República Bolivariana de Venezuela.

Ministerio del Poder Popular para la Educación.

L.N.B. “Dr. Jesús Rafael Zambrano.”

Maturín, Edo. Monagas.

ALIMENTOS NATURALES
Y ALIMENTOS
TRANSGÉNICOS.

Profesora: Estudiante:

Manuela Mirabetty. Waleshka Goicoechea.

4to año, sección “A”

Los alimentos transgénicos son alimentos cuyos genes han sido modificados para cambiar algunas
de sus características, las cuales pueden incluir mayor resistencia a los pesticidas, mayor tamaño,
menor tiempo de desarrollo de la planta, menores cantidades de agua para el cultivo y en algunos
casos, son enriquecidos en la cantidad de vitaminas y minerales que lo componen. Aun cuando los
alimentos transgénicos presentan muchas ventajas comparativas con los cultivos tradicionales,
existen grupos que están en contra de los mismos, más ninguna de las preocupaciones expresadas
por estos grupos ha sido demostrada científicamente, ya que existen organismos internacionales
que regulan el uso, Producción y desarrollo de animales y plantas producto de la bioingeniería
para evitar que los mismos sean nocivos a la salud.

Para crear un alimento transgénico (genéticamente modificado) se obtiene dicha modificación de

su ADN (Ácido Desoxirribonucleico), al cual le fue cambiada su estructura usando genes de otras
plantas o animales, de forma tal que los científicos (bioingenieros) toman el gen de un rasgo
deseado de una planta o animal e insertan ese gen dentro de una célula de otra planta o animal.
La ingeniería genética se puede realizar con plantas y bacterias u otros microorganismos muy
pequeños, los genes también pueden pasarse de un animal a una planta y viceversa.

Desde hace mucho tiempo, cuando se querían introducir un nuevo tipo de planta o una nueva
especie animal, se practicaba lo que se conoce con el nombre de cría selectiva o injerto
(dependiendo si nos referimos a animales o plantas, respectivamente). Poe ejemplo, los perros
bóxer son el resultado de la mezcla de varios tipos de perros, los cuales con el tiempo dan una
descendencia con los rasgos deseados, como mandíbulas más fuertes, mayor musculatura, visión
mejorada, etc. El proceso de crianza selectiva, por ser un proceso en el cual no se controlan
directamente los genes animales o vegetales, pude resultar en rasgos que no son deseados, en
cambio la ingeniería genética permite seleccionar el gen específico para implantar. Es decir, la
ingeniería genética vino a mejorar un proceso de desarrollo de nuevas especies de plantas y
animales, que lleva muchos siglos desarrollándose. Es por ello que si por ejemplo alguien es
alérgico al maní, bien sea natural, lo será también al transgénico (aun cuando si se aísla el gen que
produce la alergia podría quitar los efectos indeseables.) Entre los beneficios de los alimentos
transgénicos se encuentra:

- Alimentos más nutritivos.

- Alimentos más apetitosos.
- Plantas resistentes a la sequía y las enfermedades que requieren de menos recursos como
agua y fertilizantes.
- Reducen el uso de pesticidas.
- Reducen los costos de producción.
- Se incrementa la producción por metro cuadrado de las plantas.
- Se alarga la vida de dichas plantas (los frutos tardan más tiempo en descomponerse)
- Crecimiento en menor tiempo tanto de plantas como animales.
- Alimentos como las papas que produzcan menos sustancias cancerígenas al freírlas.
 - Alimentos medicinales.

Los organismos que se han mostrado en contra de los alimentos transgénicos, afirman que:

- Tales alimentos pueden causar reacciones alérgicas o tóxicas.

- Pueden presentar cambios genéticos inesperados y dañinos.
- Puede haber una transferencia incontrolada de una planta o animal cuyo propósito no sea
modificación genética.
- Alimentos que son menos nutritivos.

Aparte, ninguna de estas aseveraciones tiene fundamento ni han sido demostradas

científicamente. Pues ninguno de los alimentos transgénicos ha presentado tal problema. Y para
evitar que ocurriese tal caso, se han creado organismos como la administración de alimentos y
medicamentos de los Estados Unidos que evalúa todos los alimentos transgénicos para asegurarse
que sean seguros antes de salir a la venta, empleando pruebas a largo plazo. Además de eso, los
departamentos de agricultura y cría de la mayoría de los países, poseen laboratorios para estudiar
todos los alimentos que puedan ser modificados genéticamente, de forma tal de regular todos los
productos de la bioingeniería. Por ejemplo, en Noruega se comenzó a comercializar un tipo de
salmón modificado genéticamente. Plantas como el maíz, las papas y los tomates fueron los
primeros en ser modificados genéticamente. Con la modificación genética se pueden producir
alimentos que contengan nutrientes necesarios para el consumo humano, tales como vitaminas,
minerales, antioxidantes que en ciertas poblaciones serían difíciles de conseguir de las fuentes
naturales. Este es el caso del arroz dorado, el cual es una variedad de arroz genéticamente
diseñado para producir beta-carotenos, los cuales son los precursores de la vitamina A. Otro caso
es el del salmón transgénico de crecimiento rápido, el cual se produce en Canadá y Panamá, el
cual está modificado para crecer más rápido que un salmón salvaje, incluso en la mitad de tiempo.
La lechoza natural o salvaje sufre una enfermedad por un virus PRSV, el cual prácticamente
desapareció la producción de dicha planta en la década del siglo XX. Gracias a la biotecnología se
pudo producir una lechoza que contenía parte del virus en su genoma, haciéndola resistente al
ataque del virus del exterior (usando el mismo principio de las vacunas, las cuales inoculan un
virus inerte a fin de que el cuerpo lo identifique rápidamente como atacante y produzca los
anticuerpos necesarios en el menor tiempo posible para evitar que se convierta en algo nocivo al
cuerpo). Aun cuando se demuestra que los alimentos transgénicos no ofrecen peligro al ser
humano ni a las especies, existen aspectos culturales que se oponen al desarrollo de los alimentos
transgénicos. Por ejemplo, el maíz mexicano nativo fue declarado patrimonio cultural y agrícola en
México y se restringió el cultivo de especies modificada genéticamente (aunque México tuvo que
importar un tercio el maíz para su consumo, el cual era producto transgénico proveniente de los
Estados Unidos, igual es el caso de Venezuela en el cual el arroz no se permitía la modificación
transgénica, más sin embargo, se permitió la importación de arroz transgénico.)