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B.

Lo sagrado de la vida humana

30. La Iglesia del Nazareno cree que la vida humana es sagrada y se esfuerza por protegerla
contra el aborto, la investigación de las células madre del embrión humano, la eutanasia y la
negación de cuidado médico razonable a los incapacitados o a los ancianos.

30.1. El aborto inducido. La Iglesia del Nazareno afirma lo sagrado de la vida humana como lo
ha establecido Dios el Creador y cree que se extiende al niño que aún no nació. La vida es un
regalo de Dios. Toda vida humana, incluyendo el desarrollo de la vida en la matriz, es creada
por Dios a Su imagen y, por lo tanto, debe ser nutrida, sostenida y protegida.

Desde el momento de la concepción, un niño es un ser humano con todas las características de
la vida humana en desarrollo y esta vida depende de la madre para su desarrollo continuo. Por
tanto, creemos que la vida humana debe ser respetada y protegida desde el momento de la
concepción. Nos oponemos al aborto inducido por todo medio, cuando sea utilizado ya sea
por conveniencia personal o para el control de la población. Nos oponemos a las leyes que
autorizan el aborto. Considerando que se dan raros casos pero reales de condiciones médicas
en las que la madre o el niño aún no nacido, o ambos, corren peligro de no sobrevivir al parto,
la terminación del embarazo deberá realizarse sólo después de asesoría médica competente y
consejo espiritual.

La oposición responsable al aborto demanda nuestro compromiso de iniciar y apoyar


programas designados para proveer cuidado para madres y niños. La crisis de un embarazo no
deseado requiere que la comunidad de creyentes (representada sólo por aquellos que deban
saber de la crisis) provea un ambiente de amor, oración y consejo. En tales casos, el apoyo
puede tomar la forma de centros de orientación, casas de asilo para madres embarazadas y la
creación o utilización de servicios de adopción cristianos.

La Iglesia del Nazareno reconoce que la consideración del aborto como medio para terminar
un embarazo no deseado con frecuencia ocurre porque se han pasado por alto las normas
cristianas de responsabilidad sexual. Por tanto, la iglesia hace un llamado a las personas a
practicar la ética del Nuevo Testamento en lo relacionado con la sexualidad humana y a tratar
el tema del aborto dentro del marco más amplio de los principios bíblicos que proporcionan
dirección para tomar decisiones morales.
Génesis 2:7  Entonces Jehová Dios formó al hombre del polvo de la tierra, y sopló en su nariz aliento de vida, y fue el
hombre un ser viviente.
Génesis 9:6 El que derramare sangre de hombre, por el hombre su sangre será derramada; porque a imagen de Dios
es hecho el hombre.
Éxodo 20:13 No matarás.
Éxodo 21:12-36 El que hiriere a alguno, haciéndole así morir, él morirá. 13 Mas el que no pretendía herirlo, sino que
Dios lo puso en sus manos, entonces yo te señalaré lugar al cual ha de huir. 14 pero si alguno se ensoberbeciere
contra su prójimo y lo matare con alevosía, de mi altar lo quitarás para que muera.
15 el que hiriere a su padre o a su madre, morirá.
16 Asimismo el que robare una persona y la vendiere, o si fuere hallada en sus manos, morirá.
Levítico 18:21 Y no des hijo tuyo para ofrecerlo por fuego a Moloc; no contamines así el nombre de tu Dios. Yo
Jehová
Job 31:15  El que en el vientre me hizo a mí, ¿no lo hizo a él? ¿Y no nos dispuso uno mismo en la matriz?
Salmos 22:9-10 Pero tú eres el que me sacó del vientre; El que me hizo estar confiado desde que estaba a los
pechos de mi madre. Sobre ti fui echado desde antes de nacer; Desde el vientre de mi madre, tú eres mi Dios
Salmos 139:3-16

Isaías 44:2, 24; 49:5; Jeremías 1:5; Lucas 1:15, 23-25, 36-45; Hechos 17:25;
Romanos 12:1-2 Así que, hermanos, os ruego por las misericordias de Dios, que presentéis vuestros cuerpos en
sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es vuestro culto racional. No os conforméis a este siglo, sino
transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena
voluntad de Dios, agradable y perfecta
1 Corintios 6:16; 7:1ss.;
1 Tesalonicenses 4:3-6 pues la voluntad de Dios es vuestra santificación; que os apartéis de fornicación; 4 que cada
uno de vosotros sepa tener su propia esposa en santidad y honor; 5 no en pasión de concupiscencia, como los
gentiles que no conocen a Dios; 6 que ninguno agravie ni engañe en nada a su hermano; porque el Señor es
vengador de todo esto, como ya os hemos dicho y testificado.

La Iglesia del Nazareno también reconoce que muchos han sido afectados por la tragedia del
aborto. Se exhorta a cada congregación local y a cada miembro personalmente a ofrecer el
mensaje del perdón de Dios para cada persona que ha experimentado un aborto. Nuestras
congregaciones locales están para ser comunidades de redención y esperanza para todos los
que sufren el dolor físico, emocional y espiritual como resultado de la interrupción voluntaria
del embarazo. (Romanos 3:22-24; Gálatas 6:1

Asesinato

Pro vida
Es el caso de la sustitución del término “aborto” por el de “interrupción voluntaria del embarazo” (IVE). Existe
también la expresión “interrupción médica del embarazo” (IME)4, que en su definición más práctica consiste en el
aborto de un niño porque es débil, enfermo o discapacitado. A diferencia de la primera (IVE), que se centra en la
mujer, “las causas de la segunda (IME) se centran en el hijo. Así pues, los argumentos no son

Mientras las causas de la IVE son de naturaleza personal y privada, las causas de la IME hacen intervenir criterios
socio económicos, que tienen consecuencias colectivas y públicas

a. Un concepto deformado de subjetividad: aquella mentalidad que solo reconoce como titular de derechos
a quien se presenta con plena o, al menos, incipiente autonomía, y sale de situaciones de total de
pendencia de los demás. De ello deriva la errónea identificación de la dignidad personal con la capacidad
de comunicación verbal y explícita, experimentable de alguna manera.
b. Predominio de un concepto de libertad que exalta de modo absoluto al individuo y no le permite abrirse a
la solidaridad, al necesitado e indefenso, al sacrificio, porque se anula su esencial dimensión relacional.
Estamos entonces ante una absolutización en clave individualista, que lleva en último término a la
eliminación del otro cuando no se reconoce ni respeta el vínculo constitutivo entre la libertad y la verdad.
No queda pues otra normatividad, sino la propia opinión subjetiva y mudable, el interés egoísta y el
capricho arbitrario.
c. Relativismo incondicionado: con estos presupuestos se da un choque de “autonomías”, donde unos
individuos buscan prevalecer sobre los demás. Frente a intereses análogos se recurre entonces a buscar
cualquier forma de compromiso, para garantizar el máximo posible de libertad en la sociedad. Desaparece
así toda referencia a valores comunes y se deriva inevitablemente hacia un relativismo, en el que todo es
pactable y negociable, incluso el derecho fundamental a la vida.
d. Una cierta forma de “totalitarismo”, derivado del relativismo: se da más propiamente en el ámbito
político y estatal, cuando el derecho a la vida se negocia o se pone en discusión con base en el voto de
toda o una parte de la población o de sus representantes. El derecho queda así sometido a la voluntad del
más fuerte, y la democracia va por caminos de convertirse en un totalitarismo, manejado por los intereses
de unos pocos
e. En último término, la raíz más profunda de la así llamada “cultura de muerte” está en el eclipse del
sentido de Dios y, por lo tanto, en el eclipse del sentido del hombre. La violación sistemática del derecho a
la vida, y de cualquier principio moral fundamental, conduce inevitablemente a un progresiva ofuscación
de la conciencia e inevitablemente al materialismo práctico, en el que se alimentan y difunden el
individualismo, el utilitarismo y el hedonismo. De este modo, los valores del ser son sustituidos por los
del tener, o los del placer. El único fin que cuenta es el bienestar material, la calidad de vida, interpretada
como eficiencia económica, consumismo desenfrenado, rechazo de toda forma de sufrimiento, para -
terminar instrumentalizando la sexualidad, la convivencia y, en definitiva, la persona humana y la norma
moral que permite distinguir entre el bien y el mal

Aborto en caso de violación


Aborto espontaneo y médico
Vida del niño o a madre. No hay un apego o convivido con el hijo, en cambio.

Aborto es una consecuencia

Antes de llegar al aborto debemos educar,

Porque culpar al inocente, por la irresponsabilidad del violador, el debería ser encarcelado y pagar su delito

Sale con la cara del violador

El corazón late a las tres semanas

Enseñemos a la iglesia ser provida

La culpabilidad, el prejuicio, las acusaciones, el miedo hacen que muchas mujeres opten por le aborto

Ahora no es simplemente estar en contra de el aborto sino es amar es mostrar a la humanidad quien es Cristo

Unir, Educar y movilizar

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