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UNIVERSIDAD AUTÓNOMA ESPAÑA DE

DURANGO

EDUCACIÓN BILINGÜE

NOVENO CUATRIMESTRE
CULTURA Y SISTEMA EDUCATIVO NORTEAMERICANO
INFLUENCIA NORTEAMERICANA EN MÉXICO

CATEDRÁTICO: L.E. LUCILA GONZÁLEZ MACIN


ALUMNO: RAMON JACKANDREE MONTOYA MIRANDA
Aportaciones de los Estados Unidos a la Cultura Mexicana

Hablar de influencia entre dos países vecinos, sería como redundar acerca de
algo que podríamos considerar lógico al existir múltiples intercambios de distintos
tipos. Sin embargo, cuando uno de los países se considera mucho más
desarrollado que el otro, podemos considerar que la influencia se incrementa
debido a la necesidad de competencia y el deseo de obtener aquello que mi
“vecino” tiene y yo considero debo o deseo tener.

El presente trabajo abordará de manera breve y lo más sencillo posible, la gran


influencia que el vecino país del norte ha tenido en nuestra cultura y forma de vida
como nación, tanto en el ámbito económico, como político, social y cultural, y así
mismo planteará una reflexión acerca de lo positivo y negativo que esto ha tenido
en nuestra vida cotidiana.

A lo largo de la historia nuestro país, México, ha tenido que vivir ligado a


nuestro vecino más cercano e influyente como es Los Estados Unidos de América,
y esto ha venido a reflejarse en todos los ámbitos de la vida, tanto los que
compartimos (por obvias razones) como lo son el ámbito comercial, como los que
aparentemente no tienen nada que ver como lo son el ámbito familiar.

En cuanto al ámbito comercial, la principal muestra de la influencia de esta


poderosa nación la vemos reflejada en lo que conocemos como el TLC ó tratado
de libre comercio, el cual fue firmado por los gobiernos tanto de estados unidos
como de México y Canadá, en el cual quedaron asentadas las reglas del
intercambio comercial entre las tres naciones norteamericanas, pero como todos
sabemos, la más beneficiada ha sido Estados Unidos, ya que muchas de las
actividades comerciales de nuestro país, dependen de los clientes que tenemos
en este país. Esto ha permitido que los norteamericanos fijen sus reglas para la
exportación e importación de ciertos productos, y estas reglas, por lógica
convienen principalmente a sus intereses, pero al tener ellos la sartén por el
mango, como se dice popularmente, obligó a que nuestro país se sometiera a
estas reglas, mismas que solo benefician a unos cuantos productores, y
casualmente, esos productores son los que a su vez son consumidores de la
tecnología que esta poderosa nación importa a todo el mundo, y también son los
que manejan los procesos de elaboración, producción, manufactura y distribución
que le son más convenientes a dicha nación. Por todo lo anterior, podemos afirmar
que la influencia comercial de Estados Unidos en México, es por demás evidente y
poderosa.

En el terreno político, bastaría con observar los noticieros de difusión nacional


para darse cuenta de cómo la más mínima reacción, declaración ó
pronunciamiento de alguno de los actores políticos norteamericanos más
connotados basta para poner de cabeza a los homónimos mexicanos. Es
verdaderamente impresionante como se le pone MUCHA mayor atención a las
declaraciones de un funcionario del gobierno norteamericano que a la
manifestación de un millón de ciudadanos en contra de tal o cual situación. Basta
que el secretario “Fulano de tal” de los Estados Unidos diga que viajar a nuestro
país podría resultar peligroso, para que todo el aparato diplomático y político del
país se ponga con los pelos de punta, pero si un millón de ciudadanos se organiza
para protestar y marchar manifestándose en contra de la violencia y la
inseguridad, sólo se menciona pero no origina la más mínima reacción de nuestro
aparato político, si no es para dar declaraciones populistas tratando de “quedar
bien” con los votantes.

Sin embargo yo pienso que esta influencia política tendría que ser en otro
sentido. Deberíamos “copiar” los aspectos positivos de su política, como lo son el
tratamiento de la impunidad y la democracia en sí. Sería bueno que se copiaran
los índices de corrupción que manejan las autoridades norteamericanas, o copiar
la aplicación de las leyes y sanciones a aquellos que no cumplen con las mismas.
Es verdaderamente impresionante la dependencia económica que tenemos de la
norteamericana, al grado de que si en esta nación surge una contingencia
económica ó de cualquier naturaleza, inmediatamente se ve reflejada incluso en
nuestros bolsillos.
En cuanto al ámbito cultural podemos observar de manera muy clara la
influencia en la música, la cinematografía y la industria de la Televisión. Basta con
encender la televisión abierta cualquier día de la semana, para encontrarte con la
difusión de series y programas norteamericanos, sin importar su contenido alto en
violencia, sexo, y todo aquello que antiguamente se consideraba contrario a las
buenas costumbres, pero que ahora desgraciadamente vemos como “normal”.
Esto ha contribuido sin lugar a dudas, a la evolución de lo que podríamos
considerar como los modelos de lo que es bueno y deseable para nuestros hijos.
En la actualidad nuestros jóvenes anhelan parecerse a tal o cual estrella de cine ó
televisión y tratan incluso de imitar los modelos que antes considerábamos
inapropiados, de promiscuidad y libertinaje, al grado de verlo como algo deseable
y “cool”. Desgraciadamente esto se ha visto ya reflejado en la realidad que
vivimos. Antes era común espantarse al ver tal o cual película en la que se mataba
o destazaba a seres humanos sin ningún viso de misericordia y compasión, y esto
desgraciadamente se ha convertido en el “pan nuestro de cada día”, hasta el
grado de poder afirmar que la realidad ha rebasado a la ficción.

En el ámbito de la educación, la influencia podría yo decir (de acuerdo a mi


experiencia) que la influencia es indirecta. No tiene que ver con la modificación o
reforma de planes de estudio ó el cambio de currículum y contenidos, sino más
bien tiene que ver con la disposición que los alumnos ahora tienen con respecto al
aprendizaje. Tristemente vemos en las aulas alumnos más interesados por la
WWE que por los contenidos educativos, o bien encontramos jóvenes y niños
mucho más informados de las series de televisión que de los teoremas
matemáticos. Resulta increíble la lucha diaria que los profesores debemos tener
para interesar aunque sea un poco en las clases, pero si les haces una pregunta
de quién es el luchador que derrotó a tal otro en tal enfrentamiento, son capaces
de darte santo y seña.

En el ámbito tecnológico y de avances científicos, la influencia es innegable.


Basta ver la dependencia que en la actualidad tenemos de la tecnología, para
comprobar dicha aseveración. El uso de ordenadores y sistemas digitales de
comunicación es cada vez más común en todas las dependencias públicas y
privadas, y desgraciadamente la mayoría de esta tecnología es de importación. El
uso del Internet y tecnologías de la información y comunicación (TIC) es común en
todas o al menos la gran mayoría de las escuelas y hogares de nuestro país, sin
mencionar las redes sociales que han tenido un gran auge en nuestra sociedad
Mexicana.

Por todo esto y tantas muchas otras cosas más, podría concluir que tristemente
la influencia que el vecino país del norte ha tenido en el nuestro es más negativa
que positiva, ya que aunque hay cosas que indudablemente son muy valiosas, el
afán de copiar e intentar ser igual ó competir con la nación más poderosa del
mundo que tenemos como vecina, nos ha llevado a dejar de lado muchos de los
valores que nos daban una identidad como nación y que de alguna manera nos
brindaba estabilidad y paz social, especialmente en la familia. Cada vez es más
común que las madres salgan de sus hogares en la búsqueda de su “realización
profesional” o peor aún, movidas por la necesidad de sacar adelante a una familia
al no contar con el apoyo de una pareja, y esto es sin dudas influencia
norteamericana. Nuestros hijos crecen criados por la televisión y los videojuegos,
o peor aún, en el cobijo de una pandilla dónde encuentran la identificación con
otros que viven la misma realidad lo cual los lleva a caer en las garras de la
delincuencia y las adicciones.

Finalmente, pienso que es posible modificar estas tendencias y lograr tomar lo


mejor de todo esto. Es en este momento más que nunca, indispensable que todos
los padres de familia “tomemos al toro por los cuernos” y nos ocupemos de
prepararnos y buscar la manera de formar hijos responsables con la sociedad,
pero sobre todo con ellos mismos, de manera que sean críticos con todo aquello
que los rodea y se les presenta como modelo, mismo que de alguna manera
influye o influirá en su desarrollo personal, para que de esta manera puedan ellos
tener los valores necesarios para afrontar los retos de una sociedad Mexicana
golpeada por la cultura y antivalores que actualmente tenemos.
Ramón Jackandree Montoya Miranda

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