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INTRODUCCIÓN

El control de convencionalidad constitye una herramienta jurídica de resiente


data. Tal como lo ha afirmado el profesor Amaya, en una de las clases, constituye una
figura jurídica de creación pretoriana de la Corte IDH, a partir de las obligaciones que
impone la Convención Americana de Derechos Humanos. Este instituto claramente
tiene su inspiración en la figura de control de constitucionalidad. El origen del control
de constitucionalidad demuestra que no resulta suficiente la incorporación formal de los
instrumentos internacionales por los estados, ya que para su cumplimiento efectivo, se
necesita un esfuerzo interpretativo mayor por parte de la jurisprudencia.

En esta breve monografía, se reseñará el concepto, alcance, origen y desarrollo


jurisprudencial del control de convencionalidad. Como adelanto, en esta introducción
podemos sostener que el control de convencionalidad es un control que posibilita la
expulsión de las normativas opuestas a la CADH a partir de los casos particulares
sometidos a la jurisdicción de la Corte IDH.

Por otro lado, el derecho al recurso constituye uno los derechos fundamentales
reconocidos a todas las partes procesales, en un sistema judicial democrático y
republicano. Porque la finalidad última de todo recurso es la justicia, es decir, lo que se
busca con el doble control de una decisión judicial es que el fallo se adecue lo máximo
posible a la ley y la verdad de los hechos acaecidos, que fueron objeto de juzgamiento.

Durante la evolución de las civilizaciones más importante de la historia, no se


reconocía el derecho a la revisión de la decisión de un magistrado. El derecho romano
imperial, empieza a reconocerlo plenamente por primera vez con la cognitio extra
ordinem, “que constituye por antonomasia el nacimiento de la apelación penal” (López
Cabral, 2011, pág. 17 y 18), en virtud de la cual el emperador tenía el derecho de
entender en una causa penal o el derecho que tenía el ciudadano romano de recurrir un
fallo ante el emperador.

En materia recursiva, es importante mencionar la disposición del Art. 8, inc. 2,


literal h: “Durante el proceso, toda persona tiene derecho, en plena igualdad, a las
siguientes garantías mínimas:… h) derecho de recurrir el fallo ante juez o tribunal
superior”, disposición que forma parte de la normativa paraguaya, por ley 1/1989. A
primera lectura de este artículo, se puede inferir claramente, que el derecho a recurrir
que reconocida plenamente a todas las partes procesales y no solamente al imputado.

El presente trabajo, gira en torno a la materia del control de convencionalidad,


la interpretación del Corte Interamericana de Derechos Humanos, en adelante Corte
IDH, el Art. 8 inc. 2, literal h, del derecho al recurso, realizada en algunos casos
emblemáticos como el caso “Herrera Ulloa contra Costa Rica”, y el alcance o efecto que
puede generar esta interpretación a todos los sistemas normativos de los países
adheridos a la Convención Americana de los Derechos Humanos, y en especial en el
poder judicial, al momento de aplicar las reglas procesales del recurso, desde la
perspectiva de la doctrina del control de convencionalidad. El efecto de esta
interpretación se puede observar en el fallo de la Corte Suprema de Justicia de la Nación
Argentina, en el caso “Casal, Matías Eugenio y otro s/ robo simple en grado de
tentativa”, que también se aborda en este trabajo. El análisis de los fallos mencionados
se hace con el fin último de determinar si en nuestro sistema procesal penal, con los
recursos regulados actualmente en el proceso penal, en especial con el recurso
extraordinario de casación, se cumple con la exigencia jurisprudencial de la Corte IDH,
que un recurso judicial es efectivo cuando permite una revisión completa de las
cuestiones discutidas en un juicio, es decir, cuestiones de hechos y de derechos.

Palabras claves: recursos, casación, apelación, proceso penal, control de


convencionalidad.

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