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PRINCIPIO DE LA DIGNIDAD HUMANA

DERECHO PROCESAL PENAL

DER 1

SILVIA MARCELA GÓMEZ GONZÁLEZ

DOCENTE: MARIA ELSA ARCHILA ANTOLINEZ

UNIVERSIDAD SANTO TOMÁS

SEMESTRE VII

BUCARAMANGA 2021
INTRODUCCION

Mediante el presente escrito, nos sumergiremos en el principio de Dignidad Humana, el


cual se encuentra consagrado en el Artículo 1 del Código del Procedimiento Penal, donde
busca proteger tanto al sujeto activo, como el pasivo, dando continuidad de manera
armónica al procedimiento, además dicho principio hace parte de los Derechos
fundamentales de nuestra Carta Magna de 1991.

Por ello abarcaremos el concepto expuesto por la norma y la doctrina, a su vez


estudiaremos mediante la jurisprudencia la influencia de dicho principio en nuestro
Derecho Penal a nivel nacional, logrando comprender su finalidad en el código
procedimiento penal y su objetivo hacia los sujetos pertenecientes al Estado Social de
Derecho. Sin olvidar la relevancia y el manejo que se aplica en el Derecho internacional,
respecto a dicho principio, concluyéndolo con un caso a modo de ejemplo, que alcance el
propósito por el cual se creó el principio.

LA DIGNIDAD HUMANA EN EL DERECHO PENAL

1. DOCTRINA

Desde la concepción de la Constitución Política de 1991, al establecer en su Articulo


primero el Estado social de Derecho, fundo como base principal del mismo, el respeto a la
DIGNIDAD HUMANA, el cual busca como objetivo proteger tres supuestos los cuales se
basan en:

 Vivir Bien
 Vivir como quiera
 Vivir sin humillaciones

Lo que permite proteger a cada uno de los individuos que forman parte de dicho Estado
Social de Derecho, pero surge una incógnita respecto a su regulación en el derecho penal,
por lo tanto, hay que precisar como primer elemento su ubicación en la Ley 906 de 2004
(Código Procedimiento Penal) en el que al igual que la Carta Politica, lo encontramos
consagrado en su primer Artículo, el cual expone lo siguiente:

“Los intervinientes en el proceso penal serán tratados con el respeto debido a la dignidad
humana”.

Por ello, con el fin de profundizar su relevancia en las normas penales, es importante traer a
colación lo referido en el trabajo titulado “¿Penas sin humillaciones? Límites al derecho
penal derivados del respeto la dignidad humana”, donde Fernando Tamayo, nos explica que
la misma Corte Constitucional considera el principio en comento, como el limite principal
al IUS PUNIENDI, mas adelante Arango, expone que en el derecho penal no se configura
dicho principio como un delito, sino como una acción fáctica positiva, donde se busca la
proporcionalidad de juicio, en la medida de que se le protejan sus derechos y su dignidad al
que esta siendo acusado. Además, al estar dentro de la norma de procedimiento penal, se
convierte en un principio rector, encaminándose al reconocimiento de los límites del actuar
humano, que comprende al sujeto en la manera como se refleja su comportamiento en la
sociedad, recordando el respeto a la autonomía individual y la intangibilidad de la
integridad física y moral.

Retomando lo anteriormente indicado sobre los intervinientes del proceso, dicho principio
busca poner límites a la intervención punitiva por parte del estado, para evitar la violación o
vulneración del trato humano, al momento de ejercer su función.

Además, gracias a la doctrina expuesta en el trabajo “El principio de Dignidad Humana


tiene la función de establecer un sistema penal garantista en Colombia”, logrando observar
que desde la antigüedad el derecho penal se concebía como un ente autoritario, aplicando
de manera excesiva e indigna la pena de muerte a nivel de convertirse en un Derecho de
Crueldad, ya que las sanciones que imponía el mismo eran inhumanas para el sujeto
imputables, por ejemplo:

 Mutilaciones: Este tipo de pena era de tipo corporal, la cual consistía que al acusado
se le separaban o cortaban de manera violenta y sin compasión o algún juicio justo,
un miembro o una parte del cuerpo, sin previa investigación e indagación por parte
de los acusadores. Finalmente, dentro de los tipos de mutilaciones encontramos:

-Castración Delitos sexuales


-Amputación de miembros Delitos de Rebelión
-Desorbitación de la cuenca del ojo Delitos Sexuales (Infanticidio (Homicidio
Infantil))
-Extirpación de la lengua Andadores Infieles

 Azotes: Estaban contenidas en las leyes Espartanas, donde los atenienses castigaban
con 50 azotes al esclavo que dirigía la menor caricia a un niño libre.

En resumen, no se consideraba en el derecho penal la existencia de una dignidad al


imputado, ya que seguía configurándose como un concepto discriminatorio, desigual,
atentatorio de las libertades personales
Además, el Derecho Penal fue el más influyente y totalitario donde las sanciones
penales fueron el reflejo de tal crueldad, lo que contradecía el fin principal de la
dignidad humana, donde para esta época no era inherente al ser humano.

Es importante resaltar que, al pasar los años, en la época iusnaturalista la dignidad


humana se encontraba ligada junto a la libertad e igualdad, relacionándose de manera
directo con el IUS PUNIENDI.

Por ello se creo el Estado de Derecho, en el cual surgió la idea de la división de


poderes, donde fue un aspecto muy influyente en el Derecho Penal al momento de
pensar en la aplicación de la Dignidad Humana, ya que se evidencio un avance en los
derechos humanos y en la igualdad, al momento de hablar del trato al acusado.

De esta manera podemos resaltar la relación de dicho avance con lo consagrado en el


Articulo 1 de la Ley 906 de 2004, coincidiendo en la proporcionalidad e igualdad del
trato a los intervinientes del proceso penal.

Una de las tareas principales de la Escuela Clásica, fue hacer digna la justicia penal,
otorgando un aporte que fundamenta las bases del principio en comento, siendo este una
fuente de conexidad con los principios de la libertad, la igualdad, defensa entre otros.

Para dar finalidad a la doctrina que aborda la Dignidad humana en el Derecho penal, se
debe recalcar que el sujeto procesado así cometa o incurra en un delito sigue siendo
persona y a su vez es humana, así que debe ser tratado protegiendo su dignidad y su
integridad.

2. JURISPRUDENCIA

Para llevar a cabo el objetivo de este escrito, debemos ampliar concepto de dicho
principio por ello en la sentencia T-596 de 1992, la Corte Constitucional expresa que
una de las bases que funda nuestro Estado colombiano es la dignidad humana, lo cual
determina: “No sólo un deber negativo de no intromisión sino también un deber
positivo de protección y mantenimiento de condiciones de vida digna”

Es necesario explicar desde el ámbito constitucional, como la dignidad es principal para


el derecho penal, ya que ayuda en la construcción de un derecho penal que sea
garantista y humanista que fija sanciones penales que limiten el ius puniendi, con el
motivo de velar para defender los derechos humanos y de construir una mejor sociedad.

Un claro ejemplo de lo que busca efectuar dicho principio en el Derecho Penal, es “La
prohibición de la tortura, los tratos y penas crueles, inhumanos y degradantes”. Por lo
tanto, al momento de consagrar las sanciones y las penas en el código de procedimiento
penal, se busca que el mismo este de acorde con el principio de Dignidad Humana, el
cual debe limitar o prohibir la expedición de:
 La pena de muerte
 El destierro
 La confiscación
 la Prisión perpetua.

Ya que se consideran sanciones que afectan el trato humano y la igualdad, porque sería
incompatible con un Estado que reconoce la dignidad y los derechos de la persona

Ahora veamos que, al hablar de pena de muerte, se está atentando contra el art
anteriormente relacionado, ya que se desconoce por completo la humanidad del sancionado
y seria contradictorio con los fines del estado social de Derecho.

Lo dicho hasta aquí supone que una de las funciones del Derecho Penal, aparte de velar por
la defensa de las personas contra de los delitos, también se encamina a establecer el límite
del poder punitivo.

Para complementar lo anteriormente relacionado es necesario precisar lo expuesto en la


sentencia C-143/15, en la cual se demanda el Articulo 178 de la Ley 599 de 2000, al hablar
de tortura donde en su inciso final expone que: “ No se entenderá por tortura el dolor o los
sufrimientos que se deriven únicamente de sanciones lícitas o que sean consecuencia normal o
inherente a ellas.”, donde la Corte constitucional, al hacer el estudio sobre la norma, evidencia que
la Dignidad Humana, influye de manera iusfilosofica, poniendo limites a los tratos crueles,
inhumanos, tortuosos, degradantes.

Finalmente, la corte Constitucional declara su exequibilidad, con motivo de que se “concluyó la


constitucionalidad del inciso demando por los cargos analizados en la presente providencia, por no
desconocer los estándares internacionales en la materia, ni las normas constitucionales que se
consideraban vulneradas”.

A su vez en la Ley 906 de 2004, se debe garantizar los derechos y los tratos humanos al
imputado, además es importante tener en cuenta que la aplicación del derecho penal se
utilizara como ultima ratio, al momento de imponer sanciones, por ello solo se usaran
cuando ser necesaria, razonable, eficiente y proporcionada.

De igual modo, la sentencia C-647 de 2001, se precisó lo siguiente, que, al momento de


acudir a las penas, se busca como medio de control social, donde al ser la ultima ratio, debe
garantizar la pacífica convivencia.

Para dar por terminado lo expuesto en la jurisprudencia, a continuación, traeré a colación,


lo que consagra la Ley 906 de 2004, donde al consagrar en sus primeros 27 Artículos los
principios rectores, también nos precisa que su finalidad es establecer unas garantías
procesales al Derecho Penal, donde el principal es la Dignidad humana, la cual tiene
conexidad directa o se relaciona con los demás principios tales como:
 Art 2 Libertad
 Art 4 Igualdad
 Art 5 Imparcialidad
 Art 6 Legalidad
 Art 7 Presunción de Inocencia
 Entre Otros

3. DERECHO INTERNACIONAL

Recordando lo dispuesto en el Articulo 93 de la Carta Política de 1991, el cual es fuente de


los tratados y convenios internacionales para nuestra sociedad, donde se logra evidenciar la
estrecha relación entre la norma penal y la constitucional, motivo de la importancia e
influencia que se logra en el ámbito Penal, como mecanismo de protección, ya que muchas
veces es necesario que se recalque la importancia de la Dignidad Humana en la parte
procedimental para evitar la vulneración masiva de los Derechos Humanos.

Además, el DIH, le otorga al Derecho penal, prevalencia de los Derechos humanos


mediante el principio de Prevalencia, generando una legislación penal garantista, donde
debemos proteger también a el procesado, ya que al ser el sujeto que realizo la conducta
punible es quien sufre las consecuencias de poder estatal.

Mas adelante Ferrajoli en el escrito de la revista Scielo titulado “La integración de las
normas internacionales sobre derechos humanos al derecho penal: una interpretación
garantista”, expreso que las garantías procesales no disminuyen los derechos de las
victimas sino se logra un punto de equilibrio donde también se busque la protección del
procesado y la víctima.

En el Articulo 5.5 de la Convención Americana de Derechos Humanos y el Art 10.3 del


Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, tienen como finalidad la actuación
como norma rectora que impone limitaciones sobre lo contenido en dichas penas punitivas,
facilitando la integración de manera igual y sobre todo digna de la sociedad.

Cabe resaltar la necesidad de la implementación de la Dignidad Humana, tanto en el


Derecho Internacional, Como en el ámbito penal, de donde resulta uno de los mayores
aportes que permite el establecimiento de limitaciones a las penas de prisión, prevaleciendo
como condición un trato penal justo.

Los Instrumentos Internacionales, también expresaron que las personas procesadas al


encontrarse mayormente privadas de su libertad y han sido condenadas con penas que
vulneran ferozmente sus derechos poniéndolos en desigualdad frente a los demás
individuos de la sociedad.
Para finalizar entonces la importancia que genera la Dignidad Humana en el Derecho Penal
y el ámbito internacional consiste en asistir a los individuos acusados para que no les sea
impuesta penas crueles, por lo tanto, la Declaración Americana de los Derechos y Deberes
del Hombre, establece la importancia de que los hombres pertenecientes al Estado Social de
Derecho, sean tratados de manera humana y garantizándoles el respeto inherente a ellos que
es la Dignidad.

4. CONCLUSION

Para concluir el presente escrito mediante un ejemplo, evidenciaremos como el principio a


la dignidad, consagrado en el anteriormente referido Código del Procedimiento Penal,
influye de manera positiva en los acusados por delitos con el fin de generar una garantía a
su humanidad y el respeto al momento de ser procesados

Sin olvidar que los Códigos Penales se regulan de manera especifica, con el fin de darle
mayor protección a la dignidad Humana, donde:

 Se deben establecer los motivos y fundamentos de las leyes sustantivas,


garantizando la inclusión de la Dignidad Humana, como un postulado esencial
contra el cual no se puede ni atentar, ni vulnerar.
 Este principio se encuentra en los primeros artículos de la regulación procedimental
penal, como límite al Ius puniendi.
 Incluir la dignidad humana, al momento de referirse a las penas, para garantizar su
respeto en la aplicación de cada una de ellas.
 Es un elemento del tipo penal, que se ubica en la índole objetiva, también en figuras
delictivas, tales como la privación de la libertad, la injuria, el desacato, la
difamación, entre otros

Finalmente, como nuestro ejemplo sobre la Dignidad Humana en el procedimiento penal,


traeremos nuevamente a colación la Sentencia C-143/15, donde el accionante Demanda el
Articulo 178, inciso final (parcial) de la Ley 599 de 2000, ya que cuando la norma se
refiere: “No se entenderá por tortura el dolor o los sufrimientos que se deriven únicamente
de sanciones lícitas o que sean consecuencia normal o inherente a ellas.” Según la
interpretación de Joao Alejandro Saavedra García (Accionante), se vulnera los Artículos 1,
2, 5, 6, 12, 13 y 93, de la Carta Magna 1991, además podemos analizar desde la perspectiva
penal que se consideraría contradictorio con el fin de la Dignidad Humana en el Art 1 del
Código Procedimiento Penal, ya que uno de los presupuestos de la misma es la protección
del recluso o el procesado.

Por ende existe la prohibición para autoridades públicas y carcelarias de realizar


actuaciones que constituyan tortura o aplicar penas o tratos crueles, inhumanos o
degradantes, como garantía de carácter particular y especial para personas objeto de ius
puniendi en el estado colombiano.

Adiciona el accionante que el deber del estado es la protección de todos los ciudadanos,
incluyendo de manera especial, a los que se encuentran en indefensión, recordando que así
deba sancionar a ciertos ciudadanos, que cometan conductas punibles, se les proteja y
respetar los derechos fundamentales.

Resaltando, que los privados de la libertad se verían gravemente afectados por la violación
de la dignidad humana, ya que “podrían ser sometidos a torturas, tratos crueles,
inhumanos o degradantes”, donde las autoridades, usarían de excusa, que dichos tratos
podrían ampararse, señalando que estas actuaciones son producto de la normal ejecución de
una sanción lícita.

Además, si recordamos que el Art 1 de la Ley 906 de 2004, se estableció como principio
rector y garante de la norma penal, sería totalmente contradictorio y degradante considerar
la tortura excesiva y se cosifica a la víctima del delito, al ejecutar sobre ella todo tipo de
tratamientos atentatorios contra los elementos esenciales del ser humano.

Para avanzar al punto que quiere llegar el presente ejemplo la Sala debe establecer, si en el
presente caso, hay existencia alguna de aptitud sustantiva de la demanda, con lo establecido
por la jurisprudencia de esta Corte.

Por lo tanto, la sala estudiara si el accionante logra conformar verdaderos cargos de


inconstitucionalidad, revisando de manera profunda sus argumentos esbozados en la
presente. Determinando si existe la posibilidad de que se desprenda la disposición objetada,
respecto de: “Si el dolor o los sufrimientos que se generen exclusivamente de sanciones
lícitas o que constituyan implicaciones normales o inherentes a dichas sanciones podrían
llegar a constituir formas de tortura, o si del contenido normativo de la disposición
acusada se puede llegar a derivar una hipotética permisión de tortura, tratos crueles,
inhumanos o degradantes”.

Al igual que en el presente escrito, es importante complementar con lo expuesto en los


artículos 7 y 10 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos de 1966, donde

"Art. 7.- Nadie será sometido a torturas ni a penas o tratos crueles, inhumanos o


degradantes. En particular, nadie será sometido sin su libre consentimiento a
experimentos médicos o científicos.
Art. 10.- 1. Toda persona privada de libertad será tratada humanamente y con el
respeto debido a la dignidad inherente al ser humano.
Para concluir y determinar si la exequibilidad de la norma, la corte debe especificar
como dicho articulo demandado no incurre en la vulneración de la Dignidad Humana,
donde es necesario precisar que no siempre, todo dolor o sufrimiento es considerado
delito, o tortura, o penas o tratos crueles, inhumanos o degradantes, ya que cuando se
habla de sanciones lícitas impuestas por servidores públicos, se debe tener en cuenta el
carácter lícito de la sanción ( Con motivo de la conducta punible que cometió el sujeto
procesado), así como la prohibición de toda extralimitación, arbitrariedad o
desproporción en su aplicación.

Por lo tanto, se debe recalcar que este tipo de sanción, no permite ser configurada como la
conducta punible de la Tortura, ya que solo se trata de los dolores o sufrimientos que se
deriven únicamente de sanciones lícitas, consecuencia legal del propio delito.

Resaltando que la norma no esta protegiendo tratos inhumanos o denigrantes de ningún


modo, permitiéndole a la corte llegar a la conclusión que la norma demandada al establecer
la licitud de la medida, ésta implica que se esta garantizando la dignidad humana del
procesado y el respeto del principio de legalidad.

Como Conclusión la Sala declara la exequibilidad de la norma, ya que, según lo dispuesto


en los estándares internacionales, la Constitución, la ley y la jurisprudencia, no fundamenta
una vulneración a los derechos anteriormente relacionados, es decir dicha norma si
garantiza lo dispuesto tanto por el Artículo 1 del Código de Procedimiento Penal como el
de la constitución.
.

(Sentencia C-647/2001, 2001) (Acosta J. O., 2017)

REFERENCIAS

Acosta, F. L. (2017). ¿Penas sin humillaciones? . Opinion Juridica, 4-11.

Acosta, J. O. (9 de 8 de 2017). SCIELO. Obtenido de


http://www.scielo.org.co/pdf/esju/v20n1/0124-0579-esju-20-01-00207.pdf

AGUDELO, J. C. (2019). EL PRINCIPIO DE DIGNIDAD HUMANA TIENE LA


FUNCIÓN DE ESTABLECER UN SISTEMA PENAL GARANTISTA.

Sentencia C-143/15, D-10400 (Constitucional 6 de 4 de 2015).

Sentencia C-647/2001, D-3292 (Constitucional 20 de 6 de 2001).

(Acosta F. L., 2017)


(Sentencia C-143/15, 2015)
(AGUDELO, 2019)

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