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El Grillito Perdido

Había una vez un grillito que llegó a la puerta de un hormiguero, muerto de hambre y con la
guitarrita rota.
Las hormigas entraban y salían, entraban y salían, sin decirle nada, ni bueno, ni malo, al grillito.
Hasta que llegó la tarde, entraron todas en su casita y cerraron la puerta.
¡Tan, Tan , Tan!- llamó el grillito en la puerta.
¿Quién es? - preguntó la portera .
-Un grillito perdido que pide pan para su barriguita
y cuerda para su guitarrita.
¡Al que pide,  se lo despide!-dijo la portera, y cerró la puerta.
¡Sssssshhhhvvvv!, pasó volando el viento y dejó en medio una gran nube oscura.
-Tan , Tan , Tan -llamó el grillito.
¿Quién es ?- dijo la portera.
-Un grillito que pide pan para su barriguita y cuerda para su guitarrita.
-¡Al que pide se lo despide!- y ¡tras!, cerró la puerta.
Tin , Tin, Tintintin, Tin......., empezaron a caer gotitas de agua.
-¡Tan , Tan ,Tan!
-¿Quién es...? - contestó una voz muy suave de una hormiguita que estaba cuidando la puerta
mientras comía la portera.
-Un grillito perdido, que pide pan para su barriguita y cuerda para su guitarrita. La hormiguita le
abrió la puerta y cuando lo vio mojado y tan cansado, lo hizo pasar.
-Camina derechito, y no hagas ruido-le dijo -.
A los siete pasos párate , dobla a la derecha y acuéstate a dormir.
El grillito caminó: uno, dos, tres, cuatro, cinco, seis y siete pasos, dobló a la derecha , vio un
montoncito de paja amarilla y como estaba muy cansado , se acostó y se durmió.
A la mañana siguiente, la hormiguita lo despertó y le preguntó:
-Grillito, ¿qué quieres?
Pan para la barriguita, y cuerda para mi guitarrita. La hormiguita se fue y volvió enseguida con
una miga de pan y una hebra muy fina.
El grillito comió, arregló su guitarrita, y luego en agradecimiento tocó y cantó muy hermosas
canciones; casi todas trataban cosas del río.
-Grillito, qué canciones más lindas , ¿porqué no te quedas a vivir conmigo?-le dijo la hormiguita.
Y el grillito se quedó. Así pasaron los días muy felices, hasta que llegó el verano, y la hormiguita
tuvo que salir a trabajar.
-Por favor,  grillito, no armes ruido ni te muevas, hasta que yo vuelva-le dijo la hormiguita antes
de salir.
El grillito se quedó todo lo quieto que pudo,  pero después pasó un rato, el grillito no aguantó
más .-Si no canto me muero -se dijo a si mismo, y empezó a cantar muy , muy bajito. Cri, cri,
cri, cri, cricri.....
Justo en ese momento, andaba la reina inspeccionando el hormiguero acompañada de dos
hormigas guardianas que son unas hormigas negras, con una mandíbula muy fuerte.
Aunque el grillito cantaba despacito, la reina oyó.
-Trast, Trast navaja , navaja ¿quien en mi casa canta y no trabaja?
La reina dio media vuelta, caminó los siete pasos, dobló a la derecha y lo encontró. Sin más ni
más, las hormigas guardianas lo tomaron por las alas y ¡zas!, fuera del hormiguero.
Cuando volvió la hormiguita del trabajo, vio que no estaba su grillito, lloró mucho. Claro que
mientras lloraba, iba pensando..
Esperó que se hiciera bien de noche, arregló todas sus cosas y salió sin hacerse notar. Caminó y
caminó y ya en medio del campo, empezó a llamarlo:"grillito...,grillito, ......grillito.."
Atravesó bosques y montañas, y cuando ya le dolían todas las patitas , escuchó :Cri, cri, cri ,cri..
Enseguida le conoció la voz a su grillito y corrió hasta que lo encontró. Se dieron un abrazo
enorme.
El grillito se dio cuenta de lo cansada que estaba su hormiguita y de inmediato le hizo una
hamaca con un yuyito, sacó la guitarrita y empezó a cantarle aquellas canciones tan hermosas
sobre todo la que trataba del río....
Desde entonces, andan por los campos trotando muy felices la hormiguita y el grillito.

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