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Capítulo II

¿QUÉ ES LA ÉTICA?

Una vez planteada la problemática propia de esta ciencia, tratemos de resolver la primera cuestión
que surge cuando de inicia una ciencia, a saber: ¿En qué consiste este tipo de saber? ¿Qué es la
Ética? ¿Tiene efectivamente el carácter de ciencia? ¿cuál es su tema propio? ¿Cuáles son los
límites?

No comenzaré dando la definición de la Ética. Una definición es el resultado de un esfuerzo, es el


resumen de ciertas conclusiones a las que se ha llegado después de haber investigado sobre la
naturaleza de algo. Es necesario, pues, iniciar este esfuerzo para penetrar la naturaleza de la Ética,
y al final del capítulo vendrá la definición. Para ello comencemos por algunas de sus
características.

1, LA ÉTICA ES UNA CIENCIA. En primer lugar, la Ética tiene un carácter netamente científico, es
una ciencia. El hombre se eleva por encima de los conocimientos puramente empíricos y alcanza el
nivel científico cada vez que sabe dar la causa de lo que conoce, cada vez que puede explicar el
porqué del fenómeno o hecho de que se trata, cada vez que conocer la razón de lo estudiado. Un
“conocimiento de las cosas por sus causas” es lo que tradicionalmente se ha llamado ciencia.

Pues bien, la Ética es una ciencia justamente porque explica las cosas por sus causas.
Efectivamente, no se trata aquí de emitir juicios sobre la bondad o maldad moral de algo, pero
dando siempre la causa o razón de dicho juicio. La curandera, a diferencia del médico, manda una
medicina, pero no sabe dar la razón del poder medicinal de esa substancia. Un mecánico y un
ingeniero pueden reparar una maquinaria; pero sólo éste puede dar la razón del funcionamiento
de ese mecanismo.

La curandera y el mecánico tiene normalmente conocimientos empíricos y simples opiniones; sólo


el profesional, médico o ingeniero, tienen conocimientos científicos.

De la misma manera, todos son “aficionados” en el campo de la Ética, a todo el mundo se le ocurre
opinar y asta dictaminar acerca de lo bueno y de lo malo, así como todo el mundo ofrece sus
medicinas favoritas cada vez que alguien se queja de una dolencia, pero sin saber dar la razón de
tal medicina en cuanto medicina, con las consiguientes equivocaciones que a menudo se
producen.

La Ética, en cuanto ciencia, está por encima de esas recetas de café, que no pasan de ser
ocurrencias del momento, o “intuiciones” producidas por la mayor o menor ingestión de
alcaloides. La Ética es un conocimiento científico, juzga el bien y el mal, pero explicando la razón
de tales juicios.

2, LA ÉTICA SE CAPTA CON LA RAZÓN. La Ética, en cuanto ciencia que es, tiene un carácter
eminentemente racional.

Esto significa que la Ética no es producto de la emoción o del instinto. Tampoco es el resultado de
la “intuición” del corazón, ni mucho menos de la pasión. La Ética tiene como órgano básico la
razón. Y es que, para encontrar las causas de las cosas, para encontrar la razón de ser de algo, la
facultad indicada es justamente la razón. Solamente sí se puede garantizar el nivel científico de la
Ética y, por tanto, el acuerdo unánime de los hombres en determinados juicios. Los hombres
empiezan a encontrarse y a unificarse en el plano de la razón. El instrumento básico para estar de
acuerdo con todos es la razón.

La Ética es ciencia porque es racional. Y no es que se desprecie aquí la intuición, la emoción o el


instinto; sólo que no son los instrumentos propios de la Ética científica.

La intuición es muy útil para el hombre. Con ella se puede penetrar de golpe en ciertos terrenos
del saber. Pero ordinariamente el hombre no sabe controlarla y puede producir grandes
desviaciones. Es como un cohete de las fiestas pueblerinas, que con gran rapidez avanza, ilumina
alegra la vista; pero no se puede controlar ni su dirección, ni sus resultados. Cada uno tiene
“golpes” de intuición, según su estado de ánimo y sus circunstancias particulares. La ética no
puede consolidarse (ordinariamente) en este procedimiento cognoscitivo, a menos que … (y
volvemos a lo mismo) haya un control racional, un análisis y reflexión, una explicación por causas.
En último caso se podría afirmar que la intuición intelectual es útil para proporcionar grandes
avances a la ética; ero estos avances sólo pueden ser integrados a la ciencia ética cuando hayan
pasado por el tamiza de la razón.

Lo ismo se puede decir del sentimiento, la pasión y el instinto. Son facultades humanas y, como
tales, útiles dentro de su propio terreno. La organización racional de ellas es un factor poderoso en
la penetración de la ética.

3, LA ÉTICA ES UNA CIENCIA PRÁCTICA. La Ética es una ciencia práctica. Aquí estamos tratando una
de las cualidades más típicas de nuestra ciencia. Práctica significa aquí que está hecha justamente
para realizarse en la vida diaria. Si estas normas de vida tienen carácter obligatorio o no, a lo
veremos a su tiempo; pero, por lo pronto y casi a manera de definición, podemos establecer que la
Ética, a diferencia de otras ciencias, las llamadas especulativas o teóricas, es una ciencia cuya
finalidad principal está en la realización de esos conocimientos.

No es lo mismo saber simplemente por saber, que saber para actual La ética es un saber para
actuar. La contemplación puramente teórica del asunto no es la finalidad de la Ética. Esa actitud,
saber por saber, puede tener sus méritos en otras ciencias. La inteligencia goza en el saber y en la
contemplación. Hay disciplinas cuya finalidad propia queda en esa contemplación gozosa de la
inteligencia, como la Metafísica o las Matemáticas. Pero la Ética va más allá del puro saber por
saber, y sólo cumple su finalidad propia cuando se encarna en la conducta humana. Con esto
entroncamos con lo que decíamos en el primer capítulo: aprender Ética es aprender para la vida.

CIENCIAS TEÓRICAS, NORMATIVAS Y TÉCNICAS. Existe una clasificación de las ciencias que las
divide en teóricas, normativas y técnicas.

Las teóricas (como ya está dicho) proporcionan conocimientos sin un fin ulterior. Las ciencias
normativas proporcionan reglas de conducta obligatoria, como la Ética. Las ciencias técnicas
proporcionan conocimientos prácticos, para ser ejecutados, pero no de manera obligatoria. Tal es
la técnica de la Medicina, de la Mecánica y de la Cibernética.
4. LA ÉTICA ES UNA CIENCIA NORMATIVA. La Ética es, además, una ciencia normativa. Es decir, da
normas para la vida, orienta la conducta práctica, dirige, encauza las decisiones libres del hombre.
Es rectora en la conducta humana.

Pero la palabra normativa puede ser objeto de mayores reflexiones. La ética estudia lo que es
normal. Más no estudia lo normal de hecho, sino lo normal de derecho. Esta última frase es el
caballito de batalla y hasta la piedra de toque en muchas discusiones. Saber distinguir los dos tipos
de normal, lo normal de hecho y lo normal de derecho, puede ser el fin de inútiles discusiones, y
por esto merece una amplia explicación.

Lo normal de hecho es lo que suele suceder, lo que estamos acostumbrados a constatar. Lo


normal de derecho es lo que debería suceder, aunque no suceda siempre, o tal vez nunca. Por
ejemplo, en ciertas oficinas es normal que la mitad de los empleados lleguen retrasados a su
trabajo. Uno de ellos se defendió ante una llamada de atención contestando que allí es lo normal
esa impuntualidad. La respuesta, en lenguaje técnico sería: “Eso es lo normal de hecho, pero no lo
normal de derecho” Eso es lo que suele acontecer, pero no lo que debe suceder. Lo correcto es
que todo el mundo llegue a tiempo, aun cuando esa regla no sea cumplida por algunos.

Pues bien, la Ética no estudia lo normal de hecho, sino lo normal de derecho, lo que debe suceder,
lo establecido como correcto de un modo racional, aun cuando de hecho la conducta humana se
realice de otro modo ordinariamente.

Esto es importante, pues la gente tiene la tendencia a confundir estos dos tipos de normal. Lo
normal de hecho suele ser traído como razón para justificar lo que se está haciendo. “Porque
todos lo hacen, también yo lo hago”. “Si todo el mundo actúa así, porqué yo no…” y así por el
estilo. Sin tomar en cuenta que en realidad esa postura equivale a la despersonalización y pérdida
de autonomía en la propia conducta, lo cual está más de acuerdo con el refrán popular: “¿A dónde
va Vicente? A dónde va la gente”.

La Ética es una ciencia que estudia lo normal de derecho, lo que debe realizarse, la conducta que
debería tener la gente, lo que es correcto en determinadas circunstancias. La “mordida”, el
“chanchullo”, el fanatismo religioso, son normales de hecho en ciertos ambientes, pero no son lo
normal de derecho. La razón estudiará en cada caso y justificará lo normal de derecho.

Cuando en una conducta humana lo normal de hecho coincida con lo normal de derecho, se puede
decir que se ha actuado de un modo racional, conforme a las normas propias de la Ética, la cual,
en conclusión, es una ciencia para la vida, para norma y dirigir la conducta practica del hombre.

5, EL OBJETO MATERIAL Y FORMAL DE LA ÉTICA. Ahora nos toca precisar el tema propio de la Ética.
Hemos visto que es una ciencia, no una simple opinión o conocimiento empírico. Por tanto, es
eminentemente racional, y no producto de la intuición del momento o de la emoción, además es
una ciencia práctica, no especulativa, es también normativa y se refiere a lo normal de derecho, no
a lo normal de hecho.

El tema de una ciencia se define por su objeto material y su objeto formal. Objeto formal de una
ciencia es el aspecto de la cosa que se estudia. En la Ética el objeto material está constituido por lo
actos humanos, y el objeto formal es la bondad o maldad de esos mismos actos humanos.
Esto, que se puede decir tan brevemente, es un lenguaje ya hecho, que merece cierta explicación.

La Ética estudia los actos humanos, éste es el material propio de nuestra ciencia, su objeto
material Decir que la Ética estudia actos humanos es lo mismo que delimitar el terreno de la ética
dentro de un horizonte bastante preciso. A la Ética no le interesan los fenómenos de la gravedad,
ni las leyes de la electricidad. Tampoco se interesa por los números, ni por las superficies planas o
curvas. La Ética enfoca sus actividades en esa zona netamente humana, como es la conducta del
hombre, su realización como hombre, sus decisiones libres, sus intenciones, su búsqueda de la
felicidad, sus sentimientos nobles, heroicos, torvos o maliciosos. Este es el objeto material de la
Ética. Éste es el objeto material de la Ética.

Pero sucede que esos actos humanos todavía presentan una cierta ambigüedad para su estudio.
Hay, de hecho, varias ciencias que estudian los actos humanos como son la Historia, la Psicología,
la Sociología, la Antropología,…. La Ética estudia los actos humanos bajo un punto de vista
diferente al de las otras ciencias, cual es la bondad o maldad de esos actos humanos. A las otras
ciencias que estudian los actos humanos no les interesa este aspecto, que es propio de la Ética.
Por ejemplo, la Psicología estudia la estructura, producción y realización de hecho de los actos
humanos; la Sociología estudia la conducta y las costumbres de los hombres en sociedad, en
determinadas épocas y lugares; la Historia nos muestra la evolución de las civilizaciones, los
hechos más relevantes en las sociedades de los diferentes tiempos. Solamente la Ética estudia la
bondad o maldad de los actos humanos. Y con eso queda disuelta la ambigüedad detectada
anteriormente. No importa que haya varias ciencias que se ocupen de los actos humanos; cada
una los estudia bajo un aspecto o punto de vista diferente.

En lenguaje técnico, esto se dice así: el objeto formal de la Ética es la bondad o maldad de los
actos humanos. Las ciencias se especifican por su objeto formal, pudiendo coincidir varias ciencias,
en parte o totalmente, en su objeto material. Por tanto, queda ya delimitado el terreno propio de
la Ética desde el momento en que se explica su objeto material (actos humanos) y su objeto formal
(bondad o maldad de los mismos).

Al decir que la Ética estudia la bondad o maldad de los actos humanos estamos en perfecto
acuerdo con lo que decíamos más arriba sobre lo normal de hecho y lo normal de derecho. En
efecto, a la Ética no le interés ala conducta humana tal como suele realizarse normalmente de
hecho (esto le interesaría a la Sociología), sino que da normas de derecho para ejecutar actos
humanos correctamente, es decir, buenos, acordes con la razón.

Acerca de la bondad o maldad (es decir, el valor moral de los actos humanos), mucho hay que
explicar y remito al lector a los capítulos correspondientes.

Con esto ya tenemos una explicación completa de las características de la Ética

1. Es una ciencia
2. Es racional
3. Es práctica
4. Es normativa
5. Su tema es la bondad o maldad de los actos humanos
De todo lo cual se desprende la siguiente definición de la Ética. “Es una ciencia práctica y
normativa que estudia racionalmente la bondad y maldad de los actos humanos”.

La palabra ética viene el griego ethos, que significa costumbre. Igual significado tiene moral, que viene del
latín mos, moris.

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