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7.

-Tipos de drogas más consumidas


Las principales drogas más consumidas en México son las siguientes.

1. Marihuana
Es la droga “ilegal” preferida por los usuarios. Los efectos al fumar marihuana incluyen falta
de coordinación física, taquicardia, somnolencia y depresión. La Fundación por un Mundo
Libre de Drogas (FMLD), señala que el humo de la marihuana contiene alrededor de 70%
más de sustancias causantes de cáncer que el humo del tabaco.

2. Cocaína
Es un estimulante del sistema nervioso, genera una fuerte adicción. El efecto inmediato de
la cocaína se presenta en síntomas como la paranoia, enojo y ansiedad, los riesgos son:
ataque cardíaco, falla respiratoria y apoplejía, que pueden causar la muerte repentina.

3. Inhalable
Se observó un incremento de 1.4%, en 2002, a 2.4% en el 2008. Son causantes de irritación
de las mucosas nasal y bucal. El Consejo Nacional de Educación para la Vida y el Trabajo
(coneVyT), órgano de la Secretaría de Educación Pública (SEP), indica que, los síntomas
inmediatos de esta adicción pueden ser la anorexia, mareos, sueño y cambios en la
percepción del entorno. Los daños más graves son la ceguera, infarto cerebral, pérdida de
memoria y problemas cardiacos.

4. Alcohol
La prevalencia respecto al consumo de alcohol alguna vez, fue de 65.1%, 65.3% en hombres
y 64% en mujeres. Los efectos inmediatos del alcohol son la euforia y desinhibición, mareos,
náuseas, vómitos y una sensación repentina de bienestar. El consumo excesivo de alcohol
también causa daños permanentes al cerebro, que se presentan como convulsiones y
delirios, además de dificultar la absorción de las vitaminas B, E, A, K y C.

5. Tabaco
El hábito de fumar perjudica a casi todos los órganos del cuerpo. Ha sido vinculado a las
cataratas y neumonía. El tabaco reduce la esperanza de vida ya que causa cáncer de
pulmón, laringe, riñón, vejiga, estómago, colon, cavidad oral y esófago.
6. Tranquilizantes
Son medicamentos utilizados para tratar el estrés, ansiedad y auxiliares para conciliar el
sueño. A corto plazo generan aislamiento, cansancio, disminuyen la reacción emocional, y
cambian el estado anímico. A largo plazo el uso de tranquilizantes genera cambios en el
peso y el apetito, dificultad para conciliar el sueño, alteración de los periodos menstruales,
y una necesidad fuerte hacia su consumo.

7. Anfetaminas
Son un tipo de droga, estimulante del sistema nervioso y que por lo general se presenta en
cápsulas o pastillas. Aumenta el estado de alerta y genera comportamiento agresivo y
violento. Su consumo causa daños psicológicos, como agitación, euforia, confianza y energía
momentáneas, y también daños fisiológicos, como taquicardia, insomnio, hipertensión,
sudoración y trastornos digestivos. Lo más común es generar pérdida del apetito.

8. Éxtasis
De acuerdo a reportes de la Secretaria de Seguridad Pública (Ssp), en México se consumen
al año alrededor de 400 kilogramos de éxtasis. A diferencia de los alucinógenos, esta droga
no produce trastornos sensoriales. Potencializa la capacidad de memoria, tiene efectos
antidepresivos y analgésicos, es utilizado para “aguantar más”. Esta droga contraria a lo que
podría pensarse puede causar la muerte repentina, ya que lleva a la deshidratación y daño
cerebral.

9. Heroína
Los efectos inmediatos al consumir heroína son: boca seca, piel rojiza y pesadez del cuerpo
y produce alteraciones del sistema nervioso central. El consumo de esta droga puede incluir
aborto espontáneo, colapso venoso y enfermedades infecciosas por el uso de jeringas entre
las que pueden estar la hepatitis y el VIH/SIDA.

10. LSD
Es una droga altamente alucinógena, y contiene sustancias químicas que alteran el estado
de ánimo. Causa daños en el sistema nervioso central. Los efectos alucinógenos pueden
durar hasta 12 horas, lo que causa mayor sensibilidad. Puede ser causa de muerte,
esquizofrenia y paranoia, quien la consume está constantemente angustiado
8.- Actitud ante el consumo de drogas.
El consumo de drogas en la población adolescente se considera actualmente un problema
de salud pública como consecuencia del inicio en edades tempranas, la elevada prevalencia
y el patrón de consumo.
Las actitudes se relacionan dependiendo al contexto en el que el adolescente se desarrolla
donde en la actualidad su consumo se considera recreativo y facilitador de la socialización.
(María Juez Primo 2015)
Conocer a qué edades suele iniciarse el consumo, cuáles son las pautas de ese consumo y
cuáles son los conocimientos que tiene el adolescente sobre las características y
consecuencias del consumo de drogas y su actitud hacia ellas, debe ser el punto de partida
para cualquier intervención (G.I.D., 1995). Como afirman Santacreu y Forjan (1994) es
necesario conocer e investigar todos estos aspectos como paso previo necesario para el
desarrollo y aplicación de programas de prevención verdaderamente efectivos
Tabaco
Los participantes conocen los efectos negativos del tabaco sobre la salud, el hecho de que
se trata de una sustancia perjudicial (92,8%), que produce trastornos circulatorios y del
corazón (88,8%) y que sus efectos pueden llegar a ser mortales (92,8%). La gran mayoría
sabe que el humo del tabaco perjudica a los no fumadores (89,3%), que en el tabaco hay
más sustancias dañinas además de la nicotina (81,9%) y que el abuso se considera a partir
de fumar una cajetilla de tabaco diaria (80,5%). En relación a los aspectos sociales del
consumo, un 87,9% de los participantes tiene claro que el inicio del consumo puede tener
que ver con aceptar una invitación, aunque la postura hacia el consumo no sea favorable
(72,5%) y ello puede ser el primer paso para comenzar a consumir tabaco (89,6%). Hay una
cuestión sobre la que hay poca información en nuestros participantes, y es respecto a la
relación entre el consumo de tabaco y el consumo de otras sustancias, únicamente un
57,9% está informado sobre esta posible relación.
Psicofármacos y drogas ilegales
Conocen que ciertas medicinas son drogas y crean hábito (92,1%) y que pueden ser
peligrosas para la salud si las consumen sin prescripción médica (94,2%), que cualquier
persona puede llegar a ser drogodependiente (87,2%), aunque no está tan claro el hecho
de que estas personas tienen una personalidad normal, aspecto que sólo mantienen el
62,3%. Respecto al inicio del consumo el 78% tiene claro que es más fácil para aquellas
personas que ya consumen otras sustancias como alcohol, y que son los amigos y
compañeros los primeros en ofrecerlas (80,9%) mientras que el hecho de que los adultos
no son los principales incitadores lo saben sólo algo más de la mitad (57,2%). No dan
importancia a la presión del grupo hacia el consumo, es un factor que conocen el 64,4%.
Algo más de la mitad de los participantes desconocen la relación entre el consumo de
tabaco y “porros” (58,1%) y tienen poca información respecto a la relación entre la postura
que se mantiene respecto al consumo y el consumo en sí, de manera que más de la mitad
(56,8%) piensa que la postura contraria al consumo hace que nunca consumas.
http://www.redalyc.org/pdf/3498/349832486022.pdf
Las actitudes positivas hacia las sustancias tienden hacia su consumo, especialmente
alcohol y tabaco, de forma que consumen más y no sólo un tipo de sustancia sino varias.
Por otro lado, no hemos encontrado relación entre las actitudes hacia las drogas ilegales y
el consumo de sustancias. Según estos resultados parece que las actitudes positivas hacia
una determinada sustancia se pueden generalizar, extender y contagiar al consumo de otras
sustancias diferentes.
En relación a las actitudes, nos sorprende que las actitudes más positivas se tengan hacia
las drogas ilegales y no hacia el alcohol y el tabaco, drogas socialmente aceptadas y con un
porcentaje de consumo más elevado en nuestros participantes. Una posible explicación
podría residir en la idea de que nuestro grupo de adolescentes disponga de menos
información sobre las drogas ilegales, lo que llevaría a tener actitudes más positivas hacia
su consumo. Sin embargo, los resultados no apoyan en absoluto nuestra idea. Si parece que
se cumple con el alcohol y el tabaco, en los que encontramos que menos información está
relacionada con actitudes más positivas hacia esas sustancias.
Con respecto a la relación entre los resultados y las variables edad y sexo, encontramos
diferencias significativas asociadas al género y a la edad. Los varones tienen unas actitudes
más positivas, especialmente sobre el alcohol. Asimismo, los adolescentes de mayor edad,
17 años, presentan actitudes más positivas no sólo hacia el alcohol, sino también hacia el
tabaco. Las actitudes sin duda, como reflejan nuestros datos, pueden favorecer el consumo.
Aquellos adolescentes que tienen puntuaciones altas en el cuestionario de actitudes hacia
el tabaco, no sólo consumen más tabaco y porros, sino también alcohol. Lo mismo ocurre
con los que tienen puntuaciones altas en el cuestionario de actitudes hacia el alcohol, no
sólo consumen más alcohol, también consumen más tabaco y porros. La familia, sin duda,
pensamos que juega un papel muy importante en el aprendizaje de actitudes, existen
numerosas investigaciones que dan cuenta de la relación entre variables familiares y
consumo de drogas en adolescentes. Varios estudios encuentran una relación entre el
consumo de alcohol por parte de los padres y la probabilidad de que los hijos consuman y
adquieran actitudes positivas hacia el alcohol (Engels, Knibbe, De Vries, Drop y Van
Breukelen, 1999, Musitu, Buelga, Lila y Cava, 2001).

En general las investigaciones realizadas sobre Actitudes de la población ante


las drogas concluyen que: un 77% la mayor parte de la población manifiesta
una actitud de claro rechazo ante el mundo de las drogas. El 17% se manifiesta
de acuerdo, y alrededor del 6% muestra una actitud de duda y cierta
inseguridad de sus actitudes. En los más jóvenes, se detecta una clara actitud
de tolerancia con respecto al mundo de las drogas como fenómeno social, si
bien aquellas actitudes que se acercan más a la experiencia de consumo ya
difieren en poco respecto de la población general. Las actitudes favorables a
las drogas aparecen muy vinculadas a las imágenes positivas ¨normales¨ de los
habituales consumidores de drogas, y al propio consumo de drogas. A mayor
asiduidad en el consumo de drogas, mayor reforzamiento y afirmación de las
actitudes favorables hacia las drogas.
Los individuos que obtengan puntuaciones por debajo del puntaje 66 tendrán
una actitud negativa, los que por el contrario obtengan una calificación mayor
a este puntaje tendrán una actitud positiva. El 95% de los alumnos presenta
una actitud desfavorable o negativa hacia el consumo de drogas, mientras que
el 5% presenta una actitud favorable.
A mayor edad hay un descenso en las medias de actitud hacia el consumo de
drogas en los estudiantes. Sin embargo, este descenso no es significativo.
Todos los grupos tienen medias similares a un a=0.05.
Los adolescentes entre 12 y 14 años tienen una actitud significativamente más
favorable hacia el consumo de drogas en comparación a los adolescentes de
15 a 18 años a un nivel de significancia del 5%, sin embargo, ambos grupos
poseen una actitud negativa hacia el consumo de drogas.
Alvarenga, Enio; Portillo, Ronmel (2000). La edad de inicio en el consumo, para
las drogas es entre 14 y 17 años. Según la Investigación de Conocimientos,
Actitudes y Practicas Sobre Fármaco dependencia en los Estudiantes.
No existe diferencia significativa entre la actitud de los hombres y mujeres
respecto al consumo de drogas a un nivel de significancia del 5%, sin embargo,
ambos grupos poseen una actitud negativa hacia el consumo de drogas.
Los datos obtenidos sobre la influencia negativa del consumo de drogas en el
rendimiento académico coinciden tanto hombres como mujeres ya que en los
hombres un 48% se muestra totalmente de acuerdo en que las drogas afectan
su rendimiento académico, mientras que en las mujeres un 47% se muestra
totalmente de acuerdo en que las drogas afectan su rendimiento académico.
Los datos obtenidos sobre la influencia negativa del consumo de drogas
afectan la actividad deportiva se presentan en las mujeres como una
discrepancia ya en un 33% de la muestra de mujeres se muestra de acuerdo y
a la misma ves un 33% se muestra en desacuerdo en que las drogas afectan su
actividad deportiva, mientras que los hombres un 65% muestra una actitud
negativa ya que se muestra totalmente de acuerdo en que las drogas afectan
su rendimiento académico.
Los resultados arrojan que tanto para los hombres como para las mujeres la
presión social no es un factor determinante en el inicio de consumo de drogas
ya que ambos están totalmente en desacuerdo. Los hombres representan un
total de 61% mientras que las mujeres representan un 58% en totalmente en
desacuerdo.
Los resultados arrojan que los hombres presentan una actitud más favorable
que las mujeres ya que los hombres presentan un 33% de actitud favorable
mientras que las mujeres se muestran indecisas con un 31% en que las drogas
no generan dependencia.
Los resultados muestran que los hombres como las mujeres tienen una actitud
favorable hacia el consumo ya que un 62% de los hombres están en totalmente
en desacuerdo que las drogas no perjudican su salud, mientras que las mujeres
en un 57% están en totalmente desacuerdo que las drogas no perjudican su
salud.

9.- Influenciadores en el consumo de drogas


Uno de cada diez jóvenes mexicanos (9.7%) de entre 12 a 29 años admitió haber probado
drogas ilegales alguna vez, más de la mitad (59.5%) dijo haber consumido alcohol alguna
vez y tres de cada diez (31.2%) dijo que fuma tabaco, de acuerdo con la Encuesta de
Cohesión Social para la Prevención de la Violencia y la Delincuencia (ECOPRED) 2014.
La ECOPRED 2014 evidenció que siete de cada diez (71.6%) de estos jóvenes tiene amigos
con algún factor de riesgo para la seguridad.
Los jóvenes dijeron que tienen amigos que han golpeado a alguien para hacerse respetar o
sólo porque les caía mal (11.9%), que han participado en vandalismo (8.9%), que han
maltratado o humillado a una o más personas (8.7%), que se han unido a pandillas violentas
(7.6%), que han sido arrestados (6.8%), que han maltratado animales intencionalmente
(5.5%), que han tenido armas (4.2%), que han robado (3.3%) o que tienen amigos que han
vendido drogas (3%).
Además el 61.6 por ciento de los encuestados dijo tener amigos que han tenido problemas
en sus casas, 42.8 por ciento dijo que sus amigos fuman tabaco, 40.6 por ciento dijo que sus
amigos han dejado de estudiar o trabajar, 36.6 por ciento dijo que sus amigos han abusado
del alcohol, 27.3 por ciento dijo que sus amigos han sido expulsados de la escuela o
despedidos del trabajo, 15.2 por ciento dijo que sus amigos han fumado mariguana o
consumido otro tipo de droga y 9 por ciento dijo que sus amigos han ganado dinero
participando en un grupo principal.
La Secretaría de Gobernación (SEGOB) y el Instituto Nacional de Estadística y Geografía
(INEGI) diseñaron y aplicaron la encuesta para tener información confiable y de calidad para
la política nacional de prevención social de la violencia y la delincuencia.
El INEGI levantó la ECOPRED en 2014 con jefes de hogar y jóvenes de 12 a 29 años en 97 mil
754 viviendas de 47 ciudades, entre ellas siete zonas metropolitanas, en las 32 entidades
federativas.
Entre los datos encontrados sobre el contexto en el que viven estos jóvenes destacan que
más de la mitad de los encuestados (51.6%) dijo estar dispuesto a mudarse de su barrio o
colonia si tuviera los medios para hacerlo.
Más de la mitad (63.3%) de estos jóvenes dijo que en su colonia o barrio se consume alcohol
en la calle, más de la mitad (50.6%) dijo que ocurren peleas entre pandillas y 39.9%
denunció robos en sus colonias, estos últimos dijeron que son conductas que se atienden
con frecuencia, mientras que la prostitución y la venta de piratería, que también ven en su
colonia son mayormente toleradas por los vecinos.
De los encuestados, el 41.4 por ciento dijo que dejó de estudiar "por cuestiones
económicas". Los que no estudian ni trabajan dijeron que su principal razón para estar en
esta situación es que "no hay oportunidades de trabajo o no cuentan con el perfil para ser
contratados" o dijeron que "tienen a un familiar bajo su cuidado o se dedican a los
quehaceres del hogar".
La ECOPRED estima que casi todos los encuestados (96.4%) ocupa su tiempo libre
escuchando música; el 89.9 por ciento también lo ocupa para ayudar en los quehaceres del
hogar o negocio y solo la mitad de ellos practica un deporte al menos tres veces a la semana.
Otros tipos de influenciadores son:

 Elevada exigencia en el colegio y frustraciones.


 Ideas y sentimientos negativos sobre sí mismo.
 Cambios corporales.
 Inseguridad en el entorno y barrio.
 Separación o divorcio de los padres.
 Problemas de salud en la familia.
 Muerte de alguien querido.
 Tener demasiadas actividades o expectativas demasiado elevadas.
 Problemas financieros en la familia
 Fracasos académicos
 Pubertad o desarrollo
 El bullying en internet.

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