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PRACTICA

CONSTITUCIONAL

Docente: Humberto Barzola

Estudiante: Dayana Rodríguez Hernández

Carrera: Derecho
Introducción

Las medidas cautelares son una acción constitucional, que evitan la amenaza
contra derechos constitucionales o derechos humanos reconocidos en
instrumentos internacionales.

Constituyen modos de evitar el incumplimiento de la sentencia, pero también


suponen una anticipación a la garantía constitucional de defensa de los
derechos, al permitir asegurar bienes, pruebas, mantener situaciones de hecho
o para ayudar a proveer la seguridad de personas, o de sus necesidades
urgentes. Su finalidad es la de evitar perjuicios eventuales a los litigantes
presuntos titulares de un derecho sujetivo sustancial, tanto como la de facilitar y
coadyuvar al cumplimiento de la función jurisdiccional, esclareciendo la verdad
del caso litigioso, de modo que sea resulto conforme a derecho y que la
resolución pertinente pueda ser eficazmente cumplida. Como su finalidad es
instrumental, la medida del ejercicio de la facultad de solicitar y ordenar
medidas cautelares estará dada precisamente por aquella finalidad a que está
referida, atendiendo procurar el menor daño posible a las personas y bienes a
los cuales afecte la medida.
La Ley Orgánica de Garantías Jurisdiccionales y Control Constitucional, en su
artículo 26 al definir la finalidad de las medidas cautelares de carácter
constitucional, señala que el objeto de las mismas es evitar o cesar la amenaza
o violación de los derechos reconocidos en la Constitución y en instrumentos
internacionales sobre derechos humanos, y que deberán ser adecuadas a la
violación que se pretende evitar o detener.

Por su parte el Art. 27 de la Ley Orgánica de Garantías Jurisdiccionales y


Control Constitucional, al determinar los requisitos para su procedencia,
establece los requisitos para la solicitud de una medida cautelar constitucional,
destacándose que debe existir una amenaza grave e inminente de un hecho
que pretenda violar o haya violado un derecho. Norma que no prevé la
posibilidad de que una medida cautelar suspenda los efectos de las decisiones
judiciales, mucho menos que esta garantía pueda presentarse de forma
conjunta a la acción extraordinaria de protección, correspondería indicar que
solo la declaración de inconstitucionalidad de la decisión judicial impugnada
podrá suspender los efectos de la sentencia que vulnera derechos
constitucionales.

Tanto el Art. 28 como el 35 de La Ley Orgánica de Garantías Jurisdiccionales y


Control Constitucional resumen las tres características comentadas de las
medidas cautelares, protegen preventivamente un derecho, tiene carácter
provisional y pueden ser revocadas ya que no constituyen cosa juzgada, su
naturaleza, finalidad, presupuestos de concesión, así como sus características
nos muestran que su vocación no es dar una solución definitiva, sino proteger
preventivamente un derecho, para detener la violación o evitar la amenaza
inminente de violación de un derecho.

El artículo 29 de la Ley Orgánica de Garantías Jurisdiccionales y Control


Constitucional, establece que la jueza o el juez deberá ordenar las medidas
que considere necesarias en el tiempo más breve posible, de forma inmediata y
urgente desde que se recibió la petición de medida cautelar, de ser procedente
en el caso concreto.

En el artículo 30 se establece que las resoluciones de medidas cautelares


emitidas por las juezas o jueces, no son invitaciones o sugerencias,
recomendaciones o propuestas, son resoluciones jurisdiccionales que poseen
el mismo efecto vinculante que las restantes emitidas por los jueces. Son actos
jurisdiccionales, expresiones de la voluntad judicial, que no quedan en el aire, o
que están sujetas a la buena voluntad de los involucrados o sujetos pasivos de
las medidas. La obligatoriedad es característica de los actos jurisdiccionales
que entrañan una manifestación de la voluntad judicial, a la que se recurre
precisamente, para que decida con poder vinculante lo que no es posible
alcanzar de otra manera, de modo que su incumplimiento acarrea
consecuencias civiles, penales y si se trata de funcionarios públicos, la más
alta sanción administrativa, que es la destitución de cargo.

El procedimiento para ordenar medidas cautelares es informal, sencillo, rápido


y debe ser eficaz, por ello es obligación de los jueces buscar los medios más
sencillos que estén a su alcance para proteger el derecho que esté siendo
amenazado o vulnerado, como bien ordena el artículo 31 de la Ley en estudio

Las medidas cautelares constitucionales, al ser garantías jurisdiccionales,


podrían ser solicitadas por cualquier persona o grupo de personas e incluso por
el Defensor del Pueblo, de conformidad con lo que prevé el artículo 32 de la
Ley Orgánica de Garantías Jurisdiccionales y Control Constitucional, y además
esta petición podrá proponerse ante cualquier juez y que en caso de que
hubieren varios jueces, la competencia se radicará por sorteo. En caso de que
la petición de medidas cautelares se la hubiera propuesto oralmente, el sorteo
de la misma se lo realizará en forma prioritaria bastando para ello la
identificación personal de quien las solicita.

El Art.33 estipula que las medidas cautelares serán tramitadas de forma


preferente, el juez o jueza al calificar la petición podrá dictar medidas
provisionales antes de realizar cualquier diligencia probatoria, inclusive la
citación a la parte demandada.

El artículo 34 de dicha Ley permite al juez la delegación a la Defensoría del


Pueblo o a cualquier institución encargada de protección de derechos la
supervisión de la ejecución de las medidas cautelares. Sin embargo
consideramos, que la obligación de garantizar el cumplimiento de la resolución
de medidas cautelares es en primer término de los jueces y sigue siendo luego
de realizada dicha delegación, ya que según la Ley solo éstos pueden tomar
acciones correctivas en casos de incumplimiento de las medidas, o reformarlas,
sustituirlas o revocarlas. Corresponderá a los jueces hacer el seguimiento de
ejecución de la resolución, ya sea solicitando informes mensuales, quincenales,
al Defensor del Pueblo o al representante de la institución delegada, a los
beneficiarios de las medidas, permitiendo que estos últimos hagan las
observaciones que crean pertinentes a los informes presentados por las
instituciones delegadas, etc. con el fin de que las medidas se cumplan y no
sean solo letras en un papel.

La Ley Orgánica de Garantías Jurisdiccionales y Control Constitucional en el


Art. 35 sobre la revocabilidad de las medidas cautelares, determina que éstas
terminan cuando se haya evitado o interrumpido la violación de derechos,
puesto que la procedencia de la revisión de las medidas, en este caso
resultaría inoficioso por tratarse de algo meramente subjetivo, dada la
verosimilitud de las medidas cautelares. En lo que respecta la presentación
conjunta, las medidas cautelares deberán ser revocadas al tomarse la decisión
que resuelve el caso de fondo.

La audiencia es facultativa, los jueces y juezas podrán ordenarla si consideran


necesaria discutir la pertinencia de la solicitud, la suspensión de las medidas o
supervisar su cumplimiento, según el Art.36 de La Ley Orgánica de Garantías
Jurisdiccionales y Control Constitucional.

El artículo 37 de la Ley Orgánica de Garantías Jurisdiccionales y Control


Constitucional, se refiere a que Las medidas cautelares no se podrían
proponer contra cualquier medida cautelar que haya sido dictada con
anterioridad.
Conclusión

En conclusión, las medidas de protección son disposiciones adoptadas con la


finalidad de garantizar el cabal cumplimiento de los derechos de las personas
que se encuentren en condiciones de amenaza, vulneración y/o violación
flagrante de los mismos, ya sea físicamente o moralmente.

La acción de medidas cautelares constitucionales prevista en el artículo 26 y


siguientes de la Ley Orgánica de Garantías Jurisdiccionales y Control
Constitucional es una garantía jurisdiccional que adquiere connotaciones
especiales en el actual Estado constitucional de derechos y justicia, pues,
al ser instrumento de protección de los derechos humanos y/o constitucionales,
rompe el esquema tradicional de las medidas cautelares que son
adoptadas en el curso de un proceso de cualquier tipo o previamente a él, con
el objeto de impedir los actos de disposición o de administración que pudieran
hacer ilusorio el resultado del juicio, asegurando de antemano la eficacia de la
decisión a dictarse en el mismo. Se puede concluir que son indispensables
en el ordenamiento jurídico ecuatoriano, ya que cumplen un papel
importantísimo dentro de la concepción actual de los derechos humanos;
pues propenden a evitar la presunta vulneración de un derecho y los daños que
ésta puede causar, lo que implica que proceden antes o durante la
violación del derecho constitucional, pero no procederían con posterioridad,
ya que existen otros mecanismos más eficientes para su protección.

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