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Tango y Grotesco en Tiempos Del Alvearismo - Flacso
Tango y Grotesco en Tiempos Del Alvearismo - Flacso
Ricardo A. Barrientos
DNI 17020535
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Índice
La década del 20 fue una época que se presentó en Argentina como una oportunidad de
desplegar políticas estratégicas de desarrollo y de emancipación nacional, que permita
insertarnos con autonomía en el escenario geopolítico que dejaba la Primer guerra
mundial. La historia cuenta que no se pudo aprovechar la situación favorable de entonces,
y que por lo contrario, a fines de esa década el país entra en una de las más profundas
crisis económicas y sociales, que marcará una grave lesión en la soberanía política
durante el siglo XX. El tango fue por entonces el aire que cubría la atmósfera en el Río
de la plata. Nada fue más representativo que la cultura tanguera que se extendía para
legitimarse en todos los sectores sociales, ya no solamente en los márgenes de la orilla;
es “el Tango del Acuerdo” entre la aristocracia patricia y la plebe representada por la
Unión Cívica Radical. Ahora el tango se blanquea, se adecenta, entrando sus prácticas en
nuevos escenarios con mejores presupuestos y protagonistas excluyentes. Los años 20
muestran a un tango que ensancha su ecología, se complejiza y adquiere formas
estructurantes que permiten su barroquización y su clasicismo en un mismo tiempo. Se
encuentra en los dominios de Cabaret, pero también en el teatro, en los café, en clubes
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de barrios, en la noche y el día, en el centro y en la orilla, en los periódicos y hasta en el
ámbito del deporte popular como el boxeo o el turf. Son tiempos en que Luis Ángel Firpo,
“el Toro Salvaje de las Pampas” realiza la pelea del siglo frente a Jack Dempsey, el 14 de
septiembre de 1923 por el título mundial en la que fue derrotado, siendo este combate la
primera transmisión de radiodifusión deportiva desde el exterior.
El tango es además una cultura que rompe los márgenes propios de la música en la
práctica de su danza. No solo siendo una formidable excusa para el encuentro social o
amoroso, sino también porque conmueve a públicos aristocráticos, lejanos y exigentes,
llegando a convertirse en una exótica moda en Europa y Norteamérica en la Bell Epoc. Y
es en estos tiempos de adecentamiento que el tango comienza a cantarse, ya no
accidentalmente como en la época prostibularia, sino que incorporar una poética potente,
de conmovedora factura dramática que destaca a sus cantores y poetas con un
protagonismo fundamental. El tango del Acuerdo y su poética es un dispositivo político
cultural que va a delimitar una moral para intervenir en una sociedad heterogénea,
producto del proyecto liberal de inmigración.
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El tango ahora tiene palabra y tiene voz, ya no es solo baile y abrazo.
El tango del 20 ocupa un nuevo lugar en la cultura popular pero también en la oficial, ha
dejado ya de ser solo una expresión de la orilla y de los burdeles. El tango a iniciado su
refinamiento, se cultiva en los cabarets habitados por los sectores altos de la sociedad
que exigen sofisticación y lujos hasta en sus momentos de divertimento. Se consolida el
piano, el sexteto, los solistas, el cantante y el escritor. El tango barroquizado gana en
complejidad y profesionalismo, la gente reconoce al virtuoso instrumentista, espera sus
solos, ya quedan muy pocos momentos librados a la improvisación, hay temas, hay ritmo
y forma, hay escritura. Se escribe música instrumental además de la cantada, se baila
pero también se escucha y emociona.
Carlos Gardel está vivo, y en pleno auge artístico. Se va moldeando la figura eterna y
colosal que quedará sellada con su temprana fatalidad como un irremediable destino de
tragedias que asoma en el imaginario de los hombres y mujeres del Río de la plata. A la
par, el sainete criollo va perdiendo el sonido colectivo, se vuelve anti-fábrica encerrándose
en el drama de lo particular. Se afean los cuerpos de sus personajes con sus vestuarios, y
solo se ilumina el fracaso como una original manera de embellecer y provocar encanto.
Se pasa de la ilusión colectiva de los obreros de una fábrica, al consuelo de ser el
mayordomo preferido y verdugo de los compañeros, de la lucha con los semejantes, a la
fisura individualista como sobreviviente derrotado.
El Armenonville fue el primer cabaret que se instala en Buenos Aires en los comienzos de
la década del 10. Es la institución por excelencia que representa “El Acuerdo” político que
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se da entre la Orilla y la Aristocracia Patricia desde 1912. El tango es la música del
Acuerdo y el Cabaret será la superestructura del tango, cultura hasta entonces orillera por
excelencia. El cabaret es el nuevo rostro del viejo burdel, ahora estilizado y coqueto se
convierte en el principal patrimonio del divertimento de las elites porteñas y visitantes
ilustres, es la nueva ecología donde el tango va reescribirse y canonizarse. Es aquí y
ahora donde se inicia la ruptura del hermetismo en la cultura orillera y comienza un nuevo
dominio del tango para expresar el acuerdo de la salsa de habitantes que se apilan en los
alrededores del puerto de Buenos Aires: Familias patricias terratenientes, inmigrantes
europeos, en su mayoría italianos y españoles, más gauchos sin tierra expulsados de las
destruidas economías artesanales de las provincias del interior argentino.
El cabaret se establece en la zona norte porteña, con amplios parques y funcionando solo
en las temporadas estivales, una manera de reproducir la coquetería parisina en América
del sur. Un modo de importar la sofistificación del placer europeo que los viajeros
aristócratas practicaban ritualmente. Luego del rotundo éxito, comenzaron a estrenarse
también en temporada invernal pero ya en el centro porteño, sus más notables fueron el
“Royal Pigalle”, Elysée, “L’ Abbaye”, “Tabarin”, “Maxim”, “Moulin Rouge”, “Chanteclair”,
“Copacabana”. El rufián, personaje notable del viejo burdel, ahora se disimula en la
concurrencia y el contacto con sus pupilas, es lejano. Las “chinas” (prostitutas nativas)
fueron reemplazadas por blancas prostitutas europeas y las criollas se afrancesaban
hasta en el habla para parecer más sofisticada la oferta del cabaret porteño. El vino y la
caña ahora le seden el lugar al champagne como bebida predilecta, además de correr la
cocaína y la heroína que se comercia impunemente en los alrededores. Los espacios para
el coito venal ahora se trasladan al garconniére, y la antesala franelera se ha
transformado en el reservado de los altos. El baile del tango se formaliza, las figuras
sexográficas se estilizan en pasos académicos mientras que las antiguas agrupaciones
improvisadas de músicos ahora son orquestas estables, con piano, violines y
bandoneones, contrabajo, cantantes y un director. El cabaret genera una nueva ecología
porque provoca que los músicos comiencen a abandonar los burdeles ya que no ofrecían
estabilidad, condiciones profesionales ni de seguridad para el desarrollo profesional dl
músico. El tango es la música oficial del El Acuerdo y este adecentamiento deriva en
nuevas disposiciones legales que llevan a prohibir los antiguos burdeles, cuestión que
obligará a estos trasladarse a zonas suburbanas orilleras y fabriles como Avellaneda o
isla Maciel, para subsistir en una seudo clandestinidad y un nuevo hermetismo y
provocara una prostitución callejera inédita. En los años 20 esta cultura está consolidada
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y en pleno despliegue. El músico orejero se profesionaliza y el clásico profesional
“desciende” para convertirse en experto del sonido popular por excelencia, y así se va a
dar forma canónica al tango de una nueva época, que se baila y se canta, que se pone el
cuerpo para el encuentro y el romance, pero también la escucha y la plebe se ve
representado en un drama.
Los años 20 son la clausura de una época, ahí ya nadie baila polka o mazurca muy
populares en 1880 y 1890. Como dice Sergio Pujol: “En los 20, el tango se come todo, se
come esas danzas, no al jazz. Y en parte se las come, porque aparece el tango canción.
Si no hubiera aparecido, tal vez hubiéramos tenido todavía ese repertorio "variopinto" de
danzas”
Roberto Firpo será el primer músico que formaliza una orquesta de cabaret y canoniza la
orquesta típica. Piano, contrabajo al ritmo, violines y bandoneones alternando las líneas
melódicas. El contrapunto se complejiza sin llegar a la fuga (hasta Piazzolla no ocurrirá
eso), y la bifonía se desarrollará para los dos grupos melódicos para constituir la novedad
en el nuevo tango. La nueva ecología, los nuevos presupuestos para realizarse abre una
ventana al tango que rompe el hermetismo orillero y lo obliga a dejar la estrechez original.
Lo tenebroso se trueca en lujo y refinamiento.
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Agustín Bardi se afecta de impresionismo con tangos rurales que suenan agradables
para público de estancieros y ganaderos.
Eduardo Aloras escribe sus últimos tangos herméticos, “Una noche de garufa” dedicado
a un preso liberado. “La trilla”, “el manisero”.
Con Francisco Canaro y Julio De Caro el tango toma color sinfónico, orquestal, se
canoniza.
Canaro es un músico popular que se refina en los nuevos tiempos, es el Yrigoyenismo del
tango. Le impone al tango organización formal, una especie de Joseph Haydn del
clasicismo, fundamental para poder generar una enorme producción, con 7000 piezas
grabadas, dirección comedias musicales y música para cine. El aporte de Canaro es darle
al tango un sonido orquestal en donde el ritmo es el que gobierna y las melodías ahora
son temas, ideas no improvisadas. El piano y el contrabajo se harán cargo de la parte
rítmica mientras los violines y los bandoneones alternan las líneas. La agrupación
tanguera ahora es una poderosa orquesta de cámara.
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bandoneones y violines doblados, sellando en esta formación la agrupación típica del
tango. De Caro no es solo ritmo, explora otros parámetros de la música, su formación
académica se lo permite y exige. En él se escucha una polifonía más estructurada y un
trabajo en la ejecución instrumental donde la intensidad y los cambios dinámicos son
parte imprescindible al servicio de una idea musical que tendrá más desarrollo. Aborda el
tango romanza, piezas que no se bailan y que tienen frases de ritmo poético, más allá del
tempo de la pieza. Así como Canaro es un Haydn, De Caro es como Mozart en la 1er
escuela de Viena y será la influencia de todos. “El tango en esta época es Decarista o no
es” Blas Matamoro. El piano tiene sus solos de obertura o puente, los violines pueden
hacer de padales en la bifonía con los bandoneones, o de contrapunto con el piano.
Pueden cantar en el registro grave o en lo más agudo como contra canto armónico. Todo
está escrito, es estricto, funcional y sistémico. Los timbres se organizaran del siguiente
modo: Bajo, bandoneones y mano izquierda de piano armonía y ritmo. Mano derecha del
piano y violines, melodías y ligados. De Caro provoca una redefinición del tango y desde
entonces se denominara el tango de la vieja o la nueva guardia. En 1924 inaugura el
sexteto, y coincide con el abandono de Firpo del Tango, Canaro se muda a París, Sposito
estaba en Francia desde el 18; mueren: V. Greco en Buenos Aires y Arolas en Paris;
Cobián emigra a EEUU al igual que Osvaldo Fressedo. Todo coincidió para que julio De
Caro se convierta en el Rey absoluto de tango en porteño en los años 20.
La poética de la derrota
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tiempo del desenfado inicial, el tango ahora delimita con su pedagogía replegando al
prostíbulo que cederá lugar a la escuela y al barrio, para poder ser visible y referencia del
pueblo. Ya no prima el encuentro social y el abrazo, ahora prima la verdad.
La antigua estabilidad del dominio del hombre sobre la mujer está en crisis, el deseo en la
nueva mujer será una problematización de la poética moral tanguera porque provoca
liquidez en el esquema de la doctrina patriarcal. El hombre se muestra impotente ante la
voluntad del deseo y la autonomía femenina.
Fracaso económico, mujer que desea y abandona, último repliegue en la ciudad del
presente que se transforma pero no es portadora de felicidad, y la soledad como puerto
de destino, serán los motivos e insumos más utilizados por los poetas del tango.
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Personajes del tango canción.
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El tango en los 20 está legitimado, conquista nuevos escenarios y presupuestos, el
músico se profesionaliza, el sexteto es una pyme, el baile se academiza. Valentino baila
tango, Gardel conquista Europa y EEUU, los patricios exportan en sus viajes a las
aristocracia europeas las prácticas del tango en plena la Bell Epoc. Todo fluye pero el
tango nunca nos dice otra cosa que el fracaso de vivir y un escepticismo inquebrantable.
No hay ni un Dios que lo salve, a diferencia del folklore que siempre tendrá a mano un
rezo o un ruego divino para alimentar esperanza. La razón está en la genealogía de los
personajes del tango, bastardos, inmigrantes de aquí y allá, plebeyos, ignorantes,
viviendo un carnaval de hipocresía. Con la tierra y el progreso bloqueado, sobreviviendo
en su último repliegue en el puerto de Buenos Aires, nuevamente sin representación
política, e impotentes aún para producir cambios en el orden social patricio camuflado en
un Acuerdo.
Toda racionalidad del tango pasa a ser estética, “el tango asume su condición histórica y
se relanza hacia el porvenir, “La historia es orientación hacia el porvenir y convención
totalizante del pasado” – J.P. Sartre. es entonces, en su canonización que el tango toma
conciencia de sí mismo. La nueva ecología, el enculturamiento y adecentamiento del
tango dan lugar a nuevas narrativas, yo no de la vieja guardia prostibularia y hermética,
ahora de nuevos espacios y aspiraciones en disputa. Aquí aparece el tango cantado,
poético, descriptivo, que de a poco le va quitando cuerpo al baile, como enojado con la
época, entristecido, que dejara al oído y a la reflexión de la vida una nueva emoción del
oyente identificado con el cantor. Esta práctica se da en los teatros del sainete y luego en
el grotesco porque caminan el mismo tiempo y con el mismo público.
1) La Realidad social: letras que van a describir la impotencia de una clase social
para interpelar al poder. La fatalidad trascendente como algo impuesto imposible
de modificar, el escepticismo, el resentimiento, el carnaval de la vida que se
esconde en un disfraz para esconder la realidad o disimular la hipocresía.
2) La familia: la amistad predomina como el amor más noble. La madre como
santidad que proyecta un hijo que la cuide hasta su muerte y que trabaje para ella,
solterón y que solo tenga algunos amigos en el café. La mujer es mala, lo
traicionará y este volverá a los brazos de su madre. El padre está ausente, como
el pasado y el futuro, es una figura que no se inscribe en el tanguero porque es
bastardo.
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3) El reproche: describe estamentos, activos, pertenencias de los distintos sectores
sociales. El bacán tiene: el cabaret, el Ford, la noche, el palacio, el champagne. El
trabajador tiene el café, los amigos, la vieja, el lunfardo, la guitarra, el barrio.
4) El tango como tema del tango.
5) El hermetismo: como contraparte del reproche: el hombre digno es el que nunca
cambia ni reniega de lo que es, no permite la mezcla de estamentos. No quiere
ascender ni ser invadido. El tanguero muere ensimismado, sin pedir que lo
perdonen, sin confesión, ni dios, muere aguantando la amargura de la pobreza. Se
queda porque partir es traicionar y la única opción es la desdicha.
Las letras de tango expresan de este modo los límites del proyecto liberal, la frontera, el
alambrado de púas que no deja saltar hacia el progreso. Denuncian el fracaso del trabajo
como mediación para conquistar el afán por el dinero. Confirman la poderosa desigualdad
del Cabaret donde unos despilfarran y otros mendigan en la puerta, donde no hay Dios
que pueda apaciguar la fisura moral del hombre. Denuncia la impotencia de la plebe para
poner un límite a la aristocracia y obligarla a otro diseño social ni ético. La poética
tanguera encuentra en la soledad del hombre la puñalada más certera de la traición
amorosa, que empapado en el alcohol y el sufrimiento solo le queda resto para alguna
confesión o razonamiento sobre la moral.
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El Alvearismo
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embajador en Paris está atraído en abstracciones intelectuales y no en la materia de barro
cotidiano que atraviesa la sociedad porteña. El gobierno radical ya no se parece tanto a
su pueblo y las diferencias internas no tardan en aparecer, la UCR tiene ahora una clara
división interna entre Yrigoyenistas y Alvearistas mientras avanza su segundo gobierno.
El inmigrante que llego con el afán de hacer dinero encuentra que: el acceso a la tierra
está bloqueada por las familias patricias, la industria nacional asfixiada por la libre
importación reinante (salvo en los períodos de guerra mundial) y por las tarifas de los
fletes como dique para obstruir el desarrollo industrial, toda un modelo social que
acentuaban la concentración del poder económico de los dueños de la tierra en sociedad
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con los intereses comerciales británicos. EE.UU comienza a realizar inversiones en sector
petrolero, energético y a instalar sus fábricas imponiendo sus condiciones para invertir.
Los Yrigoyenistas veían en M.T. Alvear una claudicación de los principios radicales y en
donde pudieron, marcaron su autonomía. La personalidad de Alvear presenta constantes
contradicciones que van desde la designación del General Mosconi en YPF, llegando a
triplicar la producción de petróleo y consolidando el rol estatal en la energía, hasta
inaugurar la fábrica de aviones en Córdoba primer fábrica de alta tecnología. Pero
también surge el endeudamiento con la banca Morgan EEUU, la represión de 512 huelgas
en el territorio nacional, hasta la masacre de los 200 aborígenes en Napalpí -Chaco, o el
apoyo claro y contundente apoyo al golpe de Félix Uribúru en 1930:
“Tenía que ser así. Yrigoyen, con una ignorancia absoluta de toda práctica de gobierno
democrático, parece que se hubiera complacido en menoscabar las instituciones.
Gobernar, no es payar (...) Mi impresión, que transmito al pueblo argentino, es de que el
ejército, que ha jurado defender la Constitución, debe merecer nuestra confianza y que no
será una guardia pretoriana ni que esté dispuesto a tolerar la obra nefasta de ningún
dictador.
El tango parece leer como nadie las disputas que se dan en las entrañas de poder político
y del esquema económico. Dos grandes músicos Francisco Canaro y Julio de Caro pintan
con distintas paletas la interna radical de entonces. Los dos constituyen el
enculturamiento del tango, el Acuerdo incluye la transferencia del tango hacia el patriciado
no sin producirle modificaciones propias de una clase social que está acostumbrada al
refinamiento, aun cuando se trate de entretenerse. El tango del Acuerdo toma conciencia
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de su existencia, lo inmediato pasa ser reflexión y lo empírico canónico. “El tango también
puede ser música”, “Mi deseo era que los conocimientos que había adquirido en el
conservatorio se amoldaran a las emociones que había recibido en la calle”, dice Julio De
Caro.
En los tiempos de M.T. de Alvear la nueva racionalidad del tango pasa a ser estética, es
entonces, en su canonización que el tango toma conciencia de sí mismo. La nueva
ecología, el enculturamiento del tango dan lugar a nuevas narrativas, ya no de la vieja
guardia prostibularia y hermética, ahora de nuevos espacios y aspiraciones en disputa. El
tango cantado, poético, dramático y descriptivo, de a poco le quita el cuerpo al baile, se
intelectualiza, vive como enojado en su tiempo, entristecido. Hará protagonista al oído
tanto como al cuerpo buscando una reflexión existencial, una nueva emoción del oyente
identificado con el cantor. Si en el barroco se inaugura el concierto instrumental y le
disputa a la voz cantada el público; en la barroquización del tango es la inversa. Esta
práctica se da también en los teatros del sainete grotesco, la palabra individual y reflexiva,
porque caminan el mismo tiempo y con el mismo público.
1920 -1930 es el apogeo del tango pero también del sainete: Teatro, política, coyuntura
generacional y economía como insumos de producción teatral. De aquí nace el grotesco,
surge como la interiorización del sainete o la barroquización del mismo, es el mundo de
los patios, los bailongos y sus rincones. Es la mayor transgresión literaria a la coyuntura
histórica signada por la clase media en el poder, un núcleo estilístico que va desde la
inmigración al Irigoyenismo pasando por el sainete y el tango letrado hasta el golpe del
30. Es la asunción de lo plebeyo, lo ítalo-criollo como lo popular y actuante, el nivel bajo
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como amenaza o escándalo de un nivel bajo hacia un mejor nivel económico. “Es el
homólogo de 1920 al 1930 al Martin Fierro de 1870-1880, dos momentos en que un
poeta individual dentro de una coyuntura social, verificada su homogeneidad y
tensiones, se expresa socialmente”, según David Viñas.
Los conflictos que aparecen no son solo de nacionalidad, o de lenguajes, sino también
generacionales; padre - hijo, el débil – el fuerte. El tango al grotesco llega para resolver un
problema, el del sonido de un ambiente que se ha parcelado, que dejo de ser coral para
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poder ser analítico, que ha perdido el significado social y gano el psicológico, por lo tanto
solo puede ser individualista, a lo sumo en pareja. La interiorización es condensación,
encogimiento y repliegue, no hay frentes, ni balcones escenográficos, ahora serán fondos,
profundidad hundimiento en sótanos. Se ha perdido el espíritu colectivo de fábrica,
apenas hay un taller… lo anti fábrica. No hay patios comunes de conventillo donde todos
asoman y se reúnen, ahora todo sucede en el interior de un cuarto. El día perdió claridad,
la luz esta acorralada de sombras, todo se volvió penumbra como en un cuadro barroco.
Es la transformación del proyecto ilusorio del inmigrante que se traslada y modifica de la
secuencia Estancia - chacra y arrabal como último repliegue. “La evolución y fracaso del
proyecto liberal argentino hace que la dignidad no se apoye ya en estamentos, sino en
expresividad” David Viñas. El malestar de una época se ha transformado en palabra,
dramática y filosa, es el lenguaje agresivo del fracaso que en el tango y en el grotesco nos
muestra al hombre (más que a la mujer) derrotado en su afán por el dinero, psicologizado,
escéptico, desencantado, culposo, hundido y enteramente decepcionado. El hombre del
puerto está acorralado, sin fe ni Dios que lo rescate, la impotencia para torcer el destino lo
paraliza y lo arrincona, y aunque camufle el fracaso para embellecerse a través del mito
de la derrota, será su último artilugio para refugiarse en la compasión.
“El sálvese quien pueda” es otra inmediatez, la del éxito privado del liberalismo que ha
retaceado la realización social del inmigrante, que quedo así abandonado a su suerte por
los alrededores del puerto, sin tierra, sin industria y sin Estado: bloqueado. El héroe del
grotesco de Armando Discépolo no tiene posibilidades de rescate alguno. Se pregunta
David Viñas: ¿El liberalismo necesitaba del fracaso inmigrante y del hombre con
carencias para su sobrevivencia?
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Conclusión
La idea era adentrarnos en los años 20, una década fundamental en el tango ya que
aparece el tango cantado y se canoniza. Analizar el primer gobierno popular democrático
argentino ya en su segundo período con M.T. Alvear en la presidencia, un aristócrata que
juega con la orilla, y el contexto internacional de post primera guerra mundial. Vincular el
teatro que corre paralelo al tango para poner en debate la genealogía de la tristeza que
impregna toda la poética del Rio de la plata. Buscamos hechos, prácticas, relaciones de
fuerza, heterogeneidad, ejes transversales de la música y el teatro, el lenguaje musical
propio del tango modificado, la ecología tanguera y teatral, los personajes reales y los
poéticos, y que tipo de influencia ha tenido el Alvearismo para consolidar el proyecto
liberal argentino o si fue para para conjurar la ilusión de la plebe inmigrante. Si el
Alvearismo fue más decisivo de lo que muestra la historia, o si fue el eslabón definitivo
que necesitaba a la aristocracia patricia para derrotar nuevamente el proyecto popular de
las masas. La economía muestra una etapa de crecimiento y expansión, igual que la
industria el comercio y hasta la cultura, pero también la sumisión a una estrategia
imperial. La poética del Río de la plata esta tan anclada en la tristeza, la soledad y el
fracaso. ¿Por esto el cuerpo de baile se corre, se aquieta, se detiene, como resentido de
haber perdido motivos para la alegría y la fiesta del baile? Hay un malestar en la
sociedad, hay un proyecto de Estado que esta cooptado por minorías que hacen negocios
para muy pocas familias ¿Está muriendo el proyecto liberal de 1880, o está mostrando su
verdadero rostro?
¿El malestar tomará forma política y desembocara en un nuevo proyecto de Estado recién
en el 1945?
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Bibliografía
Notas de periódicos
La cultura y el tango de los años 20: Sergio Pujol - diario “La izquierda”
Documentos audiovisuales
“Tango y peronismo” - Charlas con maestros - Paralelo 35 (producción multimedia) -
YouTube: Horacio González - parte 1 y 2
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