad vigentes y que han servi-
do con sus claras limitaciones y deficiencias
para la salvaguarda del patrimonio inmue-
ble de la ciudad durante más de 40 años.
Merece una crítica evidente la inoperancia
administrativa que no ha sido capaz durante
este largo periodo de generar instrumentos
más modernos que pudiesen incluir catá-
logos revisados y ampliados con mayor in-
formación sobre el patrimonio para que la
salvaguarda de estos conjuntos históricos
se realizase de forma más adecuada y ar-
monizada con otras normativas sectoriales
que más actualizadas han generado friccio-
nes que impiden una labor de rehabilitación
más consciente y productiva.
La realización de ampliaciones sobre los
inmuebles del ensanche durante el s.XIX
e incluso el s.XX era una práctica habitual.
Promovidos por familias particulares a los
edificios se les aumentaba un piso para
alojar a los nuevos miembros de la fami-
lia. Existen muchos casos de ampliaciones
miméticas de forma diferida sobre estos,
permitiendo distribuir el coste de su cons-
trucción en el tiempo. La normativa con-
templa esta situación y la generaliza para
que las edificaciones que forman las man-
zanas alcancen una altura en función del
ancho de la calle obligando además a que
las medianeras sean tapadas. La altura tipo
es por normativa máxima y mínima. El caso
de Olloqui 3 es muy singular dado que, si el
patrón común es de edificaciones de cinco
plantas, esta posee solo 2, dejando grandes
medianeras colindantes a la vista. Por tanto,
cabe sobre si el imperativo normativo que
conduce a la ampliación supone contravenir
la Recomendación de Nairobi de 1976 de
evitar la uniformización por altura y si esta
ampliaciones no suponen en cierta forma la
despersonalización de este alzado urbano.
Fig: 02. Edificios protegidos en el ensanche de Vigo.
En la 8ª Asamblea del ICOMOS en 1987
se aprueba la Carta de Washington para la
salvaguarda de las ciudades históricas. En
esta se indica que el valor a preservar es el
carácter histórico de la ciudad y el conjunto
de elementos materiales y espirituales que
determinan su imagen y en especial: la for-
ma urbana, las relaciones entre los edificios,
espacios verdes y espacios libres, la forma y
el aspecto de los edificios, las relaciones de
la ciudad y la diversidad urbana adquirida
a lo largo de la historia. Esta atención a la
imagen de la ciudad constituye una forma
acotada de pautar el marco de conservación
hacia su imagen exterior e interior, aunque
en la práctica la necesidad de adaptación de
la distribución interior de los edificios a las
formas de vida contemporáneas ha supues-
to una coartada para limitar la conservación
al exterior de los inmuebles y no tanto al
interior.
Fig: 03. Sondeos arqueológicos en Olloqui 3.
La carta de Lausanne de 1990 preparada
por el Comité Internacional para la Gestión
del patrimonio Arqueológico (ICAHM) para
la 11ª Asamblea General del ICOMOS es-
tablece los principios aplicables a diferen-
tes sectores relacionados con la gestión
del patrimonio arqueológico. En el caso de
Olloqui 3 sucede que el área se encuentra
definida como de interés arqueológico por
los que se ha instruido el procedimiento de
intervención arqueológica para la obtención
de las necesarias autorizaciones de la Di-
rección Territorial de Patrimonio Cultural
(DTPC) de la Xunta de Galicia, siendo ne-
cesaria la realización de sondeos arqueo-
lógicos y aunque los resultados fueron
negativos a la presencia de restos arqueo-
lógicos en el subsuelo, de forma preventiva
se prescribió el control arqueológico de las
obras en el terreno ante la posibilidad de
hallar restos de época romana. A diferencia
de los procedimientos de gestión de la obra
de arquitectura los que sirven al patrimonio
arqueológico cuentan con una mayor capa-
cidad ejecutiva y atienden de forma más di-
recta a la naturaleza del patrimonio cultural.
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Cartas e Convenções In-
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nio. #Olloqui3.
Normas de Quito (1967); De-
claração de Nairobi (1976);
Carta de Washington (1987);
Carta de Lausanne (1990);
Carta do Património Verná-
culo Construído (1999); Carta
do Turismo Cultural (1999);
Carta de Cracóvia (2000);
Carta de Victoria Falls (2003).
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Fig: 04. Plaza de Compostela.
La carta del patrimonio Vernáculo de 1999
señala la importancia de la salvaguarda de
la arquitectura vernácula por ser utilitaria,
interesante y bella. Se trata de la forma ma-
terial de la cultura de una comunidad, de su
relación con el territorio en la que se asien-
ta y expresión de la diversidad cultural.
La mayor transformación de la humanidad
desde la época neolítica producida por la
revolución industrial, supuso una desco-
nexión de la comunidad con respecto al
medio físico inmediato, la producción fabril
deslocalizada y el auge de la exportación
desplazan a la arquitectura vernácula la cual
es preciso proteger.
El caso de Olloqui 3 no constituye un ejem-
plo de arquitectura vernácula, se trata de
un objeto arquitectónico urbano de esti-
lo eclecticista que ya presenta elementos
constructivos modernos. Los forjados es-
tán realizados con vigas de madera de pino
tea importados a principios del s.XIX desde
América del Norte de una calidad excepcio-
nal y la barandilla de hierro de la escalera
interior traslada a un tamaño reducido los
magníficos ejemplos del Art Decó que proli-
feran por la península ibérica en la época de
construcción del inmueble.
La carta de Turismo Cultural de 1999 iden-
tifica el concepto de patrimonio con los
paisajes, los sitios históricos, los espacios
públicos, las envolventes construidas, la
biodiversidad, los grupos de objetos diver-
sos, las tradiciones pasadas y presentes, los
conocimientos y las experiencias vitales. Se
propone una interacción dinámica entre el
turismo y el patrimonio cultural e identifica
el riesgo que un turismo inadecuado puede
suponer para la naturaleza física de los valo-
res naturales y culturales a proteger.
Efectivamente el auge del turismo supone
un reto para la conservación del patrimonio
cultural dado que la dimensión económica
del mismo es capaz de generar inercias que
pueden implicar el desplazamiento de las
personas que habitan los bienes inmuebles
y sus costumbres alterando el patrimonio
inmaterial subyacente y alterándolo al cam-
biar los usos principales de este. Se observa
recientemente como gracias a la tecnología
se ha habilitado la explotación turística no ya
a través de edificios de uso específico, sino
que la oferta alojativa turística se inserta en
los conjuntos históricos causando graves
problemas de convivencia, la gentrificación
de estos ámbitos facilitando la masificación
turística con la consecuente pérdida de
identidad cultural. Asimismo, la masificación
turística redunda en un turismo exprés de
baja calidad que reduce el conocimiento y el
disfrute del patrimonio cultural al consumo
de postales y a la publicación de fotografías
en las redes sociales, estableciendo pautas
de carácter circular entre la tecnología que
habilita la explotación turística y la forma de
consumo del producto turístico despojado
de interés cultural.
Fig: 05. Plaza de Compostela.
La Carta de Cracovia (2000) expone prin-
cipios para la conservación y la restaura-
ción del patrimonio construido. En esta los
monumentos son considerados elementos
individuales del patrimonio que poseen va-
lores que se alteran con el tiempo a través
de un proceso de modificación por el que la
comunidad desenvuelve una consciencia y
un conocimiento de la necesidad de preser-
var los bienes culturales inmuebles. La Carta
de Cracovia establece tipos de patrimonio
construido, definiciones y la necesidad de
elaborar un proyecto de conservación para
la toma de decisiones de acuerdo con crite-
rios técnicos y organizativos adecuados. La
necesidad de incorporar una metodología
proyectual adecuada y más acorde al fin de
preservación del patrimonio cultural todavía
no ha sido implementada en la normativa
que regula la elaboración de los proyectos
sobre bienes culturales inmuebles en Espa-
ña y no ha sido así en el caso de Olloqui 3, si
bien el proyecto de arquitectura justifica la
intervención y prescribe la conservación del
inmueble, esta documentación de proyecto
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do Turismo Cultural (1999);
Carta de Cracóvia (2000);
Carta de Victoria Falls (2003).
História e Teoria da Conservação e Restauro
no es específica para la conservación de
la edificación catalogada. Es palpable una
diferencia clara entre la tramitación de los
proyectos de intervención arqueológica y
los de arquitectura en España. Si bien en
los primeros es imperativa la justificación
de las intervenciones en base a la natura-
leza material de los objetos como patrimo-
nio cultural en el caso de los proyectos de
arquitectura que en el cumplimiento de la
normativa vigente si bien deben justificar
la intervención de acuerdo la legislación
en materia de patrimonio cultural no se
elaboran como proyectos de conservación
específicos y tampoco son elaborados por
técnicos especialmente capacitados o con
una experiencia profesional habilitante. La
aplicación de la Carta de Cracovia debería
implicar una forma más especializada de
gestionar el patrimonio cultural. El margen
de mejora que se presenta podría sustituir
o complementar la actual normativa que en
la mayoría de los casos tiene una base ge-
neralizadora, por un tipo de proyecto que
tratase de forma específica todas las inter-
venciones permitiendo incluso de forma
justificada excepcionalidades para lograr en
cualquier caso, el objetivo de conservación
del patrimonio.
gularidades de la estructura en forma de al-
teraciones o imperfecciones. Esta valoriza-
ción de la imperfección puede relacionarse
con la recomendación de Nairobi de 1976
a una escala material ya que en ambos ca-
sos se trata de conservar la autenticidad
del bien plasmado en sus particularidades
o aspectos pintorescos evitando la homo-
genización. En definitiva la preservación no
solo del bien cultural sino también de su
autenticidad. La particularidad de casos es
muy diversa y requiere de soluciones con-
cretas para cada caso, en el caso de Olloqui
3 esta situación no se cumple en gran medi-
da dado el estado de ruina del inmueble no
lo permite y por tanto resultaría contrario a
los criterios de conservación de la Carta de
Intervención en el Patrimonio de 2003 de
forma sobrevenida por la falta de manteni-
miento del bien cultural de forma prolonga-
da en el tiempo.

Fig: 06. Plaza de Compostela.

La Carta de Intervención en el Patrimonio
de 2003 tiene como objetivo la definición
de métodos específicos para el diagnóstico
y la restauración de los elementos estruc-
turales del patrimonio arquitectónico y que
limitan la aplicación de las normas genéricas
de la construcción civil.

Los principios de la Carta resumen las ba-

ses conceptuales doble la conservación y
estructuras y las orientaciones de la Carta
incluyen reglas y metodologías que los pro-
yectistas deben seguir en la intervención
del patrimonio arquitectónico.

Dentro de las pautas que se trasladan figu-

ran la reversibilidad de las intervenciones,
así como la necesidad de mantener las sin- Fig: 07. Pórticos de acceso en planta baja. Casas de Fran-
cisco Álvarez.
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