Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Matricula: 2-18-1075
Grupo: 001
Los albergues temporales pueden ser de varios tipos: los albergues comunitarios,
que son sitios en donde las personas acuden y su estadía es de modo transitorio,
estos lugares están acondicionados para que las personas durante el tiempo que
estén allí cuenten con los servicios básicos, como agua y electricidad. Están los
campamentos de emergencia, este tipo de campamentos por ser de poco peso son de
fácil movilidad y en donde las personas pueden estar temporalmente, ejemplo las
carpas, las tiendas de campaña.
2
Responsabilidades del director de un albergue
Las principales funciones como los servicios familiares, cuentan con un supervisor del
más alto nivel que se encuentra en las oficinas situadas afuera del albergue.
Los supervisores de las funciones se reportan ante su homónimo general para todos
los asuntos técnicos referentes a la forma más adecuada de llevar a la practica sus
responsabilidades y de las decisiones normativas de las cuestiones técnicas. El
director del albergue, como supervisor de las funciones, es un administrador que se
ocupa de que los servicios sean suministrados de manera apropiada y oportuna a los
ocupantes del refugio y no de decidir las políticas para dichos servicios. Sin embargo,
este supervisor de las funciones está a las órdenes de el director, en lo concerniente a
los asuntos administrativos. Esta comunicación incluye aspectos como horas,
estadísticas, progreso de las tareas y problemas con otras funciones en el albergue
que no se pueden resolver directamente con otros supervisores.
Servicio de alimentos
3
El alimento representa la seguridad y la sensación de que alguien se ocupa de la
persona. Comer relaja la tensión y disipa la angustia. Si se cuenta con alimentos o
puede arreglarse su distribución, las víctimas que llegan, por lo general pueden recibir
una comida sencilla o un refrigerio. Cuando el albergue inicia sus operaciones, el
servicio de alimentos quizá no esté en funcionamiento. También si se abre un
albergue como medida precautoria, tal vez no sea conveniente poner en operación
una cafetería (para proporcionar una sola comida). En estos casos normalmente se
utilizan expendios de "comida rápida". Poco después de que se inician las funciones
del albergue, el alimento suele prepararse allí mismo o se distribuye desde estaciones
fijas. Se programa el horario de servicio y el personal experto prepara los alimentos,
los cuales son inspeccionados por las autoridades sanitarias de la localidad. El
objetivo es que el albergue cuente con un área para proporcionar alimentos o que
afuera de éste exista una para que puedan utilizarla los ocupantes. Además, hasta
donde sea posible, es importante satisfacer las necesidades especiales de
alimentación de algunos grupos como lactantes, ancianos y enfermos.
Servicios Médicos
Los servicios médicos tienen como tarea procurar que los enfermos y lesionados
reciban atención esencial; planificar las medidas de protección de la salud, y brindar
apoyo emocional. Son esenciales la supervisión médica y los programas de
enfermería por 24 horas continuas para conservar los estándares y asegurar la
calidad de la atención. Los servicios médicos y asistenciales deben tener la más alta
prioridad en la distribución de recursos. Una vez más, las necesidades varían de
acuerdo a la naturaleza y magnitud del desastre.
Los ocupantes del albergue normalmente acuden a sus propios médicos o a otro
personal clínico ya de los hospitales u otras instalaciones de tratamiento dentro de la
4
comunidad. Las enfermeras en los refugios pueden hacer referencia a otras
organizaciones y hospitales. Si las autoridades médicas de la localidad deciden que el
albergue debe atender a enfermos muy graves o lesionados habrá que establecer
enfermerías y puestos de socorro temporales. Se ha sabido de casos en que todo el
conglomerado de un asilo tuvo que ocupar un albergue. En estos casos, se da al
personal de esa institución un área separada junto a la zona de servicios medicas en
donde pueden atender a sus pacientes.
Servicios Familiares
A menudo las personas o las familias llegan al refugio porque necesitan algo más que
un sitio temporal para comer o dormir. La Cruz Roja tiene la responsabilidad de
satisfacer algunas necesidades de emergencia de cada familia o persona,
individualmente después del desastre. El auxilio se presta para satisfacer necesidades
comprobadas: para que los miembros de una familia vuelvan a vivir en unidad.
Normalmente las personas que prestan ayuda no están presentes en el momento en
que se abre el albergue; no obstante, tan pronto como se determina la necesidad se
asignan trabajadores a cada caso y el trabajo comienza. Todo el auxilio de
emergencia se suministra como una dádiva y no como un préstamo. Cada centro local
de la Cruz Roja puede suministrar información relacionada con la capacitación
necesaria para auxiliar en casos de emergencia.
Asesoramiento psicológico
5
Localización y selección del albergue
Pese a que los albergues masivos son instalaciones temporales para atender
personas y sin duda no son los medios más adecuados para vivir, con frecuencia son
la única forma de atender a gran número de persona de forma rápida y eficaz; por tal
razón, conviene planearlos con anticipación. La Cruz Roja recomienda formar un
comité en la localidad que se encargue de los planes previos al desastre y la
operación de albergues durante una calamidad o la amenaza de ella. Con anterioridad
se prepara un programa de actividades por escrito que permite, cuando menos en
parte, la selección de albergues satisfactorios. La planificación previa al desastre es
un proceso importante en muchas comunidades y de trascendencia vital para aquellas
que han sufrido grandes catástrofes.
Cuando se escoja un sitio adecuado para un albergue, en primer lugar deben determinarse los
posibles peligros para la comunidad. Si hay la posibilidad de una inundación, no tendría sentido
escoger los sitios para los refugios dentro de áreas propensas a sufrir tal catástrofe. De la misma
forma, resulta conveniente que los albergues se localicen lo más cercanos posibles al área
afectada. El tamaño de la edificación también es un aspecto importante. Los encargados de los
programas contra desastres consideran que un albergue pequeño puede guarecer de 50 a 200
personas. En muchas comunidades gran parte de los albergues entran en esta categoría. El
albergue que pueda acomodar de 200 a 500 personas se clasifica de tamaño medio; y por arriba
de la última cifra, es un albergue grande. Presentamos algunas consideraciones adicionales:
Una construcción no puede ser rechazada solo porque no posea alguna o más de las
características mencionadas. Muchas de las divisiones de la Cruz Roja conservan listas
6
organizadas de características (incluyendo los planos de la distribución por pisos) de edificios
escogidos como albergues. Una vez que se han localizado las estructuras idóneas, es un
procedimiento normal entablar negociaciones para su uso y establecer técnicas para habilitarlos
cuando sean necesarios.
Problemas Generales
La vida en un albergue masivo se ha descrito como insatisfactoria en el mejor de los casos. Los
extraños con muy diferentes orígenes y estándares de vida se ven forzados a vivir unos con
otros. La conducta social varía con cada familia. Muchas víctimas se perturban por los efectos
del desastre, la alteración de sus patrones de vida y la incertidumbre del futuro. Otros se
preocupan por la seguridad de sus familiares que no están con ellos y con quienes no pueden
ponerse en contacto. Otros más pueden sufrir perturbaciones emocionales, psicológicas desde
antes del desastre y pueden haberse agravado sus problemas. Todo ello es complicado por la
naturaleza poco familiar y restrictiva de la vida en el albergue, la falta de privacidad y de sueño
y los cambios en los hábitos de alimentación.
Entre las medidas que deben estar a la orden del día, tenemos los primeros auxilios psicológicos
para personas que sufren reacciones más duraderas y graves al estrés. No es posible que en el
albergue se siga un programa total de salud mental, no obstante el tratamiento eficaz
(Información y dirección), la simpatía, interacción amigable con los demás y el ocupar a las
personas en algo útil puede servir de mucho para estabilizar la situación.
Quizá el problema más común sea el de las mascotas que acompañan a sus propietarios al
albergue. Por consideraciones a la salud y la seguridad no debe permitirse que compartan el
mismo espacio que las personas (excepto los perros lazarillos para ciegos y sordos). El cuidado
de las mascotas puede arreglarse con alguna sociedad humanitaria, de rescate de animales y con
veterinarios. Muchas personas consideran a sus mascotas como parte de la familia y no aceptan
estar lejos de ellas. Por tal motivo, si el espacio lo permite, habrá que delimitar otras áreas o
incluso construir un lugar para las mascotas. Muchos ocupantes del albergue pueden
conservarlas en los vehículos que utilizan para la evacuación. Es una práctica común que un
miembro de la familia permanezca en el vehículo por motivos de seguridad, ya que suele
contener las posesiones personales de la familia.
Problemas de Normatividad
El director del albergue no es un legislador, sin embargo, no seria raro que surgieran algunos
problemas relacionados con las normas establecidas. Por ello, no puede destacarse lo suficiente
la importancia del adiestramiento formal. Incluso en tales situaciones, si existe alguna duda el
director debe siempre solicitar a las oficinas generales que envíe un supervisor (algún
departamento oficial, la Cruz Roja u otra organización de voluntarios). Las normas son
7
variables. Por ejemplo, en un albergue operado por el gobierno, se considera al director como
"una extensión del gobierno local".2 Por otro lado la Cruz Roja "no acepta donativos
económicos en un albergue".3 Las personas que desean hacer una contribución deben enviarla
por medio de un cheque a las oficinas locales de la Cruz Roja. Es importante recordar siempre
que usted como enfermera puede solicitar orientación, dirección y control.
Conflictos potenciales
Ya sea de forma consciente o inconsciente, toda opinión que se da y decisión que se toma, se
basa en creencias, actitudes y valores. Existen lugares en donde se reúnen todo tipo de
personas. ¿Por qué el albergue debe ser diferente? Las creencias y prácticas religiosas y
culturales son variables. Para un mundo que ya se encuentra en total confusión la vida en un
albergue agrega un toque de extrañeza y congestión, además de un futuro incierto. Todo el
personal administrativo debe adoptar una actitud imparcial y acrítica. Los posibles conflictos
pueden disiparse por medio del entendimiento básico de los valores y su esclarecimiento y la
actitud de escuchar con interés al interlocutor.