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Bien y mal, correcto e incorrecto

(continuación)

Cuando hablamos de ética, estamos hablando de conducta correcta e incorrecta; estamos


hablando del bien y del mal.

Se puede considerar que el bien es una acción constructiva de supervivencia. Se da el caso que
no puede haber ninguna construcción sin alguna pequeña destrucción, al igual que se debe
derribar la destartalada casa de pisos para que haya espacio para el nuevo edificio de
apartamentos.

Para que algo sea bueno, debe contribuir al individuo, a su familia, a sus niños, a su grupo, a la
humanidad o a la vida. Para que algo sea bueno debe contener construcción que exceda la
destrucción que contiene. Un nuevo método curativo que salva cien vidas y mata una es un
método aceptable.

El bien es supervivencia; el bien es estar más en lo correcto que equivocado. El bien es tener más
éxito que fracaso en el desarrollo de actividades constructivas.

Las cosas que complementan la supervivencia del individuo, su familia, sus niños, su grupo, la
humanidad, la vida y el MEST [el universo físico. Un término acuñado con las iniciales de
Materia, Energía, Espacio y Tiempo, (del inglés, Matter, Energy, Space, Time).], son buenas.

Los actos que son más beneficiosos que destructivos, a lo largo de esas dinámicas, son buenos.

El mal es lo opuesto al bien, y es cualquier cosa que sea más destructiva que constructiva a lo
largo de cualquiera de las diversas dinámicas. Algo que causa más destrucción que construcción
es malo desde el punto de vista del individuo, la raza futura, el grupo, la especie, la vida o el
MEST que destruye.

Cuando un acto es más destructivo que constructivo, es malo; carece de ética. Cuando un acto
ayuda a sucumbir más de lo que ayuda a la supervivencia, es un acto malo en proporción a lo que
destruye.

El bien es, francamente, supervivencia. La conducta ética es supervivencia. La mala conducta no


es supervivencia.

La construcción es buena cuando favorece la supervivencia. La construcción es mala cuando


inhibe la supervivencia. La destrucción es buena cuando acrecienta la supervivencia.

Un acto o decisión es correcto en la medida en que favorezca la supervivencia del individuo, la


raza futura, el grupo, la humanidad o la vida al tomarse la decisión. Estar absolutamente en lo
correcto sería sobrevivir hasta el infinito.
Un acto o decisión es erróneo en la medida en que perjudique la supervivencia del individuo, la
raza futura, el grupo, la especie o la vida responsable de realizar el acto o de tomar la decisión.
Lo más equivocada que una persona puede estar en la primera dinámica es muerta.

El individuo o grupo que, por lo general, es más correcto que incorrecto (puesto que estos
términos no son absolutos, ni con mucho), debería sobrevivir. Un individuo que, por término
medio, es más incorrecto que correcto, sucumbirá.

Aunque no podría existir la corrección absoluta o la incorrección absoluta, una acción correcta
dependería de que ayudara a la supervivencia de las dinámicas que se relacionan de forma
inmediata con ella; una acción incorrecta impediría la supervivencia de las dinámicas
relacionadas.

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