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Historia de León

Santiago de los Caballeros de León o simplemente León, es un municipio y una


ciudad de la República de Nicaragua, ubicada a tan solo 93km de la ciudad de
Managua capital de Nicaragua, conocida como La ciudad universitaria,
encontramos el departamento de León, que en la actualidad cuenta con 10
municipios: Telica, Quezalguaque, La Reynaga, El sauce, Achuapa, Santa Rosa del
peñón, El Jicaral, La Paz centro y Nagarote.

León Viejo, la primitiva capital de Nicaragua, fue fundada el mes de junio de 1524
por Francisco Hernández de Córdoba. La ciudad fue construida en un llano
ligeramente elevado, a la orilla del Lago Xolotlán, (a poco más de una legua del
Volcán Momotombo), en las inmediaciones del poblado indio llamado IMABITE,
que estaba situado a la orilla sureste del lago.

Esta ubicación dista unos 30 km de la actual ciudad de León y es conocida como


León Viejo, cuyas ruinas se han convertido en atractivo turístico. Se optó por el
traslado de la ciudad a un nuevo emplazamiento junto al antiguo poblado indígena
de Sutiaba a raíz de un terremoto y de la erupción del volcán en 1610. León fue la
capital de Nicaragua hasta el año 1824.

Las ruinas de esa ciudad se conocen como León Viejo y fueron excavadas en 1960.
En el año 2000, León Viejo fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la
UNESCO.

León tradicionalmente ha sido el centro intelectual del país, no es casual que en


León se crease el primer colegio, primer seminario, o la primera universidad de
Nicaragua.

Antes de 1980, la ciudad de León gozaba de un enorme asentamiento de


empresarios agrícolas quienes poseían viviendas que arrendaban a catedráticos,
docentes, y estudiantes. Su universidad se fundó en 1812 siendo la última fundada
en América antes de la independencia. León tenía el usufructo de las instalaciones
universitarias y de una de las más grandes facultades de medicina y derecho en
Centroamérica. En 1947, siendo dictador de Nicaragua Anastasio Somoza García,
se elevó a categoría de Universidad Nacional y en 1958 su hijo, el también dictador
Luis Somoza Debayle, le otorgó por decreto la autonomía (Universidad Nacional
Autónoma de Nicaragua, UNAN). En 1982 un decreto de la Junta de Gobierno de
Reconstrucción Nacional la dividió en dos universidades, separando el núcleo de
León del de Managua (UNAN-León y UNAN-Managua).
La ciudad alberga unos de los patrimonios históricos más grande y diversos de
Nicaragua, el patrimonio monumental de León es rico. Tanto en monumentos
como en lugares naturales atendiendo a los monumentos destacan los siguientes:

Iglesia de San Juan Bautista de Sutiaba

Se considera como la mayor iglesia después de la catedral. Se empezó a construir


en 1698, en tiempos del corregidor Diego Rodríguez Menéndez y se terminó 24 de
agosto de 1710.

Esta iglesia se construyó específicamente para la evangelización de los indígenas,


que se asentaban a la par de la iglesia. Actualmente en este templo se han
encontrado restos indígenas de hace más de 400 años.

Iglesia de San Francisco

Forma parte del convento de San Francisco, uno de los más antiguos de
Nicaragua, que fundara Fray Pedro de Zúñiga en 1639. Desde allí, los lunes
Santos, parte la Procesión de San Benito de Palermo donde muchos promesantes
visten de luz, otros reparten refresco de chicha (a base de maíz) o cacao y algunos
llegan a barrer el templo en promesas por favores recibidos,

Ruinas de la Iglesia San Sebastián.

Construida a finales del siglo XVII como capilla de la Catedral, fue una de las
primeras construcciones religiosas de la ciudad. La reconstruyó, a fines del XVIII,
el coronel Joaquín Arrechavala. Fue bombardeada durante la toma de León por los
aviones de la Fuerza Aérea Nicaragüense en 1979 y como era de adobe se
destruyó fácilmente.

Historia de la Catedral

La Insigne y Real Basílica Catedral de la Asunción de la Bienaventurada Virgen


María denominada popularmente como la Catedral de León es el monumento más
conocido y característico de la ciudad de León. En León Viejo tuvo los nombres de
"Nuestra Señora de la Piedad" y "Nuestra Señora de la Gracia". Como máximo
exponente de la arquitectura barroca y neoclásica, miles de turistas acuden
mensualmente a contemplar la grandeza de su arquitectura y las panorámicas de
la ciudad que ofrece desde sus terrazas.
La Catedral actual se empieza a construir en 1747. Esto bajo la dirección del
Obispo Isidro Marín Bullón y Figueroa. Varios Obispos ocupan la dirección de la
Diócesis Leonesa durante casi un siglo que dura la edificación de la actual Basílica.
Fue en 1860 que se da por concluida la construcción de este magno templo, fue
consagrada por el Obispo Bernardo Piñol y Aycinena en 1860 y elevada a Basílica
menor por el Papa Pío IX el 20 de noviembre del mismo año, desde entonces la
ciudad de León tiene el privilegio de tener la catedral más grande de
Centroamérica y una de las más hermosas de América.

La Catedral de León es un imponente homenaje a la transición de la arquitectura


barroca a la neoclásica y su estilo puede considerarse ecléctico. La catedral se
caracteriza por la sobriedad de su decoración interior y la abundancia de luz
natural. La bóveda del santuario presenta una ornamentación muy rica. La plaza
enfrente a la catedral proporciona el atrio, que sirve como un escenario anual para
la Gritería, el Festival Azul Darío y las mayores celebraciones de la ciudad.

Los muchos tesoros de esta catedral incluyen una pila bautismal, en la que Rubén
Darío y muchas grandes personalidades fueron bautizadas. Entre las magníficas
obras de arte se encuentran las pinturas de las 14 estaciones del Vía Crucis obra
del artista nicaragüense Antonio Sarria a finales del siglo XIX y principios del XX, el
altar flamenco, la pinacoteca episcopal y el coro de Cordobés del Siglo XVIII. Las
estatuas de mármol están bellamente diseñadas, especialmente la elaborada
Inmaculada Concepción de María. También se puede contemplar tesoros sacros
como el Cristo Negro de Pedrarias, posiblemente la imagen católica más antigua
de las Américas (traída aquí en 1528), la custodia - que se cree que fue
obsequiada a la Catedral por el Rey Carlos IV - y muchos otros objetos.

La sepultura más espectacular ubicada en dicho templo es la de Rubén Darío, el


poeta más famoso de Nicaragua, cuya tumba está protegida por un León en el
centro de la catedral. La tumba de Rubén Darío no es solo una parada obligatoria
por su significado histórico. Es una obra de arte en sí misma. Fue esculpida por el
granadino Jorge Bernabé Navas Cordonero.

Tiene valor histórico por ser, desde 1531, la sede episcopal de la primera diócesis
de la Iglesia Católica en Nicaragua, por lo que es una de las diócesis más antiguas
de América. Es la sede de la Diócesis de León.

Por su gran valor artístico, cultural e histórico, el 28 de junio de 2011, fue elevada
por Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura
(UNESCO) a la categoría de Patrimonio de la Humanidad, siendo el segundo en la
historia de este país.
Cultura y Tradición

La cultura es el conjunto de conocimientos y rasgos característicos que distinguen


a una sociedad, una determinada época o un grupo social.

Tradición es una palabra procedente del vocablo latín traditio, y éste a su vez del
verbo tradere, que significa entregar o transmitir. La tradición es la transmisión de
costumbres, comportamientos, recuerdos, símbolos, creencias, leyendas, para las
personas de una comunidad, y lo que es transmitido se convierte en parte de la
cultura. Para que algo sea establecido como una tradición se necesita mucho
tiempo, de manera que se cree el hábito. Las diferentes culturas e incluso las
diferentes familias tienen diferentes tradiciones.

Desde 1610 León es una de las dos principales ciudades coloniales de Nicaragua -
junto con Granada- con costumbre y tradiciones que son parte de la identidad
nacional, así como una rica y variada historia y cultura que da origen a nuestra
forma ser.

Sin León, los nicaragüenses no seríamos ni actuaríamos de la manera como lo


hacemos. Los cuentos, costumbres y tradiciones de León, las coplas que se
mencionan durante las presentaciones de la gigantona y el enano cabezón, los
buñuelos de Guadalupe, el chancho con yuca, los mitos y las leyendas como la
llorona, el padre sin cabeza y la cegüa, son parte de nuestra identidad cultural.

Una de las tradiciones más arraigadas de la cultura popular católica de Nicaragua,


que nació en León son los cantos y rezos a la purísima Concepción de María, que
se celebra durante todo el mes de diciembre de cada año desde hace 162 años, es
decir desde 1857.

Esta actividad religiosa fue una iniciativa del sacerdote Gordiano Carranza, cuya
mayor expresión es la Gritería, el 7 de ese mismo mes, actividad en la que los
católicos colocan en las puertas de sus viviendas la imagen de la Virgen, donde la
población le canta y recibe un pequeño obsequio, conocido como “brindis” o
“gorra”.

Otra tradición son las alfombras de aserrín en Semana Santa se pueden observar
en el barrio de Sutiaba, en la “calle de las alfombras”. El arte efímero de las
alfombras de aserrín coloreado se organiza en las calles como parte de las
actividades religiosas dedicadas al Santo Entierro. Son unas 40 familias que se
dedican a esta actividad una vez al año, representando imágenes de la Pasión de
Cristo, la Santa Cena, el Corazón de Jesús o pasajes de la Biblia.

Muy representativo de la cultura leonesa es la gigantona, expresión folklórica que


tiene su mayor representatividad en diciembre. Sus enormes piezas son elaboradas
en talleres familiares y tradicionales.

La Gigantona tiene su origen en tiempos de la colonia en Nicaragua,


desarrollándose en un proceso de mestizaje y sincretismo entre dos culturas: la
española y la aborigen. Es una danza tomada de los españoles, que, al llegar,
llevaron el Baile de los Cabezudos, que consistía en la danza de la mujer española
y el colono, que proclamaba el honor y la dignidad de la corona española.

Los aborígenes, que eran víctimas del maltrato y las humillaciones por parte de los
españoles, sus mujeres violadas, sus riquezas saqueadas y sus creencias y
costumbres pisoteadas, dieron una forma de expresión de protesta hacia España,
siendo esta el Baile de la Gigantona y el Enano Cabezón, con los copleros, los
tamboreros y los faroleros, cada uno de ellos con su propio valor y significado.
Para conocer el origen hay que remontarse a tiempos de la colonia, Los indígenas
esculpieron a la Gigantona, queriendo de esta manera representar a la mujer
española, de forma burlesca, satírica, que, a pesar de su belleza, de su estatura y,
sobre todo su color de piel, los nativos la hacían bailar al son de los tambores,
deteniéndola cuando el coplero declama. Por este motivo, los aborígenes se
sienten superiores a la española, ya que la hacen bailar al son que le toquen,
mientras que el Enano Cabezón, pequeño de estatura, pero grande de cerebro,
representó al aborigen. León es el lugar que más homenaje le ha rendido
tradicionalmente, habiendo un evento importante el 8 de diciembre de cada año.
Todas las Gigantonas concursan en la Plaza Central, recitando sus mejores coplas
y luciendo los trajes más llamativos, para de esa manera, asegurarse el primer
lugar o uno de los mejores puestos del concurso. La Gigantona representa a la
mujer blanca, mientras que el Enano enamorado, es ignorado por la mujer blanca
que permite al mestizo escalar socialmente. Quedan muy claros las desigualdades
sociales, la explotación y el poder, basado en los rasgos físicos.

La Gigantona es una muñeca de entre 2,5 a 3 metros de atura, dentro de cuya


armazón de madera, se coloca un hombre para conducirla y hacerla bailar. Casi
siempre lleva blusa y falda larga, así como una larga cabellera y, algunas veces, se
la adorna con una corona. Sus ojos, nariz y boca eran iluminados desde el interior
de la cabeza con un candil o vela, pero eso ya casi no se acostumbra a hacer. El
Enano Cabezón es una figura que trata de representar lo que su nombre indica,
para lo cual se adapta al cuerpo de un hombre con una cabeza extremadamente
grande, armada con varas flexibles y papel. El paje de la Gigantona va vestido con
un traje simple y no lleva más que un saco, un cucurucho en la cabeza y una
máscara. Como es el que baila frente a la Gigantona, lleva en sus manos un
bastón o palo adornado que le sirve para ordenar silencio a la banda de tambores
al iniciar las coplas; el tambor original que usaban los indígenas consistía en un
corto pedazo de bambú en cuyos extremos se tensa una piel. Tanto en la
Gigantona, como en el Enano Cabezón se mezclan toda una coreografía de
elementos musicales y poéticos, donde el personaje central son los dos bailes es la
Gigantona y El Enano Cabezón. De acuerdo con la descripción que hizo el
historiador nicaragüense Edgardo Buitrago, la danza de la Gigantona, inicialmente
se coloca en el centro de un círculo formado por los faroles y los tambores,
mientras el paje, se sitúa frente a ella. Al romper el son de los tambores, la
Gigantona, avanza hacia adelante y retrocede al compás del ritmo ejecutado y con
gran agitación, luego da una media vuelta hacia la derecha y otra hacia la
izquierda extendiendo los brazos en toda dirección.

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