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Mundo Siglo XXI, revista del CIECAS-IPN

ISSN 1870-2872, Núm. 32, Vol. IX, 2014, pp. 33-46

La devastación socioambiental del capitalismo


en la era del Antropoceno
M i g u e l A. Ru i z Ac o s ta *
Para François Houtart, por su incansable lucha.

Fecha de recepción: 10/06/2013; Fecha de aprobación: 08/10/2013

Resumen: Se expone el desarrollo de la crisis planetaria que, desde la crítica de la economía política, Palabras clave:
ha sido caracterizada como crisis de erosión, de escasez, crisis epocal o civilizatoria. El argumento se • Ecomarxismo
organiza en tres apartados: en el primero se reflexiona sobre el carácter transhistórico del metabolismo • crisis civilizatoria
entre sociedad y naturaleza; en el segundo se abordan las líneas de desarrollo de la fractura metabólica • devastación ambiental
bajo el modo de producción capitalista, y cómo aquella se manifiesta en tanto devastación socioambiental. • metabolismo social
En el tercer apartado se aportan evidencias de dicha fractura a escala global, y se sostiene la tesis de la • Antropoceno
relación entre aquella y la emergencia de la era del Antropoceno.

The social and environmental devastation of capitalism


in the age of Anthropocene
Abstract: In this article we describe, from the critique of political economy perspective, the develop- Keywords:
ment of a planetary crisis as a crisis of erosion, scarcity, also epochal or civilizatory. The argument is • Ecomarxism
developed in three sections: the first one exposes the transhistorical character of the metabolism between • civilizatory crisis
society and nature. The second one addresses the development of a metabolic rift under the capitalist • social and environmental
mode of production, and its manifestations as social and environmental devastation. In the third section, devastation
we present evidence of a metabolic rift at a global scale and argue for the emergence of Anthropocene era. • social metabolism
• Anthropocene

* Profesor Agregado del Instituto de Altos Estudios Nacionales (IAEN) en Ecuador.


Miguel Ruiz

¿El progreso de la modernidad capitalista es un del metabolismo entre sociedad y naturaleza.1 Tomando
destino ineluctable dentro del cual nacimos y en el como punto de partida esta propuesta de Moore, así como
que igualmente moriremos? ¿Es imparable la devas- la de O’Connor sobre la “segunda contradicción de capi-
tación de lo natural y lo humano que viene con ese talismo” –aquella que plantea la incompatibilidad entre
progreso y que vemos avanzar sin obstáculos? el ritmo de la acumulación de capital y sus condiciones
Bolívar Echeverría, 2005. de producción–2 el presente artículo pretende mostrar
cómo, atravesando el carácter cíclico del capital entre
Introducción momentos de sub y sobre acumulación, se desarrolla
una tendencia planetaria de tipo secular que el propio
Partiendo de los aportes señeros de pensadores como O’Connor y Veraza denominan de subproducción de las
Marx, Braudel y Wallerstein, el historiador ambiental condiciones de reproducción,3 lo que también ha sido
estadunidense Jason Moore sostiene que es posible pensar caracterizado como una crisis de erosión,4 de escasez
el capitalismo no sólo como una economía-mundo, sino global5 o, de forma más generalizada, como una crisis
también, y al mismo tiempo, como una ecología-mundo epocal,6 o civilizatoria.7
cuya característica fundamental es la constante fractura Para tal cometido, el artículo está organizado en
tres apartados: en el primero, se realiza una reflexión
sobre el carácter transhistórico del metabolismo entre
sociedad y naturaleza que puede ser comprendido bajo
1
Jason Moore, “Capitalism as World-Ecology. Braudel and Marx on la categoría de Oikeios propuesta por Moore. En un
Environental History”, en Organization & Environment, vol.16, núm.4, segundo momento, se exponen las líneas principales de
2003, pp. 431-458. desarrollo progresivo de la fractura del orden metabólico
2
James O’Connor, Causas naturales. Ensayos de marxismo ecológico, bajo el modo de producción capitalista, y cómo éste se
Siglo XXI, México, 2001. manifiesta como devastación socioambiental. En tercer
3
Jorge Veraza, “Crisis económica y crisis de la forma neoliberal apartado se aportan evidencias de la actual dinámica
de civilización (o de la subordinación del consumo bajo el capital de dicha fractura a escala global y cómo ésta puede
específicamente neoliberal)”, en Argumentos (Nueva Época), núm. 63, ser pensada, incluso, como la fuerza principal de una
2010, pp. 123-157. nueva era geológica denominada Antropoceno, y cuya
4
Jason Moore, “Trascending the metabolic rift: a theory of crisis in the característica principal sería la alteración sustancial de
capitalist world-ecology”, en Journal of Peasant Studies (38:1), 2011, los principales ciclos biogeoquímicos planetarios por
pp.1-46. el tipo particular de metabolismo que implica la mun-
5
Armando Bartra, “Tiempos Turbulentos”, en Argumentos, núm. 63, dialización del capital. Finalmente, y a modo de cierre,
mayo-agosto de 2010, pp. 91-119. se esbozan las grades líneas del ecosocialismo como
6
Luis Arizmendi, “La crisis epocal del capitalismo en el siglo XXI y horizonte para trascender la crisis.
sus disyuntivas”, en Rebelión, 6 de septiembre de 2011; de este mismo
autor también consúltese: “La especificidad histórica de la crisis mundial 1. Oikeios o lo transhistórico del metabolismo
contemporánea”, en Mundo Siglo XXI, no. 17, verano de 2009, CIECAS- sociedad-naturaleza
IPN, México, pp. 29-44, en donde se la caracteriza como “crisis ambiental
mundializada”. Si bien es cierto que la idea de metabolismo entre
7
Wim Dierckxsens, Siglo XXI: crisis de una civilización, IAEN, Quito, sociedad y naturaleza ha sido desarrollada por diversas
2011; Bolívar Echeverría, “Crisis Civilizatoria”, en Estudios Ecologistas, corrientes de pensamiento,8 es la tradición marxista la que
núm. 6. “Crisis Financiera o Crisis Civilizatoria”, Instituto de Estudios –de acuerdo con los argumentos de Perelman y Foster–9
Ecologistas del Tercer Mundo, Quito, 2010, pp. 3-10; François Houtart, ha comprendido mejor la complejidad de las relaciones
“¿Crisis civilizatoria?”, en Revista La Tendencia, núm. 13, 2012, pp. que lo constituyen. Siguiendo los avances de las ciencias
141-144; Eric Toussaint, Crisis global y alternativas desde la perspectiva naturales de su época, en particular los del agrónomo Jus-
del Sur, Editorial Trinchera, Caracas, 2011. tus Von Liebig, Marx sostuvo que en cualquier forma de
8
Mariana Fischer-Kowalski, “El metabolismo de la sociedad: sobre la sociedad, el trabajo y el proceso de trabajo eran la base del
infancia y adolescencia de una naciente estrella conceptual”, en Michael metabolismo [Stoffwechsel] o intercambio orgánico entre
Redclif y Graham Woodgate (coord.), Sociología del medio ambiente: los seres humanos y la naturaleza:
una perspectiva internacional, McGraw-Hill, Madrid, 2002, pp.119-141.
9
Michael Perelman, Marx’s Crises Theory. Scarcity, Labor, and Finance, Como creador de valores de uso, como trabajo útil, pues,
Preager, New York, 1987; John Bellamy Foster, La ecología de Marx. el trabajo es, independientemente de todas las formaciones
Materialismo y naturaleza, El Viejo Topo, Barcelona, 2000. sociales, condición de la existencia humana, necesidad

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natural y eterna de mediar el metabolismo que se da entre parte. Es en ese sentido que Moore sostiene que el capi-
el hombre y la naturaleza, y, por consiguiente, de mediar talismo no tiene una ecología, sino que es una ecología o
la vida humana.10 régimen ecológico.

Esta misma perspectiva es compartida por Burkett,11 2. La fractura del orden metabólico bajo el
para quien cualquier tipo de trabajo y fuerza de trabajo, capital y la devastación socioambiental
independientemente de la época y el lugar en donde sean
desplegados, pueden ser comprendidos como fuerzas Algunos autores marxistas conciben al capital como
productivas al mismo tiempo naturales y sociales. En este una fuerza que acopla dos grandes ciclos reproductivos: el
sentido, es importante recordar que para Marx, las fuentes propio –del capital– y el ciclo de reproducción de la fuerza
de toda riqueza real, es decir, de valores de uso que satis- de trabajo mundial.14 Creemos que, en realidad, los tipos de
facen necesidades humanas, son dos: la tierra y el trabajo: ciclos que se articulan son tres: además de los anteriores,
el conjunto de ciclos reproductivos de las “condiciones de
En su producción, el hombre sólo puede proceder como la la naturaleza exterior” (o, simplemente, “la naturaleza”, tal
naturaleza misma, vale decir, cambiando, simplemente, como se le concibe de manera común): de todos los ciclos
la forma de los materiales. Y es más: incluso en ese trabajo de la materia y la energía que comprende la biosfera, los
de transformación se ve constantemente apoyado por fuer- cuales, por sus características, no se pueden reproducir al
zas naturales. El trabajo, por tanto, no es la fuente única mismo ritmo que el capital. Tal como lo comprendió Marx,
de los valores de uso que produce, de la riqueza material.
El trabajo es el padre de ésta, como dice William Petty, y está fundado en la naturaleza de las cosas el hecho de
la tierra, su madre.12 que las sustancias vegetales y animales, cuyo crecimiento
y producción se hallan sometidos a determinadas leyes
Así, bajo cualquier circunstancia, el metabolismo orgánicas, ligadas a ciertos lapsos naturales, no puedan
social comprende el conjunto de intercambios –mediatos aumentarse súbitamente en la misma medida en que se au-
e inmediatos– de materia y energía que las sociedades mentan, por ejemplo, las máquinas y otro capital fijo, como
tienen con la totalidad de sus medios de subsistencia (tie- carbón, minerales, etc., cuyo incremento, presuponiendo
rra, agua, minerales, alimentos, herramientas de trabajo, la existencia de las restantes condiciones naturales, puede
etcétera). Cada modo de producción y reproducción de ocurrir en el menor plazo posible en un país industrialmente
la vida que ha desarrollado la humanidad es un régimen desarrollado.15
particular de organización de dicho metabolismo social-
natural. O, como sugiere Moore, cada modo de produc- Si bien en los anteriores modos de producción los ciclos
ción es una ecología, como se desprende del sentido reproductivos de la fuerza de trabajo y de la naturaleza
que le dio el filósofo y botánico Teofrasto (371-287 a. se encontraban mutuamente condicionados, lo específico
C), para quien el oikeios era el conjunto de relaciones bajo el modo de producción capitalista (MPC) es que la
entre las plantas y su ambiente. Es en este sentido que relación social autonomizada que llamamos capital, tien-
Moore nos propone una definición de ecología un tanto de a subordinar dichos ciclos a su propia reproducción.
diferente a lo que de manera convencional se entiende En breves palabras, podemos decir que lo central de la
como tal. La ecología comprende la totalidad de las reproducción del capital es la generalización de procesos
relaciones del complejo naturaleza-sociedad. Por tanto, productivos de carácter industrial con la única finalidad de
el adjetivo ecológico que de tal definición se sigue: producir un tipo de riqueza abstracta (valor), que sea capaz
“cristaliza la matriz de las naturalezas humana y extra-
humana, y las formas histórico-específicas a través de
las cuales las relaciones simbólicas y materiales toman
parte y se estabilizan provisionalmente en el moderno 10
Carlos Marx, El Capital, vol. 1, Siglo XXI, México, 1975, p.53.
sistema-mundo”.13 11
Paul Burkett, Marx and nature: a red and green perspective, St. Martin’s
A partir de estas premisas, es posible pensar la historia Press, New York, 1999.
–y no sólo del capitalismo, sino de cualquier modo de 12
Marx, op. cit., p. 53.
producción– no como aquella historia del “impacto” de las 13
Moore, op. cit., 2011, p. 5.
sociedades sobre la naturaleza exterior, sino como una 14
Harry Cleaver, Una lectura política de El Capital, FCE, México, 1985;
historia en donde la producción y reproducción humanas Massimo De Angelis, The Beginning of History. Value Struggles and
son, de forma simultánea, producción y reproducción de la Global Capital, Pluto Press, Londres, 2007.
naturaleza, de la cual los propios seres humanos formamos 15
Carlos Marx, El Capital, vol. 3, Siglo XXI, México, 1976, p. 146.

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de aumentar progresivamente a lo largo de sus sucesivos Es sobre esta devastación de la fuerza de trabajo que
ciclos reproductivos. Para ello, la producción de riqueza se despliega el conjunto de ciclos reproductivos del capi-
concreta (los valores de uso en forma de mercancías) tal, pero, a diferencia de la reproducción de la naturaleza,
se torna solamente el medio para alcanzar dicho fin: la la reproducción del capital tiene que ser necesariamente
acumulación incesante de capital, lo cual se expresa en su ampliada; está en el telos del capital que su reproducción
fórmula general (D-M-D’); esto es, la compra con dinero tienda –aunque no sin contradicciones– a ser más grade
(D) (o apropiación gratuita, como veremos más adelante) en cada uno de sus ciclos.
de mercancías (M: medios de producción, materias primas, Ahora bien, la generalización de las relaciones de pro-
fuerza de trabajo) para poner en marcha procesos de trabajo ducción y las fuerzas productivas capitalistas implican la
que arrojen nuevos tipos de mercancías, las cuales se puedan alteración o fractura del metabolismo social; esto es, de los
vender a un precio (D’) que incorpore una ganancia para el equilibrios en el intercambio orgánico de materia y energía
dueño de los medios de producción. La clave de ello radica que se despliegan en la doble reproducción de la humanidad
en la subordinación (subsunción, en el lenguaje de Marx) y el resto de la naturaleza. O, como podríamos decir con
del proceso de producción (de valores de uso) al proceso Moore, lo que sucede con la emergencia del capitalismo es
de valorización. Esto supone la sistemática explotación del una transición de un régimen ecológico a otro. Si bien esa
trabajo vivo por el capital; en otras palabras, la apropiación transición no se desarrolló de un solo golpe, sí podemos
de trabajo no remunerado (plustrabajo), que es el que pro- ubicar sus orígenes espaciotemporales en torno al proceso
duce el valor que el capital roba a los productores directos histórico que Marx denominó la “acumulación originaria”;17
(plusvalor). Dicha explotación suele ir acompañada de la es decir, aquella que se desplegó primordialmente en Inglate-
devastación física y psíquica de las y los trabajadores, rra entre finales del siglo quince y comienzos del dieciocho,
la cual fue comparada por Marx con la devastación que teniendo como premisas la desposesión de las tierras de los
sufre la tierra a manos de un agricultor que la sobreexplota: campesinos y pastores, su migración masiva a las ciudades,
y la emergencia de las relaciones (salariales primero, e in-
Pero en su desmesurado y ciego impulso, en su hambruna dustriales después) de producción tanto en el campo como
canina de plustrabajo, el capital no sólo transgrede los lími- en las ciudades europeas. En el origen de la emergencia de
tes morales, sino también las barreras y máximas puramen- la economía-ecología-mundo capitalista se encuentra la
te físicas de la jornada laboral. Usurpa el tiempo necesario fractura metabólica resultante de una primera forma de di-
para el crecimiento, el desarrollo y el mantenimiento de visión social del trabajo entre el campo y la ciudad, tal como
la salud corporal. Roba el tiempo que se requiere para el la describió Marx hacia el final del capítulo “Maquinaria y
consumo de aire fresco y luz del sol. Escamotea tiempo de Gran Industria”, en el primer tomo de El Capital:
las comidas […] Reduce el sueño saludable –necesario para
concentrar, renovar y reanimar la energía vital– a las horas Con la preponderancia incesantemente creciente de la po-
de sopor que sean indispensables para revivir el organismo blación urbana, acumulada en grandes centros de produc-
absolutamente agotado […] El capital no pregunta por ción capitalista, ésta por una parte acumula la fuerza motriz
la duración de la vida de la fuerza de trabajo. Lo que le histórica de la sociedad, y por otra perturba el metabolismo
interesa es únicamente qué máximo de fuerza de trabajo entre el hombre y la tierra, esto es, el retorno al suelo de
se puede movilizar en una jornada laboral. Alcanza este aquellos elementos constitutivos del mismo que han sido
objetivo reduciendo la duración de la fuerza de trabajo, así consumidos por el hombre bajo la forma de alimentos y
como un agricultor codicioso obtiene del suelo un rendi- vestimenta, retorno que es condición natural eterna de
miento acrecentado aniquilando su fertilidad.16 la fertilidad permanente del suelo. Con ello destruye, al
mismo tiempo, la salud física de los obreros urbanos y la
vida intelectual de los trabajadores rurales […]

16
Carlos Marx, op. cit., 1975, pp. 319-320. Al igual que en la industria urbana, la fuerza productiva
17
Este tema ha sido abordado, entre otros, por David Harvey. David acrecentada y la mayor movilización del trabajo en la agri-
Harvey, El nuevo imperialismo, Akal, Madrid, 2004; ∫Sandro Mezzadra, cultura moderna, se obtienen devastando y extenuando la
“The Topicality of Prehistory: A New Reading of Marx’s Analysis of fuerza de trabajo misma. Y todo progreso de la agricultura
So-called Primitive Accumulation”, en Rethinking Marxism,, vol. 23, capitalista no es sólo un progreso en el arte de esquilmar
núm.3, 2011, pp. 302-32. Diego Pérez Roig y Claudia Composto (coord.), al obrero, sino a la vez en el arte de esquilmar el suelo;
“Trazos de sangre y fuego 
¿continuidad de la acumulación originaria en todo avance en el acrecentamiento de la fertilidad de éste
nuestra época?”, en Revista THEOMAI, 26, 2012. durante un lapso dado, es un avance en el agotamiento de
18
Marx, op. cit., 1975, pp. 611-612. las fuentes duraderas de esa fertilidad.18

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Esta idea seminal fue desarrollada por el propio Marx, […] Para Marx, la fractura metabólica relacionada en el ni-
de manera más detallada, en el tercer tomo de su principal vel social con la división antagónica entre ciudad y campo se
obra, de manera particular en la sección dedicada a la renta ponía también de manifiesto a un nivel más global: colonias
de la tierra, en donde retoma los estudios de Von Liebig enteras veían el robo de sus tierras, sus recursos y su suelo
sobre las implicaciones de la recién inventada agricultura en apoyo de la industrialización de los países colonizadores.
industrial y cómo ésta se vuelve la contraparte: Siguiendo a Liebig, que había afirmado que “Gran Bretaña
robó a todos los países las condiciones de su fertilidad” y
Por el otro lado, la gran propiedad del suelo reduce la señalando a Irlanda como ejemplo extremo, escribe Marx:
población agrícola a un mínimo en constante disminu- “Indirectamente, Inglaterra ha exportado el suelo de Irlanda,
ción, oponiéndole una población industrial en constante sin dejar siquiera a sus cultivadores los medios para reem-
aumento, hacinada en las ciudades; de ese modo engendra plazar los constituyentes del suelo agotado”.20
condiciones que provocan un desgarramiento insanable
en la continuidad del metabolismo social, prescrito por Este reconocimiento sobre la expansión mundial de la
las leyes naturales de la vida, como consecuencia de lo fractura metabólica es el que nos permite dar el siguiente
cual se dilapida la fuerza del suelo, dilapidación ésta que, paso en nuestra argumentación, en donde se muestra cómo
en virtud del comercio, se lleva mucho más allá de las nos encontramos en medio de una crisis civilizatoria de
fronteras del propio país […] múltiples dimensiones, cuyo rasgo distintivo es que, por
primera vez en la historia de la humanidad, el propio me-
La gran industria y la agricultura industrialmente explotada tabolismo social pone en riesgo ya no sólo a esta o aquella
en gran escala operan en forma conjunta. Si en un principio forma de sociedad, sino a la humanidad misma.
se distinguen por el hecho de que la primera devasta y
arruina más la fuerza de trabajo, y por ende la fuerza natural 3. La reproducción a escala mundial de la
del hombre, mientras que la segunda depreda en forma más fractura metabólica y la emergencia de la crisis
directa la fuerza natural del suelo, en el curso ulterior de los de escasez durante el Antropoceno
sucesos ambas se estrechan la mano, puesto que el sistema
industrial rural también extenúa a los obreros, mientras Corresponde a O’Connor el mérito de formular la
que la industria y el comercio, por su parte, procuran a llamada “segunda contradicción del capitalismo”.21 Si la pri-
la agricultura los medios para el agotamiento del suelo.19 mera es aquélla que se desarrolla por las tensiones entre
las relaciones de producción y las fuerzas productivas, y
En estos párrafos Marx plantea con toda fuerza su es la que explica las crisis cíclicas de sobreacumulación
concepción sobre cómo la fractura del metabolismo social de capital22 y la consecuente reestructuración de aquéllas,
supone el agotamiento, la depredación, la extenuación la segunda contradicción tiene como núcleo problemático
y la devastación tanto de la fuerza de trabajo como del la oposición que puede surgir entre el desarrollo expansivo
suelo y, en realidad, de todas las llamadas condiciones de de las relaciones de producción y las fuerzas productivas
la naturaleza exterior. La emergencia de un tipo de civili- capitalistas, por un lado, y el agotamiento de las condi-
zación que tiene como eje motor la subordinación de los ciones de producción, por el otro, de manera particular de
ciclos reproductivos de los seres humanos y el resto de la las “condiciones de la naturaleza exterior” (aquellas que
naturaleza a la producción ilimitada de valores de uso –con
la única finalidad de acumular riqueza abstracta– implica,
inexorablemente, el progresivo deterioro de los precarios
equilibrios del metabolismo socioambiental. Como bien 19
Marx, op. cit., 1976, p. 1034.
apunta Foster, Marx logró sintetizar bajo el término de 20
Foster, op. cit., pp. 251-253.
“fractura metabólica” dicho trastocamiento: 21
O’Connor, op. cit., pp. 191 y ss.
22
“la sobreacumulación de capital nos la muestra [la crisis] en su
Marx utilizó el concepto de “fractura” abierta en la relación doble vertiente tanto de valor –como generalmente ha sido interpretado
metabólica entre los seres humanos y la tierra para denotar el concepto de sobreacumulación por el lado de ganancias, que son
el extrañamiento material de los seres humanos, dentro demasiado pequeñas en referencia al capital constante– como de valor
de la sociedad capitalista, en relación con las condiciones de uso, pues el concepto de sobreacumulación es un concepto dual como
naturales que constituyen la base de su existencia, lo que él la mercancía, que tiene valor y tiene valor de uso. De tal manera que el
denominaba “las sempiternas condiciones de la existencia capital es sobreacumulativo continuamente, y ello se muestra de manera
humana impuestas por la naturaleza” patente en las crisis, también no sólo en cuanto al valor (y las ganancias)
sino en cuanto a términos de valor de uso”. Veraza, op. cit., p. 144.

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conforman lo que se conoce como el “ambiente”, o simple- de reserva (EIR), tal como lo ilustran las cifras de la Or-
mente como la “naturaleza”). Esta segunda contradicción ganización Internacional del Trabajo (OIT): entre 1980 y
es la que se encuentra en la base tanto de la expansión del 2007, la fuerza de trabajo global creció de 1,900 millones
mercado mundial por la búsqueda de nuevas fuentes de a 3 mil millones de personas, un crecimiento de 63% en
riqueza natural (vetas minerales, territorios para la produc- poco más de un cuarto de siglo. En el último año referido,
ción de materias primas y alimentos, etcétera), como de lo de esos 3 mil millones, 73 % de dicha fuerza estaba en el
que el mismo O’Connor denomina crisis de subproducción, llamado Sur Global; tan sólo China y la India contabiliza-
la cual también ha sido concebida como crisis de erosión ron 40% del total.25
o de escasez. Antes de describir en qué consiste este tipo Ambos procesos (formación del autómata y del prole-
de crisis, es importante señalar las tendencias generales de tariado globales) están íntimamente entrelazados y tienen
desarrollo histórico del modo de producción capitalista, como su principal resultado material la transformación
pues ellas explican la emergencia de aquélla. radical de la fisonomía planetaria, pues los dos implican
Como bien señalaron los fundadores de la crítica profundadas transformaciones de las “condiciones de la
de la economía política, el capitalismo es un modo de naturaleza exterior” y, con ello, del metabolismo social
producción que para poder seguir existiendo, necesita global. Pero no sólo tales condiciones son trastocadas;
revolucionar constantemente las fuerzas productivas, tanto con ellas, también lo son los modos de producción que
técnicas como procreativas o productoras de población: preceden al modo de producción capitalista y los mundos
por un lado, las fuerzas productivas técnicas se despliegan de la vida (o culturas) que sobre los mismos se levantan.26
en una dirección que apunta hacia la constitución de un Así, el autodesarrollo del capital y de sus contradicciones
autómata global de escala planetaria −una compleja red –entre las que prima la lucha de clases que aquél genera– se
de máquinas que tienen, como núcleo, la gran industria; convierten en el auténtico motor de la historia propiamente
como contraparte, la agricultura industrializada y, como universal, fundando una nueva civilización y una nueva so-
vasos comunicantes, la extensa red de comunicaciones y ciedad a su imagen y semejanza: la civilización capitalista
transportes–.23 Es por ello que el autómata también ha sido o sociedad burguesa, como ya lo advertían Marx y Engels
conceptualizado como “sistema metabólico urbano-agro- desde la época del Manifiesto del Partido Comunista, a
industrial capitalista”.24 Por otro lado, las denominadas mediados del siglo XIX.
fuerzas procreativas son subordinadas de forma progresiva Dicha civilización se ha ido edificando a lo largo de
por las fuerzas productivas técnicas, con la finalidad de los últimos siglos en torno a una división internacional del
transformar y disciplinar a porciones cada vez mayores trabajo, como la estructura en que descansa el funciona-
de la población mundial en proletariado global: tanto en miento del mercado mundial capitalista. En esa historia,
ejército obrero activo (EOA) como en ejército industrial los principales agentes de la acumulación son los capitales
individuales, los cuales, en el marco de la competencia,
van por el mundo en búsqueda de nuevos territorios y
nueva fuerza de trabajo que subordinar para potenciar
23
Andrés Barreda, “Capitalismo y devastación ecológica”, en Problemas su acumulación; su principal objetivo es la realización
sociales y humanos 1, Universidad de Guerrero, México, 2007, pp. 83-90. de la ganancia media y, de serles posible, de apropiación de
24
Jorge Veraza, Karl Marx y la técnica desde la perspectiva de la vida. ganancias extraordinarias, las cuales son resultado de la
Para una teoría marxista de las fuerzas productivas, Ítaca, México, 2012. explotación de dos modalidades que adopta el plusvalor
25
Wim Dierckxsens, “Población, fuerza de trabajo y rebelión en el siglo extraordinario: renta de la tierra y renta tecnológica; así
XXI. ¿De las revueltas populares de 1848 en Europa a la rebelión mundial como de una modalidad sui generis de plusvalor derivado
actual?”, en Andrés Piqueras y Win Dierckxsens (eds.), El colapso de la del pago sistemático de la fuerza de trabajo por debajo de su
globalización. La humanidad frente a la Gran Transición, El Viejo Topo, valor: lo que Marini llamó superexplotación del trabajo27
Barcelona, 2011, pp. 131-206; John Bellamy, Robert McChesney y Jamil y Echeverría identificó como plusvalor espurio o suple-
Jonna, “El Ejército Mundial de Reserva (para el Trabajo) y el Nuevo mentario.28 Veamos brevemente en qué se sostienen cada
Imperialismo”, en Monthly Review, vol. 63, núm. 6, 2011. una de estas modalidades de las ganancias extraordinarias.
26
Adolfo Gilly y Rhina Roux, “Capitales, tecnologías y mundos de la La renta de la tierra tiene su fundamento en el hecho de
vida. El despojo de los cuatro elementos”, en Revista Herramienta, que a diferencia de las mercancías industriales, que fijan sus
núm. 40, 2009. precios de mercado alrededor de sus precios de producción
27
Ruy Mauro Marini, “Dialéctica de la dependencia”, en R. M. Marini, (precio de costo más ganancia media), los productos de la
América Latina, dependencia y globalización, CLACSO-Siglo del tierra (agrícolas, pecuarios, silvícolas y minerales) fijan sus
Hombre, Bogotá, 1973, pp. 107-149. precios de mercado en torno a los precios de producción de
28
Bolívar Echeverría, El discurso crítico de Marx, ERA, México, 1986. las mercancías producidas bajo las peores condiciones

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de productividad. Por ello, los precios de las mercancías de las crisis cíclicas de sobreacumulación de riqueza abstracta
este sector se fijan a partir de lo que Marx denominó, en la –también llamadas crisis de realización del capital–; y las
Sección Sexta del tercer volumen de El Capital, un “falso crisis, también cíclicas, pero tendencialmente seculares,
valor social”; es decir, un sobreprecio que la sociedad en de subproducción o escasez de las condiciones de una de
su conjunto debe pagar por los productos de la tierra. Así, los dos fuentes –junto al trabajo– de la riqueza real: las
de acuerdo al tipo de valor de uso de que se trate, podemos condiciones de la naturaleza exterior.
hablar de formas de expresión particulares de la renta de Algunos autores, como Moore, han sugerido que es
la tierra, como renta agraria, minera, petrolera, etcétera. posible hallar en el pensamiento de Marx una teoría de las
Para Marx, el monto global de plusvalor apropiado bajo crisis de subproducción, la cual se encuentra desarrollada
la forma de renta aumenta progresivamente a la par que el en el capítulo VI del tomo III de El Capital, en donde Marx
desarrollo del modo de producción capitalista. planteó que –en circunstancias en que los demás factores
Por otro lado, en el caso de la renta tecnológica, ésta no varían– existe una relación inversamente proporcional
tiene su génesis en la producción de los trabajadores de entre el precio de las materias primas y la tasa de ganancia
aquellas empresas que, por la introducción de mejoras y, lo que es más importante, estableció la tendencia secular
técnicas al proceso productivo, logran abatir el costo de del capitalismo a la subproducción relativa de aquéllas, y
producción individual de sus mercancías por un tiempo la lucha incesante del capital industrial por mantener sus
considerable, antes de que el resto de las empresas de su precios bajos. Partiendo de la premisa de que uno de los
ramo adopten tales medidas.29 elementos centrales en la determinación de la tasa de ga-
Finalmente, la superexplotación “intenta dar cuenta nancia es el valor del capital constante (materias primas y
de una modalidad de explotación del trabajo en la que de auxiliares, edificaciones, maquinaria), es posible sostener
manera estructural y recurrente se viola el valor de la fuerza que cuando los demás factores que la determinan (tasa de
de trabajo”,30 retribuyéndola con salarios que no alcanzan explotación del trabajo, y demás elementos constitutivos
a cubrir los niveles de su reproducción normal. de la composición orgánica) permanecen estables, un
Estas tres fuentes de ganancias extraordinarias son las aumento en el valor de la materias primas se traducirá en
organizadoras de la división internacional del trabajo, la una disminución de la tasa de ganancia, mientras que a su
cual es de tipo jerárquica y polarizante. Así, mientras que caída corresponderá un incremento de dicha tasa. Es por
la apropiación de renta tecnológica es propia de los capi- ello que aún prescindiendo de las oscilaciones debidas a
tales de punta de los países metropolitanos, los capitales los cambios en la oferta y la demanda, Marx destacó la
dedicados a la producción de materias primas, energéticos importancia que tiene para los países industriales el bajo
y alimentos se originan o van buscando aquellos territorios precio de la materia prima, ya que
en que la fertilidad de la tierra es mayor, pues así pueden
obtener alguna modalidad de renta de la tierra (agraria, mi- un aumento en el precio de la materia prima puede cercenar
nera, etcétera). Aquellos capitales industriales de mediana o inhibir todo el proceso de reproducción [de capital] al no
composición orgánica buscan instalar parte o la totalidad bastar el precio obtenido por la venta de la mercancía para
de sus procesos productivos en territorios con abundante reponer todos los elementos de la misma, o bien al impo-
sobrepoblación relativa, lo que les permite generar ganan- sibilitar la prosecución del proceso en un nivel adecuado a
cias extraordinarias como producto de la superexplotación sus fundamentos técnico, de modo que sólo puede ocuparse
de segmentos del proletariado de manera más o menos una parte de la maquinaria, o bien la maquinaria completa
generalizada, como en el caso de América Latina. no puede trabajar todo el tiempo habitual.32
Pero la división social del trabajo inherente al capital y
la escala en que se despliega no ha sido estática, sino que
ha ido ganando en extensión geográfica y en complejidad
social en la medida en que el capital social global madura,
logrando progresivamente una medida geopolítica de ma- 29
Bolívar Echeverría, Renta tecnológica y capitalismo histórico”, en
yor alcance, “la cual depende de la subordinación formal Mundo Siglo XXI, núm. 2, 2005, pp. 17-20.
y la subordinación real de un territorio determinado en 30
Jaime Osorio, Explotación redoblada y actualidad de la revolución.
tanto condición espacial del proceso de producción capita- Refundación societal, rearticulación popular y nuevo autoritarismo,
lista”,31 hasta alcanzar su plena madurez en la actualidad. Ítaca, México, 2009, p. 125.
Es en el seno de este modo de producción que coexis- 31
Jorge Veraza, Del reencuentro de Marx con América Latina en la época
ten, por primera vez en la historia de la humanidad, dos de la degradación civilizatoria mundial, Vicepresidencia de la República
tipos de crisis que, aunque aparentemente contradictorias, Plurinacional de Bolivia, La Paz, 2011, p. 8.
son dos caras de la misma moneda del metabolismo social: 32
Carlos Marx, op. cit., 1976, pp. 134-135.

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39
Miguel Ruiz

Debido al hecho de que la reproducción del capital es abaratamiento de los costos de producción para aumentar
tendencialmente una reproducción ampliada (acumulación la tasa de ganancia. Es en ese sentido que Moore pone
de capital), mientras que la reproducción de las materias énfasis en cómo el capital, de tiempo en tiempo, da saltos
primas se encuentra atada ya sea a su finitud (como el caso cualitativos (geográficos y técnicos) con la finalidad de aba-
típico de los minerales) o a su escasez relativa debido a ratar las materias primas para poder mantener la tasa de
los límites que le imponen los ciclos biogeoquímicos y ganancia en niveles aceptables. Dichos saltos son descritos
ecosistémicos de la naturaleza (caso de los alimentos y de por Moore como ampliaciones súbitas de lo que denomina
las materias primas de origen agropecuario), el desarrollo las “fronteras de apropiación” de las “revoluciones ecoló-
del capitalismo también puede ser pensado como el del en- gicas”, durante las cuales se incrementa la productividad
sanchamiento cada vez mayor entre la sobreproducción de general del trabajo sin un incremento correspondiente en el
sus elementos fijos (maquinaria, infraestructura, etcétera) valor del resto del capital constante (maquinaria, etcétera):
y una subproducción relativa de uno de sus componentes
circulantes: las materias primas. Esta tendencia fue descrita La centralidad de las fronteras de apropiación a través de la
por Marx en ese mismo capítulo referido de El Capital: historia del capitalismo. No sólo el capital se ha sostenido a
sí mismo sobre la base de insumos baratos, sino mediante la
cuanto más desarrollada esté la producción capitalista, revolución de las relaciones socio-ecológicas de producción
y cuanto mayores sean, por ende, los medios para un au- a escala global; ha movilizado una sucesión de “grandes
mento súbito y sostenido de la parte del capital constante saltos hacia delante” en el excedente ecológico relativo […]
integrada por maquinaria, etc., cuanto más rápida sea la Estos grandes saltos hacia delante en el excedente ecológico
acumulación (como ocurre principalmente en tiempos de relativo son probablemente más visibles en las grandes
prosperidad), tanto mayor será la sobreproducción relati- transiciones energéticas del mundo moderno, con sus res-
va de maquinaria y del restante capital fijo, y tanto más plandecientes dones gratuitos: de la leña y el carbón de leña
frecuente será la subproducción relativa de las materias (1450s-1830s), al carbón (1750s-1950s), al petróleo y al gas
primas vegetales y animales, tanto más intenso será el natural (1870s-presente). Ellos fueron grandes expansiones
anteriormente descrito ascenso de su precio y la reacción del excedente ecológico relativo porque las apropiaciones
correspondiente a dicho aumento.33 gratuitas de estos regalos de la naturaleza fueron suficien-
temente masivos como para inducir el incremento de la
No obstante, y al igual que sucede en el caso de la ten- productividad del trabajo mientras redujeron la intensidad
dencia descubierta por Marx de la tasa de ganancia a caer, de capital en la producción en general.35
él mismo también fue consciente de que la subproducción
relativa de materias primas podía ser compensada a partir Sin embargo, aunque este tipo de transiciones aceleradas
del desarrollo de algunas contratendencias, entre las cuales ayudan al capital a sortear, aunque sea de forma temporal,
destacó tanto las innovaciones tecnológicas para abaratar algunos obstáculos al proceso de su acumulación, van de-
su extracción o producción como la incesante búsqueda jando tras de sí una estela de devastación progresiva de las
por parte del capital de nuevas vetas minerales, tierras, condiciones de producción de sí mismo, como de otros modos
bosques, selvas y mares para proveerse de dichas materias de producción y de las culturas y los mundos de la vida que
primas, así como de los esfuerzos que realiza el propio sobre ellos se edifican. Esta devastación socioambiental es
capital por descubrir o inventar sustitutos de aquéllas. En básicamente de tres tipos: 1) agotamiento de fuentes de ri-
palabras de Moore, el objetivo central de dichas contraten- queza que no se pueden reproducir; es decir, de los llamados
dencias es la producción del llamado excedente ecológico recursos no renovables (hidrocarburos, minerales); 2) erosión,
relativo: “la parte del plusvalor mundial producido a través degradación y contaminación de otras fuentes de riqueza que,
de dos formas de acumulación por apropiación; una apo- siendo en principio de manera potencial renovables, debido al
yada en los procesos de reproducción biofísica (fuerza de abuso en su aprovechamiento como proveedores de materia
trabajo, forestería, agricultura); otra, en las extracciones prima o como depositarios de desechos tóxicos, van perdiendo
geológicas (energía y minerales)”.34 O, para decirlo con su capacidad de reproducción normal y de satisfacción de las
Marx, el objetivo de la producción de ese excedente es el necesidades humanas en condiciones de salud. Tal es el caso
de la degradación de los suelos, del agua, del aire, así como de
la devastación de los ecosistemas y su biodiversidad, y 3)
el calentamiento global, resultado del incremento exponencial
33
Ibid, 147. de los gases de efecto invernadero (principalmente el CO2),
34
Moore, op. cit., 2011, p. 23. está modificando los patrones climáticos planetarios, lo cual
35
Ibid, pp. 21-22. constituye una amenaza no sólo para las actuales condiciones

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La devastación socioambiental del capitalismo en la era del Antropoceno

de producción y reproducción de la vida sino, de modo pro- el crecimiento mundial de la extracción de recursos creció
bable, para la propia supervivencia de la humanidad y de otras 9.5 veces: la biomasa se multiplicó por un factor de 3.8,
múltiples formas de vida. mientras que el uso de combustibles fósiles lo hizo 13 veces,
Estudios recientes, arrojan algunos datos alarmantes la extracción de minerales industriales se multiplicó por 31 y
en estos rubros: en los últimos 300 años, la masa forestal los minerales para construcción en más de 40 veces (véase Fi-
mundial se ha reducido en un porcentaje aproximado de gura 1). En esa misma investigación se sostiene que “el factor
40%; desde 1900, se han destruido cerca de 50% de los principal detrás del uso de recursos globales mostrados en la
humedales del mundo; tan sólo en los últimos veinte años figura es la difusión global de la industrialización; es decir,
desaparecieron 35% de los manglares por sobreexplota- la transición de la subsistencia agraria con consumo limitado,
ción o por su conversión para explotaciones acuícolas y a sociedades industriales alimentadas por combustibles fósiles
alrededor de 30% de los arrecifes de coral; debido a la y demandantes de grandes montos de menas y minerales”.37
sobreexplotación de algunos ecosistemas, el ritmo de la extin- Esto es, los recursos considerados no renovables en la
ción de especies es mil veces superior al ritmo “normal” actualidad constituyen alrededor de 70% de la totalidad
propio de la historia de la Tierra; entre 10 y 30% de las de aquéllos que utiliza la humanidad. Como lo muestra la
especies de mamíferos, aves y anfibios están amenazadas Figura 2, el promedio por país del comercio en volumen,
de extinción. En síntesis, 60% de los servicios ecosisté- de las naciones que reportaron datos a las Naciones Unidas,
micos que fueron estudiados por la Evaluación de fue alrededor de 30 millones de toneladas en 1962, mientras
los Ecosistemas del Milenio en 2005 se han reducido en los que en 2005 alcanzó los 140 millones de toneladas, casi
últimos 50 años, debido a la acción humana.36 quintuplicándose en menos de medio siglo.
Si bien la fractura metabólica asociada a la emergencia A partir de análisis estadísticos sobre los volúmenes del
de capitalismo comenzó a la par de la industrialización de comercio global considerados en peso, los autores del anterior
finales del siglo XVII y comienzos del XIX, fue durante el gráfico sugieren que además del conocido debate sobre los tér-
siglo veinte cuando la mundialización del capital amplió tal minos del intercambio que se centra en la dimensión del valor,
fractura en proporciones nunca antes vistas. De hecho, un también es muy importante voltear a ver la historia económica
estudio del investigador Helmut Haberl, del Instituto para la mundial desde el punto de vista de cómo se han desarrollado
Ecología Social de Viena, muestra que durante el siglo XX, los términos del intercambio de los volúmenes de materias

Figura 1
Evolución del uso global de recursos naturales durante el siglo XX

Nota: El PIB está medido en dólares constantes de 2009.


Fuente: Haberl, p. 22.

36
Walter Reid, et. al., Evaluación de los Ecosistemas del Milenio. Informe de Síntesis, UNEP, 2005; Pavan Sukhdev, et. al., La economía de los ecosistemas
y la biodiversidad, Comunidades Europeas, Bruselas, 2008.
37
Helmut Haberl, “Adicted to Resources”, en Global Change Magazine, núm. 78, 2012, p.20.

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Miguel Ruiz

Figura 2
Volumen del comercio global en términos físicos y monetarios, 1962-2005

Fuente: Tomado de Dittrich y Bringezu, con datos de UN Comtrade.

primas, energéticos y demás mercancías (valores de uso) que en su comercio físico, dos son latinoamericanos: Venezuela
circulan en el mercado mundial. Así, de manera similar a los y Brasil, ocupando el sexto y el séptimo lugares con déficits
balances de comercio exterior expresados en dinero, estos de -4837.89 y de -4110.12 millones de toneladas durante los
estudios han reconstruido los balances del comercio físico, que años contabilizados por UN Comtrade, entre 1962 y 2005.38
muestran una clara tendencia –al menos durante la segunda Esta característica del mercado mundial ha llevado a algu-
mitad del siglo XX– a que la extracción y exportación de ma- nos autores como O’Connor a postular que a la desigualdad
teriales se concentre en torno a algunas regiones del mundo económica le corresponde un desarrollo ecológico desigual
(África, Medio Este, Australia y América Latina), mientras que del capitalismo: “No es una exageración decir que, histórica-
el consumo e importación de materiales se concentre en otras mente, las estructuras industriales balanceadas e integradas
(Europa, Asia y América del Norte, principalmente en los Es- concentradas en el Norte, y en las zonas industriales del Sur
tados Unidos). De hecho, de los diez países de mayores déficits requerían o presuponían economías desequilibradas,

Figura 3
Balances del comercio físico global por regiones, 1962-2005

Nota: Los volúmenes de ambos lados del gráfico


no coinciden porque algunos países, principalmen-
te de África, Asia y el Medio Oriente –que fueron
exportadores netos de materiales– no informaron
a UN Comtrade.

Fuente: Dittrich y Bringezu, con datos de UN Comtrade.

38
Monika Dittrich y Stefan Bringezu, “The physical dimension of international trade. Part 1: Direct global flows between 1962 and 2005”, en Ecological
Economics, núm. 69, 2010, pp. 1838-1847.

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La devastación socioambiental del capitalismo en la era del Antropoceno

especializadas y fragmentadas en el Sur”.39 Tal desigualdad geológicos, hidrológicos, biosféricos y otros procesos del
se expresaría en los tipos particulares de degradación ambien- sistema tierra están ahora alterados por los humanos”.43
tal que priman en los centros y en las periferias del sistema:
En sentido similar fue adoptada dicha concepción por
El desarrollo capitalista desigual tiende a causar conta- Ramón Fernández Durán
minación masiva en las zonas industriales y degradación
masiva de tierra, suelos, vida vegetal y demás en las zonas El Antropoceno sería una nueva época de la Tierra, conse-
productoras de materias primas […] En determinados paí- cuencia del despliegue del sistema urbano-agro-industrial
ses y regiones del globo hay patrones específicos, únicos, a escala global, que se da junto con un incremento po-
de destrucción de la naturaleza […] Cuando se conjuntan blacional mundial sin parangón histórico. Todo ello ha
el desarrollo de capital desigual y combinado, parecería actuado como una auténtica fuerza geológica con fuertes
que la supercontaminación de las zonas industriales puede implicaciones ambientales. La Sociedad Geológica de
explicarse por la superdestrucción de la tierra y los recursos Londres, la de mayor historia y quizás la más prestigiosa
en las zonas productoras de materias primas, y viceversa.40 del planeta, así lo ha definido.44

Ya un siglo antes que O’Connor, un par de geógrafos Entre quienes suscriben esta tesis hay un acuerdo de
europeos habían reparado en la peculiar devastación am- que la razón fundamental de esta era de globalización
biental en la que se apoyaban las economías tropicales de de la fractura metabólica es la difusión, en menor o mayor
la periferia, como producto de la historia de colonización medida, de la civilización industrial a todos los rincones
de la que eran objeto. En 1904 el geógrafo alemán E. del planeta. Así, por ejemplo, Johan Rockstöm, direc-
Friedrich acuñó un término para referirse a ese tipo de tor del Centro sobre la Resiliencia de la Universidad de
situación: die Tropikal Raubwirtschaft, la economía de Estocolmo y coordinador de un equipo de investigación
rapiña tropical. Más tarde, otro geógrafo, éste francés, sobre las fronteras planetarias, considera que:
Jean Brunhes, definió la economía de rapiña como “una
modalidad peculiar de ‘ocupación destructiva’ del espacio Las fuerzas que impulsaron esta globalización de los
por parte de la especie humana, que tiende a arrancarle problemas ambientales comenzaron a mediados del
primero materias minerales, vegetales o animales, sin idea decenio de 1950. Hasta ese momento, el impacto relativo
ni medios de restitución”.41 No es casual que Brunhes de la humanidad en los bienes comunes era reducido: los
identificara dos principales modalidades de la economía impactos ambientales de casi 200 años de industriali-
de rapiña: la explotación minera, y la Raubwirtschaft de zación se limitaban en gran medida a impactos locales
cultivo, que ataca la fertilidad del suelo “al robarle ávida- y regionales en el agua, la tierra, el aire. Después de
mente los principios nutritivos, queriendo producir con mediados de siglo cambia el ritmo de los emprendi-
mínimos gastos sin compensación”.42 mientos humanos.45
Como se puede deducir de las apreciaciones de
O’Connor y de las tendencias arriba anotadas, la ecología- El grupo de investigación de Rockström encontró que de
mundo capitalista, al expandirse, también mundializa la las nueve fronteras planetarias que de sobrepasarse configu-
fractura metabólica que estuvo en su origen, desgarrando rarían escenarios catastróficos para la humanidad (cambio
por todos lados los vínculos del intercambio orgánico
entre sociedad y naturaleza, lo cual es patente a partir de
la segunda mitad del siglo veinte. La profundidad de la
crisis a que ha dado origen la mundialización de capitales
es de tal magnitud que un importante grupo de científicos 39
O’Connor, op. cit., p. 231.
ha llegado a considerar que hemos entrado a una nueva era 40
Ibid, pp. 234, 237.
geológica: el Antropoceno. Este concepto, propuesto por 41
Citado en Guillermo Castro Herrera, Los trabajos de ajuste y combate.
primera vez en 2000 por el premio Nobel Paul Crutzen y Naturaleza y sociedad en la historia de América Latina, Casa de las
por Eugene F. Stoermer, en la actualidad es ampliamente Américas-Colcultura, Bogotá, 1994, p. 27.
reconocido por la comunidad científica mundial: 42
Op. cit., p. 48.
43
Erle Ellis y Jay Gulledge, “Anthropocene”, en C. Cleveland (ed.),
El Antropoceno define el periodo geológico más reciente Encyclopedia of Earth, Environmental Information Coalition, National
de la Tierra como aquel influenciado por los seres huma- Council for Science and the Environment, Washington, D.C., 2012.
nos, o de origen antropogénico, lo cual está basado en la 44
Fernández Durán, op. cit., p. 9.
abrumadora evidencia de que los procesos atmosféricos, 45
Op. cit., p. 20.

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Miguel Ruiz

climático, niveles de ozono estratosférico, cambio de uso de la Cambio climático y deterioro ambiental significan escasez
tierra, uso del agua dulce, diversidad biológica, acidificación de global de recursos naturales; crisis energética remite a
los océanos, acumulación de nitrógeno y fósforo en la biosfera la progresiva escasez de los combustibles fósiles; crisis
y en los océanos, carga de aerosoles y contaminación química), alimentaria es sinónimo de escasez y carestía de granos
al menos tres ya lo han sido: cambio climático, pérdida de la básicos; lo que está detrás de la disyuntiva comestibles-
biodiversidad y acumulación excesiva de nitrógeno; mientras biocombustibles generada por el auge de los agroenergé-
que otras cuatro (acidificación de los océanos, acumulación ticos, es la escasez relativa de tierras y aguas por las que
de fósforo, cambio en el uso de la tierra y sobreexplotación compiten; tras la exclusión económico-social hay escasez
del agua dulce) se acercan peligrosamente a dichos límites, tal de puestos de trabajo ocasionada por un capitalismo que
como se muestra en la siguiente ilustración: –al condicionar la inversión a la ganancia– margina a
No es difícil comprender que los excesos de los procesos segmentos crecientes del trabajo social.47
metabólicos conducidos por el capital (urbanización, indus-
trialización del campo y de las ciudades, sobre explotación A modo de cierre: el ecosocialismo como
de recursos), en fin, aquellos excesos que son los que dan horizonte para trascender la crisis
fundamento a una sobreproducción cualitativa de capital,46
tengan como correlato una crisis generalizada de escasez Michael Löwy definió a esta corriente política como
o subproducción, tal como la entiende Armando Bartra: aquélla que se fundamenta en la tesis que hemos apoyado en
los apartados anteriores: “la protección de los equilibrios eco-
lógicos del planeta, la preservación de un medio favorable para
Figura 4 las especies vivientes –incluida la nuestra– son incompatibles
Las nueve fronteras planetarias según con la lógica expansiva y destructiva del sistema capitalista”.48
el Stockholm Resilience Centre Esta tesis ha sido sostenida y fundamentada durante las últimas
décadas por notables investigadores, militantes y movimientos
sociales a lo ancho del mundo, quienes han dado cuenta de la
crisis multidimensional, de alcance civilizatorio, que atraviesa
la humanidad. Tomando como punto de partida la señera obra
de Marx sobre la naturaleza y la dinámica del modo de pro-
ducción capitalista, y enriqueciéndola con los aportes teóricos
y las luchas cotidianas de millones de hombres y mujeres de
todo el planeta contra la avasalladora fuerza destructiva del
capital, el movimiento ecosocialista sostiene que las aspira-
ciones de socialismo y ecologismo (una sociedad mundial de
libertad, igualdad y fraternidad auténticas, por un lado; y el
restablecimiento del equilibrio metabólico entre sociedad y
naturaleza, por otro) no sólo no son incompatibles, sino que
sólo podrán realizarse de forma conjunta.
Lo que plantea el ecosocialismo, en tanto discurso crítico,
es la identidad sustancial entre el desarrollo del capital y la
devastación socioambiental; y, en tanto programa político
en construcción, la urgencia de transitar hacia una nueva
civilización basada en la generalización de relaciones (eco-
nómicas, políticas, culturales) de cooperación entre los seres
Fuente: http://www.stockholmresilience.org/download/18.53ee94ff132 humanos que, a la vez que nos permitan satisfacer nuestras
ea9955288000961/planetary-boundaries-credit-Azote.eps necesidades materiales y espirituales, así como desarrollar
libremente nuestras potencialidades creativas, no pongan en
riesgo la supervivencia a largo plazo de la propia especie ni
de la reproducción de los ecosistemas que le dan sustento
46
Jorge Veraza, op. cit., 2010. al resto de la vida. Es decir, el ecosocialismo apunta a la
47
Armando Batra, op. cit., p.10. superación de la escasez (natural o socialmente producida)
48
Michael Löwy, Ecosocialismo. La alternativa radical a la catástrofe que ha marcado la historia de la humanidad, para dar paso a
ecológica capitalista, Ediciones Herramienta-Editorial el Colectivo, una sociedad planetaria en donde lo dominante sea la riqueza,
Buenos Aires, 2011, p. 11. pero concebida de forma radicalmente diferente a como hoy

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La devastación socioambiental del capitalismo en la era del Antropoceno

se la piensa y se la persigue: no como acumulación y despil- Pero esto sólo puede suceder en un orden social en
farro de mercancías, sino como la entendía el Marx de los donde sean los diferentes productores “libres y asociados”,
Grundrisse: “¿qué es la riqueza sino la universalidad de las los que planifiquen conscientemente todos los aspectos de
necesidades, capacidades, goces, fuerzas productivas, etcéte- su reproducción, en donde la política y la economía, hoy
ra, de los individuos, creada en el intercambio universal?”.49 en día escindidas por la primacía del mercado capitalista
Por ello, la gran pregunta del ecosocialismo es: ¿Cómo y por el ciego mecanismo de la acumulación de capital,
se puede ir transitando del actual estado de desequilibrios se reintegren bajo la conducción ya no de un Estado de
múltiples (inequidad en la propiedad de las fuentes de la clases –que siempre será una forma social en donde se
riqueza, mala repartición de la cantidad y la calidad del encuentran separados gobernantes y gobernados– sino de
tiempo de trabajo y el tiempo libre entre las diferentes una totalidad social que articule a los diferentes espacios
clases sociales, alteraciones radicales en los ciclos bio- reproductivos de los seres humanos: comunidades, barrios,
geoquímicos planetarios –del cual el calentamiento global asociaciones de productores y consumidores, etcétera.
no es sino su expresión más dramática–) hacia un estado Por supuesto, la emergencia de ese tipo de sociedad está
de restablecimiento de dichos equilibrios? a contrapelo de los intereses de los poderosos de hoy y de
Por ello, la tarea que atañe a quienes abanderan el proyecto mañana, quienes lucharán con todos los mecanismos que es-
ecosocialista se vuelve harto complicada. Tienen el doble reto tén a su alcance para no perder los privilegios a los que han
de luchar, al mismo tiempo, por una distribución equitativa de estado acostumbrados. La virulencia de su resistencia será
las fuentes de la riqueza, y por la transformación radical de tal que el proyecto ecosocialista supone, evidentemente,
aquellas fuerzas que se han vuelto destructivas, aunque en el el despliegue de un sujeto social de carácter mundial con
presente sean ellas mismas fuentes de producción de riqueza. vocación revolucionaria. De alcance mundial, porque sólo
En este sentido, si bajo el actual orden del capital, la técnica en esa escala es posible construir una auténtica alternativa
ha quedado subsumida como el dominio de la naturaleza, al (des)orden del capital; con vocación revolucionaria,
bajo un orden no capitalista, la técnica debería transformarse porque no bastará con pequeñas o medianas reformas al
–como sostuvo hace casi un siglo W. Benjamin– en el dominio actual modo de producción para garantizar que el proceso
consciente de la relación entre naturaleza y la humanidad.50 de transición llegará a buen término.

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49
Citado en Jorge Veraza, Karl Marx y la técnica desde la perspectiva de la vida. Para una teoría marxista de las fuerzas productivas, Ítaca, México,
2012, pp. 129-130.
50
Walter Benjamin, Dirección Única, Alfaguara, Buenos Aires, 1987.

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45
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Mundo Siglo XXI, núm. 32, 2014


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