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Hábitos erróneos

de la lectura
• Un buen lector debe advertir la
necesidad de emplear técnicas
diferentes y de mantener la mente
reflexiva y capaz de adaptarse a
cada tipo de texto, aplicando
velocidades diferentes según su
conveniencia. No es lo mismo leer
un texto científico de química,
matemáticas, filosofía; un texto
informativo, literario, etc., ni
tampoco es lo mismo si se lee por
interés propio , para un examen o
por obligación profesional.
Entre los malos hábitos están:
• 1.- Regresiones inútiles:
• Se comete cuando se vuelve atrás con la mirada y
se relee pasajes ya vistos, con la esperanza de
comprender mejor el tema. Lo que se debe hacer
es “leer avanzado”. Si ya se tiene el mal hábito
hay que corregirlo con ejercicios específicos:
utilizar un cartoncito blanco con el cual se irán
cubriendo las líneas ya leídas, se comprobará que
las primeras veces el cerebro dirige los ojos
precisamente hacia el sitio donde se encuentra el
cartoncito, porque se tiene instaurado el hábito
de regresar a las líneas ya leídas.
• La regresión como vicio no es aquella que
pretende repetir la lectura de un párrafo o de
una frase que se entiende como fundamental
para interpretar el escrito, sino el afán de
afirmación parcial de algo leído.
• 2.- Ubicar en el mismo plano todos
los textos:
• Los textos tienen una estructura
determinada, como lector se debe
distinguir entre las partes más
importantes y los pasajes
puramente descriptivos. La
ausencia de este reconocimiento
hace que el lector ponga toda la
información en el mismo plano, lo
cual dificulta que preste mayor
atención a los pasajes más
importantes y favorece la
distracción, que es propiciada por
la falta de concentración.
• 3.- Movimiento corporal:
• Al momento de leer es importante que
se tenga en cuenta la posición adecuada
de la fuente de luz, las sombras y las
distintas dificultades que puede
encontrar el cerebro para observar
adecuadamente la página, es necesario
que la mente pueda concentrarse en el
texto para hacer posible el proceso de
comprensión, y no en corregir la postura
del cuerpo. La mejor postura es sentados
con los músculos relajados y seguir las
líneas con los ojos, evitando realizar
movimientos con la cabeza, los dedos o
el uso de lápices u objetos similares para
seguir el texto.
• 4.- Vocalización:
• Consiste en mover los
labios, verbalizando la
lectura. Este vicio es una
secuela de la lectura oral, se
siente la sensación que solo
así se podrá lograr la
comprensión.
• 5.- Subvocalización:
• Hay dos tipos:
• 1.-Muscular (consciente): los
músculos fonoarticulatorios son
utilizados, es decir que tienen
movimiento la lengua, los labios y
cuerdas vocales por acto reflejo
involuntario.
• 2.-Mental (inconsciente): Se hacen
repeticiones internas de la palabra,
algo así como una grabadora
interna, un eco mental, para
escucharnos a nosotros mismos.
• Se debe tener claro que en una lectura
silenciosa solo se necesita: texto- ojo-
mente y no los órganos del habla y la
audición. Para corregir este error se
harán los siguientes ejercicios:
• -Educar la lengua: enrollándola hacia el
paladar o atravesándose un lápiz
delgado en la boca, de la forma este
quede sobre la lengua y esta enrollada.
• - Repetir en forma rápida y constante un
tatareo o una canción a medida que se
detienen los ojos sobre el texto,
tratando de captar si leer.

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