Soldadura Autogena

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Qué es la soldadura autógena

La soldadura autógena o por combustión, es una forma de soldadura que es homogénea. En el


proceso se hace un paso atómico de una pieza metálica a otra, de igual o distinta naturaleza,
logrando que los retículos cristalinos de ambas partes se reduzcan en uno solo. En cierto punto
la temperatura se eleva considerablemente en las zonas de contacto entre ambas piezas hasta
fusionarlas. Este nivel de fusión se consigue a través de la llama oxiacetilénica. La llama se
genera por la combustión entre un gas combustible combinado con un gas carburante, la
temperatura está próxima a los 3055 a 3100 grados centígrados.

Con este tipo de soldadura, la fusión de las piezas no requiere de un material metálico agregado
para que se unan ambas partes. Esta soldadura puede emplearse en varios tipos de metales
destinados al uso industrial como el cobre, magnesio, aluminio y con todas las aleaciones de
cada uno, el acero inoxidable, al carbono, y aleados.

Gases en la Soldadura Autógena

Los gases son la fuente de energía principal en la soldadura autógena. En una soldadura de tipo
autógena, siempre se utiliza una combinación de dos gases; uno es siempre el oxígeno y el
segundo es un gas combustible, que puede ser de hasta 5 tipos diferentes en función de la
soldadura a realizar.

Equipo utilizado para Soldadura Autógena

Botellas de gas

Las botellas son recipientes cilíndricos de gran tamaño en cuyo interior se encuentran los gases.

Manorreductores

Los manorreductores son la herramienta de la que se vale el soldador para modificar las


presiones de la botella. Como se puede observar en la imagen, los manorreductores o también
conocidos como reguladores, cuentan con dos manómetros. Uno de ellos llamado manómetro
de alta presión y el otro de baja presión.

Mangueras

Las mangueras son tubos que transportan el gas desde el manorreductor de cada bombona al
soplete.

También tienen un código de colores propio, siendo el rojo para el acetileno y, azul o verde para
el oxígeno.

Válvulas unidireccionales
Las podemos encontrar entre la manguera y el manorreductor y su función es la de evitar que el
gas fluya de nueva al interior de la botella.
 Soplete: 
Es el elemento que efectúa la mezcla de gases. Puede ser de alta presión, en el que la presión de
ambos gases es la misma, o de baja presión, en el que el oxígeno tiene una presión mayor que el
acetileno.
Las partes principales del soplete son: las válvulas de apertura y cierre, la cámara mezcladora y
la boquilla.

Las boquillas son piezas desmontables y de diferentes tipos y tamaños, ya que al soldar
diferentes espesores de material es necesario un suministro de calor correspondiente de la llama
oxiacetilénica.

Tipos de llama
De la boquilla sale una llama, la llamada llama oxiacetilénica, en la que se distinguen zonas
claramente diferenciadas. Dependiendo de la proporción gaseosa, existen tres tipos de llamas,
como vemos en la siguiente figura.

Llama neutra: es la más utilizada, ya que es la que se logra cuando se suministra suficiente
oxígeno para realizar la combustión de todo el acetileno presente. Es, además, la más
aconsejable para conservar las propiedades del material. Se usa para soldar hierro fundido,
acero maleable, acero suave, bronce, acero inoxidable y acero al cromo con 12%.

Llama oxidante: la proporción de oxígeno en la mezcla es mayor que la de acetileno. Se


reconoce por su cono interno y penacho más cortos, así como por su sonido más agudo. Se usa
para latón con grandes porcentajes de zinc y aleaciones de bronce.

Llama reductora: con exceso de acetileno, se reconoce por una zona intermedia reductora
(penacho de acetileno) que aparece entre el cono y el penacho azul. Se utiliza solamente en
casos particulares para soldar aceros al carbono, aceros fundidos  y sus aleaciones, aluminio
fundido y aceros especiales.

Precauciones: A tener en cuenta antes de realizar una soldadura autógena


Es importante tener en cuenta ciertas indicaciones antes de llevar a cabo este proceso o
cualquier soldadura.
Por ejemplo, es imprescindible llevar ropa de protección, guantes gruesos y chaquetas
protectoras, ya que la exposición al calor puede ser excesiva.
Por otro lado, si pasamos mucho tiempo mirando el brillo de la llama, es posible que podamos
dañar nuestra vista, por lo que hay que tener en cuenta el uso de gafas protectoras.
Además, no hay que olvidar que se trata de una mezcla de gases. Es por ello que hay riesgo de
inhalar alguno de ellos, así como las partículas que se generan en el proceso de soldadura. Para
evitar o reducir el riesgo de que algo así suceda, sería ideal que el lugar en el cual se lleve el
proceso esté correctamente aislado y ventilado.

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