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4.

EXPERIENCIAS EN OTROS PAISES

CHILE

Chile, muestra una situación inversa a la de Bolivia, ya que, empero el país no tiene Ley
especial sobre derechos de niñez, ha formulado una Política Nacional de Niñez y Adolescencia
(2015-2025), que posee enfoque de Derechos Humanos, y género. Además, favorece la
participación, incluyéndola no sólo como principio rector, sino como área estratégica. De esta
Política se derivó el Plan de Acción Nacional de Niñez y Adolescencia 2018-2025, que incluye
como uno de los compromisos Generar los mecanismos que aseguren la participación de los
NNA en los procesos de elaboración de proyectos de ley y en el diseño, implementación,
monitoreo y evaluación de políticas, planes y programas a nivel nacional, regional y local

La visión en esta Política está definida por un horizonte de sentido a un plazo de diez años y
con una orientación de las decisiones estratégicas que en ella se contempla. Su formulación
recoge y organiza de manera simple y sintética la identificación de diversas aspiraciones para la
niñez y adolescencia proyectadas para Chile al año 2025 y que son las aspiraciones recogidas
durante su proceso de construcción. En Chile al 2025, los niños, niñas y adolescentes cuentan
con las condiciones que garanticen el ejercicio de sus derechos de acuerdo a su curso de vida,
sin distinción de origen social, género, pertenencia a pueblos indígenas, diversos sexualmente,
en situación migratoria, en situación de discapacidad o cualquier otro factor de potenciales
inequidades La Política Nacional de Niñez y Adolescencia aspira a contar con:

• Un país fundado en los valores de la democracia donde niños, niñas y adolescentes sean
participantes activos e incidentes en las materias que les afectan, en consonancia a la
evolución de sus facultades, su edad y madurez, a través de relaciones construidas desde el
respeto y valoración de sus opiniones, deseos y formas de expresión y creación.

• Un país en que niños, niñas y adolescentes crezcan y se desarrollen con la seguridad de estar
protegidos, que puedan desplegar todo el potencial de capacidades, y que sus derechos sean
respetados por cada uno de los miembros de la sociedad en cada una de las acciones que
desarrollan.

• Un país que genere y fortalezca las condiciones familiares, comunitarias, sociales,


económicas, culturales y medioambientales necesarias para que todos los niños, niñas y
adolescentes que habiten en él alcancen todo su potencial de desarrollo, ampliando sus
posibilidades y libertades.

• Un país donde niños, niñas y adolescentes en situación de discapacidad, diversos


sexualmente, pertenecientes a pueblos indígenas y/o en situación migratoria, cuenten con
garantías reforzadas que permitan su desarrollo pleno, resguardando la igualdad de
oportunidades, tanto en el acceso como en el desarrollo y participación en la sociedad para
incrementar progresivamente los espacios de diversidad y así valorar las diferencias como
elementos que enriquecen nuestra cultura.

• Un país que actúe de manera oportuna e integral frente a las situaciones y condiciones que
obstaculizan o atentan contra el pleno desarrollo de niños, niñas y adolescentes, a través de la
interrupción y restitución de los derechos vulnerados y la reparación psicosocial de los daños
asociados a dichas vulneraciones.

• Un país donde el Estado cuente con regulaciones y una institucionalidad que permita el
cumplimiento del mandato de la Convención por medio de una continua calidad y efectividad
de su accionar. Así, consolidar un nuevo trato político para la niñez y adolescencia en todo el
territorio.

En definitiva, un país que aspira a consolidar un nuevo trato para la niñez y adolescencia, que
encarne el respeto y promoción de sus derechos; reconozca, promueva y materialice el rol del
Estado y la ciudadanía como garantes para su ejercicio pleno, y sitúe el desarrollo, bienestar y
felicidad de los niños, niñas y adolescentes en el centro de su quehacer.

OBJETIVOS ESTRATÉGICOS

Para dar cumplimiento a las aspiraciones mencionadas anteriormente, se definen los


siguientes objetivos estratégicos:

• Proponer la adecuación normativa y generar las condiciones político institucionales que


regule la institucionalidad competente del Estado y la ciudadanía para garantizar el ejercicio de
los derechos de los niños, niñas y adolescentes que habitan en el país.

• Fortalecer y promover la gestión pública y la calidad de las políticas, así como la de los
programas y servicios considerando la perspectiva de derechos.

• Fortalecer las condiciones familiares, comunitarias, sociales, económicas y culturales que


permitan el ejercicio efectivo de los derechos de los niños, niñas y adolescentes que habitan en
el país. Estos objetivos estratégicos se abordan a través de tres tipos de lineamientos que se
señalan a continuación.

• La instalación del Sistema de Garantías de los Derechos de la Niñez, definido como el


conjunto de políticas, instituciones y normas orientadas a velar por el desarrollo físico, mental,
espiritual, moral y social de los niños, niñas, y adolescentes.

• Las orientaciones prioritarias para la próxima década agrupadas en cinco áreas estratégicas
en el marco de los derechos de la Niñez y Adolescencia, y a las cuales deberá abocarse la
gestión del Sistema.

• Las condiciones transversales que orientan las acciones o procesos de gestión del Estado.
Estas se vinculan como condiciones para el Sistema, así como para la implementación de las
orientaciones prioritarias.

Estos lineamientos se muestran en la siguiente infografía que refleja la relación entre ellos.
BOLIVIA

El Estado Plurinacional de Bolivia, cuenta con un Plan de Desarrollo Económico y Social (2016-
2020)31, que podría considerarse un ejemplo típico del divorcio entre legislación y políticas
públicas que suele ocurrir en nuestros países. Aunque Bolivia cuenta con un Código de Niñez y
Adolescentes bastante avanzado, el Plan de Desarrollo, carece de enfoque de derechos de
niñez. Las niñas y los niños, se mencionan a partir de una condición de vulnerabilidad. Las
únicas referencias están relacionadas a los que están “malnutridos” y a “niñas y niños en
situación de calle”. En abril de 2017 se conformó el Comité Plurinacional de Niñas, Niños y
Adolescentes. Una de sus atribuciones es apoyar el funcionamiento y fortalecimiento de los
Comités Departamentales y Municipales de la Niña, Niño y Adolescente. No se cuenta con
información sobre su funcionamiento en los 339 municipios.

COLOMBIA

La Política Nacional de Infancia y Adolescencia tiene como finalidad la de contribuir al


desarrollo integral de las niñas, niños y adolescentes y por tanto el compromiso de generar las
condiciones sociales, humanas y materiales que se requieran para favorecerlo. Por tanto,
reconoce a las niñas, niños y adolescentes como sujetos prevalentes de derechos y ordena la
apuesta social del Estado alrededor del desarrollo integral.

El desarrollo de la infancia y la adolescencia y las apuestas expresadas en este documento


están estrechamente ligados al desarrollo económico, social, político y cultural del país. La
existencia misma de la sociedad y los objetivos de desarrollo sostenible (ODS) requieren que
cada uno de ellos cuente con las oportunidades que le permitan potenciar sus capacidades y
alcanzar el máximo nivel de garantía de sus derechos.

Es importante tener en cuenta que la construcción de la Política Nacional de Infancia y


Adolescencia hace honor a lo “público” pues se desarrolló con base en un amplio proceso de
conversaciones y movilización participativa que inició en el 2015, producto del cual se
realizaron 128 encuentros de diálogo y socialización en los 32 departamentos del país, con los
agentes e instancias del Sistema Nacional de Bienestar Familiar (SNBF), representantes de la
sociedad civil y 924 niños y niñas, 1.030 adolescentes y 874 adultos de grupos familiares, a los
que se sumaron 3.936 niños, niñas y adolescentes en la consulta virtual.

Posteriormente, en el 2018, para su consolidación se adelantaron espacios de conversación y


consulta con 565 representantes de entidades públicas, actores representativos, autoridades
tradicionales, sociedad civil, cooperación y academia, en las ciudades de Bogotá D. C. y la
ruralidad de Usme, Santiago de Cali y Santa Marta y en los departamentos de La Guajira,
Putumayo, Meta, Chocó y Antioquia. Con relación al enfoque diferencial se convocaron
expertos en género, diversidad sexual y discapacidad, y finalmente a la Mesa Técnica de
Ludotecas como instancia de articulación pública y privada que promueve el derecho al juego.

La Política, como instrumento, espera aportarle al país y a las distintas entidades, instancias y
niveles de gobierno elementos sobre los cuales puedan forjar las bases sociales, económicas e
institucionales que se requieren para construir un país como lo merecen todos y cada una de
nuestras niñas, niños y adolescentes. Un país en paz, que reconoce sus derechos como
prevalentes y en consecuencia asume el interés superior como el elemento orientador de
todas las acciones, y desde la subsidiariedad, complementariedad y concurrencia responde al
goce efectivo de sus derechos como condiciones fundantes del Estado Social de Derecho.
PARAGUAY

Paraguay aprobó mediante la Resolución Nª 01/201536 su Política Nacional de la Niñez y la


Adolescencia (POLNA) 2014-2024 y el Plan Nacional de Niñez y Adolescencia (PNA) 2014-2018.
La Política, estipula entre sus objetivos específicos: Garantizar de manera prioritaria la
participación de niñas, niños y adolescentes, y explicita que la participación protagónica pone
en relieve a las niñas, los niños y adolescentes, como sujeto político y social de derechos
reconociendo el protagonismo en el ejercicio de expresarse, asociarse, buscar, recibir y
difundir información e ideas para la promoción, protección, exigencia y vigilancia de sus
derechos. A su vez, reitera que el ejercicio de la participación protagónica de niñas, niños y
adolescentes debe ser respetado, escuchado y tomado en cuenta por los adultos y las
instituciones.

VENEZUELA

En el caso de Venezuela, no se encontró información relativa a políticas, planes o programas


dirigidos a niñas, niños y adolescentes que aborden la temática de la participación, en su
mayoría los planes y políticas están centradas en el derecho a la salud y la atención a la
primera infancia.

COSTA RICA

Este país, cuenta además con una Política Nacional para la Niñez y la Adolescencia de

Costa Rica (2009 – 2021)22, que orienta la aplicación efectiva de los derechos de la niñez y la
adolescencia. Dicha política tiene como eje el derecho a expresarse, con la garantía de que las
opiniones de niñas, niños y adolescentes serán escuchadas, respondidas y tomadas en cuenta
en todos los asuntos que se relacionen con su vida.

PANAMA

En Panamá, el instrumento que respalda la participación de adolescentes (15 a 18 años), es la


Política Pública de la Juventud de Panamá, que tiene como finalidad la promoción de la
participación de las y los jóvenes en el proceso de toma de decisiones en todos los niveles, y a
lo largo del proceso desde su diseño, implementación y evaluación, así como la inclusión en
todos los espacios de diálogo y participación de la sociedad. Un elemento positivo
de esta política, es la promoción de la activa participación de las mujeres jóvenes en los
procesos de toma de decisiones, y la inclusión de la perspectiva de género en todas las
acciones que éstas desarrollen.

CUBA

En Cuba, la estructura de la administración estatal está orientada a promover y apoyar las


iniciativas de las organizaciones juveniles, encaminadas a incrementar la participación de los
estudiantes en actividades científico-técnicas, que contribuyen a la solución de problemas
concretos del país y a la formación integral de los niños y jóvenes. No se encontró información
acerca de mecanismos o espacios para la participación en el ámbito municipal.

HONDURAS

En Honduras, en contexto del Pacto Municipal por la Infancia, compromisos por la niñez y
adolescencia, desde las Alcaldías, se está estimulando la generación de espacios para la
participación significativa de niñas, niños y adolescentes en el diseño e implementación de las
políticas públicas, y establecer mecanismos de rendición de cuenta e indicadores de monitoreo
de gestión municipal sobre los derechos de la niñez y adolescencia. En 2015, con participación
de niñas, niños y adolescentes la municipalidad de Masaguara promulgó su Política de Niñez y
Adolescencia, y en este 2018 el municipio de San Pedro Sula aprobó la suya (2018-2022). En la
misma se dice que su objetivo es: Promover la participación organizada de la Niñez y
adolescencia para garantizar que las instituciones de gobierno y la sociedad civil, implementan
la política escuchando y tomando en cuenta su opinión.

EL SALVADOR

En El Salvador, La Política Nacional de Protección Integral de la Niñez y Adolescencia (2013 –


2023)23, reconoce la importancia de la fomentar el ejercicio de la ciudadanía social, a través
de la promoción del derecho a la libertad de pensamiento, conciencia y religión, a la libertad
de expresión e información, opinión y asociación, a la vez que reconoce el derecho a la
participación de niñas, niños y adolescentes en los procesos de construcción de políticas
públicas a nivel local y nacional, como el establecimiento de mecanismos institucionales que
fomenten el ejercicio del derecho que tienen a participar en todos los asuntos de su interés.
Entre sus líneas de acción contempla la incorporación de niñas, niños y adolescentes en
espacios de participación ciudadana a nivel local.
GUATEMALA

Guatemala, cuenta con la Política Pública de Protección Integral a la Niñez y la Adolescencia


aprobada mediante Acuerdo Gubernativo No. 333-2004 del 19 de octubre del 2004 y el Plan
de Acción Nacional en favor de la Niñez y Adolescencia (2004– 2015) en cuyo contenido,
incluye la participación de niñas, niños y adolescentes, como principio rector y como derecho
para su propio desarrollo, mediante la participación en la formulación, monitoreo y evaluación
de dicha política. Igualmente, reconoce los derechos a organizarse, participar, opinar y ser
tomada en cuenta sus opiniones. Así como la búsqueda de soluciones, toma de decisiones,
resolución de conflictos, organización, liderazgo, y comunicación. En la revisión documental,
no fue posible identificar ningún documento relativo al seguimiento y evaluación del
mencionado Plan de Acción, que cuando se formuló la instancia encargada de su aplicación,
era la Comisión Nacional de Niñez y Adolescencia, y actualmente todas las acciones relativas a
la protección de la niñez y adolescentes recaen en la Secretaría de Bienestar Social. Al
respecto, un estudio realizado por UNICEF en 2012, sobre la evaluación de la aplicación de la
CDN y la legislación desarrollada en Guatemala, señala que la Ley PINA no tiene una regulación
específica sobre cómo deben coordinarse las instituciones responsables del sistema de
protección. (MORLACHETTI- 2013).

MÉXICO

En México, se ha formulado una propuesta de Política Nacional, denominada 25 al 25, que


resume los Objetivos Nacionales de Derechos de niñas, niños y adolescentes, para ser aplicada
en el ámbito nacional, federal, estatal y municipal. Al respecto, uno de los objetivos de la
Política está dirigido a: Asegurar mecanismos de participación efectiva y sistemática de niñas,
niños y adolescentes en todos los ámbitos, para hacer efectivos sus derechos de libre expresión,
asociación y reunión, con el fin de garantizar que sus opiniones y perspectiva sean incluidas en
las decisiones que inciden en su bienestar y en el diseño e implementación de las políticas
públicas..

NICARAGUA
La política “Amor para los más Chiquitos y Chiquitas” fue creada en 2011 con el objetivo de
fortalecer las articulaciones interinstitucionales de las acciones realizadas en función de la
primera infancia, además de articular todos los programas dirigidos a este sector de la
población. En particular, busca: 1) Restituir los derechos humanos de los niños menores de 6
años y de las madres embarazadas y lactantes y propiciar su desarrollo humano integral; y 2)
articular todos los programas, centros y acciones estatales para que sean universales,
gratuitos, de calidad, equitativos, con calidez humana, pertinencia cultural y social.

La política tiene nueve componentes:

1. Educación: universalidad de la Educación Inicial y acceso a preescolares y centros de calidad.


En 2010, año anterior al lanzamiento del plan, la cobertura de preescolar para niños de 5 años
era del 72,6%, con una brecha en el acceso entre los niños pertenecientes al quintil 1 y los
niños pertenecientes al quintil 5 de 28,4 puntos

2. Salud: garantía de salud integral al binomio madre-hijas e hijos (prenatal, parto y salud del
recién nacido) con servicios especializados y promoción de la salud preventiva.

3. Estimulación temprana: consolidar la organización municipal y comunitaria por medio de la


formación de Promotores y Promotoras Solidarias para que lleguen a las familias. Fortalecer el
protagonismo de la familia desde un modelo de paternidad responsable.

4. Centros de Desarrollo de Primera Infancia: ampliación gradual y fortalecimiento,


garantizando la inclusión de los niños con discapacidad y priorizando a los hijos de madres
trabajadoras. Capacitación a los educadores y mejora de sus condiciones laborales.

5. Identidad: inscripción de los niños y promoción de su autoestima y participación.

6. Seguridad alimentaria: reducción del déficit nutricional de niños menores de 6 años,


promoción de la lactancia materna, garantía de alimentos disponibles.

7. Prevención de todas las formas de violencia contra la niñez, atención a las víctimas y sanción
a los agresores: programas socioeducativos y atención integral.

8. Restitución de derechos: protección de la niñez en riesgo en las calles, a hijas e hijos de


madres y padres con problemas de adicciones, adolescentes, migrantes, infractores de la Ley y
privados de libertad, niñez con discapacidad, con VIH o SIDA y niñez indígena.

9. Viviendas seguras: garantía del derecho a una vivienda digna y segura.

ECUADOR

La Estrategia Nacional Intersectorial para la Primera Infancia: Infancia Plena, liderada por el
Ministerio Coordinador de Desarrollo Social se ejecuta, desde 2012, a través de una visión
intersectorial e integral. Es una apuesta nacional para potenciar el desarrollo integral de las
niñas y los niños menores de 5 años, considerando que las condiciones de vida, la estimulación
temprana, la educación, la nutrición y el afecto durante la primera infancia, condicionan el
futuro de las personas.
La Estrategia Infancia Plena, alineada al Plan Nacional del Buen Vivir 2013-2017, está orientada
a reducir las inequidades, equiparando el punto de partida en el proceso de desarrollo
humano, desde el período de gestación. Es así, que una adecuada crianza por parte de las
madres, padres y cuidadores, además de una intervención de calidad y oportuna por parte del
Estado y el apoyo de la comunidad, permitirá la erradicación definitiva de la pobreza,
fortaleciendo capacidades y generando mayores oportunidades en la población.
El Plan Nacional para el Buen Vivir 2013-2017 es la hoja de ruta del Estado, en él se establecen
ejes que plantean rupturas o aportes programáticos, entre ellos se incluye a la equidad como
un imperativo moral para erradicar la pobreza, en este sentido se plantea el desarrollo integral
de la primera infancia, dado que “si no se generan capacidades desde que nacemos,
condenamos a la sociedad al fracaso” (PNBV 2013 – 2017).  En este marco, la Estrategia
Infancia Plena establece políticas orientadas al desarrollo integral de la primera infancia como
una prioridad del Estado.
De los 12 objetivos del Plan, los siguientes son los que mayor vinculación tienen con la
Estrategia Infancia Plena:

 Objetivo 2: Auspiciar la igualdad, la cohesión, la inclusión y la equidad social y


territorial en la diversidad; en el que se incluye como tema fundamental “garantizar el
desarrollo integral de la primera infancia, a niños y niñas menores de 5 años”.
 Objetivo 3: Mejorar la calidad de vida de la población; en este objetivo contempla
“garantizar la prestación universal y gratuita de los servicios de atención integral de
salud”.

5. ANALISIS Y PROPUESTA DE MEJORAS PARA NUESTRO PAIS

En el Perú, existen dos planes o políticas de desarrollo integral de la primera infancia que son
explícitos y públicos: el Plan Nacional de Acción por la Infancia y la Adolescencia y los
Lineamientos para la Gestión Articulada Intersectorial e Intergubernamental Orientada a
Promover el Desarrollo Infantil Temprano “Primero la infancia”.

En la actualidad se encuentra vigente el cuarto Plan Nacional de Acción por la Infancia y la


Adolescencia (PNAIA) 2012 – 2021, aprobado mediante decreto supremo en el año 2012 y
elevado a rango de Ley en el año 2015. Este Plan es el documento marco de las estrategias,
acciones y programas, que deben asumir y ejecutar los sectores e instituciones del Estado y la
sociedad civil, para lograr el cumplimiento de los derechos de las niñas, niños y adolescentes
peruanos (MIMP s/a). El proceso de formulación del PNAIA 2021 fue liderado por el Ministerio
de la Mujer y Poblaciones Vulnerables (MIMP) y contó con la participación de representantes
de diversos sectores (MIMP 2012a). Así mismo, existe una Comisión Multisectorial encargada
de la implementación del PNAIA conformada por representantes de 12 Ministerios y 6
instituciones públicas; y de la que también forman parte -en calidad de invitados-
organizaciones de la sociedad civil. La Comisión también coordina con los gobiernos regionales
y locales2.

El PNAIA 2021 tiene cuatro objetivos estratégicos relacionados con las diversas etapas de vida
de los Niños y Adolescentes, de los cuales el primero y el cuarto se refieren directamente a la
primera infancia. El primer objetivo estratégico es garantizar el crecimiento y desarrollo
integral de niñas y niños de 0 a 5 años de edad; y para lograrlo se apunta a cuatro resultados: i)
embarazos y nacimientos saludables con atención prioritaria en zonas rurales y comunidades
nativas; ii) estado adecuado de nutrición y salud; iii) estimulación temprana para los más
pequeños; y iv) acceso a servicios de salud y educación inicial de calidad. El cuarto objetivo
estratégico es garantizar la protección de las niñas, niños y adolescentes de 0 a 17 años de
edad.

El Plan cuenta con un Sistema de Monitoreo y Evaluación llamado SIMONE, que brinda
información del progreso en el logro de los resultados esperados, y por ende, de los objetivos
estratégicos. Hay definidos indicadores para todos los resultados de interés; sin embargo, no
para todos los indicadores existen datos. La Comisión Multisectorial responsable de la
implementación del PNAIA, prepara anualmente informes de avance.

El segundo documento de política que es un referente en el país para temas de primera


infancia son los Lineamientos para la Gestión Articulada Intersectorial e Intergubernamental
Orientada a Promover el Desarrollo Infantil Temprano “Primero la infancia”, aprobados
mediante Decreto Supremo en el 2016. La elaboración de los Lineamientos se ha dado en el
marco de la Estrategia Nacional de Desarrollo e Inclusión Social “Incluir para Crecer”. Los
Lineamientos reflejan el interés del estado peruano para definir una propuesta integral e
integradora del Desarrollo Infantil Temprano (DIT) como prioridad de la política; y han sido
elaborados por una Comisión Multisectorial integrada por representantes de 10 ministerios,
con participación de representantes de la Asamblea Nacional de Gobiernos Regionales y la Red
de Municipalidades Urbanas y Rurales del Perú.

Los Lineamientos fueron elaborados bajo una lógica de gestión por resultados y basada en
evidencia científica; y en ellos se priorizan siete resultados, factores e intervenciones efectivas,
sobre los cuales se orientarán las políticas de Estado (MIDIS 2014). Los resultados priorizados
son: nacimiento saludable, apego seguro, adecuado estado nutricional, comunicación verbal
efectiva, camina solo, regulación de emociones y comportamiento, y función simbólica. Estos
resultados se encuentran estrechamente relacionados (cadenas causales) y se integran en
habilidades cada vez más complejas que sirven de base para nuevos aprendizajes (MIDIS
2014). Así mismo, los Lineamientos identifican un grupo de factores que deben ser abordados
por el estado y la sociedad para lograr el Desarrollo Infantil Temprano; así como
intervenciones, que son el conjunto de acciones, identificadas a partir de la evidencia científica
recopilada, cuya implementación genera cambios en los factores o resultados priorizados en el
marco del DIT (D.S. N° 010-2016-MIDIS). Los Lineamientos identifican más de 40
intervenciones, que en conjunto están orientadas a lograr: i) la atención oportuna en salud y
nutrición a la adolescente, gestante, niña y niño de 0 a 5 años; ii) las prácticas adecuadas de
crianza y cuidado para el desarrollo y aprendizaje infantil en la familia; iii) la atención educativa
de calidad para niñas y niños de 0 a 5 años; iv) la erradicación de todo tipo de violencia hacia la
niña, niño y la mujer; y v) el aseguramiento de un entorno adecuado en el hogar y la
comunidad (MIDIS 2014).

Finalmente, los Lineamientos también incluyen un conjunto de indicadores para el


seguimiento y evaluación de los siete resultados priorizados. Los dos resultados vinculados a
salud y nutrición, ya disponían de información para el seguimiento provista por la Encuesta
Demográfica y de Salud Familiar (ENDES). Para los otros cinco resultados, se desarrolló un
módulo DIT que fue incluido en la ENDES a partir del año 2015 a fin de poderle dar
seguimiento y evaluar el progreso en dichos indicadores.

En general, las y los actores clave entrevistados para la elaboración de este informe de
progreso identificaron a ambos documentos -el PNAIA y los Lineamientos “Primero la
infancia”- como los referentes principales al hablar sobre una política nacional de primera
infancia. Sin embargo, cuando se les preguntaba acerca del documento de política que era el
referente para organizar las acciones de su organización o institución en temas de desarrollo
infantil temprano o primera infancia, la mayoría de entrevistados –tanto del sector público,
como de la academia, la cooperación internacional y organizaciones no gubernamentales- se
refirió a los Lineamientos. En general, si bien se refieren al PNAIA como instrumento marco de
política pública del estado peruano, entienden que los Lineamientos complementan lo
señalado en el PNAIA, aterrizando más las políticas para niñas y niños menores de 5 años.

Al ser consultados sobre las principales fortalezas de los Lineamientos, varios de los
entrevistados –incluyendorepresentantes de diferentes sectores del estado y de la sociedad
civil- destacaron el hecho de estar basados en evidencia científica rigurosa, lo que quedó
plasmado en los documentos técnicos producidos por los grupos de trabajo de la Comisión
Multisectorial3. En su opinión, el énfasis en el uso de evidencias permitió no solo darle solidez
al documento de política sino además resolver muchas discrepancias entre sectores, pues no
se trataba de lo que decía un sector u otro, sino de lo que la evidencia sugería. Igualmente, el
hecho de haber sido un proceso participativo, en el que hubo que trabajar intensamente, y con
el que todos los sectores se comprometieron, parece haber contribuido a generar un sentido
de propiedad (ownership) sobre estos Lineamientos. Aunque el proceso fue liderado por el
Ministerio de Desarrollo e Inclusión Social (MIDIS), técnicos de otros sectores del estado como
el Ministerio de Educación (MINEDU) o el Ministerio de Salud (MINSA) también se sentían
representados por los Lineamientos.

Ligado al punto anterior, algunos entrevistados del sector público y de organizaciones no


gubernamentales, también destacaron como una fortaleza de los lineamientos el hecho de que
están enmarcados dentro de una lógica de Presupuesto por Resultados (PpR)4. Señalaron que
las intervenciones contempladas están todas basadas en evidencia y tienen resultados
medibles; lo que facilita en el caso de intervenciones nuevas que aún no son realizadas por el
estado, que eventualmente puedan tener programas presupuestales dentro de los marcos
requeridos actualmente por el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF).

Con relación a las debilidades o limitaciones de los Lineamientos “Primero la Infancia”, varios
actores entrevistados tanto del sector público como de organizaciones no gubernamentales,
coincidieron en señalar que una gran limitación era el hecho de que los Lineamientos no
especifican quién es responsable de qué y cómo, es decir, en el documento no se señalan
responsabilidades específicas para cada sector, ni se detallan reglas de asignación
presupuestal.

Muy ligado a lo anterior, se encuentra otra limitación identificada por algunos entrevistados
tanto del sector público como de la sociedad civil: los Lineamientos no tuvieron suficiente
capital político de respaldo. La Comisión Multisectorial encargada de su elaboración, fue
designada por resolución suprema a fines del año 2013, en un momento en que el gobierno de
turno, encabezado por el Presidente Humala, mostraba una clara intención de impulsar la
agenda para la primera infancia en el país. Sin embargo, para mediados del año 2014 cuando la
Comisión ya había terminado la elaboración de los Lineamientos y estos ya contaban con la
aprobación preliminar de todos los sectores involucrados, el apoyo político a la iniciativa al
más alto nivel parecía haberse perdido. De hecho, la resolución suprema aprobando los
Lineamientos recién se dio un día antes de que el Presidente Humala dejara el poder, el 27 de
julio de 2016. Una vez aprobados, los Lineamientos “Primero la Infancia” ya no tuvieron el
respaldo suficiente. Para algunos entrevistados, el que los lineamientos no tengan carácter de
Ley -como sí tiene el PNAIA- es otra muestra más de su debilidad política.

En la actualidad, un tema muy específico relacionado con la primera infancia convoca la


atención del gobierno: la lucha contra la anemia. En el año 2018, el gobierno estableció como
prioridad nacional la lucha contra la anemia en niñas y niños menores de 3 años. En ese
sentido, se ha elaborado y aprobado un Plan Multisectorial de Lucha contra la Anemia (MIDIS
2018) que tiene como fin cumplir la meta de reducir la anemia en niños de 6 a 35 meses de
43% a 19% en el bicentenario (2021). En opinión de varios de los entrevistados tanto del sector
público como de la sociedad civil, el foco exclusivo en anemia ha sido una limitación para
seguir impulsando una visión integral del desarrollo de los niños y niñas menores de cinco años
como la que propone los Lineamientos. Ellos señalan que hoy en día “todo es anemia” y que
“todo el presupuesto se va a anemia”, dejando con muy poco o nulo capital político a otras
iniciativas por la primera infancia.

Finalmente, todo lo anterior, conduce a lo que en opinión de varios de los actores


entrevistados -tanto del sector público, como de la academia y la cooperación internacional- es
la principal limitación de los Lineamientos “Primero la Infancia” desde que estuvieron listos
(aunque no oficialmente aprobados) a mediados del año 2014: han tenido una
implementación muy limitada. Lo poco que se ha avanzado ha sido gracias a otras estrategias
como el Fondo de Estímulo al Desempeño y Logro de Resultados Sociales (FED) y el Sello
Municipal que han permitido por lo menos una implementación parcial o fraccionada de los
Lineamientos.

Gobernanza de la política de primera infancia y articulación intersectorial e


intergubernamental

La implementación limitada que los lineamientos han tenido hasta la fecha, está
estrechamente relacionada con lo que varios de los entrevistados –tanto del sector público
como de la sociedad civil- han identificado como un gran desafío en el país: no existe un
liderazgo claro en la política nacional de primera infancia. Como consecuencia de esto, lo que
ocurre actualmente en materia de gobernanza sobre políticas de primera infancia es que
existen –en opinión de los entrevistados- disputas por la rectoría entre diferentes sectores. En
opinión de los actores de la sociedad civil –tanto de la cooperación internacional como de
organizaciones no gubernamentales- lo único que existe en el país son rectorías temáticas, es
decir, el MINEDU tiene la rectoría en materia de servicios educativos, el MINSA en salud y
nutrición, el MIMP en protección social, etc; más no observan una rectoría o liderazgo para el
desarrollo infantil en general. El problema con esto, señalan algunos entrevistados, es que “las
y los niños están descuartizados”, refiriéndose a que en la práctica no se tiene una mirada
integral de su desarrollo.    Respecto a cómo superar la falta de un liderazgo claro en políticas
de primera infancia, la propuesta de algunos de los entrevistados es que la rectoría sea
asumida por el Presidente de la República o la Presidencia del Consejo de Ministros (PCM),
como único modo de superar los potenciales conflictos entre todos los sectores del estado
involucrados en la atención a la primera infancia, que son en principio pares y no está uno por
encima de los otros. Adicionalmente, se señaló en las entrevistas que para que la rectoría sea
tal, debe venir acompañada de la capacidad de asignar presupuesto para el cumplimiento de
los diferentes roles y responsabilidades de los sectores. Al respecto cabe señalar que esta es
una idea que está en el tintero hace varios años aunque no ha logrado concretarse. El Consejo
Nacional de Educación (CNE 2014) sugería en su balance del año 2013 la creación de una
Autoridad Nacional para la Infancia, de modo que se alinearan las políticas de todos los
sectores y se priorizará realmente a los niños menores de 6 años. Similar propuesta tiene el
Grupo Impulsor Inversión en la Infancia en su Pacto Social (ver acuerdo 4). Sin embargo, para
que una instancia como esa realmente funcione, es importante -como sostiene Cueto (2011)-
que esta autoridad no sea solo simbólica, sino que tenga “dientes”, refiriéndose a tener la
capacidad de aprobar planes coordinados y presupuestos, generando así sinergias entre los
diferentes sectores. Varios de los entrevistados tanto del sector público como de la sociedad
civil, coincidieron en señalar que la iniciativa actualmente en curso para la creación de un
Programa Presupuestal orientado a resultados de Desarrollo Infantil Temprano (PPoR DIT) es
una oportunidad inmejorable para favorecer la intersectorialidad y asignar responsabilidades
con relación a las políticas y programas de primera infancia. La Ley de Presupuesto del Sector
Público para el Año Fiscal 2019 (Ley N° 30879), señala en su artículo 22 que la mejora
significativa de los resultados específicos del Desarrollo Infantil Temprano constituye una
prioridad del Estado en materia de logro de resultados prioritarios del presupuesto. En ese
marco, la Ley aprobó la creación del PPoR DIT que debe establecer y priorizar las condiciones e
intervenciones efectivas basadas en evidencia, para la mejora de los resultados DIT. A
mediados de abril de 2019, se creó el Grupo de Trabajo Multisectorial encargado de
desarrollar los contenidos técnicos del PPoR DIT (R.M. Nº 161-2019-EF/10). De acuerdo a lo
señalado por el MEF, la expectativa de este grupo de trabajo es validar el modelo causal de los
Lineamientos “Primero la Infancia” y sobre esa base identificar qué intervenciones va a
financiar el estado peruano. Se trabaja con los Lineamientos porque su elaboración ha estado
basada en la revisión de evidencias y tienen la rigurosidad que solicita el MEF para armar la
metodología del programa presupuestal. Entre otras cosas, esta iniciativa apunta a resolver las
trabas que os presupuestos sectoriales ponían a un trabajo articulado entre sectores. 

Presupuesto público para primera infancia

En el marco del PNAIA y de la Estrategia “Incluir para crecer”, se hace un seguimiento del
Gasto Público en Niños, Niñas y Adolescentes (GPNNA), es decir, se identifican los recursos que
el Estado Peruano destina para mejorar las condiciones de vida de la niñez y la adolescencia.
Para tal fin, desde el año 2013 se cuenta con una metodología que permite examinar de
manera continua la inversión que el Estado realiza en la niñez y la adolescencia. Dicha
metodología fue elaborada por el grupo de seguimiento al GPNNA conformado por
representantes del MEF, MINEDU, MINSA, MIMP, MIDIS, Mesa de Concentración para la Lucha
contra la Pobreza (MCLCP) y UNICEF (UNICEF 2016). La principal conclusión de los informes de
seguimiento, es que el GPNNA ha crecido de manera sostenida en los últimos años. Entre 2013
y 2016, este ha crecido, en promedio, en 7%; situándose para el año 2016 en S/ 28,724
millones de soles. Cuando se mira el GPNNA según ciclo de vida, se encuentra que para ese
mismo año, la distribución en las tres etapas de ciclo de vida fue similar: la primera infancia (0
a 5 años) representó 36%, la niñez (6 a 11 años) 33% y la adolescencia (12 a 17 años) 31%.
Cabe señalar sin embargo, que hasta 2016 el gasto en la adolescencia ha mostrado un
crecimiento mayor en comparación a los demás ciclos de vida a partir de 2014 (UNICEF 2016).
Con relación a las funciones en las que se ha priorizado el GPNNA en el año 2016, observa que
más de la mitad del GPNNA fue ejecutado en la función Educación (61%), especialmente en
mejorar los logros de aprendizaje en Matemática y Lectura de los estudiantes, así como en
aumentar el acceso a los servicios educativos en inicial, primaria y secundaria. En segundo
lugar, se ejecutó en la función Salud (16%) en la que se priorizó el gasto en vacunas, el Control
de Crecimiento y Desarrollo (CRED) y la atención prenatal. En tercer lugar, se ubicó la función
Protección Social (10%) en la que se priorizó el gasto en alimentación escolar y transferencias
condicionadas (UNICEF 2016). Los progresos con relación al GPNNA del Estado Peruano han
sido reconocidos por el Comité de los Derechos del Niño, que señala en su informe del año
2016 que celebra que el Estado haya aumentado sus recursos presupuestarios para hacer
efectivos los derechos del niño y que haya establecido un mecanismo para clasificar y
supervisar la inversión pública en favor de la infancia. Sin embargo, señala algunos aspectos a
considerar sobre la inversión pública en infancia: i) La desigual distribución de recursos entre
los diferentes sectores, como los de la protección y la participación de los niños; ii) La falta de
información sobre los recursos presupuestarios destinados a los niños en situaciones
vulnerables y marginales, incluidos los niños y niñas indígenas; y iii) El elevado índice de
corrupción en el Estado y sus repercusiones negativas en los recursos públicos, incluidos los
recursos destinados a la infancia (Comité de los Derechos del Niño 2016).

RECOMENDACIONES Y SUGERENCIAS DE MEJORA

Los niños, niñas y adolescentes en el mundo y en el Perú, están viviendo en aislamiento en


esta pandemia ocasionada por COVID-19, en algunos lugares de forma total y en otros, los
estados están tomando medidas para suavizar la restricción, y permitirles que puedan salir
unas horas a algún parque. En el Perú podemos decir que 9 millones 652 mil niñas, niños y
adolescentes, están confinados en casa (50,5%, o sea 4 millones 878 mil hombres y 49,5%, 4
millones 774 mil mujeres). El aislamiento en el hogar puede afectar negativamente el
bienestar, desarrollo y la protección de sus derechos. La Defensoría del Pueblo, junto con el
Colectivo Interinstitucional por los Derechos de la Niñez y Adolescencia, hace un llamado a
proteger los derechos a la salud, educación, participación, y prevenir la violencia, así como
tomar medidas en la post cuarentena, desarrolla un conjunto de recomendaciones al gobierno
central, regional y local.

En salud

Difundir y promover las medidas preventivas ya conocidas como el lavado de manos, cubrirse
la boca al estornudar o toser, el distanciamiento físico entre Personas. Considerar las
necesidades específicas de cada población: indígenas, no indígenas, rurales, urbanos, personas
con discapacidad, en las acciones de información y prevención. Asegurar el acceso a vacunas y
prevención de enfermedades, inmunizaciones, influenza, a recién nacidos y nacidas. Y
estrategias para reducir el riesgo de enfermedades infecciosas como la polio, sarampión y
brotes de pertusis (tos convulsiva). Atención a niñas, niños y adolescentes con discapacidad, o
con otras enfermedades que necesiten continuar con la medicación y terapias. Y adolescentes
que padecen trastornos de la salud mental o tengan tratamientos por abuso de sustancias.

Garantizar la alimentación, nutrición y salud, con la entrega de una subvención económica y


canasta básica familiar. Incluir en el apoyo a la población migrante venezolana. Abastecer con
alimentos a los centros de acogida residencial, y subsidios.

Mantener el control de crecimiento y desarrollo de niñas y niños, la suplementación


alimentaria, provisión de micronutrientes y monitoreo de consumo de suplemento de hierro
en menores. Continuidad de la atención y prevención de la anemia infantil. Garantizar los
servicios de salud regulares. La atención a mujeres embarazadas, partos seguros y lactancia
materna. Continuidad en la atención de la salud sexual y reproductiva a los y las adolescentes.
Asegurar la ruta de atención en casos de violencia sexual y posibles embarazos. Asegurar el
abastecimiento de agua segura y servicios de saneamiento.

Continuidad en el funcionamiento de los centros de salud mental comunitarios, e implementar


brigadas itinerantes de apoyo a las niñas, niños y adolescentes en albergues. Soporte
terapéutico, psicológico y acompañamiento a las familias, durante y después del aislamiento
social. Considerar el apoyo a niñas, niños y adolescentes con autismo.

En educación

Asegurar que todas las niñas, niños y adolescentes tengan acceso a recursos educativos
ofrecidos por el MINEDU. Incluir en los contenidos pedagógicos recursos para la contención
emocional, autocuidado, prevención del COVID 19 y prevención de la violencia. Difundir los
teléfonos de emergencia para casos de violencia. Incorporar orientación sobre la protección de
la violencia cibernética y los peligros en internet. Fomentar el cuidado compartido del hogar,
con igualdad en la participación de hombres y mujeres. Atender las necesidades de juego y
recreación. Establecer protocolos para la prevención y monitoreo del contagio del COVID-19
en los centros educativos, de manera articulada con el MINSA. Garantizar las condiciones de
infraestructura y condiciones sanitarias de los locales escolares, con servicio de agua y
servicios higiénicos e insumos para el aseo (jabón y alcohol). Verificar las condiciones del inicio
del año escolar y funcionamiento del programa Qali Warma. Incorporar acciones de reflexión,
apoyo emocional y psicológico en las escuelas para que niños, niñas y adolescentes. Incluir
acciones dirigidas a docentes, padres y madres. Promover desde el currículo educativa, con
miras al 2021, el aprendizaje de la resiliencia para adaptarse a situaciones nuevas y de
emergencia, y cultivar la empatía y preocupación por el bien común. Planificar el cierre de la
brecha digital, el gradual acceso a internet y equipos de cómputo en todos los colegios
públicos y capacitar al profesorado en habilidades para el uso de tecnología.

Opinión y participación

Garantizar el ejercicio del derecho a la participación y a la opinión de las niñas, niños y


adolescentes en todos los espacios en los que se desenvuelve (escuela, familia y comunidad,
centros de acogida residencial, centros juveniles, o instituciones educativas) sobre las
decisiones que se decidan para la prevención y protección frente al virus. Ayudarlos para que
puedan encontrar maneras positivas de expresar sus sentimientos, como el temor y la tristeza.

Fomentar la división de las tareas en el hogar con igualdad entre varones y mujeres, para
evitar la sobrecarga de trabajo doméstico para las niñas y mujeres. Recoger las percepciones
de los niños, niñas y adolescentes sobre las repercusiones secundarias en sus vidas, en sus
familias, en la escuela y sus planes a futuro, y hacerla conocer a las autoridades regionales y
locales, de las escuelas y dirigentes de la comunidad para que tengan en cuenta sus
necesidades en las políticas de respuesta a la emergencia. Fortalecer el funcionamiento de los
Consejos Consultivos de Niñas, Niños y Adolescentes y de los Municipios Escolares como
espacios de propuestas en la gestión local y regional y de vigilancia que incluya el
cumplimiento de acciones de prevención de enfermedades y protección a la niñez y
adolescencia. Fortalecer la participación comunitaria para el control social y la identificación de
población que se encuentra en situación de vulnerabilidad y riesgo.

Prevención y protección frente a la violencia

Promover la integración y la comunicación asertiva entre padres, madres, personas


cuidadoras. Así como la crianza positiva y buen trato en la vida cotidiana para combatir la
violencia en la familia y la violencia de género, a través de la igualdad de género, las labores de
cuidado del hogar y de los integrantes de la familia. Incluir medidas para enfrentar los
problemas de violencia y seguridad ciudadana. La violencia contra la niñez (violencia sexual,
física, psicológica, trata de personas, explotación sexual). Adecuación y activación de los
servicios y rutas de atención y protección como los CEM, Demunas, comisarías, Unidades de
Protección Especial (UPES), juzgados y fiscalías, así como fortalecer los Centros de Acogida
Residencial para niñas, niños y adolescentes, albergues para mujeres, adultos mayores y
personas con discapacidad, en situación de abandono. Informar y orientar a la comunidad
sobre los servicios para denunciar casos de violencia física, psicológica y sexual, atención de
situaciones de riesgo y desprotección familiar, las casas refugio para víctimas y los
procedimientos que deben seguir para denunciar y pedir ayuda. Difundir las líneas de
emergencia: Línea 100 para casos de violencia, Línea 1810 para casos de riesgo y
desprotección familiar, Línea 1818 para denunciar casos de trata de personas, Línea 105 de la
PNP.

AL GOBIERNO NACIONAL

En el marco de la recomendación 12 del Comité de los Derechos del Niño al Estado peruano,
fortalecer la instancia rectora en materia de infancia, niñez y adolescencia dotándola del nivel
suficiente de autoridad, fortaleciendo sus conocimientos técnicos y capacidad para coordinar
eficazmente todas las actividades relacionadas con la aplicación de la Convención en los planos
intersectorial, nacional, regional y local y el funcionamiento del Sistema Nacional de Atención
integral de la infancia, niñez y adolescencia.

Formular e implementar un Plan Nacional de prevención, sanción y erradicación de la violencia


contra las niñas, niños y adolescentes, señalando responsabilidades específicas de todos los
sectores y niveles del gobierno.

Garantizar la aplicación efectiva de las normas y políticas referidas a la protección de la niñez,


identificar e incrementar las partidas presupuestales específicas para la prevención de la
violencia hacia los NNA.

Diseñar e implementar una política pública que contribuya a compatibilizar la vida familiar con
la vida laboral, generando facilidades para que padres y madres participen en las actividades
formativas de sus hijos e hijas.

Desarrollar rutas, articular y ampliar la cobertura de los programas y acciones que los
diferentes sectores realizan para fortalecer competencias parentales, protocolos y sistemas de
referencia y contra referencia que articulen territorialmente a los diferentes actores y
establezcan responsabilidades y procedimientos para enfrentar las diversas formas de
violencia; considerando la gestión articulada de la intervención de los profesionales
(psicólogos, trabajadoras sociales, médicos) disponibles en las instituciones a fin de establecer
una atención eficiente y oportuna que maximice la calidad del servicio.

Articular y ampliar la cobertura de los programas y acciones que los diferentes sectores
realizan para fortalecer competencias parentales.

Ampliar la cobertura y número de servicios de atención especializada para la acogida,


recuperación y rehabilitación de NNA víctimas de violencia.

Implementar programas y servicios diferenciados para la atención de adolescentes en riesgo.

Mejorar la articulación entre las instituciones públicas y las de la población, particularmente


con las organizaciones comunitarias, para la prevención, detección y atención de la violencia
contra los niños, niñas y adolescentes.

Mejorar la articulación entre el MIMP, el MINEDU, el MINSA, el MIDIS, los gobiernos regionales
y las municipalidades en cuanto a la creación y fortalecimiento de los Consejos Consultivos de
Niños, Niñas y Adolescentes, para favorecer y facilitar una presencia efectiva en esos espacios.

Incorporar en la agenda pública la erradicación de la violencia contra las niñas, niños y


adolescentes, a través de una campaña comunicacional masiva.
Impulsar programas de recuperación integral de las víctimas de violencia familiar y abuso
sexual.

Diseño de mecanismos y/o procedimientos para la realización del seguimiento a las víctimas
que implique protocolo de recuperación, procesos, indicadores, control, monitoreo y
evaluación a cargo de los diferentes sectores. Lograr la alianza de instituciones privadas y
redes de apoyo comunitario.

Fomentar la capacitación y sensibilización a los operadores de justicia para el abordaje de los


problemas y brindar un buen servicio socio afectivo a la víctima, con un enfoque de derechos,
equidad de género, e interculturalidad como pautas para atender a los NNA como sujetos de
derecho.

RECOMENDACIONES ESPECÍFICAS A LOS SECTORES

A LA PCM - SERVIR

Establecer estándares mínimos de calidad de atención a NNA en instituciones públicas y


lineamientos para la prevención, denuncia y sanción de la violencia hacia la niñez en la
administración pública. Difundir canales para presentación de quejas y reclamos

Desarrollar programas de capacitación dirigidos a operadores de los diversos servicios de


atención a NNA. Diseñar e implementar modulo básico para el desarrollo de capacidades
(actitudinal, conceptual y procedimental) del personal de los servicios y/o programas públicos
que atienden o tienen contacto con NNA en diversas situaciones y condiciones (discapacidad,
migración, desprotección, etc.)

Mejorar los procesos de selección y supervisión de personal de servicios de atención a NNA


(puntaje para concursos y sanciones si no cumplen funciones)

AL MEF Y EL MIMP

Incluir en el programa de incentivos municipales la acreditación de la DEMUNA.

w Incrementar el presupuesto para el desarrollo de programas preventivos contra la violencia


hacia la niñez y mejora de la calidad de los servicios de atención. Implementación de un
programa presupuestal orientado a resultados para proteger específicamente a niñas, niños y
adolescentes.

AL MINEDU

Garantizar la implementación efectiva en todos los niveles del sistema educativo de los
lineamientos para la gestión de la convivencia escolar, la prevención y la atención de la
violencia contra niñas, niños y adolescentes, aprobado por DS N° 004-2018-MINEDU: Plan,
estrategia de implementación y presupuesto.

CONCLUSIONES

1. El Plan Nacional de Acción por la Infancia y la Adolescencia 2012 – 2021 - PNAIA 2021,
es el instrumento marco de política pública del Estado Peruano, para articular y
vincular las políticas que se elaboren en materia de infancia y adolescencia en el país,
que orienta la acción del Estado y de la sociedad civil hacia el desarrollo integral de las
niñas, niños y adolescentes peruanos.
2. La COVID-19 no solo ha afectado la salud de las personas, sino que, además tiene un
impacto negativo en sus condiciones de vida, especialmente de las niñas, niños y
adolescentes.
3. En este difícil contexto, se ha tenido un retroceso en diversos indicadores del PNAIA
para el 2020, específicamente, en el Resultado referido a niñas, niños y adolescentes
que cuentan con cuidado y atención integral, así el indicador de menores de 36 meses
de edad que cuentan con Control de Crecimiento y Desarrollo (CRED) ha disminuido.
4. De la misma manera en el Resultado 4, referido a niñas y niños que acceden a la
matricula en educación inicial, encontramos que la tasa de matrícula en el grupo de 3 a
5 años de edad disminuyó significativamente.
5. Sin embargo, a pesar de ello, se ha logrado obtener resultados positivos en varios
indicadores, por ejemplo, en los adolescentes en conflicto con la ley penal, trata de
niñas, niños y adolescentes. Asimismo, en otros indicadores se han mantenido los
valores obtenidos hasta el 2019.
6. Es el caso del indicador de niñas, niños y adolescentes de 0 a 17 años de edad que
cuentan con DNI; y, en el de las niñas, niños y adolescente que reciben atención
prioritaria y diferenciada frente a los desastres naturales.
7. Finalmente, las limitaciones al normal desarrollo de las intervenciones públicas en
materia de niñez y adolescencia, en contexto de pandemia, se han reflejado también
en la disminución del nivel de ejecución presupuestal de 4 pp., respecto al año 2019;
rompiéndose así un promedio histórico de ejecución desde el año 2013, situado en un
88% como promedio. Los cambios en la programación presupuestal también han
provocado un giro en el histórico de la ejecución del presupuesto en relación a
programas presupuestales (situado en más del 90%); habiéndose disminuido éste, para
el año 2020, a solo el 85% del total ejecutado en niñas, niños y adolescentes;
incrementándose así, a más de 15%, la ejecución en “Acciones que no resultan en
productos”

BIBLIOGRAFÍA

1. Informe Nacional Sobre La Situación De Los Derechos De La Niñez Y Adolescencia –


Ministerio de la Mujer y Poblaciones vulnerables.
2. Según estimaciones y proyecciones de población efectuadas por el INEI al 30 d e j u n i o d e
e s t e a ñ o . C o n s u l t a d o http://m.inei.gob.pe/prensa/noticias/peru-tiene-una-
poblacion-de-9-millones-652-mil-ninas-ninos-y-adolescentes-al-primer-semestre-del-
presente-ano-11909/.
3. Informe De Progreso De Políticas De Primera Infancia 2019, Diálogo Interamericano.
Primera Edición.
4. Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables (MIMP):
http://www.mimp.gob.pe
5. Ministerio de Desarrollo e Inclusión Social (MIDIS): http://www.midis.gob.pe
6. Cuna Más: http://www.cunamas.gob.pe

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