Flores Mora Jimen Shareny M2 120210069

EXAMEN PARCIAL, TEORÍA DE LA HISTORIA.

I. De los textos revisados en clase argumenta dos posturas contrarias acerca de la

utilidad de la historia.
Escenar hechos que reconstruyan la estadía humana mediante métodos usando
elementos papables para la comprensión del desarrollo del pensamiento histórico y la
justificación de una crítica histórica.
Para abrir el cuadro de comparación iniciaremos con la historia racionalista que centra
el objeto de la historia en series de aproximaciones de carácter no profesional, hace
uso de las herramientas como la lógica y la verafiquidad, hechas por metodologías en
las cuales su principal punto de interés son las regularidades para que se pueda
explicar por hechos y desarrollos obteniendo una concepción cuando se pone en
relación con el conjunto de los fenómenos históricos con la posibilidad de que exista
una condición común de la mano con las reglas de aparición, reglas de la naturaleza
humana, sujetándose a leyes de la historia en la búsqueda que regularicé estas
regularidades que se situé en una condición social que de uso de la historia y
reencuentros históricos. Se presta a una noción del espacio, de una dimensión
temporal con interacción de elementos, equilibrio y causas culminando en la
construcción de los objetos de estudio a hechos a experimentar por los sentidos
haciendo observaciones y razonando los acontecimientos constatados.
Continuamos con una perspectiva bajo el Materialismo Histórico el cual recurre a la
crítica fundamental que apela a entender de una forma diferente a la epistemología,
donde centra la teoría de la historia en modos de vida de una sociedad generando sus
propios sustentos en conjunto de condiciones, materiales, simbolismos y culturales
haciendo que su visión responda a la creación de sociedades complejas posicionando
a la conexión colectiva en la producción humana sentándola con la economía política.
Nos muestra sociedades previas por las condiciones de vida de una sociedad
industrial. Provocando un entorno con sujetos individuales a su vez riquezas
individuales dentro de una generación de división del trabajo y desigualdades, ya que
la economía juega un papel de intercambio por necesidades sobre estructuras de poder
en un mundo globalizado regido por un despotismo político. En estas estancias la
situación histórica condiciona a contexto social determinando sus posibilidades, como
por ejemplo, grandes grupos sociales a sensibilidades colectivas, masas populares a
formas de conciencia mayoritarias y clases/ movimientos sociales a terrenos y
perspectivas habituales de la historia. La dimensión histórica se concibe por temáticas
de fuerzas sociales mediante actores colectivos incorporados una estructura tejida por
las relaciones de producción y la lucha de clases sociales.
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II. Argumenta la posibilidad de dar garantía del uso de fuentes confiables.

Es de carácter crucial el permitirnos lograr abrir una brecha al desapego pragmático
para conseguir una visión amplia, ver más allá, que nos permita trascender en los
diversos conflictos de las diferentes disciplinas cuidando la construcción de
pensamientos históricos, progresivos e intensivos, para evitar caer en las penosas
tergivencias que nos orillen, en la mayoría de los casos, desintencionadamente a que
perjudiquen en la memoria colectiva, rasguñando las telas del tejido fino de las
escenas que conforman la película histórica, arriesgando las situaciones temporales
denigrando a los sucesos históricos del humano.
Siendo capaz al historiador, investigador a la dilución de fronteras al recurrir en la
búsqueda de elementos epistemológicos que nos ayuden a esclarecer una visión un
tanto más certero hacia la prudencia de los acontecimientos, publicaciones que se
respalden más allá de un pensamiento o creencia unánime, porque al recurrir en esa
falacia ponemos en juego una cadena de grilletes enlazadas para la recuperación de
teorías relativas al proceso histórico del humano.
Entre los elementos para poder mantener el argumento, también podemos encontrar,
como se ha mencionado anteriormente, la carta de la certeza bajo el método basado en
la lógica que nos da el chance de las respuestas entendibles lográndonos hacer el
mensaje de las fuentes descifrables con los criterios de selección propuestas según lo
demande los métodos de comprobación utilizados y manejados por una racionalidad
que se convierte en una instrumentación indispensable surgiendo esta propuesta.
Nos atrevemos hacer uso de la argumentación que promulgue los engranajes hacia la
probabilidad y apoyo a las fuentes que han sido testimonios ante los acontecimientos
históricos. Serie de eventos, generalizaciones de puntos con la posibilidad de mostrar
que esa probabilidad es verdad, pero sobre todo que ocurre por la validez individual o
general que logren establecer comportamientos universales a través de los métodos
para culminar en un criterio de reflexión de las fuentes a una confiabilidad y no a una
verdad absoluta.

III. ¿Qué implica hablar de la verdad en Historiografía?

Técnicas que nos permite poder interpretar a la historia como pensamiento
hermenéutico y de acción, la primordialidad en que la colocamos, la relevancia que
nos otorga para mecanizar la valoración de lo observado y a los que observan,
encontrarse en un estado de vigilancia epistemológica a partir de criterios que
construimos mediante la posibilidad de determinar al objeto en cuestión.
Es el tratamiento de la historia mediante los procesos de construcción de la misma,
tenemos mucho que demostrar por el método crítico de análisis para aceptar los
elementos a contar. La postura de “verdad” se logra determinando las elaboraciones
de textos por las relaciones de contextos para la factibilidad de fuentes
permitiéndonos hallarnos frente a condiciones de validez por las fuentes de
información en las cuales se indaga para lograr conocer y así interpretar la realidad
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elaborando explicaciones mediante las actividades que se desarrolla el historiador.

Conjuntar los elementos que nos proporciona los mismos acontecimientos históricos
que nos permita establecer lazos a la crítica histórica mediante la metodología
científica ordenando, y no solo divagando entre un destello desplazado, las lógicas
que animen el pensamiento a la historiografía, acreditando las condiciones teóricas y
su revisión a entender de diferentes formas las fuentes obteniendo una
triangularización contextual, siendo prudentes ante la noción de diversas fuentes
como las no escritas, las que se pintan en una estructura mental con valía simbólica,
pero con la condición verbal, lógica y métrica que mediante la metodología racional y
de relación nos apropiamos de la capacidad para la eliminación y selección de estas,
mirando cosas antiguas con una visión nueva, apartando la idea errónea de una
postura recta y fija al tiempo exacto de los hechos así quitándonos las prendas
subjetivas, a través de esta crítica de fuentes creamos la historia. Nos exigimos
otorgarle una verdad absoluta a la técnica historiográfica sesgando la idea de
veracidad promoviendo la idea gastada de una verdad absoluta dejándonos rebotar en
falacias dichas en un pasado, pero la revolución en el criterio nos proporciona el
concepto de la veracidad en las diferentes corrientes historiográficas, esto siendo
posible por el análisis crítico de la realidad.

IV. Desarrolla los conceptos fundamentales del Historicismo, Marxismo, Positivismo

(como corrientes de la historiografía)
El método historiográfico a primera estancia tiene como objetivo la interpretación
ante los diferentes posicionamientos de la narración histórica analizada mediante
mecanismos de observación. En las diversas corrientes se hace uso de esta técnica con
interpretaciones distintas, por ejemplo, en el Historicismo, encontramos una posición
de lógica formal, cuestiones éticas y morales entorno a valores por procesos
temporales. Como parte fundamental del concepto apegamos el devenir
individualizado por condición anecdótica que conforma un elemento científico
permitiendo que la elaboración de lo objetivo se piense en una historia, formando un
sentido histórico que van de la mano con la naturaleza de los seres humanos y de sus
actos tejiendo una manta de causalidad que nos deje entenderlos considerándolos
como parte integrante del devenir de la historia, de un proceso histórico continuo.
Por otro lado, el Marxismo nos propone una historia de carácter pluralista por las
condiciones a las que los sujetos se manifiestan dentro de desarrollos particulares que
generan propias vivencias sin embargo se encuentran en constante negociación
colocándose sobre la tarima del intercambio en el desarrollo de la determinación de
clases sociales, donde sus circunstancias no responden a preguntas por el
establecimiento de valores reflejados para los objetivos beneficiosos postulados por el
discurso histórico bajo una condición política con la disponibilidad de poder. Es el
renglón del plusvalor, la presentación histórica por ganancias a partir de la
producción, no surge del intercambio, sino de la explotación de la mano de obra,
saludando a una desigualdad dando el surgimiento acumulativo que nos llevan a
ubicaciones constructurales sociales a un proceso de revoluciones creando sesgo en la
existencia de las totalidades conformando así las historias de la gran masa.
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Por último, el Positivismo nos muestra una postura de avance bajo el método
científico con la idea de un progreso por materia unilineal representada en facetas las
cuales: salvajismo, barbarie, civilización, otorgándole una valoración al proceso
histórico mediante el desarrollo por esas estancias manifestándose como tendencia en
una disciplina académica por explicación de los documentos en oralidad, escritura con
el papel de una ciencia rigurosa, donde la historia termina poseyendo un carácter de
intereses de poderíos. Construye una noción de la historia por sí misma, donde los
hechos se interpretan por sí mismos obligando a una observación pasiva, nublando la
vista a diferenciar entre una historia vivida a una historia narrada, mostrando una
conciencia de particularidad de los hechos, existiendo una búsqueda de la objetividad,
dando una interpretación contextual de un estilo adecuado por orden cronológico, se
basa en sucesiones de eventos en el tiempo.