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Mi pesadilla viviente empezó cuando mi madre y yo nos

tuvimos que mudar gracias al divorcio de mis padres,


era injusto yo quería estar con mi padre, él era la única
persona en el mundo que me comprendía, para mí fue
un golpe terrible compartíamos todo, ver el fútbol, jugar
béisbol, pero a mí madre eso no le importaba, la casa
sinceramente era horrible, según cuenta, mi abuela
desde hace mucho tiempo quería comprársela a una
pareja de casados, pero siempre la rechazaban hasta
que un día de la nada se la ofrecieron, era muy raro ya
que esa casa podría haber valido millones y en vez de
eso aceptaron una miseria por la casa, según el acuerdo
era que le iba a dar la mitad y para el siguiente mes la
otra mitad, era raro ya que según eran una pareja de
casados y la única persona que salió de esa casa era el
marido, el hombre al ofrecerle la casa a mi abuela se le
veía con una inusual urgencia, era algo muy extraño,
bueno eso no importaba, mi abuela murió cuando tenía
6 años y gracias a su muerte mi madre ya no quería
poner un solo pie en esa casa ,llevaba ya 6 años
abandonada, mi madre por años quizo venderla pero
nunca pudo, así que solo la abandonó hasta ahora, la
casa estaba llena de telarañas y suciedad al igual que
mucho polvo, era escalofriante mi madre solamente me
indicó donde sería mi nuevo cuarto y me ordenó sacudir,
limpiar y empezar acomodar.La verdad aunque me
doliera el divorcio de mis padres, tenía que ser
comprensivo con mi mamá así que solamente me dirigí
ahí , en ese cuarto fue donde empezó todo, el cuarto
tenía las paredes rojas aunque tenía manchas de que la
pintura se estaba desprendiendo, así que técnicamente
era rojo con manchas grises, me pase todo el día
intentando limpiarlo aunque era casi imposible, el cuarto
estaba en un mal estado, llevaba demasiado tiempo
abandonado como para estar en un perfecto estado,
aunque hice lo que pude, menos mal que cuando
estaba casi todo en orden llegaron los de la mudanza e
instalaron mi cama.Ya era de noche y si guardabas un rato
de silencio podías escuchar a los grillos cantar, mi madre y
yo habíamos pasado todo el día limpiando, recogiendo y
acomodando cosas, nuca me había dado cuenta cuántas
cosas teníamos, tenía hambre así que decidí cenar un
chocolate caliente con pan, mi madre se veía exhausta, ya
había pasado un tiempo desde que mamá casi no se
preocupaba por mi, había veces que ni siquiera le
importaba si me iba a la cama o no pero, no podía culparla,
había veces que la escuchaba llorar en el baño y cuando
intentaba consolarla solo me gritaba que me largara, me
daba mucha tristeza y aunque la intentaba animar no podía,
solo esperaba que no llorara esta noche, me lavé los
dientes, me puse mi pijama y me acurruqué para dormir, y
derrepente empecé a escuchar ruidos por la cocina, al
inicio creía que era mamá cenando pero recordé que mamá
cenó conmigo, creí que ella se había vuelto a enojar como
cuando destrozo su cajón de cosas personales el día que le
pidieron el divorcio, así que decidí bajar, y en ese momento
fue cuando la escuché por primera vez, iba bajando los
escalones cuando derrepente vi que la luz estaba prendida,
eso era raro ya que yo la había apagado, cuando de
repente empecé a escuchar susurros de una mujer, pero
esa voz no era de mi madre era una voz distinta, en el
segundo que me di cuenta que la voz venía de la cocina me
congelé, quería correr al cuarto de mi mamá y decirle que
había alguien en la casa pero mis piernas no se movían era
una sensación horrible hasta que escuché un ruido aún
más fuerte de los que hacía esa voz, en ese momento pude
volver a controlar mis piernas y fui al cuarto de mi madre

—Mamá creo que hay alguien en la casa—le dije en


susurros intentando que se levantara, de inmediato se
levantó algo alarmada

—¿En que parte de la casa se encuentra? ¿quien se


metió a la casa?—me dijo muy preocupada.

Entonces le expliqué todo lo que había escuchado y le


indique que en la cocina era donde creía que estaba ,
cuando le conté de inmediato abrió la puerta de a lado
que daba a mi cuarto y sacó mi bate de béisbol y fuimos
a la cocina juntos por cualquier cosa, pero al llegar no
había nadie incluso estaba la luz apagada, eso solo me
asustó más de lo que ya estaba.

—Ay mijo tú y tus cosas de vampiros y monstruos, por


primera vez en meses estaba consiguiendo el sueño y tú
con tus cosas, ya solo vete a dormir— dijo muy
molesta.Me sentía mal por espantar a mi madre de esa
manera pero yo sabía que era verdad yo había
escuchado algo, me quede ahí un momento esperando
a que la mujer o quien sea que se haya metido hiciera
algún ruido pero nada, iba subiendo los escalones hasta
qué quise dar un último vistazo y ahí fue cuando la vi
por primera vez, vi pasar a una mujer delante de la
puerta, estaba vestida con un vestido blanco, parecía
como de primera comunión o algo parecido, era largo y
daba la impresión de estar rasgado, en ese momento
supe que debía de enfrentarla, bajé los escalones lo
más rápido que pude y cuando prendí la luz de la cocina
no había nadie, no estaba la mujer que había visto en
ese momento me asusté aún más y salí corriendo a mi
habitación. A la mañana siguiente estaba desayunando
como de costumbre aunque estaba muy cansado, en la
noche no pude dormir absolutamente nada,
preguntándome qué había pasado la noche anterior

—¿Estás de acuerdo?— dijo mi mamá preguntando

—¿Mande?—dije confundido, tal vez no la había


escuchado por pensar qué pasó anoche

—¿Que si estás de acuerdo que vayamos a comprar un


cuadro para ponerlo en la pared de allá?— señaló la
pared que estaba a mi izquierda— está toda desgastada
esa pintura y además ni está bonita.Era una pintura de
un paisaje tipo Italiano pero se notaba que ya era muy
vieja, incluso ya se había despintado mucha parte del
paisaje.

—Sí, si está bien —dije, la verdad no me interesaba


mucho si estaba bien o estaba mal una pintura, pero
mamá se veía emocionada por eso, así que ngí estar
interesado

—Okey mañana vamos a buscar alguna pintura linda, tal


vez haya alguna bonita en algún mercado de pulgas no
crees José — dijo mamá algo entusiasmada

—Si puede ser, o en una tienda de antigüedades.

La mañana transcurrió normal hasta que en la noche


todo cambió, estaba a punto de dormir cuando de
pronto volví a escuchar los susurros que había oído en
la cocina pero esta vez eran en mi habitación, cómo
estaba pasando esto, se supone que este debería ser mi
lugar seguro y me pasaba esto, cuando empecé a
escucharlo lo único que hice fue sentarme en la cama
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observando para saber de qué parte en especí co del
cuarto era, hasta que de pronto pude observar que algo
salía despacio de mi clóset pero ni siquiera estaba
abierto, sino que esa cosa salía a través de mi clóset,
hasta que por n me di cuenta que era una mano, en
ese momento me congelé y lo único que pude ver era
que una mano pálida salía de mi clóset, quería escapar
pero la puerta estaba al lado de el clóset, lo único que
pensé es que iba a morir, había tantas cosas que quería
hacer, que no, no me iba a dejar matar tan rápido, no
antes sin dar batalla, la verdad no sé de donde saque
tanto valor y coraje así que me levante de mi cama y salí
corriendo hacía la puerta hasta que sentí como una
mano jalaba mi pierna y caí, al levantarme pude ver a la
misma mujer que estaba en la cocina, solo que ahora
que me daba cuenta no la había visto bien, era una
mujer rubia con el cabello atado en un chongo, el
vestido estaba más rasgado de lo que pensaba,
también tenía manchas de sangre y muchos agujeros,
incluso si la veías con atención podías darte cuenta que
la mujer era muy linda, solo que no podía quedarme
como tonto a verla y ser su amigo, traté de levantarme
pero no podía lo único que hice era intentar quitarle la
mano de mi pierna así que lo jale con toda mi fuerza
hasta que se la soltó , era mi momento de escapar,
rápidamente me levante y salí corriendo hacia el cuarto
de mi mamá, lo único bueno es qué solo una puerta
conectaba, si soy sincero tenía miedo a que mi madre
no me creyera pero era mí única opción.

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—Mamá, mamá, mamá, hay alguien en mi cuarto lo juro
es una mujer de vestido blanco y piel muy pálida — le
dije gritando asustado y algo desesperado

—Mijo deja de inventar cosas y vete a dormir — dijo


adormilada

—Mamá te lo juro que si hay una mujer yo la vi — dije.

Entonces mi mamá prendió la luz y volteó a ver al


cuarto cuando la vimos pasar por la puerta

—Cierra la puerta — dijo muy asustada.

Y cuando estaba a punto de cerrar la puerta no sé como


pasó pero la lámpara que está en la mesita al lado de la
cama de mi madre se apagó, ella estaba cerca, al nal si
pude cerrar la puerta pero tenía miedo, sentía que iba a
vomitar y me temblaban las piernas, era una sensación
horrible, cuando de pronto empezaron a golpear la
puerta, parecía como si tocaran la puerta para entrar
solo que los golpes aumentaban cada vez más, así
estuvo por un rato y cada golpe me asustaba más,
hasta que paró.Al día siguiente mi mamá de inmediato
fue a la iglesia, según ella iba a hablar con un padre
para saber que hacer pero le dijeron que tardarían
máximo 2 días ya que necesitaban unos permisos para
realizar un exorcismo y así, o bueno eso fue lo que yo
entendí, el día transcurrió algo raro ya que mamá
andaba muy nerviosa y algo paranoica, ella no sabía que
hacer en la noche pero yo tenía un plan, tal vez era tonto
y arriesgado pero sabría que quería esa fantasma, en la
noche mi mamá me pidió dormir con ella pero la
rechacé, yo ya tenía mi plan y no iba a cambiarlo,
estaba en mi cuarto cuando volví a escuchar los
susurros pero esta vez no me aterraron, esta vez no iba
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a alterarme, esta vez iba a escucharlos, quería oírlos
pero era casi imposible no entendía nada hasta que
apareció ella, pude ver cómo pasaba a través de mi
puerta y me veía, yo ngía estar dormido pero podía
sentir su fría mirada, aunque ngía no tenerle miedo se
lo tenía pero tenía que confrontarla así que me levanté
de la cama y la miré directamente a la cara, su rostro era
muy lindo, aunque parecía que tenía manchas de
sangre, pude notar que ella al ver que quería
confrontarla solamente se quedó quieta, hasta que
volvió a intentar comunicarse conmigo, decía solamente
3 palabras, pero no la entendía, apenas la comprendía
ella decía: ordauc le ne qué demonios signi ca ordauc le
ne, tal vez era en algún código hasta que después de
unos minutos lo supe, estaba hablando al revés, ordauc
le ne, ne es en, le es el y ordauc era.No no era posible
ordauc al revés era cuadro, en el cuadro, el cuadro de
que cuadro hablado no teníamos ningún cuadro a
excepción del de el comedor a la izquierda, por dios ya
sabía que buscaba, rápidamente fui al cuarto de mi
madre y le platiqué todo, y ahí estábamos los 2 a las
4:45 am quitando un cuadro que una fantasma de
vestido blanco nos dijo, cuando quitamos el cuadro, la
vimos, ahí estaba ella solo que en huesos, en el cuadro
había unos huesos, unos huesos que antes fueron un
cadáver, al nal pude reconocer que era mi fantasma, ya
que traía el mismo vestido, se podía ver que adentro del
escondite en el cuadro había cal, por eso no olíamos
nada sospechoso pobre mujer, pobre de la emparedada,
no le hablamos a la policía ya que no nos la entregarían
para enterrarla, ella merecía un entierro digno no estar
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en alguna caja metálica del forense, al nal la
enterramos, no pudimos saber su identidad así que su
lápida estaba en blanco sin nombre ni identidad, se
suponía que debería de estar en paz pero creo que aún
no abandonaba su casa, días después se volvió a
aparecer pero no hacía nada, parecía como si solo
quisiera estar en su casa, se notaba que su alma ya
estaba en paz y supongo que todo estaba bien, ya no
me molestaba, ni a mi mamá así que ya estábamos en
paz. Fin

Esta historia está basada en hechos reales, la casa se


encuentra en Jalisco 4, Centro, 37800 Dolores Hidalgo
Cuna de la Independencia Nacional, Gto según las
personas que habitan la casa algunas veces se aparece
la emparedada en las habitaciones, pero no hace nada
solo se anda por ella.
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