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FACULTADAD DE MEDICINA
CICLO DE PSIQUIATRIA EN EL HOSPITAL SALVADOR B. GOUTIER
Tema:
Suicidio
Docente:
Yomaly AlmonteCastro
Sustentante:
Edith Garcia Brito
Matricula:
FH7583
Fecha de entrega:
Diciembre del 2021
INTRODUCCIÓN
El índice global se ha mantenido constante, de 12-13 por cada 100 000 durante el
siglo XX y la primera década del siglo XXI.
En el día de hoy, es la décima causa de muerte en los Estados Unidos, por detrás de
las enfermedades cardíacas, cáncer, enfermedades crónicas de vías respiratorias
bajas, entre otras.
Internacionalmente los índices de suicidio van desde más de 25 por cada 100 000
personas en Lituania, Corea del Sur, Sri Lanka, Rusia, Bielorrusia y Guyana, hasta
menos de 10 por cada 100 000 en Portugal, Países Bajos, Australia, España,
República Sudafricana, Italia, Egipto y otros países.
Las personas que nunca se han casado presentan un índice casi duplica el de
las casadas. El divorcio aumenta el riesgo de suicidio, y los hombres
divorciados tienen tres veces más probabilidades de suicidarse que las
mujeres divorciadas.
Empleo: A más alto es el nivel social de una persona, mayor será el riesgo
de suicidio, aunque un descenso en la escala social también aumenta el
riesgo. El trabajo, en general, protege del suicidio.
Suicidios en médicos: Los que los médicos de ambos sexos de los Estados
Unidos tienen índices elevados de suicidio. Cada año cometen suicidio unos
400 médicos. En Reino Unido y Escandinavia indican que la tasa en los
varones médicos es de dos a tres veces superior a la población masculina de
la población general.
Salud física: Alrededor de una tercera parte de los suicidas han recibido
atención médica en los 6 meses antes de su muerte, también se ha calculado
que la enfermedad física contribuye de manera importante al suicidio en
cerca de la mitad de los casos. Los factores asociados con la enfermedad que
contribuyen tanto al suicidio son: la pérdida de movilidad, desfiguración.
Los pacientes sometidos a hemodiálisis presentan un riesgo elevado.
Los pacientes con trastornos depresivos que se suicidan son de mediana edad
o son ancianos. También el aislamiento social aumenta las tendencias al
suicidas en los individuos que están deprimidos.
En un estudio en México con una duración de dos años, de pacientes que acudieron
al servicio de urgencias o al área de psiquiatría por intento de suicidio (147
pacientes donde 112 eran del sexo femenino y 37 del sexo masculino).
Se encontró una edad promedio de 32,7 años entre las mujeres y de 48,5 años entre
los hombres, con una diferencia significativa entre ambos sexos (P < 0,001). En el
estado civil, 40% de los pacientes estaban casados, 36,7% eran solteros, y el resto
eran viudos o divorciados. No obstante, en viudos o divorciados consuman el
suicidio con mayor frecuencia que en casados y solteros. La mayoría de los
pacientes tenían un nivel educativo alto: 36,6% de las mujeres y 25,7% de los
hombres habían cursado estudios profesionales. Se observó una frecuencia de
desempleo de 20% en mujeres y 43% en hombres.
Cuatro pacientes tenían dolor crónico (en dos casos por cáncer), aunque ninguno
relacionó su padecimiento con el intento de suicidio. Las mujeres mostraron como
antecedentes médicos más frecuentes un foco irritativo en el EEG (27,2%) e
hipotiroidismo (16%) y los hombres, diabetes mellitus (15,6%) y prostatitis
(15,6%). En los antecedentes psiquiátricos, la depresión fue el más frecuente
(61%), seguido por los trastornos de la personalidad (16%), la dependencia del
alcohol (7,4%) y la esquizofrenia (4,8%). Hubo un promedio de 3,3 intentos de
suicidio previos, con una diferencia significativa entre hombres y mujeres. El
intento de suicidio fue manifestado abiertamente por 63% de los pacientes; en el
resto de los casos el intento fue corroborado por la familia. Solamente cinco
pacientes dejaron carta suicida.
SUICIDIO COMO PATOLOGÍA
ETIOLOGIAS
Factores sociológicos:
Teoría de Durkheim
Fue la primera contribución relevante los estudios de las influencias sociales y
culturales sobre el suicidio la realizó, a finales del siglo XIX. Para explicar los
patrones estadísticos, Durkheim dividió los suicidios en tres categorías sociales:
egoístas, altruistas y anómicos.
Factores psicológicos:
Teoría de Freud.
Freud dio la primera reflexión psicológica importante sobre el suicidio. Solo
describió a un paciente que había intentado suicidarse, pero vio a diversos
pacientes deprimidos.
Teoría de Menninger.
Con base en las ideas de Freud, Karl Menninger, en “El hombre contra sí mismo”,
concibió el suicidio como un homicidio invertido debido a la ira del paciente contra
otra persona. Este asesinato se utiliza como excusa para el castigo y describió un
instinto de muerte dirigido contra uno mismo y tres componentes de hostilidad en el
suicidio: el deseo de matar, el deseo de ser asesinado y el deseo de morir.
Teorías recientes: Los estudiosos de hoy día del suicidio no están convencidos de
su asociación con una estructura psicodinámica o de personalidad específica. Se
consideran que puede aprenderse mucho sobre la psicodinámica de los pacientes
suicidas a partir de sus fantasías sobre lo que podría suceder y de cuáles serían las
consecuencias si se suicidasen. Estas fantasías suelen incluir deseos de venganza,
poder, control o castigo; expiación, sacrificio o restitución; escape o sueño; rescate,
renacimiento, reunión con los muertos o una nueva vida. Los pacientes suicidas
más propensos a llevar a la práctica sus fantasías suicidas pueden haber perdido un
objeto de amor o haber sufrido una afrenta narcisista, pueden experimentar
emociones abrumadoras como la ira o la culpa, o identificarse con la víctima de un
suicidio.
Factores biológicos:
Factores genéticos:
La conducta suicida, puede presentar una incidencia familiar. Los pacientes con
antecedentes familiares aumentan el riesgo de suicidio consumado o en grado de
tentativa en la mayoría de los grupos que se han diagnosticado. Las pruebas más
sólidas que hay son de gemelos homocigóticos y adoptados.
Cuando se trata del suicidio, se considera que el tabú también ha existido desde
siempre por diferentes motivos. Para la sociedad, escuchar que alguien no le
merece la pena vivir supone un ataque a sus pilares. A esto se suman las corrientes
religiosas: es que históricamente ha sido pecado, ya que se entiende que las
personas no poseen el derecho a quitarse la vida.
Las personas que tiene ese tipo de ideas se sienten muy solas porque no sabe a
quién se lo puede contar. Piensan que les van a llamar ‘locos’ o que le van a
encerrar en algún sitio y se avergüenza de sentir lo que sienten. Esto se debe a la
reacción del entorno más cercano: A veces la respuesta de la familia, de la pareja o
de los amigos es de incomprensión, porque cuesta empatizar con que a alguien, en
un momento determinado, no le merezca la pena seguir viviendo. Algo que debe
resaltarse es que a diferencia de otras enfermedades no existe ninguna campaña
pública de concienciación sobre el tema.
El suicidio es un ente donde los factores psicológicos, ambientales y genéticos
confluyen para que se del fenómeno suicida. Existen diversas teorías que hablan
sobre ello.
La muerte de un ser querido es el precio que uno paga por amar, y es más alto el
precio cuando la muerte es subsecuente a un acto suicida. Normalmente el duelo se
torna muy difícil y cada personas pueden vivirlo diferente y puede ser que sin
resolverlo adecuadamente durante muchos años o bien pueden evitarlo,
encapsulándolo de manera que tiene un enorme costo para el equilibrio
psicológico.
Los familiares generalmente se expresan ¨nos dejó un gran vacío¨ esto describe la
experiencia de ausencia del otro como una eliminación espacial o como un espacio
físico que se queda completamente vacío. También se genera una dimensión
temporal de un antes y un después de la muerte. A veces las personas que
perdieron un familiar fallan en restablecer la estructura, organización y
homeostasis familiar de aquellos que se mantienen con vida.
Se dice que la mente es social, entonces cuando un ser querido muere, muere una
parte de la mente amplia, la familia. La manera de seguir adelante se trata de cómo
se percibe y se experimenta, esto guarda relación de cómo veía las cosas antes de
la muerte del familiar pero también es importante como experimenta el futuro.
CONCLUSIÓN
La palabra suicidio significa matarse a sí mismo. Es más frecuente que el sexo
masculino lleve a cabo su cometido que el sexo femenino, pero en las mujeres es
mayor la ideación suicida. La incidencia aumenta con la edad y es mayor en la raza
blanca. Además de esto enfermedades como la esquizofrenia hasta el 10% se
suicida y los trastornos depresivos son los que mayormente se relacionan al
suicidio. Factores como el divorcio, viudos y solteros aumentan la probabilidad del
suicidio. Los alcohólicos, personas que consumen otros tipos de sustancias,
pacientes con ansiedad y trastornos dela personalidad pueden tener ideaciones
suicidas o consumar la ideación. Hasta un 40 % de los pacientes que tienen
depresión se han intentado suicidar después de haberlo intentado con anterioridad,
lo que deja dicho que las personas con intentos suicidas tiene mayor probabilidad
de volverlo a intentar.
Los factores biológicos implicados en la conducta suicida, es la disminución de las
concentraciones de serotonina en el sistema nervioso central (en el líquido
cefalorraquídeo). También se planteó la hipótesis de que estos individuos podían
mostrar alteraciones de los genes que controlan la síntesis y el metabolismo de la
serotonina. Además la conducta suicida, puede presentar una incidencia familiar.
BIBLIOGRAFIA
1. Rodríguez Pulido, J. L. Glez. de Rivera y Revuelta, R. Gracia Marco y D.
Montes de Oca Hernández. El suicidio y sus interpretaciones teóricas.
Psiquis.1990 [Consultado 19 diciembre 2021]. Disponible en:
https://luisderivera.com/wp-content/uploads/2012/02/1990-EL-SUICIDIO-
Y-SUS-INTERPRETACIONES-TEORICAS.pdf