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sobrecomic.com/2010/04/21/alicia-en-el-pais-de-las-maravillas-novela-grafica/
Desde la editorial “Libros Disney” –que no sabemos bien como es el reparto de derechos
con el sello Disney de Planeta DeAgostini- nos llega la adaptación que Alessandro Ferrari
y Massimiliano Narciso han hecho de la película del mismo nombre dirigida por Tim
Burton y recientemente estrenada.
Y como indicamos siempre cuando tratamos una novela gráfica que también ha sido
adaptada a otros medios, solo nos centramos en el nuestro sin importarnos las diferencias
con el original, además de que un servidor no ha visto la película.
La popularidad unida de Disney y Tim Burton se deja ver, el mercado se esta inundando de
productos bajo el icono “de Tim Burton” y adaptaciones –unas mejores que otras- de Alicia
en el País de las Maravillas, y por su puesto no podía faltar la “oficial”, además elaborado
por un equipo creativo italiano, es en Italia de donde están saliendo las mejores propuestas
Disney.
Si en la obra de Carroll nos narraba el paso de la infancia a la adolescencia de una niña que
descubre lo aterrador que puede ser la vida adulta, en esta secuela nos muestra la
búsqueda por parte de la protagonista de su identidad. Alicia deberá decidir que quiere ser
en el futuro, a que debe dedicarse en su vida adulta.
No chafamos el final a nadie si decimos que como en todo cuento la profecía se cumple al
pie de la letra a pesar de los intentos del guionista de hacernos creer que eso no va a
suceder.
1/2
Además del argumento cliché, desaparece de la historia o de la ambientación toda esa
locura surrealista –de la que son propicios todos los adultos- que debería abordar el País de
las Maravillas. Salvo un destello de efectismo violento, durante el enfrentamiento de
Magnapresa y el ratón, toda la historia sigue los cauces de un cómic infantil, como no podía
ser menos de una obra publicada por “libros Disney”.
Massimiliano Narciso elabora un dibujo correcto con una narrativa clásica, pero falta de
dinamismo y dramatismo, apoyado por el color sensiblero de Marieke Ferrari, gráficos
alejados de una estética expresionista y barraca de la que en un principio esperábamos.
La edición se complementa con una introducción –sin firma-, bocetos originales, desarrollo
de los personajes, desarrollo de las páginas, elaboración del color y biografías de los
autores del cómic.
2/2