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Primera medida: los impuestos y el ahorro

Varios economistas han usado este comienzo para sugerir que la baja tasa de
ahorro estadounidense es atribuible, por lo menos en cierta forma, a la
legislación tributaria que disuade de ahorrar. Para ver los efectos de esta
política, consideremos la situación de una persona de 25 años que ahorra
1.000$ y compra un bono a 30 años cuyo tipo de interés es del 9 %. No
obstante, si aquellos intereses se gravan, ejemplificando, a un 33 %, el tipo de
interés luego de impuestos es del 6 %, sólo. Inspeccionemos en la grafica, la
predominación de un incentivo al ahorro de aquel tipo en el mercado de fondos
prestables. Como la modificación de los impuestos alteraría los incentivos de
los hogares para ahorrar a cualquier tipo de interés dado, perjudicaría a la
porción ofrecida de fondos prestables a cada tipo de interés. Por consiguiente,
la oferta de fondos prestables se desplazaría. Como la modificación de los
impuestos no perjudicaría de manera directa a la porción que quieren solicitar
prestamos a un tipo de interés a cualquier persona, la demanda de fondos
prestables no variaría. La oferta de fondos prestables incrementaría y la curva
de oferta se desplazaría hacia la derecha, el crecimiento de la oferta de fondos
prestables disminuye el tipo de interés de 5 a 4 %. La reducción del tipo de
interés eleva la porción demandada de fondos prestables de 1,2 a 1,6 billones
de dólares. Por consiguiente, si una modificación de la legislación tributaria
fomenta el ahorro, el resultado es una reducción de los tipos de interés, y un
crecimiento de la inversión.
Segunda medida: los impuestos y la inversión
Como la deducción fiscal recompensaría a las organizaciones que piden
préstamos e invierten en nuevo capital, alteraría la inversión cualquiera que
fuera el tipo de interés y, por consiguiente, la demanda de fondos prestables.
Sin embargo, como no perjudicaría a la porción que ahorran los hogares a
cualquier tipo de interés dado, no perjudicaría a la oferta de fondos prestables.
Como las organizaciones tendrían un incentivo para incrementar la inversión a
cualquier tipo de interés, la porción demandada de fondos prestables podría ser
superior a cualquier tipo de interés dado. El crecimiento de la demanda de
fondos prestables eleva el tipo de interés de 5 a 6 %, y la subida del tipo de
interés se incrementa, paralelamente, la porción ofrecida de fondos prestables
de 1,2 billones de dólares a 1,4 billones, debido a que los hogares responden
ahorrando más.
Tercera medida: los déficits presupuestarios públicos
Recuérdese que el ahorro nacional que es la fuente de la oferta de fondos
prestables se conforma por el ahorro privado y el ahorro público. Una alteración
del déficit presupuestario público representa una alteración del ahorro público
y, por consiguiente, de la oferta de fondos prestables. Como el déficit
presupuestario no intuye en la porción que anhelan solicitar prestada los
hogares y las organizaciones para financiar la inversión a cualquier tipo de
interés dado, no altera la demanda de fondos prestables. En otros términos,
una vez que el Estado se endeuda para financiar su déficit presupuestario,
disminuye la oferta de fondos prestables de que disponen los hogares y las
organizaciones para financiar la inversión. Por consiguiente, un déficit
presupuestario desplaza la curva de oferta de fondos prestables hacia la
izquierda, de Si a S2. una vez que el déficit presupuestario disminuye la oferta
de fondos prestables, el tipo de interés asciende del 5 al 6 %.

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