Está en la página 1de 12

DOCUMENTOS DE TRABAJO PARA Paisajes

LA CIENCIA DE LA deCONSERVACION
Funcionales y la Conservación la Biodiversidad 1

#1

PAISAJES
FUNCIONALES
y la conservación de la bioversidad

Karen Poiani
Programa de ecologia de paisajes

Brian Richter
Inciativa agua dulce

División de ciencias de la conservación

Traducido al español por: Martha Martínez


2 Paisajes Funcionales y la Conservación de la Biodiversidad

L
os métodos para la conservación de la biodiversidad han cambiado
dramáticamente durante las últimas cinco décadas. Estos cambios proceden
en parte de los significativos avances en la ciencia de la ecología. En el pasado,
los sistemas ecológicos se consideraban estáticos y predecibles y la biodiversidad se
concebía en términos de la riqueza y rareza de especies. El enfoque conservacionista
inicial de The Nature Conservancy reflejaba estos conceptos, evolucionando desde el
oportunismo durante sus años formativos en la década 1950-60, hasta la adquisición
estratégica de reservas naturales para especies y comunidades raras durante 1970-80.
No obstante, debido a la naturaleza compleja y dinámica de los sistemas naturales, el
pensamiento científico actual resalta la necesidad de conservar la biodiversidad en
escalas múltiples dentro de un ecosistema o contexto paisajístico junto con los procesos
ecológicos que la sustentan.
Con tales cambios en las bases científicas de la conservación no es sorprendente
que Conservación por Diseño extienda dramáticamente la visión y alcance del trabajo de
The Nature Conservancy. En este documento hacemos un resumen del marco concep-
tual que está surgiendo como resultado de esta nueva visión. Aunque es un borrador,
este marco guiará nuestra evolución desde una conservación basada en rareza hasta la
conservación basada en conceptos a nivel de ecosistemas y paisajes.

Conservación de la biodiversidad: Selección de la escala correcta


Desde hace tiempo los científicos y profesionales de la conservación han reconocido
que la biodiversidad existe en muchos niveles de organización biológica (genes, especies,
comunidades, ecosistemas y paisajes). Además, la biodiversidad se distribuye en una
variedad de escalas geográficas (p.ej., de metros cuadrados a miles de hectáreas). Los
niveles de organización biológica en los cuales The Nature Conservancy actualmente
enfoca sus esfuerzos de conservación—especies, comunidades ecológicas1 y sistemas
ecológicos2—pueden clasificarse con base en su escala y patrón de distribución espacial.
Entender estas relaciones es clave para la conservación y estrategias de manejo efectivas.
La figura 1 ilustra cuatro escalas geográficas—local, intermedia, gruesa y regional—
en las cuales se localizan las poblaciones de especies, las comunidades y los sistemas
ecológicos. Cada escala corresponde a un rango característico de área, orden de río o
kilómetros de longitud de un río3.

1
Las comunidades ecológicas incluyen asociaciones terrestres y alianzas acuáticas.
2
Los sistemas ecológicos son agrupaciones o complejos dinámicos de comunidades vegetales
y/o animales que (1) coexisten en el paisaje; (2) están ligados mediante procesos ecológicos similares
(p.ej., fuego, hidrología), rasgos ambientales subyacentes (p. ej., suelos, geología) o gradientes
ambientales (p.ej., altitud); y (3) forman una unidad robusta, cohesiva y distinta. Los sistemas pueden
ser terrestres o acuáticos.
3
Las hectáreas, órdenes de río y kilómetros de río son estimaciones preliminares y deben utilizarse como
guía general.
Paisajes Funcionales y la Conservación de la Biodiversidad 3

1. Escala local
Las comunidades y sistemas ecológicos de parche pequeño4 son de tamaño reducido y están
bien definidos (p.ej., pantanos, ciénagas, riscos, claros de bosque) y ocurren como
resultado de factores físicos y regímenes ambientales específicos (como filtraciones de
agua y salientes rocosas). Las especies de escala local terrestres son aquéllas de movimiento
y dispersión limitados cuya distribución está restringida a una sóla comunidad o sistema
ecológico. Muchas especies raras pertenecen a esta categoría, particularmente de
invertebrados y plantas. Las localizaciones de comunidades y sistemas ecológicos de
parche pequeño y las poblaciones de especies de escala local generalmente se encuentran
en áreas menores de apróximadamente 810 hectáreas. Los macrohábitats acuáticos son
segmentos de riachuelos o ríos, lagos pequeños individuales o partes de lagos más
grandes. Los macrohábitats son relativamente homogéneos en lo que respecta al régimen
hidrológico, morfología, química y temperatura y potencialmente contienen
comunidades biológicas únicas5 . Los macrohábitats fluviales por lo general consisten
de menos de 16 kilómetros de río y los macrohábitats lacustres usualmente miden
menos de aproximadamente 100 hectáreas. Las especies de escala local acuáticas son
también aquéllas con habilidad de dispersión limitada o necesidades de hábitat
específicas que restringen sus poblaciones a macrohábitats específicos. Algunos ejemplos
incluyen el pez Cyprinodon macularius, insectos acuáticos del orden Ephemeroptera e
insectos de la familia Gerridae (mulitas de agua).
2. Escala intermedia

Las comunidades y sistemas ecológicos de parche grande terrestres están definidos por factores
físicos y regímenes ambientales únicos y son mayores que los de parche pequeño.
Algunas comunidades y sistemas ecológicos de parche grande, tales como las marismas
costeras, son relativamente uniformes en estructura y composición y están definidos
por factores físicos estables (p.ej., posición topográfica baja y mareas predecibles). Otros,
tales como los mosaicos ribereños, se definen por regímenes dinámicos de disturbio
(p.ej., inundación por ríos y transporte de arena o grava). Estos últimos son tipos más
variables en su estructura y composición interna y con frecuencia están constituidos
por diferentes clases de parches que se desplazan y reacomodan a través del tiempo y el
espacio. Las especies de escala intermedia terrestres son aquéllas que dependen de un
sólo parche de varios tipos de hábitats distintos. Los anfibios que utilizan hábitats de
humedales y tierras altas son ejemplos de tales especies. La biodiversidad terrestre de

4
El esquema de matriz de parches para comunidades terrestres fue desarrollado por un equipo de
ecólogos de TNC y de los programas del Patrimonio Natural encabezado por Mark Anderson durante
la planificación para la conservación de la ecorregión del norte de los Apalaches.
5
Para mayor información sobre la clasificación de comunidades acuáticas consulte "Diseño de una
Geografía de la Esperanza", Actualización # 6—Incluyendo ecosistemas y especies focales acuáticos en los
portafolios ecorregionales: guía para los equipos de planificación ecorregional.
4 Paisajes Funcionales y la Conservación de la Biodiversidad

FIGURA 1. Biodiversidad y la Escala Geográfica

OBJETOS DE CONSERVACION A NIVEL DE ESPECIE

Regional
> 405.000 hectáreas, Especies de escala regional
migran largas distancias
Gruesa
8.010–405.000 hectáreas,
Especies de escala gruesa
Escala geográfica sistemas de rios del 4° orden y mayores,
sistemas lacrustes grandes
Intermedia
405–20.200 hectáreas, Especies de escala
sistemas de riachuelos del orden 1° a 3°, Intermedia
sistemas lacustres medianos

Especies
Local
de escala
< 810 hectáreas
< 16 kilómetros de río, local
lagos < 100 hectáreas

OBJETOS DE CONSERVACION TERRESTRES DE FILTRO GRUESO OBJETOS DE CONSERVACION ACUATICOS


DE FILTRO GRUESO
Gruesa Gruesa
8.010– Comunidades y sistemas de matriz sistemas de ríos del 4° Sistemas de ríos medianos a
405.000 orden o mayores grandes y sistemas lacustres
hectáreas lagos > 1.000 hectáreas grandes
Escala geográfica
Escala geográfica

Intermedia Intermedia
405–20.200 Comunidades y sistemas riachuelos del orden 1° a 3° Sistemas de riachuelos
hectáreas de parcela grande lagos de 100–1.000 hectáreas y sistemas lacustres
medianos

Comunidades y
Macrohábitats
sistemas de
acuáticos
Local parcela Local
< 810 hectáreas pequeña < 16 kilómetros de río,
lagos <100 hectáreas

escala intermedia se localiza típicamente en áreas de 405 a 20.200 hectáreas6. Los objetos
de conservación (es decir, aquellas especies, comunidades o sistemas que deseamos
conservar) acuáticos de escala intermedia, tales como los sistemas de riachuelos y sistemas
lacustres medianos están compuestos de múltiples macrohábitats. Por ejemplo, un sistema
de drenaje de cabecera de río abarca arroyos del primer al tercer orden, riachuelos,
humedales y lagos pequeños de cabecera. Otro ejemplo de un sistema acuático de
escala intermedia comprende secciones de ríos mayores que consisten de varios tipos
de macrohábitats. Los sistemas lacustres medianos consisten de lagos individuales de
talla mediana o conjuntos de lagos más pequeños cuyo tamaño varía de 100 a 1.012
hectáreas. Las especies acuáticas de escala intermedia dependen de varios tipos de
macrohábitats. Por ejemplo, los peces en temporada de desove en las planicies inundables
utilizan el principal canal de un río, las áreas inundadas y los humedales (p.ej., Ictiobus
cyprinellus).

6
Las áreas de las cuatro escalas geográficas se definen en términos generales y con valores que se traslapan,
tomando en cuenta la variabilidad de algunas regiones (p.ej., las praderas del oeste-centro versus las
montañas del oeste de los EEUU).
Paisajes Funcionales y la Conservación de la Biodiversidad 5

3. Escala gruesa
Las comunidades y sistemas ecológicos de matriz terrestres constituyen el hábitat dominante
o históricamente dominante entre los parches. Están definidas por gradientes físicos
dispersos a lo largo de áreas extensas, tales como altitud, precipitación y temperatura.
Por lo general es difícil representar en mapas ejemplos individuales de estas matrices,
ya que con frecuencia se mezclan con las adyacentes. Algunos ejemplos en los Estados
Unidos son los bosques de abeto (Picea, Abies) del noreste, los bosques de pino de hoja
larga (Pinus palustris) del sudeste y las praderas de pasto alto del oeste central. Las
especies de escala gruesa terrestres son aquéllas que requieren de áreas extensas para
poder tener acceso a los tipos y cantidad de hábitat que necesitan. Por ejemplo, las
gallinas de las praderas en las Grandes Planicies utilizan áreas extensas de la histórica
matriz de pastizales, parches pequeños de humedales y matorrales e incluso varias
tierras agrícolas. Ejemplos de mamíferos de escala gruesa son el zorro, el tejón y la
marta. El área requerida por las poblaciones de especies terrestres de escala gruesa y
comunidades o sistemas ecológicos de matriz generalmente varía entre 8.010 y 405.000
hectáreas. Los objetos de conservación acuáticos de escala gruesa incluyen sistemas de
ríos medianos a grandes formados por ríos del cuarto orden o mayores, sus tributarios y
los humedales y lagos asociados y sistemas lacustres grandes o conjuntos de lagos medianos
típicamente mayores de 1.012 hectáreas (p.ej., Great Salt Lake, Finger Lakes y Great
Lakes). Las especies acuáticas de escala gruesa cubren grandes distancias y utilizan
ambientes múltiples para satisfacer sus requerimientos de hábitat. Algunos ejemplos
son Acipenser fluvescens, Polyodon spathula y Fundulus heteroclitus.
4. Escala regional
Tanto las especies acuáticas como las terrestres en la categoría de especies de escala
regional dependen de vastas regiones e incluyen animales migratorios y predadores de
nivel superior (p.ej., caribú, lobo, oso pardo), aves migratorias, murciélagos, insectos y
peces que migran a través de largas distancias (p.ej., anguila americana, salmón). El
mantenimiento de una sóla población por lo general requiere de áreas mayores de
405.000 hectáreas o cientos de kilómetros de río, incluyendo la matriz terrestre natural
o semi-natural, los parches asociados, los corredores de conexión y sistemas enteros
fluviales y lacustres intactos.
Una vista amplificada de los lugares que deseamos conservar
La supervivencia a largo plazo de nuestros objetos de conservación requiere de una
área de conservación funcional con patrones y procesos intactos. Una área de conservación
funcional mantiene a las especies, comunidades y/o sistemas de interés focal y a los
procesos ecológicos que los sustentan dentro de sus rangos naturales de variabilidad
(es decir, la cantidad de fluctuación esperada en los patrones de diversidad y procesos
ecológicos bajo influencia mínima o nula de actividad humana).
6 Paisajes Funcionales y la Conservación de la Biodiversidad

Son importantes varios aspectos clave de las áreas de conservación funcionales:


• El tamaño y configuración de las áreas de conservación funcionales estarán
determinados por los objetos de conservación y los procesos ecológicos que los
sustentan.
• “Funcional” se refiere a la habilidad de un área de conservación para mantener
objetos de conservación saludables y viables a largo plazo (más de 100 años),
incluyendo la habilidad de responder al cambio ambiental natural o de origen
humano.
• Las áreas de conservación funcionales no excluyen necesariamente la actividad
humana, pero ésta puede influenciar en gran medida la habilidad de dichas
áreas para funcionar naturalmente.
• Las áreas de conservación funcionales en cualquier escala pueden requerir de
manejo o restauración ecológicos para mantener su funcionalidad.
Nosotros reconocemos tres tipos de áreas de conservación funcionales: sitios, paisajes
y redes7. Las diferencias entre sitios funcionales, paisajes funcionales y redes
funcionales son definidos por los elementos de la biodiversidad que se desea conservar.
Un sitio funcional pretende conservar un número pequeño de sistemas ecológicos,
comunidades o especies en una o dos escalas por debajo de la escala regional. Aunque
preservarlos no es necesariamente fácil, los objetos de conservación (es decir, aquellas
especies, comunidades o sistemas que deseamos conservar en cierto lugar) son
relativamente pocos y por lo general comparten procesos ecológicos similares (p.ej.,
plantas y mariposas que dependen de los incendios en las praderas; un humedal y sus
especies raras; un conjunto de peces raros). Por ejemplo, en los Estados Unidos la
mayoría de las reservas fueron establecidas para conservar especies de escala local o
comunidades de parches pequeños en peligro de extinción. Tales áreas se consideran
sitios funcionales siempre y cuando conserven (o restauren mediante manejo) a los
objetos de conservación y procesos que los sustentan dentro de sus rangos naturales de
variabilidad. Los sitios funcionales pueden ser grandes o pequeños dependiendo de la
escala de los objetos de conservación y sus procesos ecológicos. Por ejemplo, un sitio
funcional para mariposas de pradera puede abarcar cientos de hectáreas, mientras que
para una especie de pez rara puede ser necesario considerar una cuenca hidrológica
completa.

7
Este marco conceptual utiliza el término general "área de conservación funcional" para describir un
lugar que para The Nature Conservancy y sus socios es importante conservar y que usualmente se
identifica mediante la planificación ecorregional. En la planificación para la conservación de sitios
(PCS) el término equivalente es "sitio de conservación funcional". Empleamos el término "sitio
funcional" de manera más restrictiva para indicar un subconjunto específico de áreas de conservación
funcionales que no se describe en la PCS. Aunque en este léxico "sitio" es un tanto diferente, los
conceptos básicos son consistentes con los estándares de la PCS. Ambos marcos emplean los términos
"paisaje funcional" y "red funcional" de manera similar.
Paisajes Funcionales y la Conservación de la Biodiversidad 7

Nota: Un sitio funcional Un paisaje funcional, en contraste, pretende conservar un gran número de sistemas
puede ser tan grande ecológicos, comunidades y especies en todas las escalas por debajo de la escala re-
como un paisaje
funcional. Sin embargo, gional (es decir, gruesa, intermedia y local). Además, los objetos de conservación
el tamaño por sí solo no identificados, por lo general representan a muchos otros sistemas ecológicos,
asegura la protección de
la biodiversidad en comunidades y especies conocidas y desconocidas (es decir, "toda" la biodiversidad).
escalas múltiples. Por Los paisajes funcionales son de naturaleza altamente intacta y retienen (o es posible
ejemplo, un sitio
enfocado a la protección restaurar en ellos) la mayoría o todos sus componentes, patrones y procesos clave. Sin
de especies de mejillones embargo, en la práctica, la diferencia entre paisajes funcionales y sitios funcionales no
de agua dulce, que son
objetos de conservación es siempre clara porque aún las comunidades y sistemas ecológicos de los sitios
de escala intermedia, funcionales representan otros elementos de la biodiversidad (su función de filtro grueso).
puede requerir de acción
de conservación a escala Por lo tanto, la diferencia operacional entre éstos consiste en el grado en el cual los
de la cuenca hidrológica. objetos de conservación se utilizan para representar a otra biodiversidad combinada
No obstante, la
protección completa del con su naturaleza multiescalar. Debido a esta creciente complejidad, usualmente los
hábitat fluvial y de los objetos de conservación en los paisajes funcionales son tant terrestres como acuáticos
procesos ecológicos que
sustentan a esos (de agua dulce e incluso marinos en algunos casos) y requirien de una variedad de
mejillones puede no ser procesos ecológicos para su mantenimiento. A la fecha, sólo algunas de las áreas en las
suficiente para conservar
a otros componentes
cuales The Nature Conservancy trabaja pueden considerarse paisajes funcionales (la
críticos de la costa este de Virginia, la zona fronteriza de Malpai, la región baja de los Ozarks, la base
biodiversidad (p.ej.,
plantas raras de tierras
aérea militar Eglin, Laguna Madre y las montañas Bighorn son posibles ejemplos).
altas, riscos, matriz de
bosque, aves del bosque
Una red funcional es un conjunto integral de sitios y paisajes funcionales diseñado
interior). Así, lo que para conservar especies regionales con o sin biodiversidad a escala más fina. Los sitios
distingue a un paisaje
funcional de un sitio
o paisajes que forman las redes funcionales pueden distribuirse en forma contigua a lo
funcional no es su largo de una o más regiones para proteger especies tales como el caribú, berrendo, oso
tamaño, sino el grado en
pardo o jaguar. Por lo contrario, los sitios o paisajes pueden formar una serie de parches
el cual los objetos de
conservación se utilizan dispersos a lo largo de un área extensa para conservar aves costeras o neotropicales
para representar a otros
migratorias. Además de conservar la biodiversidad en escalas local, intermedia y gruesa,
elementos de la
biodiversidad un portafolio ecorregional bien diseñado debe servir como una red funcional para
combinados con su especies regionales dentro de una ecorregión; en forma colectiva nuestros planes
naturaleza multiescalar.
ecorregionales deben proveer redes funcionales para especies cuyo rango de distribución
abarca múltiples ecorregiones.

Pensamiento abarcador: Un enfoque en los paisajes funcionales


Cuando examinamos un área de conservación debemos pensar de manera inclusiva. La
conservación ecorregional nos ofrece la oportunidad sin precedentes de revisar nuestros
objetos de conservación en todos los lugares en los que trabajamos. Así, durante la
planificación ecorregional y la subsiguiente planificación a nivel de sitio debemos
determinar si existen oportunidades para conservar sistemas ecológicos, comunidades
o especies de alta calidad en escalas adicionales a las que originalmente nos enfocamos.
Por ejemplo, ¿debe un plan que previamente se enfocaba en la conservación de un
bosque ribereño enfocarse también en el bosque adyacente de tierras altas?
8 Paisajes Funcionales y la Conservación de la Biodiversidad

Como regla general nosotros creemos que un mayor énfasis en la conservación de


paisajes funcionales (y sitios funcionales que se enfocan en la biodiversidad en escalas
múltiples) mejorará drásticamente nuestra eficiencia y efectividad. La conservación
de sistemas ecológicos, comunidades y especies en escalas múltiples dentro de un sólo
paisaje intacto provee una estrategia de conservación más ecológicamente integral. Los
paisajes funcionales por lo general proporcionan más hábitat, mayor diversidad de
hábitats y mayores poblaciones de especies conocidas y desconocidas. Debido a sus
gradientes ambientales complejos e incluyentes, ofrecen también mayor protección
contra cambios globales. Además, los paisajes funcionales pueden conservarse más
eficazmente que muchos sitios dispersos en una área muy amplia. Sin embargo, los
paisajes funcionales son exponencialmente más complejos; su comprensión y medición
requerirá de recursos sustanciales. Aunque todas las áreas de conservación que
constituyen un portafolio deben ser funcionales, no todas serán paisajes funcionales.
La decisión de expandir o reducir la escala y alcance de cualquier área debe estar basada
en datos científicos confiables y buen juicio.

¿Qué quiere decir funcional?


"Funcional" se refiere a la capacidad de un área de mantener objetos de conservación
saludables y viables y de sustentar procesos ecológicos clave dentro de sus rangos natu-
rales de variabilidad a largo plazo. La evaluación del estado funcional de un área es
crítica para formular estrategias apropiadas de conservación, manejo y restauración y
para evaluar los usos humanos actuales y potenciales en dicha área.

Dentro de este marco nosotros sugerimos cuatro atributos ecológicos para evaluar el estado
funcional de un área de conservación a cualquier escala. Estos cuatro atributos
funcionales están incluidos dentro de aquéllos que The Nature Conservancy utiliza
para evaluar la viabilidad de los objetos de conservación y para medir la salud de la
biodiversidad, es decir, tamaño, condición y contexto paisajístico. Así, la salud de la
biodiversidad es una medida general de funcionalidad a nivel de paisaje o sitio para las
áreas de conservación donde The Nature Conservancy trabaja.
(1) Composición y estructura de los objetos de conservación. Por ejemplo, ¿están presentes
todas las especies y una cubierta vegetal y dosel saludables en un sistema de
bosque elegido como objeto de conservación? ¿Se están reproduciendo las
poblaciones de especies elegidas como objetos de conservación? ¿Qué tanto se
han extendido las especies invasoras? Estas características se incluyen como
parte de la condición en la medida de salud de la biodiversidad para determinar
el éxito.
(2) Regímenes ambientales y disturbios naturales. ¿Están los regímenes ambientales y
disturbios naturales clave (como incendios e inundaciones) que sustentan a los
objetos de conservación operando aún dentro de sus rangos naturales de
Paisajes Funcionales y la Conservación de la Biodiversidad 9

Nota: Para evaluar los variabilidad? Estos factores están incluidos dentro del contexto paisajísitico en
cuatro atributos de los
la medida de salud de la biodiversidad para determinar el éxito.
paisajes funcionales
recomendamos lo
siguiente:
(3) Area dinámica mínima. ¿Es el tamaño del área suficiente para permitir a los objetos
de conservación recuperarse de un disturbio, tal como un huracán? Este atributo
1. Seleccionar un
subconjunto de sistemas corresponde al tamaño en la medida de salud de la biodiversidad para determinar
ecológicos y especies en el éxito.
múltiples escalas
espaciales que reflejen la
(4) Conectividad. ¿Tienen los objetos de conservación acceso a todos los hábitats y
variedad de patrones y
procesos ecológicos recursos necesarios para completar sus ciclos de vida? ¿Pueden los sistemas
necesarios para ecológicos, comunidades y especies desplazarse en respuesta a cambios
conservar el paisaje
funcional completo. ambientales tales como el calentamiento global? Estos factores están incluidos
• Los ecosistemas y dentro del contexto paisajístico en la medida de salud de la biodiversidad para
especies focales para el determinar el éxito.
proyecto de las
Montañas Bighorn en La evaluación de estos atributos para sitios y redes funcionales es relativamente sencilla
Wyoming incluyen:
matriz de bosque boreal porque el número de objetos de conservación es generalmente pequeño y el enfoque
de gran altitud, matriz de la conservación está usualmente claramente definido. Por otro lado, la evaluación
de Artemisia tridentata
de altitud media, matriz de estos atributos para paisajes funcionales es obviamente más difícil debido a la
de pastos perennes de complejidad de los objetos de conservación y a la naturaleza inclusiva de las metas de
altitud baja;
comunidades ribereñas, conservación.
murciélagos y bosque
maduro de pino La evaluación de la funcionalidad de un área de conservación debe ser un proceso
ponderosa de escala iterativo basado en el conocimiento acumulado. La evaluación ocurre primero durante
intermedia; y Astragalus
de Hyattville, la planificación ecorregional y el diseño del portafolio de sitios y continúa a través de la
Cymopterus williamsii y planificación para la conservación, las medidas de éxito y el manejo adaptable durante
barrancos de arbustos
caducifolios de escala la toma de acciones.
local. Actualmente el
equipo de planificación Aplicación de este marco conceptual en la conservación
está considerando los
ecosistemas y especies Ofrecemos varias sugerencias para aplicar los conceptos delineados en este documento
focales acuáticos y a las actividades que The Nature Conservancy está llevando a cabo.
especies a escala
regional apropiados. • Todas las áreas de conservación en un portafolio ecorregional deben ser
2. Prestar atención funcionales o potencialmente restaurables.
particular a los sistemas
ecológicos y especies • Los equipos de planificación ecorregional deben incorporar al portafolio objetos
que tienen
requerimientos de conservación de escala gruesa apropiados, incluyendo sistemas ecológicos,
especiales de comunidades y especies. En la medida de lo posible los equipos deben agrupar
conservación o de
manejo, que son objetos de conservación de escalas gruesa, intermedia y local dentro de sitios y
particularmente paisajes funcionales inclusivos.
susceptibles a
alteraciones de atributos
clave y que se dispersan,
viajan o utilizan recursos
a través de escalas y
sistemas múltiples.
10 Paisajes Funcionales y la Conservación de la Biodiversidad

• Los equipos de planificación ecorregional deben tomar en cuenta a las especies Nota: El esquema
presentado en este
de escala regional. En su conjunto, los sitios y paisajes funcionales de un portafolio
documento se
deben servir como bloques para construir una estrategia de conservación para desarrolló en
colaboración con
las especies que operan dentro de una ecorregión. Para conservar especies de
muchos de nuestros
escala regional tales como aves migratorias y peces de ríos mayores que utilizan colegas en TNC y se
múltiples ecorregiones, será necesario examinar los portafolios de varias "experimentó" en una
variedad de áreas de
ecorregiones. conservación.
Apreciamos
• Un enfoque en escalas múltiples y una funcionalidad general deben formar parte particularmente las
de los criterios empleados para determinar el valor de la biodiversidad de una ideas y revisión crítica
de Mark Anderson, Jeff
área. Así, asumiendo que otros factores son constantes, deberá darse mayor Baumgartner, Greg
prioridad de acción a los paisajes funcionales que a los sitios funcionales, o a los Low, Holly Richter,
Deborah Jensen,
sitios que se enfocan en la biodiversidad en escalas múltiples en lugar de aquéllas Jonathan Higgins y
cuyo enfoque es en una sóla escala. El enfoque en múltiples escalas de Mary Lammert. Esta
guía de trabajo es el
biodiversidad y su protección de una manera integral puede ser nuestra mejor y resumen de un
más segura estrategia para llevar a cabo una conservación duradera, manuscrito más extenso
que se publicará en la
particularmente de las miríadas de especies que poco conocemos. revista BioScience. Para
mayor información o
• Debe alentarse a los equipos de planificación para la conservación a que revisen una descripción más
el potencial que las áreas de conservación acuáticas tienen para preservar la detallada del marco
comuníquese con
biodiversidad terrestre, así como el potencial de las áreas terrestres para conservar Karen Poiani
especies acuáticas. (kpoiani@tnc.org)
o Brian Richter
• Con el fin de asegurar la conservación de un paisaje intacto complejo debe (brichter@tnc.org).

seleccionarse un subconjunto de objetos de conservación en escalas múltiples


de paisajes funcionales. Los sistemas ecológicos y especies con requerimientos
especiales o que se dispersan, viajan o utilizan recursos a través del paisaje son
de particular importancia.
• El método de The Nature Conservancy para poner en práctica este marco con-
ceptual en sitios individuales se detalla en Planificación para la Conservación de
Sitios y Medidas de Exito. Muchos de los conceptos que se presentan en este
documento han sido incorporados a tales procedimientos estándar de
planificación y evaluación. Para mayor información sobre planificación a nivel
de sitio o medidas de éxito, incluyendo el manual para planificadores,
comuníquese con el Programa de Conservación de Sitios de la División de
Ciencias de la Conservación (jbaumgartner@tnc.org).
Paisajes Funcionales y la Conservación de la Biodiversidad 11

Referencias clave para otras lecturas relacionadas


Anderson M.A., Biasi F.B., Buttrick S.C. 1998. Conservation site selection: ecoregional
planning for biodiversity. ESRI International User Conference, 27-31 July 1998.
San Diego (CA): ESRI. http://www.esri.com/library/userconf/archive.html
Angermeier P.L., Karr J.R. 1994. Biological integrity versus biological diversity as policy
directives. BioScience 44:690-697.

Baker W.L. 1992. The landscape ecology of large disturbances in the design and man-
agement of nature reserves. Landscape Ecology 7:181-194.
Christensen N.L. and others. 1996. The report of the Ecological Society of America
committee on the scientific basis for ecosystem management. Ecological Applica-
tions 6:665-691.
Fiedler P.L., White P.S., Leidy R.A. 1997. The paradigm shift in ecology and its implica-
tions for conservation. Pages 83-92 in Pickett S.T.A., Ostfeld R.S., Shachak M.,
Likens G.E., eds. The ecological basis of conservation: heterogeneity, ecosystems,
and biodiversity. New York (NY): Chapman and Hall.

Franklin J.F. 1993. Preserving biodiversity: species, ecosystems, or landscapes? Eco-


logical Applications 3:202-205.
Harris L.D., Hoctor T.S., Gergel S.E. 1996. Landscape processes and their significance
to biodiversity conservation. Pages 319-347 in Rhodes OE Jr., Chesser RK, Smith
MH, eds. Population dynamics in ecological space and time. Chicago (IL): Univer-
sity of Chicago Press.

Holling C.S. 1973. Resilience and stability of ecological systems. Annual Review of
Ecology & Systematics 4:1-23.
Hunter M.L. Jr., Jacobson G.L. Jr., Webb T. III. 1988. Paleoecology and the coarse-filter
approach to maintaining biological diversity. Conservation Biology 2:375-385.
Morgan P., Aplet G.H., Haufler J.B., Humphries H.C., Moore M.M., Wilson W.D. 1994.
Historical range of variability: a useful tool for evaluating ecosystem change. Jour-
nal of Forestry 2:87-111.
Noss R.F. 1990. Indicators for monitoring biodiversity: a hierarchical approach. Con-
servation Biology 4:355-364.

Noss R.F, Cooperrider A.Y. 1994. Saving nature's legacy: protecting and restoring
biodiversity. Washington (DC): Island Press.
Noss R.F., O'Connell M.A., Murphy D.D. 1997. The science of conservation planning.
Washington (DC): Island Press.
Peters R.S., Waller D.M., Noon B., Pickett S.T.A., Murphy D., Cracraft J., Kiester R.,
12 Paisajes Funcionales y la Conservación de la Biodiversidad

Kuhlmann W., Houck O., and Snape W.J. III. 1997. Standard scientific procedures
for implementing ecosystem management on public lands. Pages 320-336 in Pickett
S.T.A., Ostfeld R.S., Shachak M., Likens G.E., eds. The ecological basis of conser-
vation: heterogeneity, ecosystems, and biodiversity. New York (NY): Chapman and
Hall.
Poff N.L., Allan J.D., Bain M.B., Karr J.R., Prestegaard K.L., Richter B.D., Sparks R.E.,
Stromberg J.C. 1997. The natural flow regime: a paradigm for river conservation
and restoration. BioScience 47:769-784.
Redford K.H., Richter B.D. In press. Conservation of biodiversity in a world of use.
Conservation Biology.
Richter B.D., Baumgartner J.V., Wigington R., Braun D.P. 1997. How much water does
a river need? Freshwater Biology 37:231-249.

Ruggiero L.F., Hayward G.D., Squires J.R. 1994. Viability analysis in biological evalua-
tions: concepts of population viability analysis, biological population, and eco-
logical scale. Conservation Biology 8:364-372.

Simberloff D. 1998. Flagships, umbrellas, and keystones: is single-species manage-


ment passe in the landscape era? Biological Conservation 83:247-257.
Swanson F.J., Jones J.A., Wallin D.O., Cissel J.H. 1993. Natural variability: implica-
tions for ecosystem management. Pages 89-103 in Jensen M.E., Bourgeron P.S.,
eds. Eastside ecosystem health assessment Vol. 2: Ecosystem management, prin-
ciples and application. Missoula (MT): US Depart. Interior, Forest Service.

Turner M.G., Gardner R.H., O'Neill R.V. 1995. Ecological dynamics at broad scales.
BioScience Supplement S-29-S-35.

También podría gustarte