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PROHIBIR LA VENTA DE CIGARRILLOS Y DERIVADOS A MENORES DE 18 AÑOS

8° SESION ORDINARIA 26-04-01

EXPEDIENTE 15368-BR-01

APROBADO POR UNANIMIDAD 04-10-01

FUNDAMENTOS

El consumo de tabaco y sus derivados en los distintos estamentos de


nuestra sociedad, se ha convertido en un fenómeno que afecta de manera cada vez más acentuada a
los sectores más jóvenes, según lo denuncian manifestaciones de distintas entidades ocupadas en la
problemática, recalcando que la edad de inicio en el consumo de estas sustancias se reduce a edades
entre los 13 y 15 años.

Un relevamiento reciente efectuado por la Organización Mundial de la Salud


(OMS) en adolescentes de entre 13 y 15 años de colegios secundarios de la ciudad de Buenos Aires,
arroja que seis de cada diez ya han probado el cigarrillo. Un tercio sigue actualmente siendo fumador,
y la mitad de ellos fuma de 1 a 5 cigarrillos por día, asimismo, que el consumo de tabaco en las chicas
(61 %) es mayor que en los varones (57 %), y el 10 % de los encuestados ya es adicto.

El muestreo que incluyó a 2.223 estudiantes secundarios seleccionados al


azar en 50 colegios de la Capital Federal, se practicó en el mes de octubre del año 2000, y los datos
colectados formarán parte de un proyecto de investigación que incluye a 40 países. Según la OMS, la
edad promedio de la iniciación al tabaco es a los 18 años. Pero cada día, entre 80.000 y 100.000 niños
y adolescentes de todo el mundo empiezan a fumar. La tendencia a nivel mundial según la misma
fuente, señala un descenso en la edad de iniciación al tabaquismo. En la Argentina, el estudio reveló
que el 5 % de los chicos dieron sus primeras pitadas antes de los 9 años. En nuestro país, se calcula
que hay 12 millones de fumadores y que un tercio tiene entre 18 y 24 años.

Según especialistas del CONICET en epidemiología de las adicciones, el


tabaco, el alcohol y los psicotrópicos son problemas endémicos en la Argentina. Sin embargo, en los
últimos 20 años se produjeron “ondas epidémicas” que dieron nuevo impulso a esas sustancias. Según
la fuente, la razón para que los adolescentes empiecen a fumar se relaciona con la vulnerabilidad de
los 13 y 15 años, al ser una etapa donde se está construyendo la identidad y personalidad del sujeto, y
en la que las empresas ven un mercado importante y numeroso. Por ello, la publicidad del tabaco se
relaciona con la aventura, las situaciones de fuerza, de masculinidad, de audacia o sofisticación. Se
venden símbolos con los que los adolescentes procuran identificarse, el problema es que se alienta un
consumo que se convierte en adicción.

Fuera del mundo de fantasía que ofrece la publicidad, el tabaquismo no es


un problema menor. El fin del estudio realizado por la OMS es monitorear la franja etaria con un alto
riesgo y en los países en vías de desarrollo, donde empieza a estallar el problema. Según la OMS, 3,5
millones de personas mueren cada año a causa del tabaco. Se calcula que en el año 2030 esa cifra
será de 10 millones y que el 70 % será en países subdesarrollados.

No está de más tener presente que la trascendencia e importancia de


desalentar el consumo del tabaco entre otras adicciones, está en evitar el desarrollo de las numerosas
afecciones que puede causar en la salud del consumidor, que como se dijo no en pocos casos tiene
efectos fatales. Según la OMS, hay por lo menos 20 enfermedades graves asociadas al consumo de
cigarrillos. Pero los especialistas hacen una aclaración, el cáncer de pulmón por ejemplo, tiene un
desarrollo lento y pueden pasar hasta 20 años hasta que el organismo de un fumador empiece a sentir
los efectos de esa enfermedad. Lo mismo sucede con otras enfermedades asociadas al cigarrillo:
quienes adquieren el hábito de fumar a los 12 o 13 años, comenzarán a tener problemas de salud
cerca de los 40 años.

Entonces, cuando vemos en las calles de nuestra ciudad o en las


inmediaciones de los establecimientos escolares, a nuestros chicos fumando displicentemente ante la
indiferencia de sus mayores y responsables, no somos más que espectadores de una inversión a largo
plazo en el sistemático deterioro de su salud, lo cual sin duda irá también en perjuicio de su entorno
familiar y social, quienes deberán a través de la asistencia del estado responder ante los efectos
nocivos del tabaco, producto de años de conducta autodestructiva.

Como se dijo anteriormente, el avance en el consumo del tabaco es


constante en los países subdesarrollados como el nuestro, lo que reconoce su causa en que los países
centrales como Estados Unidos por ejemplo, tienen leyes restrictivas a su comercialización y una
campaña de desestimulación muy activa para el consumo del tabaco, lo cual produce un
desplazamiento del mercado hacia países menos restrictivos, como la Argentina.
Sin duda el comercio mundial del tabaco importa un negocio multimillonario
para las grandes corporaciones que controlan monopolicamente su producción y distribución. Lo
curioso es que mientras se desaliente el consumo en los países desarrolados, es precisamente allí
donde las grandes tabacaleras tienen asiento, y donde vuelcan las ganancias de sus operaciones.
Evidentemente, para los países periféricos sólo se les reserva la responsabilidad de afrontar el costo
humano y social que implica la asistencia a los consumidores afectados en su salud.

Por ello, es que entendemos que la implementación de medidas que


desalienten y hasta restrinjan el consumo del tabaco y sus productos derivados, es una cuestión que
debe comprometer seriamente el accionar del estado, en especial atención a que implica el resguardo
y conservación de la salud de nuestros vecinos, para de esta forma contribuir al mejoramiento de su
calidad de vida en beneficio de la comunidad.

En base a estos argumentos, estimamos conducente a los fines


perseguidos, prohibir la venta de cigarrillos y productos afines derivados del tabaco a menores de 18
años en el ejido urbano de Río Gallegos, previéndose severas sanciones para las casos de violación a
dicha prescripción, del mismo tenor que las previstas para los casos de permanencia de menores en
lugares prohibidos y consumo de alcohol de menores en los mismos lugares, entendiendo que de esta
manera se propende a la protección de la salud moral y física de nuestros jóvenes, en la etapa de sus
vidas que como se dijo, son más vulnerables a influencias externas que muchas veces están
vinculadas a meros intereses comerciales.

PROYECTO DE ORDENANZA

POR ELLO:

EL HONORABLE CONCEJO DELIBERANTE EN SESION ORDINARIA DEL DIA DE LA FECHA,


SANCIONA CON FUERZA DE:

ORDENANZA:

Artículo 1º: PROHIBESE en el ejido urbano de Río Gallegos, la venta de cigarrillos y productos
afines derivados del tabaco a personas menores de 18 años de edad.

Artículo 2º: MODIFÍCASE el art. 200º de la Ordenanza 2039, el que quedará redactado de la
siguiente manera:

Artículo 200º: La presencia de menores en cualquier tipo de local cuyo ingreso o permanencia
estuvieren prohibidos, así como la venta de cigarrillos y productos derivados del tabaco a
menores de 18 años, con multas de 1.500 a 7.000 módulos y/o clausura o inhabilitación
temporaria o definitiva.-

Artículo 3º: MODIFÍCASE el artículo 201º -primer párrafo- de la Ordenanza 2039 (modificado por la Ordenanza
2103), el que quedará redactado de la siguiente manera:

Artículo 201º: El incumplimiento de la Ordenanza sobre horarios de permanencia, consumo de


alcohol y venta de cigarrillos a menores de edad, será penado con multas de 35.000 a 200.000
módulos.-...

Artículo 4º: DISPONESE que los comercios habilitados para la venta de cigarrillos y productos afines, deberán
exponer en lugar visible al público un cartel con la siguiente inscripción:

“SE ENCUENTRA PROHIBIDA LA VENTA DE CIGARRILLOS A MENORES DE 18 AÑOS.


ORDENANZA MUNICIPAL Nº ..............-”

Artículo 5º y 6º: DE FORMA.-

JORGE CRUZ
PRESIDENTE BUCR

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