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Conjuración De Los 4 Elementos

Del Rey Salomón


Las conjuraciones son las oraciones que sirven como defensa para los
esoteristas prácticos contra las fuerzas negativas.

Aquí un fragmento en latín y luego la totalidad traducida de la Conjuración,


publicada por Eliphas Levi:

“Caput mortum imperet tibi dominus per vivun et devotum serpentem!


Cherub imperet tibi dominus per Adan Jotchavah!
Aquila errans, imperet tibi dóminus per alas tauri.
Serpens imperet tibi dóminus tetragramaton per Angelum et leonem.
Michael, Gabriel, Raphael, Anael, fluat udor per espiritum Elohim.
Maneat terra per Adan Jot-Chavah. Fiat firmamemtum per iahuvehu –
Zabaoth.
Fiat judicium per ignem in virtute Michael.“

Cabeza de muerto, que el señor te ordene por la viva y devota serpiente.


Querubín, que el señor te ordene por Adán Jot-Chavat.
Águila errante, que el señor te ordene por las alas del toro.
Serpiente, que el señor tetragrámaton te manda, por el Ángel y el León.
Michael, Gabriel, Raphael, Anael
Fluya la humedad por el espíritu de los Elohim,
Permanezca en la tierra por Adán-Jotchavat.
Hágase el juicio por el fuego en virtud de Michael.
Ángel de los ojos muertos, obedece o disípate con esta agua santa. (+)
Toro alado, trabaja o vuelve a la tierra si no quieres que te aguijonee con
esta espada. (+)
Águila encadenada, obedece a este signo, (+)
o retírate ante este soplo (+).
Serpiente movible arrástrate a mis pies o serás atormentada por el fuego
sagrado y evapórate con los perfumes que yo quemo.
Que el agua, vuelva al agua,
que el fuego arda,
que el aire circule,
que la tierra caiga sobre la tierra,
por la virtud del pentagrama que es la estrella matutina y en nombre del
tetragrama que está escrito en el centro de la cruz de luz.
AMEN, AMEN, AMEN.
SIGNIFICADO

Con este acto de Magia se conjuran a los cuatro elementos, tierra, agua,
aire y fuego, tanto exteriores como interiores, y en de sus vertientes
positivas y negativas.

No puede caber duda de que para poder convertirnos en reyes de los


elementos externos y de las criaturas elementales que allí viven, resulta
imprescindible, con anterioridad, controlar o hacernos dueños de nuestros
propios elementos atómicos.

La Gnosis recomienda que seamos:


prontos y activos como los Silfos;
flexibles y atentos a las impresiones como las Ondinas;
enérgicos y fuertes como las Salamandras;
y laboriosos y pacientes como los Gnomos.

No resulta difícil comprender, por ejemplo, que una persona torpe y


caprichosa jamás gobernará a los silfos y Sílfides del elemento aire.
Tampoco será extraño que una persona de naturaleza blanda, fría y voluble,
nunca podrá regir a las Ondinas del agua.
Igualmente, un sujeto irritable, colérico y pasionario, de ningún modo
mandará a las Salamandras del fuego.
Asimismo, una persona perezosa, concupiscente y glotona nunca imperará
a los Gnomos de la tierra.

Sólo y únicamente cuando alguien ha adquirido dominio sobre sus


elementales atómicos, la Naturaleza se pone a su servicio y el Teúrgo, en
tales condiciones, puede cruzar por la tempestad sin que la lluvia toque su
cuerpo y sin que el viento mueva ni un solo pliegue de su traje; puede
cruzar por el fuego sin quemarse; puede caminar sobre las aguas, etc.

La Conjuración de los Cuatro se ejecuta invocando a los cuatro elementos:


Agua, Tierra, Aire y Fuego. Está elaborada y dividida en tres grupos de
cuatro rondas, en los que se invocan a los citados cuatro elementos, en sus
diferentes atributos o manifestaciones.

La Conjuración de los Cuatro comienza con el exorcismo de los cuatro


elementos como entidades malignas, en su forma negativa, para
ahuyentarlas. Al mismo tiempo, sirve para el ruego vehemente y para
impedir algún daño o posible peligro.

¡CAPUT MORTUM, IMPERET TIBI DOMINUS PER VIVUM ET


DEVOTUM SERPENTEM! (Agua)
[Capút mórtum, impéret tibi Dóminus per vivum et devótum Serpéntem]
(Cabeza de muerto, que el Señor te ordene por la viva y devota Serpiente)
Se conjura a la ‘Cabeza de muerto’ con la serpiente ascendente o Kundalini
(la viva y devota sierpe).
La expresión ‘Cabeza de muerto’ se menciona porque, al hallarnos
conjurando a los cuatro elementos, en su forma negativa, se toma el
símbolo de la cabeza de la Esfinge milenaria, alegoría del elemento Agua.

¡CHERUB, IMPERET TIBI DOMINUS PER ADAM JOT-CHAVAH!


(Tierra)
[Cherúb, impéret tibi Dóminus per Adám Iot-Chaváj]
(Querubín, que el Señor te ordene por Adán Jot-Chavah)
Se nombra a la divinidad caída (alada y con cara de toro), para que el Señor
la mande u ordene por el Adán Celestial, el Adam Kadmon del Génesis.
El toro representa al elemento Tierra, al mundo físico.
Adam, como uno de los Diez Sublimes Patriarcas Antediluvianos,
representa a todos los millones de habitantes de la Lemuria.

¡AQUILA ERRANS, IMPERET TIBI DOMINUS PER ALAS TAURI!


(Aire)
[Áquila erráns, impéret tibi Dóminus per álas táuri]
(Águila errante, que el Señor te ordene por las Alas del Toro)
El Águila errante representa al Mundo Mental, al elemento Aire, pero
desordenado dentro de nosotros.
Las Alas del Toro representan a la Imaginación Objetiva, a la facultad
consciente del discernimiento, a la Tierra Filosofal Pura.

¡SERPENS, IMPERET TIBI DOMINUS TETRAGRAMMATON


PER ÁNGELUM ET LEONEM! (Fuego)
[Sérpens, impéret tibi Dóminus Tetragrámaton per Ángelum et leoném]
(Serpiente, que el Señor te mande por el Tetragrámaton, por el Ángel y el
León)
La serpiente, en este caso la descendente, el abominable órgano
kundartiguador, como fuego infernal, es conjurada con el nombre de Dios
(Tetragrámaton), por el Fuego Angélico.
Recordemos que los Ángeles son Ministros del Fuego, Delegados de Dios,
quien, a su vez, es Fuego Devorador. El León simboliza también al Fuego.
El Tetragrámaton representa el domino del Hombre Solar sobre los cuatro
elementos de la Naturaleza. También es un mantram sagrado.

Tras haber conjurado la parte negativa de los elementos, se invoca


seguidamente a los Genios o Ángeles Regentes de cada uno de ellos:
Michael (el Fuego);
Gabriel (el Agua);
Rafael (el Aire);
y Anael (la Tierra).

¡MICHAEL, GABRIEL, RAPHAEL, ANAEL! (Fuego, Agua, Aire y


Tierra, respectivamente)
[Michael, Gabriel, Ráphael, Ánael]
(Miguel, Gabriel, Rafael, Anael)

Michael es Arcángel y Cosmocrator. Regente del Sol. Pertenece al Rayo de


la Sabiduría. Ejecutó la misión de expulsar a todos los magos negros de los
planos superiores de conciencia.

Gabriel es un Arcángel y Cosmocrator. Regente de la Luna.

Rafael es el Ángel y Cosmocrator. Regente del Planeta Mercurio. Rige la


Medicina. Se turna en este trabajo de ayuda a la humanidad con otros
Ángeles. Él lo lleva a cabo en la primavera.

Anael es un Ángel de gran sabiduría, llamado el Ángel del Amor. Tiene


como doble tenebroso astral a Lilit. Se le puede invocar en la cuarta
dimensión para que acuda, al objeto de interesarnos por alguna cuestión de
nuestro interés en el trabajo interno.

Seguidamente, se invoca la parte positiva de los Cuatro Elementos.

¡FLUAT UDOR PER SPIRITUM Elohim! (Agua)


[Flúat údor per Espiritum Eloim]
(Fluya el Perfume, por el espíritu de los Elohim)
Este perfume o quintaesencia, se refiere al elemento Agua.
También puede entenderse este perfume como el resultado mismo de la
Creación de los Elohim, realizada partiendo de la materia grosera o caótica.
Recordemos que los Dioses Santos (Elohim), fecundan a las Aguas
Caóticas para que surja la vida.

¡MANEAT TIERRA PER ADAM JOT CHAVAT! (Tierra)


[Máneat térra per Adám Iot-Chaváj]
(Permanezca la Tierra por Adán Jot Chavah)
Adán Jot Chavah es, en nosotros, Adán-Eva, el Andrógino Divino, nuestro
Real Ser. Él es el único capaz de ordenar nuestra tierra filosofal (el hombre
terrenal constituido por los cuatro cuerpos solares).
¡FIAT FIRMAMENTUM PER JEHOVÁ-Sabaoth! (Aire)
[Fiat firmaméntum per Iód-He-Vaú-He Chabajót]
(Hágase el Firmamento por IOD-HE-VAU-HE -- ZEBAOTH)
Nos referimos, en este momento, al elemento Aire (el Firmamento), y a la
creación realizada por Zebaoth, el Ejército de la Voz, la Gran Palabra. Para
ello se utiliza la fuerza sexual masculina-femenina:

IOD (el Varón),


HE (la Mujer),
VAU (Fuerza Positiva),
HE (Fuerza Negativa).

Hiod o Iod es el principio masculino, el Jehová Intimo de cada persona.


Hevé es el principio femenino, nuestra Divina Madre Kundalini particular.
Jehová es también una Jerarquía Angélica. Regente de la Luna y Jefe
Supremo del Rayo Positivo de ese astro que gobierna el Edén, el Paraíso.
Enseña Magia Sexual Blanca. Jehová, en la actualidad, no tiene cuerpo
físico.

¡FIAT JUDICIUM PER IGNEM IN VIRTUTE MICHAEL! (Fuego)


[Fiat judicium per ignem in virtúte Michael]
(Hágase el Juicio, por el Fuego en virtud de Michael)
Tal expresión puede entenderse como una purificación que debe realizarse
con el fuego y en virtud de los poderes que le han sido conferidos a Miguel,
el Regente del Sol.

Concluida esta parte imperativa de la Conjuración, se ordena la


transformación de los aspectos negativos en sus correspondientes
Positivos, por el Poder y la Fuerza de estos últimos.

ÁNGEL DE OJOS MUERTOS, ¡OBEDECE O DISIPATE CON


ESTA AGUA SANTA! (Agua)
El ‘Ángel de ojos muertos’ se refiere a las aguas muertas, anteriormente
mencionadas.
Se ordena que se disipen con las aguas puras de vida, vale decir, con las
aguas transmutadas, purificadas.

TORO ALADO, ¡TRABAJA O VUELVE A LA TIERRA SI NO


QUIERES QUE TE AGUIJONEE CON ESTA ESPADA! (Tierra)
El toro representa al elemento Tierra. El Toro Alado simboliza lo
Espiritual, la Inteligencia y la Fuerza.
Se le ordena trabajar, dentro de nosotros mismos, utilizando el poder de la
Voluntad. La Espada de la Voluntad es resultado del trabajo sexual
alquílico.

ÁGUILA ENCADENADA, ¡OBEDECE A ESTE SIGNO (†) O


RETIRATE CON ESTE SOPLO! (Aire)
Esta frase constituye una orden de liberar el Águila (representativa del
elemento Aire), eliminando las cadenas que nos impiden llegar al espíritu,
al Ser. Para ello se debe trabajar con la Cruz Sexual (el Lingam-Yoni) y
con el Soplo Divino, el Gran Aliento.

SERPIENTE MOVIBLE, ¡ARRÁSTRATE A MIS PIES O SERÁS


ATORMENTADA POR EL FUEGO SAGRADO, Y EVAPÓRATE
CON LOS PERFUMES QUE YO QUEMO! (Fuego)
La ‘Serpiente movible’ es el fuego voluptuoso y pasional, el fuego
negativo-sexual, la serpiente tentadora.
Ella debe arrastrarse a nuestros pies, al conjuro del Fuego Sagrado y de las
virtudes del Alma (los Perfumes) que surgen del trabajo con ese mismo
Fuego.

La siguiente parte de la Conjuración de los Cuatro, se explica por si misma,


por cuanto ordena a los aspectos negativos de los cuatro elementos
integrarse o transmutarse en sus correspondientes condiciones positivas
dice:

¡QUE EL AGUA VUELVA AL AGUA! (Agua)


¡QUE EL FUEGO ARDA! (Fuego)
¡QUE EL AIRE CIRCULE! (Aire)
¡QUE LA TIERRA CAIGA SOBRE LA TIERRA! (Tierra)

A continuación, se invoca el poder del Hombre Autorrealizado, una vez se


ha transformado de su condición anterior y el auxilio de Dios, rogando, por
último, que se cumpla según todo lo implorado.

POR LA VIRTUD DEL PENTAGRAMA QUE ES LA ESTRELLA


MATUTINA
El Pentagrama simboliza al Hombre Solar, al Hombre Auto-Realizado.
La Estrella de Cinco Puntas o Estrella Flamígera, con su ángulo superior
hacia arriba y los dos inferiores hacia abajo, nos permite defendernos de los
ataques de los tenebrosos, ya que, ante su poder, huyen despavoridos.
La Estrella de la Mañana, Venus, alegoriza a lo que cada uno se convierte
cuando blanquea al diablo, a Lucifer.

Y EN EL NOMBRE DEL TETRAGAMA


En el nombre de Dios.
QUE ESTÁ ESCRITO EN EL CENTRO DE LA CRUZ DE LUZ
El Cristo.

AMÉN, AMÉN, AMÉN.


En hebreo esta palabra está formada por las letras A, M y N, cuyos valores
cabalísticos son 1, 40 y 50. dichos valores sumados cabalísticamente
arrojan 91, o sea, 10. Tal palabra es un símil de Jehová-Adonai.

También en hebreo, esta voz equivale a la palabra Verdad, y, en lenguaje


común, se traduce como “Axial Sea”, pero en esoterismo significa “El
Oculto”, o sea, lo que está escondido.
Conjuración De Los 7 Genios Del
Rey Salomón
¡En nombre de MICHAEL, que JEHOVÁH te mande y te aleje de aquí,
CHAVAJOTH!
¡En nombre de GABRIEL, que ADONAI te mande y te aleje de aquí,
BELIAL!
¡En nombre de RAPHAEL, desaparece ante ELOHIM, SACHABIEL!
¡Por SAMAHEL TZEBAOTH, y en nombre del ELOHIM GIBOR,
aléjate ADRAMELECK!
¡Por ZACHARIEL y SACHIEL-MÉLECK, obedece a ELVAH,
SAMGABIEL!

En el nombre divino y humano de SHADDAI, y por el signo del


pentagrama que tengo en la mano derecha;
En nombre del ángel ANAHEL, por el poder de ADAM y EVA, que son
JOT-CHAVAH; ¡Retírate LILITH!, ¡Déjanos en paz, NAHEMAH!.

Por los santos ELOHIM, y en nombre de los genios: CASIEL,


SEHALTIEL, APHIEL y ZARAHIEL, Al mandato de ORIFIEL; ¡Retírate
de nosotros MOLOCH!.
Nosotros no te daremos nuestros hijos para que los devores.

AMÉN,
AMÉN,
AMÉN.
EL EXORCISMO CONTRA SATANÁS
Y LOS ÁNGELES REBELDES
Publicado Por Orden De Su Santidad León XIII:
"Revestíos de la armadura de Dios para que podáis sosteneros ante las
asechanzas del diablo. Que no es nuestra lucha contra carne y sangre,
sino contra los principados, contra las potestades, contra los poderes
mundanales de las tinieblas de este siglo, contra las huestes espirituales de
la maldad que andan en las regiones aéreas. Por esto, tomad la armadura
de Dios para que podáis oponer resistencia en el día malo y,
prevenidos con todos los aprestos, sosteneros".
(Ef. 6,11-13).

A LA
IZQUIERDA, LA
PRIMERA HOJA
DE LA EDICIÓN
FRANCESA DE
1903, UNA DE
LAS ÚLTIMAS
PUBLICADAS
ÍNTEGRAMENTE,
DE LA QUE
HEMOS
TRADUCIDO EL
TEXTO QUE
PUBLICAMOS.

Esta oración, compuesta por el Papa León XIII según el formulario de los
exorcismos del Ritual Romano, debería ser recitada frecuentemente por todos,
tanto en público como en privado, para poner en fuga a los demonios,
disminuir su acción perversa sobre los pecadores, preservar a la Iglesia la
Patria y la Familia de grandes males.

Esta muy meritoria oración, enriquecida con una indulgencia plenaria


aplicable cada vez a los vivos y a los difuntos ejerce particularmente su
influencia liberadora sobre las personas y los lugares maleficiados por
sortilegios ocultos, amenazas enemigas y todo lo que puede perturbar
gravemente la concordia y la paz cristiana, sobre todo cuando importa triunfar
sobre peligrosas tentaciones contra la fe o costumbres, sobre el
endurecimiento de ciertos pecadores, sobre crisis de desesperanza en las
adversidades, sobre asaltos diabólicos en el momento de la agonía y en
general, sobre todas las calamidades públicas o privadas. Es por esto que está
recomendado particularmente recitarlo en público en el curso de
peregrinaciones.

No se exige ninguna autorización eclesiástica especial ni ayunos previos, pero


se recomienda, en tanto sea posible, confesar y comulgar y hacer alguna
penitencia o limosna preparatorias, a fin de obtener de él una completa
eficacia.

En familia, así como en los oratorios privados, en ausencia de un sacerdote,


pueden recitar esta oración en nombre de los fieles cristianos, un clérigo
exorcista, un miembro de orden religiosa, y aún un simple laico, hombre o
mujer.

En la recitación pública, los laicos omitirán decir las invocaciones litúrgicas


reservadas al sacerdote. (Indicadas en el texto)

Al final del Exorcismo, se asperge agua bendita sobre el lugar y las personas
presentes. El sacerdote puede dar la bendición solemne con la Cruz o el
Santísimo Sacramento.

La promulgación del Exorcismo por León XIII, constituye un Hecho Eclesial


(un Hecho Eclesial es, por definición, un suceso que se produce en la Iglesia y
que sólo puede estar referido a toda la Iglesia tomada en conjunto).

A los fieles de 1900 este exorcismo pudo parecerles de un pesimismo


entenebrecido del Sumo Pontífice, pero sabemos que León XIII fue
divinamente inspirado. Tanto este exorcismo como la Oración a San Miguel
Arcángel, que ordenó que se rezara al final de todas las Misas, los escribió él
mismo
EXORCISMO CONTRA SATANÁS
Y LOS ÁNGELES REBELDES
Publicado por orden de Su Santidad León XIII

En el Nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo

Salmo 67.

Levántese Dios y sean dispersados sus enemigos y huyan de su presencia los


que le odian.

Como se disipa el humo se disipen ellos, como, se derrite la cera ante el fuego,
así perecerán los impíos ante Dios.

Salmo 34.

Señor, pelea contra los que me atacan; combate a los que luchan contra mí.

Sufran una derrota y queden avergonzados los que me persiguen a muerte.


Vuelvan la espalda llenos de oprobio los que maquinan mi perdición.
Sean como polvo frente al viento cuando el Ángel del Señor los desbarate.
Sea su camino oscuro y resbaladizo, cuando el Ángel del Señor los persiga.
Porque sin motivo me tendieron redes de muerte, sin razón me abrieron
trampas mortales.

Que les sorprenda un desastre imprevisto, que los enrede la red que para mí
escondieron; que caigan en la misma trampa que me abrieron.
Mi alma se alegra con el Señor y gozará de su salvación.
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
Como era en el principio, ahora y siempre, y por los siglos de los siglos.
Amén.

Súplica a San Miguel Arcángel.

Gloriosísimo príncipe de la milicia celestial, Arcángel San Miguel,


defiéndenos en la lucha que mantenemos combatiendo "contra los
principados y potestades, contra los caudillos de este mundo tenebroso,
contra los espíritus malignos esparcidos por los aires" (Ef. 6, 12). Ven en
auxilio de los hombres que Dios creó incorruptibles a su imagen y semejanza
(Sap. 2, 23), y a tan "alto precio rescatados" (I Cor. 6, 20) de la tiranía del
demonio. Con las huestes de los ángeles buenos pelea hoy los combates del
Señor, como antaño luchaste contra Lucifer, corifeo de la soberbia y contra
sus ángeles apóstatas. Ellos no pudieron vencer, y perdieron su lugar en el
Cielo. "Fue precipitado el gran dragón, la antigua serpiente el denominado
diablo y Satanás, el seductor del universo: fue precipitado a la tierra y con él
fueron arrojados sus ángeles" (Apoc. 12,.8-9).

He aquí que el antiguo enemigo y homicida se ha erguido con vehemencia.


Disfrazado de "ángel de luz" (II Cor. 11, 14) con la escolta de todos los
espíritus malignos rodea e invade la tierra entera, y se instala en todo lugar,
con el designio de borrar allí el nombre de Dios y de su Cristo, de arrebatar las
almas destinadas a la corona de la gloria eterna, de destruirlas y perderlas para
siempre. Como el más inmundo torrente, el maligno dragón derramó sobre los
hombres de mente depravada y corrompido corazón, el veneno de su maldad:
el espíritu de la mentira, de la impiedad y de la blasfemia; el letal soplo de la
lujuria, de todos los vicios e iniquidades.

Los más taimados enemigos han llenado de amargura a la Iglesia, esposa del
Cordero Inmaculado, le han dado a beber ajenjo, han puesto sus manos impías
sobre todo lo que para Ella es más querido. Donde fueron establecidas la Sede
de San Pedro y la Cátedra de la Verdad como luz para las naciones, ellos han
erigido el trono de la abominación de la impiedad, de suerte que, golpeado el
Pastor, pueda dispersarse la grey. Oh, invencible adalid, ayuda al pueblo de
Dios contra la perversidad de los espíritus que le atacan y dale la victoria.

La Iglesia te venera como su guardián y patrono, se gloría que eres su


defensor contra los poderes nocivos terrenales e infernales; Dios te confió las
almas de los redimidos para colocarlos en el estado de la suprema felicidad.
Ruega al Dios de la paz que aplaste al demonio bajo nuestros pies, para que ya
no pueda retener cautivos a los hombres y dañar a tu Iglesia. Ofrece nuestras
oraciones al Altísimo, para que cuanto antes desciendan sobre nosotros las
misericordias del Señor (Salmo 78, 8), y sujeta al dragón, la antigua serpiente,
que es el diablo y Satanás, y, una vez encadenado, precipítalo en el abismo,
para que nunca jamás pueda seducir a las naciones (Apoc. 20).

Después de esto, confiados en tu protección y patrocinio, con la sagrada


autoridad de la Santa Madre Iglesia, nos disponemos a rechazar la peste de los
fraudes diabólicos, confiados y seguros en el Nombre de Jesucristo, nuestro
Dios y Señor.

He aquí la Cruz del Señor, huid poderes enemigos.


R. Ha vencido el León de la tribu de Judá, la raíz de David.
Señor, que tu misericordia venga sobre nosotros.
R. Como lo esperamos de Ti.
Señor, escucha nuestra oración.
R. Y llegue a Ti nuestro clamor.
(El Señor esté con vosotros. (Sólo si es un sacerdote)
R. Y con tu espíritu).

Oremos. Dios y Padre de Nuestro Señor Jesucristo, invocamos tu santo


Nombre y suplicantes imploramos tu clemencia, para que, por la intercesión
de la Inmaculada siempre Virgen María Madre de Dios, del Arcángel San
Miguel, de San José Esposo de la Santísima Virgen, de los santos Apóstoles
Pedro y Pablo y de todos los Santos, te dignes prestarnos tu auxilio contra
Satanás y todos los demás espíritus inmundos que vagan por el mundo para
dañar al género humano y para la perdición de las almas. Amén.

Exorcismo: Te exorcizamos todo espíritu maligno, poder satánico, ataque del


infernal adversario, legión, concentración y secta diabólica, en el nombre y
virtud de Nuestro Señor Jesu + cristo, para que salgas y huyas de la Iglesia de
Dios, de las almas creadas a imagen de Dios y redimidas por la preciosa
Sangre del Divino Cordero +. En adelante no oses, perfidísima serpiente,
engañar al género humano, perseguir a la Iglesia de Dios, zarandear a los
elegidos y cribarlos como el trigo +. Te lo manda Dios Altísimo, a quien en tu
insolente soberbia aún pretendes asemejarte, "el cual quiere que todos los
hombres se salven y lleguen al conocimiento de la verdad" (II Tim. 2). Te lo
manda Dios Padre + te lo manda Dios Hijo +; te lo manda Dios Espíritu Santo
+. Te lo manda la majestad de Cristo, el Verbo eterno de Dios hecho hombre,
quien para salvar a la estirpe perdida por tu envidia, "se humilló a sí mismo
hecho obediente hasta la muerte" (Fil. 2); el cual edificó su Iglesia sobre roca
firme, y reveló que los "poderes del infierno nunca prevalecerían contra ella,
Él mismo había de permanecer con ella todos los días hasta el fin de los
tiempos" (Mat. 28, 20). Te lo manda el santo signo de la Cruz y la virtud de
todos los Misterios de la fe cristiana +. Te lo manda la excelsa Madre de Dios,
la Virgen María, quien con su humildad desde el primer instante de su
Inmaculada Concepción aplastó tu orgullosa cabeza +.
Te lo manda la fe de los santos Apóstoles Pedro y Pablo y de los demás
Apóstoles +. Te lo manda la sangre de los mártires y la piadosa intercesión de
todos los Santos y Santas +. Por tanto, maldito dragón y toda legión diabólica,
te conjuramos por Dios + vivo, por Dios + verdadero, por Dios + santo, que
"de tal modo amó al mundo que entrego a su unigénito Hijo, para que todo el
que crea en Él no perezca, sino que viva la vida eterna" (Juan 3); cesa de
engañar a las criaturas humanas y deja de suministrarles el veneno de la eterna
perdición; deja de dañar a la Iglesia y de poner trabas a su libertad. Huye
Satanás, inventor y maestro de toda falacia, enemigo de la salvación de los
hombres. Retrocede ante Cristo, en quien nada has hallado semejante a tus
obras. Retrocede ante la Iglesia una, santa, católica y apostólica, la que el
mismo Cristo adquirió con su Sangre. Humíllate bajo la poderosa mano de
Dios. Tiembla y huye, al ser invocado por nosotros el santo y terrible Nombre
de Jesús, ante el que se estremecen los infiernos, a quien están sometidas las
Virtudes de los cielos, las Potestades y las Dominaciones; a quien los
Querubines y Serafines alaban con incesantes voces diciendo: Santo, Santo,
Santo es el Señor, Dios de los Ejércitos.

Señor, escucha mi oración.


R. Y llegue a Ti mi clamor.
(El Señor esté con vosotros. (Sólo si es un sacerdote)
R. Y con tu espíritu).

Oremos. Dios del Cielo y de la tierra, Dios de los Ángeles, Dios de los
Arcángeles, Dios de los Patriarcas, Dios de los Profetas, Dios de los
Apóstoles, Dios de los Mártires, Dios de los Confesores, Dios de las Vírgenes,
Dios que tienes el poder de dar la vida después de la muerte, el descanso
después del trabajo, porque no hay otro Dios fuera de Ti, ni puede haber otros
sino Tú mismo, Creador de todo lo visible y lo invisible, cuyo reino no tendrá
fin: humildemente te suplicamos que tu gloriosa Majestad se digne libramos
eficazmente y guardamos sanos de todo poder, lazo, mentira y maldad de los
espíritus infernales. Por Cristo Nuestro Señor. Amén.

De las asechanzas del demonio.


R. Líbranos, Señor.
Haz que tu Iglesia te sirva con segura libertad.
R. Te rogamos, óyenos.
Dígnate humillar a los enemigos de tu Iglesia.
R. Te rogamos, óyenos.

(Se rocía con agua bendita el lugar y a los presentes).

Señor, no recuerdes nuestros delitos ni los de nuestros padres, ni tomes


venganza de nuestros pecados (Tobías 3, 3).
Padre nuestro ...
VISIÓN DE LEÓN XIII
LA ORACIÓN A SAN MIGUEL ARCÁNGEL

San Miguel Arcángel, defiéndenos en la batalla; sé


nuestro amparo contra la perversidad y asechanzas
del demonio. Reprímale Dios, pedimos suplicantes,
y tú, Príncipe de la Milicia Celestial, arroja al infierno
con el divino poder a Satanás y a los demás espíritus
malignos que andan dispersos por el mundo
para la perdición de las almas.

¿Cómo nació esta oración?


El padre Domenico Pechenino escribe: "No recuerdo el año exacto. Una
mañana el Sumo Pontífice León XIII había celebrado la santa misa y estaba
asistiendo a otra de agradecimiento, como era habitual. De pronto, le vi
levantar enérgicamente la cabeza y luego mirar algo por encima del
celebrante. Miraba fijamente, sin parpadear, pero con un aire de terror y de
maravilla, demudado. Algo extraño, grande, le ocurría.

Finalmente, como volviendo en sí, con un ligero pero enérgico ademán, se


levanta. Se le ve encaminarse hacia un despacho privado. Los familiares le
siguen con premura y ansiedad. Le dicen en voz baja: "Santo Padre, ¿no se
siente bien? ¿Necesita algo?" Responde: "Nada, nada". Luego comentaría:
«Vi demonios y oí sus crujidos, sus blasfemias, sus burlas. Oí la espeluznante
voz de Satanás desafiando a Dios, diciendo que él podía destruir la Iglesia y
llevar a todo el mundo al infierno si se le daba suficiente tiempo y poder.
Satanás le pidió permiso a Dios de tener 100 años para influenciar al mundo
como nunca antes había podido hacerlo». Pudo ver también a San Miguel
Arcángel aparecer y lanzar a Satanás con sus legiones en el abismo del
infierno.

Se encierra en su despacho, y al cabo de media hora hace llamar al secretario


de la Congregación de Ritos y, dándole un folio, le manda imprimirlo y
enviarlo a todos los obispos diocesanos del mundo. ¿Qué contenía? La oración
que rezamos al final de la misa junto con el pueblo, con la súplica a María y la
encendida invocación al príncipe de las milicias celestiales, implorando a Dios
que vuelva a lanzar a Satanás al infierno".

En aquel escrito se ordenaba también rezar esas oraciones de rodillas. Lo


antes escrito, que también había sido publicado en el periódico La settimana
del clero el 30 de marzo de 1947, no cita las fuentes de las que se tomó la
noticia. Pero de ello resulta el modo insólito en que se ordenó rezar esa
plegaria, que fue expedida a los obispos diocesanos en 1886. Como
confirmación de la que escribió el padre Pechenino tenemos el autorizado
testimonio del cardenal Nasalli Rocca que, en su carta pastoral para la
cuaresma, publicada en Bolonia en 1946, escribe:

"León XIII escribió él mismo esa oración. La frase [los demonios] "que vagan
por el mundo para perdición de las almas" tiene una explicación histórica, que
nos fue referida varias veces por su secretario particular, monseñor Rinaldo
Angeli. León XIII experimentó verdaderamente la visión de los espíritus
infernales que se concentraban sobre la Ciudad Eterna (Roma); de esa
experiencia surgió la oración que quiso hacer rezar en toda la Iglesia. El la
rezaba con voz vibrante y potente: la oímos muchas veces en la basílica
vaticana. No sólo esto, sino que escribió de su puño y letra un exorcismo
especial contenido en el Ritual romano (edición de 1954, tít. XII, c. III, pp.
863 y ss.). El recomendaba a los obispos y los sacerdotes que rezaran a
menudo ese exorcismo en sus diócesis parroquiales. El, por su parte, lo rezaba
con mucha frecuencia a lo largo del día".

Una persona que crea estar sufriendo en su cuerpo o en su mente una


influencia del demonio que va más allá de lo natural, después de rezar el
Exorcismo de León XIII, puede decir cada día esta oración:

Señor, Dios todopoderoso, misericordioso y omnipotente,


Padre, Hijo y Espíritu Santo,
expulsa de mí toda influencia de los espíritus malignos.
Padre, en el nombre de Cristo te pido que rompas toda cadena
que los demonios tengan sobre mí.

Derrama sobre mí la preciosísima sangre de tu Hijo.


Que su sangre inmaculada y redentora quebrante
toda atadura sobre mi cuerpo y mi mente.

Todo esto te lo pido por intercesión de la Santísima Virgen María.


San Miguel arcángel, intercede, ven en mi ayuda.

En el nombre de Jesús ordeno a todo demonio que pueda tener alguna


influencia sobre mí, que salga para siempre.
Por su flagelación, por su corona de espinas, por su cruz, por su sangre, por su
resurrección, ordeno a todo espíritu maligno que salga.

Por el Dios verdadero,


por el Dios santo,
por el Dios que todo lo puede,
te ordeno demonio inmundo que salgas en el nombre de Jesús, mi Salvador y
Señor.

Esta oración debe ser repetida cada día, una vez o varias. Más que el número
de veces que se rece lo que importa es el fervor y la fe con que se haga. Para
ello hay que concentrarse en la oración y pedir humildemente a Dios y
ordenar al demonio que salga. En esta oración, a Dios se le pide con humildad
y amor, al demonio sin embargo se le ordena, sin ira, sólo con fe.

Por supuesto, esta oración debe ir acompañada de una conversión en la vida


de la persona. Es decir, de nada sirve pedir que se arranque de nosotros una
influencia del demonio si seguimos viviendo en el pecado mortal.

La persona que quiera romper con el demonio debe confesarse y cumplir los
diez Mandamientos.

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