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TECNICA COMO EXPRESIÓN

LA TEORÍA DE LA COLUMNA COMO SÍMBOLO A TRAVÉS DE LOS TIEMPOS

En la arquitectura, la técnica toma un concepto más allá de lo común y superficial. Ya desde


la época de la Antigua Grecia, la técnica poseía otro valor trascendental, pues, para los
griegos, la tékne, designa la producción o fabricación material, la acción eficaz. Los antiguos
griegos diferenciaban la ciencia de la tekné: la ciencia pertenece al ámbito de la razón, la
tekné al de entendimiento, en el sentido de conocimiento. Mediante la tekné es posible
transformar lo natural en artificial. Su concepto de artificial incluía lo artístico.1

De manera introductoria; y desde mi perspectiva, el elemento


arquitectónico que mejor expone a la técnica como expresión es la
columna. En muchos sentidos, la columna es la imagen de la unión entre
la tierra y los cielos. Ya desde las
construcciones megalíticas encontramos a la columna como técnica
constructiva, ejerciendo funciones de pilar y sustento; en numerosas
construcciones funerarias megalíticas, podemos admirar columnas
exquisitamente labradas con decoraciones geométricas basadas en curvas y círculos. Cabe
destacar que, en el mundo celta, la columna representaba al eje del mundo. 

Así también, los griegos y los romanos fueron muy aficionados en


utilizar columnas; en este caso, encontramos a las columnas triunfales,
que aparecían en sus celebraciones y aniversarios importantes. La
columna de Trajano es un buen ejemplo de esta práctica conmemorativa,
donde 115 escenas esculpidas nos recuerdan las principales hazañas de
Trajano al frente de los romanos. Este tipo de columnas intentaban
divinizar a ciertos hombres mortales y los "acercaba" al cielo divino.

Siguiendo el mismo orden de ideas, resulta factible adentramos al


énfasis de la técnica de la columna como expresión en la arquitectura a través de los tiempos.
En el Antiguo Egipto, las columnas eran más simbólicas que estructurales, pues es bien
sabido que la arquitectura egipcia fue más estereotómica que tectónica. Pero así también

1
Wikipedia. (s. f.). https://es.wikipedia.org/wiki/Tekn%C3%A9. Recuperado 25 de

noviembre de 2021, de https://es.wikipedia.org/wiki/Tekn%C3%A9


sirvió de gran influencia e inspiración para la Antigua Grecia, y esto resulta sumamente
visible en el parecido de sus columnas.

La evolución de las columnas en el mundo antiguo ha sido clasificada dentro de los órdenes
arquitectónicos. La Antigua Grecia, otorgó a las columnas un significado más allá del
simbolismo y la expresión, al sumar como estructura, siendo
referente de la configuración tectónica. Fue así, como y donde
aparecen los expositivos Ordenes Griegos, que marcaron un antes y
un después en la historia de la arquitectura.

El orden arquitectónico surge de la necesidad de fijar una relación


entre cada una de las partes del edificio, consiguiendo definir un
patrón estético que reproduzca el ideal de belleza del periodo
histórico de qué se trate. En la arquitectura griega clásica el orden fijaba la relación entre el
elemento que sustenta la columna y el sustentado dintel. Para la mayoría de la gente, el
elemento más reconocible, el que diferencia un orden de los demás es el capitel, en el que no
se sigue ningún patrón de trazado geométrico, sino que su composición era diseñada según lo
que se quería representar.

Ahora bien, vamos a ver cómo se diferencian los tres órdenes arquitectónicos griegos:
Dórico, Jónico y Corintio. Los dos primeros surgen al mismo tiempo con los comienzos de la
arquitectura griega, y el Corintio resulta una evolución tardía del orden jónico.

El Orden Dórico es el más sobrio, la decoración se destaca por la máxima austeridad. Este
orden en específico, es una técnica de expresión que se asocia a las divinas masculinidades.
Uno de los edificios que exponen esta razón es el Templo de Hefesto.

El Orden Jónico, es más esbelto, su característica principal es el capitel que cuenta con dos
volutas. El mismo, es una técnica de expresión que se asocia a lo femenino, y es por esta
razón que fue mayormente empleada en los templos de las diosas como el Templo de Atenea
Niké en Atenas, Grecia.

El Orden Corintio, ya cuenta con un sutil toque decorativo más vistoso, pues el capitel tiene
una decoración con hojas de acanto. Se trata de una orden más naturalista, expresa el sentido
fastuoso y femenino del mundo alejandrino.
En la época romana, aparecen las órdenes toscanas y compuestas, siendo éstas,
transformaciones de las tres primeras ordenes clásicas. Es así como la columna fue variando
y evolucionando; al igual que el símbolo y la expresión de ésta.

Haciendo un salto histórico bastante grande, nos remontamos de la época clásica, a la época
de la arquitectura moderna; donde las columnas aparecen con otro significado, pero
manteniendo la misma conexión de la técnica como expresión.

La arquitectura moderna fue toda una revolución en la historia, pues se caracterizó por ser
entendida como algo estilístico y no cronológico, simplificación de las formas, ausencia de
ornamentos y la renuncia consciente a la composición de la academia clásica.

Con la arquitectura moderna, aparecen los


revolucionarios pilotis, que son columnas de apoyo situadas en
la planta baja. La intención con estos elementos, fue devolver
la planta baja de los edificios al espacio público.

Los pilotis establecen una estrecha relación entre la técnica y la expresión. Siendo el máximo
exponente de la técnica como expresión en la arquitectura moderna.

A demás de servir como soporte estructural y otorgar cierta ligereza a las edificaciones, la
idea central de los pilotis era evitar que los edificios representaran barreras físicas y visuales
para las personas al nivel del peatón. Entonces, aparte de su función estructural, los pilotis
elevan el volumen arquitectónico, lo hacen más ligero y liberan espacio para circulaciones
bajo la construcción. Mejoran la conectividad del edificio con el terreno permitiendo
aparcamiento, jardines o entradas de coches al mismo tiempo que permiten un sentido de
ligereza de la propia arquitectura.

Los pilotis también, responden fuertemente a la ideología


fundada en el CIAM por los arquitectos modernos sobre
el urbanismo de la época. Los mismos hablan de una
transformación y mejora de la ciudad y de la sociedad.
Para ellos el espacio se debe organizar según las
principales actividades humanas consideradas como
funciones. A cada función le corresponde un tratamiento urbano y arquitectónico específico,
en un espacio separado y diferenciado; en donde los pilotis juegan un papel fundamental,
elevando las edificaciones, incorporando la permeabilidad en casi toda la ciudad.
A pesar de la negación de la arquitectura moderna a la renuncia consciente de los cánones de
la academia clásica, la arquitectura moderna ha entendido una lección de la antigua Grecia: la
columna no es un simple elemento de sustento. En realidad, es una pieza expresiva que tiene
capacidades más allá de lo estructural. Esta idea, germinada en los órdenes griegos, sigue
latente en las expresiones de la arquitectura de la modernidad.

Realizando un resumen de lo desarrollado a lo largo del escrito, es así como se puede


concluir que las columnas juegan un papel sumamente importante en la historia de la
arquitectura y la construcción, el cual sigue vigente hasta hoy en día. La columna combina
los dos aspectos más representativos de nuestra rama, que son la técnica y la expresión,
exponiendo como estos se pueden relacionar apostando a la técnica como expresión en su
más pura excelencia; al no solo formar parte de las edificaciones como técnica estructural,
sino al expresar esa unión tan importante y significativa entre lo superior y lo inferior, entre
lo divino y lo terrenal, entre la expresión y la técnica.

A continuación, se exponen dos obras que mejor expresan lo expuesto a lo largo del texto:

1. Partenón de Atenas, ícono de la


arquitectura clásica exponiendo
columnas dóricas simbolizando a
la perfección y la fuerza de la
masculinidad.

2. Villa Savoye, de Le Corbusier;


ícono de la arquitectura moderna
exponiendo la edificación elevada
sobre pilotis; estructura que marcó
un antes y un después en la
historia de la arquitectura.
BIBLIOGRAFÍA
- Montaner, J. M. (1993). «“Solidez”» ¿Cómo se sostiene un edificio? En L. M. Roth

(Ed.), Entender la Arquitectura (Primera edición, Vol. 1, pp. 19–46). Gustavo Gili.

- Mumford, Eric (2007). El discurso del CIAM sobre el urbanismo, 928- 960. Revista

Bitácora Urbano Territorial, 11(1),96-115.[fecha de Consulta 25 de Noviembre de

2021]. ISSN: 0124-7913. Disponible en: https://www.redalyc.org/articulo.oa?

id=74811107

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