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Rev. do Museu de A rqueología e Etnología, Sao Paulo, Suplemento 3: 119-128, 1999.

ARQUEOLOGÍA DE LA ARQUITECTURA.
ANOTHER BRICK IN THE WALL

Andrés Zarankin *

Introducción “leido” (Fletcher 1989; Monks 1992; Markus 1993;


Parker y Pearson 1994; Grahame 1995,1997), ana­
La idea de este articulo es discutir ciertos aspec­ lizando sus procesos de conformación podremos
tos ligados a la construcción material de las rela­ entender su significación a lo largo de su historia. El
ciones sociales (Funari 1996). Específicamente nos paisaje humano es construido y resistido a través
centrarem os en cuestiones relacionadas a la de un juego dialéctico de dominación y resistencia
arquitectura y la creación del paisaje cultural hu­ (McGuire y Paynter 1991). La arquitectura - como
mano. Para ello consideramos necesario asumir que parte del mismo - puede ser abordada como un
los objetos producidos y utilizados por el hombre campo de luchas entre poderes e ideologías opues­
son activos, dinámicos, portadores y generadores tas.
de significados. Varios investigadores han hecho Para ejemplificar parte de nuestros planteos,
hincapié en la relevancia de efectuar abordajes de utilizaremos trabajos que realizamos en Buenos
Aires sobre los procesos de conformación de las
la cultura material desde esta perspectiva (Miller
v iviendas dom esticas de las clases m edias
1984, Austin y Thomas 1986, Hodder 1987, Tilley
relacionándolas con la historia del desarrollo del
1989, Funari 1991, Andrade Lima 1996).
mundo moderno (Orser Jr. 1996), en esta región
Pensamos también que la cultura material ca­
Sudamericana (Zarankin 1997, 1998).
rece de significación por si sola y es únicamente
dentro de un sistema cultural determinado que
adquiere una dimensión activa e ideológica. De
Cómo podemos caracterizar la Arquitectura?
esta manera partimos de tres preguntas para es­
tructurar nuestro trabajo ¿como se construyen los
objetos - entendidos como sistemas de significa­ Como arqueólogos sabemos que es frecuente
dos - , como se transforman en el tiempo y a través encontrar en los sitios arqueológicos estructuras
de que estrategias se legitiman? También nos que definimos como “arquitectónicas” Depen­
interesa entender las subjetividades contenidas y diendo del investigador, estas pueden ser tomadas
como fuentes de información o como un obstácu­
generadas por la cultura material. Para responder
lo para la excavación. Sin embargo y más allá de
estas preguntas debemos descubrir las referencias
la función que se les quiera dar, es frecuente que
que utilizan los objetos, para entender como se
en la mayoría de los trabajos arqueológicos que
conformaron a través del tiempo. Consideramos
incluyan o estén relacionados con “arquitectura”
que “las verdades” - en nuestro caso “objetos le­
se de por sentado que el lector sabe a que refieren
gitimados” - se construyen a través de diversas
cuando usan este concepto. Nada más equivoca­
practicas entre las que incluimos la manipulación
do. El concepto “arquitectura” y sus implicancias
del mundo material (Leone 1984, Miller y Tilley
teóricas implícitas son un tema sumamente discu­
1984, McGuire y Paynter 1991).
tido y sobre el que no existe consenso.
Por otra parte si consideramos a la arquitectu­
En ese sentido es interesante notar que desde
ra un tipo particular de lenguaje que puede ser
la propia disciplina arquitectónica no existe una
definición aceptada sobre qué es la “arquitectura”
Distintos autores la caracterizan como un arte, una
(*) Doctorando IFCH-UNICAMP / PREP-CONICET. ciencia o la conjunción de ambas. Morris y Ruskin

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(en Conway y Roenisch 1994: 32) sostienen que los también en su aspecto comunicativo; y a con­
elementos arquitectónicos presentan un carácter tinuación, el de saber si la consideración de las
bimodal, que permite considerarlos tanto “Obje­ funciones en su aspecto comunicativo nos p e r­
tos técnico-funcionales” como “Objetos de arte” mite o no comprenderlas y definirlas m ejor p r e ­
Esta dialéctica en la producción arquitectónica cisam ente en cuanto funciones, descubriendo
surge de la convivencia entre lo material y lo sim­ nuevos tipos de funcionalidad igualmente esen­
bólico, en donde el constructor busca trascender ciales, y que la mera consideración funcional nos
el objeto creado, maniobrando dentro de propieda­ impedía ver. Eco reconoce en el signo arquitec­
des lógicas que debe poseer cualquier construcción tónico la presencia de un significante cuyo signi­
para seguir en pie. ficado es la función que este hace posible. Estas
Siguiendo a McGuire y Schiffer (1983), para ideas serán retomadas en el caso de análisis que se
entender la arquitectura es necesario considerarlos presenta en este trabajo.
“procesos de diseño” ( design p ro c e ss ), y los
“factores causales” (casual factors ), que subyacen
estos procesos de diseño, de manera que los Arqueología de la Arquitectura
determinan.
Dentro de las grandes discusiones entre los En los últimos años se ha desarrollado un nue­
arquitectos y dada la gran diversidad de cons­ vo campo de estudio dentro de los trabajos arqueo­
trucciones existentes - palacios, catedrales, cas­ lógicos que fue denominado por Stedman “Arqueo­
tillos, garajes, depósitos, galpones, etc. - encon­ logía de la arquitectura” 1 Esta ofrece una nueva
tramos distintas posiciones sobre qué debe, y que perspectiva de análisis para abordar aspectos rela­
no, estar incluido dentro del concepto arquitectura. cionados con la conformación del entorno humano.
Por otra parte se discute tam bién si ésta es Las construcciones son vistas como elementos
únicamente el producto del trabajo de un arquitecto activos, productos culturales que interactúan en for­
profesional. ma dinámica con el hombre. Entre los trabajos más
Con relación a esto, resulta útil la diferencia­ destacados dentro de esta temática podemos men­
ción que plantea Deetz (1977) entre la arquitec­ cionar los de Rapoport( 1969, 1982,1990a, 1990b),
tura que llama vernácula y la académica. Para él, Glassie (1975), Deetz (1977, 1988), Leone (1977,
las estructuras vernáculas son el producto directo 1984), Hodder (1984, 1994), Kent (1990), Samson
de sus ocupantes, su forma es un indicador sobre (1990), Johnson (1991), Markus (1993), Parker
las ideas y la manera de ver el mundo de las per­ Pearson y Richards (1994), Blanton (1994), Gra-
sonas. Así, cambios en la sociedad repercutirán en hame (1995, 1997), entre otros.
cambios en las formas arquitectónicas. Por su par­ En Argentina son muy pocas las investiga­
te la arquitectura “académica” proviene de planos ciones que analizan aspectos arquitectónicos, más
creados por arquitectos profesionales que reflejan allá de lo meramente tipológico. Entre estas se
estilos contemporáneos de diseño. Por consiguiente destacan los abordajes de la Dra. Tarrago (1987) en
para Deetz esta arquitectura es mucho menos el sitio “Rincón Chico”, los del Dr. Nielsen (1995)
indicativa de las actitudes y los estilos de vida de en “Los Amarillos” y los del Lic. Acuto en “Corta­
sus ocupantes. deras“. Estos autores discuten la relación entre la
Coincidiendo sólo en parte con Deetz, pen­ estructuración espacial-arquitectónica del sitio y
samos sin embargo que la información que puede sus connotaciones socio-políticas, concluyendo
brindar cada una es distinta. En el caso de la “ar­ que la manipulación de estos elementos puede fun­
quitectura académica” es relevante el hecho que cionar como vehículo para la creación y manuten­
de alguna manera institucionaliza un marco de re­ ción de relaciones de poder.
gulaciones que antes era patrimonio de las per­
sonas. Ello puede interpretarse en términos de un
aumento de los controles desde el sistema.
(1) Esta comprende todas aquellas in vestigaciones en­
Por su parte, Umberto Eco (1968: 323) consi­ focadas al estudio de la arquitectura desde una perspecti­
dera a la arquitectura un acto de comunicación. Un va arqueológica. Los abordajes han sido y son realizados
problema que le interesa es el de saber si las fun­ desde numerosas perspectivas y marcos teóricos (Steadman
ciones arquitectónicas “ se pueden in terpretar 1996).

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La Arquitectura como tecnología del 1976). Resultan claros ejemplos de este argumen­
poder; organización del espacio e ideología to sus estudios sobre el panóptico. Sobre los efectos
del panóptico-prisión sobre los detenidos, Foucault
Las investigaciones y los estudios recientes dice:
de la arquitectura han trascendido el nivel de la “De ah í el efecto mayor del panóptico:
descripción, donde se buscaba resaltar los atribu­ inducir en el detenido un estado consciente y
tos estéticos especialmente de aquellas obras que permanente de visibilidad que garantiza el
se consideraban representativas de una corriente o funcionamiento automático del poder. Hacer
un periodo. En la actualidad y especialmente des­ que la vigilan cia sea perm anente en sus
de corrientes posprocesuales el análisis de la arqui­ efectos incluso si es discontinua en su acción.
tectura se presenta como un campo productivo Que la perfección del poder tienda a volver
para acceder a dimensiones simbólicas e ideológi­ inútil la actualidad de su ejercicio; que este
cas. Como remarcan Parker Pearson y Richards
aparato arquitectónico sea una máquina de
(1994) es claro que la organización del espacio y
crear y de sostener una relación de p o d er
la arquitectura tienen además de un propósito
independiente de aquél que lo ejerce’’ (1976:
“practico” uno “ideológico”
204), (Figura 1).
Según Foucault (1976) el sistema utiliza dis­
tintas estrategias casi siempre imperceptibles para Grahame (1995) sostiene que la arquitectura
el común de la gente para formar individuos disci­ contribuye a estructurar la manera en que se en­
plinados y útiles, siendo una de ellas la manipula­ cuentran físicamente los individuos en el espacio.
ción de la cultura material. De esta manera la arqui­ De esta manera la planta de un edificio condiciona
tectura puede ser utilizada como un medio eficaz para las posibilidades de relacionamiento entre sus ocu­
controlar y “disciplinar” al individuo (Foucault pantes. Por su parte Eco señala que el diseño arqui­

Fig. 1 - Proyecto de escuela diseñado p o r Jeremy Bentham en 1815.


(Tomado de Markus 1993:69).

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tectónico connota una ideología global que rige la las nuevas formas y las viejas crea una tensión y una
operación del arquitecto (Eco 1968). Esta se ma­ dinámica continua, no totalmente controlada por
nifiesta a través de reglas o códigos que actúan aquellos que crean el paisaje (Miller 1984). De esta
sobre la producción arquitectónica. En palabras del manera cada nueva adición entra en un diálogo que
au to r: reinterpreta el pasado en términos de un nuevo ideal.
La arquitectura como uno de los componen­
"...nos obligan a movernos dentro de una
tes básicos del paisaje humano puede ser enten­
determinada gramática del construir, tan concre­
dida entonces como una “tecnología del poder”
ta y limitada que llega a estar codificada con el
destinada a generar en las personas conductas que
nombre de Ciencia de la Construcción ” (Eco 1968:
favorezcan el proceso de crecimiento y repro­
365). Además por su naturaleza la arquitectura “sa­
ducción de los sistemas de poder.
tisface algunas exigencias de la gente, pero al mis­
mo tiempo las persuade para que vivan de una “Material culture in theform both o f ar-
manera determinada” (1968: 367). chitecture and portable artefacts is routinely
read by the p eople and contributes to the
En esta línea Koening (1964, en Eco 1968:331)
formation oftheir subjetivity ” (Austin y Tho-
concluye que la arquitectura se compone de vehí­
mas 1986: 46).
culos segnicos que promueven comportamientos.
Así dice que “si obligo a vivir a diez mil personas En el caso analizado es necesario aclarar que
en un barrio proyectado por mí, no hay duda que trabajamos con planos que fueron diseñados y
influiré en el comportamiento de diez mil personas construidos desde el sistema, quedando para fu­
de una manera más intensa y duradera que cuando turo estudiar la manera en que las casas fueron
pronuncio el imperativo verbal ¡siéntate!” efectivamente habitadas, utilizadas y probablemen­
te resistidas y modificadas por sus ocupantes.

Dominación y resistencia
Arqueología de la vivienda familiar
La construcción del entorno es producto de
un complejo proceso de luchas entre grupos hu­ Tradicionalmente se pensó que el estudio de la
manos de intereses opuestos, en otras palabras un arquitectura doméstica no era un medio apropiado
conflicto entre posiciones que intentan dominar y para generar teoría que sirviera para entender el
otras resistir (Miller 1984, McGuire y Paynter mundo social. Sin embargo en los últimos años se
1991). Desde el poder se generan políticas de ha producido un gran cambio respecto de esta
construcción y manipulación del paisaje según sus actitud (Samson 1990). Coincidiendo con esta idea,
propios intereses. Sin embargo las personas y los consideramos que las personas construyen su en­
grupos no son pasivos y aceptan sumisamente estos torno físico a través de prácticas cotidianas. En
designios que vienen de arriba. Muy por el con­ consecuencia el producto no es neutral o pasivo,
trario existen resistencias, conscientes e inconsci­ sino por el contrario activo y dinámico, y por lo tan­
entes, generalmente asociadas a practicas cotidia­ to generador de significados.
nas. Como considera Certeau (1980), el “consu­ La “casa” es vista por nosostros como una es­
m o” es siempre activo y creativo, y termina tructura de poder compleja, que además de alber­
generando artimañas para discutir la presencia del gar a las personas y sus pertenencias, posee carac­
poder. Ejemplo de esto puede ser la diagramación terísticas activas y dinámicas que influyen y son
de los caminos en plazas, paseos públicos, en los influidas por sus ocupantes (Zarankin 1997). Su
que las personas generan sus sendas alternativas im portancia radica principalm ente en que la
produciendo un paisaje que refleja esa oposición. vivienda domestica siguiendo a Bourdieu (1977)
Por otra parte es necesario considerar que nunca es uno de los elementos claves en la socialización
se produce un reemplazo total del paisaje urbano del individuo, ya que allí es donde asimila los ro­
según cambian las políticas o las ideologías domi­ les sexuales, socioeconómicos, de comportamien­
nantes. Por el contrario, dentro de una ciudad to, obediencia, entre otros. Su organización espa­
conviven una variedad de construcciones que fueron cial genera reglas mentales, a través de las cuales
apareciendo a través del tiempo. La oposición entre se estructuran las relaciones sociales. De esta

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manera la casa posee un significado y un rol activo (Wallerstein 1974,1989; Braudel 1979; Wolf 1982).
en la formación de la estructura social. De esta manera diferenciamos dos momentos -
Siguiendo esta misma línea para Guiddens capitalismo mercantil y capitalismo industrial -,
(1979) en su teoría de la estructuración, la vivien­ al cual nosotros le agregamos un tercer momento
da es resultado y vía a través de la cual se canali­ que llamamos “Capitalismo cibernètico-monopo­
zan determinadas prácticas sociales. El poder de­ lista”2 (Zarankin 1997, 1998). El cambio, es visto
termina su uso, su significado y su forma. Como en términos transformativos y dialécticos más que
consecuencia de ello, los espacios están cargados evolutivos, ya que esto último le otorgaría una cate­
de elementos simbólicos que expresan significados goría de crecimiento dirigido y natural al sistema,
que ayudan a reproducir esa situación de desigual­ con lo que no estamos de acuerdo.
dad (Parker Pearson y Richards 1994). En lo que respecta a las casas empleamos las
tipologías tradicionales generadas desde la histo­
ria de la arquitectura en la ciudad de Buenos Aires
El caso de Buenos Aires (Torre Revello 1928, 1934, 1957; Arbide, Arteca y
Romero 1985; Iglesia 1991).
De esta manera quedan definidos también tres
Tomando esta problemática como punto de
tipos:
partida, presentamos como ejemplo los trabajos
que realizamos en la ciudad de Buenos Aires. Nues­ a - Casa Colonial Virreinal
tro análisis busca discutir la relación entre la b - Casa Chorizo o Casa del Gringo
ideología generada en el marco del proceso de c - Casa Moderna3
conformación del mundo moderno, siguiendo las Nuestra expectativa es que existe una relación
ideas de Orser Jr. (1996), en la región del Río de la entre los cambios experimentados durante la histo­
Plata y sus implicancias en la estructuración mor- ria del proceso de conformación del sistema capi­
fológica-espacial en las viviendas familiares. Tra­ talista en la región y las tranformaciones en las
bajamos esta problemática a partir del estudio de viviendas familiares. Empleamos el concepto de
las viviendas de las clases medias en la ciudad de “restricción” (puede ser definido como la acción
Buenos Aires, desde el siglo XVIII hasta la actua­ de limitar, reducir, condicionar o dirigir el poder de
lidad. Buscamos establecer las vinculaciones que elección de los individuos) como variable princi­
existen entre sus cambios morfológico-espaciales pal de anáfisis y comparación entre los casos dife­
y el desarrollo del sistema “capitalista” en esta par­ renciados. Esperamos así, que a medida que el sis­
te del mundo. tema capitalista se vaya consolidando como “siste­
El objetivo especifico es entender como se han ma mundial” (Wallerstein 1974, 1989) la restric­
ido modelando aspectos de la vida cotidiana en ción se acentúe. Esto se verá reflejado en una mayor
relación con cambios en las viviendas, entendien­ circunscripción en las posibilidades de transito por
do este proceso como una estrategia del sistema la casa, monofuncionalidad y aislamiento de los
para asegurar su reproducción, generando nuevas ambientes, aumento de la cantidad de habitaciones
formas de ordenar a la gente y sus actividades en cada vivienda acompañados de la disminución
(Markus 1993). de su tamaño, mayor jerarquización de los espacios
internos, entre otras transformaciones.

Metodología

(2) Una caracterización pormenorizada de este momento


El diseño metodológico apunta a identificar y puede verse la obra de V. Forrester (1996).
analizar el cambio en las tipologías más represen­ (3) Actualmente, una de las características de nuestros
tativas de las viviendas familiares de las clases tiempos, es que no existe un determinado tipo, sino que
medias en Buenos Aires, en los distintos momentos hay una “aparente” variedad m orfológico-estilística, de­
de desarrollo del sistema moderno, desde la época trás de la que podemos reconocer aspectos compartidos.
Adem ás, se observa que la tendencias generales de la
colonial virreinal hasta nuestros días.
construcción moderna están mostrando un desarrollo de
Para este anáfisis utilizamos las categorías más viviendas en propiedad horizontal, de gran altura y con un
frecuentes empleadas en el campo de la historia alto nivel de especificidad en la funcionalidad de sus am­
para dividir las transformaciones del capitalismo bientes.

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Si bien existen diversos métodos para efectuar cionalización de funcionalidades preestablecidas,


estudios comparativos entre diferentes estructuras entre otros permiten una “lectura” de las estructuras
arquitectónicas (Hillier y Hanson 1984, Hage 1979, subyacentes presentes en el lenguaje arquitectóni­
Samson 1990, Blanton 1994, entre otros) en fun­ co. Desde esta perspectiva los cambios a través del
ción de nuestros objetivos y expectativas, resultan tiempo en las viviendas familiares están comuni­
útiles los índices de “Escala”, “Integración” y “Com­ cando mensajes ligados al manejo y ejercicio del
plejidad”,4 desarrollados por Blanton (1994). Estos poder. La información que transmiten actúa esta­
requieren la aplicación del modelo “Gamma”, pro­ bleciendo pautas que regulan la relación personas/
puesto por Hillier y Hanson (1984). mundo material, y personas/personas. Desde este
Básicamente el modelo de Hillier y Hanson enfoque la vivienda familiar puede ser entendida
nos permite descomponer la planta de un edificio como un elemento domesticador/disciplinador del
en distintos nodos y establecer las comunicacio­ sistema (Foucault 1976, Grahame 1995)
nes entre estos, para de esa forma acceder a la es­ Los resultados representan tres momentos en
tructura del edificio. Por su parte los índices de el proceso de transformación hacia el modelo ca­
Blanton posibilitan lograr una comparación entre pitalista neo-liberal actual en la región. Cada uno
las distintas estructuras arquitectónicas. posee características propias, lo que repercute en
cambios en la manera de concebir y organizar el
espacio y las estructuras dentro de él. Como su­
Resultados giere Donley-Reid (1990), la relación entre la es­
tructuración morfológico-espacial del entorno y
Los resultados presentados en trabajos anteri­ la gente es dinámica y variable en el tiempo, según
ores (Zarankin 1997, 1998) pueden resumirse en cambian las necesidades generadas desde el po­
el a cuadro al lado. der. Las tendencias observadas en el diseño se­
La casa familiar es uno de los elementos cen­ ñalan un incremento en aspectos restrictivos como
trales para la reproducción del sistema. Como tal una manera de materialización de criterios de con­
esta dotada de poder simbólico (Bordieu 1989) que trol. Entre otros, podemos destacar la segregación
garantiza de manera pacifica la intemalización de de actividades y personas. Esto se logra median­
algunos de los componentes básicos para que la te diversos mecanismos como la adición de espa­
sociedad continúe funcionando según reglas esta­ cios o habitaciones o de subdivisiones a las ya exis­
blecidas. Se trata de un mecanismo disciplinador tentes.
que utiliza lo afectivo y lo cotidiano como estrate­ En relación a los mecanismos de auto-le­
gia de acción. gitimación en cada uno de los tipos diferenciados
En los casos discutidos, pensamos, existe una podemos ver en el caso de la vivienda Colonial
relación directa entre los cambios en el sistema pro­ una relación morfológica directa con la tradición
ductivo y las modificaciones observadas en las vi­ latina en Europa - casa romana pompeyana. Por
viendas. Así las transformaciones en aspectos su parte la casa Chorizo, si bien marca una ruptura
como la compartimentación de los espacios, la asi­ con su antecesora, continua manteniendo lazos que
metría de las plantas y las estructuras de los edifi­ permiten establecer correlaciones directas con esta.
cios, la jerarquización de sus espacios, la institu- También arquitectos han señalado la particularidad
de que si trazamos un eje paralelo, que divida a la
casa colonial en dos mitades, el resultado serán
dos partes simétricas que observadas con atención
(4) El Indice de Complejidad de Blanton fue modificado
para p erm itir una m ejor com p aración de lo s ca so s
son similares a la morfología de la casa Chorizo.
analizados (Zarankin 1997, 1998). Este índice refiere a la Como hemos planteado en otro trabajo, interpre­
variación funcional en el uso de los espacios. En el caso tamos este hecho como el resultado de la división,
de que no exista información sobre actividades o funciona­ en el momento histórico en que se construyeron
lidad específica, el autor propone efectuar cálculos basados estas viviendas, entre el lugar para trabajar - fa­
en el grado de accesibilidad o intercomunicación de cada
brica, negocio, etc. - y el de vivir - que continua
nodo. Indice de complejidad A= cantidad de conexiones
entre nodos. Indice de complejidad B = accesibilidad de siendo la casa.
cada nodo con el exterior (cuantos cuartos es necesario Otro elemento de ligazón importante lo cons­
atravesar). tituye el hecho de que por lo general estas viviendas

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* exterior * exte rior * exterior

Indice de Escala: 14 Indice de Escala: 9 Indice de Escala: 17


Indice de Integración: 1.57 Indice de Integración: 1.4 Indice de Integración: 1.1
Indice de Complejidad A: 45 Indice de Complejidad A: 25 Indice de Complejidad A: 35
Indice de Complejidad B: 3.3 Indice de Complejidad B: 2.2 Indice de Complejidad B: 2.8

• Planta y estructura simétrica • P lan ta asim étrica y estru ctu ra • Planta y estructura asimétrica
• Relación racional entre cantidad de simétrica • Alto número de habitaciones, que
habitantes acorde a la composición • Bajo numero de habitaciones en duplica o triplica la cantidad de ocupan­
familiar función de la composición familiar tes
• Alta integración de sus nodos • Alta integración de sus nodos, pero • Baja integración de sus nodos
• Circuitos de circulación alternativos inferior en relación al caso de la vi­ • Se suprimen los circuitos de circu­
vienda colonial lación alternativos y aparecen ambien­
• Circuitos de circulación alternativos tes de control, cuyo paso se vuelve obli­
gatorio al transitar dentro de la casa

Aspectos Histórico-sociales relevantes Aspectos Histórico-sociales relevantes Aspectos Histórico-sociales relevantes

C ap italism o/m ercan til C apitalism o industrial Capitalismo Cibernético - monopólico

Epoca Epoca Epoca


-siglo XVIII y primera mitad XIX -fines de la segunda mitad del siglo XIX -desde la segunda mitad del siglo XX
y principio del XX
Contexto Histórico Contexto Histórico
-1776 creación del Virreinato del Río Contexto Histórico -hiperespecialización de productos y
de la Plata -consolidación del modelo industrial de profesionales
-comercio basado en ’’comprar barato basado en producción fabril -expansión de multinacionales y ab­
vender caro” -crecimiento y consolidación de las sorción de pequeñas y medianas em­
-comercio monopolizado y controlado clases proletarias presas. Monopolios
por España -crecimiento poblacional -competencia desigual
-instalación y crecimiento de comer­ -crecimiento físico de la ciudad de -informatización de la información
ciantes de diversas nacionalidades Buenos Aires -desarrollo de los medios de comuni­
-importancia del contrabando -llegada al país de la masa inmigratoria cación y transporte
-importancia del puerto europea -concentración de los beneficios y del po­
-impulso industrial al país a raíz de las der en manos de un grupo de elite reducido
Familia guerras mundiales -pauperización paulatina de los es­
-familia es una comunidad de la que -importancia del puerto tratos sociales medios y bajos y apa­
participan los esclavos y los sirvientes -ferrocarril rición y crecimiento de un nuevo
-organización patriarcal grupo social caracterizado por ser
-diferenciación jerárquica fundamen­ Familia marginal al sistema
tada en orígenes familiares más que -habitada generalmente por una familia
en dinero extensa (varias familias nucleares Nota: estos cambios se acentuaron
pertenecientes a un mismo linaje) durante las últimas dos décadas

Familia
-familias nucleares (familia tipo:
padres y dos o tres hijos)

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eran construidas, en los casos posibles, sobre los cios asimétricos, ordenamientos jerárquicos, entre
cimientos de las construcciones previas. Por esta otros, son los elementos utilizados para dicho
razón es común que al efectuar trabajos arqueoló­ fin.
gicos en este tipo de contextos, sea frecuente llegar Restricción, se limita el poder de elección de
a niveles coloniales. los individuos. Los espacios dentro de las construc­
La aparición de la vivienda moderna, dentro ciones modernas poseen funcionalidades preesta­
del contexto del International Style, y demás mo­ blecidas, e inclusive son diseñados a los fines de
vimientos de arquitectura contemporánea, trajo no poder servir para otra finalidad. Sus ocupantes
implícito la idea de una ruptura radical con el pasa­ ven restringidas sus posibilidades de disponer de
do. Era necesario desprenderse de todo lo anterior los espacios según sus propios criterios.
para producir formas nuevas, acordes con los tiem­
pos, en otras palabras generar un compromiso con
la modernidad. Las estructuras arquitectónicas Conclusiones
mostraban el triunfo de la cultura sobre la natura­
leza. Caracterizado como un movimiento ahistóri- La arquitectura ha trascendido los enfoques
co, veía a la tecnología como herramienta central pa­ que la limitaban a ser considerada como delimita-
ra el diseño arquitectónico (Nuttgens 1983, Framp- dora de áreas de actividades diferenciales o conte­
ton 1980). nedora de objetos, para pasar a ser centro de inves­
Producto de esta corriente las casas modernas tigaciones. En arqueología, especialmente desde
restringen la capacidad de decisión de las personas corrientes posprocesuales el análisis de la arquitec­
que las habitan. La morfología de los ambientes tura se presenta como altamente productivo para
determina la funcionalidad de los mismos. La dis­ acceder a dimensiones simbólicas e ideológicas.
ciplina y el orden se impone frente al “caos”. La A través de nuestro análisis resulta claro que
justificaciones suelen estar en relación al mejora­ la organización del espacio y la arquitectura tienen
miento del nivel de vida y del concepto “confort” además de un propósito “practico” uno “ideológi­
ligado directamente al concepto “moderno” co” (Parker Pearson y Richards 1994). En este caso
En síntesis advertimos en a través del tiempo consideramos la conformación morfologico-espa-
un proceso de transformación en la arquitectura cial de las viviendas de las clases medias como una
domestica en los que se acentúan los siguientes forma de “auto-disciplinamiento” de la burguesía,
aspectos: necesaria para posteriormente expandir y genera­
Autoritarismo, se intenta imponer una mane­ lizar esa disciplina al resto de la sociedad y de esta
ra única de vivir. Tales principios son explícitos forma reproducir y dar continuidad al sistema.
al observar los diseños de viviendas y edificios en
la actualidad en cualquier lugar del mundo. Tam­
bién podemos citar las ideas de Le Corbusier (1946) Agradecimientos
como ejemplo. El piensa que un apartamento tipo,
debe poseer funciones clasificadas en un espacio Quisiera agradecer por su asesoramiento y
mínimo, intrasformable. Los ocupantes deben ser dirección al Arquitecto Rafael Iglesia y a la Dra.
forzados a adaptarse al esquema de circulación y Amalia Sanguinetti de Bórmida. También por sus
al modo de vida que ese alojamiento implica, y que valiosos comentarios al Prof. Dr. Pedro Paulo Abreu
el arquitecto dedujo son los mejores posibles. En Funari. Por su apoyo al Depto. de Historia del IFCH-
la misma línea de pensamiento podemos incluir a UNICAMP y a la FAPESP. También deseo expresar
Niemeyer y la capital de Brasil - Brasilia -, con to­ mi gratitud para con los organizadores del encuentro,
dos los problemas que posee. Pedro Funari y Eduardo Neves, y a todos sus parti­
Asimetría, se intenta que las inculcar la idea cipantes. Finalmente por su ayuda a María Ximena
de desigualdad como una categoría natural. Espa­ Senatore a quien dedico este trabajo.

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