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1.

Matar el egoísmo de la vida


Leamos Efesios 1:18-23.

1. ¿Por qué causa ora Pablo en el versículo 18? ¿Qué razón ofrece él para su oración en los versículos 18-19?

2. Enumere las muchas maneras en que Pablo describe a Cristo en los versículos 20-23. ¿Cómo le afecta a usted,
en lo personal, que Cristo sea descrito de cada una de esas maneras?
3. ¿Por qué piensa usted que nosotros, de forma natural, nos vemos a nosotros mismos como el “centro del
universo”?
4. ¿Cómo revela Dios a su Hijo como el centro de todo? ( ver también 1 Cor. 15:27)
5. ¿Qué significa ser un "reflector del Hijo"?¿Qué ocurriría si aceptásemos nuestro lugar como reflectores del
Hijo?
6. ¿Qué encuentra usted más difícil en su papel como un "reflector del Hijo"? ¿Por qué?

2. Muestrame tu Gloria
Leer Éxodo 33:12-23 y 34:29
1. ¿Qué entiendes por “la gloria de Dios”?
Haciendo referencia especial a Dios esta palabra denotaba la manifestación de la luz por la cual Dios se revelaba
en un resplandor o manifestación Divina en diferentes maneras.
La Palabra en el A.T. es “kabod” viene de una raíz que significa “tener peso”. Lo anterior permite la siguiente idea:
“Uno que posee gloria está cargado de riquezas, poder, posición, etc.” Los traductores de la LXX escogieron la
palabra “Doxa” como la más adecuada en el griego para referirse a la usada en el hebreo. Doxa deriva de una que
significa “pensar” o “parecer” lo que tiene que ver con la opinión (lo que uno mismo piensa) y reputación (lo que
otros piensan) lo que tiene que ver con “fama, honra o alabanza”.
Cuando Moisés le pide a Dios que le mostrar su gloria no le está pidiendo que le muestre una nube, un resplandor,
o la manifestación que acompaña la presencia de Dios. Buscaba una m anifestación especial de Dios que no
dejaría la necesidad de desear nada más en la existencia (Felipe es lo que quiría también en Juan 14:8) Moisés
anhelaba conocer a Dios tal como era, en persona, en la escencia de su ser.
2. ¿Cuál es su deseo más profundo?
3. ¿Cómo se refleja ese deseo en su manera de vivir?

3. Autopromoción Divina
Leer Juan 12:23-26.
a. ¿Cómo esperaba Jesús ser "glorificado" (w. 23-24)?
b. ¿De qué manera esperabajesús que sus seguidores imitasen su ejemplo (w. 25-26)?

Las reuniones de personal de Dios —como si Él las tuviera— se centrarían en una pregunta: "¿Cómo podemos revelar
mi gloria hoy?". La lista de quehaceres de Dios está compuesta de un solo punto: "Revelar mi gloria". La declaración de
propósito del cielo cuelga enmarcada en el cuarto de descanso de los ángeles, justo encima del pastel de ángel. Dice:
"Declarar la gloria de Dios".

Y Jesús declaró su misión como un éxito diciendo: "Yo te he glorificado en la tierra, y he llevado a cabo la obra que me
encomendaste" (Jn 17:4 NVI).

Dios tiene una meta: "¡No cederé mi gloria a ningún otro!" (Is 48:11 NVI).

¿Sorprendido? ¿No es egoísta —nos atrevemos a preguntar— una actitud así? ¿No consideramos este comportamiento
como "promoción propia"? ¿Por qué se transmite y emite Dios a sí mismo?
Por la misma razón que lo hace el piloto de una barca salvavidas. Piense en ello de esta manera. Usted se está
debatiendo hundido hasta el cuello en un mar oscuro y frío. El barco se hunde. El chaleco salvavidas se desinfla. Las
fuerzas disminuyen.

A través de la oscura noche llega la voz de un piloto de salvamento, pero usted no puede verlo. ¿Qué quiere que haga
quien conduce la barca salvavidas?

¿Que se quede callado? ¿Que no diga nada? ¿Que se abra camino sigilosamente por entre los pasajeros que se
hunden? ¡Desde luego que no! ¡Usted necesita volumen! ¡Amplificación, compañero! En la jerga bíblica, usted quiere que
muestre su gloria. Usted necesita oírlo decir: "Estoy aquí. Yo soy fuerte. Tengo lugar para usted. ¡Puedo salvarlo!". Los
pasajeros que se hunden quieren que el piloto revele su preeminencia. ¿Acaso no queremos que Dios haga lo mismo?
Mire a su alrededor. La gente se revuelca en mares de culpabilidad, ira y desesperación. La vida no funciona y pronto
vamos a ahogarnos. Pero Dios puede rescatarnos, y sólo un mensaje importa: ¡El de Él! Necesitamos ver la gloria de
Dios.

Que no quepa la menor duda. Dios no tiene un problema de ego. Él no revela su gloria para su bien. Nosotros
necesitamos ser testigos de ella para nuestro bien.

1. ¿Por qué debería la gloria de Dios ser nuestra prioridad? Cuando no lo es, ¿por qué no lo es?

4. Santamente distinto
1. Leer Isaías 6:1-8.
a. ¿Cómo reacciona Isaías a esta revelación de la gloria de Dios (v. 5)?

b. ¿Cómo cree que hubiera reaccionado usted?

1. ¿Qué resultó de la limpieza de Isaías (v. 8)?


2. ¿Cómo cree usted que Dios quiere usar la experiencia de Isaías en su propia vida?
3. ¿Cómo describiría la palabra “santidad” a alguien que no conociera nada de la Biblia?
4. El primer canto de la Biblia y también el último magnifican la santidad de Dios (Éxodo 15:1-18 y Apocalipsis 15:3-
4). ¿Por qué cree usted que el primer canto de la Biblia y también el último magnifican la santidad de Dios? ¿Por
qué es tan importante?

5. Solamente un momento.
Leer: 2 Corintios 4:13-18.

a. ¿Qué esperanza mantiene adelante a Pablo (v. 14)?

b. ¿Cómo se mantiene Pablo sin perder el ánimo (v. 16)?

La brevedad de la vida concede poder para permanecer, y no una excusa para salir bajo fianza. Los fugaces días no
justifican problemas que se den a la fuga. Los fugaces días nos fortalecen para soportar los problemas. ¿Se pasarán los
problemas de usted? No hay garantía de que lo harán. ¿Cesará su dolor? Quizá; quizá no. Pero el cielo hace esta
promesa: “Esta leve tribulación momentánea produce en nosotros un cada vez más excelente y eterno peso de gloria” (2
Co 4:17).

Las palabras “peso de gloria” evocan imágenes de la antigua balanza: dos platos, uno a cada lado de la aguja. El peso
de una compra que daba determinado al poner pesas en uno de los lados y la compra en y el otro.
Dios hace lo mismo con las luchas de usted. En un lado Él apila todas sus cargas: hambres, despidos, padres que se
olvidaron de usted, jefes que lo ignoraron; amargas rupturas, mala salud, días malos. Todos apilados; después observe
cómo un lado de la balanza baja en picado.

Ahora vea cuál es la respuesta de Dios. ¿Las quita todas? ¿Elimina las cargas? No; en lugar de quitarlas, las
contrapesa: Él pone un eterno peso de gloria en el otro lado. Gozo sin fin; paz sin medida; una eternidad de Él. Observe
lo que ocurre cuando Él pone eternidad en la balanza de usted.

¡Todo cambia! Las cargas se alzan. Lo pesado se vuelve ligero cuando es contrapesado por la eternidad. Si la vida es
“sólo un momento”, ¿no podremos soportar cualquier desafío durante un momento?

Podemos estar enfermos durante solo un momento.


Podemos sentirnos solos durante sólo un momento.
Podemos ser perseguidos durante sólo un momento.
Podemos luchar durante sólo un momento.

c. ¿Qué importante comparación hace Pablo en el versículo 17?

d. ¿Qué importante instrucción para la vida da Pablo en el versículo 18? ¿Cómo puede usted seguir esta instrucción
en la práctica?

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