Existen oraciones que son generales y que pueden sacarte de
un apuro cuando sientes que la energía negativa está desbordándote.
Elige la oración poderosa contra los enemigos, que te parezca
más adecuada para tu caso y empléala para sacar de tu vida esas personas que tanto mal te hacen.
Oración a San Miguel Arcángel para protección
Esta es una de las oraciones católicas para protección más utilizadas debido a su poderosa efectividad. Se trata de San Miguel Arcángel, aquel santo que en el Antiguo testamento, se presenta como el gran defensor del pueblo de Dios.
Ya en el segundo testamento, se lo representa como un ángel
guerrero que defiende a los cristianos del Diablo. Es por ello que se lo conoce como un ángel protector, capaz de protegerte de cualquier enemigo.
Reza la siguiente oración de protección contra brujería al
menos 7 noches seguidas antes de dormir y obtendrás protección absoluta. "Espíritu del Señor, Espíritu de Dios, Padre, Hijo y Espíritu Santo, Santísima Trinidad, Virgen Inmaculada, ángeles, arcángeles y santos del paraíso, descended sobre mí. Fúndeme, Señor, modélame, lléname de ti, utilízame. Expulsa de mi todas las fuerzas del mal, aniquílalas, destrúyelas, para que yo pueda estar bien y hacer el bien.
Expulsa de mí los maleficios, las brujerías, la magia negra, las
misas negras, los hechizos, las ataduras, las maldiciones y el mal de ojo; la infestación diabólica y la obsesión diabólica; todo lo que es mal, pecado, envidia, celos y perfidia; la enfermedad física, psíquica, moral, espiritual y diabólica. Quema todos estos males en el infierno, para que nunca más me toquen a mí ni a ninguna otra criatura en el mundo.
Ordeno y mando con la fuerza de Dios omnipotente, en nombre
de Jesucristo Salvador, por intermedio de la virgen Inmaculada, a todos los espíritus inmundos, a todas las presencias que me molestan, que me abandonen inmediatamente, que me abandonen definitivamente y que se vayan al infierno eterno, encadenados por San Miguel arcángel, por san Gabriel, por san Rafael, por nuestros ángeles custodios, aplastados bajo el talón de la Virgen Santísima Inmaculada." Oración contra el mal de ojo y envidia El mal de ojo es conocido como un maleficio que se concreta a partir de la mirada. A veces se hace con intención y en otras ocasiones puede producirse accidentalmente.
Los niños y los ancianos son las personas más vulnerables a
este tipo de energía. Los síntomas de mal de ojo son semejantes a los descritos en el principio del artículo, aunque en niños pequeños a veces se lo suele confundir con otros problemas. Con la siguiente oración de protección contra el mal, aprenderás a curar el mal de ojo a ti mismo y a las personas que tú quieras.
Jesús dulce nombre de Jesús, donde Jesús se nombró todo el
mal se quitó, donde Jesús se ha nombrado todo el mal se ha quitado. Santa Ana parió a maría, nuestra señora santa Isabel y san juan bautista, así como estas palabras son santas y verdaderas, permíteme señor quitar mal quebranto y espanto que en el cuerpo de (y nombras a la persona) se encuentre. Oración contra brujería Además del mal de ojo, existen otro tipo de maleficios (conjuros específicos o envidia por ejemplo) que pueden afectar tu energía.
Es por ello que si deseas estar protegido contra cualquier tipo
de fuerza negativa, es imprescindible que aprendas una oración para alejar el mal que evitará que te transformes en un fácil receptor de las malas vibraciones.
Se trata de una oración católica, dirigida a la Virgen María,
madre protectora de los más débiles y puedes profesarla cada vez que salgas de tu hogar, para salir completamente protegido.
"Ven Virgen Pura y Bendita! Ven! Virgen María Madre mía.
Guerrera Poderosa contra Satanás y los espíritus inmundos que me desean atacar y vencer. Guerrera de oración, guerrera apoyada por la Corte de Ángeles celestiales, guerrera sostenida por el Espíritu de Dios. Por la Santísima Trinidad elevada a la victoria contra el mal.
Ven Virgen Pura y Bendita!, Poderosa Madre del Universo, ven y
guerrea junto a mi, que me siento débil y frágil. Apoyo mío! Virgen Reina del Cielo, mira que me atacan, me persiguen y me sobresaltan las cosas de este mundo. Protégeme de mí mismo, de mis tendencias al pecado, a caer por las insidias del maligno.
¡Guerrea conmigo! Poderosa Virgen Inmaculada, Virgen Pura y
Bendita. Colócate en cada esquina de mi casa, de mi trabajo, de mis lugares de estudio o descanso, donde me encuentre, protégeme, sé tu mi fuerte, mi muralla y refugio. Vela por mi alma y mi cuerpo, acúname y rodéame con tu Santo Rosario poderoso y vencedor. Amén"