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Cuerpos extraños en vías aéreas

Cuerpo extraño nasal. Alimentos, creyones, pequeños


juguetes, aretes, papeles, frijoles, semillas y otros
cuerpos extraños son frecuentemente introducidos en
la nariz por los niños. Al inicio, los síntomas son locales
con obstrucción nasal, ligeras molestias y es más raro
que manifieste síntomas de dolor; si el cuerpo extraño
es higroscópico, aumenta de tamaño con el transcurso
del tiempo y empeora la obstrucción y molestia, a lo
que casi siempre se asocia una infección, y aparece
secreción purulenta, maloliente, unilateral generalmente,
en ocasiones sanguinolenta, lo cual hace sospechar
la presencia de cuerpo extraño nasal.
En un inicio el objeto es situado en la región anterior,
pero los intentos por extraerlo con técnicas inadecuadas
lo pueden situar más profundo en la nariz. La extracción
del cuerpo extraño debe ser realizada lo más rápido posible y con el instrumental adecuado para
evitar daño local y
necrosis del tejido nasal. Por lo general no es necesario
tratamiento adicional.
Cuerpo extraño laríngeo. La edad en que con
mayor frecuencia se ve la aspiración de cuerpos extraños
en vías aéreas es entre 1 y 4 años, también se puede
ver en lactantes después que logran la pinza digital y en
niños mayores, sobre todo hasta los 6 años.
El inicio brusco de obstrucción respiratoria con signos
de asfixia y cianosis, sin tener manifestaciones precedentes
de infección respiratoria, hace sospechar la
presencia de aspiración de cuerpo extraño. La tos perruna,
disfonía y estridor inspiratorio con dificultad para respirar,
según el grado de obstrucción, serán los síntomas
predominantes. A la auscultación se detecta murmullo
vesicular disminuido globalmente y estridor inspiratorio,
según la severidad del cuadro clínico sin otra alteración.
El diagnóstico se corrobora con rayos X de tórax
anteroposterior y lateral del cuello y laringoscopia directa,
que por lo general revelan la presencia de un cuerpo
extraño en la laringe.
En cuanto al diagnóstico diferencial, el crup infeccioso
es la causa más frecuente de obstrucción
laríngea en el niño, que casi siempre está precedido
de una infección respiratoria; el edema angioneurótico
tiene un inicio brusco, pero en general tiene antecedentes
de alergia e ingestión de medicamento u alimento
alergizante. El cuerpo extraño esofágico también
puede ocasionar compresión de vías aéreas y mostrar
un cuadro similar.
El tratamiento se basa en la laringoscopia directa, la
cual permite la extracción del objeto. Cuando existe un
grado severo de dificultad respiratoria, se debe realizar
traqueotomía antes de realizar la laringoscopia.
Cuerpo extraño traqueal. Aunque puede ocasionar
disnea, tos perruna, disfonía y cianosis, el signo más
característico es la presencia de sibilancia y suele ser
audible y palpable el cuerpo extraño al nivel subglótico,
por el impacto del cuerpo extraño al momento de la espiración.
Cuerpo extraño bronquial. Los síntomas y hallazgos
físicos provocados dependen de la naturaleza del
cuerpo aspirado, su localización y el grado de obstrucción
de la vía aérea bronquial.
Los síntomas iniciales son similares a los descritos
para los casos anteriores en laringe y tráquea. Un cuerpo
extraño no obstructivo-irritativo puede revelar escasos
síntomas, aun con un tiempo prolongado en el
pulmón.
Cuando la obstrucción bronquial es parcial ocurre un
mecanismo a válvula y aparece el típico síndrome de
obstrucción bronquial semejante al asma, pero con síntomas
generalmente localizados en un pulmón. Si la obstrucción
es mayor, puede ocurrir un enfisema obstructivo
localizado o una atelectasia y si persiste, causar una enfermedad
broncopulmonar crónica capaz de llegar a ser
supurativa: bronquiectasia y absceso pulmonar.
Si el cuerpo extraño es un vegetal, sobre todo maní,
suele aparecer un cuadro muy grave de bronquitis
araquidónica.
Con mayor frecuencia ocurre la aspiración de cuerpo
extraño en el pulmón derecho, que provoca rápidamente
tos paroxística y disnea. En ocasiones este episodio
es subvalorado por los padres u olvidado, en la tercera
parte de los casos no se recoge el antecedente, y puede
pasar un período latente de horas, días o semanas con
solo tos ligera o sibilancia, que puede ser bilateral, sin
respuesta al broncodilatador. Raramente un cuerpo extraño
se presenta con hemoptisis meses o años después,
y la historia puede revelar un episodio olvidado de asfixia
mientras comía o jugaba con objetos pequeños.
Al examen físico se detecta murmullo vesicular disminuido
en el lado afectado, en ocasiones enmascarado
por la sibilancia e hipersonoridad localizada por el enfisema
obstructivo, o matidez si existe atelectasia con vibraciones
vocales disminuidas.
La mayoría de los pacientes tienen antecedente sugestivo
de aspiración de cuerpo extraño en las vías aéreas.
Sin embargo, esta posibilidad debe ser considerada
en lesiones pulmonares agudas o crónicas aunque no
exista la historia de accidente por cuerpo extraño.
Los hallazgos radiográficos varían según las características
del cuerpo aspirado, los más frecuentes son
vegetales, que al ser radiotransparentes se deben buscar
los signos indirectos que causa el objeto en el lóbulo afectado;
si la obstrucción es completa provoca atelectasia, y
si es parcial, enfisema localizado, para ello se realiza rayos
X de tórax en inspiración, donde prácticamente no
aparecen lesiones, y en espiración, donde aparece
hiperinsuflación de un lóbulo o pulmón (sobre todo en
vegetales fragmentados) con mediastino desplazado hacia
el lado contrario. Los objetos metálicos son
radiopacos, por lo que el diagnóstico es más fácil de realizar
(Fig. 10.5).
En los pacientes con edad de mayor riesgo, con una
lesión inflamatoria pulmonar que se modifica poco, a pesar
del tratamiento con antibióticos, se debe sospechar la
aspiración de cuerpo extraño. Prevención. La aspiración de cuerpos extraños puede
ser prevenida si se mantienen los objetos pequeños
(semillas, caramelos, maníes, juguetes pequeños o que
se puedan fraccionar, botones, monedas, etc.) fuera del
alcance de los niños. Los globos son subestimados como
cuerpos extraños potenciales y pueden ocasionar accidentes
fatales.
La broncoscopia para extraer el cuerpo extraño se
debe realizar tan rápido como sea posible; rara vez se
precisa de toracotomía para extraer un cuerpo extraño,
cuando falla la broncoscopia. En caso de cuerpos vegetales,
sobre todo maní, es necesario realizar un lavado
broncoalveolar para extraer los fragmentos del objeto.
Especialmente, cuando ha permanecido largo tiempo en
el pulmón, puede requerirse una lobectomía. La
fisioterapia y los broncodilatadores se deben evitar, por
el peligro de un impacto del cuerpo extraño en la región
subglótica, capaz de provocar asfixia o mayor mortalidad
al realizar la endoscopia. La infección secundaria
debe ser tratada con el antibiótico adecuado, cuando está
presente.

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