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Productos de territorios

un empresario (el distribuidor) pone su estructura y red comercial a disposición de


otro empresario (el empresario proveedor) para vender o distribuir, durante un
plazo de tiempo y en un territorio específico, y bajo cierto control y supervisión del
empresario, los productos que éste le provee, garantizándole, en determinadas
condiciones, la exclusividad para revenderlos.

Obligaciones del distribuidor


El distribuidor se caracteriza por: Su independencia, va a actuar en nombre y por
cuenta propia. Se dedica a adquirir productos al empresario para posteriormente
revenderlos su clientela. El beneficio que obtiene es el margen que existe entre el
precio que pago al empresario por los productos y el precio al que luego él los
vendió, Va a asumir el riesgo de que esos productos no lleguen a ser vendidos,
salvo que se pacte lo contrario
El pago de los productos que adquiera al empresario en las condiciones que estos
hayan pactado.
- Comprar al empresario la mínima cantidad de producto que hubiesen pactado.
- Contribuir con los gastos de publicidad de la marca del empresario.
- Deber de confidencialidad.
- Deber de informar al empresario sobre los defectos en el producto y sobre las
posibles vulneraciones de su marca en el territorio de su competencia.

Ventas y indirectas
Elegir la mejor forma de distribuir nuestros productos puede dar lugar a un debate
interno interesante e importante que marcará la imagen y las capacidades de
expansión del negocio en el futuro.

Normalmente las pymes se centran en la venta directa mediante su propio centro


de distribución. Esto tiene sus ventajas e inconvenientes, por supuesto. Por un
lado, el margen de beneficio es mayor, pero por el Resulta interesante considerar
varios puntos y tendencias que se observan en la actualidad respecto a las
diferentes formas de distribución. Eso sí, cabe aclarar que no existe “la mejor
forma de distribución” pues debemos adaptarnos al negocio, la zona geográfica,
los objetivos de expansión que tengamos y la capacidad económica.

Con la venta directa tenemos una mejor visión del cliente y podemos adaptarnos a
sus necesidades con mayor facilidad, además de prestar un servicio más cercano
que mejore la percepción de calidad del producto mismo, otro las oportunidades
de crecimiento disminuyen y se encarecen.

Comenzar con este sistema es normal y en cierto modo natural, pero puede que
en algún momento no podamos crecer más o empecemos a perder cuota de
mercado por la llegada de otros establecimientos que además pueden estar mejor
situados o disponer, por ejemplo, de más parking (si es que tenemos). En ese
momento nos damos cuenta del problema que supone mantener encasillada
nuestra vía de distribución y podemos pensar en diferentes alternativas: abrir
nuevos centros, mudarse a una superficie mayor cuestiones que conllevarán
importantes inversiones que cada uno debe estudiar si puede y quiere asumir o
utilizar la distribución indirecta.

Compromiso de no competencia

Condiciones de venta

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