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Cuáles son las principales debilidades institucionales de la

Rep. Dominicana?

Sin lugar a dudas, la mayoría de la población pensante de la República


Dominicana está de acuerdo en que adolecemos de “ institucionalidad” . En
forma llana, cuando afirmamos esto lo hacemos teniendo en cuenta cómo se
imponen los intereses individuales y sectarios por sobre los intereses de la
colectividad, representados y garantizados por las normas jurídicas
prevalecientes. Esta debilidad institucional, que se arrastra desde la fundación
de la República y es compartida por gran parte de los países americanos, ha
sido y continua siendo una de las principales retrancas de nuestro desarrollo
político, económico y social.
Desigualdad
Violencia
Altos índices de pobreza
La independencia de los poderes del estado
Amenaza a la libertad de expresión
Vulnerabilidad de las minorías

Mencione los principales efectos de las crisis institucionales


en RD.
Las tensiones entre sectores sociales son una señal de crisis; la inestabilidad
del gobierno, la renuncia de funcionarios y la ineficacia de sus decisiones son
otra buena señal de crisis política; la disfuncionalidad de los poderes y órganos
del Estado es acaso el más claro indicio de crisis.
Los problemas del país están debidamente diagnosticados y existen leyes para
todos los temas, pero las debilidades de las instituciones constituyen una
represa al flujo de soluciones prácticas que pueden ser aplicadas para elevar
los niveles de desarrollo y la calidad de vida de la gente.
Cada uno de los problemas que agobian a este país –y que se manifiestan en
cualquier encuesta- como la seguridad pública, la justicia, el sector eléctrico,
salud, desempleo, educación y pobreza- tienen un eje transversal, que es la
falta de institucionalidad”

Cuales han sido las crisis de valores por las que ha pasado la
RD, producto de la globalización?
La situación de la República Dominicana presenta cierta vulnerabilidad. El país
presenta un déficit de la balanza comercial creciente al reducirse las
exportaciones, y mientras que las importaciones han caído en menor medida.
Por otro lado, el país es un importador de commodities y materias primas como
el petróleo. Ante un aumento sostenido de los precios de estos productos, se
tendría un impacto en la balanza comercial, así como en los costos de
producción. Este tema tiene principal relevancia en torno a la electricidad,
provista por medio de plantas térmicas y con problemas de distribución y costo.
Estos dos elementos, aunados a una eventual profundización de la crisis en
Europa o la ralentización del crecimiento de Estados Unidos, podrían producir
un impacto negativo en la industria hotelera y exportadora.
Luego de que estallara la burbuja tecnológica en 2000, el reconocimiento por
parte de la Reserva Federal de que la economía norteamericana podría entrar
en recesión a partir de 2001 condujo a una etapa caracterizada por una política
monetaria expansiva que se expresó en la disminución de las tasas de interés
nominal. Entre 2001 y 2004 esas tasas cayeron de más de un 6% en 2001 a
cerca de 1% en 2004. Esto, combinado con tasas de inflación superiores a las
tasas nominales de interés, propició tipos de interés reales negativos durante
más de tres años (2002‐2005).

Cuales han sido los cambios políticos que ha tenido el país en


las últimas 4 décadas.

La Republica Dominicana está envuelta en una tertulia recóndita por los


intereses políticos de los diferentes
Desde 1978, se producen muchos cambios en el sistema político dominicano.
Las transformaciones más significativas se producen en el sistema electoral, en
1994, después del pacto de la crisis post electoral.
Este artículo busca mostrar que las reformas del sistema electoral en 1994 han
generado cambios significativos en los procesos electorales, relacionados con la
abstención, concentración, fragmentación y volatilidad del voto.

A finales de los años 70s, la República Dominicana se convirtió en uno de los


primeros países en pasar del autoritarismo a la democracia representativa. En
este sentido, el país necesitó un sistema electoral distinto al existente, con
mayores garantías electorales y en que los gobiernos fueran elegidos por
decisión de la mayoría.
Durante el período de 1978-1994, la elección de los gobernantes por parte de
la población civil mayor de 18 años era única. Es decir[2], las elecciones
presidenciales, congresuales y municipales eran concurrentes; en la misma
boleta electoral se encontraban los candidatos presidenciales, congresuales y
municipales. Los diputados eran elegidos por arrastre y la proporción de votos
requeridos para ganar las elecciones era por mayoría simple.
En 1994 se produjo una crisis post-electoral que propició nuevas reformas al
sistema electoral dominicano. A partir de entonces, las elecciones legislativas y
municipales se separaron de las presidenciales, convirtiéndolas así en
verdaderas elecciones de medio término (Hartlyn, 2008). De igual forma, los
legisladores se eligen por mayoría simple. La proporción de votos para elegir al
presidente de la República cambió de mayoría simple a mayoría absoluta o doble
vuelta.
Desde la reforma de 1994 hasta el año 2008 se habían realizado tres procesos
electorales legislativos y municipales no concurrentes (en los años 1998, 2002 y
2006) y cuatro elecciones presidenciales (1996, 2000, 2004 y 2008).

Hasta la reforma Constitucional de 2010, la Junta Central Electoral fungió como


la máxima autoridad en materia electoral, y concentró tres tipos de
atribuciones: administrativas, reglamentarias y de lo contencioso electoral.
Tenía para tales fines dos momentos específicos: “Conocer y decidir en
instancia única” y “Como jurisdicción de segundo y último grado”.
Dicho lo anterior, en estos últimos años se ha dado una reconfiguración del
sistema de partidos, a partir de los cambios en el sistema electoral. Este
proceso se encuentra aún en transición, incidiendo en algunas de las prácticas
tradicionales del sistema de partidos en la República Dominicana.

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